Organizado por el
Equipo Editorial de la Escuela Convergencia
EL CREYENTE
Y LA BIBLIA
Cómo Leer y Estudiar el Libro que Dios nos dio
1ª Edición
ESCUELA CONVERGENCIA
de Teología y Vida Cristiana
Monte Mor/SP
2024
Esta guía de estudio fue escrita a partir de las video clases impartidas en
la Escuela Convergencia de Teología y Vida Cristiana EAD
(Educación a Distancia) y otros materiales de enseñanza relacionados,
cuyas referencias se incluyen en el cuerpo de la misma.
•
Copyright© 2018 por la Escuela Convergencia
Todos los derechos reservados
•
Profesor:
Angelo Bazzo
Compilación y elaboración de texto:
Camila Brum
Revisión de contenidos:
Harlindo de Souza
Revisión Final:
Bárbara Mari Bie
Diagramación:
David Díaz
traducción:
Andrés Leví Alarcón
Maheli Dono
•
Esta guía de estudio o cualquier parte de ella no puede ser reproduci-
da o utilizada de ninguna manera sin el permiso expreso de la Escuela
Convergencia, excepto para el uso de citas breves siempre y cuando se
mencione la fuente, con direcciones postales y electrónicas.
ESCUELA CONVERGENCIA
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Leccion 2
LA AUTORIDAD DE
LAS ESCRITURAS
Parte II
En la lección anterior, comenzamos el tema de este curso discutiendo la autori-
dad de las Escrituras. En esta lección, discutiremos la importancia de profundizar
nuestra comprensión de la relevancia de la Biblia en la vida de un cristiano.
La manera de abordar el contenido de las Escrituras definirá el resultado de nuestra
lectura. Por esta razón, es importante que haya una postura específica en nuestros
corazones y mentes cada vez que estamos ante la Palabra de Dios. Esta postura está
relacionada con una actitud de humildad, es decir, una disposición a recibir las
revelaciones que contiene. Sin embargo, no es posible ser humilde como resultado
del esfuerzo humano y del trabajo duro. Esta es una postura que se origina en la
correcta comprensión de la naturaleza de la Palabra de Dios. Es necesario conocer
la esencia de la Biblia para comprender correctamente su contenido y reaccionar
adecuadamente ante ella.
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EL CREYENTE Y LA BIBLIA
Cómo Leer y Estudiar el Libro que Dios nos dio
LA BIBLIA FUE INSPIRADA POR DIOS
Uno de los principales textos utilizados por los cristianos cuando se refieren a las
Escrituras y su importancia está en 2 Timoteo y dice lo siguiente:
“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para re-
prender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo
de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.” (2Tm 3:16,17)
El pasaje anterior muestra la grandeza y la majestuosidad de la Biblia. Y es precisa-
mente a partir de versos como éste que empezamos a entender el significado de la
frase: "la Biblia es la palabra de Dios". Lo que aclara este entendimiento es el térmi-
no "inspirada", utilizado por Pablo en el texto anterior al referirse a las Escrituras.
A continuación, también aclara cuáles son los propósitos de la Palabra de Dios:
enseñar, reprender, corregir, instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté
enteramente capacitado para toda buena obra.
Pablo declara: "Toda la Escritura es inspirada", es decir, la inspiración divina es lo
que da autoridad a la Escritura. Así que deberíamos meditar sobre esta afirmación y
acceder al significado profundo de lo que Pablo está tratando de decir.
Es necesario que tomemos un tiempo hasta que la realidad de la majestuosidad de
las Escrituras sea verdadera en nosotros. Luego, pensar en el término "inspirado"
en el mismo sentido que cuando decimos "esta mañana me he levantado inspirado"
o "me he inspirado para escribir esta canción" es atenuar su significado en compara-
ción a cómo lo utiliza Pablo en su segunda carta a Timoteo.
