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Éxodo 5

El capítulo 5 de Éxodo muestra la resistencia de Faraón ante el mensaje de Jehová, lo que resulta en mayor opresión para los hebreos, enseñando que la obediencia a Dios puede conllevar sufrimiento. En Jueces, se narra la conquista de la tierra prometida y los desafíos espirituales que enfrentó Israel, destacando la importancia de mantener la fe y la obediencia a Dios frente a las tentaciones. La relación entre Israel y Dios se ve afectada por la desobediencia, pero el arrepentimiento y la búsqueda de ayuda divina son fundamentales para restaurar esa conexión.

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Éxodo 5

El capítulo 5 de Éxodo muestra la resistencia de Faraón ante el mensaje de Jehová, lo que resulta en mayor opresión para los hebreos, enseñando que la obediencia a Dios puede conllevar sufrimiento. En Jueces, se narra la conquista de la tierra prometida y los desafíos espirituales que enfrentó Israel, destacando la importancia de mantener la fe y la obediencia a Dios frente a las tentaciones. La relación entre Israel y Dios se ve afectada por la desobediencia, pero el arrepentimiento y la búsqueda de ayuda divina son fundamentales para restaurar esa conexión.

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Éxodo 5

Faraón estaba familiarizado con muchos dioses (Egipto estaba repleto de ellos).

pero nunca había oído acerca de Jehová. Y si Jehová era el Dios de los esclavos hebreos, no podía
ser demasiado poderoso, pensaba Faraón.

Por lo tanto, al principio Faraón no le preocupaba el mensaje de Jehová que llevaba Moisés,

Literal faraón no había visto ninguna evidencia del poder del Señor. Por lo mismo no escucharía ni
a Moisés ni a Aarón porque no conocía ni respetaba a Dios.

Aquí en esta parte nos enseña algo que vivimos.

La gente que no conoce a Dios puede no escuchar su Palabra o a sus mensajeros. Como Moisés y
Aarón, necesitamos ser persistentes. Por eso es necesario adoptar una vida.

Cuando otros lo rechacen a usted o a su fe, no se sorprenda ni se desanime. Continúe


hablándoles de Dios. 5.4-9 Moisés y Aarón llevaron su mensaje a Faraón del modo en que Dios
se los había ordenado. El triste resultado fue trabajos más duros y más opresión para los
hebreos. En algunas ocasiones las penurias llegan como resultado de la obediencia a Dios.

Pero sabes en esto gozaos porque es parte de llevar y compartir el evangelio.

Te puedes imaginar cómo se sentía Moisés cuando vía que obedecía a DIOS y el pueblo sufría al
igual que a un más, te suena parecido.

Algo que quiero compartirte sobre las pruebas es:

Los problemas desarrollan nuestra paciencia y carácter al enseñarnos a:

*(1) confiar en que Dios hará lo que es mejor para nosotros*

*(2) buscar las formas de honrar a Dios en nuestra situación presente*

*(3) recordar que Dios nunca nos abandonará, y*

*(4) mantenernos atentos al plan de Dios para nosotros*

Faraón siempre querrá poner más carga más trabajo en tu vida para evitar que tu cumplas tu
propósito y te pierdas de vista el verdadero propósito, es por eso que debes estar atento y en todo
momento poner en primer lugar las cosas de DIOS.

Recuerda cuando tú te encargas de sus asuntos él se encargará de los tuyos.


Jueces 1 al 3
Finalmente, el pueblo de Israel había entrado y tomado control de la tierra prometida a sus
antepasados (Gen 12:7; Exo 3:16-17). El libro de Jueces continua la historia de esta conquista que
comenzó en el libro de Josué. Por el poder de Dios, los israelitas habían conquistado a muchos
enemigos y superado muchas dificultades, pero su trabajo todavía no había terminado. Habían
enfrentado con éxito retos políticos y militares, pero enfrentar los retos espirituales era aún más
difícil. El estilo de vida de los cananeos, inicuo pero atractivo, mostró ser más peligroso que su
fuerza militar. Los israelitas cedieron ante la presión y comprometieron su fe.

Si intentamos enfrentar los retos de la vida solo con esfuerzo humano, encontraremos que las
tentaciones y las presiones que nos rodean son demasiado fuertes para resistirlas. Es por eso que
necesitamos pedir ayuda al Espíritu Santo.

Luego después de la muerte de Josué, Israel comenzó a perder su firme control de la tierra. Aún
cuando Josué fue un gran líder, el pueblo olvidó su liderazgo espiritual más que su habilidad
militar, ya que él había mantenido al pueblo enfocado en Dios y en sus propósitos. Josué había
sido el sucesor obvio de Moisés, pero no había un sucesor obvio para Josué. Durante esta crisis de
liderazgo, Israel tuvo que aprender que sin importar cuán poderoso y sabio fuera el líder actual, su
líder real era Dios.

A menudo ponemos nuestra esperanza y confianza en algún líder influyente en alguna persona,
olvidando que en realidad es Dios el que está al mando. Reconozca a Dios como su comandante
en jefe, y evite caer en la tentación de descansar demasiado en los líderes humanos, sin
importar lo sabio que sean espiritualmente.

Una razón por la que Canaán fue tan difícil de conquistar era porque cada ciudad tenía que ser
derrotada individualmente. No había un único rey que pudiera rendir al país entero en manos de
los israelitas.

