DERECHO CONSTITUCIONAL I
1 al 9 CPR
BASES DE LA INSTITUCIONALIDAD
Profesor: José Cisternas Tapia1
1. Introducción
Establece como se debe interpretar el texto Constitucional
El capítulo I de la CPR establece las “Bases de la Institucionalidad”. Se trata de un
capítulo que contiene los principios y valores que estructuran la columna vertebral
Como la Constitución
ideológica de la Constitución y del ordenamiento jurídico chileno. Chilena se Construye
El TC lo ha definido como un “marco de carácter valórico y conceptual” en donde se
establecen los principios y valores básicos del ordenamiento jurídico chileno (STC 167-
93, c. 10 y 280-98, c. 12).
A diferencia de otros textos constitucionales, en el Derecho Comparado, la CPR no
cuenta con un preámbulo y los principios y valores que suelen encontrarse en éstos han
sido positivizados como normas. La Constitución NO tiene un preámbulo
A juicio de la profesora Marcela Peredo “Las Bases de la Institucionalidad se definen
como aquellas directrices a partir de los cuales se sustenta el ordenamiento jurídico
constitucional vigente”. Para el profesor Cea Egaña la palabra bases, indica la
importancia fundamental del mismo.
Por ende las Bases de la Institucionalidad, sirven para comprender e interpretar la
Constitución.
De acuerdo a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, la Constitución y
todo el resto del ordenamiento jurídico deben interpretarse conforme a las
disposiciones de este capítulo. Así el TC ha sostenido que “el art. 1° de la Carta
Fundamental constituye uno de los preceptos fundamentales en que se basa la
El Artículo 1 y 5 CPR DE MEMORIA
1
Abogado. Licenciado en Derecho por la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Diploma en
Estudios Europeos por la Universidad de Concepción. Magister en Derecho Constitucional con mención en
Derecho Procesal Constitucional por la Universidad de Talca. Premio Tribunal Constitucional 2021. Profesor
de la Cátedra de Derecho Político y Constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de la
Santísima Concepción. Profesor de Fundamentos y Bases Constitucionales y de Acciones y Órganos
Constitucionales de la Universidad del Desarrollo, sede Concepción. Profesor del Magíster en Litigación
Constitucional de la Universidad San Sebastián. Correos electrónicos:
[email protected];
[email protected] y
[email protected] 1
DERECHO CONSTITUCIONAL I
institucionalidad, ya que por su profundo y rico contenido doctrinario refleja la filosofía
que inspira nuestra Constitución y orienta al intérprete en su misión de declarar y
explicar el verdadero sentido y alcance del resto de la preceptiva constitucional” (En
este sentido, STC 19-83, c. 9 y 53-88, c. 12).
No obstante lo anterior, a juicio de Peredo, las Bases de la Institucionalidad no son
valores, sino que directrices. La Constitución no necesita una ley habilitante
2. Características de las Bases de la Institucionalidad
Derechos Fundamentales (TTII), no todos los derechos están garantizados
1) Tienen un carácter interpretativo: es decir, la constitución completa puede ser
interpretada desde esas bases. Interpretar, (determinar el sentido y alcance)
2) Poseen un carácter orientador: porque instruyen a los poderes públicos y
determinan su actuación.
3) Poseen un carácter obligatorio: porque si el órgano del Estado infringe las bases
de la institucionalidad, podrían exceder su competencia y sus actos podrían ser
inconstitucionales.
4) La institucionalidad vigente se refiere a la institución y la Constitución es una
institución jurídico-política, por lo tanto, esta institución implica entender que la
Constitución es una creación con un fin lícito y que está ordenada al bien común.
5) Las bases de la institucionalidad no son neutras en Chile, porque la idea de la No existe la
Constitución está reflejada en las bases, el elemento intelectual de la Constitución está Neutralidad
en las bases. Todos tienen una tendencia política, incluso la Constitución (Principio de Subsidiariedad)
6) En razón de su importancia, la Constitución establece que su modificación
requiere del quórum de cuatro séptimos de los diputados y senadores en
ejercicio (art. 127, inciso segundo CPR).
Quorum Supramayoritario
Indulto General de Delitos Terroristas 2/3
2
DERECHO CONSTITUCIONAL I
3. Artículo 1° Comparar con el Proyecto 2022
"Artículo 1. Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
Dignidad y Permanecen (Conceptos
La familia es el núcleo fundamental de la sociedad. que cambian con la CPR de 1789)
El Estado reconoce y ampara a los grupos intermedios a través de los cuales se organiza
y estructura la sociedad y les garantiza la adecuada autonomía para cumplir sus
propios fines específicos.
El Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien
común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a
todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización
espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta
Constitución establece.
Es deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y a
la familia, propender al fortalecimiento de ésta, promover la integración armónica de
todos los sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a participar con
igualdad de oportunidades en la vida nacional".
3.1. La Persona
Si bien el ordenamiento jurídico chileno reconoce las personas naturales y jurídicas,
el artículo 1 se refiere a las primeras.
Dicha acepción abarca tanto a hombres como mujeres, y tal como sostiene Cea
Egaña “esa expresión ha sido empleada en su sentido más amplio y genérico, el cual
incluye a los individuos de ambos sexos, de cualquiera edad y condición, es decir, a
todos los miembros de la sociedad humana, sin distinción o exclusión, sean nacionales
o extranjeros, adultos o niños, con o sin pleno ejercicio de razón, libres o privados de
libertad”2.
2
CEA EGAÑA (2017), p. 204.
3
DERECHO CONSTITUCIONAL I
El art. 1 establece tres valores angulares del marco constitucional chileno: libertad,
igualdad y dignidad.
3 Valores Constructivos de la Carta Fundamental
1- Libertad: Tiene un factor o elemento positivo y un elemento negativo. Desde esa
perspectiva (positiva) se entiende que la libertad supone poder realizar la
individualidad del ser humano, es decir, libertad para ser, para actuar; y un
sentido negativo significa una prohibición para el sujeto, que se identifica y se
En un Sentido Positivo, Renuncia su
concreta en el derecho ajeno. Libertad en favor de Vivir en Sociedad
2- Igualdad: La igualdad es un hecho que debe ser regulado por el derecho, de
modo que existe una igualdad jurídica y una igualdad natural. Jurídicamente se
genera una ficción jurídica, mediante la cual, a partir de normas, principios, se
busca la igualdad de trato, que lo único que puede proteger es que el individuo
no sea objeto de discriminación arbitraria. Uno no puede ser objeto de Arbitrariedad
3- Dignidad: Es aquella cualidad inherente al ser humano, por el hecho de ser tal,
eso significa que no añade nada que esa dignidad se reconozca en las cartas
constitucionales, en el sentido que las personas no poseen dignidad por el hecho
de que la Constitución así lo declare, sino que la dignidad y los derechos son
anteriores a las normas jurídicas. Como sostiene Cea Egaña, este concepto
originado en el pensamiento iusnaturalista significa que “toda persona humana,
por ser tal y sin más exigencias, nace y ha de convivir con la cualidad de digno, o
sea, de trascendencia a la historia, sujeto libre e igual al prójimo, cuyo destino es
realizar un proyecto de vida, con un sello singular o propio”3.
Declaración Universal de los Derechos Humanos: La
3.2. La Familia Familia es el elemento Natural y Fundamental de la
Sociedad y tiene D° a la protección de la Sociedad y del E°
Junto con reconocer que es el “núcleo fundamental”, la Constitución establece que
el Estado tiene un deber general de “dar protección a la […] familia [y] propender al
fortalecimiento de ésta.
