Evidencia: GA2_210201501-AA4-EV01
Taller sobre acción solidaria
Aprendiz
Andrés Camilo Novoa Madrid
Ficha: (3070028)
Centro de aprendizaje nacional
SENA
2025
Andrés Camilo Novoa Madrid
Análisis del caso
¿De qué trata?
Manahel al-Otaibi, una activista saudita de 29 años, es conocida por su trabajo como
instructora de fitness y por su defensa de los derechos de las mujeres. En noviembre de
2022, fue detenida por las autoridades de Arabia Saudita bajo acusaciones basadas en
la Ley Anticibercrimen, debido a publicaciones en sus redes sociales que promovían la
emancipación femenina. Entre las acusaciones se incluyó su llamado a la abolición del
sistema de tutela masculina y la difusión de fotos en las que aparecía en centros
comerciales sin portar la abaya, la prenda femenina tradicional.
En enero de 2024, un tribunal antiterrorista la sentenció a 11 años de prisión en una
audiencia secreta. Durante su detención, se reportaron abusos, como desapariciones
forzadas, golpizas y la fractura de una pierna, todo sin recibir la atención médica
necesaria. Este caso ha generado gran preocupación a nivel internacional, pues se
considera un acto de represalia por su activismo en favor de los derechos de las mujeres
y su crítica al sistema de tutela masculina en Arabia Saudita. Organizaciones como
Amnistía Internacional han solicitado su liberación inmediata y sin condiciones.
Andrés Camilo Novoa Madrid
1. ¿Cuáles son los derechos vulnerados?
Derecho a la libertad de expresión: Fue arrestada y condenada por sus publicaciones
en redes sociales que promovían la emancipación femenina y criticaban el sistema de
tutela masculina. Esto constituye una violación de su derecho a expresar sus opiniones,
protegido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Derecho a la libertad y seguridad personal: Fue víctima de desaparición forzada, lo
que infringe su derecho a la libertad y seguridad personal. Además, su detención
arbitraria y los abusos físicos que sufrió durante su encarcelamiento agravan esta
vulneración.
Derecho a un juicio justo: Su juicio se llevó a cabo en secreto y en un tribunal
antiterrorista, lo que impidió el acceso público a su caso, violando su derecho a un juicio
transparente e imparcial, tal como se establece en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos.
Derecho a la integridad física y mental: Durante su detención, sufrió abusos, como
golpes y la fractura de una pierna, sin recibir atención médica. Esto representa una
violación de su derecho a la integridad física y mental, protegido por tratados
internacionales contra la tortura.
Derechos de las mujeres: Su activismo en defensa de los derechos de las mujeres y su
crítica al sistema de tutela masculina en Arabia Saudita evidencian la violación de los
derechos de las mujeres a la igualdad y la no discriminación, ya que las leyes y prácticas
que las discriminan afectan su libertad, educación, empleo y participación política.
2. ¿Por qué te llamó la atención esta causa en particular?
Lo que hace que el caso de Manahel al-Otaibi sea especialmente impactante es la grave
violación de derechos humanos que conlleva, especialmente en un contexto donde las
voces críticas al sistema de control y opresión son silenciadas de manera drástica.
Como activista por los derechos de las mujeres, su detención y los abusos que sufrió
reflejan un sistema represivo que no solo afecta a una persona, sino que toca temas
globales como la libertad de expresión, los derechos de las mujeres y la lucha contra la
discriminación.
Además, su arresto por su activismo en redes sociales evidencia cómo las autoridades
pueden utilizar leyes y políticas para callar a quienes buscan generar un cambio social y
desafiar normas establecidas. Su caso también pone de relieve la importancia de la
atención internacional y la presión global, ya que la visibilidad de estos incidentes puede
ser crucial para garantizar justicia y mejorar la situación de los derechos humanos.
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3. ¿Cómo se relaciona con los derechos de los pueblos, la autodeterminación y la
solidaridad?
El caso de Manahel al-Otaibi está vinculado con los derechos de los pueblos, la
autodeterminación y la solidaridad, ya que representa la lucha de una persona por
derechos fundamentales que deberían ser universales. Su activismo a favor de los
derechos de las mujeres y su crítica al sistema de tutela masculina en Arabia Saudita
reflejan la búsqueda de autodeterminación, el derecho de los individuos y pueblos a
decidir sobre su propio destino sin ser oprimidos por estructuras autoritarias o
discriminatorias.
La solidaridad se manifiesta cuando personas y organizaciones de todo el mundo se
unen para exigir su liberación y denunciar las violaciones a sus derechos. Este apoyo
internacional es clave para dar visibilidad a su situación y ejercer presión sobre el
sistema que vulnera los derechos humanos. El caso de Manahel subraya cómo la lucha
de una persona por la justicia y la igualdad puede tener un impacto global, mostrando la
importancia de la solidaridad entre movimientos y personas a nivel mundial para
defender la dignidad humana y la libertad.
