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Documento Primera Etapa Convocación

La Arquidiócesis de Barranquilla ha iniciado un proceso de renovación y evangelización, comenzando con la 'Etapa de Convocación', cuyo objetivo es sensibilizar a los bautizados sobre los valores humanos-cristianos y fomentar una experiencia significativa de comunidad. Esta etapa busca superar la indiferencia hacia la fe y promover la conversión personal y comunitaria a través del Kerygma, la proclamación de la salvación en Cristo. Se identifican dificultades en el proceso, pero también se observan frutos positivos, como el aumento de la participación y el fortalecimiento de la comunidad cristiana.

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Documento Primera Etapa Convocación

La Arquidiócesis de Barranquilla ha iniciado un proceso de renovación y evangelización, comenzando con la 'Etapa de Convocación', cuyo objetivo es sensibilizar a los bautizados sobre los valores humanos-cristianos y fomentar una experiencia significativa de comunidad. Esta etapa busca superar la indiferencia hacia la fe y promover la conversión personal y comunitaria a través del Kerygma, la proclamación de la salvación en Cristo. Se identifican dificultades en el proceso, pero también se observan frutos positivos, como el aumento de la participación y el fortalecimiento de la comunidad cristiana.

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ARQUIDIÓCESIS

DE BARRANQUILLA

Proceso
Diocesano de
Renovación y
Evangelización

PLAN GLOBAL ARQUIDIOCESANO DE NUEVA


EVANGELIZACIÓN
Reunión de Presbiterio
Agosto 14 de 2002
PDR/E: ETAPA DE CONVOCACIÓN 2
Proceso Diocesano de
Renovación y Evangelización

Iniciamos en la Arquidiócesis de Barranquilla la Primera Etapa de este itinerario de evangelización


o PLAN GLOBAL que hemos llamado: ETAPA DE CONVOCACIÓN. Esta etapa tiene como
objetivo la sensibilización del conjunto de los bautizados a los valores humanos-cristianos que le
permitan optar por una experiencia significativa de comunidad. Lo que se pretende es que el
Pueblo de Dios que peregrina en el departamento del Atlántico supere la indiferencia, sienta la
necesidad de abrirse a Cristo que lo llama a la conversión y descubra la comunidad como el
camino para su propia realización.
Se hace necesario, entonces, tener claridad en el sentido, condiciones, dinamismo, conversión y
crisis que caracterizan esta primera etapa.

1. SENTIDO DE LA PRIMERA ETAPA Y SUS CONVERSIONES.


En un mundo que aísla, atomiza y hace del individualismo una bandera, la acción pastoral debe
llegar a todos pero no como a la suma de individualidades, sino como “conjunto humano”,
comunidad humana y cristiana; comunidad que continuamente se convoca para que dé una
respuesta a Dios y a su Evangelio. Pero, “CONVOCAR” a todos
como comunidad significa querer poner a todos en un dinamismo
de relación que, en el mutuo don de sí, permita a todos crecer
como pueblo de Dios, como comunidad-Iglesia mientras que
cada uno crece como persona.

La “CONVOCACIÓN” es la actitud de permanente llamamiento


que a través del proceso se hace a todos los bautizados y
personas de buena voluntad, para que se congreguen como
Pueblo de Dios y vivan la experiencia de comunión y
PDR/E: ETAPA DE CONVOCACIÓN 3
participación en sus respectivas comunidades parroquiales y, así, en toda la Iglesia
Arquidiocesana.

“Convocar a todos los cristianos y hombres de buena voluntad” se realiza en esta etapa con la
proclamación de una primera experiencia de salvación que acontece en la medida en que se “vive”
la conversión. Esta primera proclamación es conocida con la utilización del término bíblico
KERYGMA.
El Kerygma en el Nuevo Testamento no es una instrucción o exhortación, sino la proclamación de
algo que acontece en los hechos; hechos que por sí mismos anuncian un mensaje al que se da
voz mediante la palabra. Un ejemplo claro lo encontramos en Lc 7, 22 cuando Jesús dice:
«Vayan a contarle a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos
andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos
resucitan, a los pobres se les anuncia la buena noticia»

