Antologia Teoria Del Estado
Antologia Teoria Del Estado
LICENCIATURA EN DERECHO
CUARTO CUATRIMESTRE
PROFESOR:
OBJETIVO GENERAL:
El estudiante analizará y evaluará los objetivos del estado en sus aspectos políticos y
jurídicos comparando los aspectos más relevantes de nuestro país con otros países,
valorando los elementos constitutivos del estado nacional.
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4.1 Principios políticos del cristianismo, la patrística, el pensamiento
político de San Agustín.
4.2 La poliarquía de la Edad Media.
4.3 El pensamiento Político de Santo Tomás.
4.4 La doctrina tomista de la ley.
4.5 Validez permanente de la doctrina tomista de la Ley
Al iniciar el curso de Teoría del Estado, el primer problema que debe identificarse, es el
objeto del conocimiento: el Estado.
A partir de esta precisión, se puede continuar con las interrogantes sobre: ¿Qué
cosa es el Estado?, ¿Cuál es su realidad?, ¿Es únicamente producto de la inteligencia
imaginaria del hombre o por el contrario existe realmente?, entre otras tantas.
Se advierte la presencia del Estado en la vida social a través de diversas
manifestaciones: gobierno, autoridad, orden público, orden jurídico, etc. Por ejemplo, en
palabras de Herman Heller: “El Estado se nos aparece, pues de primera intención, como
un algo, una realidad, como un hacer humano intensamente renovado.”
Y es que vivir dentro del Estado, absorbe a los hombres, son suyos antes que sea
de ellos; viven en él antes de tomar conciencia de ello. El propósito de esta lectura
consiste en rebasar el conocimiento ambiguo, para llegar al científico y profundo del
Estado; y para ello se debe elaborar su teoría. Adolfo Posada, profesor español, dice en
su Derecho Político: “La calidad científica surge en la política y se constituye su ciencia
desde el momento en que el conocimiento del Estado alcanza los caracteres de
científico, es decir, cuando se trata de un conocimiento reflexivo, objetivo, metódico, y
sistemático mediante un esfuerzo encaminado a realizar la interpretación racional de los
fenómenos políticos”
Únicamente se puede llegar al conocimiento científico del Estado, hasta después
de haber efectuado la interpretación racional del fenómeno político, en forma reflexiva,
objetiva, metódica y sistemática.
Para construir esa noción científica previa se necesita observar la realidad, a la que
se le denominará: realidad estatal.
¿Qué rasgos provee el ejercicio de observación de la realidad estatal?
El primer dato es que el hombre no vive aislado, sino en unión con otros seres humanos
con los que está vinculado de distintas maneras (solidaridad, trabajo, religión,
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costumbres, lenguaje), integrando así una sociedad humana. Así, la primera nota
científica es: el estado es una sociedad humana.
Ahora bien, esa sociedad se encuentra establecida permanentemente en un territorio que
excluye a otras sociedades estatales, por ello se tiene que: El Estado es una sociedad
humana establecida en el territorio que le corresponde.
Dado que la existencia de una sociedad humana implica, necesariamente, la presencia
de un orden normativo de la conducta, se añade así el orden jurídico: El Estado es una
sociedad humana establecida en el territorio que le corresponde, estructurada y regida
por un orden jurídico.
Este orden supone la existencia de un ordenador. En la sociedad humana el orden
jurídico es creado, aplicado y sancionado por un poder que dispone de las facultades
necesarias para ese objeto, en última y suprema instancia, de forma independiente de
otro poder que le sea superior y que por ello se llama soberano: El Estado es una
sociedad humana establecida en el territorio que le corresponde, estructurada y regida
por un orden jurídico, creado, definido y sancionado por un poder soberano. La sociedad
humana, no permanece inmóvil, existe una actividad incesante de los seres humanos.
Esa actividad social está regida por un orden jurídico que señala los fines colectivos de la
actividad humana (a esos fines llamamos ‘teleología’, del griego Telos, fin).
Así, la teleología de la actividad de la sociedad humana estatal, moldeada por el orden
jurídico, intenta realizar los más altos valores y el bien común de la convivencia social.
Sin embargo, la obtención del bien, que es de interés de todos, bien público, es efímero,
en relación con la limitada existencia material del hombre y por ello decimos que es un
bien público temporal: El Estado es una sociedad humana establecida en el territorio que
le corresponde, estructurada y regida por un orden jurídico, creado, definido y
sancionado por un poder soberano, para obtener el bien público temporal.
Las anteriores son nociones invariables que erigen al estado como una institución que
disfruta de personalidad moral, a la que el orden jurídico atribuye un conjunto de
derechos y obligaciones que le hacen nacer como una persona jurídica.
Por ello, nuestra noción preliminar resultante del análisis anterior sería: El Estado es una
sociedad humana establecida en el territorio que le corresponde, estructurada y regida
por un orden jurídico, creado, definido y sancionado por un poder soberano, para obtener
el bien público temporal, formando una institución con personalidad moral y jurídica.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
1.2.- DEFINICIÓN
Identificar los elementos para la definición de la Teoría de Estado.
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‘agrupación política’; el territorio como ‘agrupación sedentaria’ y la soberanía como
‘poder de mando originario’; en esta definición faltan por incluir los fines políticos y el
carácter jurídico.
Sin embargo, para Cicerón y Kant el carácter jurídico es elemental. Al inicio de nuestra
era, Cicerón definía al Estado como “aquella muchedumbre humana unida por el derecho
y la utilidad”. Kant, por su parte, definía al Estado como “la muchedumbre unida por las
leyes jurídicas”
Para Juan Bodino el Estado es “un conjunto de familias y sus posesiones comunes
gobernadas por un poder de mando según la razón.
En el siglo V, Agustín de Hipona, escribiría postulados de teología política que
perdurarían hasta la alta Edad Media de la ekklesia, su percepción del estado es
semejante a la ciceroniana: “una muchedumbre humana dotada de razón y unida por lo
común de las cosas que aman”.
El Estado lo es de derecho por definición, de no ser así, deja de serlo. Un Estado sin
derecho es una arbitrariedad y un derecho sin Estado será apenas un convencionalismo
sin obligación de cumplimiento.
La Teoría del Estado trata de hacer algo más que explicar al Estado, sus instituciones,
las relaciones de éstas con los gobernados y la de los gobernados entre sí; trata al
mismo tiempo de extraer del estudio científico del presente las pautas para el futuro. Lo
hace en función de los valores.
Debe ser entendida como una disciplina científica, crítica y comunicativa, que genera
una prospectiva de futuro en el que se intenta una organización racional de la sociedad
humana en su carácter político.
Esa organización racional incluye, tres fundamentos elementales: El aumento progresivo
de la libertad, la igualdad y la seguridad. Es decir que, la teoría del estado tiene un fin
específico: la superior realización de los individuos en comunidades libres.
La doctrina tradicional o clásica que estudia al Estado, se denomina Teoría General del
Estado, o simplemente Teoría del Estado. Esta denominación fue desarrollada a partir
del siglo XIX, que culmina en la obra clásica de Jellinek.
El término “general” aplicado a la teoría nos lleva a afirmar que, la teoría del estado, no
se propone estudiar al Estado de un modo absoluto, porque su característica histórica es
variable y ofrece diversas peculiaridades que impiden el carácter de universalidad, por
ello no puede generalizarse un sólo conocimiento político sistematizado.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaborar un resumen de las ideas principales para la definición de la teoría del estado.
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un diseño, propósito, principio director o finalidad en el proceso de creación de la historia.
Las preguntas sobre las cuales trabaja la filosofía de la historia son muchas, ya que se
trata de una materia compleja. Algunas de estas preguntas son, por ejemplo, ¿Cuál es el
sujeto propio del estudio del pasado humano? ¿Es el individuo? ¿Son las organizaciones
sociales, la cultura, o acaso la especie humana por entero? Yendo aún más allá de estas
preguntas clásicas, algunos filósofos modernos han introducido un nuevo concepto,
sosteniendo que la historia ha dejado de ser el estudio de unidades, de hechos, pasando
a ser el estudio de una compleja totalidad, que comprende no sólo las acciones humanas
pasadas y sus consecuencias visibles, sino que incluye un sinnúmero de factores en su
contexto, como las relaciones humanas, las corrientes de pensamiento, las motivaciones
particulares, y, tal vez el factor más recientemente incorporado y que más ha
revolucionado este campo de la filosofía, es el de los pensamientos, acciones, relaciones
y motivaciones de aquel individuo que escribe la historia, esto es, del historiador.
Economía política. Este fuè el término original fuè insertado por primera vez por Antonie
de Montchrétien, en 1615, y utilizado para el estudio de las relaciones de producción,
especialmente entre las tres clases principales de la sociedad capitalista o burguesa:
capitalistas, proletarios y terratenientes. En contraposición con las teorías de la
fisiocracia, en las cuales la tierra era vista como el origen de toda riqueza, la economía
política propuso (primero con Adam Smith) la teoría del valor-trabajo, según la cual el
trabajo es la fuente real del valor. Al final del siglo XIX, el término economía política fue
paulatinamente abandonado por el término economía, usado por aquellos que buscaban
abandonar la visión clasista de la sociedad, reemplazándola
por el enfoque matemático, axiomático y avalorativo de los estudios económicos actuales
y que concebía el valor originado en la utilidad que el bien generaba en el individuo.
Actualmente, el término economía política, se utiliza comúnmente para referirse a
estudios interdisciplinarios que se apoyan en la economía, la sociología, la comunicación,
el derecho y la ciencia política para entender cómo las instituciones y los entornos
políticos influencian la conducta de los mercados. Dentro de la ciencia política, el término
se refiere principalmente a las teorías liberales, marxistas, o de otro tipo, que estudian las
relaciones entre la economía y el poder político dentro de los estados. Economía política
internacional es en cambio una rama de la economía a la que le concierne el comercio y
las finanzas internacionales, y las políticas estatales que afectan el intercambio
internacional, como las políticas monetarias y fiscales.
Teología política. El concepto “teología política” viene de muy atrás: surge en el contexto
del estoicismo y designa, frente a la teología mitológica y la teología natural, una
“teología civil” o teología de la ciudad o burguesa, que se identifica en última instancia
por su vínculo con el Estado y sirve de legitimación y sanción de la política dominante. Es
la “vieja teología política”. En versión moderna, esta concepción es reivindicada, tras la
primera Guerra
Mundial, por C. Schmitt en una “teología política” sobre la base del tradicionalismo
francés anti-ilustrado, como nueva versión de legitimación del poder, de la política
autoritaria, a través de su sacralización.
Sociología Política. Es la ciencia que tiene por objeto de las actividades humanas en
cuanto que se encaminen a satisfacer las necesidades del hombre en sociedad.
Podemos encontrar dos acepciones principales de la política, algunos la consideran
como "El arte de regir con eficacia los destinos de un pueblo".
En este caso se entiende por política el conjunto de reglas prácticas útiles para poder
dirigir acertadamente el desenvolvimiento de una colectiva.
La otra aceptación es la que la enfoca como la ciencia que investiga los principios que
debemos seguir de base para la dirección de un conglomerado humano.
De todas maneras, cualquiera que sea su aceptación exacta nos indica ambas que la
política se refiere a la dirección o conducción de los pueblos esta disciplina se dirige a
aquel especial aspecto humano en que los hombres se relacionan entre sí. La política se
dirige a las relaciones que se produce entre gobernantes y gobernados.
Geografía política. tiene como principal objetivo tratar de analizar y comprender a nivel
regional y general la manera en que el medio geográfico, y los recursos que en él hay,
influyen a los hechos y fenómenos políticos y viceversa.
El ámbito de estudio por el que se interesa la geografía política es muy amplio, ya que
su principal objeto de estudio son las instituciones políticas creadas por el hombre que
son de todo tipo, pueden ir desde un pequeño grupo de personas bien organizado y
jerarquizado hasta un gran bloque económico o político de carácter internacional y no
tratarse solamente de países. Siendo complejo este concepto es por ello que la
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Geografía Política se va a interesar en todos los aspectos afines como el proceso
político, sistemas de gobierno, repercusión de las acciones políticas, etc. El espacio
geográfico (poblaciones, territorios, zonas, etc.) es otro objeto de interés para la
Geografía Política, factor que hace la diferencia de la Ciencia Política, ya que igualmente
es un tema de estudio el medio en que se desarrollan las instituciones políticas.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaboración de un mapa conceptual para ubicar las disciplinas políticas relacionadas con
la Teoría del Estado.
1.6.- LA TEORÍA DEL ESTADO EN MÉXICO
Rafael Rojina Villegas define al Estado como una persona jurídica con poder
soberano, constituida por una colectividad humana determinada territorialmente, cuyo fin,
es la creación y aplicación del derecho al cual se encuentra sometida.
En tanto para Mario De la Cueva, considera que el estado no es el territorio, sino
que sólo lo supone, ni tampoco puramente la comunidad ni el gobierno, sino que parece
como la unidad o la personalización de la comunidad organizada en un territorio.
La bibliografía abundante y también se encuentran aportaciones en esta materia
en obras dedicadas a estudios Sociológicos, de Filosofía Jurídica y de Derecho Público.
Una amplia relación de estudiosos de nuestro tema formarían una valla científica
interesante; desde la obra de Jorge Vallejo Arizmendi, Ensayo Bibliográfico de Derecho
Constitucional Mexicano; y el libro de Margarita de la Villa, Bibliografía Sumaria del
Derecho Mexicano; hasta trabajos sistemáticos de Teoría del Estado o temas conexos a
éste como la obra de Agustín Basave y Fernández del Valle, Teoría del Estado; Andrés
Serra Rojas, Programa de Teoría del Estado, o su Ciencia Política; de José López
Portillo, Génesis y Teoría General del Estado Moderno; Aurora Arnaiz Amigo con sus
obras Ciencia del Estado y Estructura del Estado; Rojina Villegas y su Teoría General del
Estado; Reyes Tayabas; Bases para el Estudio del Estado; Tena Ramírez, Derecho
Constitucional Mexicano; Ignacio Burgoa, El Estado y Derecho Constitucional; Héctor
González Uribe, Naturaleza, Objeto y Método de la Teoría del Estado; más
recientemente Eduardo Andrade Sánchez, Teoría General del Estado y María de la Luz
González González, Valores del Estado en el Pensamiento Político.
Francisco Porrúa Pérez, considera que la Teoría del Estado es una de las ciencias que
en conjunto constituyen la enciclopedia política, es una de las ramas de la ciencia política
en sentido amplio.
Para Andrés Serra Rojas, el Estado como objeto de conocimiento de la política, obliga a
deslindar dos campos, estrechamente vinculados:
Primero. - El de su constitución social o estructura autónoma.
En estas consideraciones hay un hecho evidente que sirve como punto de partida:
Dentro de la actividad social hay una actividad política que es la creadora del
ordenamiento jurídico.