El libro de Josué nos relata una conquista rápida y total de los ejércitos y ciudades enemigas,
mientras que el libro de Jueces parece sugerir una conquista más gradual y prolongada.

La victoria viene cuando vivimos de acuerdo con su propósito.

Jueces 2

Y subió un ángel del Señor, de Galgal sobre el lugar del «llanto» y sobre Betel y sobre la casa de
Israel, y díjoles: «Esto dice el Señor.

Este hecho que DIOS les hablara, Este suceso marca un cambio significativo en la relación de Israel
con Dios. En el monte Sinaí, Dios llevó a cabo un acuerdo sagrado y obligatorio con los israelitas
llamado pacto (Exo 19:5-8). La parte de Dios era hacer de Israel una nación especial.

Incluye protegerlos y darles bendiciones únicas por seguirlo. La parte de Israel era amar a Dios y
obedecer sus leyes. Pero debido a que Israel rechazó y desobedeció a Dios, el acuerdo de
protegerlo quedó sin efecto. Pero Dios no iba a abandonar a su pueblo. Recibiría bendiciones
maravillosas si pedía perdón a Dios y lo seguía nuevamente con sinceridad. Aunque el pacto de
Dios de ayudar a Israel a conquistar la tierra ya no estaba vigente, su promesa de hacer de Israel
una nación a través de la cual el mundo entero sería bendecido (cumplida con la llegada del
Mesías) permaneció vigente.

Demasiado a menudo la gente quiere que Dios cumpla sus promesas mientras se excusa de sus
propias responsabilidades. Antes de reclamar las promesas de Dios, pregúntese: "¿He hecho mi
parte?"

El pueblo de Israel sabía que había pecado, y lloraron en alta voz, reaccionando con profundo
dolor. Porque tenemos la tendencia a pecar, el arrepentimiento es la justa medida de nuestra
sensibilidad espiritual. Arrepentirse es pedirle a Dios que nos perdone y luego abandonar
nuestros caminos pecaminosos. Pero no podemos hacer esto de una manera sincera a menos
que realmente estemos arrepentidos de nuestros pecados. Cuando estemos conscientes del
pecado que hay en nuestra vida, debemos admitirlo plenamente ante Dios en lugar de tratar de
cubrirlo o de esperar salirnos con la nuestra.

El relato de la muerte de Josué se encuentra aquí y al final de libro de Josué

Esta generación de israelitas abandonó la fe de sus padres y comenzó a adorar los dioses de sus
vecinos. Muchas cosas nos pueden tentar a abandonar lo que sabemos que es correcto. El deseo
de ser aceptados por nuestros vecinos puede hacer que nos comportemos de una manera que
resulte inaceptable a Dios. No permita que la presión lo lleve a la desobediencia.

Jueces 3

Sabemos por el capítulo 1 que estas naciones enemigas permanecían aun en la tierra porque los
israelitas no habían obedecido a Dios y no las habían expulsado. Ahora Dios permitiría que los
enemigos permanecieran para "probar" a los israelitas, es decir, para darles una oportunidad de
ejercitar fe y obediencia. Ahora la generación más joven que no había luchado en las grandes
batallas de conquista había llegado a la mayoría de edad. Su trabajo era completar la conquista de
la tierra. Todavía había muchos obstáculos que superar en su nueva patria. La manera en que
manejaran estos obstáculos sería una prueba de su fe.

Quizá Dios haya dejado obstáculos en su vida -gente hostil, situaciones difíciles, problemas
desconcertantes- para permitirle que desarrolle fe y obediencia.

Los israelitas descubrieron que las relaciones afectaban su fe. Los hombres y las mujeres de las
naciones vecinas eran atractivos para los israelitas. Pronto hubo matrimonios mixtos y los
israelitas aceptaron a sus dioses paganos. Esto estaba claramente prohibido por Dios (Exo 34:15-
17; Deu 7:1-4). Al aceptar a estos dioses en sus casas, los israelitas comenzaron gradualmente a
aceptar las prácticas inmorales asociadas con ellos. La mayoría de los israelitas no tenían la
intención de ser idólatras; solo añadieron los ídolos a la adoración a Dios. Pero no tardaron mucho
en absorber el culto pagano.

Un peligro similar nos amenaza a nosotros. Queremos ser amigos de aquellos que no conocen a
Dios, pero a través de esas amistades podemos llegar a vernos enredados en prácticas nocivas. Las
amistades con los no creyentes son importantes, pero debemos aceptar a la gente sin
comprometernos o adoptar sus patrones de conducta.
Es difícil imaginarnos al pueblo de Israel cambiando la adoración de Dios por la adoración de ídolos
de madera, piedra o hierro. Pero nosotros hacemos lo mismo cuando dejamos la adoración de
Dios por otras actividades, pasatiempos o prioridades. Nuestros ídolos no están hechos de madera
o de piedra, pero son igualmente pecaminosos.

El Espíritu Santo se encuentra disponible para todos los creyentes hoy día, pero El vendrá sobre los
creyentes de una manera extraordinaria para realizar tareas especiales. Deberíamos pedirle ayuda
al Espíritu Santo en la medida que enfrentamos los problemas cotidianos, así como los grandes
desafíos de la vida.

Adoramos a Dios porque El es el único Dios verdadero.

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