3
Ibídem, p. 207.
4
La Familia expresada en la
DERECHO CONSTITUCIONAL I
Familia Restringida Matrimonio e Hijo Legítimos
CPR es un concepto Neutro Familia Amplia Consanguinidad y Afinidad
Sin embargo, no existe una definición constitucional de la familia, sin perjuicio de
que el diccionario de la Real Academia Española, la define como “grupo de personas
vinculadas por relaciones de matrimonio, parentesco, convivencia o afinidad” 4.
La familia constituye el núcleo fundamental de las agrupaciones mayores, es decir,
del conjunto que se llama la “Sociedad Civil”. Tal como indica Cea Egaña, la “familia no
es cualquier sociedad, sino que es el centro primordial, básico y principal de la sociedad
en su globalidad, desde donde emana, se nutre el resto de la estructura social” 5.
Cabe señalar que en doctrina existen discusiones en torno a la voz familia, en
particular si estás se encuentran fundadas o no en vínculo matrimonial6.
El Tribunal Constitucional entiende que la protección de la familia se relaciona
directamente con el derecho a la integridad personal, “tanto en su ámbito físico como
psíquico” (STC 2867), lo que eventualmente podría generar una tutela indirecta de esta
cláusula a través de los mecanismos de garantía del derecho recogido en el art. 19.1 de
la Constitución. Art 102 cc: Matrimonio El TC protege la familia
Art 19 N° 4 CPR:
3.3. Grupos Intermedios
Art 1 inc 3: Los Grupos Intermedios
Los grupos intermedios son aquellos que tienen por objeto el desarrollo de
actividades lícitas según sus intereses, y que se encuentran entre el individuo y el
Estado y sus órganos. El tener Personalidad Jurídica permite tener Estatuto, esa es su Cosmovisión
La Constitución consagra la autonomía de los grupos intermedios y establece un
deber estatal de reconocimiento y amparo de ésta. La autonomía es a juicio de Cea
Egaña: “la capacidad de gobierno, mediante autoridades y normas propias, que
incumbe a cada grupo intermedio con sujeción a las normas de la Constitución y la ley” 7,
por lo cual autonomía es, en este sentido, libertad de formación, organización y
actuación de frente al Estado y a otros grupos. Permite Desarrollar y Cumplir sus propios Fines Específicos
Entre e Individuo y el Estado NO se distingue si tiene o no Personalidad Jurídica
Area de la Salud, protege de la vida del que esta por nacer
4
https://dle.rae.es/familia Tener Personalidad Jurídica ayuda más a Proteger estos
5
Cfr. CEA EGAÑA (2017), p. 211. Fines Específicos (lo otorga el Ministerio de Justicia)
6
Ibídem.
7
CEA EGAÑA (2017), p. 217.
5
DERECHO CONSTITUCIONAL I
En otras palabras, el Estado señala el marco normativo global dentro del cual los
grupos intermedios se desenvuelven, pero se compromete a respetar el derecho de
ellos a dictar su normativa y a hacerla cumplir por medios propios.
Esto quiere decir que la Constitución parte del supuesto de que no solo existen y que
lo son con prescindencia de la voluntad pública, sino que es obligación del Estado
protegerlos, colaborar con ellos y, con sujeción al principio de subsidiariedad,
ayudarlos y fomentar su existencia y desenvolvimiento8. Eso no significa que el Estado
garantiza el ejercicio de cualquier autonomía, sino de aquella que adecuada, apropiada,
proporcionada o conveniente para los fines específicos del grupo9.
Para el TC, la autonomía de los grupos intermedios tiene, como rasgo esencial, la
autonomía o autodeterminación asociativa, lo que incluye “el hecho de regirse por sí
mismos; esto es, por la necesaria e indispensable libertad para organizarse del modo más
conveniente según lo dispongan sus estatutos, decidir sus propios actos, la forma de
administrarse y fijar los objetivos o fines que deseen alcanzar, por sí mismos y sin
injerencia de personas o autoridades ajenas a la asociación, entidad o grupo de que se
trata” (STC 184, 1536, 1537, 2731, 1295, 226, 2487).
Adicionalmente, un sector importante de la doctrina estima que este precepto recoge
el principio de subsidiariedad, siguiendo la formulación de la doctrina social de la
Iglesia planteada en la encíclica Quadragesimo Anno de Pío IX.
En efecto, el principio de subsidiariedad del Estado es un principio que nace en el
derecho canónico y que significa que aquel solo debe colaborar con aquellos grupos que
no puedan hacerlo por sí mismos. Trae como consecuencia un Principio desde toda la
Existencia Constitucional, el Principio de Subsidiariedad
Eso significa que el Estado tiene dos deberes concretos, toda vez que, el principio de
subsidiariedad tiene dos dimensiones: negativa y positiva.
El primero es un deber de no interferir en el desarrollo de esos grupos, y el segundo,
propicia la intervención estatal cuando los privados no pueden desarrollar sus propios
fines por su cuenta o cuando carecen de interés en una determinada materia.
Usualmente, el principio de subsidiariedad se ha entendido ideológicamente como
una forma de limitar la intervención estatal en la actividad económica, interpretando
Si bien se permite la autonomía de grupo intermedios
8
CEA EGAÑA (2017), p. 216. sus Fines no se pueden cruzar con otros Fines
9
Ibídem, p. 217.
El Estado debe Obrar o Abstenerse 6
DERECHO CONSTITUCIONAL I
las reglas aplicables a la creación y administración de empresas estatales de forma
restrictiva (art. 19.21, inciso segundo).
El TC ha entendido el alcance del principio en el siguiente sentido: “de acuerdo con el
principio de subsidiariedad, al Estado no le corresponde absorber aquellas actividades
que son desarrolladas adecuadamente por los particulares, ya sea personalmente o
agrupados en cuerpos intermedios. Ello se debe entender, sin perjuicio, de aquellas que,
por su carácter ha de asumir el Estado” (STC 352-02, c. 7).
Como se observa, esta comprensión del principio enfatiza su dimensión restrictiva,
respecto de la actividad estatal. Pese a ello, existen otras decisiones que han
reivindicado la actuación estatal en defecto de la oferta de los privados (por ej., STC
1295 y STC 1254).
Así, la Constitución no es neutra porque entiende que es deber del Estado reconocer
y amparar esos grupos, pero no los crea, porque los grupos intermedios surgen de la
libertad de la asociación.
3.4. Fines del Estado
La Constitución prescribe que el Estado “está al servicio de la persona humana y su
finalidad es promover el bien común”.
El principio de servicialidad del Estado supone una concepción iusnaturalista en la
Constitución chilena en el entendido que la base de la servicialidad es la primacía de la
persona, es decir, la persona es anterior al Estado.
En cambio, en los Estados cuya concepción es transpersonalista se sostiene no en la
primacía de la persona, sino que de otros elementos que instrumentalizan al ser
humano.
Si bien sobre el concepto de bien común existen múltiples definiciones, el sentido
fundamental de esta última es buscar un conjunto de condiciones que se le permita a
todos y a cada uno de los miembros de la comunidad nacional acercarse, en la medida
de lo posible, a su pleno desarrollo personal.
7
DERECHO CONSTITUCIONAL I
Cabe señalar que la definición de bien común está tomada de la doctrina social de la
Iglesia Católica Apostólica Romana, a partir de encíclicas como Mater et Magistra y
Pacem in Terris y la constitución pastoral Gaudium et Spes.
