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Novela Guerra Civil Trabajado

El documento analiza la evolución de la narrativa española tras la Guerra Civil, destacando la devastación cultural y la transición hacia una literatura de posguerra marcada por el realismo y el tremendismo. Se mencionan autores clave como Camilo José Cela y Miguel Delibes, quienes, a pesar de las limitaciones del contexto, aportaron obras significativas que reflejan la realidad social y existencial de la época. A medida que avanza el tiempo, se observa un giro hacia el experimentalismo y la recuperación de la trama narrativa en la literatura de los años 70 y 90.
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Novela Guerra Civil Trabajado

El documento analiza la evolución de la narrativa española tras la Guerra Civil, destacando la devastación cultural y la transición hacia una literatura de posguerra marcada por el realismo y el tremendismo. Se mencionan autores clave como Camilo José Cela y Miguel Delibes, quienes, a pesar de las limitaciones del contexto, aportaron obras significativas que reflejan la realidad social y existencial de la época. A medida que avanza el tiempo, se observa un giro hacia el experimentalismo y la recuperación de la trama narrativa en la literatura de los años 70 y 90.
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TEMA 66:

HA ESTALLADO LA PAZ. Tomamos prestado este título de la novela de Josep


María Gironella para introducir este estudio sobre la narrativa española
posterior a la Guerra Civil porque describe de forma bastante exacta la situación
de España al finalizar el conflicto bélico: una España DEVASTADA en lo físico y
en lo espiritual que, en lo cultural, daba por terminada la floreciente etapa que
Mainer denomina como Edad de Plata, para pasar a un periodo literario
dominado por las arengas y homenajes a los vencedores, por el exilio de las
voces disidentes.

Las significativas muertes de García Lorca, Unamuno, Valle-Inclán, de Antonio


Machado y Miguel Hernández dan cuenta del fin de una etapa, que tomará
nuevos rumbos en lo literario, iniciando una literatura de posguerra que asume
unas condiciones nuevas.
LA PRIMERA PROMOCIÓN DE POSGUERRA

De acuerdo con Santos Sanz (La novela española durante el franquismo) la pobreza
literaria de los años de la posguerra es enorme en el caso de la novela. Estéticamente ,
hay una abrupta RUPTURA con las corrientes de la narrativa anteriores a la Guerra
Civil.

No solo desaparece, obviamente, la novela comprometida de signo izquierdista, sino


que también se abandona el experimentalismo de la novela deshumanizada. Si acaso,
solo el realismo áspero de Baroja servirá de modelo literario. En general, se volverá a
un mediocre realismo , cuando no a un costumbrismo elemental . Como denominación
de este tipo de literatura se ha venido utilizando el marbete de TREMENDISMO.

Buena parte de los novelistas que publican en la España de esta época se encuentran
dentro del campo de vencedores de la guerra, entre ellos destacan Camilo José Cela,
de quien nos ocuparemos más adelante, y Gonzalo Torrente Ballester de quien
destacamos Javier Mariño, que cuenta la historia de un señorito español enamorado
de una joven aristócrata comunista. Mayor escepticismo y menor lastre ideológico se
advierten en sus dos siguientes novelas, en las que predomina el humor y la fantasía El
golpe de estado de Guadalupe Limón e Ifigenia

Dentro también de una novela de corte realista cabe destacar a otro autor que, sin
embargo, se aleja de la tónica común de la novela triunfalista de evasión COMO …
Miguel Delibes se dio a conocer al ganar el premio Nadal de 1947 con La sombra del
ciprés es alargada, novela impregnada de una inquietud existencial propia del
momento.

En 1962 aparece una de sus mejores obras: Las ratas, impresionante cuadro de la vida
de un pueblo castellano con su dureza, sus miserias, y , su estilo, en plena madurez,
combina la crudeza realista y el tono poemático.

