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CONCEPTO DE PERSONA
Cuando hablamos de una persona, generalmente nos referimos a un ser humano
individual, sin precisar detalles como su nombre, su historia o características
particulares. Usamos la expresión “una persona” para señalar a alguien en términos
generales, como quien dice “alguien” o “cualquiera”, diferenciándolo del conjunto total
de la humanidad. No obstante, el concepto de persona va mucho más allá: se trata de
un ser con capacidad de razonar, consciente de su propia existencia y dueño de una
identidad única. Ser persona implica tener la facultad de convivir con otros, de
experimentar emociones, y de actuar con inteligencia y voluntad. Estas cualidades
definen lo que entendemos por humanidad.
LA PERSONA EN EL DERECHO
En el ámbito jurídico, se entiende por persona a todo ente que puede ser titular de
derechos y asumir obligaciones. Esta capacidad no solo se refiere a los seres
humanos, sino también a otras entidades reconocidas por la ley. Por eso, el Derecho
distingue entre dos grandes categorías: las personas físicas y las personas jurídicas.
Las personas físicas, también llamadas personas naturales, son los seres humanos en
tanto sujetos de derecho. Desde la antigua Roma, los juristas desarrollaron la noción
de persona física como aquella que, por el solo hecho de existir, posee ciertos
atributos legales y está amparada por el ordenamiento jurídico.
Por otro lado, las personas jurídicas, también conocidas como personas morales, son
agrupaciones o entidades creadas con el fin de cumplir objetivos comunes, como
pueden ser las empresas, asociaciones civiles, el propio Estado u organizaciones
sociales. Aunque no tienen existencia biológica, el Derecho les otorga personalidad
legal, permitiéndoles adquirir derechos y asumir deberes, como si se tratara de una
persona individual.
Así mismo, tanto las personas naturales como las personas jurídicas son consideradas
sujetos de derecho, ya que ambas pueden actuar en el marco legal y responder ante
la ley.
En resumen, la persona no es simplemente un elemento dentro del sistema jurídico: es
su razón de ser. Todo el Derecho está hecho por y para las personas, y su función
principal consiste en protegerlas, regular sus relaciones y asegurar un entorno justo,
equitativo y respetuoso para todos.
Según el Artículo 1 del Código Civil nos dice:
Artículo 1. Sujeto de Derecho
La persona humana es sujeto de derecho desde su nacimiento.
La vida humana comienza con la concepción. El concebido es sujeto de derecho para
todo cuanto le favorece. La atribución de derechos patrimoniales está condicionada a
que nazca vivo.
CARACTERISTICAS DE LA PERSONA EN EL DERECHO
Existen diferentes características de la persona en el derecho, los cuales son:
Capacidad: La capacidad jurídica se refiere a la aptitud para ejercer derechos y
contraer obligaciones.
Nombre: El nombre es el atributo que identifica a la persona, siendo el elemento
que la distingue de otras.
Domicilio: El domicilio es el lugar donde la persona tiene su residencia habitual o
lugar donde elige ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones.
Estado Civil: El estado civil se refiere a la situación jurídica de una persona, como
soltero, casado, viudo, etc.
Patrimonio: El patrimonio es el conjunto de bienes y derechos que una persona
posee.
Nacionalidad: La nacionalidad determina la pertenencia de una persona a un
estado determinado.
LA PERSONA EN EL DERECHO CIVIL.
La persona en el derecho civil es el sujeto titular de derechos y obligaciones, cuya
definición jurídica ha sido tradicionalmente establecida por normas como las del
Código Civil, pero que hoy es objeto de un debate más profundo, influido por el
proceso de constitucionalización del derecho privado y por desafíos ético-jurídicos
contemporáneos, como los que plantea la bioética.
Esta concepción ya no se limita únicamente a los requisitos formales (como el
nacimiento con vida), sino que se analiza a partir de criterios, fundamentos y
consecuencias normativas, lo que permite una comprensión más precisa y
contextualizada del concepto. Así, la persona en el derecho civil actual no solo se
define por su existencia biológica, sino también por consideraciones jurídicas, éticas y
constitucionales que amplían y complejizan su estatus dentro del ordenamiento legal.