UNIDAD 2
LA TEORIA DEL ESTADO COMO CIENCIA POLITICA
Por su parte, Harold Laswell, en El futuro de la Ciencia política, explica que: “El
actual periodo de transformaciones mundiales podría llamarse con la misma razón era de
la ciencia o era de la astropolítica. No cabe imaginar que la ciencia política vaya a ser la
única entre todas las artes y ciencias, que no quede afectada por los cambios que
experimenta y ha de experimentar el mundo. El tema característico de la ciencia política,
se refiere al proceso político propiamente dicho, no es posible pensar que la teoría del
Estado y el derecho queden fuera del acelerado ritmo de la historia.”
Finalmente se puede afirmar que Ciencia política solamente puede cumplir la
función de ciencia si ofrece una descripción, interpretación y crítica del fenómeno político
llamado estado.
El estudio histórico de la Ciencia política ha tenido una evolución interesante. Entre los
criterios o concepciones del fenómeno político que se han generado se pueden
mencionar los siguientes:
La ciencia política dogmática y la ciencia política crítica: Históricamente domina la
concepción dogmática: es la etapa del realismo ingenuo. Andando el tiempo, esas
verdades dogmáticas se discutieron y fueron desechadas al no resistir la comprobación
científica: Es el realismo crítico.
El pensamiento filosófico griego transformó el criterio de apreciación de los fenómenos
políticos. Se buscaban explicar los fenómenos reflexionando sobre ellos, era la época de
los clásicos: Sócrates, Platón y Aristóteles; así nace la Ciencia Política Crítica.
Dogmatismo ingenuo: El arribo de la filosofía cristiana, explica la etapa del dogmatismo
ingenuo. Se aceptaba sin discusión y por profesión de fe la doctrina de la Iglesia para
explicar los hechos políticos. La Biblia era considerada como autoridad suprema.
Dogmatismo crítico: A partir del siglo XIII los textos políticos de los clásicos son
rememorados y se recupera con ellos el espíritu humano y su capacidad crítica. En ese
periodo aparece también la Escolástica que acepta las verdades de la Iglesia Católica
como absolutas y definitivas, mediante una labor de armonización y concordancia con las
ideas de la filosofía griega clásica. Es la época de Tomás de Aquino y su escuela, que
elaboraron la estructura de la Filosofía Tradicional. El dogmatismo de esta escuela no es
ingenuo sino crítico, por buscar los fundamentos racionales de las verdades contenidas
en los textos cristianos.
Dogmatismo racionalista: Posteriormente se ignoraron las verdades religiosas y se
indagó en la explicación de lo que implicaba resultados puramente racionales, se toma
como válido todo lo sustentado en la razón. Fue éste un dogmatismo exclusivo del
razonamiento humano iniciado con Descartes y culminado por Kant y los grandes
filósofos idealistas alemanes del siglo XIX. El pensamiento político siguió la corriente de
estas influencias y, al paso del tiempo, siguiendo las experiencias históricas anteriores,
se elaboraron concepciones de la filosofía política que finalmente se convierte en causa
de la Revolución Francesa de 1789.
El materialismo histórico: La Revolución Francesa genera desigualdades económicas
que se acentuaron en el siglo XIX. La reacción contra el estado de cosas no se hizo
esperar y surgieron nuevas posiciones e ideologías políticas; la economía empezó a
jugar un papel preponderante pues se entendía como el eje histórico fundamental de la
actividad humana, los fenómenos políticos se condicionaron a la causalidad económica,
a esta situación se le conoce como: autodescomposición de la Ciencia Política.
Al quedar condicionados los fenómenos políticos a los postulados del materialismo
histórico, no fue posible establecer principios politológicos universalmente válidos; según
González Uribe: “A este resultado desolador y mortalmente peligroso para la ciencia
política contribuyeron no sólo los hechos, sino también las doctrinas de ciertos
pensadores, que pusieron de relieve la influencia decisiva de las transformaciones
histórico-sociológicas en la determinación de la forma y el contenido de los pensamiento
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humanos, hasta el punto de privarlos de todo valor absoluto y universal y dejarlos
convertidos en mero reflejo de las características peculiares y cambiantes del momento.
El historicismo de Hegel y de Savigny, y el determinismo económico de Marx, señalan las
fases iníciales de esta tendencia ideológica, que fue exacerbándose con el transcurso del
tiempo hasta sacar, ya en nuestros días, las últimas consecuencias que llevaba
implícitas, produciendo la completa postración de la
Ciencia Política”.
La influencia del Relativismo en la autodescomposición de la Ciencia Política: Immanuel
Kant y sus seguidores no admitieron la posibilidad de conocer la realidad en sí, como una
verdad o principio de validez universal. La escuela kantiana argüía el conocimiento
relativo de la realidad, consistente en la deformación que sufre la realidad al pasar por
nuestro entendimiento individual. La mente humana no puede conocer las cosas en sí (la
esencia o sustancia), sino sólo sus fenómenos o la apariencia o modo en que se nos
representa. Así, era imposible establecer principios politológicos de validez universal.
Al relativismo, se sumaron el Materialismo alemán y el Positivismo francés que
enarbolaban tesis que reducían el universo a leyes físico-químicas y exigían que sólo se
llamara ciencia a la realidad científicamente experimentable.
Los mitos contemporáneos: El intento de estructurar valores universales generó que
la corriente liberal pretendiera dar como absoluta la categoría de voluntad general,
haciendo de ella el parámetro de todos los valores políticos, dando origen al Estado
liberal-burgués.
Otro mito fue el de comprender al Estado como fin último de la actividad humana así
nació el Estado totalitario; el fascismo y el nacionalsocialismo utilizaron la situación racial
como valor máximo; el socialismo, en cambio, colocó la situación clasista como valor
absoluto que beneficiaba con su corte teórico a la clase proletaria.
El retorno a la Metafísica: En la anarquía provocada por las múltiples escuelas, el
pensamiento político se vio sustancialmente mermado; el único camino salvable era el de
retornar a la filosofía tradicional metafísica que permite el conocimiento científico al
considerar posible la aprehensión de la esencia de las cosas, sus causas, sus efectos y
sus fines. Cómo expresa
González Uribe: “Y, a quererlo o no, los grandes pensadores políticos contemporáneos
han tenido que abandonar las erróneas teorías del idealismo, del positivismo y del
existencialismo, con su corolario de relativismo subjetivista, e incluso de nihilismo en el
orden del conocimiento, y volver al realismo moderado y al dogmatismo científico, que le
permite rehacer, sobre sólidas bases, todo el edificio de la teoría política”.
El pensamiento de Herman Heller quien estima que sólo es posible aceptar como
científicas las posibilidades de establecer principios o verdades inmutables en el devenir
social e histórico, necesarios para cumplir con el objeto de la ciencia política (descripción,
interpretación y valorización de los fenómenos políticos). Para arribar a esas leyes
inmutables es preciso, para Heller, fijar las constantes que existen en el proceso
histórico-sociológico; es decir, en ese proceso hay situaciones invariables de la actividad
humana, en el terreno de la estética, por ejemplo: la poesía, la música y el arte griego
siguen siendo hermosos después de tantos siglos. De igual manera, la ciencia política
puede preservar semejantes constantes del proceso histórico sociológico.
La tarea de la ciencia política es encontrar esas verdades sustanciales inmutables (la
naturaleza humana, la sociedad humana, la autoridad, el orden normativo, el bien común,
constantes raciales, geográficas, etc.)
Recordemos que el estado es un hecho político y para analizarlo eficazmente, debemos
aplicarle categorías y conceptos genéricos verdaderos, descubiertos por la ciencia
política, reconociendo sus perfiles peculiares derivados de la especificación de la
naturaleza misma de cada fenómeno.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
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2.3.- LOS HECHOS POLÍTICOS
¿Qué es un hecho político? El hecho político es una realidad, es algo que existe en el
mundo del ser con vigencia objetiva.
Los hechos políticos han existido desde la aparición del hombre sobre la tierra, y
seguirán mientras subsista porque se derivan de la naturaleza humana.
Es político, el hecho, porque comprende en su base a la comunidad humana. La
palabra política deriva del griego polis, que significa ciudad, es el espacio en el que los
individuos que componen la actividad política acuerdan o disienten sobre las formas de
organización colectiva.
El hecho político se caracteriza, además por la presencia en el núcleo social de un
fenómeno de poder, que distingue entre gobernantes y gobernados, poderosos y
sometidos. El Estado, aunque no es el único hecho político, sí es el más importante.
Antes que el Estado Moderno, existieron hechos sociales y políticos que no se le
asemejan. Las polis griegas y la civitas romana, y los regímenes feudales, por ejemplo,
constituyeron hechos políticos que explican fenómenos diferentes al del Estado moderno.
En el Estado moderno en cambio, permea la idea de que los grupos sociales se
constituyen con el fin de lograr un bien común erigiendo al Estado; en esas intenciones
se justifican la existencia de partidos políticos, grupos políticos, poderes constitucionales.
Esas actividades unidas y por separado, constituyen otros hechos políticos. Pero el
mejor ejemplo del hecho político es el Estado, porque explica la coexistencia de todos los
individuos, de todos los grupos, y su misión es más amplia y general por ello se le
denomina: bien público temporal.
Investigar el origen de los hechos políticos en Grecia y Roma.
Francisco Porrúa Pérez, revela que las disciplinas fundamentales para el estudio del
fenómeno político son tres: la filosofía política, la historia política y la ciencia filosófico-
histórica de la política llamada también Ciencia Crítica del Estado o Ciencia Política.
a) La filosofía política, es la que trata de llegar al conocimiento de la esencia
misma del hecho político, investiga sus causas originales y fines del fenómeno político.
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Aunque la filosofía política es un saber teórico, parte de datos positivos de la experiencia,
dando resultados vinculados a la realidad. La filosofía política se divide en diferentes
ramas, a saber: Epistemología política o teoría del conocimiento político; Ontología
política o teoría del ser político; Ética política y Axiología política dirigida al estudio de los
valores que ha de poseer la sociedad política para su justificación.
b) Historia política: Posee dos ramas fundamentales la Historia de los Hechos
políticos y la historia de las ideas políticas.
c) Ciencia Filosófico-Histórica de la política: Procura explicar las causas de los
fenómenos políticos realizando una crítica de los datos proporcionados por la historia
política y la filosofía política.
Cabe mencionar que también existen disciplinas políticas especiales que
participan en la Teoría del Estado como: la Teoría de las formas de gobierno, la Teoría
Constitucional, la Teoría del sufragio; otras estudian algunos de los componentes del
Estado como: el Derecho político, la Economía política, la Sociología política, etc.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
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Las circunstancias por la que atraviesa el Estado actual nos obliga a asumir posiciones
que van desde refugiarse en la soledad, la rebelión, la preparación académica para la
transformación, etc.
En este escenario de la realidad actual del Estado, es importante revisar algunas
versiones actuales:
a) El Estado y la sociedad comunista:
El adjetivo Estado comunista, es usado por la prensa capitalista durante la
Guerra Fría en referencia al sistema de partido único y el gobierno del
Partido Comunista. Esta denominación es una anticipación popular, puesto
que la teoría marxista plantea al comunismo como fase siguiente al
capitalismo y posterior al socialismo, en que el Estado deja de existir. Lenin
afirmó que: “los hombres se habituarán a respetar las reglas elementales de
la vida en sociedad, sin violencia, sin coacción, sin sumisión, sin ese
aparato de coacción que se llama Estado”
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Casi todos estos estados, que se declararon comunistas en su momento, destacaron el
carácter socialista en su nombre oficial y los que existen todavía, que cada día son
menos, lo siguen haciendo. Así es que muchos de estos estados contienen los adjetivos
popular, socialista y democrático en su denominación. Existen también estados que
contienen estos términos en su nombre, aunque no hayan adoptado ese sistema, como
la República Democrática Socialista de Sri Lanka o la República Democrática Popular de
Argelia.
Entre 1945 y 1975 el número de países comunistas aumentó espectacularmente,
debido a que los países vencedores de la II Guerra Mundial se repartieron el mundo y,
porque los movimientos revolucionarios comunistas fueron ganando fuerza en muchos
países del Tercer Mundo.
Los cambios políticos ocurridos en Europa del Este, la URSS y otros lugares del
mundo entre 1989 y 1991 redujeron de forma dramática el número de regímenes
comunistas existentes. Los gobiernos comunistas que aún perduran siguen leales a las
doctrinas de Marx y Lenin, pero difieren no sólo en tamaño y desarrollo industrial, sino
también en la interpretación de sus principios, objetivos y forma de gobierno.
b) La supervivencia del Estado Democrático, en el, cual existe una grave y larga crisis del
Estado democrático que afecta todas sus estructuras: políticas, socio-económicas y
jurídicas. Se vive una aguda y crítica etapa de transición de la civilización occidental de
modo que el Estado, fruto de esa civilización, sufre intensamente esa crisis. La crisis de
la civilización no es producida por la crisis social del Estado, sino que ésta última es el
efecto inducido por la primera, porque el Estado ha sido incapaz de responder
satisfactoriamente, a los requerimientos de la sociedad, e instrumentar mecanismos que
permitan escuchar a la sociedad, el Estado se ha dedicado a transformarla.
La imaginación jurídico-política burguesa parece haberse agotado. Conceptos como
soberanía popular, representación política, separación de poderes, derechos del hombre,
control de constitucionalidad, Estado de Derecho; atraviesan una seria crisis, lo cual no
significa que sean inservibles, sino que fueron concebidos para una época en la que las
interrelaciones Estado-Sociedad civil fueron menos dificultosas. Urge, como opinan
algunos analistas superar las teorizaciones jurídico-políticas pasadas.
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c) El Estado Liberal y Latinoamérica. La relación entre Estados Unidos y América Latina
crea situaciones que en numerosas ocasiones han afectado las estructuras políticas.
Aunque el capitalismo y la democracia han funcionado en Occidente, no se puede decir
lo mismo de América Latina, en donde el capitalismo descontrolado puede exacerbar,
aún más, las desigualdades existentes y poner en peligro la democracia en la región.
A pesar de estos cambios, los países desarrollados, los organismos internacionales y
los jefes locales de estado, aún pretenden caracterizarlos mediante paradigmas
tradicionales que no logran hacer comprender las profundas transformaciones que han
sufrido. Por lo tanto, se hace indispensable una Teoría del Estado Democrático en
América Latina, intermedia entre aquel Estado "fantasmal" propio del modelo neoliberal y
el Estado interventor e improductivo, que ha existido en la región durante casi un siglo.
Esto, con el fin de comprender el proceso de reestructuración del proyecto democrático
latinoamericano, y permitir la teorización sobre la sociedad y el Estado democrático en
esta parte del continente.
El modelo neoliberal fue asumido recientemente por los países latinoamericanos
como una fórmula capaz de acabar con todos los obstáculos al desarrollo, que
históricamente ha sufrido la región.