De otra forma, Cinco horas con Mario, PRESENTA el monólogo interior de una mujer
que vela por su marido muerto. Junto a su interés formal, Juan Ignacio Ferreras (La
novela del siglo XX) destaca la disección de la estrecha mentalidad tradicional del
momento, representada por la protagonista.

Sus novelas posteriores, sin descuidar los problemas formales vuelven a una aparente
sencillez. Y de nuevo alternará la novela urbana, El príncipe destronado, y la novela
rural, El disputado voto del señor Cayo. Destacaremos como otra de las novelas en la
cima de su producción Los santos inocentes, nueva incursión en el mundo campesino,
con una intensa denuncia de la miseria de la injusticia. Admirable es en ella la original
construcción narrativa y, como siempre, la riqueza y autenticidad del lenguaje.
Dentro de este contexto destacamos ahora a uno de los grandes novelistas de la
época, CAMILO JOSÉ CELA :
Son sin duda, sus novelas en las que le han granjeado su fama como escritor.
Sin embargo, en contraste con su extensísima obra, no es autor de numerosas novelas
largas, como lo había sido, por ejemplo, su admirado Baroja.

La familia de Pascual Duarte supuso ya el reconocimiento público de Cela como


escritor. Narra en ella la historia de un campesino extremeño quien, condenado a
muerte, escribe la historia de su sórdida vida, llena de acontecimientos truculentos.

Se advierten en ella claras influencias de la de la novela picaresca Y de las novelas


naturalistas. Todo ello unido propone una nueva estética que ha sido calificada como
¨estética de la violencia¨. Se ha dicho que La familia de Pascual Duarte supone, por
paradójico que parezca, una evasión de la realidad, ya que la truculencia se centra en
hechos contemporáneos pero alejados de la Guerra Civil. Para José Luis Aranguren (El
curso de la novela española contemporánea) esta obra tuvo el mérito de abrir un
nuevo camino en la alicaída narrativa de posguerra, al encabezar y servir de modelo a
un conjunto de novelas tremendistas de otros autores.

Sin embargo, su mejor obra es, probablemente, La colmena en ella reafirma algo que
será característico de toda su trayectoria novelística: su constante deseo de
experimentar con nuevas fórmulas y moldes narrativos.

Entre otras muchas influencias (Baroja Valle-Inclán) la crítica insiste en la relación de


La colmena con la novela del escritor norteamericano John Dos Passos Manhattan
Transfer. En ambas obras, el desarrollo narrativo se estructura en múltiples secuencias
de longitud variable. En estas VIÑETAS se salta de unos personajes a otros y de unos
sitios a otros. Este ir y venir de personajes (técnica caleidoscópica) aspira a ofrecer un
panorama colectivo de la vida del Madrid de los primeros años de la posguerra.

Pero el presunto tratamiento caótico del tiempo y la diversidad de los espacios son en
realidad solo aparentes. Con ello se pretende fijar el tiempo en un eterno ahora, en un
presente intemporal que se repite sin cesar.
NOVELA DE LOS AÑOS 50

En el ámbito de la cultura, durante los años cincuenta perduran en las conciencias los
efectos trágicos de la Segunda Guerra Mundial y su terrible corolario del
lanzamiento de las primeras bombas atómicas. Por ello, tiene durante este tiempo
especial repercusión el existencialismo que se expande por la literatura mundial.
Serán autores muy influyentes Jean Paul Sarte y Albert Camus. Intención social y
estética realista son los dos hechos que justifican la etiqueta más habitual con que se
agrupan muchas de estas obras literarias: realismo social.

No obstante, como veremos a continuación, ni todas las obras literarias estos años
pueden adscribirse al realismo social ni tampoco este es homogéneo o monolítico,
pues conviven en él actitudes y planteamientos estéticos diferentes.
En 1554 aparecen las primeras narraciones de Ignacio al Aldecoa, Jesús Fernández
Santos y Juan Goytisolo.

