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La Obra de Cristo en La Dispensación de La Gracia

El documento explora la obra de Cristo en la dispensación de la gracia, enfatizando su muerte y resurrección como fundamentales para la redención y justificación de la humanidad. Se destaca que la resurrección de Cristo es crucial para la vida eterna y que la obra de Cristo continúa a través del Espíritu Santo en los creyentes. Además, se subraya la importancia de vivir en el Espíritu para experimentar la verdadera vida en Cristo y la derrota final de la muerte.
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La Obra de Cristo en La Dispensación de La Gracia

El documento explora la obra de Cristo en la dispensación de la gracia, enfatizando su muerte y resurrección como fundamentales para la redención y justificación de la humanidad. Se destaca que la resurrección de Cristo es crucial para la vida eterna y que la obra de Cristo continúa a través del Espíritu Santo en los creyentes. Además, se subraya la importancia de vivir en el Espíritu para experimentar la verdadera vida en Cristo y la derrota final de la muerte.
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LA OBRA DE CRISTO EN LA DISPENSACIÓN DE LA GRACIA

1 Cor. 15:21-28 “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por
un hombre la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos
mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
23 pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son
de Cristo, en su venida. 24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y
Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.
25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus
enemigos debajo de sus pies. 26 Y el postrer enemigo que será destruido es la
muerte.
27 Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que
todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que
sujetó a él todas las cosas. 28 Pero luego que todas las cosas le estén
sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas
las cosas, para que Dios sea todo en todos.”

¿En qué momento termina la obra de Cristo?


¿Terminó en la Cruz?
¿termina al finalizar la dispensación de la gracia?

Del versículo 22 al 28 Pablo habla de la función de Cristo en su muerte y


resurrección y escribe que el ultimo enemigo que será derrotado es la muerte.
¿Acaso no fue ya derrotada con la resurrección de Cristo? ¿qué dice la biblia
respecto a que el Hijo se le sujetará a Dios cuando haya puesto a todos sus
enemigos debajo de sus pies? Para responder estas preguntas debemos partir en
el ministerio de Cristo y del Espíritu Santo.

¿Cuál es el mensaje del Evangelio?

1. Cristo nació: Mt 1:21, Lc. 2:11, 1 Ti. 1:15

2. Cristo murió: 1 Cor. 15:3 “Porque primeramente os he enseñado lo que


asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las
Escrituras.”

3. Cristo resucitó: 1 Cor. 15:4 “y que fue sepultado, y que resucitó al tercer
día, conforme a las Escrituras…”

Del versículo 12 al 20 de 1 Corintios 15 Pablo habla acerca de la importancia de la


resurrección de Cristo, y no era para menos, ya que, sin resurrección, Jesús
solamente hubiese sido un mártir más que luchó a favor de la humanidad, pero lo
cierto es que Cristo resucitó de entre los muertos, declarando que era Hijo de
Dios. Además, en repetidas ocasiones, Jesús habló de la resurrección, es más, el
mismo se declaró ser la resurrección.
● Sn Juan 11:25 “Jesús dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en
mí, aunque esté muerto, vivirá”
¿Quiénes resucitaran? Sn. Juan 5:29 “y los que hicieron lo bueno, saldrán a
resurrección de vida; más lo que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”
El que nace una sola vez, muere dos veces; el que nace dos veces, muere
una sola vez.

Para nacer de nuevo es necesario nacer de Agua y del Espíritu, es decir, nacer de
la Palabra de Dios Efesios 5:25; 1 Pedro 1:23, de ahí la importancia de la Palabra
de Dios en nuestras vidas.

En el versículo 21 está claro una vez más que era necesario la aparición de
Cristo para contra restar la naturaleza pecaminosa de la humanidad y su
consecuencia, la cual era la muerte. “Porque por cuanto la muerte entró por un
hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos”
● Rom. 5:12 “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y
por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por
cuanto todos pecaron.”
V. 18 “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los
hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los
hombres la justificación de vida.”
V. 19 “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos
serán constituidos justos.”

