Trabajo Grupal Nº 1
“Precursores de la educación inicial”
Materia: Problemáticas de la Educación Inicial
1º Cuatrimestre de 2025. Jueves 1ª a 6ª T.T.
Profesora: Flavia Gispert
Integrantes: Martina González Russo, Carla Reyes Dorgan.
Tema: Federico Froebel
Instituto: ISPEI Sara Ch. De Eccleston.
Consignas
La propuesta de este trabajo grupal es la realización de un informe que presente la
información obtenida sobre el precursor/a que eligieron, a través de varias fuentes y
sean analizadas desde una visión crítica.
Organización de la presentación del Trabajo Grupal:
-Introducción: presentación del precursor/a, su biografía, obras, aspectos generales
y contexto de surgimiento de su propuesta.
-Desarrollo: incorporar los principios pedagógicos más importantes de su propuesta.
-Conclusiones: incluir las críticas a la propuesta realizada por el precursor/a, sus
ventajas y responder qué cosas de su propuesta continúan en la actualidad y cuáles
no? Las que continúan, podrían modificarse? ¿Cómo?
Recuerden incluir imágenes, fotos, etc
-Bibliografía: Se presentará a todos los autores al final del trabajo, respetando el
mismo formato que para las citas, ordenado alfabéticamente.
Federico Froebel
En este trabajo vamos a hablar sobre Federico Froebel, fue un pedagogo
alemán, conocido como el creador del jardín de infancia. Su visión revolucionaria fue
entender que los niños no aprenden solo escuchando, sino haciendo, jugando y
explorando. Para él, cada niño tiene en su interior una fuerza que lo impulsa a
desarrollarse, y la educación debe acompañar ese crecimiento como un “jardinero
cuida una planta".
El mencionado valoró el juego como medio de aprendizaje, diseñó materiales
didácticos llamados “dones” y promovió una educación integral que incluya lo físico,
emocional, intelectual y espiritual. También destacó la importancia de la familia, y
escribió canciones y juegos para que las madres participen activamente en la
educación de sus hijos desde el hogar.
Federico Froebel, fundador de la pedagogía de la primera infancia, nació el 21 de
octubre de 1782 en Alemania, y falleció el 21 de junio de 1852. Su padre, un pastor,
lo obligaba a asistir a oficios religiosos, también disfrutaba observando la naturaleza.
Su infancia y juventud fueron determinadas por esto, influyendo en su teoría
educativa. Aunque estudió ciencias naturales y trabajó como agrimensor, consiguió
un puesto en una escuela que sigue los principios de Pestalozzi, es así como
empieza a escribir sobre Pestalozzi, y es él quien influye en la teoría de Froebel.
Este pedagogo considera a la conciencia humana como parte de la realidad
divina, de la creación de Dios, el creador, está por encima y más allá de este
mundo. Según Helmut Heiland (1993) los seres vivos siguen una “ley natural” sin
darse cuenta. En cambio, los seres humanos pueden comprender de manera
consciente esa ley. Esta “ley esférica” significa que una persona puede reflexionar
sobre sus propias posibilidades de vida y después actuar de acuerdo con lo que se
entendió. Cuando una persona piensa en sí misma, reflexiona e interioriza esas
posibilidades, es decir, las hace suyas con la ayuda del pensamiento. Y cuando
actúa según esa reflexión o intuición, su comportamiento expresa lo que entendió, y
así logra una armonía entre su mundo interior y el mundo exterior. Pero no es
suficiente con entenderse a uno mismo. También es importante que el ser humano
comprenda el mundo que lo rodea, que entienda cómo funciona la realidad externa
y descubra sus reglas básicas.
Las ideas de él se extendieron por todo el mundo, se extendieron también en
el tiempo y siguen vigentes aún hoy. Sus materiales didácticos o “dones”, junto con
la pedagogía y material didáctico de Montessori, representan el programa más
eficaz y completo de estimulación pedagógica para los niños.
Kindergarten
En 1840 creó el kindergarten, traducido al español como “Jardín de Infantes",
para el que diseñó un método y postuló una serie de principios que sentaron las
bases del jardín de infantes actual a nivel internacional. Mientras daba un paseo por
el valle de Blankenburg para niños pequeños se lo sugirió; la palabra kindergarten
(jardín de niños) acudió a su mente observando el valle florido que se extendía a
sus pies.