En el Nuevo Testamento el kerygma es la proclamación de la salvación como la venida


efectiva del Reino de Dios (Mt 4, 23; Lc 9, 1-2). Reino anunciado con signos reales y concretos
(milagros) y con la Palabra que revela esos signos. Jesús es el “pregonero” del Reino de Dios que
opera la salvación y realizándola la anuncia. Así el Kerygma no es instrucción, ni exhortación. Es
la acción salvadora que realiza lo que anuncia.
Por lo mismo, para nosotros los cristianos, el kerygma consiste en una experiencia de salvación tal
que se comunica a los otros y la palabra es el vehículo con que se comunica y se hace partícipe a
otros.
En este sentido, todo el Nuevo Testamento es un gran Kerygma. Como ACONTECIMIENTO, que
es Cristo mismo presente en la historia: Encarnación, vida oculta, signos y milagros, predicación,
elección de los apóstoles. Como PALABRA, que suscita una primera adhesión y conversión.
Cristo se ha ido sensibilizando y creando poco a poco un ambiente de credibilidad y confianza en
Él y, a pesar de ello, la aceptación del Kerygma ha sido progresiva y con dificultades (Lc 4, 14-30).
Pedagógicamente, Cristo parte de lo que existe (samaritana, multiplicación de los panes, Zaqueo,
discípulos de Emaús, etc.); tiene en cuenta los
diversos sectores de la población (ricos, pobres,
autoridades y gente común, gentiles e israelitas,
etc.); está siempre dispuesto a servir a su pueblo;
prepara el grupo de colaboradores y piensa en un
mínimo de organización.
PDR/E: ETAPA DE CONVOCACIÓN 4
EL Kerygma de los apóstoles, a partir de Pentecostés, conlleva una serie de componentes.
Consiste en la proclamación de un acontecimiento salvífico: CRISTO MUERTO Y RESUCITADO.
Los apóstoles no dan sólo noticia de un hecho histórico, sino que proclaman la experiencia que
ellos tienen de ese acontecimiento y su fe en Él. La palabra suscita la conversión coherente y la
consecuente integración en la comunidad creyente como experiencia y acontecimiento de
salvación en comunidad. En esta se profundiza tanto la comprensión como la experiencia de
aquel acontecimiento.
De esta manera, se “CONVOCA” a todos, no a través de un discurso o un ejercicio intelectual, sino
con una experiencia de fe suscitada por un proceso inicial de conversión y acompañada de la vida
que habla de lo que se vive como bautizado, como miembro del Pueblo de Dios.

La etapa de “CONVOCACIÓN” exigirá, poco a poco, algunas CONVERSIONES necesarias para


que se vaya dando el proceso en las mejores condiciones; conversión que tiene muchas facetas y
las más importantes probablemente queden ocultas en la intimidad de las personas. Además, es
necesario recordar que la conversión también se empieza a dar a nivel comunitario, que se da en
las relaciones de las personas y sus expresiones estructurales e institucionales.
Se puede describir este proceso de conversión personal y comunitario de la siguiente manera:
 La gente vive la experiencia de ser “alguien” en la Iglesia cuando se siente ligada
estructuralmente a la Unidad Pastoral; siempre tenida en cuenta, cualquiera que sea la
respuesta que da a las reiteradas invitaciones a participar en encuentros, celebraciones
religiosas y fiestas fraternas. En el mismo sentido, la gente pasa insensiblemente del
aislamiento vivido casi inconscientemente al encuentro en nombre de la fe con tantos otros
que a pesar de ser vecinos no se les reconocía como “católicos”.
 Comienza a sentir que la Iglesia, el modo como trabaja, le gusta, le hace bien, le permite
expresar su fe sin ponerle ante exigencias que no puede asumir todavía. Se empieza a
superar la sensación de que la Iglesia es de los “otros” y del desinterés pasa, poco a poco,
a sentir que ser Iglesia en el sentido de hacer algo por los demás es algo válido y útil.
 Además, la misma gente se empieza a dar cuenta que la Iglesia ha entrado en un proceso
dinámico y aunque no entiende bien cómo se relaciona esto a la condición de cambio en
que vive el mundo, sin embargo percibe una secreta coherencia con la vida que vive y por
lo mismo le gusta “esta” Iglesia dinámica que el propone constantemente las tradiciones en
forma renovada.
 Se percibe a la Iglesia no ya como la que vive para el culto y todo lo orienta a ello, sino que
la percibe preocupada por la comunidad; porque la gente no sólo supere la indiferencia en
PDR/E: ETAPA DE CONVOCACIÓN 5
las relaciones, sino también que acepte los otros y se integre en la Iglesia-comunidad. Se
nota que hay un paso de la Iglesia cultual a una que se preocupa por la gente, por sus
relaciones, por su convivencia social, que relaciona el culto con la vida diaria.
 Por último, la gente percibe, siempre poco a poco, que esta Iglesia nos insiste en los
“deberes”, las normas, la autoridad, sino que pone el acento en el amor recíproco, que
insiste en la responsabilidad personal y de todos, en dar respuestas a los desafíos del amor
fraterno y de la comunión que Cristo quiere. Se pasa de una Iglesia sociedad perfecta a
una Iglesia de comunión que es con Dios, y entre sí, integrando toda la naturaleza creada.