Pero el agotamiento de este tipo de novela se producirá relativamente pronto y, a


partir de la aparición en 1962 de Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos, la mayor
parte de los narradores españoles abandonará en unos años los moldes estéticos del
realismo y preferirá seguir por la senda del experimentalismo formal.

Realizaremos una sucinto repaso por algunos de los autores más importantes de esta
etapa.

- Sánchez Ferlosio es el autor de la novela objetivista española por antonomasia, el


Jarama, crónica de un día de asueto dominical de un grupo de jóvenes junto al río
Jarama. Prácticamente desaparecido el narrador, la base de la obra lo constituyen,
en un verdadero ejercicio de estilo, los intrascendentes diálogos de los personajes,
reproducidos casi como si se tratara de la transcripción de una grabación
magnetofónica. De esas conversaciones parece desprenderse una visión crítica de la
vida española trivial y anodina. El tedio vital se ve roto en la novela por la
inesperada muerte de una joven ahogada en el río, que salpica de cierta
trascendencia existencialista la novela.

- Ignacio Aldecoa destaca por sus relatos breves, reunidos en diversos volúmenes, y
que son un acabado ejemplo de confesión narrativa y expresividad estilística.
Aunque Aldecoa narra desde una actitud distanciada, se acerca hacia los personajes
humildes con una postura moral y una preocupación social.

-Carmen Martín Gaite obtuvo el premio Nadal con Entre visillos retrato de la vida
provinciana sin horizontes de unas jóvenes cuya única expectativa es el matrimonio o
la soltería.
AÑOS 60

La novela de los años 60 refleja la decepción del escritor que lo lleva a criticar la
alineación consumista y a replegarse hacia sí mismo explorarndo la propia conciencia.
Se suman a la renovación técnica por estos año viejos novelistas ya consagrados, como
Cela, Delibes; algunos de los más destacados narradores del realismo social, como Juan
Goytisolo o Juan Marsé.
Pueden indicarse algunas características generales de esta novela neovanguardista:

-La trama narrativa pierde importancia , el argumento se difumina.


- La estructura está pensada p en función de crear una sensación de laberinto textual
por el que el lector ha de aprender a transitar.
- La libertad y experimentación se manifiestan de forma evidente en el flexible empleo
de las personas narrativas y en el fluctuante punto de vista que van adoptando los
relatos.

Por otro lado, el interés primordial de muchas de estas obras por presentar estados de
conciencia tiene como correlato técnico el frecuente empleo del flujo o corriente de
conciencia .

Ofrecemos a continuación, de forma necesariamente breve, la trayectoria novelística


de los más destacados renovadores de la narrativa española de esta época

De esta forma, la obra de Luis Martín Santos , Tiempo de silencio, es, literariamente,
una rotunda impugnación de la entonces pujante novela social realista. Esta obra
rompe con ella tanto en la estructura como en el tratamiento de personajes y
ambientes, en el empleo de diversos monólogos interiores y, muy especialmente, en
el uso del lenguaje , utilizando con intención paródica, sarcástica, irónica o cómica.

Rebuscamiento expresivo tanto léxico como retórico da por resultado un lenguaje


barroco y complejo que, en la novela de Martín Santos, no es tanto un recrearse en un
virtuosismo esteticista como un procedimiento para subrayar paródicamente el
contraste entre el elevado registro lingüístico Y la sórdida realidad a la que se aplican:
chabolas ,burdeles Y cárceles. Y es que, aunque eN Tiempo de silencio es manifiesta la
ruptura con la sencillez expresiva y el deliberado prosaísmo de la novela social de los
50 no falta una ácida intención crítica de la miserable sociedad española del periodo.

Juan Marsé, autor de novelas sociales de principios de los años 60 se incorpora


también a las corrientes renovadoras de la novela española con Últimas tardes con
Teresa, sátira de la burguesía progresista en la que, como en Tiempo de silencio,
aparece el autor omnisciente con sarcásticas intervenciones.

