¿Qué significan los gemidos indecibles del
Espíritu Santo?
La expresión «gemidos indecibles» originalmente lleva el significado
literal de «sin palabras»; hace referencia a gemidos impronunciables
que constituyen códigos imposibles de descifrar por palabras o
sonidos humanos. Es decir, que la intercesión que el Espíritu hace por
los creyentes no se puede expresar.
¿Qué significan los gemidos indecibles del Espíritu Santo?
El apóstol Pablo en una de sus cartas a los Romanos dijo: «Y de
igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues
qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el
Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles», Romanos 8:26.
Es importante tomar en cuenta que Pablo en ese mismo pasaje
también hace referencia sobre los gemidos de la creación por causa
de las angustias del pecado, así como el gemido de la tierra por la
manifestación de los hijos de Dios; es notorio que tanto uno como el
otro son una representación que va ligada al ministerio del Espíritu
Santo de Dios (Romanos 8:22-23).
¿Por qué motivo el Espíritu Santo gime?
El apóstol Pablo en esta misma carta nos da la respuesta del por qué
gime el Espíritu Santo, y es porque dice que no sabemos «pedir como
conviene», por tanto Él actúa como un intermediario ante el Padre por
nuestras peticiones.
El es quien presenta ante Dios de la manera adecuada aquello que no
sabemos expresar; además dice que el es quien nos ayuda en nuestra
debilidad, por lo tanto, aunque no sepamos bien que debemos pedir,
Él hace su trabajo y pide a Dios lo que realmente nos conviene.
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¿Por qué dependemos de lo gemidos del Espíritu Santo?
La respuesta a esta pregunta radica en que somos seres humanos
sujetos a tentaciones, debilidades y pecados; es por ello que muchas
veces creemos que lo que estamos pidiendo es lo correcto y en
ocasiones estos deseos se inclinan hacia nuestros sentimientos y
emociones los cuales muchas veces no hacen tomar malas
decisiones.
ARTÍCULO DE INTERÉS: ¿Sabes cuáles son las «Arras» del
Espíritu Santo?
Vivimos en un cuerpo carnal, cuyos deseos se oponen a los del
Espíritu es por ello que muchas veces lo que estamos pidiéndole a
Dios es promovido más por nuestros deseos personales.
¿Cuántas veces hemos ido a la presencia del Señor cargando una
lista interminable de peticiones? ¿Cuántas veces hemos pedido cosas
que se oponen a la voluntad del Espíritu? Si quizás sabes que has
pedido algo no acorde a la voluntad de Dios para tu vida, tranquilo que
ya el Espíritu Santo ha intercedido por ti para que recibas lo que más
te conviene.
«El Espíritu Santo está dispuesto a ayudarnos»
La Palabra nos dice que nos acerquemos confiadamente al trono de la
gracia, por lo tanto podemos ir a la presencia de Dios y exponer ante
Él nuestro caso, sabiendo que tenemos un intercesor ante el Padre
Cristo Jesús y un intercesor dentro de nuestro corazón, que es el
Espíritu Santo.
Gracias al sacrificio de Cristo en la cruz del calvario, ahora tenemos a
un Espíritu que es el mediador en nosotros pero con gemidos
indecibles, los cuales interceden por nuestras debilidades así como
por el cumplimiento de cada una de las promesas de Dios en nuestra
vida.
Que maravilloso saber que aunque no tengamos las palabras
adecuadas para expresarnos ante Dios, el Espíritu que está en
nosotros habla y presenta a Dios todas nuestras necesidades, aun las
que ni siquiera sabemos que necesitamos