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Las Fuentes Del Derecho Romano:
Inmediatas, Mediatas y su Influencia en la
Legislación
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA
MONOGRAFIA
Curso: Derecho Romano
Integrantes: Castillo Moyo Belén / Wu Bordon Deysi / Gomez Arellano Gerardo /
Gonzáles Sánchez Lucero / Moreno Ronceros Raul
Docente: Gavilan Ore Adolfo Guillermo
Institución: Universidad San Luis Gonzaga de Ica
Facultad: Derecho y ciencias políticas
Carrera profesional: Derecho
ICA-PERÚ
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Agradecimiento
Quisiera expresar mi más sincero y profundo agradecimiento a todas las personas e
instituciones que, de una u otra manera, hicieron posible la elaboración de esta monografía
titulada “Las Fuentes del Derecho Romano: Inmediatas, Mediatas y su Influencia en la
Legislación”.
En primer lugar, extiendo mi gratitud a Adolfo Guillermo Gavilan, por su constante
guía, dedicación y exigencia académica, que me motivaron a investigar con rigurosidad y
responsabilidad. Sus orientaciones y recomendaciones fueron fundamentales para dar
forma a este trabajo y ampliar mi comprensión del Derecho Romano como base del
pensamiento jurídico moderno.
Agradezco también a la San Luis Gonzaga de Ica, por ofrecer un espacio formativo
de calidad, y por contar con una biblioteca y recursos académicos que han sido esenciales
durante el proceso de investigación. La infraestructura y el compromiso institucional con la
excelencia académica fueron determinantes para alcanzar los objetivos trazados en este
estudio.
Mi reconocimiento especial va dirigido a mi familia, especialmente a mis padres,
quienes con su apoyo emocional, valores inculcados y confianza constante me impulsaron
a perseverar a lo largo de mi formación universitaria. Su ejemplo de esfuerzo y dedicación
ha sido mi mayor inspiración para concluir con éxito este trabajo.
No puedo dejar de mencionar a mis compañeros y amigos, por los diálogos
enriquecedores, las críticas constructivas y el compañerismo demostrado durante este
periodo académico. Las discusiones compartidas sobre los diversos aspectos del derecho
fueron vitales para ampliar mi perspectiva crítica y enriquecer el contenido de esta
investigación.
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Asimismo, agradezco a los autores y juristas cuyas obras y análisis sirvieron como
base teórica para el desarrollo de esta monografía. Su legado intelectual ha sido de gran
ayuda para comprender la evolución histórica del Derecho Romano y su impacto en la
actualidad.
Finalmente, doy gracias a todas aquellas personas que, de manera directa o
indirecta, contribuyeron con palabras de aliento, apoyo técnico o moral. Cada gesto, por
pequeño que parezca, ha sido invaluable en este camino de formación y crecimiento
personal.
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Índice
Agradecimiento 2
Índice 4
Resumen / Abstract 6
Introducción 7
Capítulo I: Conceptualización de las fuentes del Derecho Romano 9
1.1. Definición de “fuente” en el ámbito jurídico 9
1.2. Importancia de las fuentes en el Derecho Romano 9
1.3. Clasificación general de las fuentes del Derecho Romano 10
1.4. Evolución histórica de las fuentes 10
1.5. Las fuentes como reflejo del espíritu romano 10
Capítulo II: Fuentes inmediatas del Derecho Romano 12
2.1. Concepto de fuentes inmediatas 12
2.2. La ley (lex) 12
2.3. Los plebiscitos 12
2.4. Los senadoconsultos 13
2.5. Las constituciones imperiales 13
2.6. Los edictos de los magistrados 13
2.7. La jurisprudencia 14
Capítulo III: Fuentes mediatas del Derecho Romano 15
3.1. Concepto de fuentes mediatas 15
3.2. La costumbre (mos maiorum) 15
3.3. La religión 15
3.4. La moral y la tradición 16
3.5. La filosofía griega 16
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3.6. El ius gentium 17
Capítulo IV: Influencias que nutrieron la legislación romana 18
4.1. Introducción a las influencias externas e internas 18
4.2. La influencia etrusca y el derecho arcaico 18
4.3. La influencia griega y helenística 18
4.4. El pragmatismo romano 19
4.5. El derecho de los pueblos conquistados 19
4.6. La influencia del cristianismo 20
4.7. La labor de los juristas y la escuela de derecho 20
Conclusiones 22
Referencias bibliográficas 24
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Resumen / Abstract
Resumen: Esta monografía examina el proceso histórico de formación y evolución
del Derecho Romano, desde sus orígenes en el periodo monárquico hasta la codificación
justinianea. Se analizan las etapas históricas, las fuentes jurídicas y la influencia del
Derecho Romano en los sistemas jurídicos actuales, particularmente en el derecho civil de
tradición continental. Este estudio busca resaltar la relevancia de este cuerpo normativo
como base estructural del derecho moderno.