Los principios neoliberales pueden ser sintetizados de la siguiente manera:
a) La iniciativa individual (o sea, la privatización) y la cual es considerada como el
resultado necesario de la ineficacia del Estado interventor, y una forma de transferir una
mayor participación a la sociedad civil en el desarrollo social;
b) Las funciones estatales relacionadas con el interés público (culturales,
tecnológicas, salud, educación) deben quedar relegadas al ámbito privado, donde se
supone que la iniciativa privada les atribuirá mayor rentabilidad;
c) La democracia es deseable, siempre y cuando sea de una naturaleza
restringida que permita el libre funcionamiento del sistema;
d) Unas economías de mercado junto con la privatización constituyen la
orientación estratégica del proceso de recuperación económica en América
Latina;
e) El subsidio y la tributación al capital desestimulan la creación de riqueza social y
deben ser eliminados.”
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La visión neoconservadora de la democracia (como se la denomina en Europa y los
Estados Unidos), el modelo neoliberal, concibe al Estado como un ente que funciona en
buena parte para proteger el principio de propiedad y limitar las desproporciones de la
participación y hace un énfasis exagerado sobre el individualismo, el consumismo y el
avance científico-tecnológico.
Como han observado muchos críticos del neoliberalismo, los programas de
reforma que propone el modelo destacan la eficiencia, indudablemente importante para
la reinserción de las economías latinoamericanas en un sistema global en
transformación, pero no una mejor prestación de servicios a las clases medias y bajas.
Esto, ya que el Estado neoliberal se muestra indiferente a la justicia social y no ha sido
capaz de disciplinar a las élites latinoamericanas para tener un sentido justo de la
equidad en sus sociedades, ni para permitir el surgimiento de movimientos de base
autónomos.
Los hechos históricos demuestran que la democracia y el capitalismo han
funcionado en Occidente, aunque el laissez faire también ha mostrado sus debilidades
últimamente. Sin embargo, existen dificultades al extrapolar los mismos argumentos
hacia América Latina, donde hay "evidentes peligros de que el capitalismo
(descontrolado) incremente aún más las severas desigualdades y se, ignoran las
necesidades de las personas pobres..." lo cual se evidencia claramente en el México
neoliberal moderno. Al contrario de lo que puede afirmar este modelo, las nuevas formas
de la administración pública paternalista, las reformas energéticas que se abren a la
iniciativa privada, las reformas electorales y fiscales son discutibles pues no puede
simplificarse, o reducirse el papel del Estado en un continente que carece de los mínimos
recursos vitales para permitir la supervivencia de amplias capas de la población.
Hoy día, las sociedades latinoamericanas buscan resolver sus problemas, tanto
económicos como políticos, y fijar su lugar en el sistema global de una manera
democrática. Sin embargo, las tendencias pronosticadas por el neoliberalismo se
presentan como amenazas al orden democrático que se está tratando de imponer, y a
las probabilidades de desarrollo equitativo en la región, lo cual se ve claramente en los
procesos de transformación que está sufriendo el Estado latinoamericano.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
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Tomando como base la lectura de apoyo, elaborar un ensayo sobre la realidad del
Estado mexicano en el contexto de la globalización y de la recesión económica
UNIDAD 3
DESARROLLO DE LA CIENCIA POLÍTICA
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interés del que argumenta; así la ética estaba ausente del contenido doctrinario de los
sofistas y el individualismo subordinaba los valores al egoísmo.
El relativismo sofista influyó en la filosofía moderna, su actitud fue seguida por
Maquiavelo. La retórica de Benito Mussolini, Adolfo Hitler y Lenin son ejemplos claros de
la oratoria sofista.
II.- Sócrates (470-401 a.C). Su vida fue filosofar y enseñar. Su preocupación era la
conducta degradada de sus conciudadanos; en consecuencia, enfocó su curiosidad
intelectual en el ser humano y en su capacidad de conocer la verdad.
Contemporáneo de los sofistas, muchos creyeron que era un sofista más, pero era
exactamente lo contrario. Nunca intervino en la política. No pronunciaba discursos. No
escribió nada. Según él, nunca fue maestro de nadie. Simplemente se dedicaba a
conversar con quien quería conversar con él; creía que la sabiduría se adquiere en el
intercambio vivo de la conversación, haciéndose preguntas y buscando juntos
respuestas. Así y sólo así enseñó a pensar, a buscar la verdad y a saber que es posible
alcanzarla. A diferencia de los sofistas, no cobraba por sus enseñanzas.
De esta manera luchaba abiertamente contra el relativismo sofista pues sostenía la
posibilidad de acceder al conocimiento de verdades eternas e inmutables mediante la
mayéutica entendida como el arte de parir o dar a luz el conocimiento. La mayéutica era
el diálogo entre el discípulo y el maestro con el fin de solucionar planteamientos
problemáticos.
El primer paso era reconocer la propia ignorancia. Repetía en sus conversaciones
que no sabía nada, pero que era más sabio que los demás porque estaba consciente de
su ignorancia mientras los otros creían saber. Quien cree saber no se esfuerza en buscar
la verdad. El primer paso hacia la verdad es barrer de la mente los prejuicios, las ideas
incompletas, los errores que generalmente llenan las cabezas de la gente y no dan lugar
a la verdad.
Hecha la limpieza, el camino queda abierto.
¿Cómo se avanza ahora? De lo particular a lo universal. Si se está hablando de
justicia y se quiere saber qué es justicia, la primera etapa de la averiguación consiste en
recoger ejemplos de casos particulares en los que los presentes concuerdan en afirmar
que allí se obró con justicia. La segunda etapa es examinar estos casos particulares,
26
compararlos entre sí, ver sus diferencias, ver sus cosas comunes, hasta ir dando con la
cualidad –común a todos– que nos hace afirmar que en cada uno de esos casos hubo
justicia. Esa cualidad común es la esencia de la justicia, su definición. Ha sido abstraída
de los casos particulares por la mente humana y gracias a un poder que sólo la mente
humana posee.
Su planteamiento político tenía un gran fundamento moral. De esta manera, Sócrates se
convertía en el fundador de la Ética. El hombre virtuoso es el mejor ciudadano y debe
someterse a las prescripciones del Estado. Él mismo fue ejemplo de ello cuando,
acusado injustamente, bebe el veneno de la cicuta.
III.- Platón (429-347 a.C.) Su pensamiento político se encuentra expresado en sus
Diálogos, principalmente en: La República, las Leyes y El político. De las tres la que más
importancia tiene es la primera.
Las ideas filosóficas de Platón tuvieron muchas implicaciones sociales, particularmente
en cuanto al estado o gobierno ideal. Hay discrepancias entre sus ideas iniciales y las
que expuso posteriormente. Algunas de sus más famosas doctrinas están expuestas en
la República.
Platón decía que las sociedades debieran tener una estructura tripartita de clases la cual
respondía a una estructura según el apetito, espíritu y razón del alma de cada individuo:
1)Artesanos o labradores – Los trabajadores correspondían a la parte de “apetito” del
alma; 2) Guerreros o guardianes – Los guerreros aventureros, fuertes, valientes y que
formaban el “espíritu” del alma y; 3) Gobernantes o filósofos – Aquellos que eran
inteligentes, racionales, apropiados para tomar decisiones para la comunidad. Estos
formaban la “razón” del alma.
De acuerdo con este modelo, los principios de la democracia ateniense, como existía en
aquella época, eran rechazados en esta idea y muy pocos estaban en capacidad de
gobernar. En lugar de retórica y persuasión, Platón dice que la razón y la sabiduría son
las que deben gobernar. Esto no equivale a tiranía, despotismo u oligarquía, como Platón
decía:
Hasta que los filósofos gobiernen como reyes o, aquellos que ahora son llamados reyes
y los dirigentes o líderes, puedan filosofar debidamente, es decir, hasta tanto el poder
político y el filosófico concuerden, mientras que las diferentes naturalezas busquen solo
27
uno solo de estos poderes exclusivamente, las ciudades no tendrán paz, ni tampoco la
raza humana en general.
Platón describe a estos “reyes filósofos” como aquellos que “aman ver la verdad esté
donde esté con los medios que se disponen” y soporta su idea con la analogía de un
capitán y su navío o un médico y su medicina. Navegar y curar no son prácticas que todo
el mundo esté calificado para hacerlas por naturaleza. Gran parte de La República está
dedicada a indicar el proceso educacional necesario para producir estos “filósofos reyes”.
Se debe mencionar, sin embargo, que la idea de la ciudad que se describe en La
República la califica Sócrates como una ciudad ideal, la cual se examina para determinar
la forma como la injusticia y la justicia se desarrollan en una ciudad. De acuerdo a
Sócrates, la ciudad “verdadera” y “sana” es la que se describe en el libro II de La
República, que contiene trabajadores, pero no tiene los reyes-filósofos, ni poetas ni
guerreros.
IV.- Aristóteles (384-322 a.C.). Pese a ser discípulo de Platón, se distanció de las
posiciones idealistas, para elaborar un pensamiento de carácter naturalista y realista.
Frente a la separación radical entre el mundo sensible y el mundo inteligible planteada
por las doctrinas platónicas, defendió la posibilidad de aprehender la realidad a partir de
la experiencia. De acuerdo con las fuentes antiguas, el filósofo griego escribió 170 obras,
aunque sólo 30 se han conservado hasta nuestros días.
La Ética Nicomaquea de Aristóteles tiene un fin que se resume en la búsqueda de la
felicidad. Para algunos, la felicidad consiste en los placeres; para otros, en las riquezas;
pero el hombre sabio la busca en el ejercicio de la actividad que le es propia al hombre,
es decir, en la vida intelectiva. Ello no excluye el goce moderado de los placeres
sensibles y de los demás bienes, con tal de que no impida la contemplación de la verdad.
Sobre esta base desarrolla Aristóteles el concepto de virtud. La virtud consiste en el justo
medio. Todas las virtudes son hábitos que se adquieren por medio de la repetición.
En La Política, explica Aristóteles que el hombre es un "animal político" por naturaleza.
Sólo los animales y los dioses pueden vivir aislados. La fuerza natural hacia la
reproducción y la conservación inclina a los hombres a vivir unidos, primero en la familia,
luego en la aldea (unión de varias familias) y finalmente en la Ciudad-Estado (ni muy
pocos, ni demasiados habitantes). El buen funcionamiento de una Ciudad-Estado no se
28
asegura solamente por aunar voluntades hacia un mismo fin; se requiere también de
leyes sensatas y apropiadas que respeten las diferencias y eduquen a los ciudadanos
para la responsabilidad civil dentro de la libertad (Aristóteles, en su mentalidad clasista
griega, no concibe el derecho de ciudadanía ni para las mujeres ni para los esclavos).
Existen tres formas de legítimo gobierno: monarquía (gobierno de uno), aristocracia
(gobierno de los mejores) y república (gobierno de muchos en la cosa pública). A esas
formas rectas de gobierno se oponen sus vicios: la tiranía, la oligarquía y la democracia
(Aristóteles entiende por "democracia" el gobierno de los pobres).
Lo cierto es que, para Aristóteles, “sólo en la sociedad política, el hombre puede lograr
su perfección y plenitud moral: “vemos que toda ciudad es una comunidad y que toda
comunidad está constituida en vista de algún bien, porque los hombres siempre actúan
mirando a lo que les parece bueno.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
29
domina sus pasiones. Esos principios tuvieron como consecuencia la estima de la
organización política como una institución provechosa y natural.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
30
Explica el poder y la estabilidad de Roma y el éxito de su expansión imperial en
base a las características estructurales de la constitución romana, que combina y
armoniza las tres formas puras: el principio monárquico está representado por los
Cónsules, el principio aristocrático por el Senado y el democrático por las Asambleas
populares.
También Polibio expuso la primera teoría sobre lo que luego la ciencia del
Derecho Constitucional llamaría "frenos y contrapesos", es decir, los mecanismos
constitucionales de transacción entre fuerzas antagónicas, como es el caso del derecho
o el poder de actuar y de impedir, que detentaban respectivamente los patricios y los
plebeyos en la República romana.
Polibio alcanzó a ver, antes de su muerte, cómo esa estabilidad y armonía
comenzaban a resquebrajarse, y se insinuaban conflictos y perturbaciones que, al no ser
adecuadamente resueltos, con el paso del tiempo culminarían en la caída de la
República y la instauración del Imperio.
Aproximadamente cien años después de Polibio apareció en Roma otro gran
teórico político: Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.). Cicerón escribió en los tiempos en
que Julio César, sobre las armas de su ejército victorioso, establecía un imperio
dictatorial en Roma. Cicerón era un ardiente republicano, detestaba al César y quería
restaurar el antiguo equilibrio de las instituciones.
En sus obras, analiza las causas de la triste decadencia de la República. Partiendo de
la teoría del equilibrio de las formas de gobierno que había diseñado Polibio, Cicerón
atribuyó la crisis de su tiempo al excesivo poder alcanzado por el elemento democrático.
La obra política principal de Cicerón es "De la República" (55 a.C.), este tratado político
ha llegado a nosotros por extraños caminos. Fue citado por San Agustín, pero luego cayó
en el olvido durante toda la Edad Media y Moderna; se extraviaron los ejemplares que
probablemente habría (salvo el fragmento llamado "El sueño de Escipión", que había sido
trascrito por un copista a principios de la Edad Media.
La obra es fundamentalmente una reflexión sobre cuál es el mejor régimen político,
reflexión hecha con la intención de actualizar "La República" de Platón, pero cambiando
el enfoque: Platón parte de los grandes principios, como el Bien y la Justicia; Cicerón
aborda la cuestión desde la técnica política, para llegar finalmente a la fundamentación
31
metafísica del tema. Por otra parte, observa que la forma de gobierno es vista como el
factor determinante del Estado y, más allá, del mismo pueblo.
La estructura de la obra es clara: su primer tema es la forma política adecuada al
Estado romano, cuya respuesta es la "solución mixta" de Polibio, que ya vimos; el
segundo tema es el análisis de la experiencia histórica del pueblo romano, porque la
Constitución ideal sólo es válida si tiene referencias en la vivencia concreta del pueblo.
La forma de gobierno debe ser expresión adecuada de esa vivencia. Recién a esta altura
de su discurso, Cicerón plantea los grandes temas platónicos: el fundamento del
gobierno y de la ley: se pregunta si ese fundamento es una "ley natural" o simplemente la
fuerza. Esto lo lleva a analizar la organización específica del Estado de la Roma
republicana, al que considera lo más próximo posible al ideal político de la filosofía
estoica. Finalmente, alcanza una culminación metafísica, al vincular las exigencias del
bien público con la realización del bien como categoría trascendente. El punto de partida
de Cicerón es una justificación de la práctica de la virtud política, presentada como una
actividad digna del sabio: el ejercicio del gobierno es visto como un requisito para poner
las potencialidades de la Sabiduría en acuerdo con el Mundo.