La palabra "inspirada" en el griego significa "theopneustos", que es lo mismo que
“inspirado por Dios”. Un ejemplo de la aplicación de este término en otro texto de
la Biblia está en Génesis, capítulo 2, que dice que Dios crea al ser humano, sopla en
sus narices y así se convierte en un ser viviente1 (un alma viviente).
Piensa en esto: Adán es el punto más alto de la creación. Dios lo creó en el último
día, porque era lo mejor de su obra. Y depositó algo de sí mismo en el hombre, por
lo que el hombre se convierte en alguien cuya existencia vino de Dios y se originó
en Dios. Del mismo modo, se puede hacer un paralelismo y declarar lo mismo so-
bre las Escrituras. La Biblia dice que Dios sopló de su espíritu al hombre y también
dice que las Escrituras fueron sopladas/inspiradas por Dios.
Así que la Biblia es tan importante como la creación de los cielos y la tierra, y el
término "inspirado" es más profundo de lo que se cree, porque está directamente
1. Gn 2:7.
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relacionado al valor de la Biblia. Piénsalo: las Escrituras hablan de la revelación y la
redención de Dios, del propio Señor Jesús que murió en la cruz. Cuando encarnó
y murió por nuestros pecados, reveló el amor de Dios, porque Jesús es la expresión
exacta de quién es Dios2. La Biblia, a su vez, es también la expresión de Dios, por-
que nos explica, nos muestra y nos enseña sobre Él.
Es evidente, por lo tanto, que Dios eligió revelarse a través de este libro, llamado
Biblia. Si no se hubiera escrito, nunca conoceríamos la historia de Jesús y, en con-
secuencia, nunca nos habríamos salvado. Para que el mensaje de Jesús llegue a la
gente, es necesario que lean la Biblia. Esta es también la razón por la que los hom-
bres piadosos se dedicaron a la educación, la alfabetización y la pedagogía, para que
más personas conocieran el mensaje del Evangelio. Esto es tan importante - sobre
todo en la época que nos ha tocado vivir, de mucho énfasis en el poder del Espíritu
Santo - que debemos recordar lo que dijo Jesús: los hombres se equivocan porque
no conocen las Escrituras y el poder de Dios, ya que ambos son necesarios para
dar entendimiento3. Las dos cosas deben ir juntas: el poder del Espíritu Santo (los
dones del Espíritu) y un conocimiento profundo de las Escrituras.
En el Antiguo Testamento, la expresión "así dice el Señor" era recurrente y estaba
relacionada con la costumbre de los heraldos (mensajeros) de la antigüedad. Cuan-
do escribían o anunciaban un decreto del rey, decían: "Así dice el Señor". Eso era su-
ficiente para que todos supieran que el siguiente mensaje era realmente la palabra
inerrante e infalible de su rey.
Por lo tanto, cuando tenemos la revelación y el conocimiento de que la Biblia es
inspirada por Dios, tenemos la plena seguridad de que todo lo que leemos en ella,
cada frase de los profetas, cada mandamiento o promesa, es la Palabra infalible de
Dios. De principio a fin, la Escritura es la Palabra de Dios.
CINCO CARACTERÍSTICAS BÁSICAS
DE LAS ESCRITURAS
Al reconocer la Biblia como la Palabra de Dios, contemplamos algunas característi-
cas básicas relativas a su contenido. Estas son:
1. LA INERRANCIA DE LAS ESCRITURAS
La Biblia no contiene errores. Los manuscritos originales no dicen nada contrario
a los hechos registrados en ella, por lo que podemos decir que en todo es cierto.
2. Heb 1:3.
3. Mc 12:24.
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Dios no puede mentir ni hablar con falsedad4, por lo que sus palabras son la máxima
referencia de la verdad. Piensa por un momento: Dios no miente y no hay pecado en
Él, es santo, es eternamente perfecto. Por lo tanto, si Dios no se equivoca y la Biblia
es la Palabra de Dios, la Biblia no contiene errores. Algunos, sin embargo, afirma-
rán que hay divergencias en ciertos relatos bíblicos; pero, en ningún momento hay
una contradicción real que niegue la credibilidad de la Palabra de Dios. Los relatos
divergentes entre sí no excluyen el hecho de que se hayan producido. Y, como
dijimos antes, la Biblia fue inspirada por Dios, por lo tanto, esto la hace inerrante.