Palabras clave: Derecho Romano, historia jurídica, fuentes del derecho, Roma
antigua, Corpus Iuris Civilis.
Abstract: This monograph explores the historical formation and development of
Roman Law, from its origins in the monarchical period to the Justinian codification. It
analyzes historical stages, legal sources, and the influence of Roman Law on modern legal
systems, especially the civil law tradition. This study aims to highlight the importance of
Roman law as a foundational framework for modern legal structures.
Keywords: Roman Law, legal history, sources of law, Ancient Rome, Corpus Iuris
Civilis.
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Introducción
El Derecho Romano constituye uno de los aportes más significativos de la
civilización romana al mundo occidental, no solo como un conjunto normativo que rigió una
de las civilizaciones más influyentes de la antigüedad, sino como el fundamento estructural
sobre el cual se han construido gran parte de los sistemas jurídicos modernos. Su
influencia sigue siendo visible en múltiples ordenamientos legales actuales, especialmente
en los países de tradición jurídica continental o romano-germánica. Comprender su
formación y desarrollo requiere necesariamente un estudio detallado de sus fuentes, las
cuales revelan cómo se originó, evolucionó y consolidó este complejo sistema jurídico.
En este contexto, las fuentes del Derecho Romano son los medios a través de los
cuales el derecho se manifestaba y era reconocido por la sociedad y el Estado. Estas
fuentes se dividen tradicionalmente en fuentes inmediatas y fuentes mediatas. Las
primeras son aquellas que producían normas jurídicas de manera directa, con fuerza
obligatoria dentro del ordenamiento romano. Entre ellas se encuentran la ley (lex), los
plebiscitos, los senadoconsultos, las constituciones imperiales, los edictos de los
magistrados (especialmente el pretor) y la jurisprudencia desarrollada por los juristas
romanos. Cada una de estas fuentes tuvo su momento de mayor relevancia y respondía a
las necesidades políticas y sociales de su época.
Por otro lado, las fuentes mediatas no creaban normas directamente, pero
influenciaban profundamente la creación, interpretación y aplicación del derecho. Estas
incluyen la costumbre, la religión, la moral, la tradición, la filosofía —particularmente la
griega— y el ius gentium, que recogía principios comunes entre los pueblos del Imperio.
Estas influencias permitieron que el Derecho Romano se mantuviera vivo, dinámico y
adaptado a los cambios sociales y culturales.
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Además, la legislación romana no se desarrolló en aislamiento. Fue profundamente
influenciada por factores históricos, culturales y políticos que nutrieron su contenido y
determinaron su evolución. Roma supo integrar elementos de otras culturas, como la
griega y la etrusca, así como responder a los desafíos administrativos que implicaba
gobernar un vasto imperio multicultural. Esa capacidad de adaptación convirtió al Derecho
Romano en un modelo jurídico duradero y respetado.