Para Cicerón, el objeto de la Ciencia Política es la "cosa pública", que se genera porque
un pueblo es "una reunión de hombres fundada en un pacto de justicia y una comunidad
de intereses", reunión basada en un "espíritu de asociación" que es natural, porque el
hombre es un "animal político". A partir de allí, la cuestión que se plantea es una
pregunta clásica en el pensamiento normativo: ¿cuál es la mejor forma de gobierno? ¿El
Gobierno de uno, de algunos, de la multitud? La respuesta de Cicerón, como la de
Polibio, cien años antes, elige esa cuarta forma mixta, que surge de la mezcla equilibrada
de las tres formas originarias.
Cicerón no se queda en la especulación teórica pura, y siguiendo una tradición ya
sólidamente establecida, recurre a la experiencia. Reescribe la historia de Roma para
configurar un esbozo de "política experimental": busca conocer los modos de marcha y
las desviaciones de los Estados. Marca allí la crisis de su momento histórico afirmando
que "es falso que la cosa pública no pueda ser gobernada sin recurrir a la injusticia" sino
que, por el contrario, requiere "una suprema justicia".
32
El fundamento de lo político plantea un dilema: reposa sobre la Naturaleza o sobre una
relación convencional de fuerzas. Por boca de Escipión, Cicerón se inclina por la ley
natural: "Hay una Ley verdadera, la recta razón, conforme a la Naturaleza, universal,
inmutable, eterna...en todas las naciones y en todos los tiempos...Dios mismo le da
nacimiento, la sanciona y la promulga...y el hombre no puede desconocerla...sin renegar
de su naturaleza...".
Cicerón plantea como solución para su tiempo, de crisis profunda, un retorno a las
costumbres y valores de la República primitiva, ya erigida en mito histórico.
De aquí arranca la culminación de la obra: el famoso "Sueño de Escipión".
La función de esta parábola, de este "Sueño", es describir el destino político como
un ineluctable deber, ubicándolo en el orden cósmico de las cosas. A través de una
poética evocación del Universo, la república política es insertada en una "República
Cósmica", cadena universal en eterno movimiento, que vincula las grandes almas
beneméritas de la Patria con la posteridad.
El legado de Roma, resulta importante de mencionar porque se remite a la
creación del derecho y de las instituciones jurídico – políticas, sin el sistema románico no
se podría explicar la existencia de los sistemas normativos de una buena parte del
mundo.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaborar un resumen con el rescate de las principales ideas de Polibio y de Marco Tulio
Cicerón.
UNIDAD 4
DESARROLLO HISTÓRICO DE LA CIENCIA POLÍTICA
33
mundo" (San Juan, 18:36) y "dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de
Dios" (San Mateo 22: 21 y San Marcos 12:17).
Estos principios proclamaron la emancipación de la Religión respecto de la
Política, separaron sus campos de acción y precisaron sus límites.
En el desarrollo inmediatamente posterior del pensamiento político cristiano,
principalmente por obra de San Pablo, se consideró la complementación de tareas entre
el Estado y la Iglesia: el primero mantiene la paz social y hace cumplir las leyes; la
segunda se ocupa de la salvación de los hombres. Sobre esta base, la doctrina enseñó
el origen divino de la autoridad civil: "los poderes que existen son establecidos por Dios"
(Rom13:1).
En los escritos de San Pablo es posible encontrar conceptos muy acordes con los
de la filosofía estoica, como el reconocimiento de la Ley Natural, “inscrita en el interior del
hombre, cualquiera sea su raza o circunstancias” (Rom. 2:12-15), o como la afirmación
de la igualdad de todos los hombres ante la Gracia Divina, cualquiera sea su condición o
jerarquía en esta tierra (Filip. 10:17).
El Imperio Romano persiguió a los cristianos. Estas despiadadas persecuciones
modificaron la óptica cristiana respecto del Estado romano. Ya no fue más visto como
"heraldo del Evangelio". Esas persecuciones cesaron en el año 311 d.C, tras un completo
fracaso en cuanto a frenar la difusión de la nueva religión, pero habiendo ocasionado
entretanto muchos sufrimientos al pueblo cristiano. En el año 313 d.C, Constantino
reconoce al cristianismo como una de las religiones oficiales del Imperio, y ochenta años
después, el emperador Teodosio I cerró los templos paganos y proclamó al cristianismo
como única religión oficial del Imperio.
Una curiosa consecuencia de este aparente triunfo fue la subordinación completa
de la Iglesia al Imperio (o sea el llamado cesare-papismo) que eliminó temporalmente la
separación entre Política y Religión. Ese movimiento de subordinación a lo secular de
parte de la Iglesia fue resistido de varios modos: el monasticismo, el hermitañismo
ascético, las revueltas heréticas (arrianismo, donatismo, nestorianismo, etc.) y
principalmente por la reflexión filosófica y la acción política de los obispos del Imperio
Romano de Occidente, tras la muerte de Constantino. En el Imperio Romano de Oriente,
en cambio, esa subordinación continuó durante largo tiempo.
34
En la Teoría Política, la consecuencia de esta situación en Occidente fue que,
durante mil años, el eje de la controversia política pasó por la relación entre el soberano
secular y la Iglesia dependiente o independiente de su poder, o queriendo subordinarlo al
suyo.
La patrística representa, en la fase de la historia, la organización y la teología
cristianas que abarca desde el fin del cristianismo primitivo, con la consolidación del
canon neotestamentario, hasta alrededor del siglo VIII. Además de la elucidación
progresiva del dogma cristiano, la patrística se ocupó sobre todo de la apología o
defensa del cristianismo frente a las religiones paganas primero y las sucesivas
interpretaciones heterodoxas que darían lugar a las herejías. . Su nombre deriva de los
padres de la Iglesia, los teólogos cuya interpretación dominaría la historia del dogma. Los
padres de la Iglesia siguen afirmando la línea de oro de la doctrina realista del derecho
natural; San
Ambrosio explica: “La Ley Natural no se escribe porque es innata, ni se prende por el
estudio, puesto que fluye en el corazón de los hombres como si manase de una fuente
natural y es recogida por la inteligencia humana.”
En los primeros siglos del cristianismo se destacó San Agustín, obispo de Hipona,
en su obra "La Ciudad de Dios", reconoce la autoridad del Emperador romano, admite
que ésta viene de Dios, prescribe a los súbditos el deber de obediencia y exhorta al
Emperador a defender a la Iglesia contra los cismas y las herejías, pero no admite que,
en cuanto Emperador, tenga alguna autoridad dentro de la Iglesia. La Fe y la Moral
quedan reservadas a los Concilios y a los Obispos consagrados. Marca así nuevamente
con claridad la diferencia entre la Ciudad de Dios y la ciudad terrenal.
En el pensamiento de San Agustín, estos dos conceptos tuvieron una notable
evolución: al principio, el primero representa al cristianismo y el segundo al paganismo.
En esta fase, San Agustín procura liberar al cristianismo de la acusación de ser
responsable del saqueo de Roma por los visigodos de Alarico (410 d.C.) y mostrar que el
paganismo no habría salvado a Roma del desastre ni aún en sus épocas de esplendor.
Más tarde, la Ciudad de Dios representa a la Iglesia institucional y jerárquica, y la ciudad
terrena, al mundo fuera de la Iglesia. Por último, la Ciudad de Dios designa a la
"comunidad de los santos" mientras la ciudad terrena es "la sociedad de los reprobos"...
35
Es de hacer notar aquí que San Agustín, y otros Padres de la Iglesia de aquel
tiempo, están ubicados, en forma similar a Séneca y los estoicos, ante un dualismo
inquietante y aparentemente irreducible: lo espiritual y lo material, lo bueno y lo malo, la
Iglesia y el Mundo, la autoridad espiritual y la autoridad secular. De allí en adelante, la
historia de la Teoría Política medieval es la historia de las propuestas de resolución de
este dualismo.
Surgido en un tiempo de crisis, el pensamiento de San Agustín se forjó en la
confluencia de dos tradiciones: la cultura greco-romana y las Escrituras judeo-cristianas.
De la cultura griega San Agustín valora principalmente la figura de Platón y la
"República". Hay una filiación intelectual de idealismo platónico en el pensamiento
agustiniano. Pero apela en su obra sobre todo a la cultura romana. Conoce muy bien la
historia romana y la utiliza para mostrar que los dioses paganos no podían servir al
Estado, al contrario del Dios verdadero. San Agustín no le pide a Roma que renuncie a lo
que la hizo grande, sino que reciba finalmente los dones del Dios verdadero, tal como
está prometido en las Escrituras.
En su esquema general, "La Ciudad de Dios" se presenta como un recorrido que
parte de la crisis reciente (410 d.C.) para inducir al mundo romano a releer su historia
política, para descubrir la vanidad de su "teología civil" y reconocer la necesidad de un
mediador entre Dios y los hombres -Cristo- para que la "ciudad terrestre" se abra a ese
camino de salvación y, al mismo tiempo, a una comprensión de su proceso histórico, que
pueda esclarecer su destino político, y el destino último de los hombres y las naciones.
Según San Agustín, los hombres siempre forman parte de algún grupo, en una
escala que va desde la familia hasta el Imperio. Las existencias mismas de grupos de
diversos tipos suponen la presencia de un acuerdo básico, una disposición social
fundamental, propia del ser humano. Para San Agustín, pueblo, es la reunión de una
multitud de seres razonables, asociados "por la participación armoniosa en aquello que
aman". Como toda sociedad, la Civitas requiere un consenso básico, un acuerdo que la
induzca a perseguir ciertos objetivos antes que otros; un amor cuyo objeto (bueno o
malo) evidencia la moralidad o perversidad del pueblo.
Una condición esencial de una verdadera Res-publica es la justicia, cuyo objeto es
el Derecho, el cual según San Agustín debe derivar de la Caridad. Esta idea de Justicia
36
no está tomada sólo de la tradición latina: ella está transfigurada por la interpretación
cristiana.
Dice San Agustín que "la paz de la ciudad es la concordia bien ordenada de los
ciudadanos en el gobierno y en la obediencia". En su pensamiento, la paz es un valor
central: "La paz es tan esencial a los hombres que hasta los malvados la desean". San
Agustín sabe, por cierto, que hay paces injustas y admite la legitimidad de algunas
guerras, pero denuncia sus atrocidades. En esos días turbulentos, el tema de la paz se
plantea con fuerza, y también con el recuerdo cercano de la paz romana, de los más
bellos días del Imperio.
El cristianismo transforma la concepción pagana del hombre; frente a los principios
negativos de la antigüedad afirmando la dignidad y la igualdad de los seres humanos, y
la libertad de conciencia frente a la organización política.
Santo Tomás (1225 –1274) Fue un reconocido teólogo y Doctor de la Iglesia Católica que
vivió en la Edad Media. Máximo representante de la tradición escolástica, y padre de la
Escuela Tomista de filosofía. Tomás de Aquino reintrodujo, después de un olvido de mil
años, la "Política" de Aristóteles en la teoría política occidental. Interpretó al filósofo
griego en términos de teología cristiana y efectuó una magistral fusión entre Aristóteles y
San Agustín. Podemos considerar que cuando Tomás de Aquino comenzó a leer y
comentar la "Política" de Aristóteles a sus alumnos, renació la Ciencia Política en Europa.
El prefacio o proemium que Santo Tomás hace de la Política de Aristóteles, y que
todavía suele encabezar algunas ediciones, es de por sí una obra maestra: ubica a la
Ciencia Política en el campo del saber y define su objeto, que en su opinión son las
comunidades, en las que los conciudadanos acceden al "buen vivir". El mito del "estado
de naturaleza" es exorcizado de entrada: el hombre jamás vive sólo.
Realizar esas "comunidades" es el deber del hombre. Para hacerlo cuenta con la
ciencia de la política, que es a la vez especulativa (observadora de lo real) y práctica (útil
para la acción). La Ciencia Política no es nunca neutra. Los politólogos actuales harían
bien en aprovechar esa lección del Comentario de Santo Tomás.
37
Hay una obra llamada De Regimine Principorum, cuya autoría (al menos la de las
primeras páginas, el resto sería de Ptolomeo de Lucques) sería de Santo Tomás. En tal
caso esta sería su obra más específicamente política; el problema es que tal autoría está
cuestionada. De modo que vamos a buscar el pensamiento político de Santo Tomás en
su obra más influyente: la Summa Teológica, que no ofrece dudas en cuanto a su fuente
de origen. En ella, el tema político no tiene un lugar específico determinado. Está tratado
en forma dispersa a lo largo de toda la obra. El lector interesado en este aspecto debe
reunir los fragmentos por sí mismo y plantear las correspondientes cuestiones.
En la Summa Teológica la obra de Aristóteles es ampliamente comentada, pero
Santo Tomás, según su costumbre, también la confronta con otros filósofos antiguos, con
los Padres de la Iglesia y con las Santas Escrituras, y sus conclusiones tienen en cuenta
todas esas consideraciones.
En la Summa, Santo Tomás no habla del Estado ni de los Derechos del Hombre,
que son los conceptos omnipresentes en el pensamiento político moderno. En cambio,
habla de comunidades que son de naturaleza relacional, y no han sido producidas por un
pretendido "contrato social" sino por una relación entre "sustancias primeras": los
individuos. Su origen es muy claro; los bienes más importantes a que aspiran los
individuos sólo pueden ser obtenidos y gozados "en común".
El fin de la comunidad política, para Santo Tomás, es obtener el bien común, y
servir de órgano unificador, evitando que la sociedad se disuelva por la actuación egoísta
de los hombres.
La ley por lo tanto es una ordenación de la razón para el bienestar común, promulgada
por quien tiene a su cargo el gobierno de la comunidad.51
Así se constituyen grupos organizados, totalidades, tales como la ciudad. No se
trata de un "todo continuo" (como los organismos vivientes) ni tampoco de una fusión en
un ser único. El pensamiento político de Santo Tomás no es organicista. La unidad
política es otra cosa: una "unidad de orden", cuyas partes son distintas y autónomas,
relacionadas sólo por la prosecución y disfrute de bienes que configuran un fin común.
La Ciudad es una "comunidad perfecta", última, autosuficiente: ella hace del
hombre un ser "civilizado". Pero no es la única. También hay agrupamientos más
extendidos, para los cuales Santo Tomás usa con frecuencia la expresión
38
"regnum" en lugar de "civitas", como anunciando la extensión de la política a los grandes
Estados modernos. En cambio, no considera "comunidades" a los Imperios, siempre hijos
de la brutal fuerza militar.
La Ciudad es un agregado de familias, que son también comunidades naturales.
En el pensamiento político de Santo Tomás, la familia tiene la carga del vivir, de la
generación de niños, de su primera educación y de la subsistencia material. La
economía, la riqueza, el bienestar, no son asunto de la Ciudad sino de las familias y de
las asociaciones de las familias en el trabajo.
La Ciudad tiene la carga de crear las condiciones generales donde puedan darse
todas las actividades, incluso las económicas.
