RECURSO: QUEJA
RECURRENTE: CRISTIÁN FELIPE GONZÁLEZ SEPÚLVEDA
PATROCINANTE: PEDRO JULIAN EGUIGUREN COSMELLI
EN LO PRINCIPAL: INTERPONE RECURSO DE QUEJA; PRIMER OTROSÍ: ACOMPAÑA DOCUMENTOS;
SEGUNDO OTROSÍ: SE TRAIGA A LA VISTA EL EXPEDIENTE; TERCER OTROSÍ: SOLICITA PLAZO PARA
ACOMPAÑAR CERTIFICADO DE RIGOR
EXCELENTÍSIMA CORTE SUPREMA
PEDRO JULIÁN EGUIGUREN COSMELLI, abogado, en representación de don CRISTIÁN FELIPE
GONZÁLEZ SEPÚLVEDA, a US. Excma. Respetuosamente digo:
Que, como único medio de remediar el mal que lo motiva y por existir falta o abusos graves,
o bien errores u omisiones manifiestos y graves, interpongo recurso de queja en contra del Ministro
Sr. Mario Danilo Alejandro Rojas, Ministro Suplente Sr. Sergio Guillermo Córdova Alarcón y Fiscal
Judicial Sra. Ana María Antonieta Hernández Medina, quienes integrando la décima sala de la
Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago dictaron la sentencia interlocutoria de segunda
instancia en el juicio por demanda de declaración de existencia de relación laboral, despido
injustificado, nulidad del despido y cobro de prestaciones laborales, seguido ante el 1° Juzgado de
Letras del Trabajo de Santiago, según Rit O-6476-2023, caratulados “González/I. Municipalidad de
Providencia”, e ingreso Ilma. Corte N.º 3752-2023, en virtud de la cual confirmaron el fallo de primer
grado que había declarado como caducado el plazo que tenia la demandante para recurrir al tribunal
para demandar judicialmente el despido (y las indemnizaciones y cobro de prestacionales derivadas
del aquel), esto es, 60 días, y, en consecuencia, se le priva de la posibilidad de ejercer un derecho o
la oportunidad para ejecutar un acto. El recurso de apelación fue concedido en ambos efectos, y
notificados a ambas partes por estado diario.
I. ANTECEDENTES
Se interpuso demanda en Procedimiento Ordinario de Aplicación general por declaración
de existencia de relación laboral, despido injustificado, nulidad del despido y cobro de prestaciones
1
laborales en contra de la Ilustre Municipalidad de Providencia en la causa RIT O-6467-2023 del
Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, el día 14 de septiembre del año 2023.
Mi mandante don Cristian González, comenzó a prestar servicios a partir del día 02 de enero
del año 2022, bajo la apariencia de un contrato de honorarios, ante el Departamento de
Organizaciones Comunitarias, dependiente de la Dirección de Desarrollo Municipal de Providencia.
Los diversos contratos a honorarios suscritos por mi representado fueron renovados en varias
oportunidades, hasta el día 31 de diciembre de 2022.
Posteriormente, y después de 9 meses, se interpuso demanda en Procedimiento Ordinario
de Aplicación general por declaración de existencia de relación laboral, despido injustificado,
nulidad del despido y cobro de prestaciones laborales en contra de la Ilustre Municipalidad de
Providencia en la causa RIT O-6467-2023 del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago. Días
después de interponer la demanda, el tribunal a quo declaró, de oficio, la caducidad de la acción de
despido injustificado, dejando vigente las restantes acciones y prestaciones. Las razones entregadas
por el tribunal de primera instancia constan en los considerandos primero, segundo y tercero, al
señalar que:
“PRIMERO: Que el artículo 168 del Código del Trabajo en su inciso primero señala lo
siguiente: “El trabajador cuyo contrato termine por aplicación de una o más de las causales
establecidas en los artículos 159, 160 y 161, y que considere que dicha aplicación es injustificada,
indebida o improcedente, o que no se haya invocado ninguna causal legal, podrá recurrir al juzgado
competente, dentro del plazo de sesenta días hábiles, contado desde la separación, a fin de que éste
así lo declare”; agregando su inciso final: “El plazo contemplado en el inciso primero se suspenderá
cuando, dentro de éste, el trabajador interponga un reclamo por cualquiera de las causales
indicadas, ante la Inspección del Trabajo respectiva. Dicho plazo seguirá corriendo una vez concluido
este trámite ante dicha Inspección. No obstante lo anterior, en ningún caso podrá recurrirse al
tribunal transcurridos noventa días hábiles desde la separación del trabajador”.
SEGUNDO: Que de los antecedentes de la causa, se observa que el actor fue despedido con
fecha 31 de diciembre de 2022, y que no interpuso reclamo administrativo ante la Inspección del
Trabajo.