Texto argumentativo
El caso de Manahel al-Otaibi, una activista saudita detenida y condenada por su
activismo en defensa de los derechos de las mujeres, es un claro ejemplo de cómo los
derechos humanos continúan siendo vulnerados en muchas partes del mundo. Su caso
pone de manifiesto la grave represión política y social que enfrentan las personas que
luchan por los derechos civiles, especialmente las mujeres, en regímenes autoritarios. Al
ser arrestada por sus publicaciones en redes sociales, donde criticaba el sistema de
tutela masculina y abogaba por la emancipación femenina, al-Otaibi se convirtió en un
símbolo de resistencia ante un sistema opresivo que busca silenciar cualquier voz que
cuestione sus estructuras. Este caso es, sin duda, un llamado a la comunidad
internacional para reforzar la lucha por la libertad de expresión, los derechos de las
mujeres y la justicia social.
En primer lugar, el arresto de Manahel al-Otaibi es una flagrante violación al derecho a
la libertad de expresión, uno de los pilares fundamentales de los derechos humanos. La
Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que toda persona tiene
derecho a la libertad de expresión, lo cual incluye la libertad de buscar, recibir y difundir
información e ideas a través de cualquier medio, sin interferencias. Al-Otaibi fue
detenida y condenada simplemente por ejercer este derecho, publicando contenido en
sus redes sociales en el que promovía el empoderamiento femenino y cuestionaba las
restricciones impuestas por el régimen saudita. Su arresto demuestra cómo los
gobiernos autoritarios emplean las leyes para silenciar a aquellos que se atreven a
desafiar el statu quo, especialmente cuando se trata de movimientos feministas y
derechos de las mujeres.
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Además, el caso de al-Otaibi resalta una problemática más amplia: la represión de las
mujeres en Arabia Saudita y en muchos países de la región. En Arabia Saudita, las
mujeres han luchado durante décadas por la igualdad de derechos, enfrentando un
sistema que limita su libertad en aspectos fundamentales de la vida diaria, como la
educación, el trabajo, la movilidad y la participación política. A pesar de algunos avances
en los últimos años, como la eliminación de la prohibición de conducir, el sistema de
tutela masculina sigue siendo una barrera significativa para la autonomía de las mujeres.
Al-Otaibi, al desafiar abiertamente este sistema, se erige como un ejemplo de lucha
contra la discriminación y la opresión de género, enfrentándose a un régimen que
castiga a aquellas que se atreven a desafiar sus normas patriarcales.
El abuso físico sufrido por Manahel al-Otaibi durante su detención, junto con la negación
de atención médica adecuada, es otra grave violación a sus derechos humanos, en
particular al derecho a la integridad física y mental. Las denuncias de tortura y tratos
crueles e inhumanos en su caso reflejan un patrón sistemático de abuso en las prisiones
sauditas, especialmente hacia aquellas personas que son vistas como amenazas para el
régimen. Este tipo de abusos no solo contraviene los principios fundamentales de
derechos humanos, sino que también socava los esfuerzos por construir una sociedad
justa y respetuosa de la dignidad humana.
La respuesta internacional ante el caso de Manahel al-Otaibi es crucial para presionar a
las autoridades sauditas a que respeten sus compromisos con los derechos humanos.
Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han hecho un
llamado a la liberación inmediata de al-Otaibi, denunciando su encarcelamiento como un
acto de represión política. La solidaridad global es un instrumento fundamental en la
lucha contra la opresión, pues permite visibilizar casos como el de al-Otaibi y generar
presión para que los gobiernos rindan cuentas por las violaciones de derechos
humanos. El apoyo internacional no solo contribuye a la liberación de individuos como
al-Otaibi, sino que también envía un mensaje claro sobre la importancia de proteger la
libertad de expresión y los derechos de las mujeres en todas partes del mundo.
Andrés Camilo Novoa Madrid
El caso de Manahel al-Otaibi y el de Sofía Gómez comparten similitudes en cuanto a la
lucha de ambas por los derechos de las mujeres y la defensa de la justicia en contextos
de represión. Mientras que Manahel al-Otaibi fue arrestada y condenada en Arabia
Saudita por su activismo en redes sociales, donde cuestionaba el sistema de tutela
masculina y promovía la emancipación femenina, Sofía Gómez, en Colombia, también
ha enfrentado amenazas y acoso debido a su trabajo en la denuncia de la violencia de
género y su activismo social en el contexto del conflicto armado.
Ambos casos reflejan la vulnerabilidad de las activistas en países con altos índices de
violencia y control autoritario. En Arabia Saudita, al-Otaibi fue sometida a abusos físicos
y su libertad de expresión fue severamente restringida, mientras que en Colombia, Sofía
Gómez ha sido objeto de intimidaciones por parte de grupos armados ilegales que
intentan frenar su lucha. Sin embargo, en ambos casos, la solidaridad internacional
juega un papel fundamental al visibilizar sus situaciones y presionar por su protección.
