INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL
Unidad Profesional Interdisciplinaria
de Ingeniería y Ciencias Sociales y
Administrativas.
ENSAYO: HEPISTEMOLOGIA DEL CONOCIMIENTO
Fundamentos de Inteligencia Artificial
PROFESOR
ZARCO ISTIGA ALFONSO LEOBARDO
SECUENCIA
2NV60
Integrantes del equipo:
Rodríguez Escobar Lesly Karen Barrón Cortés Luis Gerardo
Colunga Aguilar Juan Omar
21/10/2013
INTRODUCCIÓN.
Los grandes temas de la filosofía de todos los tiempos elucidar en qué consiste
el acto de conocer, cual es la esencia del conocimiento, cual es la relación
cognoscitiva entre el hombre y las cosas que lo rodean.
A pesar de que es una operación cotidiana no hay un acuerdo acerca de lo que
sucede cuando conocemos algo. La definición más sencilla nos dice que
conocer consiste en obtener una información acerca de un objeto.
Conocer es conseguir un dato o una noticia sobre algo. El conocimiento es esa
noticia o información acerca de ése objeto.
La teoría del conocimiento es una doctrina filosófica. Para precisar su ubicación
en el todo que es la filosofía, es necesario que antes aparezca una definición
esencial de esta. Una definición esencial de la filosofía se podría obtener
atendiendo el significado de la palabra.
El termino filosofía deriva del griego y quiere decir amor a la sabiduría o, lo que
es lo mismo, deseo de saber, de conocer.
Inmediatamente se nota que no se puede de obtener de la filosofía una
definición esencial, y, por lo tanto, obligatoriamente se debe de emplear
otro método.
La filosofía es ambas cosas: una concepción del yo y una concepción del
universo.
En todo conocimiento podemos distinguir cuatro elementos:
El sujeto que conoce.
El objeto conocido.
La operación misma de conocer.
El resultado obtenido que es la información recabada acerca del objeto.
DESARROLLO.
Epistemología. Teoría del conocimiento
Rama de la filosofía que trata de los problemas filosóficos que rodean la teoría
del conocimiento.
La epistemología se ocupa de la definición del saber y de los conceptos
relacionados, de las fuentes, los criterios, los tipos de conocimiento posible y el
grado con el que cada uno resulta cierto; así como la relación exacta entre el
que conoce y el objeto conocido.
PROBLEMAS FILOSÓFICOS GRIEGOS Y MEDIEVALES.
Los sofistas griegos cuestionaron la posibilidad de que hubiera un conocimiento
fiable y objetivo.
Gorgias, afirmó que nada puede existir en realidad, que si algo existe no se
puede conocer, y que si su conocimiento fuera posible, no se podría
comunicar.
Protágoras, mantuvo que ninguna opinión de una persona es más correcta
que la de otra, porque cada individuo es el único juez de su propia
experiencia.
Platón, siguiendo a su ilustre maestro Sócrates, intentó contestar a los
sofistas dando por sentado la existencia de un mundo de formas o ideas,
invariables e invisibles, sobre las que es posible adquirir un conocimiento
exacto y certero.
Aristóteles siguió a Platón al considerar el conocimiento abstracto superior a
cualquier otro, pero discrepó de su juicio en cuanto al método apropiado
para alcanzarlo.
Después de varios siglos de declive del interés por el conocimiento racional y
científico, el filósofo escolástico (véase Escolasticismo) santo Tomás de
Aquino y otros filósofos de la edad media ayudaron a devolver la confianza en
la razón y la experiencia, combinando los métodos racionales y la fe en
un sistema unificado de creencias.
Tomás de Aquino coincidió con Aristóteles en considerar la percepción como el
punto de partida y la lógica como el procedimiento intelectual para llegar a un
conocimiento fiable de la naturaleza, pero estimó que la fe en
la autoridad bíblica era la principal fuente de la creencia religiosa.