Esta concepción, en su conjunto, tiene desde luego un fundamento metafísico: la
Comunidad más vasta y universal es la dirigida por Dios, que preside "el Bien Común del
Universo". La pertenencia a esa comunidad suprema defiende al hombre de los excesos
del poder público. La Iglesia Católica es, para Santo Tomás, la representante aquí abajo
de esa Comunidad Global. De aquí puede quizás inferirse una posición favorable a la
preeminencia papal, aunque cabe aclarar que Santo Tomás evitó siempre "sacralizar" la
política o subordinar el orden secular al eclesiástico, como hicieron muchos de sus
continuadores.
¿Cuál es para él el mejor régimen político? Respecto de la primera pregunta,
Santo Tomás no aparece muy apasionado por este tema. Su temperamento lo inclinaba
a respetar las instituciones establecidas y, de hecho, en la "Suma" encontramos
argumentos a favor y en contra de la monarquía. Pero, en realidad, cada vez que Santo
Tomás se plantea el tema del "mejor régimen", se pronuncia a favor del régimen mixto,
donde uno solo reina (el monarca), la élite (la aristocracia) tiene su parte en el gobierno y
la elección de los gobernantes procede del pueblo (democracia).
39
Santo Tomás exalta el valor de la virtud de la obediencia y considera a la sedición
como uno de los pecados más graves. El oficio del Príncipe es regir, por medio de leyes,
la conducta de los hombres asociados en pro del bien común. La ley positiva humana
obliga a todos los ciudadanos desde su conciencia. La ley puede (en rigor, debe) castigar
las transgresiones, en forma acorde con la magnitud de las faltas, en casos extremos
incluso con la muerte.
El objeto de la ley es el "buen vivir": fomentar la virtud y reprimir el vicio.
Hasta aquí encontramos sólo razones en favor del orden. Pero el pensamiento de
Santo Tomás es complejo, dialéctico, y esas afirmaciones en favor del poder están muy
matizadas: el deber de obediencia cesa frente al Príncipe injusto; la sedición deja de ser
un pecado mortal y se convierte en una laudable virtud frente a los tiranos; si la ley "no
dice lo justo" se desvanece su autoridad y no merece llamarse ley.
En la Summa Teológica se encuentra una parte denominada “Tratado de la Ley”
en ella expresa un presupuesto fundamental: el universo es una unidad ordenada y está
sujeto a un principio regulador que le ha sido impuesto por su creador. Una ley positiva,
humana, es injusta si no es acorde con la Ley Eterna -ley natural- y con las Leyes
divinas, expresadas en las Santas Escrituras. Esas fuentes metafísicas del Derecho y la
Moral subordinan al Poder, que es esencialmente un poder legislativo.
La Lex Eterna, explica, no es otra cosa que la razón de la sabiduría Divina, en
cuanto principio directivo de todos los actos y movimientos de los seres. Pero los seres
se dividen en dos grandes grupos: racionales e irracionales.
Las criaturas irracionales participan en el orden del Universo, en la ley eterna, de
una manera pasiva, ciega y espontánea, conforme a la Ley Natural.
Los seres racionales, también están sujetos a la Ley eterna por su condición
biológica, orgánica y material; pero su participación en el orden eterno que regula el libre
albedrío es racional. El ser racional es voluntario, activo, libre y la ley que lo obliga es
una Ley Ética Natural. Ella nos permite distinguir lo bueno de lo malo. No está, la ley,
contenida en ningún código, sino en nuestra mente, es una impresión divina escrita en el
corazón de los hombres.
Las características de la Ley Natural son: ordenación objetiva, inmutable,
universal, cognoscible e indeleble.
40
Es objetiva en cuanto es independiente de la voluntad del sujeto; es inmutable
porque deriva del orden eterno establecido en todos los seres, por ello no varía nunca; es
cognoscible porque el entendimiento del hombre en forma innata la descubre dentro de
sí mismo; es indeleble porque jamás se borrará del pensamiento del hombre; es
universal porque aplica para todos los seres racionales.
Pero, la ley eterna y la ley natural, no son suficientes, para ordenar la conducta
humana en comunidad; hace falta la Ley Humana, que convierte en imperativas las
exigencias de la ley natural a través de su imposición por la autoridad que las formula y
pone en vigor creando un clima de seguridad y certeza jurídicas.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaborar un resumen para el rescate de las principales ideas sobre la ley eterna y la ley
natural.
UNIDAD 5
EL ESTADO MODERNO
41
La Iglesia, con su pensamiento político dogmático tradicional abonaba al mantenimiento
del sistema monista del Estado. La unidad se logró en diversos países con sus diversas
singularidades. Se superaron los dualismos, la lucha Estado vs. Iglesia se solucionó a
favor del Estado. La lucha entre el Rey y los señores feudales se resolvió a favor de los
monarcas. Así se gestaba el absolutismo.
Sin duda es importante mencionar el primer acuerdo entre el Príncipe y sus siervos, en
Inglaterra en 1215, para dar vida a la primera Carta magna que garantiza los derechos
naturales y crea el Parlamento inglés para limitar los poderes del Rey.
Según Jellinek, el absolutismo es la solución que mayor importancia tuvo en Occidente,
por ser la primera, después de la época romana, que unificó al Estado. Esa unidad fue
territorial al unir el poder administrativo y organizar un mismo régimen estructural para la
comunidad política.
Las modernas guerras europeas contribuyeron a particularizar más a los Estados,
manifestando la unidad y la organización políticas con una base sociológica nacionalista.
Ello trajo como consecuencia otras características del Estado Moderno: 1) unidad; 2)
estructuración constitucional, como una comunidad nacional organizada según sus
propias funciones, con un orden jurídico; 3) autolimitación del Estado, el nuevo orden
jurídico regularía las relaciones entre el Estado y los individuos.
La idea de unidad generó una evolución histórica de lucha entre los poderes del Estado
con los otros poderes sociales. Construcciones teóricas del Estado como la de Hobbes
que expresaba una fortaleza unitaria con voluntad superior a cualquier otra, ò la de
Rousseau, quien pretendía retornar al dualismo Estado-Iglesia con su teoría de la religión
civil.
La libertad religiosa fue otra conquista inalienable de la persona humana, el Estado
encontró una barrera infranqueable por respetar.
La libertad individual por medio del ordenamiento jurídico. En la antigüedad, las
participaciones democráticas de los ciudadanos no podían superar las tiranías derivadas
monismo, pues no existían límites que lo obstaculizaran. En el Estado moderno, la
libertad individual resulta de la estructuración democrática, con derechos personales
específicos, sometido al poder del estado de forma limitada. Se consagran en las
Constituciones lo que llamamos garantías individuales o derechos humanos.
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ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Tomando como base la lectura, elaborar un concepto personal de Estado Moderno.
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Maquiavelo tiene una concepción totalmente diferente de la sociedad humana:
para él el hombre es, por naturaleza, perverso y egoísta, sólo preocupado por su
seguridad y por aumentar su poder sobre los demás; sólo un Estado fuerte, gobernado
por un príncipe astuto y sin escrúpulos morales, puede garantizar un orden social justo
que frene la violencia humana. Fue el primero en usar la palabra Estado (stato) en su
sentido moderno. Algunos le atribuyen la invención de la dictadura moderna y su
consiguiente Realpolitik, (realismo político) como expresión específicamente distinta de
las antiguas formas de totalitarismo. Sus ideas políticas estaban impregnadas de sentido
práctico y una visión realista de gobierno.
El Príncipe, es la más conocida de sus obras. El príncipe o el gobernante, tiene
como misión la felicidad de sus súbditos y ésta sólo se puede conseguir con un Estado
fuerte. Para conseguirlo tendrá que recurrir a la astucia, al engaño y, si es necesario, a la
crueldad. La virtud fundamental es la prudencia, para la conveniencia del Estado. Si el
interés de la patria exige traición o perjurio, se comete. "La grandeza de los crímenes
borrará la vergüenza de haberlos cometido". Los medios no importan: no es necesaria la
moral, sino un realismo práctico, no lo que debe ser, sino lo que es en realidad. Política y
moral son dos ámbitos distintos e incluso contradictorios. Aunque El Príncipe estuviera
dedicado a Lorenzo de Medicis (1492-1519) [duque de Urbino], con la esperanza de
recuperar la confianza perdida, Maquiavelo quiere presentar en su obra el arquetipo de
cualquier político. Su personalidad debe poseer condiciones especiales para llegar al
poder y mantenerse en él.
Para Maquiavelo la mejor forma de gobierno es la República: "el gobierno de
muchos es mejor que el de unos pocos", y justifica la romana como la más perfecta.
Aunque él era republicano y aspiraba a convertir a Florencia en un Estado fuerte, en El
Príncipe acepta, como mal menor, que en ciertos momentos de corrupción y desorden
que es más útil y eficaz la acción de un solo personaje, adornado de cualidades
excepcionales.
El texto trata sobre temas políticos, que durante el Renacimiento se dieron bajo un
género literario concreto, las Utopías, en las que, bajo la forma de descripciones de
Estados ideales, se contienen alusiones a Estados concretos y teorías políticas
importantes. El Príncipe, nos muestra las cualidades que el gobernante de este Estado
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"Ideal" debe tener a juicio de su autor. Debe ser una persona amoral, indiferente entre el
bien y el mal, debe estar por encima de ambos. En este "sistema político" por el que
aboga Maquiavelo, se ha olvidado por completo la ética y la política que predicaron
Platón y Aristóteles, ahora un hombre bueno, moral y honrado no puede ser un buen jefe
de Estado.
Juan Bodino (1530-1596)
Su pensamiento se encuentra expresado en Los Seis Libros de la República, su
objetivo es consolidar la monarquía absoluta en su país. Para lograrlo, elabora una
doctrina sobre la Soberanía. Ésta es definida como “un poder supremo sobre ciudadanos
y súbditos no sometido a la Ley y a la vez es, la soberanía la facultad de crear y derogar
leyes con potestad suprema.”
Escribe y piensa en el contexto de las guerras de religión entre calvinistas
(hugonotes) y católicos de la Francia del XVI. Estima que para que haya prosperidad es
necesario que haya un poder fuerte que una los intereses contrapuestos que hay en la
sociedad.
Estima que el origen de la autoridad está en el pacto que se da entre las diversas
familias que componen las élites de una sociedad, quienes se ponen de acuerdo en una
persona o institución para que ejerza la autoridad y gobierne. Por ello, el poder político es
resultado de un pacto, pero una vez concretado ese pacto, la persona que ostente la
autoridad deberá tener todo el poder y ha de ser obedecida por todos, y se proclama
partidario de una autoridad fuerte que se haga obedecer y sea de facto obedecida. Solo
así se tendrá capacidad de asegurar el orden, la seguridad y la prosperidad económica.
Ahora bien, el soberano debe respetar las leyes divinas, a la Iglesia y el bien de la
sociedad. Si no lo hace, es legítimo desobedecerle, si bien se opone al tiranicidio. Solo
aceptar el tiranicidio cuando el gobernante es un usurpador. Dios es el fundamento de la
razón humana y de la naturaleza humana. Y luego los Hombres se ponen de acuerdo
para buscar una autoridad. Por tanto, Dios no es fundamento del Estado de modo
directo, aunque sí de modo indirecto. Por ello el Estado no ha de estar determinado por
la Iglesia, pero sí ha de respetarla.
Existen diversas formas posibles de gobierno, teniendo en cuenta donde se concentra
la soberanía:
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a) En la democracia el pueblo como cuerpo posee el poder soberano. b) En la aristocracia la
soberanía es poseída por la menor parte del cuerpo. c) En la monarquía la soberanía se
concentra en una persona.
Hay una monarquía tiránica, en la que el rey gobierna sin tener en cuenta las leyes
naturales, y la monarquía no tiránica en la que los reyes obedecen las leyes de la
naturaleza y los súbditos las leyes del rey., por lo tanto, Ese tipo de monarquía es el ideal
para Bodin. El Rey debe tener todo el poder en sus manos (absolutismo) y todo debe de
estar bajo el soberano, quien no se equivoca. Todos deben obedecerle pues el Rey es el
Estado.
Robert Filmer. (1588 - 1650)
Nace el mismo año en que nace Hobbes- en el condado inglés de Kent. Perteneciente a
la aristocracia, es jefe de una de las viejas familias mobiliarias del condado de Kent. Su
vida tiene siempre un carácter local y familiar, no llegando a frecuentar nunca ambientes
cortesanos.
Sus diversos escritos tienen siempre un carácter muy restringido y local. Al escribir, no
pretende ser publicado, sino que su propósito va encaminado a ser conocido tan sólo
dentro del ambiente nobiliario del condado, entre sus amigos, discípulos y contradictores.
Esta falta de pretensiones ulteriores da a sus escritos un carácter, por así decido,
ingenuo, familiar, asistemático y como de aficionado.
EI pensamiento de Filmer alcanza a tener difusión general cuando se publica su
obra "EI Patriarca", en 1680, casi treinta años, después de su muerte. La idea patriarcal
filmeriana es objeto entonces de mofa por parte de los grandes historiadores y
parlamentarios, pero forma parte importante de la polémica doctrinal planteada en torno
a la cerrada disputa corona-parlamento, al final del siglo XVII. La potestad de los reyes
se derivaba de un discurso patriarcal, los reyes eran descendientes directos de Adán, el
primer hombre sobre la tierra, según el creacionismo.
La predisposición monárquica de Filmer está basada en la idea de que Dios
gobierna el Universo al modo monárquico, y que esta forma de gobierno es la mejor para
la humanidad. Concretamente afirma Filmer: "¿Acaso no encontramos que en toda
familia el gobierno de uno sólo es lo más natural? Dios siempre ha gobernado su propio
pueblo bajo una sola monarquía".
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Las tesis de Filmer son defensoras de la corona, frente a las revolucionarias ideas
liberales proparlamentarias. Frente a esta posición se sitúa John Locke, que representa
el punto opuesto: al Parlamento, -quien es- a su juicio, el que debe estar controlando la
Corona.
La monarquía está defendida con el argumento antropológico del origen del
hombre, que así viene a coincidir con el filosófico y teológico, constituyéndose en su
base. EI punto de partida es una cita de San Crisóstomo cuando afirma "Dios hizo a toda
la humanidad de un sólo hombre para que éste enseñara al mundo a ser gobernado por
un rey, y no por una multitud".
Los simpatizantes de la monarquía intentaron reivindicar la autoridad que regía a
favor del pueblo argumentando que la elección viene de Dios, pero es el pueblo el que
constituye a los gobernantes. El argumento era un afán de tomar distancia del derecho
divino de los reyes.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
47
otras. El enfrentamiento militar entre las distintas comunidades políticas: España,
Portugal, Inglaterra, y Francia. Ambas situaciones van a ser un nuevo escenario mundial:
La preeminencia de la nación (Pueblo) sobre las dinastías.
