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ORACIONES CATÓLICAS bÁSICAS

El documento contiene varias oraciones y oraciones católicas, incluyendo el Padre Nuestro, el Ave María, el Credo y el Magnificat, que son fundamentales en la práctica de la fe cristiana. Estas oraciones expresan devoción, arrepentimiento y la búsqueda de la gracia divina. También incluyen invocaciones a la Virgen María y a los ángeles, reflejando la espiritualidad y la tradición de la Iglesia Católica.
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ORACIONES CATÓLICAS bÁSICAS

El documento contiene varias oraciones y oraciones católicas, incluyendo el Padre Nuestro, el Ave María, el Credo y el Magnificat, que son fundamentales en la práctica de la fe cristiana. Estas oraciones expresan devoción, arrepentimiento y la búsqueda de la gracia divina. También incluyen invocaciones a la Virgen María y a los ángeles, reflejando la espiritualidad y la tradición de la Iglesia Católica.
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Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu Reino;

hágase tu voluntad

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy

nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos

a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal. Amén.

Ave María

Dios te salve, María,

llena eres de gracia;

el Señor es contigo.

Bendita Tú eres

entre todas las mujeres,

y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros, pecadores,

ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén


Salve

Dios te salve, Reina

y Madre de misericordia,

vida, dulzura y esperanza nuestra;

Dios te salve.

A ti llamamos

los desterrados hijos de Eva;

a ti suspiramos, gimiendo y llorando

en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, abogada nuestra,

vuelve a nosotros esos tus ojos

misericordiosos;

y después de este destierro,

muéstranos a Jesús,

fruto bendito de tu vientre.

¡Oh, clementísima, oh piadosa,

oh dulce Virgen María!


Ángel de la Guarda

“Ángel de mi guarda, mi dulce compañía,

no me desampares, ni de noche ni de día,

hasta que me entregues en los brazos de Jesús, José y María.

Con tus alas me persigno y me abrazo de la cruz,

y en mi corazón me llevo al dulcísimo Jesús.

Con Dios me acuesto, con Dios me levanto,

con la Virgen María y el Espíritu Santo”.

Amén.

Ángel de Custodio

Ángel del Señor, que eres mi custodio,

puesto que la Providencia Soberana me encomendó a ti,

ilumíname, guárdame, rígeme y gobiérname en este día.

Amén.
Credo

Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su

único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de

Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y

sepultado;

descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y

está sentado a la diestra de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a

los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica, la

Comunión de los Santos; el perdón de los pecados, la resurrección de la carne; y la

vida eterna. Amén.

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lo

visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos

los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,

no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho; que, por

nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu

Santo se encarnó María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue

crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer

día, según las Escrituras y subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre; y de

nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,

que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los

profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.


Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la

resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

Acto de contrición

Dios mío, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de lo bueno que he
dejado de hacer; porque pecando te he ofendido a ti, que eres el sumo bien y digno de ser
amado sobre todas las cosas.

Propongo firmemente, con tu gracia, cumplir la penitencia, no volver a pecar y evitar las
ocasiones de pecado.

Perdóname, Señor, por los méritos de la Pasión de nuestro Salvador Jesucristo.

Amén.

Oración antes de los alimentos

Bendícenos, Señor, y bendice estos alimentos que dados por tu bondad vamos a tomar. Por
Cristo nuestro Señor.

Amén.
Alma de Cristo

Alma de Cristo, santifícame.

Cuerpo de Cristo, sálvame.

Sangre de Cristo, embriágame.

Agua del costado de Cristo, lávame.

Pasión de Cristo, confórtame.

¡Oh, buen Jesús!, óyeme.

Dentro de tus llagas, escóndeme.

No permitas que me aparte de Ti.

Del maligno enemigo, defiéndeme

En la hora de mi muerte, llámame.

Y mándame ir a Ti.

Para que con tus santos te alabe.

Por los siglos de los siglos. Amén.


Angelus

El ángel del Señor anunció a María.

Y concibió

por obra y gracia del Espíritu Santo.

Dios te salve, María...

He aquí la esclava del Señor.

Hágase en mí según tu palabra.

Dios te salve, María...

Y el Verbo de Dios se hizo carne.

Y habitó entre nosotros.

Dios te salve, María...

Ruega por nosotros,

Santa Madre de Dios,

para que seamos dignos de alcanzar

las promesas de Jesucristo.

Oremos

Oh Padre, Infunde en nuestra alma tu gracia. Tú, que en la anunciación del Ángel nos has
revelado la encarnación de tu Hijo, por su pasión y su cruz condúcenos a la gloria de la
resurrección. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.
Comunión Espiritual

Creo, Jesús mío,

que estáis realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar.

Os amo sobre todas las cosas

y deseo recibiros en mi alma.

Pero como ahora no puedo recibiros sacramentado,

venid a lo menos espiritualmente a mi corazón.

Y como si ya os hubiese recibido,

os abrazo y me uno del todo a Ti.

Señor, no permitas que jamás

Me aparte de Ti. Amén.

(San Alfonso María de Ligorio)

A vuestros pies, ¡oh mi Jesús!,

me postro y os ofrezco

el arrepentimiento de mi corazón contrito,

que se hunde en la nada ante vuestra santísima presencia.

Yo os adoro en el Sacramento de vuestro amor,

la inefable Eucaristía,

y deseo recibiros en la pobre morada


que os ofrece el alma mía.

Esperando la felicidad de la comunión sacramental,

yo quiero poseeros en espíritu.

Venid a mí, puesto que yo voy a Vos,

¡oh Jesús mío!,

y que vuestro amor inflame todo mi ser

en la vida y en la muerte.

Creo en Vos y espero en Vos.

Así sea.

(Cardenal Rafael Merry del Val)


Magnificat

Proclama mi alma

la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios,

mi salvador;

porque ha mirado la humillación

de su esclava.

Desde ahora me felicitarán

todas las generaciones,

porque el Poderoso ha hecho

obras grandes por mí:

su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fieles

de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:

dispersa a los soberbios de corazón,

derriba del trono a los poderosos

y enaltece a los humildes,

a los hambrientos los colma de bienes


y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,

acordándose de la misericordia

–como lo había prometido a nuestros padres–

en favor de Abrahán

y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo,

y al Espíritu Santo.

Como era en el principio,

ahora y siempre,

por los siglos de los siglos.

Amén.

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