Juan Benet alcanza notoriedad literaria con Volverás a Región. Esta novela supone la
más radical ruptura con la tradición anterior.
Voluntariamente hermética y difícil, trata de un imaginario lugar, en el que Benet
volverá a ambientar muchas de sus novelas posteriores, creando así un peculiar
espacio mítico a modo en que lo había hecho su admirado Faulkner. Región destaca
por una sintaxis complejísima, que abunda en digresiones de todo tipo, relata sin
orden cronológico la descomposición de un mundo en el que ni siquiera el personaje
queda individualizado.

Juan Goytisolo crea, con Señas de identidad, una de las novelas más importantes de la
época, donde se dan cita casi todos los recursos analizados hasta ahora: cambio de
punto de vista, saltos en el tiempo, uso de diversas personas narrativas,, monólogos
interiores, disertaciones, remedos de textos periodísticos, secuencias escritas en forma
de verso, páginas sin puntuación, y nada de ello es gratuito: todo está magistralmente
subordinado a su desgarrada búsqueda de identidad personal y a una revisión del
pasado nacional.
Juan Goytisolo presenta una coherente trayectoria literaria, paralela en su fidelidad a
una ética que constituye su auténtica seña de identidad.
La novela española de 1975
La diversidad de corrientes y la multiplicidad de escritores caracterizan el panorama de
la narrativa española de la época. No obstante, esbozaremos de forma sumaria los
que pudieran ser los rasgos más comunes de las obras de estos años. Desde luego, los
más notables parecen ser la recuperación de la trama argumental y el renovado
interés en contar una historia.

Las novelas vuelven a entenderse como ficción de unos hechos que el lector ha de
considerar como si fueran verdaderos y no como una puesta en cuestión trascendente
o irónica de los sucesos.

El giro de la novela española desde el anterior experimentalismo se produce ya en el


año 1975 con la publicación de una de las más importantes novelas de este último
cuarto de siglo: La verdad sobre el caso Savolta, del barcelonés Eduardo Mendoza.

Esta obra, cuya acción se desarrolla en Barcelona, consolidaba la recuperación de la


narratividad conjugando hábilmente el interés de la intriga con diversas técnicas de
novelar, desde el folletín a la novela policíaca, y con diferentes registros estéticos.

De entre los numerosos narradores que han destacado en el mundo literario español
desde la muerte de franco, damos a continuación, breves indicaciones sobre la obra de
algunos aún a sabiendas de que quedan todavía sin nombrar otros muchos.

Miguel Espinosa es autor de una importante novela Escuela de mandarines cuyo


notable valor ha sido tardíamente reconocido, de la que se aúnan la durísima crítica
social con el experimentalismo narrativo.

Francisco Umbral conocido periodista, es también, prolífico autor de muy diversos


libros, algunos de los cuales pueden considerarse como propiamente narrativos. Su
rica prosa alcanza su mayor logro novelístico en Mortal y Rosa novela lírica y emotiva
en la que el autor presenta con inusitada intensidad el problema de la muerte.

Juan Ríos es el más destacado representante del experimentalismo narrativo.


Con Larva y Sombreros para Alicia lleva Ríos al extremo la destrucción de los conceptos
tradicionales de la novela: el argumento prácticamente desaparece, la narratividad es
mínima y el texto se convierte en una auto reflexión sobre el hecho mismo de la
escritura y en un ejercicio de virtuosismo lingüístico que se sostiene gracias a la
potencialidad verbal de su creador.

Lourdes Ortiz muestra ya en su primera novela Luz de la memoria un dominio de


recursos técnicos innovadores para expresar las turbaciones psicológicas de un
protagonista desgarrado por sus propios problemas personales y por la situación
política española de los últimos años del franquismo.
Juan José Millás es un característico autor de relatos de tipo intimista que diseccionan
las complejas psicologías de sus desorientados y angustiados protagonistas.
Destacamos El desorden de tu nombre, La soledad era esto.

