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Neuroplasticidad

El cerebro es el soporte físico de la mente, donde se almacenan experiencias, habilidades y emociones, y su desarrollo depende de la interacción con el entorno. La neuroplasticidad permite la formación y modificación de redes neuronales, lo que hace que cada cerebro sea único. La estimulación cognitiva y un estilo de vida activo son cruciales para potenciar las capacidades cerebrales y retrasar su envejecimiento.

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Neuroplasticidad

El cerebro es el soporte físico de la mente, donde se almacenan experiencias, habilidades y emociones, y su desarrollo depende de la interacción con el entorno. La neuroplasticidad permite la formación y modificación de redes neuronales, lo que hace que cada cerebro sea único. La estimulación cognitiva y un estilo de vida activo son cruciales para potenciar las capacidades cerebrales y retrasar su envejecimiento.

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Capítulo 1

Q ué es y cómo funciona el cerebro

En este capítulo
Sabrás qué es el cerebro, dónde se encuentra y cuáles son sus funciones
Comprenderás que el cerebro es el soporte físico de la mente
Descubrirás la importancia y funciones del cerebelo o pequeño cerebro

En el cerebro reside todo lo que una persona fue, es y puede llegar a ser, lo
que ha vivido, aprendido y memorizado, su conciencia y su metaconciencia.
También están allí sus habilidades y dificultades, lo que acepta y rechaza, lo que
ama y cómo lo ama, lo que está presente y lo que cree haber olvidado.
No es en el corazón, sino en el cerebro, donde se encuentra la predisposición
para el rencor o el perdón, para sentir miedo o valentía, para ser optimista o
pesimista, para sentirse alegre o deprimido.
Aunque todos los seres humanos vienen al mundo con esta extraordinaria
plataforma de lanzamiento, su desarrollo dependerá de lo que cada uno perciba,
experimente y procese a lo largo de su vida, y a que, cuando nacemos —
exceptuando la información genética—, todos los cerebros están programados
biológicamente para realizar las mismas funciones.

Lo que diferencia el cerebro de una persona del de otra es la


intrincada estructura de redes neuronales que se va formando a medida que las
células se comunican entre sí como resultado de los estímulos que reciben del
medio ambiente.
Cuando nacemos, esas redes son pocas y pequeñas, pero con el tiempo
algunas se irán ampliando, otras se mantendrán, y también se crearán redes
nuevas gracias a un fenómeno que se conoce con el nombre de neuroplasticidad,
es decir, el cerebro se modifica segundo a segundo a medida que interactúa con
el entorno. Este fenómeno explica por qué cada cerebro es único y diferente de
los demás. A pesar de que todos los cerebros de personas sanas desempeñan las
mismas funciones, el cerebro de una actriz es distinto al de una ingeniera; el de
un conservador, al de un liberal; el de un ateo, al de un religioso; y el de un taxista
tiene zonas con distinto desarrollo si se compara con el de un músico.

Figura 1-1:
Evolución de las conexiones neuronales después de nacer
Vamos a ver un par de ejemplos concretos de esas diferencias cerebrales:

Al comparar los cerebros de un grupo de participantes formado


por músicos profesionales, aficionados y personas que no se dedicaban a la
música, se descubrió que los primeros tenían más desarrolladas las zonas
relacionadas con el oído, la vista y la actividad motora del cerebro (esto último se
debe a su práctica habitual de convertir las notas de las partituras en movimientos
de los dedos).
Capítulo 5

Neuroplasticidad y neurogénesis

En este capítulo
Te mostraré los principales factores que influy en en el desarrollo del cerebro
Te presentaré la neuroplasticidad y la neurogénesis
Descubrirás qué aplicaciones tienen estos nuevos conocimientos