Froebel se dio cuenta que en su época no se tenía en cuenta a la primera
infancia, es por esto que decía que en el jardín de infantes los niños son como
pequeñas plantas que están en un desarrollo progresivo y que las maestras
jardineras deben cuidarlos.
A mediados del siglo XIX, el panorama político de Prusia estaba marcado por
la tensión y el temor por los movimientos revolucionarios que sacudieron a Europa
en 1848. En ese contexto, el gobierno prusiano adoptó una postura cada vez más
conservadora, reprimiendo toda lo que pudiera considerarse subversivo o contraria
al orden establecido. Fue en este clima de sospecha que, en 1851, se prohibieron
oficialmente los jardines de infantes creados por Froebel.
Según el gobierno prusiado estas instituciones representaban ideas "ateas y
democráticas", consideradas peligrosas para la religión y la autoridad del Estado.
Obras
Entre las obras más destacadas de Froebel se encuentra La educación del
hombre (1826), considerada su obra fundamental. Expone su visión del ser humano
como un ser en constante desarrollo, y plantea que la educación debe respetar las
etapas naturales del crecimiento, fomentando la actividad libre, el juego y la
conexión con la naturaleza. Su obra estaba centrada en el desarrollo natural del
niño, entendiendo que la educación debe respetar el ritmo de crecimiento.
Consideraba que cada niño nace con potencialidades únicas que deben extenderse
en un entorno afectivo, libre y estimulante.
Para Froebel, el niño es un ser activo y creador, que aprende haciendo y
explorando su entorno, no simplemente repitiendo. Por esto, le da al juego un valor
central; lo consideraba la forma más alta de desarrollo infantil, que permite expresar
emociones, conocer el mundo, resolver problemas y fortalecer vínculos. Para apoyar
este aprendizaje activo, diseñó los “dones”, materiales pedagógicos que los niños
podían manipular para aprender conceptos como forma, número, movimiento y
equilibrio a través del juego.
Froebel defendía también una educación integral, que no se limite a lo
intelectual, sino que cultive el cuerpo, las emociones, lo social y lo espiritual del
niño. El contacto con la naturaleza era fundamental en su propuesta, porque creía
que el niño debía convivir con ella para aprender sus ciclos y vivir en armonía con el
mundo. Además, el rol del educador debía ser el de un guía silencioso y respetuoso,
que observa, acompaña y estimula sin forzar.
Otra obra relevante es Cantos de la Madre (Mutter Und Kot Lieder, 1843) es
una obra que contenía siete canciones de cuna y cincuenta y siete canciones
destinadas a juegos, acompañados de dibujos, Froebel agrupa una serie de
canciones, rimas y juegos destinados a las madres, con el propósito de fomentar el
desarrollo temprano de los niños. Froebel creía que la educación comienza en la
casa y que la madre desempeña un papel fundamental en los primeros aprendizajes
del niño. Las canciones de esta obra buscan estimular los sentidos, el lenguaje, la
motricidad y el vínculo afectivo entre madre e hijo.
Contexto histórico
El surgimiento de la propuesta pedagógica de Froebel se dio en un contexto
de grandes transformaciones sociales, culturales y filosóficas en Europa,
especialmente durante los primeros años del siglo XIX. En esta época, el
Romanticismo y el Idealismo alemán influyeron en el pensamiento de Froebel,
promoviendo una visión del ser humano como un ser en desarrollo, en conexión con
la naturaleza y con una dimensión espiritual. Al mismo tiempo, la Revolución
Industrial comenzaba a modificar radicalmente la vida social, trayendo problemas
como la urbanización acelerada, el trabajo infantil y la deshumanización del
individuo. Ante esta situación, Froebel propuso una educación que respetara el ritmo
natural de crecimiento del niño, centrada en el juego, la actividad creativa y el
desarrollo interior. También se vio influenciado por las ideas pedagógicas de
Pestalozzi, quien defendía una enseñanza basada en el amor, la experiencia y la
formación integral. En un contexto alemán aún no unificado, con estructuras
educativas rígidas y tradicionales, la creación del "jardín de infancia" por parte de
Froebel representó una innovación que sentó las bases de la educación del nivel
inicial. Froebel vivió en una época donde la educación formal se centraba mucho en
la memorización y el control estricto.