Es indudable que esas nuevas formas políticas van a ser las del Estado en todos
sus orígenes, maneras o expresiones. El gran debate estaba en cómo explicar esa nueva
sociedad alejada de la influencia religiosa y papal, más laica y más humana.
Hobbes trata de probar la necesidad de una soberanía indivisa, pero no en virtud
del derecho divino de los reyes, sino por argumentos racionales, preferentemente de
orden psicológico y político, aunque invoca en muchas ocasiones a las Sagradas
Escrituras. Dicha soberanía debe ser ante todo el centro o el corazón sobre el cual debe
girar toda la vida social. Esta forma de presentar la soberanía, no es más que, el
rompimiento de las antiguas estructuras sociales, y el nacimiento de las nuevas formas
de configurar el poder político: hay nuevos vientos por toda Europa, son los vientos del
Estado y el inicio de lo moderno.
Para Hobbes el soberano no debe tener limitaciones para cumplir con el mandato
que ha surgido del pacto social entre todos los hombres cuando acuerdan crear el
Estado.
El Estado tiene como fin último y primera obligación cuidar la vida de sus
miembros; la seguridad es el principio defendido a lo largo de la obra de Hobbes. Sin
embargo, también acepta que ningún individuo o ciudadano tiene la obligación de
obedecer al Estado cuando este no cumple con sus obligaciones. Se entiende que
cuando el Estado ya no logra garantizar la seguridad de los súbditos, la obligación
política viene a menos y cada uno tiene la facultad de ver por su conservación mientras
no se reestablezcan o rehabiliten los términos de la convivencia".
El Leviathán, obra publicada por el autor en el año 1651, donde básicamente
crítica al poder político de la Iglesia; plantea el derecho del individuo a acogerse a aquel
soberano que le brinde protección, creación del Leviathán (Estado o soberano).
Para Hobbes, el Leviathán es un dios mortal que se contrapone al dios inmortal de
la iglesia y es a la vez el garante de la paz, del orden social y de la seguridad de toda la
sociedad.
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El origen del Estado de Hobbes está en el pacto social que realizan todos los
individuos de la sociedad y más concretamente en el miedo que se tienen entre todos
ellos, debido al permanente y natural estado de guerra que existe en los individuos y
como producto de su naturaleza humana.
Para Hobbes la personificación del Estado es el soberano o monarca, porque
considera que es en éste que se debe concentrar todo el poder y no se debe disgregar.
En este escenario es donde el soberano debe adoptar ciertos poderes que le
permitan cumplir con sus obligaciones para con los ciudadanos: brindar la paz y el orden.
La forma como se logra lo anterior es a través de la seguridad suficiente.
Sin embargo, también Hobbes plantea que, si el soberano no cumple con lo
anterior, los súbditos no están obligados a respetarle u obedecerle, "cuando el Estado no
es capaz de satisfacer el requisito mínimo que se le pide o deja de existir, los súbditos
quedan relevados de la obligación de obedecer. En caso de conflictos internos o
externos graves en que la seguridad se debilite "cada hombre (queda) en libertad de
protegerse a sí mismo por los expedientes que su propia discreción le sugiera".
John Locke (1632- 1704)
Pensador inglés y hombre polifacético, estudió en la Universidad de Oxford, en
donde obtuvo el grado de doctor en 1658, su especialidad era la Medicina y mantuvo
relaciones con reputados científicos de la época (como Isaac Newton), John Locke fue
también diplomático, teólogo, economista, profesor de griego antiguo y de retórica, y
alcanzó renombre por sus escritos filosóficos, en los que sentó las bases del
pensamiento político liberal.
Locke fue uno de los grandes ideólogos de las elites protestantes inglesas que,
agrupadas en torno a los whigs, llegaron a controlar el Estado en virtud de aquella
revolución gloriosa; y, en consecuencia, su pensamiento ha ejercido una influencia
decisiva sobre la constitución política del Reino Unido hasta la actualidad.
Defendió la tolerancia religiosa hacia todas las sectas protestantes e incluso a las
religiones no cristianas; pero el carácter interesado y parcial de su liberalismo quedó de
manifiesto al excluir del derecho a la tolerancia tanto a los ateos como a los católicos.
En su obra más trascendente, Dos ensayos sobre el gobierno civil (1690),
responde a las teorías de Filmer y sienta los principios básicos del constitucionalismo
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liberal, al postular que todo hombre nace dotado de unos derechos naturales
(iusnaturalista) que el Estado tiene como misión proteger: fundamentalmente, la vida, la
libertad y la propiedad. La ley natural que rige la igualdad primitiva es la razón que
establece que, por igualdad e independencia natural, ninguno puede hacer daño a los
demás en su salud, libertad o posesiones.
Pero esta situación hacía que cada hombre fuera juez de su propia causa, eso
provocó muchas injusticias pues provocaba un estado de guerra natural. Por ello, Locke,
apoyó la idea de que el Estado nace de un “contrato social” originario, rechazando la
doctrina tradicional del origen divino del poder; pero, a diferencia de Hobbes, argumentó
que dicho pacto no conducía a la monarquía absoluta, sino que era revocable y sólo
podía conducir a un gobierno limitado.
La autoridad de los Estados resultaba de la voluntad de los ciudadanos, los cuales
quedarían desligados del deber de obediencia., en cuanto sus gobernantes conculcaran
esos derechos naturales inalienables.
El pueblo no sólo tendría así el derecho de modificar el poder legislativo según su
criterio (idea de donde proviene la práctica de las elecciones periódicas en los Estados
liberales), sino también la de derrocar a los gobernantes deslegitimados por un ejercicio
tiránico del poder (idea en la que se apoyaron Jefferson y los revolucionarios
norteamericanos para rebelarse contra Gran Bretaña en 1776, así como los
revolucionarios franceses para alzarse contra el absolutismo de Luis XVI en 1789).
Locke defendió la separación de poderes como forma de equilibrarlos entre sí e
impedir que ninguno degenerara hacia el despotismo; pero, al inclinarse por la
supremacía de un poder legislativo representativo de la mayoría, se le puede considerar
también un teórico de la democracia, hacia la que acabarían evolucionando los
regímenes liberales. Por legítimo que fuera, sin embargo, ningún poder debería
sobrepasar determinados límites (de ahí la idea de ponerlos por escrito en una
Constitución). El poder Legislativo sería el Parlamento, el Ejecutivo los órganos de ésta
índole; un tercer poder, el confederativo, que se ocuparía de las relaciones exteriores: la
guerra, la paz, los tratados internacionales, etc.
El poder seguiría siendo un atributo de la comunidad y no un privilegio absoluto
del gobernante.
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Este tipo de ideas inspiraron al liberalismo anglosajón (reflejándose puntualmente
en las constituciones de Gran Bretaña y Estados Unidos) y de manera indirecta al resto
del mundo (a través de ilustrados franceses, como Montesquieu o Voltaire).
Jean Jacques Rousseau (1721-1778)
Nació en Ginebra, Suiza. En 1762, la publicación de su obra El Contrato Social
fue causa de su expulsión de Francia. Los planteamientos que hacía en esta obra fueron
la semilla de la Revolución Francesa. Hablaba de la soberanía de la voluntad del pueblo,
de los soberanos como mandatarios del pueblo, y de la República como forma perfecta
de gobierno. Es Rousseau, una gran figura del contractualismo en los tiempos modernos.
Manifiesta su desacuerdo con el supuesto carácter violento del hombre en estado de
naturaleza que atribuye Hobbes. Para él, los hombres vivieron en una comunidad
primitiva en libertad natural absoluta, en un plano de perfecta igualdad, era un buen
salvaje. El hombre en estado de naturaleza es tímido, y lo es porque no ha sido
alcanzado por la civilización, considerándolo de igual manera bueno y sociable.
El idílico estado terminó cuando el mundo empezó a transformarse por la
agricultura, la cultura, la propiedad y la desigualdad entre los hombres, por ello fue
necesario crear el Estado mediante un Contrato Social.
Una triada explica la teoría de Rousseau: estado de naturaleza - sociedad civil –
república democrática. Rousseau crítica el estado de naturaleza de Hobbes al señalar
que al ser el estado de naturaleza aquel en el cual el cuidado de la conservación es el
menos perjudicial para la del otro, este estado era en consecuencia el más adecuado
para la paz y el más conveniente para el género humano.
Rousseau defiende ardorosamente la voluntad general, que es la que tiene que
decidir la actuación del gobernante y el Estado. Según el autor la máxima del gobierno
legítimo y popular que persigue el bien del pueblo es guiarse por la voluntad general, ella
es la expresión de la suma mayoritaria de voluntades (sufragio electoral, la deliberación
legislativa o jurisdiccional).
El cuerpo político es también un ser moral dotado de voluntad. Esa voluntad general,
tendiente siempre a la conservación y bienestar del todo y de cada parte, es el origen de
las leyes y la regla de lo justo y de lo injusto para todos los miembros del Estado. El
pueblo soberano no puede estar representado y no puede delegar su autoridad ni sus
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derechos a gobernarse. El pueblo debe gobernar por sí mismo y directamente Rousseau
señala que es la necesidad de proteger la propiedad lo que da nacimiento a la sociedad.
Advierte Rousseau que el reto del Estado es asegurar a la vez la libertad pública y la
autoridad del gobierno pues el fin del hecho político estatal es asegurar los bienes, la
vida y la libertad de cada miembro mediante la protección de todos.
Es defensor de la soberanía popular democrática que considera debe ser
expresada en Asambleas y niega la representación popular a la que considera ha de
llevar fatalmente al dominio de la mayoría por los representantes populares.
El concepto de sociedad civil en Rousseau indica además de la condición política
de los hombres asociados, el carácter progresivo y civilizado del vivir social moderno,
contrapuesto a la sencillez del modo de vida natural de los salvajes. El contrato social es
un órgano del pueblo, y está, por ende, desprovisto de poder independiente. El acto
imaginario que da origen a una sociedad no es ni siquiera remotamente semejante a un
contrato, ya que los derechos y libertades de los individuos carecen en absoluto de
existencia excepto en la medida en que los hombres son ya miembros de un grupo.
El orden social, es un derecho sagrado que sirve de base a todos los demás.
Precisa que se trata de encontrar una forma de asociación que, de protección a las
personas y a los bienes de cada asociado, y por la cual, uniéndose cada uno a todos, no
obedezca más que a sí mismo y quede tan libre como antes.
Para el autor la sociedad deviene debido a la necesidad de proteger la propiedad.
Pero también porque al convertirse en miembros de la sociedad, los hombres ganan
individualmente más de lo que ganarían permaneciendo aislados. En este caso, la
sociedad sustituye al instinto por la justicia y da a las acciones de los hombres la
moralidad de que antes carecían.
Así como la naturaleza da a cada hombre un poder absoluto sobre todos sus
miembros, el pacto social da al cuerpo político un poder absoluto sobre todos los suyos.
Señala Rousseau que cuando cada individuo enajena su poder, sus bienes y su libertad
por el pacto social hay que convenir también que sólo el soberano es juez en cuanto al
uso que da la comunidad, pero el soberano, por su parte, no puede imponer a los
súbditos ninguna cadena inútil para la comunidad.
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Carlos de Secondat, Barón de la Brède y de Montesquieu (1689-1755)
Su objetivo sobre el pensamiento político se expresa en su obra maestra El
Espíritu de las leyes, es elaborar una física de las sociedades humanas. Adopta el
análisis histórico, basado en la comparación; parte de los hechos, observando sus
variaciones para extraer de ellas leyes.
Su obra nos ofrece, además de la descripción de las idiosincrasias nacionales, las
diversas formas de gobierno y sus fundamentos, así como los condicionantes históricos
e, incluso, climáticos de éstos, elaboró un novedoso enfoque de las leyes, los hechos
sociales y la política: se desvanece la clásica oposición entre las tesis iusnaturalistas y
escépticas, que atribuían el fundamento de las leyes a la arbitrariedad de los
legisladores: consideraba más bien que las leyes proceden de relaciones necesarias
derivadas de la naturaleza de las cosas y las relaciones sociales, de forma que no sólo
se opuso a la separación entre ley natural y ley positiva sino que consideraba que son
complementarias.
Cada pueblo tiene las formas de gobierno y las leyes que son propias a su
idiosincrasia y trayectoria histórica, y no existe un único baremo desde el cual juzgar la
bondad o maldad de sus corpus legislativos. A cada forma de gobierno le corresponden
determinadas leyes, pero tanto éstas como aquéllas están determinadas por factores
objetivos tales como, el clima y las peculiaridades geográficas que, intervienen tanto
como los condicionantes históricos en la formación de las leyes. No obstante, teniendo
en cuenta dichos factores, se puede tomar el conjunto del corpus legislativo y las formas
de gobierno como indicadores de los grados de libertad a los que ha llegado un
determinado pueblo.
La filosofía política se transmuta en una filosofía moral cuando establece un ideal
político que defiende es el de la consecución de la máxima libertad aunada a la
necesaria autoridad política; rechaza abiertamente las formas de gobierno despóticas.
Pero para garantizarla al máximo, Montesquieu considera que es imprescindible la
separación de poderes: Legislativo, Ejecutivo y
Judicial.
Muy influenciado por Locke, desarrolla la concepción liberalista de éste, y además
de considerar la necesidad de separar el poder ejecutivo del poder legislativo, piensa que
53
también es preciso separar el poder judicial. Esta separación de los tres poderes ha sido
asumida y aplicada por todos los gobiernos democráticos posteriores.
Considera que en cada Estado hay tres clases de poderes: el legislativo, el de las cosas
pertenecientes al derecho de gentes, y el ejecutivo de aquellas cosas que pertenecen al
civil.
Por el poder Legislativo, el príncipe o magistrado hace las leyes para cierto tiempo
o para siempre, y corrige o deroga las que están hechas. Por el segundo, hace la paz o
la guerra, envía o recibe embajadores, establece la seguridad y previene las invasiones;
y por el tercero, castiga los crímenes o decide las contiendas de los particulares. Este
último se llamará poder judicial; y el otro simplemente poder ejecutivo del Estado.
La libertad política, en un ciudadano, es la tranquilidad de espíritu que proviene de
la opinión que cada uno tiene de su seguridad; y para que se goce de ella, es preciso
que sea tal el gobierno que ningún ciudadano tenga motivo de temer a otro.
Cuando los poderes Legislativo y Ejecutivo se hallan reunidos en una misma
persona no hay libertad, porque es de temer que hagan leyes tiránicas para ejecutarlas
del mismo modo.
Así sucede también cuando el poder Judicial no está separado del poder
legislativo y ejecutivo. Estando unido al primero, el imperio sobre la vida y la libertad de
los ciudadanos sería arbitrario, por ser uno mismo el juez y el legislador y, estando unido
al segundo, sería tiránico, por cuanto gozaría el juez de la fuerza misma que un agresor.
En el Estado en que un hombre solo o una corporación administrasen los tres
poderes todo se perdería enteramente.