Esta monografía tiene como propósito analizar las fuentes del Derecho Romano,
tanto inmediatas como mediatas, así como los factores que nutrieron y moldearon su
legislación. Se busca ofrecer una visión amplia y estructurada que permita al lector
comprender no solo los tipos de fuentes existentes, sino también el contexto que les dio
origen y el legado que dejaron en la tradición jurídica occidental.
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Capítulo I: Conceptualización de las Fuentes del Derecho Romano
1.1. Definición de “Fuente” en el Ámbito Jurídico
En el ámbito jurídico, el término “fuente” hace referencia al origen o causa de donde
emanan las normas jurídicas que regulan una sociedad. Etimológicamente, “fuente”
proviene del latín fons, fontis, que significa “manantial” o “origen”. En el contexto del
Derecho Romano, las fuentes son los mecanismos o formas a través de los cuales se
generaba, manifestaba o reconocía el derecho vigente en un determinado momento
histórico.
La doctrina jurídica moderna distingue entre fuentes materiales y formales del
derecho. Las fuentes materiales son los factores sociales, políticos, económicos y
culturales que motivan la creación del derecho; en cambio, las fuentes formales son los
procedimientos o formas a través de las cuales las normas se positivizan y se incorporan
al ordenamiento jurídico. En el Derecho Romano, aunque no existía esta distinción
terminológica como tal, ambas dimensiones estaban presentes de manera implícita en el
desarrollo normativo.
1.2. Importancia de Las Fuentes en el Derecho Romano
El estudio de las fuentes en el Derecho Romano es fundamental porque permite
comprender cómo se producía el derecho, cómo se legitimaban las normas y cómo estas
se adaptaban a los cambios en la estructura política, social y económica de Roma. Desde
la monarquía hasta el imperio, las fuentes jurídicas evolucionaron para responder a nuevas
necesidades. Por ello, el derecho romano no fue estático, sino profundamente dinámico, y
su sistema de fuentes refleja esta característica.
A lo largo del tiempo, la estructura jurídica romana transitó desde un derecho rígido
y formalista (como en la época de la Ley de las XII Tablas) hacia un sistema más flexible y
equitativo, especialmente bajo la influencia del ius honorarium y posteriormente del
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derecho imperial. Las fuentes, en este proceso, no solo fueron medios de creación
normativa, sino también vehículos de transformación social.
1.3. Clasificación General de Las Fuentes del Derecho Romano
Las fuentes del Derecho Romano suelen clasificarse en dos grandes grupos:
Fuentes inmediatas o directas. Son aquellas que producían derecho en forma
directa y expresa. Estas incluían la ley (lex), los plebiscitos, los senadoconsultos, las
constituciones imperiales, los edictos de los magistrados (en especial del pretor) y la
jurisprudencia de los jurisconsultos. Todas estas fuentes fueron reconocidas y aplicadas
por las autoridades romanas con carácter obligatorio.
Fuentes mediatas o indirectas. Aunque no generaban normas jurídicas en sentido
estricto, influían considerablemente en la creación y aplicación del derecho. Aquí se
encuentran la costumbre (mos maiorum), la religión, la moral, la tradición, el pensamiento
filosófico griego y el ius gentium. Estas fuentes actuaban como base o inspiración para la
formación de normas, especialmente en contextos donde la legislación formal no era
suficiente.
1.4. Evolución Histórica de las fuentes
El carácter dinámico del Derecho Romano implicó una transformación constante en
la relevancia de sus fuentes. Durante la monarquía y la primera república, la costumbre y
la ley eran predominantes. Con la expansión del poder republicano, surgieron nuevas
fuentes como los plebiscitos y el edicto del pretor. Finalmente, durante el Imperio, las
constituciones imperiales y la jurisprudencia adquirieron un rol central en la legislación.
Este proceso culminó con la codificación del derecho en el Corpus Iuris Civilis bajo el
emperador Justiniano, donde muchas de estas fuentes quedaron recopiladas de forma
sistemática.