2. LAS DIFICULTADES Y FRUTOS.


La maduración de esta conciencia colectiva no acontece sin choques o reacciones más o menos
consistentes. Veamos algunas de estas crisis o dificultades que se dan en esta primera etapa:
o En este cambio comienzan a sentirse mal los que en el sistema anterior se sentían
“seguros” porque eran”practicantes” asiduos, sin cuestionarse su estilo de vida.
o Entran en crisis sobre todo aquellos que unían pacíficamente el ser “practicantes”, con
mirar atentamente sus intereses y acumular dinero para sí.
o También suelen entrar en crisis los cristianos que se consideran “formados” y que ahora no
soportan que venga otra gente de buena voluntad “no-formada” a asumir responsabilidades
parroquiales, sin ofrecer “seguridad” alguna.

Es la crisis de la evangelización que en su autenticidad provoca inevitablemente la reacción de


quienes tienen algo que defender. Es la consecuencia inevitable de un proceso que aún está
comenzando pero ya demuestra su orientación fundamental de centrar el dinamismo de la fe en el
nuevo mandamiento de Cristo, el amor fraterno.
Además, no hay que olvidar, que en el esfuerzo de vivir la experiencia a nivel de los núcleos
familiares, se darán los primeros choques cuando al gente se encuentre ante al opción de aceptar
o no la participación en los grupos de familias. Sobre todo por el esfuerzo de horarios, del
cansancio al fin de una jornada de trabajo, las diversas ocupaciones, etc.

Los resultados finales dependen de tantos factores que es muy difícil dar una idea total de ellos.
Con todo, de las distintas experiencias, podemos deducir algunos FRUTOS concretos que con
acentuaciones distintas se dan. Estos son:
 Que casi desde el principio de la experiencia, porque la gente se comienza a sentir parte de
esta Iglesia, no hayan aumentado ni las sectas ni el número de los adscritos a ellas; que,
en algunos casos, hay cristianos que, habiendo estado en las sectas, vuelven a las práctica
católica en la que se encuentran con sus orígenes.
PDR/E: ETAPA DE CONVOCACIÓN 6
 Que una porción significativa de cristianos adultos se encuentren en pequeños grupos y
hagan una experiencia de Pueblo de Dios que se expresa en pequeños núcleos familiares,
personalizados y personalizantes en términos de fe.
 Que como parte del tejido social de la comunidad cristiana, estén presentes como grupos
en el medio ambiente y allí puedan dar testimonio inicial de su fe. Además, acepten
continuar la experiencia de encuentro, cosa que de hecho es un camino permanente de
catequesis de adultos.
 Que desde el comienzo, aparezcan un grupo significativo de personas que, además de
participar, cosa que antes no hacían o hacían muy esporádicamente, ahora colaboran en
algún servicio específico.
 Que los jóvenes encuentren en la comunidad un espacio en el que se pueden volcar sus
modo de ver y su capacidad creativa.
 Que los agentes de pastoral comiencen a darse cuenta de la importancia de su
contribución y de la interdependencia de todos para el buen funcionamiento y resultado del
conjunto.
 Que el clero se encuentre con la respuesta de la gente que supera sus expectativas y pone
en crisis su desconfianza y los fuerza a renovar su fe en el Espíritu presente en su pueblo.
 La unidad de vida eclesial que se comienza a percibir en el momento en que todas las
acciones pastorales se integran unas con otras y de modo que todas sirven de maduración
de la conciencia colectiva.