La neuroplasticidad y la neurogénesis son dos fenómenos estrechamente


relacionados a la dinámica cerebral humana, es decir, cómo y por qué se
modifica el cerebro a medida que crecemos y, fundamentalmente, cómo
podemos potenciar su desarrollo y retrasar su envejecimiento.
Tras haber leído y participado en numerosas investigaciones, además de ser
especialista y director de organizaciones dedicadas al desarrollo cerebral, estoy
convencido de que la optimización de las capacidades cerebrales puede lograrse
en poco tiempo si se realiza un trabajo sistemático de neuroplasticidad dirigida.
En el capítulo 2 y a hemos visto que el ser humano nace con un soporte físico
asombroso, esto es, con una plataforma de lanzamiento modelada a través de
miles y miles de años de evolución, biológicamente predeterminada para el
desarrollo personal y el crecimiento. Asimismo, las investigaciones demuestran
que el cerebro es un órgano con una capacidad de expansión de la que aún se
desconocen sus fronteras y que el equilibrio emocional, junto a una vida activa,
rica en aprendizajes y experiencias, es la mejor receta no sólo para potenciar las
capacidades, sino también para retrasar la decadencia cerebral.
El cerebro envejece antes si dejamos que nuestra vida transcurra con pocas o
sin actividades de estimulación cognitiva, si no aprendemos cosas nuevas, nos
mudamos, nos divertimos... Si nos limitamos a una rutina cómoda, aunque
tengamos treinta o cuarenta años, nuestro cerebro acabará siendo lento y
“viejo”.
Sin duda, un estilo de vida como el descrito es el peor enemigo que puede
tener el cerebro pues, por un lado, evita la generación de nuevas redes
neuronales y, por el otro, favorece procesos de podas sinápticas (cuando no
utilizamos una red, el sistema nervioso la elimina de forma natural). Por lo tanto,
las consecuencias del paso del tiempo no son las mismas para ti o para la vecina
del quinto y los recursos con los que contamos para tener un cerebro ágil y activo
y evitar su deterioro son infinitos. Esto es fundamental, así que dedico toda la
parte V a explicarte lo que puedes hacer para potenciar tus habilidades
cognitivas, emocionales y sociales, lo cual te permitirá llegar a octogenario con
una mente ágil y activa.

Un cerebro entrenado te permitirá estudiar, trabajar y sortear los


problemas con may or facilidad. También podrás descubrir las oportunidades que
te ofrece la vida y actuar en consecuencia. Para empezar, comprende qué son la
neurogénesis y la neuroplasticidad y, después, utiliza tus recursos para dirigir la
primera y favorecer la segunda.
En esta obra (fundamentalmente en los capítulos 19, 20 y 21) encontrarás
varias técnicas cuy a efectividad ha sido probada por las neurociencias y que tú
mismo puedes poner en práctica. Sólo necesitas decisión y voluntad.

Neuroplasticidad

La neuroplasticidad es la extraordinaria capacidad del cerebro


para formar redes nuevas o modificar las existentes de forma constante, como
resultado de la interacción de un individuo con el entorno. Es la base de la
memoria y el aprendizaje e implica una visión dinámica de los mecanismos
cerebrales.
Por ejemplo, mientras lees estas páginas, tu cerebro procesa la información
que entra por la vista, creando una nueva red neuronal (si para ti es conocimiento
nuevo). Si después quieres ampliar esta información, los estímulos que recibas a
través de la lectura, documentales, conferencias, clases o diálogos con
especialistas harán que se mantenga abierto el circuito que has creado. A medida
que pase el tiempo y vuelvas una y otra vez sobre el tema, estos circuitos pueden
generar cambios físicos estables en tu estructura cerebral.
pueden evitar lo que algunos autores llaman “la trampa genética”, siempre que
decidan ser protagonistas, artífices, “patrones” de sus circuitos neuronales. Y a la
inversa, quienes se conforman con el simple transcurrir, no profundizan y ni
hacen algo interesante en su vida seguramente tendrán un cerebro más lento y
menos denso, menos rico en conexiones neuronales.