2. LA CLARIDAD DE LAS ESCRITURAS
La Biblia es clara en su mensaje central, aunque encontremos en ella puntos difí-
ciles de entender5. Nuestra capacidad para entender lo que dice la Biblia está más
ligada a la moral y a la espiritualidad que al intelecto.
El hecho de que Dios haya elegido revelarse a través de un libro le confiere un
aspecto didáctico en la forma de comunicarse con su pueblo. Por tanto, si Dios es
un Dios que se revela, ciertamente lo hace de forma accesible al entendimiento de
todos los que desean conocerlo.
Ciertamente, hay algunos versículos que pueden parecer un poco difíciles de en-
tender, pero el mensaje central de la Biblia es claro. Además de esto, hoy en día
existen varias traducciones (trataremos específicamente este tema más adelante),
pero el punto central es que los manuscritos originales no contenían errores y fue-
ron escritos de tal manera que todo cristiano dispuesto a aceptar las verdades allí
contenidas pudiera encontrarlas.
3. AUTORIDAD - ¿CÓMO SE PUEDE
COMPROBAR LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA?
Si la Biblia es inspirada por Dios, entonces es un documento confiable y tiene au-
toridad sobre la vida del creyente.
Se puede probar la autoridad de la Biblia observando su coherencia histórica, com-
probando la veracidad de los documentos que la componen, viendo la belleza poé-
tica de sus textos y verificando la exactitud del cumplimiento de sus profecías.
Sin embargo, hay un problema en el análisis para demostrar la veracidad y autori-
dad de la Biblia. Todo lo que se utiliza para demostrar su autoridad, como la ciencia
o la historia, se vuelve más grande que ella, es decir, ambas tendrían más autoridad.
4. Tt 1:2.
5. 2Pe 3:15,16.
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Sin embargo, la autoridad de la Biblia se demuestra por sí misma; nada externo a
ella puede probar su veracidad.
El Espíritu Santo es quien tiene la función de revelar la verdad de la Palabra de Dios
a quiénes la leen; es quién convence de que ella es verdadera. Es imposible creer
en la autoridad de la Biblia sin que el Espíritu Santo ilumine nuestra vida interior y
genere entendimiento para recibir su verdad.
“El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios,
pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo
espiritualmente.” (1Co 2:14)
No obstante, es necesario leer la Biblia para que se produzca esta iluminación del
Espíritu. Dios no revelará que las Escrituras son verdaderas mientras estén cerra-
das. No habrá una voz que grite "esta es la Palabra de Dios", sino que será a medida
que se lean las palabras de este libro que el Señor iluminará con la revelación de
que es la verdad.
Aunque esto pueda parecer un argumento circular y redundante, cualquier otro
argumento o forma de explicar la autoridad de la Palabra de Dios sin que la fuente
sea ella misma reduciría su autoridad a esa otra fuente. Por lo tanto, la propia Biblia
tiene la autoridad final para la auto-revelación, que se hace a través de la ilumina-
ción del Espíritu Santo. Así, no es posible acceder plenamente al mensaje de Dios
fuera de la Biblia.
4. LA SUFICIENCIA DE LAS ESCRITURAS
La Biblia contiene todas las palabras que Dios quiso proclamar a su pueblo, las pa-
labras que necesitamos para nuestra salvación y para una vida en obediencia a Él.
La Biblia es inspirada por Dios, inerrante y clara en su mensaje, y, por lo tanto, es
autoridad sobre el cristiano. En otras palabras, desobedecer a la Biblia es lo mismo
que desobedecer a Dios mismo. Porque, así como los antiguos decían "así dice el
Señor" y el mensaje que seguía era como si fuera el propio Rey el que pronunciaba
esas palabras, de la misma manera, todo el mensaje registrado por Moisés, los pro-
fetas, los salmistas, Jesús y los apóstoles es también la Palabra de Dios y la máxima
autoridad que proviene de Él.