3. DINAMISMO Y CONDICIONES.
El PUNTO DE PARTIDA es la sensibilización de todo el pueblo de los bautizados al
“ENCUENTRO-RECONCILIACIÓN”, condición indispensable para un camino de fe común. Es la
primera fase del proceso de evangelización diocesano. Los enunciados que han surgido de las
experiencias y que han de ser concretados con:
 Encontrarse, estar juntos, escucharse, hablarse, saludarse, conocerse, ser gentiles y
cordiales, aceptarse y estimarse, dejar de lado las dificultades de relación, ayudarse y
estimularse...
 Visitarse, dar tiempo al encuentro, acercarse a todos, superar las dudas y miedos,
aceptar las diversidades, sobrellevar el peso de la relación, el don del encuentro,
relacionarse nos hace personas, reconciliarse...
 Reconciliarse con la familia, entre vecinos, promover la paz, perdonar las ofensas,
reconciliarse con la naturaleza creada, reconciliarse con Dios, purificar la propia vida,
pacificarse...

Los contenidos el mensaje en la segunda fase se desarrollan en torno a la sensibilización de


todos los bautizados a la FRATERNIDAD. Valor que se explicita como ayuda fraterna,
solidaridad y comunicación de bienes. Tiene tres acentuaciones progresivas:
 Estar atentos a quien tiene dificultades, dar tiempo a quien lo necesita, ayudar al que
tiene necesidad; nadie es tan rico que no tenga alguna necesidad, nadie es tan pobre que
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no tenga un don que ofrecer; colaborar con los otros, abrirse a las necesidades del
vecino...
 Solidarizarse, hacer propia la causa de quienes sufren, servir y no hacerse servir; Jesús
hace propias as necesidades de los pobres; Jesús se identifica con el pobre; defender los
derechos de los débiles, amar la justicia, compartir...
 Los bienes vienen de Dios, somos administradores y no propietarios; compartir es
dialogar, compartir es relativizar las cosas y el dinero; la austeridad de vida, compartir es
prestar, es donar, amar el prójimo cercano, amar al que está lejos, amar al enemigo...

En la tercera fase se trata de proclamar que el encuentro y la fraternidad cuando son vividos en
nombre de Cristo, como comunidad creyente, es SER IGLESIA. Es la sensibilización a la Iglesia
entendida como COMUNIÓN. Sus enunciados fundamentales son:
 Las imágenes bíblicas de la Iglesia: familia de Dios, Cuerpo de Cristo, ciudad de Dios,
madre, viña, edificio, esposa, campo...
 Rebaño, templo, pueblo en camino, pueblo elegido que tiene una misión; la grey de
Cristo; la roca en que se funda, espacio de amor recíproco, realidad espiritual y visible.
 Fundada en los Apóstoles como comunidad de fe, de culto, de misión, en pequeños
grupos, en comunión fraterna, en
la comunión de los santos; con
María como modelo y tipo de la
Iglesia, signo e instrumento de
unidad del mundo.

Como ya habíamos dicho al inicio, esta


etapa, que es un PROCESO DE
CONVOCACIÓN, tiene como objetivo la
sensibilización del conjunto de los bautizados a los valores humanos-cristianos que le permitan
optar por una experiencia significativa de comunidad que, a su vez, quiera profundizar como
experiencia de fe y como experiencia de comunidad. Se dice sensibilizar porque se quiere
despertar, admirar, reaccionar, sentir, percibir, salir de la atonía y de la indiferencia. Es una etapa
donde no se pretende otra cosa que la superación de la indiferencia, que el pueblo sienta el
problema religioso y la persona de Cristo que lo llama a la conversión inicial y primera a la
comunidad, sin cerrarse a la misma, dispuesto a dar un paso significativo en el momento oportuno.
PDR/E: ETAPA DE CONVOCACIÓN 8
Para lograr el objetivo de esta etapa, se necesitan algunas CONDICIONES:
 Para que la integración de todos los bautizados en estas experiencias de fe sea posible hay
que crear (donde todavía no se tengan) y fortalecer en cada una de las Unidades Pastorales el
“tejido social” de la comunidad cristiana. En esta etapa se hace necesario continuar
fortaleciendo cada uno de los equipos que animan la vida pastoral de la Unidad: EUAPs,
ECAPs, ECOS, Red de Mensajeros, núcleos familiares e ir descentralizando cada vez más
la acción pastoral, que durante mucho tiempo se concentraba sólo en el templo.