1.5. Las Fuentes Como Reflejo Del Espíritu Romano
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Las fuentes del Derecho Romano reflejan el espíritu práctico, conservador pero
adaptable de la civilización romana. Los romanos no se guiaron por construcciones
teóricas complejas, sino que privilegiaron soluciones pragmáticas a los problemas
jurídicos, adaptando sus fuentes a las exigencias del momento. Esta actitud permitió que el
derecho romano sobreviviera incluso más allá de la caída del Imperio, influyendo en el
derecho canónico, en los sistemas feudales y, posteriormente, en los códigos civiles
modernos.
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Capítulo II: Fuentes Inmediatas Del Derecho Romano
2.1. Concepto de Fuentes Inmediatas
Las fuentes inmediatas del Derecho Romano son aquellas que tenían la capacidad
de crear normas jurídicas de manera directa y oficial dentro del ordenamiento jurídico
romano. Estas normas eran reconocidas como obligatorias y emanaban de autoridades
con competencia para legislar o interpretar el derecho. Su carácter de inmediatez radica en
que no requerían intermediarios ni validaciones externas para surtir efectos jurídicos, lo
que les otorgaba una fuerza vinculante inmediata en la práctica forense y administrativa
romana.
Estas fuentes variaron en importancia a lo largo del tiempo, reflejando la evolución
política de Roma desde la monarquía, pasando por la república, hasta el imperio. A
continuación, se detallan las principales fuentes inmediatas.
2.2. La Ley (Lex)
La ley (lex) fue en los primeros tiempos de Roma la principal expresión del derecho.
Era una norma jurídica que emanaba de los comicios, asambleas populares que votaban
propuestas legislativas presentadas por los magistrados. Una de las más antiguas y
célebres leyes fue la Ley de las XII Tablas (siglo V a.C.), considerada el primer cuerpo
legal escrito de Roma, que consolidó normas consuetudinarias existentes.
Durante la República, la lex se mantuvo como fuente principal hasta que el sistema
político fue absorbido por el régimen imperial. Las leyes reflejaban los valores y
necesidades de la comunidad romana y eran aplicables a todos los ciudadanos.
2.3. Los Plebiscitos
Los plebiscita eran resoluciones adoptadas por la Plebe reunida en asamblea
(Concilium Plebis), inicialmente aplicables solo a los plebeyos. Sin embargo, con la Ley
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Hortensia (287 a.C.), los plebiscitos adquirieron fuerza obligatoria para todos los
ciudadanos romanos, igualando su eficacia jurídica con la de las leyes votadas por los
comicios.
Este cambio significó una importante democratización del proceso legislativo y
consolidó la participación plebeya en la vida jurídica de Roma.
2.4. Los Senadoconsultos
Los senatus consulta eran dictámenes emitidos por el Senado romano. Aunque en
sus orígenes no tenían fuerza de ley, con el tiempo, especialmente en el período imperial,
se convirtieron en una de las principales fuentes normativas. A medida que los comicios
perdieron relevancia, los senadoconsultos asumieron un rol legislativo más activo,
recomendando o dictando normas que eran aplicadas por los magistrados y tribunales.
Su influencia fue particularmente notable durante el Principado, cuando el Senado
actuaba en estrecha colaboración con el emperador.
2.5. Las Constituciones Imperiales
Las constitutiones principum eran normas emitidas directamente por el emperador,
quien, a partir del siglo I d.C., asumió un rol legislativo de primer orden. Se trataba de
disposiciones con fuerza de ley que podían adoptar distintas formas:
Edicta. Disposiciones de carácter general.
Mandata. Instrucciones dirigidas a funcionarios.
Decreta. Decisiones en juicios privados.
Rescripta. Respuestas a consultas jurídicas de funcionarios o particulares.
Bajo el Principado y más aún durante el Dominado, estas constituciones se
convirtieron en la fuente principal del derecho vigente. El emperador era considerado la
encarnación del poder legislativo y sus actos tenían carácter normativo absoluto.