Tal como lo explica el Evangelio, el nacimiento de Jesús tenía un propósito y era


llevarle hasta la muerte, ya que su muerte sería:
1. La Propiciación a Dios: 1 Juan 2:2 “Y él es la propiciación por nuestros
pecados; y no solamente por los nuestros, sino por los del mundo entero”
2. La Redención para el hombre: 1 Pedro 1:18-19 “sabiendo que fuisteis
rescatados de vuestra mala manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros
padres, no con cosas corruptibles como oro o plata, sino con la sangre
preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.”
3. La derrota al que poseía el imperio de la muerte: hebreos 2:14

¿Habría redención si Cristo no hubiese muerto?


¿habría justificación si Cristo no hubiese resucitado?

Rom. 4:25 “el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para
nuestra justificación”
Con su muerte nos rescatada de la ley del pecado y de la muerte y al resucitar nos
justifica, nos limpió el expediente, nos quitó el acta de los decretos que nos era
contraría y ahora…
Rom. 5:1 “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo”
Verso 22 dice que en Cristo todos seremos vivificados, y esta es la palabra clave
para responder a nuestra pregunta, pero volveremos a ella más adelante.

Como todo tiene un orden, en el verso 23 habla acerca del orden en que ocurrirán
las cosas, primero resucitaría Cristo, la primicia y luego todos los que durmieron
en él. Pablo repite este suceso cuando le escribe a la Iglesia en Colosas,
Diciendo:

Colosenses 1:15-18 “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda


creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y
las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es
antes de todas las cosas y todas las cosas en el subsisten; y él es la cabeza del
cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos,
para que en todo tenga la preeminencia”

Si Cristo es la primicia en resucitar, es decir, el primero, significa que en algún


momento más personas también resucitarán, pero no para volver a morir, sino
para vivir por la eternidad, cuando el aparezca por los suyos.

¿Cómo puede alguien ser partícipe de la resurrección?

Rom. 6:3-5 “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo
Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin
de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva.
Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte,
así también lo seremos en la de su resurrección”

¿Cuándo ocurrirá la resurrección?

1 Ts. 4:16 “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del Cielo; y los Muertos en Cristo resucitarán
primero.”

Regresando al versículo 22, en Cristo todos somos vivificados, el hombre no


puede vivificarse a sí mismo, porque su condición es de pecado y muerte, pero
como Cristo es la Vida, tan solo Él puede vivificar al hombre.

El hombre será vivificado si en su vida ha ocurrido la doble sustitución.

1. La sustitución en la Cruz: 1 Pedro 3:18 “Porque también Cristo padeció una


sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios,
siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en el Espíritu”
2. La sustitución en la vida humana: Gal. 2:20 “Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
mismo por mí”

La primera sustitución garantiza la oportunidad para que el Ser humano pueda ser
salvo, pero es la segunda sustitución por la que el hombre es salvo, si Cristo
no vive en nosotros no hay vida espiritual que seguir.

Rom. 8:1 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo
Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”

Pablo, en repetidas ocasiones habló acerca de la importancia de morir a lo terrenal


y vivir solamente para El Señor, e incluso el mismo Jesús cuando dijo: “si alguno
quiere ser mi discípulo, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” para ser un
seguidor de Jesús hay que tomar la cruz, negarnos a nosotros mismos y morir a
nuestro ego, orgullo y autoestima.

Si Cristo no vive dentro de vos y actúa por vos, no habrá forma de ser salvo, es
necesario que nuestra vida humana la viva él por nosotros, ya que el hombre sin
Dios no tiene vida (Efesios 2:1), y al no tener vida el hombre no sabe lo que es
vivir, pero un día nos encontramos con la Vida y él nos dio vida, pero como nunca
habíamos vivido y no sabíamos como vivir, decidimos entonces entregarle la vida
a él. 2 Cor. 5:14-15

Jesús hizo este anuncio a sus discípulos antes de culminar el propósito por el cual
había sido enviado
Sn Jn 14:17-18 “el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque
no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”

¿Cuántas naturalezas tenía Jesús? 1? 2? 3?