IMPORTANCIA DE LA PERSONA EN EL DERECHO CIVIL
La persona constituye el eje central del derecho civil, ya que es el sujeto al cual se le
atribuyen derechos y obligaciones dentro del orden jurídico. Su importancia no se
limita a un aspecto formal o técnico, sino que representa la base sobre la cual se
construyen todas las relaciones jurídicas civiles: desde la capacidad para celebrar
contratos hasta el derecho a heredar o formar una familia.
Sin embargo, en las últimas décadas, la relevancia de la persona en el derecho civil ha
cobrado un sentido más profundo y dinámico. El proceso de constitucionalización del
derecho civil, así como los avances en temas bioéticos (como el aborto, la eutanasia o
la inteligencia artificial), han exigido una revisión crítica del concepto de persona. Esto
ha llevado a juristas y doctrinarios a analizar no solo quién puede ser considerado
persona, sino por qué y con qué consecuencias jurídicas.
Desde esta perspectiva, la persona ya no se entiende solo como una figura legal
definida por unos cuantos artículos del Código Civil, sino como una noción compleja,
atravesada por principios constitucionales como la dignidad humana, la igualdad y el
libre desarrollo de la personalidad. Por ello, comprender a la persona en su sentido
más amplio es fundamental para garantizar un derecho civil más justo, inclusivo y
actualizado a los desafíos contemporáneos.
Es por ello, que se debe resaltar que la persona es importante en el derecho civil no
solo porque es su sujeto principal, sino porque su definición y tratamiento determinan
la coherencia ética, jurídica y constitucional del sistema legal en su conjunto.
LA PERSONA COMO FIN ÚLTIMO DE TODA REGULACIÓN CIVIL
En el ámbito del derecho civil, la persona física ha sido tradicionalmente considerada
como el eje central del sistema jurídico. Sin embargo, tal como señala la doctrina más
reciente, su tratamiento ha estado marcado por un enfoque técnico y limitado,
centrado en aspectos como el inicio y fin de la personalidad, la capacidad jurídica o los
derechos de la personalidad. Si bien estos temas son relevantes, no agotan el
verdadero significado de la persona como sujeto de derecho, ni reflejan su dimensión
más profunda dentro del ordenamiento.
Hoy se reconoce que la persona no debe ser vista solo como un objeto de regulación
técnica, sino como el fin último de todo el sistema jurídico civil. Este cambio de
perspectiva se debe, en gran parte, a la influencia de la Constitución y los tratados
internacionales de derechos humanos, que reconocen a la persona como portadora de
dignidad y como fundamento del orden jurídico. Bajo esta visión, el derecho civil debe
orientarse no solo a organizar relaciones entre sujetos, sino a proteger y promover el
desarrollo integral del ser humano.
Esto implica que todas las normas civiles desde las más simples hasta las más
complejas deben interpretarse y aplicarse teniendo como objetivo la realización
concreta de la persona en sociedad, garantizando su libertad, igualdad, autonomía y
bienestar. Así, la persona deja de ser una figura pasiva regulada por el derecho, para
convertirse en el valor esencial que le da sentido y legitimidad a toda regulación civil.
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LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS.
Es un documento que marca un hito en la historia de los derechos humanos.
Elaborada por representantes de todas las regiones del mundo con
diferentes antecedentes jurídicos y culturales, la declaración fue proclamada
por la asamblea general.
DATOS CLAVES
Los derechos humanos son derechos universales que asisten a todas
las personas, independientemente de su raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión, político o de otra índole , origen nacional o social ,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
El derecho a la salud y otros derechos humanos relacionados con la
salud son compromisos jurídicamente vinculantes consagrados en los
instrumentos internacionales de derechos humanos, La constitución
de la OMS también reconoce el derecho a la salud.
Todas las personas tienen derecho al más alto nivel posible de salud
física y mental.