Piensa que el poder judicial no debe confiarse a un Senado permanente y sí a
personas elegidas entre el pueblo en determinadas épocas del año, de modo prescrito
por las leyes, para formar un tribunal que dure solamente el tiempo que requiera la
necesidad.
De este modo el poder de juzgar, tan terrible en manos del hombre, no estando
sujeto a una clase determinada, ni perteneciente exclusivamente a una profesión se
hace, por decirlo así, nulo e invisible. Y como los jueces no están presentes de continuo,
lo que se teme es la magistratura y no se teme a los magistrados.
54
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Investigar hasta dónde la ciencia política puede explicar la realidad del Estado mexicano
y proponer alternativas de solución a los grandes problemas nacionales.
UNIDAD 6
ESTADO Y DERECHO
55
Al hablar del Estado nos referimos al orden jurídico, y viceversa. De ahí que exista la
necesidad de contestar las siguientes interrogantes que plantea Luis Recaséns Siches.
"1° ¿Constituyen el Estado y el Derecho entes distintos pero relacionados de
alguna manera esencial?
“2° ¿Las palabras Estado y Derecho son, meramente dos palabras que designan
una sola cosa, de tal suerte que, en realidad coinciden plenamente, si ò no?
“3° Si fueran las anteriores, una misma cosa, ¿cuáles son las relaciones entre
ambos?
"4° ¿La Existencia del Estado implica la del Derecho o, por el contrario, es posible
concebir la existencia del Estado sin el orden jurídico?
"5° ¿La existencia del Derecho implica la del Estado o, por el contrario, es posible
concebir la existencia del orden jurídico sin la del Estado?''
Porrúa Pérez, contesta estas preguntas como lo hacen las diversas doctrinas que
tratan de resolver este problema, y que podemos clasificar en los siguientes grupos:
En primer término, las teorías que consideran al Estado como una mera realidad
social, como un complejo de hechos sociológicos ajenos en todo al orden jurídico y como
un "fenómeno de mando".
En segundo término, además un grupo de teorías que sostienen que el Estado
tiene dos facetas, dos aspectos, dos dimensiones: un aspecto jurídico y otro sociológico;
pero no determinan cuál es la conexión entre estas dos caras, jurídica y sociológica. Se
limitan a constatar la existencia de esa doble faz, pero no se refieren a la posible relación
que exista entre esas dos dimensiones.
En tercer término, la doctrina de Kelsen, afirma la estricta identidad entre Estado y
Derecho, considerando al Estado como el orden jurídico vigente, y que el Estado y el
Derecho son dos palabras con las que se designa un solo objeto. Kelsen sólo toma en
cuenta un aspecto del Estado, el jurídico, y lo eleva a una categoría absoluta.
En el siguiente termino habremos de encontrar las doctrinas que consideran
que en el Estado hay realidades sociológicas y aspectos jurídicos; pero estas teorías se
diferencian de las del segundo grupo en que, además de tener en cuenta que en el
Estado hay esa doble calidad, esa doble faz, procuran determinar la relación que existe
entre ambos aspectos, en tanto que las teorías del segundo grupo sólo constatan el
56
hecho de que en el Estado coexisten esa doble faz o aspecto. Las teorías de este cuarto
grupo van más allá y procuran explicar la relación que hay entre el aspecto sociológico y
el aspecto jurídico.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaborar un mapa conceptual que plantea Luis Recaséns Siches, respecto de la relación
entre Estado y Derecho, incluyendo las diversas Teorías que se refieren a esas
cuestiones.
Las teorías sociológicas del Estado afirman, que el Estado es una realidad sociológica. Esta primera
parte es aceptable para Porrúa Pérez; pero después según él incurren en error al considerar que el
Estado sólo tiene ese aspecto sociológico y lo quieren definir como un complejo de hechos
sociológicos, dejando completamente a un lado todo el aspecto jurídico.
Más aún, incurren en contradicción (aunque esta contradicción es de índole formal)
cuando afirman que el Estado es un "fenómeno de mando” Aquí incurren en
contradicción con su primera afirmación de que el Estado es sólo un complejo de hechos
sociológicos, pues, aunque denominado de manera coloquial disfrazada, ò velada, hacen
referencia al orden jurídico. Primero afirman que en el Estado sólo hay hechos
sociológicos, y después, al constatar que encuentran en el Estado un "fenómeno de
mando", desisten formalmente de su primera afirmación, pues atribuyen a ese "fenómeno
de mando" las siguientes características:
1ª.- Es un mando supremo, según dice Wiese, "más fuerte que la fuerza de los
débiles y más fuerte que los fuertes", que se impone a todos.
2ª.- Es un mando estable según una regulación objetiva externa. Es un mando que
se ve, adecuado a la realidad en una relación externa.
3ª.- Este mando tiene la pretensión de ser legítimo.
4ª.- Este mando se propone asegurar una convivencia duradera y ordenada entre
los hombres y los grupos.
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5ª.- Siempre se halla en el mando estatal una referencia a los principios de justicia;
se realicen o no esos principios, el mando estatal tiene siempre una referencia a ellos.
La conclusión de este análisis es la inexactitud de la afirmación que hacen estas
doctrinas de que únicamente existe un aspecto sociológico dentro del Estado, ya que
puede observarse que las mismas doctrinas, al hacer su exposición sobre las
características del "fenómeno de mando" que se da dentro del Estado, hacen referencia,
a las notas características del orden jurídico. Al tratar de definir un hecho que consideran
sustancial al Estado, el fenómeno de mando, se refiere al orden jurídico, y por lo tanto,
no puede afirmarse que el Estado sea sólo un complejo de hechos sociológicos ni que no
haya ninguna relación entre estos hechos sociológicos y el orden jurídico.
La definición de estas doctrinas es intrínsecamente exacta; sin embargo, es falsa
desde el punto de vista formal, pues su primera afirmación es que el Estado es un mero
hecho sociológico lo que significa que es tanto como decir que la realidad del Estado
está compuesta de aquellos hechos con los cuales se trata de construir el orden jurídico.
Tales hechos sociológicos son realidades humanas cuyo sentido consiste en su
referencia a lo jurídico.
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La consecuencia de esta doctrina es que el Estado se reduce a un sistema de
normas, cristalizándose en el Derecho Positivo, ya que lo que los llamados hechos
estatales, denominados así, precisamente por su inserción en las normas jurídicas. La
consecuencia es que el Estado únicamente puede ser conocido, al tener únicamente un
aspecto jurídico por el método jurídico y no por el método sociológico, pues un mismo
objeto no puede ser conocido haciendo uso de métodos dispares. El método jurídico es
para conocer normas del mismo tipo, es decir, la realidad normativa del Estado; en tanto
que, con el método sociológico sólo podremos conocer hechos sociológicos, que no
tienen ingrediente jurídico y que, por ende, no son estatales.
Kelsen manifiesta, que el objeto que se conoce por medio del método jurídico se
encuentra en el mundo del deber ser, mientras que el objeto que conocemos mediante el
método sociológico se encuentra en el mundo del ser, ya que los hechos sociológicos
pertenecen al mundo del ser.
Con esta afirmación se constata, una vez más, la posición kantiana de Kelsen,
pues dice que un método de conocimiento determinado produce también un objeto
determinado de conocimiento, y que un distinto método nos lleva a un objeto de
conocimiento distinto. Así, el método jurídico y el sociológico llevan a distintos objetos de
conocimiento Por lo anterior concluye que el Estado, no es más que el orden jurídico
vigente, y sólo puede ser conocido por el método jurídico, mas no por métodos diferentes
a su naturaleza como es el sociológico.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Investigar la biografía del Hans Kelsen, en la que deberá incluir, aspectos importantes de
su vida, su aportación a la ciencia, principales obras, sus ideas sobre el Estado.
UNIDAD 7
TEORÍAS JURÍDICAS DEL ESTADO
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7.1.- EL ESTADO COMO OBJETO
Son tres las maneras posibles de concebir jurídicamente al Estado: La primera de ellas
es considerarla como objeto, como establecimiento. Esta teoría al considerar al Estado
como objeto, realiza una separación interna de dos elementos que existen en el Estado,
los dominadores y los dominados, puesto que el objeto supone la existencia de un sujeto
al cual referirlo, y entonces los dominados son el objeto de la autoridad. Pero sólo es
posible concebir a un Estado como objeto de un sujeto: como un grupo de esclavos
sometidos a la propiedad de un Señor.
Esta idea según Porrúa Pérez, podría servir para explicar la realidad de
determinadas agrupaciones políticas históricas, pero es imposible que explique al Estado
moderno, que está formado por gobernantes y gobernados, siendo ambos sujetos
activos del Estado, no son objeto (los gobernados) de la actividad de la autoridad, sino
que unos y otros intervienen activamente para formar la realidad del Estado; de las
relaciones entre Gobierno y particulares y de éstos entre sí surge precisamente el
Estado. No se pueden separar y ni considerar a una como sujeto y a otra como objeto.
Las teorías absolutistas y patrimonialistas consideran al Estado como objeto.
Otras doctrinas que tratan de explicar la naturaleza del Estado, al decir de las
teorías modernas explican a éste como una fundación o establecimiento y recurren a un
concepto jurídico para explicarlo, sin embargo, . este concepto jurídico a decir de Porrúa
Pérez, lo presenta con perfiles vagos, y aunque llegaran a precisarlo, sólo se referirían al
aspecto jurídico del Estado si lograran probar la existencia de un orden jurídico superior
al Estado y del cual recibiera el gobernante ese Derecho.
7.2.- EL ESTADO COMO RELACIÓN JURÍDICA
Dentro de las doctrinas jurídicas se pueden encontrar las que conciben la naturaleza del
Estado como una relación jurídica. Para Francisco Porrúa Pérez, a primera vista parece
exacto afirmar que el Estado es una relación jurídica, porque observa que en el mismo
existen gobernantes y gobernados con mutuas relaciones. La teoría no logra explicar por
qué las instituciones estatales permanecen, no obstante, los cambios de las personas.
No puede explicar la unidad permanente del Estado. Así reduce su ser, pues en él
existen otras relaciones. Dice, que en la base real del Estado existen tantas relaciones
como sujetos de ellas, y cada cambio entre los gobernantes o gobernados significa la
60
creación de nuevas relaciones. Entonces, al cambiar dichas relaciones desaparecería un
Estado para dar lugar al nacimiento de otro.
Esa misma objeción puede hacerse a la teoría que explica al Estado a través de
las relaciones de los órganos estatales con los individuos y de los órganos del Estado
entre sí. No explican por qué, a través de los cambios que se suceden en la realidad
sociológica del Estado, permanece éste como una unidad activa, y para rebasar esa
objeción, se tienen que recurrir a ficciones o síntesis mentales para tratar de explicar al
Estado. Tratan de concebir la naturaleza del Estado como una ficción jurídica y entonces
adoptan una posición negativa en lo que respecta a su realidad. Niegan implícitamente la
realidad del Estado, puesto que afirman que sólo puede pensársele como una ficción
jurídica.
Continúa diciendo, el error más grande de esa teoría es que no puede decir de
dónde proceden las relaciones jurídicas del Estado. Según él estas necesitan normas
que sean impuestas por un poder, y éste, ¿de dónde surge o a quién se atribuye? Si se
dice que es el Estado quien impone esas relaciones jurídicas, se incurriría en el mismo
error que se criticó anteriormente: se tiene reconocida la existencia de un orden jurídico
supraestatal, del cual surge el poder que establezca las relaciones jurídicas. Con esa
teoría no se puede construir un orden jurídico internacional, porque las relaciones
jurídicas entre Estados no pueden resolverse tan simplemente como las que se dan
dentro de un Estado.
La existencia misma de esas relaciones jurídicas implica la necesaria referencia a
una realidad en la cual se producen. Esa realidad es precisamente el Estado. Por lo que
concluye rechazando esa segunda concepción del Estado.
61
Pero además de ella existen personas jurídicas de otro orden, gentes que tienen
una sustantividad especial y que se les atribuye también derechos; son entes a quienes
se les considera con una personalidad jurídica o moral, tales como son las sociedades
mercantiles o civiles. Son sujetos de derecho, personas, entes a quienes el Derecho les
atribuye esa capacidad de ser sujetos de derecho. En igual forma el Estado, que no es
una persona física, sino una entidad moral, es sujeto de derecho en cuanto el orden
jurídico se lo atribuye, al hacerlo le adjudica derechos de manera intrínseca, por lo tanto,
lo concibe como sujeto de derechos. Esa atribución no es hecha a seres ficticios sino a
seres reales. Su misma realidad es la que se impone al jurídico la necesidad de
considerarlos sujetos del mismo. La personalidad jurídica no es sino una cualidad
necesaria de la realidad de las personas morales.
Afirma que el Estado, como ser que existe en la realidad, constituyendo una
persona moral, es lógico que pueda ser sujeto de derechos, pues se trata de un ser con
capacidad para recibirlos y ejercitarlos, sin importar importa que en su base se encuentre
un conjunto de variables relaciones humanas, ya que ésas giran en torno a una unidad,
que es precisamente el Estado. El hombre como persona humana es único e invariable,
idéntico a sí mismo, no obstante, los cambios en el contenido de su conciencia y en la
estructura celular de su cuerpo material.
Tanto la unidad y realidad del Estado como las del hombre, se pueden conocer
desentrañando su sustancia real, es decir, se pueden conocer en sí mismas. Rechaza, la
posición neokantiana de Jellinek, que considera que el hecho de que el Estado tenga en
su base una serie de relaciones humanas en cambio constante, no impide que se le
pueda pensar como unidad sintética, sin que, de acuerdo con su teoría del conocimiento,
sea posible determinar si existe posibilidad de investigar si hay relación entre esa idea y
la realidad. Dice que el hombre tampoco puede considerarse siempre como idéntico a sí
mismo, sino que constantemente está sometido a un cambio; pero que, no obstante, por
medio de una abstracción puede pensarse como unidad. Y en esta forma, al
considerarse al Estado por medio de una síntesis o abstracción como unidad, es posible
considerarlo como persona, como sujeto de derechos; de la misma manera que el
hombre, por una síntesis mental, puede ser considerado como unidad, y afirma –Porrúa
Pérez- que el Estado no en forma ficticia sino real es sujeto de derechos, pero esta
62
cualidad no integra su naturaleza, sino que es una consecuencia de ella. La realidad del
Estado tiene que ser explicada en forma más amplia para determinar después sus
cualidades. Esta doctrina de la naturaleza del Estado resulta para él incompleta.
Resume, que existen dos teorías fundamentales para explicar al Estado. La
atómica o individualista, la cual concibe en relación con la existencia del individuo como
real, explicando la asociación o comunidad, el Estado, como una simple ficción jurídica.
Afirma esta teoría que en la realidad sólo existe el individuo; que cuando se asocia con
otros y surge el Estado sólo se puede llegar a explicarse por medio de una simple ficción.