2.6. Los Edictos de Los Magistrados
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Los edictos eran normas publicadas por los magistrados con potestad
jurisdiccional, en especial el pretor urbano y el pretor peregrino, al asumir su cargo. En
ellos se indicaban las reglas procesales y criterios que aplicarían durante su mandato. Este
conjunto de disposiciones formó lo que se conoce como ius honorarium, es decir, el
derecho elaborado por los magistrados en ejercicio de sus funciones.
El edictum perpetuum, compilado bajo el emperador Adriano, fijó de manera
definitiva el contenido del edicto pretorio, limitando su carácter cambiante. Esta fuente fue
clave en la evolución del derecho civil, ya que permitió introducir principios de equidad,
adaptabilidad y justicia a un derecho originalmente muy rígido.
2.7. La jurisprudencia
La jurisprudencia en Roma no consistía en sentencias judiciales, como en el
derecho moderno, sino en las opiniones y comentarios de los jurisprudentes o iurisconsulti,
expertos en derecho que asesoraban a magistrados, ciudadanos y emperadores. Estos
juristas analizaban casos, interpretaban normas y desarrollaban principios generales del
derecho a través de obras doctrinales, dictámenes y responsa.
Durante el Imperio, especialmente bajo el reinado de Augusto, se otorgó a ciertos
jurisconsultos el ius respondendi ex auctoritate principis, es decir, el derecho de emitir
opiniones con autoridad legal. La jurisprudencia romana alcanzó un elevado nivel técnico y
teórico, contribuyendo enormemente a la sistematización del derecho.
Este capítulo da cuenta de cómo el Derecho Romano se fue construyendo a través
de diversas fuentes normativas que reflejaban los cambios sociales, políticos y jurídicos
del mundo romano. Cada una de estas fuentes inmediatas cumplió un rol fundamental en
diferentes momentos de la historia de Roma y su análisis permite comprender la riqueza.
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Capítulo III: Fuentes Mediatas Del Derecho Romano
3.1. Concepto de Fuentes Mediatas
Las fuentes mediatas del Derecho Romano son aquellas que, si bien no
producían normas jurídicas de forma directa y obligatoria, influyeron de manera decisiva
en la formación, interpretación y evolución del derecho. Estas fuentes actuaban como
base ideológica, cultural, social o filosófica sobre la cual se construía y legitimaba el
sistema normativo. Su relevancia radica en que alimentaron el espíritu jurídico romano y
permitieron que el derecho se adaptara a los cambios de la sociedad a lo largo de los
siglos.
A través de estas fuentes, el Derecho Romano no solo respondió a necesidades
prácticas, sino que también incorporó valores, principios éticos y concepciones del mundo
que lo enriquecieron y lo hicieron más humano y flexible.
3.2. La Costumbre (Mos Maiorum)
La costumbre fue la forma jurídica más antigua de Roma, anterior incluso a la ley
escrita. Conocida como mos maiorum (la costumbre de los antepasados), consistía en la
repetición constante de prácticas aceptadas por la comunidad, que adquirían fuerza
obligatoria con el paso del tiempo. Era conservadora por naturaleza y reflejaba los valores
tradicionales del pueblo romano, como la familia, la autoridad del pater familias, la religión
doméstica y la moral cívica.
Aunque con la codificación de la Ley de las XII Tablas la costumbre perdió
protagonismo frente a la legislación escrita, nunca desapareció del todo, y continuó
influyendo como una fuente subyacente en muchas instituciones jurídicas, especialmente
en el ámbito del derecho privado.
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3.3. La Religión
En los primeros siglos de Roma, el derecho y la religión estaban íntimamente
vinculados. Las primeras normas jurídicas tenían un fuerte contenido religioso y ritual, y
muchas de las funciones legales eran desempeñadas por sacerdotes (pontífices), quienes
interpretaban las normas y organizaban los procedimientos judiciales.
