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La Festividad de San Anton Una Celebración Con Fuertes Raíce Paganas

El artículo analiza la festividad de San Antón en enero, explorando su conexión con ritos paganos y su evolución dentro del cristianismo, destacando su papel como protector de los animales. Se discuten elementos como la hoguera purificadora y la iconografía del santo, así como tradiciones locales como el 'gorrino de San Antón'. La celebración refleja un sincretismo entre antiguas creencias y prácticas cristianas, simbolizando la purificación y renovación del ciclo anual.
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La Festividad de San Anton Una Celebración Con Fuertes Raíce Paganas

El artículo analiza la festividad de San Antón en enero, explorando su conexión con ritos paganos y su evolución dentro del cristianismo, destacando su papel como protector de los animales. Se discuten elementos como la hoguera purificadora y la iconografía del santo, así como tradiciones locales como el 'gorrino de San Antón'. La celebración refleja un sincretismo entre antiguas creencias y prácticas cristianas, simbolizando la purificación y renovación del ciclo anual.
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LA FESTIVIDAD DE SAN ANTÓN 1

LA FESTIVIDAD DE SAN ANTÓN.


UNA CELEBRACIÓN CON FUERTES
RAÍCES PAGANAS

POR

RUFINO ROJO GARCÍA-LAJARA


(Colección Historia de Corral de Almaguer Nº 7)

RESUMEN
El presente artículo pretende analizar la festividad de San Antón en el mes de enero
y su relación con una serie de ritos paganos. En los escritos se investiga también su
vinculación con el cristianismo, además de su iconografía y situación en la iglesia como
protector de los animales.
Palabras clave: san Antón, Jano, hoguera, ermitaño, cerdo, tau
ABSTRACT
This article aims to analyse the festivity of San Antón in the month of January and
its relationship with a series of pagan rites. The writings also investigate its link with
Christianity, as well as its iconography and situation in the church as protector of animals.
Keywords: San Antón, Jano, bonfire, hermit, pig, tau
LA FESTIVIDAD DE SAN ANTÓN 2

C
elebramos con cierta frecuencia festividades
y tradiciones que han sobrevivido al paso
del tiempo, con la alegría y el entusiasmo de
compartir unos días entrañables junto a la familia,
los amigos o los vecinos. Algo totalmente lógico,
comprensible y hasta saludable, pues son este tipo
de conmemoraciones las que contribuyen a reforzar
nuestras raíces y nuestra identidad como miembros de un
mismo clan. Sin embargo, absorbidos y entusiasmados
por los ritos y ceremonias que componen estos actos
festivos, pocas veces nos hemos parado a pensar sobre
el origen y el porqué de esas mismas solemnidades.
Empeñado en sacar a la luz los cimientos que
sustentan nuestra identidad como corraleños, hoy
toca hablar de una de las celebraciones más antiguas
populares y entrañables de la población, así como una
de las que cuenta con más elementos paganos en su
fundamento: La festividad de San Antón.
Imagen de San Antón Pero para entender los orígenes de tan singular
en la ermita de San Sebastián acontecimiento, debemos remontarnos antes a cientos,
quizás miles de años de la llegada del cristianismo a
nuestras tierras y más concretamente a las culturas Neolítica, Ibérica y Romana, con sus
diferentes rituales de purificación.
Y es que tanto para los primeros grupos humanos que poblaron los alrededores de
nuestra población (neolítico), como para la cultura celtibérica que se instaló en la sierra
y cercano cerro de la Muela, sin olvidar la poderosa y avanzada civilización romana que
dominó a continuación, el primer mes del año (desde época romana dedicado al Dios
Jano, el Dios de los dos rostros, el que mira al pasado y el que mira al futuro y que por
ello lleva el nombre de January en Inglaterra, Januar en Alemania, Janvier en Francia,
Gennaio en Italia y Janeiro o Enero en España), era considerado tradicionalmente como
un mes de purificación.
Era el momento de celebrar las ceremonias religiosas destinadas a purificar los campos,
los animales y los hombres, en las fiestas denominadas “sementivae y paganalias”. Algo
perfectamente comprensible, si tenemos en cuenta que una vez superado el llamado
solsticio de invierno (que marcaba los días más cortos del año), la luz comenzaba de nuevo
a remontar y los días se iban alargando poco a poco hasta evidenciar la preponderancia
del día sobre la noche o, como lo traducían nuestros antepasados: la victoria del sol
sobre las tinieblas y el triunfo de la luz sobre
la oscuridad. Un trascendental acontecimiento
periódico utilizado tradicionalmente por las
diferentes creencias religiosas, que marcará
el inicio de un nuevo ciclo de la vida y que
será considerado por el ser humano como el
momento ideal para medir el paso del tiempo en
forma de años.
Claro que, todo comienzo de ciclo conllevaba
un proceso de destrucción y otro de renovación,
que dejase atrás lo malo, negativo o perjudicial y
aportase un plus de esperanza y transformación
al nuevo período que estaba por venir. Ésta es la El Dios Jano en un busto de los
causa de que se celebrasen y sigan celebrando Museos Vaticanos
RUFINO ROJO GARCÍA-LAJARA 3