Como sostuvo un reciente fallo del Tribunal Constitucional chileno, el cual en
sentencia del 21 de diciembre de 2020 en causa rol 8823 en su considerando séptimo
sostuvo: “El Estado existe por el bien del hombre, no el hombre por el bien del Estado”.
En consecuencia, el bien común no es un concepto vago e indeterminado, sino que
conforme al art. 1º inciso 4º implica que el Estado debe generar las condiciones para
que el ser humano se realice de la mejor mayor manera posible para su desarrollo
material y espiritual.
3.5. Deberes específicos del Estado
En el inciso final del artículo primero, se establecen cinco deberes específicos del
Estado. Estos son:
1) Resguardar la seguridad nacional: El Estado debe velar por la seguridad
interna y externa de la nación.
2) Dar protección a la población y a la familia: Los órganos del Estado, en
concordancia con el principio de servicialidad, deben proteger a la nación toda,
de manera que las políticas públicas deben tender a proteger a los habitantes del
territorio nacional.
3) Propender al fortalecimiento de la familia: La familia —como sujeto de
protección constitucional— posee un sentido amplio en el entendido que la
protección y fortalecimiento de la familia está directamente relacionado con la
integridad de las personas tanto en su ámbito psíquico como físico, de acuerdo
con el art. 19 Nº 1 de la CPR. Asimismo, de la sentencia rol número 2867 del TC
emana la jurisprudencia que incorpora a la idea de familia el concepto de
persona humana, en el entendido que la familia es una extensión del desarrollo
personal del ser humano como primer grupo intermedio.
8
DERECHO CONSTITUCIONAL I
4) Promover la integración armónica de todos los sectores de la Nación. En
relación a este deber del Estado que es un derecho inalienable de todas las
personas, incluyendo a las minorías, formar parte de la comunidad nacional, por
lo que el Estado debe promover la integración armónica de todos los sectores de
la nación, velando por su participación en la vida económica, política, social y
cultural del país.
5) Asegurar el derecho de las personas a participar en condición de igualdad
de oportunidades. Esta norma es de vastas proyecciones, pero sin duda
adquiere especial relevancia en los procesos electorales y plebiscitarios, ya que,
a través de ellos, el Pueblo ejerce la soberanía nacional manifestando su parecer
sobre las personas que estarán a cargo de llevar adelante las funciones básicas
del Estado.
4. Artículo 2.
No señala COMO SON
“Son emblemas nacionales la bandera nacional, el escudo de armas de la República
y el himno nacional”. Para generar una Identidad con estos elementos
Este artículo hace alusión a la identidad constitucional de los pueblos, y
especialmente a los emblemas que sirven para significar o representar la unidad del
Estado. Decreto 1534: Señala COMO SON los emblemas
Ciertas fechas sean de Obligatoria Presencia 21 de Mayo, 18 y 19 de Septiembre
A su vez, la consagración constitucional de los emblemas patrios en nuestra
Constitución es una expresión de la identidad constitucional chilena. La expresión
identidad constitucional se entiende como "un conjunto de rasgos que singulariza, en
el plano jurídico-político, las opciones fundamentales de una comunidad frente al resto
de los estados y organizaciones internacionales o supranacionales.
Por último el artículo 22 de la CPR, dispone que todo habitante de la República debe
respeto a Chile y a sus emblemas nacionales. Además, conforme al artículo 63 n° 6 de la
CPR, son materias de ley las que modifiquen las formas o características de los
emblemas nacionales.
Art 22 CPR: Todo Habitante de la República debe respeto a Chile y a sus Emblemas Nacionales
Deber de todo Chileno en hacer prevalecer sus Valores Esenciales de la Tradición Chilena
9
Globalización genera mas complicidad al momento
de determinar cuales son los Valores Esenciales
Indio Pícaro, las Fiestas Patrias, el Rodeo
Desconcentración: delegar un función
Descentralización: crear un ente (Delegado Presidencial) autoridad regional
propio con su patrimonio y propia DERECHO CONSTITUCIONAL I nombrada y removida por mera voluntad del
personalidad jurídica (Gobernador Presidente, es una parte del Órgano central
Regional) (Ministerio del Interior) Representante del
Porque tiene 5. Artículo 3 Presidente en la Región
Personalidad
Juridica y un FORMA DE ESTADO Un solo Centro de Decisiones Políticas
Patrimonio Propio “El estado de Chile es unitario. La soberanía es ejercida por Un solo Gobierno
La administración del Estado será funcional y territorialmente descentralizada, o
desconcentrada en su caso, de conformidad a la ley. Su problema raíz es el Centralismo
Los órganos del Estado promoverán el fortalecimiento de la regionalización del país
y el desarrollo equitativo y solidario entre las regiones, provincias y comunas del
territorio nacional". Importante el Ánimo de Vivir Juntos
De esta disposición fundamental se pueden extraer tres ideas capitales:
Municipalidad es Descentralizada
1- El Estado de Chile tiene la forma jurídica de un Estado unitario.
2- La división territorial fundamental en su estructura general es la región.
3- La Administración estatal será —imperativo categórico— descentralizada o
desconcentrada, ya sea territorial como funcionalmente.
De este modo, el constituyente chileno ha querido combinar la unidad del Estado,
como principio básico articulador del poder político, con la descentralización o
desconcentración administrativa como instrumento de gestión administrativa: Así, el
impulso de la regionalización y reparto del poder administrativo se hace en el marco
del Estado-nación existente, descartándose, al menos por ahora, la posibilidad de seguir
modelos de Estado compuesto de tipo federal o con regiones o comunidades
autónomas.
Pero qué implica realmente la existencia de un Estado de Chile unitario y cómo se
articula esto con la existencia de una Administración Pública descentralizada o
desconcentrada10.
En primer término, se entiende por Estado unitario —de acuerdo al Diccionario de
Administración Pública chilena— al Estado cuya soberanía, tanto interna como externa,
10
Cabe indicar que a juicio de Cea Egaña, en Chile no hay descentralización ni desconcentración en su acepción
política, como tampoco de índole normativa, judicial y de control o fiscalizadora”. CEA EGAÑA (2017), p.
244.
10
DERECHO CONSTITUCIONAL I
es ejercida por un solo gobierno, lo que significa reconocer que el Estado chileno tiene
un solo centro de decisiones políticas, el que está dado por los órganos del Gobierno
central.
En este sentido, el constituyente chileno rechaza la idea de construir un modelo
federal en Chile, optando por una descentralización progresiva de la Administración
estatal —principalmente con base regional—, la que sin afectar la unidad soberana del
Estado —en lo político—, lleve —en lo administrativo— a una Administración Pública
más eficiente y eficaz en beneficio de los ciudadanos".
Por lo tanto, esta tercera base de nuestra institucionalidad refleja la forma jurídica
del Estado chileno. Vale decir, que Chile sea un Estado unitario significa que posee un
solo centro de impulsión política y jurídica. Por ende, en un estado unitario se reconoce
que existe un solo centro de poder que deriva en cómo se ejercen las funciones del
poder estatal.
En consonancia con lo anterior, clásicamente se distingue por un órgano que hace
la ley, otro que ejecuta la ley y otro que aplica la ley. Por ello, un estado unitario se
caracteriza porque posee una sola función legislativa, una sola función ejecutiva y una
sola función judicial.
En nuestro ordenamiento constitucional, el estado unitario causa centralismo
en la toma de decisiones, el cual se matiza a partir de la desconcentración y
descentralización como mecanismos o remedios ante ese centralismo. Con razón, la
Constitución dispone que la administración del Estado será funcional y territorialmente
desconcentrada o descentralizada según su caso. En consonancia con lo anterior, la
desconcentración se define como la delegación de funciones de un órgano
superior a un órgano inferior o subordinado, el órgano superior posee
personalidad jurídica y patrimonio propio. De modo que el órgano subordinado
actúa con la personalidad jurídica y el patrimonio del superior jerárquico. Por lo tanto,
la desconcentración es una delegación de funciones que puede ser funcional, territorial
y mixta.
