Doctorado en Ciencias de la Educación
Problemas socioeconómicos y políticos que inciden en la educación
Lilia R. Brito Sánchez
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Ensayo: Características de la sociedad actual y Latinoamericana
Unidad 1: La sociedad contemporánea
Dr. Rubén Macias Acosta
26/07/2025
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Introducción
Vivimos en un momento marcado por cambios profundos en nuestras
estructuras sociales, políticas, económicas y culturales. La globalización, el avance
tecnológico, los movimientos migratorios y las transformaciones demográficas están
redefiniendo no solo la vida diaria de las personas, sino también los cimientos y el
alcance de nuestros sistemas educativos. Ante esta realidad, la educación se
convierte en un campo lleno de tensiones, donde se enfrentan las exigencias del
presente y las deudas históricas que aún no se han resuelto, especialmente en
regiones como América Latina y Colombia.
La importancia de este tema radica en la necesidad de entender cómo las
dinámicas actuales afectan los procesos de enseñanza-aprendizaje y los desafíos
que enfrentan las instituciones educativas para adaptarse a las nuevas demandas
sociales. Como menciona Lorente Rodríguez (2019), América Latina se enfrenta a
una doble agenda educativa: por un lado, persisten problemas del siglo XX como el
analfabetismo y la deserción escolar, y por otro, surgen nuevas exigencias
relacionadas con la economía del conocimiento, la inclusión digital y la equidad
social.
Este ensayo ofrece una reflexión crítica sobre cómo las características
actuales de la sociedad influyen en la educación. Se examinan los efectos de
fenómenos como la desigualdad, la globalización, el cambio cultural y el
debilitamiento de la cohesión social en los sistemas educativos y los procesos
pedagógicos, con el objetivo de proponer perspectivas de transformación que
promuevan una educación más equitativa, relevante y sostenible.
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Ensayo: Educación en tiempos de transformación: Desafíos y tensiones
en la sociedad contemporánea
Los sistemas educativos en América Latina, según Lorente Rodríguez
(2019), están lidiando con lo que él llama una “esquizofrenia de la agenda educativa”
(p. 231). Esto se debe a la necesidad de cerrar las brechas estructurales que se han
acumulado durante décadas, mientras también se enfrentan a los nuevos desafíos
del siglo XXI. Esta dualidad se manifiesta en la coexistencia de problemas crónicos
como el rezago escolar, la deserción y el analfabetismo, junto a nuevas exigencias
como la formación en competencias digitales, el pensamiento crítico y la ciudadanía
global.
En Colombia, estas tensiones son igualmente evidentes. El informe
"Colombia, las Américas y el mundo 2015" (Tickner et al., 2016) muestra que los
colombianos tienen un bajo nivel de contacto con el mundo exterior y una
comprensión limitada de la agenda internacional, lo que pone de manifiesto un
déficit en la educación para la ciudadanía global. Este aislamiento, aunque es algo
que se percibe, tiene consecuencias reales en las oportunidades de aprendizaje, la
movilidad académica y el desarrollo de competencias interculturales.
Uno de los factores más críticos que contribuyen al fracaso escolar en
América Latina es la persistente desigualdad social. Como menciona Tedesco
(2012), la educación tiene el potencial de reducir las brechas sociales, pero esto
solo se puede lograr si se asegura una educación de calidad para todos los sectores
de la sociedad. Sin embargo, la distribución desigual de recursos, la segmentación
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de la oferta educativa y las barreras culturales afectan de manera desproporcionada
a los sectores más pobres, rurales e indígenas.
La investigación de Lorente Rodríguez (2019) revela que en Colombia, la
tasa de rezago escolar llega al 37,8 % entre los jóvenes de 15 a 17 años, y esta
situación se agrava en entornos con un bajo clima educativo y en zonas rurales.
Este fenómeno está relacionado con condiciones estructurales como la pobreza, la
violencia, la inseguridad alimentaria y la falta de políticas públicas integrales. En
este contexto, la educación se convierte más en un reflejo de la desigualdad que en
una herramienta para superarla.