Era un sistema muy autoritario que no tomaba en cuenta el ritmo y las
necesidades del niño. Este era considerado un receptor pasivo del conocimiento, y
el maestro ocupaba un lugar de autoridad rígida, centrado en transmitir contenidos
de forma repetitiva y sin conexión con las emociones o la vida cotidiana. En esta
época se presentaban problemáticas como; el juego visto como una pérdida de
tiempo, la educación fragmentada, la relación maestro-alumno era distante y la
familia no participaba activamente. Basándonos en este contexto, podemos decir
que la propuesta de Froebel fue totalmente innovadora.
El juego
En su obra La educación del hombre(1826) Froebel describe el juego como una
actividad muy importante en el desarrollo infantil. Para él, el juego es una
manifestación natural y libre del niño, que refleja su mundo interior y su relación con
el entorno. Considera que, a través del juego, el niño no solo se divierte, sino que
trabaja de manera activa en su propio crecimiento, desarrollando tanto su cuerpo
como su mente. Tal como lo afirma Froebel:
Los juegos de esta edad son o deben ser una especie de iniciación en la fuerza y en
el valor que la vida pide; son la demostración de la plenitud y del goce de la vida,
que el niño siente en su corazón.(1826, p. 254)
Esto quiere decir que con el juego el niño comienza a desarrollar habilidades
fundamentales como la valentía, la confianza y la fortaleza emocional. El juego no
solo tiene un valor recreativo, sino que es una preparación para la vida real.
Durante el juego el niño vive una experiencia de satisfacción completa. Es una
actividad donde el niño experimenta un sentimiento profundo de alegría y vitalidad,
reflejando su plenitud emocional. Es en el juego donde el niño se siente libre, donde
puede explorar, experimentar y disfrutar del mundo sin restricciones, lo que es
imprescindible para su desarrollo emocional y social.
Para Froebel el juego es la base sobre la cual se construye todo el proceso de
aprendizaje y desarrollo humano.
Los dones pedagógicos de Froebel
Froebel diseñó una serie de materiales didácticos llamados “dones” para que los
niños aprendieran jugando. Estos elementos permiten el desarrollo de habilidades
físicas, cognitivas y sociales a través de la manipulación, la observación y la
creación.
Algunos de sus dones más conocidos incluyen:
● Don 1: una pelota blanda de lana. Representa la unidad, la totalidad, y
permite trabajar con el movimiento, la forma y el tacto.
● Don 2: conjunto de una esfera, un cubo y un cilindro. Introduce nociones de
geometría y comparación de formas.
● Don 3 al 6: bloques de madera para construir. Permiten explorar el equilibrio,
la simetría, las proporciones, y fomentan la creatividad.
Cada don tiene un propósito específico, pero también puede usarse de forma libre.
La idea no es imponer un uso único, sino ofrecer posibilidades para que el niño
descubra y construya.
PRINCIPIOS FROEBELIANOS
Según Crotilde Guillén de Rezzano(1980) para Froebel el niño necesita conocerse a
sí mismo mientras crece: cómo se desarrolla, cómo piensa y cómo mejora como
persona. Gracias a esta idea, hoy en día muchos educadores se interesan por
entender la psicología del niño, en cómo funciona su mente y sus emociones.
Para Froebel, eran muy importantes los primeros años de vida, ya que estos eran
imprescindibles para la educación del adulto como ciudadano, y si no se daba una
adecuada formación al niño, el futuro de este no seria bueno, tal como dice Bosch:
Entre los principios sustentados en la concepción froebeliana se pueden mencionar
el de la necesidad de prodigar al niño desde sus primeros años los mayores
cuidados ya que, si esto no se hace, se dificulta la marcha de su educación. Señala
también que el desarrollo ocurre por etapas y que es preciso que la educación se
adapte a cada una de ellas.(Bosch, 1995, p.48)
Los jardines de infancia, que fueron creados siguiendo sus ideas, ayudaron a
mostrar que lo más importante no es imponer reglas o moldes del adulto, sino
ayudar al niño a crecer respetando su manera natural de aprender y ser. También
demostraron que se logran mejores resultados si se educa al niño con confianza en
lo bueno que hay en él, y si se siguen las leyes naturales de su desarrollo físico,
emocional y mental.