En el primer caso, consiste en que el órgano desconcentrado delega funciones o
atribuciones al órgano subordinado.
11
DERECHO CONSTITUCIONAL I
En el segundo caso, en términos territoriales, la desconcentración supone una
delegación de funciones en razón de una unidad de territorio. Así, la Carta Fundamental
distingue tres unidades territoriales, esto es, regional, provincial y comunal.
En el tercer caso, la delegación mixta atiende tanto a las funciones como a la unidad
territorial.
En cambio, la descentralización supone que un órgano creado por ley con
personalidad jurídica y patrimonio propio se rige por las facultades que la
Constitución o la ley que los crea le faculta competencialmente.
Esa descentralización administrativa puede ser funcional o territorial; en el caso de
la región, verbi gratia, el gobierno regional es un órgano autónomo que se encuentra
territorialmente descentralizado.
Asimismo, y en razón de la unidad de territorio que implica una comuna, la Carta
Fundamental expresa que las municipalidades son corporaciones de derecho público
de carácter autónomo reguladas por la ley orgánica constitucional de municipalidades
y que se encuentran descentralizadas territorial y funcionalmente, de modo que es un
tipo de descentralización mixta, porque en cada comuna el alcalde ejerce las funciones
reguladas por la Constitución y su respectiva ley orgánica constitucional.
Por último, el artículo tercero, inciso final, regula el principio de solidaridad y
desarrollo equitativo de las regiones, provincias y comunas., cuando sostiene que: “Los
órganos del Estado promoverán el fortalecimiento de la regionalización del país y el
desarrollo equitativo y solidario entre las regiones, provincias y comunas del territorio
nacional”. Rapa Nui no más de 30 Días
El sentido de este inciso final del art. 3° a juicio del profesor Nogueira es la de que
diversos órganos estatales se comprometan en una acción positiva destinada a
fortalecer o incrementar la regionalización del país, potenciando la entrega de recursos,
funciones y atribuciones a los gobiernos regionales. Asimismo, se incorpora la idea de
equidad y solidaridad entre las diversas unidades político-administrativas dentro del
territorio nacional, las que se determinan como bases de la institucionalidad, ya que
antes se encontraban en el ex artículo 104, inciso primero, anterior a la reforma de
2005.
12
DERECHO CONSTITUCIONAL I
En este contexto, en el año 2007 se ha introducido una tercera reforma
constitucional por la ley N° 20.193, publicada en el Diario Oficial el 30 de junio de 2007,
mediante un nuevo artículo 126 bis, para posibilitar el establecimiento de estatutos
jurídicos especiales de los territorios insulares de Isla de Pascua y del Archipiélago Juan
Fernández. Va a ser territorio especial si es a través de una Ley de Quorum Calificado
Son territorios especiales los correspondientes a Isla de Pascua y al Archipiélago
Juan Fernández. El Gobierno y Administración de estos territorios se regirá por los
estatutos especiales que establezcan las leyes orgánicas constitucionales respectivas.
Dicha reforma constitucional del año 2007 recién vio la luz en relación a la Isla de
Pascua en el año 2018 cuando se publicó la ley 21.070 que regula el ejercicio de los
derechos a residir, permanecer y trasladarse hacia y desde el territorio especial de Isla
de Pascua. No es tan estricta tiene situaciones excepcionales
Finalmente a juicio de la profesora Peredo en relación a este inciso final del artículo
tercero, la solidaridad y equidad supone un complemento al principio de subsidiariedad
del artículo primero de la Constitución, en el entendido que el deber del Estado es
promover el fortalecimiento de la regionalización del país y el desarrollo equitativo de
las regiones, provincias y comunas en el territorio nacional.
Reforma a la forma de los emblemas nacionales se realiza a través de una Ley
6. Artículo 4°
“Chile es una república democrática”
Antes tenia mucha nociones de República Aristocrática
El art. 4 establece dos cláusulas de capital importancia: el carácter republicano y la
democracia como forma de gobierno.
Sufragio Directo En caso de destitución del presidente actual por acusación inconstitucional
En la Constitución chilena, la república democrática asume ciertas características
básicas. Igualdad Jurídica
En primer término, que las máximas autoridades del Estado son elegidas
popularmente de forma directa. A la fecha, se incluyen el Presidente de la República,
diputados, senadores, alcaldes, concejales, consejeros regionales, convencionales
constituyentes y hace un par de días atrás a los gobernadores regionales.
13
DERECHO CONSTITUCIONAL I
En segundo término, las autoridades deben rendir cuentas ante la ciudadanía y
para ello se establecen diversos mecanismos, tanto formales como informales.
En tercer lugar, la renovación de las autoridades electas se hace a través de
elecciones periódicas que cuentan con las garantías electorales básicas y con los
mecanismos de supervisión y control que permiten que la competencia electoral se
base en principios de igualdad política.
En cuarto término, los ciudadanos gozan de igualdad política al momento de
concurrir a las elecciones, basándose en la regla básica de un ciudadano, un voto.
Y, es que, a partir de esta base de la institucionalidad, todos los órganos del Estado
se constituyen en garantes del pluralismo político como base de una democracia
constitucional.
Con razón, el TC en sentencia 567 en su considerando 22 sostuvo que "La
democracia únicamente puede existir de la mano del pluralismo, cuyo antecedente
histórico es la tolerancia. El pluralismo se enmarca dentro de la libertad, tanto en el
campo de las creencias e ideas como en el de las organizaciones voluntarias, entre las
que cabe señalar a los partidos o movimientos políticos. Se define por el reconocimiento
de la diversidad. Su nombre deriva de la pluralidad de los ciudadanos y sus derechos.
Es la antítesis de la uniformidad. El pluralismo comprende la libertad para elaborar
ideas, el derecho a difundirlas y a organizarse para llevarlas a la práctica. De tal forma,
en la democracia pluralista siempre habrá una tensión entre consenso y disenso. Ambos
elementos deben encontrar un equilibrio adecuado en la 'concordia discors', de tal
manera que se permita la inclusión del otro respetando su diversidad".
Sin embargo a juicio de la profesora Peredo, hoy en día existe una crisis de la
democracia representativa en virtud de dos factores que han debilitado la
representatividad de los actuales parlamentos:
1) El primer factor se refiere a la denominada "orden de partido" mediante el
cual se influencia desde la coalición política o desde el partido político al que
pertenece el parlamentario la manera de legislar o de votar sobre un asunto.
14
DERECHO CONSTITUCIONAL I
2) El segundo factor que afecta la representación en la democracia es lo que
se ha denominado como "captura del poder o captura al Estado".
En este contexto, una cuestión central de la democracia chilena es su carácter
representativa. En ésta, los partidos políticos cumplen un rol clave. La Constitución de
1980 reaccionó con desconfianza al rol de los partidos políticos, regulándolos como una
mera asociación privada más dentro del derecho de asociación (art. 19.15).
7. Artículo 5° Nación es un ente abstracto
Pueblo cuerpo electoral, ciudadanía, adquieren D° y deberes Sociales y Políticos
Artículo 5º.- La soberanía reside esencialmente en la Nación. Su ejercicio se realiza
por el pueblo a través del plebiscito y de elecciones periódicas y, también, por las
autoridades que esta Constitución establece. Ningún sector del pueblo ni individuo
alguno puede atribuirse su ejercicio.