La noción de justicia (ius) estaba ligada a la idea de lo justo conforme a la voluntad
divina. Instituciones como los juramentos, los testamentos y los contratos contenían
elementos religiosos que otorgaban legitimidad y solemnidad a los actos jurídicos. Aunque
con el tiempo el derecho se fue secularizando, la influencia religiosa nunca desapareció
completamente, especialmente en materias como el derecho de familia o el derecho
funerario.
3.4. La Moral y la Tradición
La moral romana, basada en virtudes como la fides (lealtad), la pietas (respeto a
los dioses y a la familia), y la gravitas (seriedad y dignidad), influyó profundamente en la
forma en que se entendía el derecho y su aplicación. Los romanos concebían el derecho
no solo como un conjunto de reglas, sino como un instrumento para vivir rectamente
(vivere honeste). Por tanto, muchas normas no escritas derivaban de patrones morales
aceptados colectivamente.
Asimismo, la tradición, como un conjunto de prácticas heredadas, contribuía a la
estabilidad del orden jurídico, evitando cambios abruptos y manteniendo la continuidad
entre generaciones.
3.5. La Filosofía Griega
La influencia de la filosofía griega, especialmente del estoicismo, fue determinante
en el desarrollo del pensamiento jurídico romano, sobre todo a partir del siglo II a.C. Los
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filósofos griegos aportaron una visión más racional y universal del derecho, promoviendo la
idea de una ley natural (ius naturale) que se encuentra por encima de las leyes humanas.
Autores como Cicerón defendieron que existe un derecho inherente a la naturaleza
humana, común a todos los pueblos y derivado de la razón. Este concepto influyó en la
elaboración del ius gentium y fue clave para el desarrollo posterior del derecho natural en
el pensamiento cristiano y en la tradición jurídica occidental.
3.6. El Ius Gentium
El ius gentium, o derecho de gentes, surgió como una forma de derecho aplicable a
las relaciones entre romanos y extranjeros, o entre extranjeros mismos dentro del territorio
romano. A diferencia del ius civile, que solo era aplicable a los ciudadanos romanos, el ius
gentium recogía principios comunes aceptados por diversos pueblos del mundo antiguo,
permitiendo así la regulación de transacciones comerciales, contratos y litigios en un
contexto multicultural.
Aunque en un principio tuvo carácter práctico, con el tiempo adquirió un fuerte
contenido filosófico y fue identificado con el ius naturale. El ius gentium introdujo
flexibilidad y principios de equidad al sistema romano, y fue esencial para la expansión del
derecho romano en los territorios conquistados.
Las fuentes mediatas permitieron que el Derecho Romano se desarrollara no solo
como un cuerpo normativo técnico, sino como un sistema coherente con los valores y
creencias de la sociedad romana. Al integrar elementos culturales, religiosos, filosóficos y
morales, el derecho romano se fortaleció como una disciplina adaptable, viva y
profundamente enraizada en la experiencia humana.
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Capítulo IV: Influencias Que Nutrieron la Legislación Romana
4.1. Introducción a Las Influencias Externas e Internas
El Derecho Romano no fue una creación aislada ni puramente autóctona; más bien,
fue el resultado de un proceso histórico de asimilación, adaptación y transformación de
múltiples influencias tanto internas como externas. La legislación romana, si bien se
estructuró sobre bases propias como la costumbre y la ley, también se vio profundamente
influida por la interacción con otras culturas, las exigencias del expansionismo, la
evolución de la estructura social romana y la integración de nuevas ideas filosóficas y
religiosas.
Este capítulo analiza las principales corrientes y factores que contribuyeron a
enriquecer y consolidar el sistema jurídico romano a lo largo de su historia.
4.2. La Influencia Etrusca y el Derecho Arcaico
En los primeros tiempos de Roma, la civilización etrusca ejerció una notable
influencia en las estructuras políticas, religiosas y jurídicas. Aunque los registros escritos
sobre este periodo son escasos, se sabe que muchas prácticas rituales, ceremoniales y
organizativas fueron adoptadas por los romanos, incluyendo aspectos del derecho público
y del derecho religioso. La figura del rey como autoridad política y religiosa, así como la
organización del poder militar y sacerdotal, tienen en parte una raíz etrusca.