Considerando eso, la lectura de la Biblia para el cristiano debe tener el mismo peso
de autoridad como si Dios mismo estuviera hablando ante él y enseñándole. La Bi-
blia abierta ante los ojos de sus elegidos tiene el mismo peso que cuando Dios grita
en el Monte Sinaí dando los diez mandamientos a Moisés.
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Cuando el hombre contempla la creación y reconoce que hay algo de Dios en ella,
eso es un vislumbre de la verdad. Sin embargo, la certeza y la veracidad de este
reconocimiento solo son posibles por el hecho de que Él se ha revelado a través de
su Palabra. De la misma manera, varias veces el hombre siente que su conciencia lo
defiende o lo acusa, pero la interpretación clara de lo que esto representa sólo llega
a través del conocimiento de la Palabra de Dios.
Por lo tanto, la Biblia es la única guía que, de hecho, permite comprender el mundo
creado por Dios y el mensaje expresado por Jesucristo. Incluso la salvación tiene
que ver con la fe en Jesús, y ¿cómo se puede creer lo que no se conoce? Es por esta
razón que la historia de Jesús fue registrada en las Escrituras. Y, como aclaramos an-
tes, aunque es una obra del Espíritu Santo dentro del hombre, esta obra está direc-
tamente relacionada con la iluminación de las palabras de este libro. Así, la Biblia es
suficiente para el cristiano, tanto para su salvación como para su obediencia a Dios.
5. LA NECESIDAD DE LAS ESCRITURAS
La Biblia es necesaria para el conocimiento de Jesús y del Evangelio, y para sostener
la fe (transformación de la mente).
“Que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu cora-
zón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el
corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser
salvo. Así dice la Escritura: Todo el que confíe en él no será jamás defrau-
dado. No hay diferencia entre judíos y gentiles, pues el mismo Señor es
Señor de todos y bendice abundantemente a cuantos lo invocan, porque
todo el que invoque el nombre del Señor será salvo. Ahora bien, ¿cómo
invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel
de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?
¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: ¡Qué hermoso es
recibir al mensajero que trae buenas nuevas! Así que la fe viene como
resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de
Cristo.” (Rm 10:9-15,17)
Sin fe es imposible agradar a Dios6 y también es imposible salvarse. En el texto de
Romanos 10, citado anteriormente, leemos que: “Si confiesas con tu boca que Jesús
es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo”
(Rm 10:9). Esta afirmación puede hacer pensar que basta con creer y confesar a
Jesús para ser salvo, pero entonces ¿por qué afirmamos la necesidad de la Biblia
6. Heb 11:6.
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también como requisito para la salvación? La respuesta está en la continuación del
texto: “Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo cree-
rán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?” (Rm
10:14). En otras palabras, no es posible creer en Cristo sin haber oído hablar de Él
y de Su historia, que quedó registrada en las páginas de este libro, llamado Biblia.
Muchas otras religiones citan a Jesús en sus libros, pero sólo la Biblia es fiel a su
verdadera historia. Por lo tanto, reafirmamos la necesidad de las Escrituras. Veamos
cómo Pablo continúa su explicación: “Así que la fe viene como resultado de oír el men-
saje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo” (Rm 10:17). Por lo tanto, la Biblia
es extremadamente necesaria, porque es a través de escuchar el mensaje expreso
en ella que se genera la fe que salva y hay poder y fuerza para invocar el nombre de
Dios como Señor sobre nuestras vidas.
LA IMPORTANCIA DE LEER LA BIBLIA
Se concluye, así, la importancia de la lectura de la Biblia para el cristiano. Las Escri-
turas son inspiradas, inerrantes, llevan el mensaje claro de Dios y tienen autoridad
como si fuera el propio Dios el que hablara. Además, todo lo que necesitamos para
salvarnos y obedecer a Dios en una vida de santidad y justicia está en las palabras de
este libro. La Biblia es suficiente y necesaria para los hijos de Dios.