El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos
esenciales que emanan de la naturaleza humana. Es deber de los órganos del Estado
respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por
los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.
El art. 5 establece la regla de soberanía, su titular, las formas de ejercicio y sus
límites. La Constitución atribuye a la nación —y no al pueblo— la titularidad de la
soberanía. Por su lado, el proyecto de Nueva Constitución indica todo lo contrario, esto
es, que la soberanía reside en el pueblo y no en la Nación.
¿Tiene alguna relevancia esta discusión?
Para ello, cabe indicar que el tema de si estamos frente a la “soberanía nacional”
o “frente a la soberanía popular” fue parte de las discusiones que enfrentaron los
miembros de la CENC, entre estos, los comisionados Silva, Bertelsen y Guzmán 11.
11
Cfr. CEA (2017), pp. 257-259.
15
DERECHO CONSTITUCIONAL I
A continuación, dispone que el ejercicio se realiza por el pueblo y por las
“autoridades que esta Constitución establece”.
La Constitución de 1980 vuelve a reiterar que “ningún sector del pueblo ni
individuo alguno puede atribuirse su ejercicio”, pero omite la sanción que hacía la
Constitución de 1925 por infracción de dicha prohibición, calificando dichas conductas
como sedición.
En relación al ejercicio popular de la soberanía, la Constitución menciona sólo
las elecciones y el plebiscito. Originalmente, la Constitución de 1980 y su legislación
orgánica constitucional complementaria, preveía sólo tres elecciones: de Presidente de
la República, diputados y (algunos) senadores (ya que, hasta el 2005, parte de los
senadores no eran electos, ya sea por designación o por carácter vitalicio en el caso de
ex presidentes de la república). Con el tiempo, se agregaron otras elecciones de carácter
regional y local y hoy se establecen las elecciones de alcalde, concejales, consejeros
regionales y gobernadores regionales.
En relación a los plebiscitos, el ordenamiento jurídico chileno es
sumamente restrictivo y sólo conoce de dos variantes.
En primer lugar, existe una alternativa en el marco de la reforma a la
Constitución, pero que nunca ha sido aplicada (Artículo 128 de la Constitución).
En segundo lugar, a nivel de gobiernos locales, los municipios pueden someter a
plebiscito comunal ciertas materias (Artículo 99 de la Ley Orgánica Constitucional de
Municipalidades).
Si bien las elecciones y el plebiscito son ejercicios formales de la soberanía a
través del sufragio, no puede entenderse que el precepto restrinja exclusivamente el
ejercicio de la soberanía estas dos instancias. Bien entendidas, el ejercicio de las
libertades de participación política constituye también parte de los circuitos
democráticos de deliberación, propio de cualquier actividad soberana.
La soberanía también es ejercida por “las autoridades que esta Constitución
establece”. Dicha mención, originalmente, era coherente con el carácter de “democracia
protegida” que establecía la Constitución, asignándole a las Fuerzas Armadas el rol de
ser “garantes de la institucionalidad” y dotando al Consejo de Seguridad Nacional de la
facultad de “representar” políticamente las decisiones al Presidente de la República.
16
DERECHO CONSTITUCIONAL I
En materia de límites, el art. 5, en su inciso segundo, establece que el Estado, en
ejercicio de su soberanía, tiene como límite los “derechos esenciales que emanan de la
naturaleza humana”, lo cual reafirma que la soberanía es un poder limitado, esto porque
reconoce que su ejercicio no puede vulnerar los derechos del ser humano.
Cabe destacar dos.
El primero se refiere a si tales derechos sólo comprenden aquellos que están
reconocidos por la Constitución y por los “tratados internacionales ratificados por Chile
y que se encuentren vigentes”. Cierta literatura entiende que el reconocimiento de
derechos fundamentales no se restringe exclusivamente a esas dos fuentes formales y
propone la recepción de la teoría de los derechos implícitos, basado una concepción
pre-estatal de los derechos —de corte iusnaturalista— e interpretando ampliamente el
art. 5 de la Constitución que establece los “derechos esenciales que emanan de la
naturaleza humana” como límite a la soberanía del Estado.
El segundo problema es el estatus de jerarquía normativa de los tratados
internacionales que consagran “derechos esenciales que emanan de la naturaleza
humana”, dentro del ordenamiento jurídico chileno Al respecto, han existido cuatro
posturas.
La primera posición entiende que los tratados internacionales que reconocen
“derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana” se ubican en el mismo
rango jerárquico que la Constitución y limitan el poder soberano de los órganos que
ésta ha constituido, por expresa disposición del art. 5.
Una segunda posición entiende que dichos tratados se encuentran en un nivel
intermedio de jerarquía entre la Constitución y las leyes. Para esta tesis, si bien los
tratados no pueden equipararse a las normas constitucionales, al consagrar derechos
fundamentales establecerían una limitación similar a la que fija la Constitución respecto
del legislador.
Una tercera posición estima que los tratados internacionales, al ser tramitados
internamente bajo el procedimiento de formación de leyes ante el Congreso Nacional,
deben ser adscritos a la jerarquía legal y en cualquier caso infraconstitucional, tal como
sostiene el profesor Fernando Saenger.
17
DERECHO CONSTITUCIONAL I
Finalmente una cuarta posición, es la establecida por la profesora Marcela Peredo en
virtud del cual, existen aún dos enfoques para los derechos humanos reconocidos en
tratados internacionales aplicables en el orden interno, una que denomina
"universalista" y otra que denomina de "identidad nacional”. Ello conforme a un criterio
de distinción doctrinario denominado margen de apreciación nacional que "se centra en
el rol de las Cortes Internacionales en la materia”.
La aplicación de estas tesis, en la jurisprudencia, ha tenido resultados dispares.
El TC ha optado, preferentemente, por una tesis de “supremacía constitucional”
que privilegia la jerarquía de la Constitución por sobre la aplicación de los tratados
internacionales que contienen derechos fundamentales.
La jurisprudencia de los tribunales superiores de Justicia (cortes de apelaciones
y Corte Suprema), por otro lado, han internalizado de distinta forma el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, no sólo validando tratados internacionales en
la interpretación de normas constitucionales y legales, sino también incluso
recurriendo directamente a distintas fuentes de Derecho Internacional para justificar
sus decisiones en materia de derechos humanos.
8. Bases del Estado de Derecho. Artículos 6 y 7 de la Constitución
Las bases del Estado de Derecho se encuentran en los arts. 6 y 7 de la Constitución.
En el caso del art. 6, encontramos el principio de supremacía constitucional,
el principio de defensa de la Constitución, el principio de fuerza normativa y el
principio de responsabilidad.
El art. 7 establece el principio de juridicidad (o legalidad) y la nulidad por la
infracción de dicho principio.
El art. 6 establece, en su inciso primero, que “los órganos del Estado deben
someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a ella, y garantizar
el orden institucional de la República”.
En base a dicha disposición se ha interpretado dos principios constitucionales:
supremacía constitucional y defensa de la Constitución.
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DERECHO CONSTITUCIONAL I
Por supremacía constitucional debe entenderse que la Constitución es una
norma jurídica jerárquicamente superior al resto de las normas del ordenamiento
jurídico nacional y que establece los procedimientos de creación de otras normas o
fuentes formales. La Constitución, en consecuencia, opera como norma normarum en la
determinación de los criterios de validez de producción de normas de inferior jerarquía
normativa.
Por otro lado, para entender el principio de defensa de la Constitución debe
examinarse el esquema original de la Constitución de 1980.