El derecho a la salud es indisociable de otros derechos humanos,
como el derecho a la educación, a la participación, a la alimentación,
a la vivienda, al trabajo y a la información.
Generalidades.
Los derechos humanos están consagrados en los instrumentos de derechos
humanos. Todos los estados miembros de la OMS han ratificado al menos un
tratado internacional de derechos humanos que incluye el derecho al más
alto nivel posible de salud. Al ratificar un tratado, los países adquieren la
obligación legal de proteger y cumplir los derechos en él reconocidos. Para
cumplir sus compromisos vinculantes en materia de derechos humanos, los
países deben adoptar un enfoque de salud basado en los derechos
humanos.
Salud y Derecho Humanos
El derecho más alto más alto nivel posible de salud física y mental está
consagrado en varios instrumentos jurídicos internacionales, como el pacto
internacional de derechos, económicos, sociales y culturales.
Principios Fundamentales de Derechos Humanos
Un enfoque basado en los Derechos Humanos requiere la incorporación de
principios y normas basados en los derechos humanos fundamentales a los
servicios de salud y las políticas relativas a los sistemas de salud.
No discriminación e igualdad: En virtud de este principio, lograr la
equidad pasa por dar prioridad a las necesidades de las personas que se
han quedado más rezagadas. La equidad sirve de marco en la esfera de la
salud pública para determinar y abordar las injusticias y las disparidades de
salud remediables que existen entre diferentes subpoblaciones.
Para hacer frente a la discriminación es necesario prestar atención a una
serie de factores relacionados con la discriminación que se solapan y son
transversales, como el género, la raza, la etnia, la discapacidad, la
orientación sexual, la identidad de género y la condición socioeconómica.
En el Perú, el Código Civil no utiliza expresamente el término "Derechos
Humanos", pero reconoce y protege derechos fundamentales de la persona,
en línea con la Constitución Política del Perú y los tratados internacionales
de derechos humanos que el país ha suscrito.
Uno de los artículos más relevantes del Código Civil peruano sobre este
tema es:
Código Civil del Perú – Artículo 1
“La persona humana es sujeto de derecho desde su
nacimiento. La vida humana comienza con la concepción.”
Además, el Código Civil peruano dedica un Libro Primero a la persona
(artículos 1 al 723)
Por su parte, la Constitución Política del Perú también tiene un artículo
clave:
Artículo 1 de la Constitución del Perú
“La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son
el fin supremo de la sociedad y del Estado.”
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Jurisprudencia del artículo 6 del código civil. - Actos de
disposición del propio cuerpo
El Artículo 6 del marco legal establece límites claros sobre los actos que una persona
puede realizar respecto a su propio cuerpo. En esencia, se prohíben aquellos actos
que provoquen una disminución permanente de la integridad física, siempre que estos
sean contrarios al orden público o a las buenas costumbres.
No obstante, la norma reconoce ciertas circunstancias excepcionales en las que
dichos actos pueden considerarse válidos. Estas situaciones incluyen estados de
necesidad, intervenciones médicas o quirúrgicas, y motivos humanitarios. Esta
distinción permite que el derecho a la autonomía personal coexista con principios de
protección a la integridad física y al orden social.
Asimismo, el artículo remite la regulación sobre la disposición o utilización de órganos
y tejidos humanos a una ley especial, reconociendo la complejidad y sensibilidad de
estos temas, que requieren una normativa específica y técnica.
Aplicación del articulo
El Artículo 6 se aplica cuando una persona decide realizar actos sobre su cuerpo que
pueden afectar su integridad física. Permite dichos actos solo si tienen fines médicos,
quirúrgicos o humanitarios, como en el caso de una operación necesaria o la donación
de órganos. Sin embargo, prohíbe acciones que, aunque voluntarias, vayan contra el
orden público o las buenas costumbres, como mutilaciones sin justificación médica o la
venta de órganos. También establece que el uso de órganos y tejidos debe regirse por
una ley específica, garantizando un marco ético y legal adecuado.