Clotilde G. de Rezzano(1980) expone los siguientes principios froebelianos:
UNIDAD
Para Froebel, toda su propuesta educativa se basa en una idea muy importante: la
unidad. Él creía que todo en el universo está conectado. Decía que hay una unidad
entre el ser humano y Dios, y que la educación debe ayudar al niño a descubrir esa
conexión. También veía una fuerte relación entre Dios, la naturaleza y el hombre, y
por eso valoraba tanto el contacto con el mundo natural como una forma de
aprender y desarrollarse.
Froebel observó que todo lo que existe sigue un proceso de crecimiento y evolución,
y que entender este proceso ayuda a mejorar como personas.
Además, decía que el ser humano no vive solo, sino que forma parte de grupos:
primero la familia, luego la comunidad, y así en adelante. Por eso también es
importante educar al niño como parte de la sociedad.
También enseñaba que el desarrollo del ser humano es un proceso continuo, donde
cada etapa depende de la anterior. No se puede formar bien a un adulto si no se ha
cuidado primero la educación en la infancia. Por eso creó los kindergarten, para dar
a los niños una base sólida desde el principio.
Por eso la unidad es tan importante, Froebel hizo de la unidad la ley fundamental y
el objetivo final de todo esfuerzo en el proceso educativo.
AUTOACTIVIDAD
En la pedagogía de Froebel la autoactividad es su proceso esencial. Este proceso
debe hacer al niño receptivo, reflexivo y ejecutivo, lo hace responsable y un sujeto
activo de su propio desarrollo.Esta autoactividad no es hacer lo que otro le dice, ni
seguir indicaciones. Es actuar porque el niño lo desea, porque quiere crear,
investigar o comunicar algo que nace de él. Para Froebel, esto es clave para que el
niño se convierta en una persona libre, segura y consciente de lo que hace.
A diferencia de otros educadores que intentaban hacer que el niño obedezca o
repita bien ciertas tareas, Froebel quería que el niño aprendiera a tomar decisiones,
a dirigir sus propias acciones y a crear sus propias oportunidades. No solo le
enseñaba a hacer algo bien, sino a ver qué quiere hacer y cómo puede hacerlo
mejor según sus propios talentos e intereses.
TEMPRANA EDUCACIÓN DE SENSACIONES Y EMOCIONES
Froebel decía que cuanto más variada y definidas las sensaciones y emociones del
niño, son más grandes las probabilidades de su educación. El contacto con la
naturaleza lo favorece mientras que la vida en las ciudades lo obstaculiza porque
falta la naturaleza.
TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN
En su obra domina la idea de una evolución creciente de desarrollo y perfección.
Creía que cuanto más elevado estaba el individuo en la escala evolutiva, más eran
los poderes internos y menos los externos los que debían obrar. Froebel se opuso a
que la educación fuera impuesta desde afuera, rechazó la idea de que los niños
nacen malos, creía que si se los guía con respeto y se les ofrece un ambiente
adecuado, pueden llegar a desarrollarse como personas buenas, libres y creativos.
INDIVIDUALIDAD
Según Froebel, cada niño tiene capacidades propias, y su desarrollo y educación se
pueden alcanzar si se convierten en el elemento más importante de su vida.
Entonces la intervención excesiva del adulto se vuelve coercitiva, el crecimiento libre
es el único completo, la intervención de los educadores debe ser favorable para los
niños.
COOPERACIÓN
Se trata de la relación del individuo con la humanidad, con la comunidad. Cada
miembro de la sociedad debe cumplir de forma completa y perfecta sus
obligaciones. En su kindergarten la responsabilidad estaba dividida entre todos, los
derechos individuales, la cooperación y la simpatía fraternal era practicada y
respetada por todos. Creía que el carácter se forma viviendo los principios de
verdad, justicia y libertad.
ESTUDIO DE LA NATURALEZA
Froebel creía que a través del estudio de la naturaleza, los niños podían desarrollar
ideas sobre belleza, pureza, evolución y el poder de Dios. Para él, la naturaleza
tenía el poder de enseñar principios espirituales y sentimentales, que son la base de
las creencias religiosas y del bienestar del alma humana.