En el texto de la Constitución sancionada por el régimen militar, las Fuerzas
Armadas tenían la función de ser “garantes de institucionalidad”.
El principio de fuerza normativa de la Constitución se establece en el art.
6, inciso segundo.
La literatura dominante entiende que el principio de fuerza normativa
determina la obligatoriedad jurídica de la Constitución, excluyendo con ello cualquier
atisbo que la Constitución sea una mera “norma programática” sin coercibilidad.
Además de lo anterior, la doctrina mayoritaria entiende que la fuerza normativa
comprende un mandato de eficacia directa de la Constitución, siendo una norma
susceptible de ser invocada y aplicada sin necesidad mediación legislativa o
reglamentaria. En este punto, es conveniente tener presente que la idea de eficacia
directa de la Constitución no puede servir de pretexto para que los órganos del Estado
puedan desbordar sus competencias jurídicamente establecidas.
Finalmente el vocablo precepto, empleado en el inciso 2° del artículo 6° de la
Carta Política, abarca tanto los valores, los principios de las normas o disposiciones
jurídicas, no solo estás últimas.
El principio de responsabilidad está consagrado en el inciso final del art.
6º: “la infracción de esta norma generará las responsabilidades y sanciones que
determine la ley”.
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DERECHO CONSTITUCIONAL I
En el ordenamiento jurídico chileno, una conducta que infringe la Constitución
podría generar responsabilidad política, civil, penal o administrativa.
Respecto del art. 7º, la doctrina entiende que aquí se establece el principio de
legalidad o juridicidad de la actuación de los órganos del Estado.
En particular, la Constitución fija tres exigencias para el actuar válido de los
órganos del Estado:
i) Contar con la investidura previa regular de sus integrantes,
ii) Actuar dentro de su competencia, y
iii) En la forma que prescribe la ley.
Esta es la tríada de validez de las conductas de los órganos del Estado.
El TC ha entendido que el principio de legalidad o juridicidad “supone que el
ejercicio de las competencias de las autoridades públicas se realice de conformidad con
lo dispuesto en la Constitución y las leyes, de forma que se disminuya el riesgo de la
extralimitación de funciones” (STC 790).
En relación al primer requisito, tanto la Constitución como las leyes fijan las
reglas para la integración de los órganos del Estado. Este presupuesto exige que
integración sea “regular” y “previa”. Por “regular” se entiende que se cumpla con los
requisitos y procedimientos reglados para la investidura en un cargo.
Por “previa” se ha entendido que la investidura debe completarse, de forma
regular, con anterioridad a la ejecución de los actos que sean de competencia del cargo.
El segundo requisito exige que la actuación estatal se enmarque en la
competencia de cada órgano. Por competencia debe entenderse la órbita de
atribuciones conferidas a dicho órgano por la Constitución y las leyes. Este requisito
obliga a actuar en un margen de acción tasado jurídicamente, que debe estar fijado en
forma precisa (STC 284).
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DERECHO CONSTITUCIONAL I
El tercer requisito establece que los órganos del Estado deben obrar bajo
el procedimiento establecido en la ley. El respeto al procedimiento o a la forma es
consustancial al actuar válido de parte de los órganos estatales.
Por otra parte, conviene aclarar que la expresión ley empleada en los artículos
6° y 7°, se refiere a una especie de precepto jurídico, pero que, en el texto contemplado,
posee un significado más amplio, es decir, que abarca desde la Constitución y todas las
normas legales hasta llegar, en descenso de la jerarquía normativa, al reglamento, los
auto acordados y las resoluciones de los organismos administrativos en asuntos
técnicos.
Ley es, por ende, un vocablo sinónimo de bloque jurídico en su plenitud. De ese
bloque es parte o componente relevante el ordenamiento jurídico contenido en los
tratados internacionales ratificados por Chile y con vigor actual en nuestro país.
A su vez, tal como sostiene el profesor Cea Egaña, los órganos del Estado son
“personas naturales que, debidamente investidas e incorporadas a una institución
pública, actúan en nombre de aquel, atribuyéndole o imputándole lo obrado o no por
ellos, tal como si el Estado mismo lo hubiera hecho”. En este sentido Cea Egaña indica
que “Órganos son, en tal sentido y con carácter general, las autoridades y funcionarios
públicos”.
El art. 7, inciso segundo, contiene a una norma de prohibición, que reafirma los
tres requisitos explicados.
Se establece expresamente que “ninguna magistratura, ninguna persona ni
grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias
extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan
conferido en virtud de la Constitución o las leyes”.
El TC ha declarado que, al tratarse de una prohibición de derecho público, es
“derecho estricto” y obligan a respetar los términos del mandato, “el que no puede
extenderse, por interpretación analógica, a otras situaciones que las expresamente
descritas y sancionadas en la norma de que se trata” (STC 2538).
Por otro lado, a partir de la lectura integral del art. 7º, se ha derivado el principio
de interpretación de corrección funcional.
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DERECHO CONSTITUCIONAL I
En base a éste, se obliga a una lectura armónica de las competencias que la
Constitución confiere a los órganos del Estado, de forma tal que el ejercicio de unas no
afecte la de otras. En los términos del TC, el principio implica “que cada órgano del
Estado tiene atribuciones que deben ser respetadas por el resto de los órganos” (STC
2558, c. 8).
Finalmente, se establece una regla de nulidad por incumplimiento de los
requisitos que establece el art. 7º: “todo acto en contravención a este artículo es nulo y
originará las responsabilidades y sanciones que la ley señale”.
A partir de esta regla, la jurisprudencia y la doctrina han desarrollado el
principio de responsabilidad y la nulidad de derecho público.
En relación al principio de responsabilidad, el TC ha entendido que conlleva “la
obligación de responder por los perjuicios causados por la infracción de un deber
jurídico” y que “no queda restringido al ámbito puramente legal, pues está incorporado
al ordenamiento constitucional, el que no sólo otorga rango constitucional a la
responsabilidad civil y penal sino que consagra estatutos concretos de responsabilidad
o le encomienda al legislador hacerlo” (STC 943, 2747 y 2801).
A partir de esta regla de nulidad, se ha desarrollado una doctrina de “nulidad de
derecho público”.
Se trata de una de las cuestiones más debatidas de las bases de la
institucionalidad, tanto por la literatura como por la jurisprudencia.
En términos simples, la nulidad de derecho público es una sanción de ineficacia
jurídica por el incumplimiento o violación de los requisitos establecidos en el art. 7 de
la Constitución.
Una primera tesis desarrolló un concepto de nulidad de derecho público que, en
cuanto a sus efectos, se asemejaba a una inexistencia jurídica. Los trabajos de Eduardo
Soto fueron el origen de esta tesis que, a partir de una lectura directa de la Constitución,
describían la nulidad de derecho público como una sanción de ineficacia que operaba
de pleno derecho, que no podía ser saneada y que es imprescriptible. Al no existir un
procedimiento específico para tramitar una demanda de nulidad de derecho público,
debía hacerse bajo las reglas residuales del juicio ordinario de mayor cuantía, como
22
DERECHO CONSTITUCIONAL I
regla por defecto en materia procesal civil. Al tratarse de una sanción que opera ipso
iure, el tribunal debe constatar la infracción y no declararla judicialmente.
Una tesis alternativa —liderada por el académico y ex ministro de la Corte
Suprema, Pedro Pierry— rechazó directamente las consecuencias normativas de la
configuración inicial de la nulidad de derecho público.
La lectura de la Constitución, por sí sola, no permite deducir las características
especiales de una nulidad de tal naturaleza.