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Además, durante este periodo se consolidaron instituciones clave del derecho
arcaico, como el pater familias, el concepto de propiedad absoluta (dominium), y la
formalidad de los actos jurídicos, muchos de los cuales tenían carácter sagrado.
4.3. La Influencia Griega y Helenística
Una de las influencias más notables y decisivas en la evolución del Derecho
Romano provino de la cultura griega, especialmente tras la expansión romana en el sur
de Italia y la posterior helenización del mundo romano durante el periodo helenístico. Esta
influencia fue principalmente intelectual y filosófica, y se manifestó en dos grandes
ámbitos:
Filosofía del derecho. Los conceptos de ius naturale, aequitas (equidad) y ratio
(razón) fueron adoptados del pensamiento estoico y socrático, infundiendo al derecho
romano una dimensión ética y racional. Esto permitió que las normas no se limitaran a la
costumbre o a la ley formal, sino que se interpretaran conforme a principios universales de
justicia.
Ciencia jurídica. El contacto con el pensamiento lógico y sistemático de los griegos
influyó en la organización del derecho, favoreciendo su codificación, análisis y estudio
académico. Juristas romanos como Gayo, Ulpiano y Papiniano desarrollaron doctrinas con
rigor casi filosófico.
4.4. El Pragmatismo Romano
A diferencia de los griegos, cuyo enfoque del derecho era más abstracto y teórico,
los romanos eran profundamente pragmáticos. Esta característica cultural permitió al
derecho romano adaptarse constantemente a las nuevas circunstancias sin perder su
coherencia. El principio de equidad, por ejemplo, no se estableció solo como ideal
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filosófico, sino como herramienta para corregir injusticias dentro del marco legal vigente,
especialmente mediante el ius honorarium del pretor.
Este enfoque pragmático también se manifestó en la estructura jurídica flexible, que
permitía coexistencia entre el ius civile, el ius gentium y el ius naturale, y facilitaba la
asimilación de costumbres y normas extranjeras en las provincias del Imperio.
4.5. El Derecho de Los Pueblos Conquistados
A medida que Roma expandía su dominio territorial, entraba en contacto con una
gran diversidad de culturas y sistemas normativos. Esta interacción generó un derecho
mixto, producto de la aculturación jurídica, en el que muchas prácticas locales fueron
integradas al sistema romano mediante el ius gentium.
En provincias como Egipto, Hispania, Galia o Siria, Roma permitía que ciertos
aspectos del derecho local subsistieran siempre que no contravinieran el orden romano.
Esta política de flexibilidad contribuyó a la riqueza del derecho romano, al introducir
nuevas instituciones, procedimientos y figuras jurídicas.
4.6. La Influencia Del Cristianismo
Con la difusión del cristianismo en los siglos III y IV d.C., y especialmente tras su
oficialización como religión del Imperio por el emperador Teodosio I en el año 380, se
produjo una profunda transformación del pensamiento jurídico. La doctrina cristiana
introdujo nuevos valores morales, como la igualdad de todos los seres humanos ante Dios,
la dignidad de la persona y el perdón, que influyeron en diversas instituciones jurídicas,
especialmente en el derecho de familia, el derecho penal y el derecho sucesorio.
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Durante el reinado de Justiniano, el cristianismo ya estaba plenamente integrado al
sistema jurídico, lo que se refleja en el Corpus Iuris Civilis, donde se armoniza el legado
romano con los principios éticos del cristianismo.
4.7. La Labor de Los Juristas y la Escuela de Derecho
Finalmente, una influencia crucial en la legislación romana fue la labor de los
jurisconsultos y de las escuelas jurídicas. Estos estudiosos sistematizaron,
interpretaron y adaptaron el derecho, desarrollando una verdadera ciencia jurídica. Su
pensamiento influyó directamente en la producción normativa del Estado, en los fallos
judiciales y en la formación de nuevas generaciones de juristas.
