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Dios Le Mostró Su Gloria en La Esfera Celestial (Alumnos)

Ezequiel recibe una visión de la gloria de Dios en el cielo, donde observa un trono rodeado de seres vivientes que simbolizan la soberanía divina. La visión también revela la firmeza del gobierno de Dios sobre la tierra, representada por ruedas que indican su omnisciencia y control sobre la historia. Ezequiel es comisionado como atalaya para advertir tanto a los impíos como a los justos sobre la necesidad de permanecer en la justicia y evitar la iniquidad.
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Dios Le Mostró Su Gloria en La Esfera Celestial (Alumnos)

Ezequiel recibe una visión de la gloria de Dios en el cielo, donde observa un trono rodeado de seres vivientes que simbolizan la soberanía divina. La visión también revela la firmeza del gobierno de Dios sobre la tierra, representada por ruedas que indican su omnisciencia y control sobre la historia. Ezequiel es comisionado como atalaya para advertir tanto a los impíos como a los justos sobre la necesidad de permanecer en la justicia y evitar la iniquidad.
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Dios le mostró su gloria en la esfera celestial.

• Lo primero que vio Ezequiel fue un viento tempestuoso, indicativo de un Juicio


portador de destrucción. En medio del viento había una gran nube y fuego donde el
trono de Dios estaba rodeado de unos seres angélicos llamados aquí “seres
vivientes” (vv. 4-14).

• La introducción a esta visión de los ángeles es magnífica y despertadora.

• Del norte le habían venido a Israel las grandes calamidades pero como la visión de
Isaías 6, el objetivo era expresar la absoluta soberanía de Dios.

• El pabellón de Dios en el que descansaba y el carro en el que se paseaba era una gran

nube, ésta iba acompañada de fuego como en el Sinaí y la gLOria de Jehová era como un
fuego abrasador.

El hebreo lo llama jashmal e indica una mezcla brillante de oro y plata, que en castellano se
traduce por “electro”

• Es como cuando queremos mirar al centro de una soldadura no podemos hacerlo

Con respecto a los seres vivientes, la unión de las alas pone de relieve la perfecta unidad de
acción por parte de las criaturas vivientes. Sus rostros son: el de hombre, que nos habla de
inteligencia; el de león, que nos indica majestad y poder; el de buey, desplegando servicio
paciente; el de águila, sugiriendo rapidez de juicio y de discernimiento a distancia.

Dios le muestra su gloria en sus providencias concernientes al mundo terrenal, que está
representado por las ruedas y los movimientos de éstas (vv. 15-25).

La visión de las ruedas muestra que la gloria de Dios no aparece solamente en el esplendor
del mundo superior, sino también en la firmeza de su gobierno en la tierra. Ruedas dobles
para que pudiesen seguir el movimiento de los seres vivientes.

Los ojos en las ruedas indagan que nada escapa en las obras de la naturaleza y de la
historia de la mirada de Dios, porque El es omnisciente. Sobre las cabezas de estos seres
vivientes había una extensión, un firmamento, el arco visible del cielo.

La extensión y el resplandor de esta bóveda produjeron en Ezequiel un sentimiento de


reverencia pavorosa. Dios está en lo alto, por encima del firmamento, los seres vivientes
están presentados como debajo del firmamento lo cual denota sumiSión y sujeción al
dominio de Dios.
Ezequiel oyó primero el batir de las alas de los ángeles y luego, oyó una voz de aquel que se
sienta en el trono. Cuando sonaba la voz, cesaba el ruido que producían sus alas y toda la
expectación se dirigía al que hablaba por encima de la bóveda. Dios le mostró su gloria en el
aspecto del que se sentó en el trono (vv. 26-28).

Las otras partes de la visión no eran sino el prefacio. En ellas, Dios se daba a conocer
como Señor de los ángeles y supremo director de todos los asuntos de este mundo inferior.
Pero ahora el profeta va a recibir una revelación de Dios mismo. Hay mucha semejanza con
Apocalipsis 1: 12-17. Es un trono de gloria, de gracia, de gobierno, de juicio. Sobre el trono
vio una semejanza como la apariencia de un hombre sobre él en lo alto. Dado que en el
Antiguo Testamento se evita cuidadosamente la mención de toda apariencia humana, varios
autores piensan que se trata de Cristo pre-encarnado, por medio del cual Dios iba a
comunicar a Ezequiel su mensaje.

Como en el caso de Juan, se postró sobre su rostro, abrumado por lo que había visto, lo cual
tenía por objeto prepararle para lo que había de oír.

A continuación, se le ordenó que se ponga en pie para recibir su comisión. Su postración en


tierra era una postura de mayor reverencia, pero su postura en pie era postura de mayor
preparación. Mediante un poder divino que acompaña al mandato, Dios le hizo estar en pie,
pero como no tenía fuerzas para sostenerse ni el ánimo necesario para soportar la visión, el
mismo Espíritu que le asentó sobre sus pies le alertó para escuchar al que le hablaba. El
verbo middabber que aparece aquí, indica una relación íntima, esa era la forma corno Dios le
va a hablar.

Dios le da el mensaje que va a entregar al pueblo y le dice que se debe mantener fiel y sin
temor delante de éste porque es “casa rebelde”

Pasados los siete días de sentarse en silencio, Dios reveló a Ezequiel cuál era la función que
le había confiado. Había de ser un atalaya sobre los intereses de muchos, para amonestarlos
contra la insensatez. Ezequiel debía amonestar a los individuos.

Pensemos en un hombre impío en particular. Si Ezequiel no lo amonestara, y el hombre


muriera, sufriría las consecuencias del mal y Ezequiel sería culpable de su sangre, es decir,
de homicidio. Pero si Ezequiel lo amonestara, no sería responsable aunque el hombre
continuara en su pecado. Ezequiel también debía amonestar al justo a no apartarse de su
justicia y a no hacer maldad. Este pasaje nos indica que un hombre, aunque fuera justo,
podía caer y morir en su pecado, y que las justicias que había hecho no vendrán en memoria,
por eso es necesario que caminemos siempre en santidad. Ezequiel es entonces, llamado a
ser un atalaya para amonestar a los individuos a que se vuelvan de la iniquidad a la justicia y
continúen en la justicia durante toda la vida.

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