TERCERO: Que atendido lo señalado y habiéndose interpuesto la acción de despido
injustificado con fecha 14 de septiembre de 2023, queda claro que la misma se ha deducido fuera
2
del plazo establecido en la ley. Por estas consideraciones y visto lo dispuesto en los artículos 168 y
447 inciso 2° del Código del Trabajo, se declara la caducidad de la acción de despido injustificado
deducida en autos, sin costas. Respecto a las restantes acciones y prestaciones, téngase por
interpuesta demanda en procedimiento de aplicación general. Traslado.”
Frente a ello se dedujo recurso de apelación, la que fue concedida en ambos efectos, y se
elevaron los autos ante la Ilma. Corte de Apelaciones de Santiago. Esta última confirmo la sentencia
de primera instancia, conforme aparece en la sentencia de fecha 02 de noviembre de 2023, en el
Rol 3499-2023.
II. FUNDAMENTOS DEL RECURSO
1. CONSIDERACIONES DEL FALLO DE LOS JUECES RECURRIDOS
Como puede apreciarse de la sentencia acompañada en un otrosí, los jueces del tribunal ad
quem sólo se limitaron a confirmar lo resuelto por el tribunal ad quo.
2. FALTA O ABUSO GRAVE, O ERRORES U OMISIONES MANIFIESTOS Y GRAVES
1) Respecto a la caducidad y prescripción
En virtud de haber confirmado los ministros en lo resuelto por el tribunal ad quo, han
incurrido en falta o abusos graves, o bien errores u omisiones manifiestas y graves. En el presente
caso, el quid del asunto consiste en determinar si este es un plazo de caducidad o de prescripción,
y si, tratándose del segundo caso, cual es el plazo en que la acción prescribe.
El tribunal ad quem al confirmar la sentencia del tribunal ad quo comete una falta grave,
toda vez que pasa por alto que lo demandado es la declaración de la existencia laboral y, en dicho
contexto, las indemnizaciones provenientes de dicha declaración. El artículo 168 del Código del
trabajo, citado por el fallo que la Ilma. Corte confirma, descansa sobre el entendido de que existe
una relación laboral reconocida por el empleador, y que es en dicho contexto, que no es discutido
ni cuestionado, en que se procede a despedir al trabajador. Dicho presupuesto factico no es
observado en el caso de marras, pues los hechos en que se originan son totalmente diferentes.
Justamente lo que se discutirá es la existencia (o no) de la relación laboral, por cuanto no ha habido
un acto del empleador tendiente a desvincular al trabajador, de la misma forma en que el trabajador
no ha realizado actos tendientes a dar por finalizada su relación laboral a través del despido
3
indirecto, en donde al igual que la desvinculación realizada por el empleador existe un plazo
perentorio para accionar. Luego ambos plazos, tanto el de despido por parte del empleador como
del despido indirecto o auto despido, realizado por el trabajador, son causales de caducidad, que
quedan comprendidas en el examen que debe realizar el tribunal al momento de proveer la
demanda. Sin embargo, no ocurre lo mismo cuando el supuesto parte de una base diferente, en que
no existe un despido propiamente tal, porque a priori el acto que da cuenta del vínculo entra las
partes es uno de servicios a honorarios.
Por de pronto, lo que se va a entrar a discutir es la existencia de una relación laboral, y ello
será su fundamento para las indemnizaciones contempladas en los artículos 162 y 163 del Estatuto
Laboral. Ese escenario no se encuentra comprendido en el artículo 168 del Código del trabajo, que
parte de la base que el término de la relación laboral se ha producido de acuerdo con los artículos
159, 160 y 161 del Código del Trabajo.
De esta manera, definido que se trata una causal de prescripción y no de caducidad, mal
puede aplicarse el artículo 447 del Código del Trabajo para declararla caduca.
2) Respecto a la prescripción de los derechos mínimos predeterminados
Además de lo ya señalado, este excelentísimo tribunal ha diferenciado entre lo que son los
derechos mínimos predeterminados y las condiciones en que las partes pueden convenir sobre
aquéllos. Respecto a los primeros se fija un plazo mayor para que opere la prescripción como modo
de extinguir las acciones judiciales, y para los segundos uno inferior, a saber, de dos años y seis
meses respectivamente (N.º 10.720-2018 y N.º 6.703).