LOS TRES NIVELES DEL CONOCIMIENTO.
El ser humano puede captar un objeto en tres diferentes niveles, sensible,
conceptual y holístico.
El conocimiento sensible consiste en captar un objeto por medio de los
sentidos; tal es el caso de las imágenes captadas por medio de la vista.
Gracias a ella podemos almacenar en nuestra mente las imágenes de las
cosas, con color, figura y dimensiones.
Los ojos y los oídos son los principales sentidos utilizados por el ser humano.
Los animales han desarrollado poderosamente el olfato y el tacto.
En segundo lugar, tenemos el conocimiento conceptual, que consiste en
representaciones invisibles, inmateriales, pero universales y esenciales.
La principal diferencia entre el nivel sensible y el conceptual reside en la
singularidad y universalidad que caracteriza, respectivamente, a estos dos
tipos de conocimiento.
El conocimiento sensible es singular y el conceptual universal.
En tercer lugar tenemos el conocimiento holístico (también llamado intuitivo,
con el riesgo de muchas confusiones, dado que la palabra intuición se ha
utilizado hasta para hablar de premoniciones y corazonadas).
En este nivel tampoco hay colores, dimensiones ni estructuras universales
como es el caso del conocimiento conceptual.
Intuir un objeto significa captarlo dentro de un amplio contexto, como
elemento de una totalidad, sin estructuras ni límites definidos con claridad.
La palabra holístico se refiere a esta totalidad percibida en el momento de la
intuición (holos significa totalidad en griego).
La principal diferencia entre el conocimiento holístico y conceptual reside en
las estructuras.
El primero carece de estructuras, o por lo menos, tiende a prescindir de ellas.
El concepto, en cambio, es un conocimiento estructurado.
Debido a esto, lo percibido a nivel intuitivo no se puede definir, (definir es
delimitar), se capta como un elemento de una totalidad, se tiene una vivencia
de una presencia, pero sin poder expresarla adecuadamente.
EL ORIGEN DEL CONOCIMIENTO.
1.- Racionalismo.
Se denomina racionalismo a la doctrina epistemológica que sostiene que la
causa principal del conocimiento reside en el pensamiento, en la razón. Afirma
que un conocimiento solo es realmente tal, cuando posee necesidad lógica y
validez universal.
2.- El empirismo.
Frente a la tesis del racionalismo, el pensamiento, la razón, es el único
principio del conocimiento, el empirismo (del griego Empereimía = experiencia)
opone la anti tesis: la única causa del conocimiento humano es la experiencia.
Según el empirismo, no existe un patrimonio a priori de la razón.
La conciencia cognoscente no obtiene sus conceptos de la razón, sino
exclusivamente de la experiencia.
El espíritu humano, por naturaleza, está desprovisto de todo conocimiento.
El racionalismo es guiado por la idea determinada, por el conocimiento ideal,
mientras que el empirismo, se origina en los hechos concretos.
Los racionalistas casi siempre surgen de la matemática; los defensores del
empirismo, según lo prueba su historia, frecuentemente vienen de
las ciencias naturales.
Esto se entiende sin esfuerzo. La experiencia es el factor determinante en las
ciencias naturales.
En ellas, lo más importante es la comprobación exacta de los hechos por medio
de una cuidadosa observación. El investigador depende totalmente de la
experiencia. Suelen distinguirse dos clases de experiencia: una interna y otra
externa.
El fundamento de un conocimiento válido, no se encuentra en la experiencia,
sino en el pensamiento.
3.- Apriorismo.
Se diferencia del intelectualismo porque establece una relación entre la razón y
la experiencia, en una dirección diametralmente opuesta a la de éste.
En la tendencia de apriorismo, se sostiene que nuestro conocimiento posee
algunos elementos a priori que son independientes de la experiencia.
Esta afirmación también pertenece al racionalismo.
