SCRIPTA THEOLOGICA 29 (1997/3) RESEÑAS
Luño, M. Ronheimer, L. Ciccone y L. tan «prestar una atención especial a que
Melina. La cuarta parte versa sobre la se perfeccione la Teología Moral» logran-
fundamentación jurídico-científico-social do que «su exposición científica, alimen-
del derecho a la vida: F. D'Agostino, V. tada en mayor grado con la doctrina de
De Paolis, C. A. Anderson. G.-F. Du- la Sagrada Escritura» ilumine «la excelen-
mond, A. G. Spagnolo y E. Sgrecia lla- cia de la vocación de los fieles en Cris-
man la atención en sus colaboraciones to y su obligación de producir frutos en
sobre los aspectos jurídicos, social- la caridad para la vida del mundo»
políticos y científicos implicados a pro- (Conc. Vat. II, Decreto Optatam totius,
pósito sobre todo de la anticoncepción, 16). En esta línea se mueve la obra del
el aborto y la eutanasia. La quinta parte prof. A. Fernández. Responde además a
es de índole pastoral y agrupa los artÍcu- la necesidad, hondamente sentida desde
los de M. L. Di Pietro, F. Gil Hellín, C. tantas instancias, de proveer de libros de
Casi ni y B. Kiely. Es una llamada a de- texto que ayuden a la formación en la
sarrollar una cultura de la vida de mane- disciplina de la Teología Moral.
ra particular a través de una adecuada Sin embargo no se busque en esta
educación de la sexualidad, mediante la obra de A. Fernández un tratamiento de-
familia y los centros de protección y aco- tenido de las cuestiones. Para ese estudio
gida de la vida. deberá acudirse a su otra obra, Teología
El libro, sin embargo, a pesar de esa Moral, más extensa, en tres volúmenes,
pluralidad de perspectivas y de autores, publicada en la Facultad de Teología de
mantiene siempre una admirable unidad: Burgos (cfr. recensión en «Scripta Theo-
se evitan las repeticiones, los artículos se logica», XXVII [1995] 321-333). El Como
complementan unos a otros aunque con- pendio de Teología Moral es tan sólo un
sideren una misma cuestión. Se puede de- resumen de aquella publicación y tiene
cir que las colaboraciones están reunidas como única finalidad facilitar al lector no
a manera de capítulos y no de artículos especializado «un conocimiento sucinto
que se sumen. Por otra lado, dentro de de la moral cristiana» (p. 13). Eso expli-
la diversidad de niveles que es posible ad- ca, por una parte, la concisión y breve-
vertir, el estudio de las cuestiones es dad con que se abordan los temas; y, por
siempre riguroso y de altura. Estamos, otra, las continuas alusiones a los volú-
por tanto, ante un buen comentario a la menes de la versión más extensa. Preci-
Encíclica «Evangelium vitae». samente para hacer más fácil esa consul-
ta el Compendio de Moral sigue la
A. Sarmiento misma división en partes, secciones, ca-
pítulos y apartados de la obra más ex-
tensa.
Aurelio FERNÁNDEZ, Compendio de Esa necesaria conClSlOn no impide
Teología MQral, Palabra, Madrid 1995, constatar que el Autor hace una verda-
774 pp., 13 x 21. ISBN 84-8239-058-9 dera teología moral. En ningún momen-
to se percibe que la brevedad sea sinóni-
Son cada vez más numerosos los tex- mo de superficialidad. Como Mons. R.
tos que pretenden ofrecer una presenta- Blázquez señala en la presentación, este
ción sistemática y renovada de la T eolo- compendio de Teología Moral es una
gía Moral. La renovación de esa buena guía en la perplejidad del momen-
disciplina, refrendada e impulsada por el to presente. Con claridad, sólida informa-
Vaticano II, se va plasmando en obras ción y seguridad, expone el Autor la doc-
que, con mayor o menor acierto, inten- trina de la Iglesia.
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Con todo, llama la atención la poca siglos, que el autor sintetiza en los tér-
cabida que se da al tratamiento de las vir- minos «jerarquía» -entendida más como
tudes. No tienen epígrafes propios (apar- actitud de espíritu que como ministerio
te de lo que se dice en la p. 100: «la mo- jerárquico- versus «modernidad». La
ral cristiana es una moral de la gracia y Iglesia parecería encastillada en la prime-
del amor») la virtud de la fe, la esperan- ra, el mundo en la segunda. El fruto de
za, la caridad ni otras virtudes como la este desencuentro abocaría al fin tanto de
humildad, las cardinales. la «modernidad» como del cristianismo
occidental.
A. Sarmiento A la vista de la nueva evangelización,
el autor propone retomar un análisis va-
liente del conflicto entre modernidad y
PASTORAL Y CATEQUESIS jerarquía. De otra parte, habría que de-
finir la irrenunciable inspiración subya-
Ghislaint LAFONT, Imaginer l'Église ca- cente en las formas institucionales que ha
tholique, Cerf, Paris 1995, 286 pp., 14, 5x querido conservar la Iglesia católica co-
23, 5. ISBN 2-204-052027 mo exigencia de su fidelidad al Evange-
lio. También habría que mostrar que el
El autor es monje benedictino en la Concilio Vaticano II inició una nueva
abadía de La Pierre-qui-vire (Francia). Ha mirada a este conflicto, justamente des-
enseñado en la Escuela teológica de su de nuevas perspectivas teológicas y espi-
monasterio, así como en el Ateneo San rituales tanto en su comprensión de la
Anselmo y en la Universidad Gregoria- Iglesia como del mundo.
na de Roma. Entre otros títulos, ha pu- Todo esto le invita al autor, además,
blicado «Histoire théologique de I'Egli- a sugerir con «imaginación» teológica y
se catholique » (1994), y «Peut-on canónica (es a lo que apunta el título de
connaltre Dieu en ]ésus-Christ?" (1969). su libro) unas propuestas muy concretas
En castellano se han editado «Dios, el en todos los campos que inquietan en
tiempo y el ser» (1991) y «Estructuras y momento actual: estatuto del matrimo-
método en la Summa theologica» (1964). nio y el problema del divorcio; la auto-
El autor ofrece una reflexión perso- nomía relativa de la vida religiosa en la
nal sobre las acciones actuales que, a su Iglesia; las posibilidades de iniciativa lo-
juicio, habría de afrontar la Iglesia cató- cal en materia de misión, de catequesis
lica de manera que ofreciera una imagen, y de liturgia; la autonomía de la teolo-
en su vida y formas de actuación, que gía; la colegialidad de los obispos; la re-
apoyara la «nueva evangelización» en la forma de las condiciones de elección del
que se halla embarcada. El A. explica Papa y de los Obispos; el sentido y es-
desde las primeras páginas de su Intro- pacio real del magisterio; la reforma de
ducción el principio que mueve sus con- las instituciones auxiliares del Papa en el
sideraciones: se trata no sólo de qué de- ejercicio de su primado; etc.
be «decir» la Iglesia, en el plano doctrinal El autor hace estas propuestas con el
y de la predicación, sino ante todo qué cuidado de no ceder en nada que perte-
debe «hacer» en el plano de los hechos, nezca a la institución divina de la Igle-
para que su vida misma sea «evangeliza- sia. De otra parte, precisamente porque
dora». las propuestas son muy concretas -y al-
La tesis fundamental de su diagnós- gunas sugerentes-, no dejará también de
tico estriba en constatar, a su juicio, dos suscitar interrogantes sobre su oportuni-
perspectivas enfrentadas en los últimos dad, utilidad real, etc. De otra parte, pa-
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