Es más, el mismo art. 7 declara que la infracción “originará las responsabilidades
y sanciones que la ley señale”.
De acuerdo a esta tesis, se estimó que al tratarse de una sanción de nulidad, ésta
debe necesariamente declarada judicialmente. Como tal, se niega que una nulidad
pueda operar “de pleno derecho”. Tal efecto debería estar reglado por la ley y no basta
una mera interpretación directa para inferir, sin más, consecuencias tan radicales para
la seguridad jurídica y la estabilización de las relaciones jurídicas.
8.1. Características de la Nulidad de Derecho Público
1- No cabe la distinción entre nulidad absoluta y relativa, porque es siempre de la
máxima gravedad.
2- La nulidad opera de pleno derecho, es decir, a raíz de haberse constatado que el
autor del acto u omisión incurrió en una infracción a la Constitución o las leyes.
3- Declarada la nulidad de derecho público, tal pronunciamiento posee sin
embargo, efecto retroactivo, opera ex tunc.
4- Es insubsanable, lo cual quiere decir que no puede ser purgada ni saneada por
la ratificación, convalidación o validación ulterior que haga la autoridad.
5- El acto ilegitimo no puede ser revocado por la autoridad que lo dicto, o por el
órgano superior.
6- En opinión de alguna doctrina, pero crecientemente minoritaria, la acción para
obtener que se declare la nulidad no caduca ni prescribe.
7- Es de orden público, o sea, tiene cualidad de irrenunciable, pues la sanción ha
sido contemplada en defensa del ordenamiento jurídico, en el sentido objetivo.
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DERECHO CONSTITUCIONAL I
9. Probidad y Transparencia. Artículo 8°
El actual art. 8º establece dos principios que fueron incorporados en las
reformas del año 2005: probidad y publicidad.
En el texto original de la Constitución de 1980, el art. 8º establecía una regla de
pluralismo ideológico limitado.
Dicho precepto fue derogado en 1989 y luego reemplazado en el año 2005.
El principio de probidad está establecido en la siguiente forma:
“El ejercicio de las funciones públicas obliga a sus titulares a dar estricto
cumplimiento al principio de probidad en todas sus actuaciones”. La Constitución no
define qué se entiende por “probidad”.
La ley ha definido probidad sólo en normas aplicables a la Administración del
Estado. Así, por ejemplo, la LOCBGAE lo define como un deber que “consiste en observar
una conducta funcionaria intachable y un desempeño honesto y leal de la función o
cargo, con preeminencia del interés general sobre el particular” (art. 52, inciso
segundo).
El TC ha entendido en términos generales que se recoge un “principio” de
probidad asociado “a la preeminencia del interés general sobre el particular, al
desempeño honesto y leal de la función o cargo y a la observancia de una conducta
intachable” (STC 1413).
La Contraloría General de la República ha efectuado una interpretación
sistemática del principio de probidad en conjunto con el resto de las bases de la
institucionalidad. Para la Contraloría, tanto el deber del Estado de ponerse al servicio
de las personas y de promoción del bien común, debe ser cumplido sobre la base del
principio de probidad.
La interpretación de Contraloría describe a la probidad como un deber “de
aplicación general, por cuanto afecta a todas las conductas funcionarias que puedan
24
DERECHO CONSTITUCIONAL I
ocasionar perjuicio al Estado o que de una manera u otra permitan que el interés
individual o particular prime por sobre el de la sociedad o comunidad” (CGR, D.
44.468/1998, 4.771/1999, 28.417/1999).
Junto con el principio de probidad, la Constitución consagró un principio de
publicidad. La Constitución declara que “[s]on públicos los actos y resoluciones de los
órganos del Estado, así como sus fundamentos y los procedimientos que utilicen” (art.
8, inciso segundo).
El principio, sin embargo, admite limitaciones que están genérica pero
taxativamente enunciadas en el mismo texto constitucional: “sólo una ley de quórum
calificado podrá establecer la reserva o secreto de aquéllos o de éstos, cuando la
publicidad afectare el debido cumplimiento de las funciones de dichos órganos, los
derechos de las personas, la seguridad de la Nación o el interés nacional”.
El principio de publicidad siempre se entendió como una exigencia implícita del
régimen democrático, en la que las actuaciones de los órganos del Estado deben ser
públicas y que la reserva de información sólo se justifica excepcionalmente.
El objeto de la publicidad es “garantizar un régimen republicano democrático,
garantizando el control del poder, obligando a las autoridades a responder a la sociedad
por sus actos y a dar cuenta de ellos; promover la responsabilidad de los funcionarios
sobre la gestión pública y fomentar una mayor participación de las personas en los
intereses de la sociedad” (STC 634, 1990, 2153 y 2246).
Este artículo genera al menos dos mecanismos para acceder a la información
pública. Se refiere a los órganos de la administración, de manera que existe un derecho
a la información, que se denomina transparencia pasiva, porque cualquier persona
puede solicitar información relativa a las funciones del órgano que consulta y, por otro
lado, existe la transparencia denominada transparencia activa que es la obligación de
los órganos del Estado de mantener en el gobierno electrónico toda la información
pública relevante respecto de sus funcionarios, remuneraciones, etcétera.
Por otro lado el TC ha tenido una lectura restrictiva del principio de publicidad.
En primer término, descarta que estemos ante un principio constitucional, sino
que más bien, se trata de un mandato o declaración genérica de publicidad (STC 1990
25
DERECHO CONSTITUCIONAL I
y 2558). En segundo término, entiende que la publicidad de la información se restringe
a los “actos” y “resoluciones”, así como sus “fundamentos” y “procedimientos”.
Esta interpretación ha conducido a declarar que el legislador ha violado la
Constitución cuando ha extendido la publicidad de la información más allá de esas
cuatro hipótesis. El Tribunal ha declarado que el mandato “no es aplicable [...] cuando
lo solicitado no constituyen actos o resoluciones específicas, sean determinadas o
determinables.
Al no estar referida a éstos, tampoco es posible identificar sus fundamentos, ni
menos los documentos que les sirvan de sustento o complemento directo y esencial”
(STC 2505).
Por ejemplo, el TC ha declarado inaplicable por inconstitucional el art. 5, inciso
segundo de la Ley N° 20.285.
Esta restricción del principio de publicidad ha motivado críticas de parte de la
literatura y ha generado un proyecto de reforma constitucional que busca consagrar
explícitamente el principio de transparencia y el derecho de acceso a la información
pública.
Sin perjuicio de lo anterior, en los casos de negativa injustificada de acceso a la
información pública se puede reclamar ante el Consejo para la Transparencia y se
entregará la información denegada, y se puede generar una multa para el superior del
servicio público que denegó el acceso.
El art. 8 establece dos reglas adicionales, más allá de los principios de probidad
y de publicidad. Por un lado, la obligación de ciertas autoridades de efectuar una
declaración de patrimonio e intereses y, por el otro, la obligación de delegar la
administración de bienes a terceros en determinados casos. Ambas reglas buscan
precaver conflictos de intereses en el ejercicio de la función pública.
26
DERECHO CONSTITUCIONAL I
10. El Terrorismo en la Constitución. Artículo 9
Para cerrar este capítulo, nos referiremos al art. 9 de la Constitución que
contiene una declaración sobre el terrorismo: “el terrorismo, en cualquiera de sus
formas, es por esencia contrario a los derechos humanos”. Esta norma se entiende como
continuación del art. 8º de la Constitución en su versión primera versión.