 Del mismo modo, para que el mensaje llegue a toda la gente es necesario, como hizo Cristo,
partir de la situación de la gente, de la distancia de los bautizados viven en relación con la
comprensión de la fe y a la experiencia de comunidad que esa fe implica. Esto ha significado,
normalmente, comenzar desde cero, es decir, sin presuponer nada excepto el inicio de una fe,
más intuida que comprometida y vivida. Por ello, el itinerario de esta primera etapa se
desarrollará en tres fases, de tres años cada una: la sensibilización al encuentro-reconciliación,
a la fraternidad y a la Iglesia como comunidad de creyentes en Cristo. Tres fases en que el
mensaje (acontecimiento-palabra), poco a poco, va penetrando en las personas y en el cuerpo
social como la gota de agua que taladra la piedra no por caer abundantemente, sino por caer
regularmente y en forma constante.
PRIMERA

FASE
ETAPA

RECONCILIAC
FASE

ETAPA DE
CONVOCACIÓ FRATERNIDA
N
FASE

COMUNIÓN
PDR/E: ETAPA DE CONVOCACIÓN 9
 En cuanto acontecimiento el Kerygma es vivido como proceso en torno a “momentos
significativos” que el pueblo cristiano siente y de alguna manera vive, y que son
determinantes para la evangelización del pueblo como tal. De hecho se programan hasta en
los mínimos detalles, a nivel de lo que llama la “pastoral de multitudes”, de modo que faciliten
una experiencia de fe que, por su novedad e intensidad, suscite admiración y la consecuente
comunicación de la experiencia vivida. Se trata de experiencias de fe relacionadas con las
grandes fiestas litúrgicas (Navidad, Cenizas, Semana Santa, Pentecostés), con otras
celebraciones religiosas (mes de mayo, fiestas marianas locales, fiestas patronales, etc.) y
algunas celebraciones de tipo cultural y momentos cívicos que la Iglesia puede o debe
promover (día de la madre, de la raza, día del amor y la amistad, etc.). Todas ocasiones que,
siendo sentidas por la gente, ofrecen una oportunidad de evangelización y que, seleccionadas
según un ritmo normalmente mensual, permiten una evangelización sistemática de tipo
popular. Repetidos cada año, se convierten en tradición que, poco a poco, es parte de la
identidad de un pueblo. Al mismo tiempo, cada año se renuevan los gestos y símbolos de
modo que sean coherentes con los contenidos de cada fase. Así, se procura que la
experiencia de fe y la palabra que comunica el significado, constituyan realmente un mensaje.

 Desde el punto de vista de contenido del mensaje, es bueno recordar que la mentalidad de la
gente más sencilla no es discursiva, es decir, no sigue una lógica demostrativa. Se caracteriza
mas por la intuición, la afirmación de lo que aparece como verdad y la sensibilidad emotiva.
Así, la evangelización de las mayorías bautizadas debe pasar por esa esfera en la que la gente
percibe y siente la necesidad de Dios o intuye la verdad de Cristo.

Con la “SEMANA DE LA FRATERNIDAD” se concluye esta PRIMERA ETAPA (Etapa de


Convocación) y comienza la etapa de CRECIMIENTO. La Iglesia local con la presencia en ella de
un número significativo de familias comprometidas da una nueva imagen de la Iglesia; una imagen
de Iglesia comunión y participación, casa de todos, especialmente de los pobres y sencillos. Una
Iglesia realmente “PUEBLO” que trata de ser “PUEBLO DE DIOS”. Una Iglesia al servicio de los
unos a los otros. Todo en germen, en estado embrional, pero ya inicialmente visible.

A.M.D.G.

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