Las escuelas sabinianas y proculeyanas, por ejemplo, discutían activamente sobre
la interpretación de normas, lo que impulsó el perfeccionamiento de los conceptos jurídicos
y contribuyó a la coherencia interna del sistema.
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Conclusiones
El estudio de las fuentes del Derecho Romano permite comprender no solo la
estructura jurídica de una de las civilizaciones más influyentes de la historia, sino también
el proceso mediante el cual el derecho se forja, evoluciona y se adapta a lo largo del
tiempo. A través del análisis de las fuentes inmediatas, mediatas y de las influencias que
nutrieron la legislación romana, es posible advertir la riqueza conceptual y la solidez
institucional que caracterizaron a este sistema jurídico.
En primer lugar, las fuentes inmediatas —como la ley, los plebiscitos, los
senadoconsultos, los edictos de los magistrados, la jurisprudencia y las constituciones
imperiales— constituyeron el núcleo normativo directo del derecho romano. Estas fuentes
reflejan una notable evolución desde formas arcaicas y rígidas hacia mecanismos más
flexibles y adaptativos, permitiendo una constante renovación del orden jurídico.
En segundo término, las fuentes mediatas jugaron un papel crucial al aportar
fundamentos culturales, filosóficos y religiosos que moldearon la conciencia jurídica
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romana. Elementos como la costumbre, la religión, la moral y la filosofía griega
introdujeron principios de racionalidad, justicia y equidad que trascendieron las normas
formales y brindaron profundidad al sistema jurídico.
Asimismo, las múltiples influencias externas e internas que nutrieron la
legislación romana, como el contacto con otros pueblos, la incorporación del pensamiento
cristiano y la labor de los juristas, enriquecieron notablemente el Derecho Romano,
convirtiéndolo en un modelo duradero de técnica legislativa, reflexión jurídica y capacidad
de adaptación frente a los cambios sociales.
Como resultado, el Derecho Romano no solo sirvió de fundamento para el
desarrollo del derecho civil moderno, sino que también dejó una herencia de principios
jurídicos universales, como la equidad, la buena fe, el derecho natural y la justicia como
ideal regulador. Su estudio sigue siendo, por tanto, una herramienta indispensable para la
formación jurídica contemporánea y para comprender el origen de muchas de las
instituciones aún vigentes en los ordenamientos actuales.
En suma, el Derecho Romano, a través de sus fuentes, no solo reguló la vida
jurídica de Roma, sino que construyó un legado que trasciende el tiempo, sirviendo de
inspiración y guía para generaciones posteriores en la búsqueda de un derecho más justo,
coherente y humano.
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Referencias Bibliográficas
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Reus. (Obra clásica que ofrece un análisis detallado de las instituciones jurídicas romanas
y sus fuentes.)
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(Manual de referencia sobre el derecho privado en Roma, con análisis de las fuentes
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Tecnos. (Un texto ampliamente utilizado en estudios universitarios sobre Derecho Romano.)
González, J. (2011). Historia del Derecho Romano. Madrid: Dykinson.
(Examina la evolución histórica y la influencia de otros pueblos en la legislación romana.)
Kaser, M. (2003). Derecho privado romano. Madrid: Editorial Bosch.
(Obra fundamental que sistematiza el desarrollo del derecho romano desde una perspectiva
histórica y dogmática.)
Talamás, C. (2008). Compendio de Derecho Romano. México D.F.: Porrúa.
(Manual accesible y completo que analiza tanto las fuentes inmediatas como mediatas.)
Voci, A. (1994). Lecciones de Derecho Romano. Buenos Aires: EJEA.
(Obra que incluye reflexiones sobre la filosofía jurídica y la herencia del derecho romano.)
Zimmermann, R. (1996). The Law of Obligations: Roman Foundations of
the Civilian Tradition. Oxford: Oxford University Press.
(En inglés, con un enfoque comparativo y profundo sobre el legado del Derecho Romano.)