Para Froebel, el contacto con la naturaleza no solo era importante para aprender
sobre el mundo natural, sino también para conectar con ideas profundas y
espirituales que ayudaban a los niños a crecer como personas completas.
TRABAJO OBJETIVO
Froebel veía el material de trabajo objetivo como una herramienta para desarrollar la
mente de los niños. No solo se trataba de almacenar información, sino de usar ese
elemento para activar la creatividad y la actividad original de la mente.
El propósito de usar materiales no era simplemente investigar o aprender cosas de
forma pasiva, sino para que el niño modificará, organizará y transformará esos
materiales a su manera. Esto les permitía expresar sus propios pensamientos e
ideas. Esta herramienta se convierte en un medio para revelar y expresar lo que el
niño está pensando, sintiendo y creando. Froebel quería que los niños pudieran usar
los materiales como herramientas de expresión personal, en lugar de sólo recibir
información de forma externa.
VALOR EDUCATIVO DEL JUEGO
Froebel comprendió el valor educativo del juego y lo empleó como parte esencial de
la educación.
ARMONÍA ENTRE CONTROL Y ESPONTANEIDAD
Froebel creía firmemente en el respeto a la individualidad de cada niño. Por eso, él
rechazaba el control que pudiera limitar su desarrollo y expresión personal. Las
restricciones y la dominación de los adultos no solo interfieren con el crecimiento del
niño, sino que también destruyen su personalidad y creatividad. La libertad no
causaba anarquía ni desorden en los niños. La anarquía venía de un control
excesivo que impedía a los niños explorar, crecer y expresarse de manera libre.
Según Monica Fernandez, los principios froebelianos fueron: el estudio del niño,
que expone la centralidad de las capacidades del niño ante un maestro que guía y
estimula su desarrollo; el principio de unidad, entre el hombre, la Naturaleza y Dios;
la autoactividad como proceso esencial, por la cual el niño debe ser educado para
ser independiente; la temprana educación de las sensaciones y emociones, en
contacto directo con la naturaleza, postulando que la vida en las ciudades lo
dificulta; la teoría de la evolución, rechaza la creencia en la maldad natural del niño
y confiar en la educación como crecimiento consciente hacia lo divino, la
individualidad considera contraproducente la coerción del niño y se pronuncia a
favor del crecimiento libre por ser el único completo, la cooperación advierte la
unidad entre individualismo y socialismo en pos de una sociedad verdadera y
altruista. El trabajo objetivo recupera el principio pestalozziano y le permite al niño
expresar sus ideas, la armonía entre control y espontaneidad, el control externo se
vuelve autocontrol en condiciones de alegría, amor e interés.
Cerrando un poco sobre esto que plantea Froebel; estos principios, más que
simples lineamientos pedagógicos, expresan una visión integral del ser humano y de
su proceso formativo. La pedagogía de Froebel propone una educación centrada en
el respeto por la infancia, no como una preparación para la vida adulta, sino como
una etapa valiosa en sí misma. El principio de unidad atraviesa toda su propuesta: el
niño, la naturaleza, la sociedad y lo divino están interconectados, y la tarea
educativa consiste en hacer consciente esa conexión. Desde esta mirada, educar no
es imponer conocimiento, sino despertar lo que ya está dentro del niño.
El principio de autoactividad refleja una profunda confianza en la capacidad del niño
para aprender a través de su propia iniciativa, exploración y creación. Esta idea
anticipa enfoques contemporáneos que valoran la autonomía y la participación
activa del niño en su proceso de aprendizaje. A su vez, el valor del juego como
medio de expresión, descubrimiento y relación con el mundo convierte al jardín de
infantes en un espacio donde el aprender se da de forma natural, placentera y
significativa.
El equilibrio entre control y espontaneidad, la individualidad, la cooperación y el
contacto con la naturaleza no son aspectos separados, sino partes de un mismo
sistema educativo que apunta al desarrollo integral del niño: físico, emocional,
intelectual, social y espiritual. En este sentido, los principios froebelianos siguen
siendo hoy una fuente de inspiración para repensar la educación inicial como una
práctica amorosa, respetuosa y profundamente humanizadora.
La difusión del pensamiento de Froebel fue posible gracias a la baronesa de
Marenholtz-Bülow. Ella organizó sus ideas y las llevó a muchas partes del mundo.