Al respecto, resulta particularmente relevante y pertinente la sentencia N.º 104.758-2020,
que versa sobre el cobro de indemnizaciones y otras prestaciones laborales derivadas del despido,
el que se acompaña en un otrosí. Indica en el considerando octavo, décimo y undécimo que:
“Octavo: Que en la especie, se dedujo una acción destinada a obtener la declaración del
pago de indemnizaciones y otras prestaciones laborales derivadas del despido, derechos que se
contienen en el Código del Trabajo con carácter de irrenunciables, en el capítulo V, del Libro I, por lo
tanto, la prescripción aplicable es la consagrada en el inciso 1° del artículo 510 del Código del
Trabajo, que como se expresó, establece un plazo de dos años, el cual se computa a partir de la época
en que se hizo exigible, cuestión alrededor de la cual gira el problema propuesto en el recurso.”
4
“Décimo: Que, en tal orden de cosas, como ya se ha recogido por esta Corte, doctrina
relevante ha enseñado que la institución de la prescripción se opone a principios del derecho laboral,
como el de la irrenunciabilidad, entendida como la “imposibilidad jurídica de privarse
voluntariamente de una o más ventajas concedidas por el derecho laboral en beneficio propio”
(como lo define el profesor Américo Plá Rodríguez en su artículo “Renuncia y protección en el Derecho
del Trabajo”, en Revista Jurídica Legislación del Trabajo, T. XXVIII N° 127, Montevideo, p. 195), sin
embargo, nuestro ordenamiento, como otros en el derecho comparado, permiten este modo de
extinguir las acciones y derechos, pero limitando o acotando su ámbito de eficacia, con el objeto de
conservar a favor del trabajador la más amplia posibilidad de reclamar sus derechos. Una de las
fórmulas para conseguir dicho fin, es el de la determinación del momento de inicio de su cómputo,
que en general, en la legislación comparada, se hace coincidir con la época del término del contrato
(así acontece en Brasil, España, Uruguay y otros), pues dicha fórmula es la que mejor garantiza la
cobertura y protección de los derechos del asalariado, por cuanto no soslaya que la prescripción
extintiva, si bien es una sanción que se impone al acreedor poco diligente, en el ámbito laboral, tal
inactividad encuentra su sentido en la posición desmejorada en que se encuentra el trabajador, quien
suele preferir evitar conflictos con su empleador a fin de asegurar su salario, y decide accionar
judicialmente solamente una vez que la relación laboral llegó a su fin.
Undécimo: Que, acorde se transcribió, el artículo 510 del estatuto del trabajo opera bajo la
lógica de la distinción de la naturaleza de la prestación demandada, a fin de aplicar uno u otro
régimen de prescripción. Sin embargo, en el caso de su inciso primero, la voz “desde la fecha en que
se hicieron exigibles”, debe ser interpretada de acuerdo con lo expuesto precedentemente. En tal
perspectiva la doctrina establecida en el fallo impugnado, pugna con la naturaleza tuitiva del
derecho del trabajo en el cual se inserta la discusión, pues la interpretación de la norma en comento
debe ser coherente con sus basamentos; en tal sentido, a juicio de esta Corte, debe reafirmarse que
el derecho a reclamar por las indemnizaciones y otras prestaciones derivadas del despido nacen
precisamente cuando la relación laboral finaliza, por lo que el plazo de prescripción de la acción
sólo puede comenzar a correr desde la época en que se le puso término, ello, según la correcta
interpretación del inciso primero del artículo 510 del cuerpo legal citado (…)”
Así, el plazo para reclamar las indemnizaciones y otras prestaciones laborales nacen al
momento de que finaliza la relación laboral, y por dos años.
5
3. DE COMO DEBE ENTENDERSE LA FALTA O ABUSO, O ERRORES U OMISIONES MANIFIESTAS
Y GRAVES EN EL CASO CONCRETO
Este excelentísimo tribunal ha ido precisado y fijado los contornos que deben tenerse en
cuenta para determinar los casos en que se está en presencia de una falta o abuso grave. Se ha
sostenido que se configura, entre otros casos, cuando se incurre en una falsa apreciación del mérito
del proceso, circunstancia que se presenta cuando se dicta una resolución judicial de manera
arbitraria, por valorarse de forma errónea los antecedentes recabados en las etapas procesales
respectivas (Mario Mosquera Ruiz y Cristián Maturana Miquel, Los recursos procesales, Editorial
Jurídica, Santiago, año 2010, p. 387).
Luego, el concepto que introduce el artículo 545 del Código Orgánico de Tribunales, en
orden a que el recurso de queja tiene por exclusiva finalidad corregir “faltas o abusos graves”
cometidos en la dictación de resoluciones de carácter jurisdiccional, está íntimamente relacionado
con el principio elaborado por la doctrina procesal de la “trascendencia”, y que, en el caso concreto,
dice relación con la necesidad de que la falta o abuso tenga una influencia sustancial, esencial,
trascendente en la parte dispositiva de la sentencia (Barahona Avendaño, José Miguel, El recurso de
queja. Una Interpretación Funcional, Editorial Lexis Nexis, 1998, p. 40); situación que puede
configurarse, por ejemplo, cuando por un incorrecto análisis de los antecedentes del proceso y de
la normativa aplicable se priva a una parte del derecho a la tutela judicial efectiva.