Conclusión breve
El Artículo 6 es una norma fundamental que busca proteger la integridad física de las
personas, sin dejar de reconocer su derecho a decidir sobre su cuerpo en
circunstancias justificadas. Su enfoque equilibrado permite que los actos de
disposición del propio cuerpo sean aceptables siempre que respondan a fines
médicos, quirúrgicos o humanitarios, y no atenten contra los principios fundamentales
de la sociedad.
Además, al establecer que el uso de órganos y tejidos humanos debe regirse por una
ley específica, garantiza una regulación ética y técnica que proteja tanto al donante
como al receptor, asegurando la dignidad humana y el respeto a los derechos
fundamentales.
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Título: Los Trasplantes de Órganos como Acto de Disposición del Propio Cuerpo
en el marco del Derecho Civil Peruano
La disposición del cuerpo humano, en especial en lo referente a los trasplantes de
órganos, plantea complejos desafíos jurídicos, éticos y médicos. En el Perú, el Derecho
Civil establece directrices fundamentales sobre la disponibilidad del propio cuerpo,
tanto en vida como después de la muerte. Esta monografía analiza los trasplantes de
órganos como una manifestación del derecho a disponer del propio cuerpo, a la luz de
los artículos 6, 7, 8 y 9 del Código Civil Peruano.
Desarrollo
1. Concepto Jurídico de la Disposición del Cuerpo Humanos
El Derecho Civil reconoce ciertos derechos personalísimos sobre el cuerpo humano.
Aunque no se considera un bien patrimonial, el cuerpo puede ser objeto de disposición
en tanto se respete la dignidad humana. La donación de órganos entra en este campo, ya
que constituye una expresión del libre albedrío del individuo respecto de su cuerpo,
dentro de límites éticos y legales.
2. El Principio de Autonomía y la Voluntad Informada (Artículo 6)
El artículo 6 del Código Civil Peruano establece:
"Los actos de disposición del propio cuerpo están prohibidos cuando ocasionen una
disminución permanente de la integridad física o cuando de alguna manera sean
contrarios al orden público o a las buenas costumbres."
Sin embargo, se permite la disposición del propio cuerpo si se realiza con fines
terapéuticos o humanitarios y no causa una disminución permanente de la integridad
física. Esto incluye actos como la donación de sangre o de órganos en vida, siempre que
se cumplan los requisitos legales y médicos establecidos.
3. El consentimiento como elemento esencial
El consentimiento libre, previo e informado es esencial para la validez de cualquier acto
de disposición del propio cuerpo. El artículo 7 del Código Civil Peruano establece lo
siguiente: La donación de partes del cuerpo o de órganos o tejidos que no se regeneran
no deben perjudicar gravemente la salud o reducir sensiblemente el tiempo de vida del
donante. Tal disposición está sujeta a consentimiento expreso y escrito del donante.
Analicemos a detalle este artículo.
La donación de partes del cuerpo o de órganos o tejidos que no se regeneran no
deben perjudicar gravemente la salud o reducir sensiblemente el tiempo de vida
del donante. Este es un límite ético y médico fundamental: se prohíbe cualquier
donación que ponga en serio peligro la vida o salud del donante. Se prioriza la
integridad del donante vivo, incluso si este está motivado por razones humanitarias
Ahora el mismo artículo menciona que “Tal disposición está sujeta a consentimiento
expreso y escrito del donante”. Esta parte exige una formalidad legal esencial: el
consentimiento debe ser libre, consciente, expreso y por escrito. No se permiten
consentimientos presuntos, implícitos o verbales.
4. Disposición del Cuerpo Post Mortem (Artículo 8)
El artículo 8 indica: Es válido el acto por el cual una persona dispone altruistamente de
todo o parte de su cuerpo para que sea utilizado, después de su muerte, con fines de
interés social o para la prolongación de la vida humana. La disposición favorece sólo a
la persona designada como beneficiaria o a instituciones científicas, docentes,
hospitalarias o banco de órganos o tejidos, que no persigan fines de lucro.