Si relacionáramos el intelectualismo y el apriorismo con los dos extremos
contrarios entre los cuales pretenden mediar, inmediatamente descubriríamos
que el intelectualismo tiene afinidad con el empirismo, mientras que el
apriorismo, se acerca al racionalismo.
El intelectualismo forma sus conceptos de la experiencia; el apriorismo rechaza
tal conclusión y establece que el factor cognoscitivo procede de la razón y no
de la experiencia.
LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO.
1.- El dogmatismo.
Para él, resulta comprensible el que el sujeto, la conciencia cognoscente,
aprehenda su objeto, esta actitud se fundamenta en una confianza total en la
razón humana, confianza que aún no es debilitada por la duda.
El dogmatismo supone absolutamente la posibilidad y realidad del contacto
entre el sujeto y el objeto.
2.-El escepticismo.
El dogmatismo frecuentemente se transforma en su opuesto, en el
escepticismo. Mientras que el dogmatismo considera que la posibilidad de un
contacto entre el sujeto y el objeto es comprensible en sí misma, el
escepticismo niega tal posibilidad.
El sujeto no puede aprehender al objeto, afirma el escepticismo. Por tanto, el
conocimiento, considerado como la aprehensión real de un objeto, es
imposible. Según esto, no podemos externar ningún juicio, y debemos
abstenernos totalmente de juzgar.
Mientras que el dogmatismo en cierta forma ignora al sujeto, el escepticismo
desconoce al objeto.
La conciencia y cognoscente esta imposibilitada para aprehender su objeto.
3.- El subjetivismo y el relativismo.
El escepticismo sostiene que no hay verdad alguna.
El subjetivismo y el relativismo no son tan radicales.
Con ellos se afirma que si existe una verdad; sin embargo, tal verdad tiene una
validez limitada.
El subjetivismo, como su nombre lo indica, limita la validez de la verdad al
sujeto que conoce y juzga.
El relativismo afirma que no existe alguna verdad, alguna verdad
absolutamente universal.
El subjetivismo y el relativismo son análogos, en su contenido, al escepticismo.
4.- El pragmatismo.
El pragmatismo cambia el concepto de la verdad en cuanto que es originado
por una peculiar concepción de lo que es el ser humano.
Dentro de tal concepción el hombre no es primordialmente un ser especulativo
y pensante, sino un ser práctico, un ser volitivo.
5.- El criticismo.
Al igual que el dogmatismo, el criticismo admite una confianza fundamental en
la razón humana.
El criticismo está convencido de que es posible el conocimiento de que existe
la verdad.
Pero mientras que tal confianza conduce al dogmatismo, a la aceptación
candorosa, para decirlo en alguna forma, de todas las aseveraciones de la
razón humana y al no fijar límites al poder del conocimiento humano, el
criticismo pone, junto a la confianza general en el conocimiento humano, una
desconfianza hacia cada conocimiento particular, acercándose al escepticismo
por esto.
El criticismo examina todas y cada una de las aseveraciones de la razón
humana y nada acepta con indiferencia.
RAZÓN CONTRA PERCEPCIÓN.
Para los racionalistas, entre los más destacados el francés René Descartes, el
holandés Baruch Spinoza y el alemán, Gottfried Wilhelm Leibniz, la principal
fuente y prueba final del conocimiento era el razonamiento deductivo basado
en principios evidentes o axiomas.
Para los empiristas, empezando por los filósofos ingleses Francis Bacon y John
Locke, la fuente principal y prueba última del conocimiento era la percepción.
El filósofo irlandés George Berkeley estaba de acuerdo con Locke en que el
conocimiento se adquiere a través de las ideas, pero rechazó la creencia de
Locke de que es posible distinguir entre ideas y objetos.
El filósofo escocés David Hume siguió con la tradición empirista, pero no
aceptó la conclusión de Berkeley de que el conocimiento consistía tan sólo en
ideas.
