San Juan Crisóstomo
San Juan Crisóstomo, la gente le puso como apelativo “Crisóstomo” que
significa boca de oro, se le llamo así porque era un hombre elocuente un
gran predicador, sus palabras eran palabra de Dios
En el 386 fue ordenado sacerdote. Durante doce años realizó una gran labor
pastoral como predicador, ya que su exposición y sus enseñanzas morales
resultaban siempre aplicables a la vida cristiana. El año 398, pese a su
resistencia a ello, se le consagró arzobispo de Constantinopla. Los grandes
conflictos que sacudían al Imperio Romano de Oriente y a la iglesia
repercutieron dolorosamente en la vida de San Juan Crisóstomo, que fue
atacado tanto por sus propios hermanos en el episcopado como por el poder
civil debido a su firme actitud en defensa de la austeridad y de la moral.
Sus enemigos, apoyados en que había
criticado a la emperatriz Eudoxia,
consiguieron deponerlo y en el 403 fue
deportado a Armenia. Dado que las
cartas que desde allí escribía continuaban
proporcionándole apoyo popular, se le
ordenó establecerse aún más lejos, en
una localidad del extremo oriental del
mar Negro. Incapaz de soportar las
penalidades del camino, San Juan
Crisóstomo falleció en Cumano Pontica,
Capadocia, el 14 de septiembre del año
407. Rehabilitado pocos años después,
sus cenizas fueron llevadas a
Constantinopla. La festividad de San Juan Crisóstomo se celebra el 13 de
septiembre; se le honra como santo patrón de los oradores.