La Constitución no define terrorismo ni tampoco lo efectúa le nueva ley
antiterrorista12 a diferencia de la precedente ley que daba una especie de definición13.
No obstante lo anterior, el artículo 4° de la nueva ley antiterrorista, sostiene:
“Siempre se entenderá que comete delito terrorista, aun cuando no forme parte de
una asociación terrorista ni actúe en adherencia a los fines de una asociación terrorista o
de una agrupación u organización de personas que persiga la comisión de tales delitos
con dichos fines, por sí o mediante terceros, quien cometa un delito de aquellos a los que
se refiere el artículo 5º de esta ley, con alguna de las siguientes finalidades:
a) Socavar o desestabilizar las estructuras políticas, sociales o económicas del
Estado democrático.
b) Imponer o inhibir alguna decisión a una autoridad del Estado democrático.
c) Someter o desmoralizar a la población civil o a una parte de ella”.
Por otro lado, Chile, por ejemplo, ha ratificado 13 tratados internacionales
referidos al terrorismo. Entre otras, se puede consultar la Convención Interamericana
contra el Terrorismo, que pretende prevenir, sancionar y eliminar el terrorismo; el
Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo; o la
Convención internacional contra la toma de rehenes; y el Convenio para la represión
del apoderamiento ilícito de aeronaves.
12
Ley 21.732 de 12 de febrero de 2025.
13
En efecto, la derogada Ley Nº 18.314, establecía que "Constituirán delitos terroristas los enumerados en el
artículo 2º, cuando el hecho se cometa con la finalidad de producir en la población o en una parte de ella el
temor justificado de ser víctima de delitos de la misma especie, sea por la naturaleza y efectos de los medios
empleados, sea por la evidencia de que obedece a un plan premeditado de atentar contra una categoría o grupo
determinado de personas, sea porque se cometa para arrancar o inhibir resoluciones de la autoridad o imponerle
exigencias.
27
DERECHO CONSTITUCIONAL I
El art. 9 remite al legislador la determinación de las conductas de carácter
terroristas y su pena, a través de una LQC. Actualmente, corresponde a la Ley N° 21.732,
ya señalada, que determina conductas terroristas y fija su penalidad.
Adicionalmente, la Constitución obliga a que, dentro del marco de
sanciones, se determine una prohibición particular: los responsables sufren una
inhabilitación, por el lapso de 15 años, para ejercer funciones o cargos públicos. Otras
hipótesis de inhabilitación son las siguientes: rector o director de establecimiento de
educación, o para ejercer en ellos funciones de enseñanza; para explotar un medio de
comunicación social o ser director o administrador del mismo, o para desempeñar en
él funciones relacionadas con la emisión o difusión de opiniones o informaciones.
A su vez, la inhabilitación también afecta a los cargos de dirigentes de
organizaciones políticas o relacionadas con la educación o de carácter vecinal,
profesional, empresarial, sindical, estudiantil o gremial en general (art. 9º, inciso
segundo).
Al radicar en la Constitución este mandato punitivo, se busca excluir de la vida
social y política a los responsables de terrorismo, marginando a dichos sujetos de la
comunidad política democrática.
Por otro lado, la Constitución declara que los delitos terroristas “serán
considerados siempre comunes y no políticos”, intentando precaver la aplicación de
ciertas reglas de tratados internacionales de derechos humanos.
Por ejemplo, se buscaba excluir de la aplicación de la regla del art. 4 (4) de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos que dispone “en ningún caso se puede
aplicar la pena de muerte por delitos políticos ni comunes conexos con los políticos”.
En este sentido, la Constitución limita la facultad del indulto presidencial cuando
se trata de delitos terroristas. Al respecto cabe señalar que el indulto tal como sostienen
los profesores Jiménez es “una facultad que tiene el Presidente de la República por la
cual puede decretar la remisión total o parcial de la pena impuesta por una sentencia
judicial ejecutoriada”. En otras palabras como sostiene el profesor Molina Guaita el
indulto “sólo elimina, sustituye o reduce la pena, pero no borra el carácter de
condenado del afectado”. Se concede por ley tratándose de indultos generales, es decir,
de aquellos que alcanzan indeterminadamente a muchos individuos. Por su lado,
28
DERECHO CONSTITUCIONAL I
tratándose de indultos particulares, se conceden por decreto supremo, y se otorga a un
determinado individuo el beneficio, atendiendo a sus características personales o
circunstancias individuales.
En estos casos, el Presidente de la República no podrá conceder indultos
particulares, con la sola excepción de conmutar la pena de muerte por la de presidio
perpetuo.
Ahora tratándose de indultos generales, así como las amnistías de delitos
terroristas, solo pueden concederse en virtud de una ley, la cual requiere como quorum
para su aprobación los dos tercios de los diputados y senadores en ejercicio (En
relación con el Art. 63 N° 16 de la CPR). Cabe señalar que por amnistía tal como lo
sostiene el profesor Molina Guaita se concede por ley, y elimina la pena y el carácter de
condenado., se reputa en otras palabras al afectado como si nunca hubiera delinquido.
A su vez, existen exigencias especiales para el otorgamiento de la libertad del
imputado por delito terrorista. El artículo 19 N° 7 letra e) de la CPR dispone que la
apelación de la resolución que se pronuncie sobre la libertad del imputado por los
delitos a que se refiere el artículo 9°, será conocida por el tribunal superior que
corresponda, integrado exclusivamente por miembros titulares.
Dentro de este contexto cabe señalar, que el artículo 19 N° 7 letra c) de la CPR,
dispone que el juez podrá, por resolución fundada, ampliar el plazo de detención hasta
por diez días, en el caso que se investigaren hechos calificados por la ley como
conductas terroristas.
Finalmente, a los delitos terroristas se les asignan sanciones de diversa
naturaleza establecida tanto en el artículo 9° como en la ley 21.732.
Las sanciones de carácter constitucional son:
a- Inhabilidad por el plazo de quince años para ejercer funciones o cargos
públicos, sean o no de elección popular, o de rector o director de establecimiento
de educación, o para ejercer en ellos funciones de enseñanza; para explotar un
medio de comunicación social o ser director o administrador del mismo, o para
desempeñar en él funciones relacionadas con la emisión o difusión de opiniones
29
DERECHO CONSTITUCIONAL I
o informaciones; ni podrá ser dirigentes de organizaciones políticas o
relacionadas con la educación o de carácter vecinal, profesional, empresarial,
sindical, estudiantil o gremial en general, durante dicho plazo.
b- Suspensión del derecho de sufragio por hallarse acusado por delito que la ley
califique como conducta terrorista (art. 16 N° 2 de la CPR)
c- Perdida de la ciudadanía en caso de condena por delito terrorista (art. 17 N° 3
de la CPR)
Lo anterior se entiende sin perjuicio de otras inhabilidades o de las que por
mayor tiempo establezca la ley.
11. Bibliografía
i- CEA EGAÑA, José Luis (2017): Derecho Constitucional Chileno (Santiago de Chile,
Ediciones UC), tomo I.
ii- JIMÉNEZ LARRAÍN, Fernando y JIMÉNEZ LOOSLI, Fernando (2014): Derecho
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Concepción), tomo I.
iii- NOGUEIRA ALCALÁ, Humberto (2012): Derecho Constitucional Chileno (Santiago
de Chile, Thomson Reuters), tomo I.
iv- MOLINA GUAITA, Hernán (2012): Derecho Constitucional (Santiago de Chile,
Thomson Reuters).
v- PEREDO ROJAS, María Isabel (2019): Lecciones de Teoría Constitucional Chilena
(Santiago de Chile, Thomson Reuters).
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