Dividió todo el conocimiento en dos clases: el conocimiento de la relación de
las ideas —es decir, el conocimiento hallado en las matemáticas y la lógica,
que es exacto y certero pero no aporta información sobre el mundo— y el
conocimiento de la realidad —es decir, el que se deriva de la percepción.
Hume afirmó que la mayor parte del conocimiento de la realidad descansa en
la relación causa-efecto, y al no existir ninguna conexión lógica entre una
causa dada y su efecto, no se puede esperar conocer ninguna realidad futura
con certeza.
Así, las leyes de la ciencia más certeras podrían no seguir siendo verdad: una
conclusión que tuvo un impacto revolucionario en la filosofía.
Las matemáticas y la filosofía, de acuerdo con Kant, aportan este último tipo
de conocimiento. Desde los tiempos de Kant, una de las cuestiones sobre las
que más se ha debatido en filosofía ha sido si existe o no el conocimiento
sintético a priori.
El filósofo alemán George Wilhelm Friedrich Hegel retomó la afirmación
racionalista de que el conocimiento certero de la realidad puede alcanzarse
con carácter absoluto equiparando los procesos del pensamiento, de la
naturaleza y de la historia.
Hegel provocó un interés por la historia y el enfoque histórico del conocimiento
que más tarde fue realzado por Herbert Spencer en Gran Bretaña y
la escuela alemana del historicismo.
Spencer y el filósofo francés Auguste Comte llamaron la atención sobre la
importancia de la sociología como una rama del conocimiento y ambos
aplicaron los principios del empirismo al estudio de la sociedad.
POSICIÓN DE LOS AUTORES FRENTE AL CONCOCIMIENTO.
Descartes intentó descubrir un fundamento del conocimiento que fuera
independiente de límites y supuestos.
Para él, conocer es partir de una proposición evidente, que se apoya en una
intuición primaria.
Descartes formuló tal proposición en su célebre sentencia: "pienso, luego
existo".
Kant negó que la realidad pudiera ser explicada mediante los solos conceptos y
se propuso conseguir el mismo objetivo, pero intentando determinar los límites
y capacidades de la razón.
Si bien existen, efectivamente, juicios sintéticos apriori, que son la condición
necesaria de toda comprensión de la naturaleza (trascendentales), el ámbito
del conocimiento de limita, sin embargo en el pensamiento de Kant, al reino de
la experiencia.
Según el británico John Locke, representante moderado del empirismo, las
impresiones de la sensibilidad sólo formaban la base primaria del
conocimiento.
El también británico David Hume y algunos autores neopositivistas posteriores
consideraron, por el contrario, que las nociones de las ciencias formales no son
empíricas ni conceptuales, sino formales y, por lo tanto, vacías de
conocimiento.
De acuerdo con determinadas formas de empirismo existen otras experiencias
además de la sensible, como la experiencia histórica, la experiencia intelectual,
etc.
Los autores más representativos de estas posiciones son el alemán
Martin Heidegger y el francés Jean Paul Sartre, que defendieron posturas
existencialistas; los estadounidenses John Dewey y William James, de
orientación pragmatista; y el español José Ortega y Gasset, que mantuvo la
postura que él llamó racio vitalismo, en la que vida y razón constituían los dos
polos de su concepción del mundo.
EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO.
La elaboración de una epistemología de este tipo constituyó la tarea abordada
especialmente por los autores del Círculo de Viena, que fueron el germen de
todo movimiento del empirismo o positivismo lógico.
Para éstos filósofos se trataba de conseguir un sistema unitario de saber y
conocimiento, lo que requería la unificación del lenguaje y la metodología de
las distintas ciencias. Este lenguaje debería ser insersubjetivo, lo que exigía la
utilización de formalismos y de una semántica común, y universal, es decir,
cualquier proposición debía poder traducirse a él.
EPISTEMOLOGÍA EN EL SIGLO XX.