Otro aspecto fundamental de la influencia social en la educación actual es
el cambio en las formas de socialización y construcción de identidad. La expansión
de los medios digitales, las redes sociales y las nuevas maneras de interactuar han
transformado el papel de la escuela como institución socializadora. Hoy en día, el
conocimiento fluye por múltiples canales, a menudo fuera del currículo escolar, lo
que representa un desafío para los docentes en cuanto a la relevancia pedagógica
y la conexión con los intereses de los estudiantes.
En este sentido, la cultura digital no solo transforma los contenidos y
métodos de enseñanza, sino también las subjetividades de los jóvenes. Los
estudiantes del siglo XXI exigen una educación más participativa, horizontal y
significativa. Sin embargo, muchos sistemas educativos todavía funcionan con
modelos pedagógicos tradicionales, verticales y desconectados de la realidad, lo
que provoca apatía, desmotivación y abandono escolar.
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Por último, un efecto importante de la situación social actual en la educación
es la creciente fragmentación del tejido social. La polarización política y la
desconfianza institucional, como también la violencia estructural, se imponen a la
capacidad de las escuelas para formar ciudadanía crítica, solidaria y participativa.
También Tickner et al. (2016) afirman que, aunque un 87% de los
colombianos se pronuncia a favor del sistema democrático, un 60% de ellos indica
que desobedecerían aquellas leyes que valoran como injustas, lo cual pone de
manifiesto un déficit en la socialización de una cultura democrática.
La escuela, en este contexto, tiene la difícil tarea de promover, no sólo en
los espacios de aula sino también en el resto de la institución y en el entorno local,
valores como la convivencia, el diálogo, el respeto por la diferencia y la
responsabilidad social, pero esto necesita una coherencia institucional con esos
mismos valores, es decir, que se introduzca un cambio profundo en las estructuras,
relaciones y prácticas de la escuela.
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Conclusiones
El análisis realizado muestra que la educación en nuestra sociedad actual
enfrenta una serie de tensiones. Las dinámicas contemporáneas como la
desigualdad, la globalización, el cambio cultural y la fragmentación social impactan
directamente en los sistemas educativos, creando desafíos complejos para
asegurar el derecho a una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
Sin embargo, estos retos también nos brindan la oportunidad de replantear
el propósito y la función de la educación. Para lograr una transformación educativa
significativa, es fundamental:
• Fomentar políticas públicas integrales que conecten lo educativo con lo social, lo
económico y lo cultural.
• Reforzar la formación docente en enfoques interculturales, digitales y críticos.
• Asegurar la equidad en la distribución de recursos y en el acceso a oportunidades
educativas.
• Desarrollar modelos pedagógicos participativos y relevantes para el contexto.
En última instancia, como señala Freire (1997), la educación debe ser un
acto político que transforme el mundo. Si los docentes no estamos preparados para
atender la diversidad, inconscientemente podemos estar contribuyendo a perpetuar
exclusiones y reforzar las desigualdades sociales ya existentes. En un entorno lleno
de incertidumbre como en el que vivimos, es crucial que los sistemas educativos se
conviertan en espacios de esperanza, justicia y emancipación.
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Referencias
Freire, P. (1997). Pedagogía de la autonomía: Saberes necesarios para la práctica
educativa. Siglo XXI Editores. ISBN: 968-23-2060-0
Lorente Rodríguez, M. (2019). Problemas y limitaciones de la educación en América Latina:
Un estudio comparado. Foro de Educación, 17(27), 229–251.
https://doi.org/10.14516/fde.645
Tickner, A. B., Cepeda Másmela, C., Rouvinski, V., & Milanese, J. P. (2016). Colombia, las
Américas y el mundo 2015: Opinión pública y política exterior. Ediciones Uniandes.
https://doi.org/10.7440/2016.30
Tedesco, J. C. (2012). Educación y justicia social: Desafíos para la política educativa en
América Latina. Fondo de Cultura Económica. ISBN: 978-950557-910-5