La diferencia radica en los contextos: mientras que al-Otaibi enfrenta un sistema legal
represivo y restrictivo para las mujeres en un estado autoritario, Sofía Gómez lucha en
un país en posconflicto, donde los grupos armados y el narcotráfico también representan
una amenaza a su seguridad. Sin embargo, ambas representan el coraje y la resistencia
de las mujeres que desafían sistemas injustos, y sus casos subrayan la importancia de
la lucha global por los derechos humanos.
4. ¿Cómo debería actuar el Estado colombiano en situaciones similares?
El Estado colombiano debe actuar de manera firme y proteger a los defensores de
derechos humanos, especialmente a las mujeres activistas, tomando medidas como
garantizar su seguridad frente a amenazas, proteger su derecho a la libertad de
expresión, y crear políticas de igualdad de género. Además, debe asegurar un sistema
judicial imparcial que sancione a los responsables de abusos y colaborar con
organismos internacionales para ofrecer apoyo y visibilidad. Estas acciones permitirían
que los activistas trabajen sin temor a represalias, promoviendo un entorno de justicia y
protección de los derechos humanos.
5. ¿Qué mecanismos existen en Colombia para la protección de los derechos
humanos en casos como el que analizaste?
En Colombia, existen varios mecanismos para proteger los derechos humanos en casos
como el de Manahel al-Otaibi o Sofía Gómez. Entre ellos están la Unidad Nacional de
Protección (UNP), que ofrece medidas de seguridad para defensores de derechos
humanos; la Fiscalía General de la Nación, encargada de investigar crímenes contra
activistas; la Defensoría del Pueblo, que promueve y protege los derechos humanos; y la
Comisión Interinstitucional para la Protección de Defensores, que coordina acciones de
protección. Además, los afectados pueden recurrir al Sistema Interamericano de
Derechos Humanos y contar con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil como
Amnistía Internacional. Estos mecanismos buscan garantizar la seguridad y la justicia
para quienes luchan por los derechos humanos.
Andrés Camilo Novoa Madrid
Reflexión
La solidaridad y la acción colectiva son claves para la transformación social, ya que
permiten unir esfuerzos en torno a una causa común y desafiar sistemas de opresión.
En casos como el de Manahel al-Otaibi o Sofía Gómez, la solidaridad internacional da
visibilidad y presión para cambiar situaciones injustas. La acción colectiva amplifica las
voces de los oprimidos y promueve cambios sociales importantes, como en los
movimientos por los derechos civiles y feministas. En resumen, la solidaridad y la acción
colectiva son esenciales para construir una sociedad más justa, demostrando que el
cambio verdadero ocurre cuando las personas se organizan y actúan juntas.
6. ¿Cómo contribuyen las movilizaciones virtuales y presenciales a la protección de
los derechos humanos?
Las movilizaciones virtuales y presenciales son herramientas clave para la protección de
los derechos humanos, ya que ayudan a visibilizar injusticias, generar presión sobre las
autoridades y fortalecer la solidaridad entre las personas. A través de las redes sociales
y las protestas en las calles, los casos de abuso pueden ser difundidos rápidamente, lo
que obliga a los gobiernos a responder. Además, estas movilizaciones fomentan la
participación ciudadana y un sentido de comunidad, empoderando a las personas para
que actúen en defensa de sus derechos. Por lo tanto, son fundamentales para crear
conciencia, exigir cambios y movilizar a la sociedad hacia la justicia.
7. ¿Qué impacto pueden tener iniciativas como la de Amnistía Internacional en la
sociedad y el ámbito laboral?
Iniciativas como las de Amnistía Internacional tienen un impacto significativo tanto en la
sociedad como en el ámbito laboral, al promover la defensa de los derechos humanos y
la justicia social.
Impacto en la sociedad: Amnistía Internacional juega un papel fundamental en la
sensibilización sobre las violaciones de derechos humanos y en la lucha contra la
impunidad. Sus campañas globales movilizan a personas de diferentes culturas y
contextos, creando conciencia sobre problemas como la discriminación, la represión
política, y la violencia de género. Esto genera un cambio en la percepción pública,
promoviendo una sociedad más consciente de sus derechos y más dispuesta a actuar
frente a las injusticias.
Impacto en el ámbito laboral: En el ámbito laboral, las iniciativas de Amnistía
Internacional contribuyen a la creación de entornos de trabajo más justos y equitativos,
al promover la igualdad de derechos y la erradicación de la discriminación en las
organizaciones. Sus campañas a favor de la libertad de expresión, el respeto a los
derechos laborales y la denuncia de las condiciones de trabajo abusivas pueden influir
en las políticas de las empresas y gobiernos, promoviendo mejores condiciones
laborales y el respeto a los derechos de los trabajadores.
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