Pues bien, En los presentes autos la falta y abuso grave se manifiesta en impedir a mi
representado a acceder en forma efectiva a la tutela judicial de sus derechos. Dicha decisión infringe
la garantía al debido proceso contenida en el artículo 19 número 3 de la Constitución Política de
Chile. En este sentido, frente a una interpretación en principio divergente se debe preferir y aplicar
aquella que resulta favorable a la demandante, conclusión que es coherente con el principio de
protección a los trabajadores.
III. REMEDIOS AL MAL QUE MOTIVA EL RECURSO
La falta o abuso graves, o errores u omisiones manifiestos y graves, han tenido como
resultado el fallo de segunda instancia, en el que los Jueces recurridos resuelven confirmar el
de primer grado que había decidido rechazar la demanda interpuesta por esta parte por
haberse generado la caducidad de la acción de indemnización en el contexto de una demanda
6
por reconocimiento de relación laboral. Si la falta o abuso, o los errores u omisiones, no
hubieran existido, los Jueces recurridos habrían tenido que dictar un fallo revocando
parcialmente el de primer grado, ordenando de esta forma dar curso a la demanda en cuanto a
la demanda de indemnizaciones laborales derivadas del despido, en un marco de acción de
reconocimiento de relación laboral, por no existir caducidad de la acción incoada.
Lo anterior es sin contar con las facultades que tiene V.S. Excma. para invalidar aún de
oficio el fallo pronunciado por los Jueces recurridos, en conformidad a lo dispuesto en los
artículos 541, inciso segundo, del Código Orgánico de Tribunales, y 775, inciso primero, del
Código de Procedimiento Civil, pues la falta de fundamento para la decisión así lo autoriza, por
vicio de forma. Este es el único medio de reparar el mal que motiva este recurso, pues la ley no
admite recurso jurisdiccional en este procedimiento.
POR TANTO, y de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 541, inciso primero, y 545 y
siguientes, del Código Orgánico de Tribunales, 775, inciso primero, del Código de Procedimiento
Civil, y Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema sobre Tramitación y Fallo del Recurso de
Queja,
A V.S. EXCMA. PIDO se sirva tener por interpuesto el presente recurso de queja en
contra del Ministro Sr. Mario Danilo Alejandro Rojas, Ministro Suplente Sr. Sergio Guillermo
Córdova Alarcón y Fiscal Judicial Sra. Ana María Antonieta Hernández Medina, integrantes de la
décima sala de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago, por dictar, con falta o abusos graves,
o errores u omisiones manifiestos y graves, el fallo ya individualizado, admitirlo a tramitación y,
previo informe de los jueces recurridos, acoger el recurso e invalidar o dejar sin efecto la sentencia
interlocutoria de segunda instancia pronunciada en el juicio de declaración de existencia de relación
laboral, despido injustificado, nulidad del despido y cobro de prestaciones laborales, dictando en su
lugar una nueva sentencia interlocutoria que revoque el de primera instancia, quedando entonces
el proceso en calidad de citar a las partes el tribunal ad quo a la audiencia preparatoria respecto a
la acción de despido y las indemnizaciones y cobro de prestacionales derivadas del aquel.
PRIMER OTROSÍ: Solicito a US. Excma. tener por acompañado los siguientes documentos:
1) Copia del fallo de primera instancia dictado por el Primer Juzgado de Letras del trabajo,
causa RIT O-6467-2023, el día 14 de septiembre del año 2023.
7
2) Copia del fallo de segunda instancia dictado por la décima sala de la Ilma. Corte de
Apelaciones de Santiago, N.º de ingreso 3752-2023, el día 02 de noviembre del año 2023.
3) Copia del fallo N.º 104.758-2020, pronunciado por este excelentísimo tribunal.
SEGUNDO OTROSÍ: Sírvase VS. Excma. que, para resolver sobre este recurso, disponer se traiga
a la vista el expediente de la causa en que él incide, oficiando al efecto a la Ilma. Corte de
Apelaciones de Santiago a fin de que los ministros y Fiscal Judicial Recurrido, junto con su
informe, lo remitan, con la constancia de haberse cumplido lo dispuesto en la letra b) del
artículo 549 del Código Orgánico de Tribunales.
TERCER OTROSÍ: Ruego a VS. Excma. tener a bien concederme un plazo razonable para acompañar
el certificado de rigor que exige el artículo 548 inciso 4 del Código Orgánico de Tribunales.