Potencial genético y entorno en el desarrollo cerebral

Antes de nacer, la principal influencia que recibe la morfología cerebral del


embrión y el feto (si la madre vive en un medio ambiente saludable durante la
gestación) viene determinada por los genes. Las conexiones sinápticas comienzan
a establecerse entre el tercer y cuarto mes de embarazo, cuando las neuronas
fetales empiezan a desarrollar las dendritas. (En el capítulo 4 encontrarás
información sobre la morfología de las neuronas y los procesos de conexión
sináptica.)
Lo que se denomina primer aceleramiento del crecimiento cerebral en los
seres humanos se produce en el segundo trimestre de gestación. Aunque los
investigadores no coinciden en las cifras, las variaciones son menores y casi
todos llegan a números sorprendentes: dos millones de conexiones sinápticas...
¡por segundo!
Figura 5-1:
Densidad neuronal y tamaño del cerebro desde el nacimiento hasta los dieciocho
años
El segundo aceleramiento se inicia en el tercer trimestre, en los meses
séptimo, octavo y noveno de embarazo (aquí comienzan a tomar forma las
estructuras que actuarán como soporte de la mente) y culmina cuando el bebé
tiene entre siete y doce meses (según el caso). Un fenómeno muy interesante
que se produce por primera vez en esta etapa se conoce como poda de neuronas,
es decir, el cerebro empieza a deshacerse de las conexiones que no necesita o
son más débiles.
Este proceso suele llamarse darwinismo neuronal y su nombre no es casual: a
los tres años, un niño tiene casi el doble de conexiones que tendrá de adulto.
En las figuras 1-1 y 5-1 puedes ver que lo que más cambia con el
crecimiento es la cantidad de conexiones neuronales. A partir de los seis años
comienza un período caracterizado por una may or densidad neuronal producido
por la escolarización. Durante la adolescencia se produce otro período de
crecimiento rápido (algunos especialistas los definen como cambios drásticos en
el cerebro), influidos por el desarrollo hormonal.
Posteriormente, durante el paso de la adolescencia a la edad adulta, se
produce una organización más eficaz del cerebro gracias a otra poda de
conexiones neuronales que provoca un aumento en la velocidad de
procesamiento de la información. Sin embargo, las redes neuronales vinculadas a
la planificación y la toma de decisiones tienen un proceso de maduración más
lento, lo cual explica por qué los adolescentes suelen tener comportamientos
caprichosos o incoherentes.
Respecto a las estructuras que se van formando hasta llegar a adultas no
existe una linealidad. Por ejemplo, la corteza prefrontal no se completa hasta
finales de la adolescencia o principios de la adultez, y el lóbulo frontal, que se
ocupa de funciones muy importantes del intelecto como el razonamiento, la
planificación y la toma de decisiones, acaba de desarrollarse hacia los treinta
años.

Potencial genético y entorno

Durante la gestación (etapa durante la que se produce casi un 25% del


desarrollo cerebral), la organización de los neurocircuitos viene determinada
por los genes. Posteriormente, dependerá de la influencia que se reciba del
medio ambiente y del aprendizaje y la experiencia que una persona adquiera
a lo largo de su vida.
Un dato interesante que explica (en parte) por qué los bebés duermen tanto
tiene que ver con el consumo de energía cerebral: aproximadamente el 66%
de las calorías que incorporan se destina a la nutrición de su sistema nervioso.
Ello se debe a la intensa actividad: cuando el niño sale del útero materno, su
cerebro comienza a percibir y procesar la información del entorno, por lo
cual la influencia externa es decisiva. Paralelamente, los genes activarán los
circuitos neuronales que le permitirán, por ejemplo, abrir y cerrar los ojos o
mover las piernas y sonreír.
Dado que una de las etapas más importantes del desarrollo cerebral va desde
el momento del nacimiento hasta los cinco años, es importante destacar que
la activación de determinados neurocircuitos depende de lo que el pequeño
reciba del medio ambiente.
Por ejemplo, hay muchos experimentos en neurociencias que demuestran los
beneficios de la estimulación temprana, como los juegos, las actividades que
implican movilizar las neuronas motoras y, fundamentalmente, las sensoriales
(la música es una de las más importantes). En esta etapa es fundamental
tener en cuenta que las conexiones que se crean y utilizan serán más fuertes,
mientras que las que se utilizan menos se debilitarán o desaparecerán poco a
poco. Así, cuando no hay incentivos, se reduce o se influy e negativamente en
el desarrollo neurocognitivo.

Como vemos, el cerebro sigue formándose durante varios años (hasta que las
últimas regiones, ubicadas en la corteza prefrontal, terminan de madurar en la
adultez temprana). Este tiempo de neurodesarrollo permite adoptar diversos
estilos neurocognitivos a la hora de procesar información, según los tipos de
estímulos que el individuo hay a ido recibiendo durante esos años. En la may or
parte de los casos, el cerebro no alcanza su madurez a los treinta años, como se
ha creído durante mucho tiempo, sino a los cuarenta.

La mielinización: en qué consiste y por qué es tan importante

La mielina es una lipoproteína compuesta por proteínas y sustancias grasas,


cuy a misión es facilitar la transmisión de los impulsos nerviosos entre las
neuronas.
La mielinización consiste en el recubrimiento de los axones con gruesas capas
de mielina. Es un proceso implicado en el crecimiento del cerebro que comienza
en la gestación y se mantiene durante la infancia y la adolescencia.
Tal como puedes ver en la figura 5-2, la ausencia de mielina interrumpe la
comunicación o la retrasa. En los casos más graves, provoca enfermedades
importantes, como la esclerosis múltiple.

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