hoy en día, una serie de rituales de abandono,


destrucción y limpieza de lo negativo y los
malos espíritus, seguidos de una serie de
liturgias de purificación y bendición, en
base a dos de los elementos principales de la
naturaleza: El fuego y el agua.
En el caso que nos ocupa, el fuego
purificador –la hoguera- va a convertirse
en el protagonista de las celebraciones de
San Antón, pues si bien con la llegada del
cristianismo muchos de los ritos paganos
fueron desapareciendo de la vida cotidiana
de los hispanos, en muchos otros –como en el
casoque nos ocupa- se negaron a desaparecer
de la memoria colectiva, acabando mezclados
en feliz sincretismo con las nuevas festividades
y liturgias cristianas.
La Hoguera de San Antón en el arrabal
de San Sebastián Y si tenemos en cuenta la crucial
importancia de los animales domésticos para
la vida cotidiana del ser humano de pasadas épocas, entenderemos perfectamente el porqué
de su purificación y bendición -al igual que sus dueños- pero en esta ocasión a base de dar
vueltas alrededor de la hoguera, pues saltarla por encima resultaba bastante problemático
para la mayoría de los animales. Este es el origen de las tradicionales vueltas alrededor de
la ermita, que los animales de carga efectúan (o quizás deberíamos decir efectuaban) antes
de ser bendecidos –purificados oficialmente- con el agua bendita de los ritos cristianos.
El hecho de que San Antonio Abad, el santo ermitaño egipcio que vivió entre el año
250 y el 356, conviviera en su retiro del desierto con las alimañas sin sufrir daño alguno,
lo acabó convirtiendo en protector de los animales. Y como quiera que se le considerase
también vencedor de las tentaciones del demonio (las famosas tentaciones de San Antonio)
y el cerdo en muchas culturas se identificaba con lo sucio y pecaminoso, la iconografía
de este Santo acabó mostrándolo como vencedor del maligno, representado por ese cerdo
que aparece domesticado a sus pies. Y si además tenemos en cuenta la preponderancia del
fuego en sus celebraciones, comprenderemos porqué se le adjudicó la cura del llamado
“fuego de san Antonio” que no eran sino varias enfermedades de la piel (Herpes Zoster,
Erisipela y Ergotismo o intoxicación por comer pan de centeno contaminado con el hongo
del cornezuelo) que producían y producen una fuerte sensación de quemazón en quienes
las padecen.
Otra peculiaridad con fuerte raíces paganas que podemos
encontrar en las viejas representaciones del santo, es la presencia de
la letra “Tau” en el báculo que lo acompaña. El símbolo “Tau” fue
utilizado por los egipcios como emblema de vida, salud y fecundidad,
además de por los Persas en los ritos del Dios Mitra, por los Arios
procedentes de la India y por los hebreos en la marca que hicieron con
sangre en las puertas de las casas para evitar las plagas de Egipto. En
el cristianismo, a raíz de la utilización por San Antonio de este signo,
acabó como emblema de la misteriosa y desaparecida orden monacal
de los Antonianos u hospitalarios, dedicados en la antigüedad a asistir
a los peregrinos infectados con enfermedades contagiosas: lepra,
peste, sarna, etc..

San Antón con la Tau


como cayado
LA FESTIVIDAD DE SAN ANTÓN 4
Finalmente y ya alejados de la simbología religiosa y pagana, no podemos dejar pasar
la ocasión sin recoger una vieja tradición ya extinguida en nuestro municipio: “El gorrino
de San Antón”.

El gorrino de San Antón descansando plácidamente


(La Alberca)

Un cerdo que en sus orígenes compraba el municipio y que, una vez marcado y con
una campanilla en el cuello, andaba libre por la población para ser alimentado por los
vecinos con todo tipo de sobras y despojos alimentarios. Tras su larga fase de engorde a
lo largo del año, acababa finalmente engrosando la despensa del hospital de la villa para
alimento de los pobres. Con el tiempo, sería la hermandad de San Antón la encargada de
comprar, soltar y finalmente rifar el famoso gorrino, para pagar con ello los gastos de la
festividad.

La ermita de San Sebastián en los años 80, con el arco de tintes neoclásicos que
presidía el cercado

En Corral de Almaguer y después de que el poderoso gremio de ganaderos contribuyera


a costear la nuev ermita de San Sebastián a finales del Siglo XVIII, la imagen y fiesta de
San Antón acabó por eclipsar a la del santo patrón del arrabal y titular de la ermita: San
Sebastián, que hoy aparece como mero actor secundario en las celebraciones.
RUFINO ROJO GARCÍA-LAJARA 5

Y para terminar, nada mejor que recoger uno de esos dichos populares o refranes, que
nos hablan precisamente de ese aumento de luz que justificó en su momento la celebración
de estas fiestas de purificación del mes de Enero. “Para San Antón un pie de lechón y
para san Sebastián una hora cabal”

BIBLIOGRAFÍA
Tausiet M. Fuego festivo, humo sagrado: Las luminarias de San Antón en Tierra de Pina-
res (Ávila) Centro de Ciencias Humanas y Sociales. CSIC. Madrid Revista de Dialectolo-
gía y Tradiciones Populares, vol. LXVI, n.o 2, pp. 327-354, julio-diciembre 2011
Álvarez Santaló C, Buxó i Rey M. Jesús, Rodríguez Becerra S. La Religiosidad Popular:
Anthropos Editorial 1989.
Gómez-Chacón D. Lucía. mailto:[email protected]. Univ. Complutense de Madrid. Base
de datos digital de iconografía medieval

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