En el período de la Reforma Protestante se desarrolló una doctrina sólida y funda-
mental sobre la raíz de la salvación y la fe cristiana. Esta doctrina está sintetizada
por las Cinco Solas, con el retorno a la Biblia como autoridad de Dios sobre los
hombres como su fuente.
CINCO SOLAS
1. Sola Scriptura Solo la Escritura
2. Sola Fide Solo la Fe
3. Solus Christus Solo Cristo
4. Sola Gratia Solo la Gracia
5. Soli Deo Gloria Solo a Dios la Gloria
Sola Scriptura
"Solo la Escritura"
Esta doctrina se dio a conocer públicamente a través de Lutero durante su enfren-
tamiento con Roma, cuando ésta le pidió que se retractara de su famosa decla-
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Cómo Leer y Estudiar el Libro que Dios nos dio
ración. He aquí su respuesta: "A menos que me convenza la Sagrada Escritura, no
puedo retractarme, porque mi conciencia es cautiva de la Palabra de Dios. Y actuar en
contra de la conciencia no es ni correcto ni seguro. Aquí estoy; que Dios me ayude".
Sola Scriptura, por lo tanto, significa: solo la Escritura (solo la Biblia) es la fuente
escrita que tiene la autoridad del mismo Dios, ¡la autoridad para atar nuestra con-
ciencia absolutamente!
Sin embargo, esta doctrina no dice:
• Que la Biblia es el único libro que debe ser leído.
• Que las demás autoridades deben ser eliminadas.
Conclusión: La Biblia es la máxima autoridad como fuente de la revelación clara y
objetiva de Dios al creyente, ya sea para la salvación o la obediencia.
INFORMACIONES IMPORTANTES Y
ADICIONALES SOBRE LA BIBLIA
A. EL ASUNTO DE LA BIBLIA
Biblia, del griego biblion, significa "rollo" o "libro". En plural, "conjunto de libros".
Eso es:
• La historia de un pueblo;
• La revelación de un Dios infinito y personal que tiene una voluntad;
• Una historia del pacto.
B. LOS DOS TESTAMENTOS
La palabra "testamento" tiene su origen en el latín "testamentum" que, en español,
significa documento probatorio. Pero cuando utilizamos los términos "Nuevo Tes-
tamento" y "Antiguo Testamento" el término "testamento" se refiere más bien a la
palabra griega diatheke. Esta palabra suele traducirse por nuestra palabra "alianza"
y su uso más llamativo se refiere a un acuerdo entre Dios y los seres humanos.
C. LIBRO DEL PACTO
Así que la Biblia es un libro que habla de la alianza.
“Después tomó el libro del pacto y lo leyó ante el pueblo, y ellos respondieron:
—Haremos todo lo que el Señor ha dicho, y le obedeceremos.” (Éx 24.7)
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PRINCIPIOS PARA LA RELACIÓN
CON LA PALABRA ESCRITA
La Escritura versus Jesucristo
• Jesús no es la Biblia. Aunque Jesús es la Palabra viva, el Verbo encarnado, Él
no es la palabra escrita de Dios, es decir, el libro mismo.
• Es imposible conocer a Jesús sin la Biblia;
• La Biblia (Antiguo Testamento) profetizó sobre la venida del Mesías Jesús;
• Cuando Jesús estuvo en la tierra, confirmó que la Biblia daba testimonio de Él;
• El registro de su vida y ministerio (Evangelios) se incluyó en la Biblia;
• La Biblia (Nuevo Testamento) sigue dando testimonio y revelando a Jesús;
• El "nacer de nuevo" del cristiano depende del conocimiento de un hecho his-
tórico (la Cruz de Cristo), que se nos transmite a través de un libro: la Biblia.
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