Su obra El niño y su naturaleza(1913), traducida por Sara Chamberlain de
Eccleston, fue clave para la formación de las primeras maestras jardineras en la
Argentina.Este texto incluía láminas, juegos, canciones y poesías que guiaban el
trabajo con los niños, y la preparación de las madres y educadoras.
La formación de la maestra jardinera exigía un saber de todo en general, como de
psicología, anatomía y fisiología. Gracias al trabajo de la baronesa y a la traducción
y difusión que hizo Sara Eccleston, el pensamiento froebeliano dejó una huella en el
modelo de educación inicial que se construyó en Argentina.
La pedagogia de Froebel actualmente:
En muchas instituciones actuales se pueden observar prácticas inspiradas en
Froebel. Algunas de ellas incluyen:
● Rincones de juego libre: Donde el niño elige con qué jugar y cómo.
● Actividades con elementos naturales: como semillas, hojas, piedras,
fomentando la observación y la conexión con el entorno.
● Tiempos para la exploración sensorial y la creación libre.
● Participación de la familia: en canciones, cuentos y experiencias compartidas.
● Educadores observadores y no intervencionistas: que acompañan sin dirigir.
Estas prácticas demuestran que los principios froebelianos siguen vivos y se
adaptan a los contextos actuales, promoviendo una educación respetuosa, activa y
creativa.
Aca hay algunos ejemplo de jardines:
● https://www.frobellearningcenter.com/filosofia
● https://www.froebel.org.uk/
En conclusión :
Podemos decir que hoy muchas de sus ideas siguen vigentes, sobre todo en la
importancia del juego, la libertad para explorar, y la necesidad de una educación
que respete los tiempos y necesidades de cada niño.
A pesar de las valiosas e innovadoras ideas de Froebel en la educación infantil, su
método es criticado. Una de las críticas más destacadas es la estructuración
excesiva del juego: aunque promovía la actividad lúdica como libre, los llamados
“Dones de Froebel” estaban diseñados con instrucciones específicas que limitaban
la creatividad espontánea del niño. También carece de atención a la diversidad
individual, ya que su método supone un desarrollo infantil uniforme, sin tener en
cuenta las diferencias culturales, sociales o personales de todos los niños. Con el
tiempo, su propuesta fue aplicada de manera rígida en algunas instituciones,
perdiendo la flexibilidad que él mismo propugnaba, lo que llevó a que otras
pedagogías, como la de Montessori, ganaran mayor relevancia.
En la práctica actual no se deja guiar exclusivamente por el enfoque froebeliano.
Más bien, adoptan modelos pedagógicos, integrando elementos de diferentes
referentes. Esta diversidad de modelos pueden enriquecer mas las propuestas, pero
también lleva el riesgo de aplicar fragmentos sin entender la profundidad de cada
práctica.
A pesar de estas adaptaciones es innegable que las ideas de Froebel dejaron una
huella profunda, tanto que su influencia se extendió por Europa y América, donde
muchas de sus propuestas sentaron bases de la educación inicial. Esta gran
expansión permitió la permanencia de sus principios; como el juego, la participación
familiar y el rol del docente como guía. Aunque en muchos casos fueron adaptados,
reformulados o combinados con otras corrientes pedagógicas.
La pedagogía de Froebel, aunque está centrada en el desarrollo del niño mediante
el juego y la naturaleza, no define la educación como una construcción, sino como
una crianza y cuidado, especialmente de los niños en situación económica
vulnerada. Esta visión muestra una forma de compromiso con el educador a la
realidad de cada niño y no con una infancia “idealizada”.
BIBLIOGRAFÍA
Clotilde Guillén de Rezzano Los jardines de infantes(1980) p.15-22.
Federico Froebel La educación del hombre, 1826, p.254.
Hebe A. San Martín de Duprat, Lydia Penchansky de Bosch El nivel inicial,
Estructuración, Orientaciones para la práctica, 1995, Ediciones Colihue.
Helmut Heiland Perspectivas: revista trimestral de educación comparada (París,
UNESCO: Oficina Internacional de Educación), vol. XXIII(1993), p. 501-519.
Mónica Fernzandez, Historia y pedagogía de la educación inicial en la Argentina,
2018, HOMO SAPIENS, p. 49-50.