Este artículo reconoce que una persona tiene derecho a decidir, en vida, lo que ocurrirá
con su cuerpo tras la muerte, ya sea donarlo entero (para estudio anatómico, por
ejemplo) o solo algunas partes (órganos o tejidos) para beneficiar a otros. Hay dos fines
válidos para la utilización del cuerpo después de la muerte (el interés social y la
prolongación de la vida humana)
Ejemplo de interés social: Una persona dona su cuerpo a una universidad para que sea
utilizado en la enseñanza de anatomía a estudiantes de la carrera de medicina.
Ejemplo de prolongación de la vida: Una persona declara en su DNI que es donante
de órganos, esta declaración expresa su voluntad de que, una vez fallecida, sus órganos
puedan ser utilizados para salvar otras vidas. Se trata de un acto altruista con fin
humanitario y plenamente válido bajo este artículo.
Asimismo, este artículo establece quiénes pueden ser receptores válidos de la
disposición del cuerpo:
Una persona específica (por ejemplo, un familiar enfermo).
Instituciones legítimas sin fines de lucro, tales como: Hospitales públicos,
Universidades, Bancos de órganos y Centros de investigación médica
autorizados
En conclusión, el artículo 8 garantiza el respeto a la voluntad después de la muerte de la
persona respecto a su cuerpo, siempre que: el acto sea altruista, los fines sean sociales
o humanitarios (como prolongar la vida) y los beneficiarios sean personas específicas
o instituciones sin fines de lucro.
5. Interacción entre el Código Civil y la legislación especial sobre trasplantes de
órganos
En el Perú existe legislación específica que aborda la donación y trasplante de órganos,
la cual interacciona con el Código Civil. La principal ley es la Ley N° 29471, que
promueve la obtención, donación y trasplante de órganos y/o tejidos humanos. Esta ley
complementa y se adapta al Código Civil, especialmente en lo que se refiere a la
voluntad del donante y la protección de los derechos de las personas.
Interacción con el Código Civil:
Voluntad del donante: La Ley N° 29471 prioriza la voluntad del donante en vida,
estableciendo que, a menos que se manifieste lo contrario, se presume que un ciudadano
es donante de órganos. Esta voluntad se puede expresar en el DNI o en un registro
especial, y se debe respetar por encima de la opinión de los familiares.
Consentimiento informado: Se exige un consentimiento informado y voluntario tanto
del donante vivo como de los familiares en caso de donación de órganos de un fallecido,
garantizando que la decisión se tome de forma consciente y libre.
Solidaridad y gratuidad: La donación de órganos se considera un acto solidario,
gratuito y altruista, sin fines de lucro, promoviendo la equidad en el acceso a los
trasplantes.
En resumen, la Ley N° 29471 y sus modificaciones, , establecen un marco legal
específico para la donación y trasplante de órganos en Perú, que complementa y se
adapta al Código Civil, priorizando la voluntad del donante, los derechos de las
personas y la promoción de la solidaridad en este proceso
6. Protección de la Dignidad Humana y Prohibición del Comercio de Órganos
La legislación peruana prohíbe expresamente el comercio de órganos. El acto de
disposición solo es válido si es gratuito y con fines terapéuticos o humanitarios. La
venta de órganos está penada en el Perú tanto por el Código Penal como por normas
sanitarias. Se considera una violación a la dignidad humana, al tratar el cuerpo como
mercancía. Casos de tráfico de órganos en regiones vulnerables han evidenciado la
necesidad de controles más estrictos y educación ciudadana.
7. Conclusiones
Los trasplantes de órganos como actos de disposición sobre el propio cuerpo son una
manifestación de la autonomía personal, pero deben realizarse dentro de un marco legal
y ético que garantice la protección de la dignidad humana. El Código Civil Peruano y la
Ley N.º 29471 establecen las bases para regular estos actos, pero es necesario continuar
fortaleciendo la normativa y la educación pública para fomentar una cultura de donación
responsable y solidaria