Rom. 1:1-4 “Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el
evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas
escrituras, acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David
según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con Poder, según el Espíritu de
santidad, por la resurrección de entre los muertos…”

La obra de Cristo, después de haber ascendido al Cielo, continua con el Espíritu


Santo, el cual es, él mismo. Sin el Espíritu de Dios en nuestra vida, volveremos
nuevamente a andar conforme a la carne, lo que significa estar subyugados al
pecado y como final la muerte.

Rom 8:4-9 “para que la justiciar de la ley se cumpliese en nosotros, que no


andemos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son de la
carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas
del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del
Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra
Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven
según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne,
sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno
no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”

Queda claro que, sin Dios en nuestra vida, no somos de él, ni actuamos como él,
ni hablamos como él. Cómo puede alguien decir que ha conocido a Cristo y no
pagar sus deudas; cómo puede alguien decir que tiene a Cristo y hablar mal de su
hermano o vecino, o tener envidias y enemistades; cómo puede alguien decir que
vive en el Espíritu y no ayudar al anciano, al desprotegido, al huérfano, al que
pasa necesidades y teniendo dinero para darle no lo hace, cómo puede alguien
ser de Cristo si es un mal vecino, o un mal esposo, el cual no comparte su dinero
con su esposa, la que El Señor le ha dado, o no le brinda el amor que ella necesita
y que él prometió darle; cómo puede decir alguien que tiene el Espíritu de Dios si
juega con los sentimientos de los demás, haciéndole creer que lo quiere y en
verdad solo alimenta falsas ilusiones, cómo puede alguien decir que Cristo vive
por él si maltrata los animales, no paga lo que es debido a sus trabajadores y
mantiene avaricia en su corazón.

Tal como lo dijo Pablo:


“… si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”

Por eso el verso 25 dice: “porque preciso es que él reine, hasta que haya puesto
a todos sus enemigos debajo de sus pies” que Jesucristo reine en su vida, en su
diario vivir, para que así la obra de Dios sea prosperada y él cumpla su voluntad y
propósito con cada uno de nosotros.

Si Jesucristo reina en tu vida, no habrá diablo que pueda enfrentarle, Él te ha


dotado de total autoridad y poder para que predique su palabra, y al predicarla no
habrá inconverso que no se convierta, cadena que no se rompa, enfermo que no
sea sano, esclavo que no sea libre y muerto que no resucite, porque tenemos la
palabra profética más segura.

Verso 26: “Y el postrer enemigo que será derrotado es la muerte”

La función del Espíritu Santo es hacernos en nuestra vida humana semejantes a


Jesús.
● Ef. 4:13 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento
del hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo”
● Ef. 1:13-14 “en él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el
evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados
con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia
hasta la redención de la posesión adquirida…”

La muerte no tuvo poder sobre Cristo porque Cristo nunca pecó, y la muerte es la
paga del pecado. Así mismo para el cristiano, la muerte no tendrá poder sobre él
ya que ha sido muerto a su cuerpo de pecado y ahora Cristo vive en él, y si Cristo
vive en él y la muerte no tiene poder sobre Cristo, tampoco tendrá poder sobre el
cristiano, ya que Él nos guiará aún más allá de la muerte.

Rom. 8:11 “y si Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en
vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros
cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”

Así que nuestra esperanza, y tal como lo narra en este versículo el Apóstol Pablo,
hace referencia a que la muerte será derrotada el día que unos resuciten y otros
sean transformados para recibir al Señor en el aire.

1 Cor. 15:54 “Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto


mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está
escrita: Sorbida es la muerte en victoria”

Y cuando esto suceda entonces es a lo que se refiere el versículo 24 “luego el fin,


cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio,
toda autoridad y potencia”

Por lo tanto, la obra de Cristo en nosotros no se ha terminado, tiene un fin, y el fin


es presentarnos ante Dios tal como lo dice Judas 1:25, cuando eso suceda
ocurrirá lo que dice el verso 28 “entonces también el Hijo mismo se sujetará al
que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos”

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