¿Quién es causa del mal?
Basándonos en las fuentes proporcionadas, la respuesta a quién es
causa del mal, particularmente del mal moral (el pecado), implica
distinguir entre diversos tipos de causas y considerar su naturaleza:
1. La naturaleza del mal:
o El mal, en general, se define como la privación de un
bien debido. No es una entidad positiva en sí misma,
sino una falta.
o Para cada ser, lo malo es aquello que es praeter naturam
(fuera de la naturaleza) o contra naturam (contra la
naturaleza), es decir, estar privado de algo que le
corresponde según su propia naturaleza.
o El mal moral, o pecado (culpa), es un tipo particular de
mal que afecta a los actos. Consiste en la privación del
bien debido a un acto, o en no atenerse a la norma según
la cual se alcanza el fin propio del agente.
o Desde una perspectiva teológica, el pecado es
primariamente una violación de la voluntad o ley de
Dios. Es oposición a Él.
o El pecado mortal es considerado el único mal
verdadero en sentido absoluto, ya que priva al
hombre del Bien infinito, que es Dios.
2. Dios no es causa del mal:
o Las fuentes afirman explícitamente que Dios no puede
hacer que un acto intrínsecamente malo sea bueno.
o Más importante aún, Dios no puede ser considerado
de ningún modo la causa del pecado. Nada ocurre sin
su voluntad o permisión, pero permitir el pecado es muy
distinto de causarlo. Dios no es causa directa ni indirecta
del pecado.
3. El mal tiene una causa per accidens:
o Según Santo Tomás, todo mal –tanto si afecta a la
estructura como si afecta a los actos, tanto si tiene
lugar en el ámbito de la naturaleza... o bien en el
ámbito de lo moral– tiene siempre una causa per
accidens.
o Decir que tiene una causa per accidens significa que no
tiene una causa per se. Es un efecto inesperado o que
proviene de una causa deficiente.
4. Causas del mal moral (el pecado):
o La causa del pecado debe buscarse en la misma
criatura libre que lo comete.
o Causa Próxima y Suficiente: La causa próxima y única
causa suficiente del pecado moral es la malicia de la
propia voluntad. La raíz del pecado está en el corazón
del hombre, en su libre voluntad.
o La Voluntad como Causa per se y per accidens: La
voluntad es la causa per se del acto del pecado (ya
que el agente libre realiza el acto). Sin embargo, la
deficiencia de la voluntad –debido a la no
consideración de la norma de la razón práctica o a que
tiende a un fin indebido/bien deficiente– figura como la
causa per accidens del desorden del acto.
o Causa Remota: La defectibilidad natural del hombre y el
desorden moral que producen los pecados (como el
pecado original).
o Causas Interiores: Dentro del hombre pecador, las
causas interiores incluyen:
La voluntad (que debe culminar el acto).
La razón (que no regula el acto).
El apetito sensible/concupiscible (que inclina a
algún bien sensible ilícito, ofuscando el
entendimiento y moviendo la voluntad).
o Causas Exteriores (Impulsoras, no Suficientes):
Otro hombre: Puede persuadir a la razón a algo
malo, mover el apetito sensible, o incitar al mal
mediante escándalos, malos consejos y depravados
ejemplos. Pueden cooperar positivamente o
negativamente.
El demonio: Puede mover el apetito sensible y
actuar directamente sobre la imaginación y
sensibilidad causando escrúpulos. Sugirió el pecado
original, la idea de ser como dioses y autónomos.
Cualquier bien exterior/cosas exteriores:
Pueden ser causas impulsoras del pecado,
especialmente combinadas con la malicia humana.
En resumen, la causa principal y suficiente del mal moral es la
voluntad libre del hombre mismo, específicamente su
deficiencia o malicia al no adherirse a la norma de la razón y la ley
divina. Otras causas interiores (razón, apetito sensible) y exteriores
(hombres, demonio, cosas externas) pueden impulsar o inclinar al
pecado, pero no son suficientes por sí solas; la decisión libre de la
voluntad es necesaria para que el mal moral ocurra.