A principios del siglo XX los problemas epistemológicos fueron discutidos a
fondo y sutiles matices de diferencia empezaron a dividir a las distintas
escuelas de pensamiento rivales.
Se prestó especial atención a la relación entre el acto de percibir algo, el objeto
percibido de una forma directa y la cosa que se puede decir que se conoce
como resultado de la propia percepción.
Los autores fenomenológicos afirmaron que los objetos de conocimiento son
los mismos que los objetos percibidos.
Los neo realistas sostuvieron que se tienen percepciones directas de los
objetos físicos o partes de los objetos físicos en vez de los estados mentales
personales de cada uno.
Los realistas críticos adoptaron una posición intermedia, manteniendo que
aunque se perciben sólo datos sensoriales, como los colores y los sonidos,
éstos representan objetos físicos sobre los cuales aportan conocimiento.
Un método para enfrentarse al problema de clarificar la relación entre el acto
de conocer y el objeto conocido fue elaborado por el filósofo alemán Edmund
Husserl.
Durante el segundo cuarto del siglo XX surgieron dos escuelas de pensamiento,
ambas deudoras del filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein.
Por una parte, la escuela del empirismo o positivismo lógico, tuvo su origen en
Viena, Austria, pero pronto se extendió por todo el mundo.
Los empiristas lógicos hicieron hincapié en que sólo hay una clase de
conocimiento: el conocimiento científico; que cualquier conocimiento válido
tiene que ser verificable en la experiencia; y, por lo tanto, que mucho de lo que
había sido dado por bueno por la filosofía no era ni verdadero ni falso, sino
carente de sentido.
CONCLUSIÓN.
La teoría del pensamiento se encuentra en él, mismo, por lo cual es necesaria
la observación de las palabras.
Si bien el conocimiento se puede obtener observando, o sintiendo, es necesario
retenerlo para poder entenderlo mejor, aquí se mencionan tres tipos de
conocimiento:
Conocimiento sensible
Conocimiento conceptual
Conocimiento holístico
El conocimiento establece lo que se conoce como, lógica, razonamiento,
experiencia e intuición, ya que solo con del pensamiento se conocen los
métodos para entenderlo. El pensamiento debe considerarse una forma entre
las tantas formas que se observan, una de las principales para poseer el objeto
analizado. No solo el tiempo sino la paciencia en él, son fundamentales para
lograr un conocimiento firme en la sociedad.Suponiendo que se contase con un
procedimiento para la teoría del conocimiento, esta tendría que tener como en
todo una antítesis y vulnerabilidades, la principal se fundamenta en una
confianza total en la razón humana, confianza que aún no sea debilitada por la
duda.
El amor al conocimiento o filosofía no se encuentra en promesas de escritores
que traten de demostrar y defender su razón, este amor debe encontrarse en
contradecir lo bueno y aceptar lo malo, ya que por hoy no se ha conocido
ningún filósofo de la calidad de Diógenes, Sócrates, Aristóteles, platón por
mencionar, y cabe destacar que tampoco es imposible de que otro vuelva a
existir.
El conocimiento no necesita defensores, ni escritores que lo moldeen a sus
palabras, es necesario una antítesis del conocimiento pues solo así se podrá
entender. Es pertinente aclarar que el pensamiento no solo podrá mejorar y
aclarar el conocimiento sino que, si se pasa muchas veces sobre la misma idea
también podrá degenerarla o afectarla.
El pensamiento lo tenemos desde el nacimiento, pero es hasta que la
conciencia retiene a la razón que lo podremos entender y recordar.
El todo es mente, y el universo es
mental.
BIBLIOGRAFÍA.:
1. Enciclopedia Hispánica; 5: 402-404; 1994-1995.
2. Enciclopedia Microsoft Encarta `97.
3. Gutiérrez Saenz, Raúl; Introducción a la filosofía; Editorial Esfinge.
4. Hessen; Teoría del conocimiento; Editorial Esfinge.
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