Javier Marías es probablemente el escritor español actual que alcanzado un mayor


reconocimiento internacional. Su ya larga trayectoria culmina CON sus últimas obras,
en la que se muestra dueño de una insólita capacidad narrativa: Todas las almas,
Mañana en la batalla piensa en mí. En sus novelas se dan cita al vanguardismo
culturalista de los 60, la narratividad y el cuidado desarrollo de los personajes .

No podemos dejar de mencionar el creciente número de mujeres que se revelan como


notables narradoras, incorporando algunas de ellas sus novelas reivindicaciones de
carácter feminista: Cristina Fernández, Paloma Díaz, Adelaida García, Rosa Montero,
Pilar Pedraza, Soledad Puértolas, entre otras.
Narradores españoles novísimos de los años 90
Durante los años 90 surgió un nuevo grupo de narradores con voz propia y
diferenciada con respecto a las generaciones narrativas que ya no se reconocen en el
imaginario configurado en torno al franquismo. El núcleo sustancial de las narraciones
de este grupo muestra el mundo del espectáculo, de la apariencia, donde la huida
noctámbula y el seguimiento cuasi religioso de los códigos culturales juveniles
imperantes se convierten en una red definitoria del propio individuo. Individuo que se
aferra a Tales códigos y los convierte en señas de identidad.

Junto a este Nuevo costumbrismo se alza otro grupo de narraciones de corte intimista
introspectivo.

Por último, se perfila un tercer grupo de narraciones configurado por un mimetismo de


características casi clonales de lo que se puede denominar como cultura alternativa
norteamericana, basada en las estéticas cinematográficas del cine independiente
norteamericano.

Tales elementos de la cultura norteamericana tomadas desde una posición de auto


marginalidad maldita, configurarán las narraciones más llamativas de lo que hemos
denominado como grupo de narradores novísimos de los años 90 y será una expresión
más de una globalización cultural, lo cual no es ajeno a la situación actual de
hegemonía cultural y política estadounidense.

CONCLUSIÓN:

Para finalizar destacamos que en esta última década, protagonizada por el


imperio casi absoluto de internet, ha habido una serie de escritores
denominados la Generación Nocilla que se caracterizan, según Care Santos, por un
cierto inconformismo e indignación con el mundo literario convencional.. Sus autores de
referencias serían Agustín Fernández Mallo, Eloy Porta y Vicente Luis Mora. La tradición les
interesa para reventarla, y reniegan de la literatura convencional, cada vez más
conformista y comercial". Sin embargo, tambíen tienen notable éxito las novelas negras
(en tercero y cuarto de ESO se han leído las últimas historias del joven
detective “Flanagan” de Andreu Martí o del detective anónimo “E. Mendoza,
…), históricas con suspense ( El capitán Alatriste, de A. Pérez Reverte).
Podríamos resumir los cuatro subgéneros literarios más leídos ahora, solo en
España, de la siguiente manera:

 NOVELA NEGRA: como la obra de : César Pérez Gellida, Ramón


Palomar con su macarra Mauro; Marta Sanz , Berna González
Harbour , Victoria González, Clara Peñalver…
 NOVELA HISTÓRICA. Lorenzo Mediano (El escriba del barro) y en
especial sobre el antiguo Egipto de Antonio Cabanas (La
conspiración del Faraón)

 NOVELA FANTÁSTICA Y TERROR. Laura Gallego (Memorias de


Idhun, Las crónicas de la torre, Donde los árboles cantan, La
emperatriz de los etéreos,…), también cabe citar a autores muy
meritorios como Elia Barceló (Caballeros de Malta), Valkiria de
David Lozano

 NOVELA ROSA-ERÓTICA. Algunos de los nombres más


representativos son Antonio Gala y Elisabeth Benavent.

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