La siguiente doctrina es la señalada como la colectivista o universalista, misma
que atribuye realidad, en vez de ficción, a la existencia del Estado; afirma la existencia
del Estado, además de la del individuo, y así es, posible que se le atribuyan derechos y
se considere al Estado como sujeto de derechos.
Pero esta doctrina considera la realidad del Estado como síntesis mental; es, la doctrina
subjetiva de Jellinek.
A diferencia de Jellinek, Porrúa Pérez, afirma la existencia del Estado como un
ente real, al que es posible atribuir derechos. Es decir, se le atribuye una realidad
objetiva.
63
c) Causa formal: que la representa la autoridad, que de manera necesaria existe en las
comunidades humanas para imponerles un orden que las mantiene unidas y orientadas.
d) Causa final: que es representada por la orientación teológica de la comunidad política, su
razón de ser especifica: el bien común que trata de obtenerse por la, combinación mutua
de esfuerzos y recursos en la empresa política.
Según Porrúa Pérez, Santo-Tomás resuelve así en forma enteramente completa y
con gran sabiduría el problema de la naturaleza del Estado. Al referirse a la naturaleza
del hombre como causa eficiente de la sociedad política, haciendo referencia a la
actividad humana que siempre se encuentra constituyendo su causa material que es la
misma sociedad.
La causa formal, autoridad o poder soberano es otra de las notas esenciales del
Estado.
El bien común, causa final es otra de esas notas esenciales de la naturaleza del
Estado y el bien común sólo puede ser realizado por la sumisión a un orden jurídico, nota
también esencial de la naturaleza del Estado implícita en la tomista.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Investigar la Biogafía de Santo Tomas de Aquino y sus principales ideas sobre el Estado.
UNIDAD 8
CONCEPTO DE ESTADO
64
La doctrina de Bluntschli señala con precisión dos puntos de vista para elaborar el
concepto del Estado, para lo cual debemos citar al maestro Porrúa Pérez quien, para
emitir una primera objeción a esa doctrina, que consiste en que la noción o concepto del
Estado de Bluntschli se refiere precisamente, a un Estado histórico, que ha existido o
existe; pero lógicamente, para poder penetrar en la esencia de un Estado concreto
contemporáneo o pasado, el investigador previamente debe tener un concepto del
mismo.
Por lo tanto, lo que entiende Bluntschli, según el profesor Porrúa Pérez, por noción
o concepto del Estado, es simplemente el conocimiento de un tipo histórico concreto de
Estado y, en consecuencia, no es posible elaborar una teoría que merezca tal nombre
con fundamento en ese saber histórico, en ese pretendido concepto del Estado.
El segundo punto de vista en relación con el Estado, la idea del mismo,
considerado como la elaboración de un tipo ideal de Estado posible perfecto por realizar,
tampoco puede servir de base para la Teoría del Estado, pues ésta, como doctrina
científica tiene que apoyarse en los datos de la realidad para poder llegar a conclusiones
verdaderas y obligatorias. No es posible elaborar a priori un tipo de Estado con una
perfección ideal, sin los fundamentos de los datos reales. Por lo que Porrúa desecha, por
incompleta la doctrina de
Bluntschli.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
65
Por otra parte, Porrúa Pérez, considera que si se toma en cuenta el Estado ideal
(la idea del Estado que sea visto para Bluntschli), entonces se llegará a la construcción
de un "tipo ideal", de un Estado perfecto posible. Se ve entonces que Jellinek, aun
cuando ya precisa un poco más su doctrina, es un avance en relación con Bluntschli; en
realidad su "tipo empírico" corresponde a la noción o concepto de Bluntschli tomada de la
consideración de los Estados históricos. Añade que el valor de una construcción de un
"tipo empírico" de Estado, basándose en una simple generalización, tomando como base
para hacerla los Estados que han existido o que existen, tiene valor sólo para aplicarla a
esos Estados que han servido de base a nuestra generalización. Y si se toma en cuenta
que ésta es imposible hacerla tomando como base todos los Estados que han existido en
la Historia, pues tienen caracteres disímbolos, y que por tanto tiene que referirse a una
época determinada, de lo que advierte otro defecto más en la doctrina de Jellinek.
Continúa diciendo la elaboración de un "tipo ideal" de Estado tampoco puede
servir de base para el concepto del Estado. Si se elabora una teoría del Estado perfecto
posible por realizar, será válida únicamente para nosotros, para aplicarla a ese tipo de
Estado que se considera que sería el perfecto. Pero no serviría para explicarnos la
esencia de los Estados que existen en la realidad. Por tanto, no es posible tomar uno de
esos tipos ("tipo empírico" o "tipo ideal") en forma aislada, para obtener el concepto del
Estado.
Según Adolfo Posada, ni el ideal abstracto ni el empírico histórico deben tomarse
como conceptos absolutos para elaborar el concepto del Estado, él busca una teoría
intermedia, elaborando su propia doctrina, armonizando lo real con lo racional, y
entonces dice que lo ideal debe ser una expresión racional de lo real. Para Porrúa Pérez,
se debe contrastar los datos de la realidad con las construcciones mentales, con el
razonamiento, para así poder elaborar un concepto válido del Estado. El concepto del
Estado deberá comprender, no lo que haya sido el Estado, sino lo que es, mediante la
interpretación racional de los datos reales. No se trata según el de obtener una
concepción subjetiva del Estado, sino una interpretación que corresponda a la realidad,
válida para él y para todos, el concepto de lo que es esencialmente el Estado. Para ello,
son de utilidad indispensable los datos del saber histórico y la propia experiencia o
vivencia del Estado. De esos datos se abstraerán lo que es esencial al Estado, lo
66
característico, lo especifico; pero no como una simple generalización como la de Jellinek,
sino tratando de interpretar, a la luz de la razón, esos datos reales para establecer
principios válidos. No se busca determinar un tipo ideal, sino que procura establecer la
esencia del Estado, el concepto del Estado. Y para ello, además de investigar los datos
reales y confrontarlos con pensamiento propio, se harán juicios de valoración de esa
realidad y se estimará justa o injusta, conveniente o inconveniente.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaborar un resumen sobre las ideas de Jellinek acerca de los tipos de Estado.
67
Porrúa Pérez, sigue el método propuesto por Posada, basándose en los datos que
nos proporciona la observación de la realidad pretérita y contemporánea, y contrastando
esos datos con las elaboraciones del raciocinio para descubrir los componentes que
integran el concepto del Estado, completando la doctrina de Jellinek.
Esa construcción analítica tiene fines didácticos. En la realidad el Estado presenta
una unidad indisoluble, no es una yuxtaposición de las partes que lo componen, su vida
es el resultado de una unión de esas notas que integran su concepto.
La doctrina política ha llamado a esas notas del concepto del Estado, elementos, y
si bien no todos los pensadores contemporáneos están de acuerdo con esa
denominación, por razones pedagógicas es conveniente conservarla.
La enumeración de esas notas o elementos del Estado, en forma coordinada,
proporciona la expresión de la definición analítica del concepto del Estado, que quedo
anotado en un capítulo previo, para él, podría enunciarse en la forma siguiente: El Estado
es una sociedad humana, asentada de manera permanente en el territorio que le
corresponde, sujeta a un poder soberano que crea, define y aplica un orden jurídico que
estructura la sociedad estatal para obtener el bien público temporal de sus componentes.
El análisis de cada una de las partes de que se compone esa definición
proporciona el convencimiento de la existencia en la realidad estatal de los siguientes
elementos o notas de su concepto:
a) La presencia de una sociedad humana como género próximo de la definición y la
existencia, en esa sociedad, de las diferencias específicas que anotamos a continuación.
b) Un territorio que sirve de asiento permanente a esa sociedad.
c) Un poder que se caracteriza por ser supremo, esto es, soberano, en el seno de la misma
sociedad.
d) Un orden jurídico que es creado, definido y aplicado por el poder estatal y que estructura
a la sociedad que está en su base.
e) Una teleología peculiar que consiste en la combinación del esfuerzo común para obtener
el bien público temporal.
La reunión de esas notas en la realidad permite también observarlas no de
manera analítica, sino sintética y en esta forma darnos cuenta que además de esas
notas o elementos, el Estado presenta las siguientes características esenciales:
68
a) Soberanía como adjetivo del poder, pero calificando al Estado mismo en su unidad total
como soberano.
b) Personalidad moral y jurídica, al ser el Estado un ser social con posibilidad de tener
derechos y obligaciones.
c) Sumisión al derecho que significa la necesidad de que la estructura del Estado y su
funcionamiento se encuentren regulados por un orden jurídico imprescindible.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Según Dabin, se puede definir al estado desde el punto de vista formal como una
agrupación política por excelencia.
Del análisis de la definición propuesta sugiere el autor, en seguida una distinción
entre elementos anteriores al Estado y éste viene a determinar (naturalmente en función
de su propio sistema) y elementos determinantes, únicos verdaderamente constituidos
de la esencia y de la nación del Estado.
Los elementos anteriores al Estado son dos:
El elemento humano. En la base del Estado, formando su sustrato se encuentra
un grupo de hombres, de seres racionales y libres dotados de vida, que tienen fines
específicos.
Estos hombres no son iguales en cuanto a individuos, por tener distintas
características; pero, en sentido amplio, afirma Porrúa Pérez, que su valor respecto del
Estado es él mismo. La agrupación estatal vale para todos los hombres, sin distinción.
El segundo elemento previo del Estado, el territorio el cual es el espacio en que
viven los hombres al agruparse políticamente para formar el Estado, y sólo puede
69
considerarse como territorio del Estado al referirlo a este mismo, pues aisladamente
considerado sólo es una parte de la superficie terrestre.
Cuando existe ese elemento humano o sea la sociedad que está en la base de las
agrupaciones políticas y el territorio que la alberga, es preciso que existan en esa
agrupación social otras notas o elementos que se llaman determinantes o constitutivos
porque al presentarse determinan o constituyen la existencia del Estado.
Esos elementos constitutivos son los siguientes: a) Un poder político que asuma el
mando supremo e independiente de esa sociedad, es decir, que sea soberano; b) Un
orden jurídico creado por ese poder soberano para estructurar la sociedad política y regir
su funcionamiento c) Una finalidad o teleología específica del Estado que consiste en la
combinación solidaria de los esfuerzos de gobernantes y gobernados para obtener el
bien público temporal.
Groppali, a propósito de este tema, señala que hay discordancia en la doctrina respecto
de cuáles son los elementos del Estado. Dice que un primer grupo de pensadores afirma
que los elementos constitutivos del Estado son tres: el pueblo o elemento humano, el
territorio y la soberanía o poder, siendo ésta la doctrina que se pudiera llamar clásica.
Otros autores añaden al parecer de Groppali, y a decir de Porrúa Pérez, otro
nuevo elemento, que es el fin, como elemento unificador que coordina los esfuerzos de
los hombres que se dedican a obtenerlo.
Para él, además de los elementos que señala Groppali, considera indispensable
añadir otro, denominado orden jurídico, según él, no es posible concebir un Estado
moderno sin considerar que existe, formando parte de su sustancia, el ordenamiento
jurídico.
Considera que, siendo el Estado, de manera primordial el resultado dé una
conducta humana, para poder comprender su naturaleza, es imprescindible estudiar la
realidad del agente de esa conducta: el hombre por ello el estudio del elemento humano
que constituye la base del Estado implica de manera necesaria el análisis de la persona
humana, para estudiar el efecto, se requiere previamente el conocimiento de la causa
que lo produce y si el Estado nace a causa de la actividad de los hombres que con ella lo
crean, el análisis de lo que es el hombre en sí, constituye el pivote o piedra angular de la
construcción de la Teoría del Estado.
70
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
71
Entonces se empleó la palabra "personificar" como equivalente de "representar", y en
esta forma pasó después al Derecho romano, ya como concepto jurídico, y se considera
"persona" quien "representa" un derecho ante la ley.
La persona presenta tres aspectos fundamentales:
El aspecto psicológico, el cual se conocerá a través de la descripción y explicación
inmediata de las realidades que integran nuestra persona.
El aspecto metafísico, mismo que aparece mediante la descripción y explicación última
de las mismas realidades que integran la persona humana.
El aspecto moral. - y que este habrá de lograrse por medio de la explicación de los
problemas morales que se ofrecen a la persona humana.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
9.3.- LA POBLACIÓN
Una primera reflexión sobre la población de los Estados permite dar cuenta que se
agrupan de muy diversa manera, que igualmente tienen muy diferentes condiciones
geográficas de extensión, localización en el globo terrestre, etcétera, y es que, como
explica Dabin, la población se encuentra repartida entre los diversos Estados que existen
en la superficie terrestre; es decir, no existe un Estado que abarque toda la población
mundial.
La nacionalidad es un concepto que se emplea también como criterio racional o
natural de reparto de la población.
Tomando en cuenta este criterio se agruparán los hombres de acuerdo con la
diversa nacionalidad que tienen.
Pero se presenta el problema de determinar en qué consiste la nacionalidad, pues
no existe un criterio uniforme, sino que hay diversas corrientes doctrinales que tratan de
explicarlo, de acuerdo con distintos, puntos de vista.
72
¿En qué consiste la nacionalidad? Para expresar la respuesta correcta se debe
partir del análisis de otros conceptos, es decir, que de dicha operación deben resultar los
conceptos de sociedad, pueblo y nación, y en esta forma poder llegar a explicar en qué
consiste la nacionalidad.
Para Groppali, sociedad es el término o concepto más amplio. Los otros serán
formas concretas o conceptos concretos de sociedades. La sociedad, dice Groppali, es la
unión de los hombres basada en los distintos lazos de la solidaridad. Pueblo y nación son
conceptos particulares de la sociedad examinada desde puntos de vista especiales. Pero
ambos conceptos tienen como género supremo, dentro del cual están contenidos, la
sociedad.
En cuanto al concepto población, se advierte que se utiliza para designar un conjunto
de hombres en un sentido aritmético. Se dice que la población es el número de habitantes
de un Estado.
El concepto pueblo es más restringido; se utiliza este vocablo para designar
aquella parte de la población que tiene derechos civiles y políticos plenos, es decir, el
concepto de pueblo tiene una característica distintiva: el tener este ingrediente jurídico.
Este concepto de pueblo referido a ese matiz jurídico lo encontramos ya desde el
Derecho romano. El pueblo romano estaba integrado por los ciudadanos romanos; y así
encontramos la expresión: "El pueblo romano y el Senado romano."
De acuerdo con Manzini, la nación es una sociedad natural de hombres con
unidad de territorio, de costumbres y de lengua y con una vida y conciencia comunes.
Pero tenemos que distinguir entre nacionalidad y nación. La primera conduce a la
integración de la nación. Pero, ¿qué cosa es la nacionalidad?
Para Porrúa Pérez, la nacionalidad es un determinado carácter o conjunto de
características que afectan a un grupo de individuos haciéndolos afines, es decir,
dándoles homogeneidad, y por ello la nacionalidad aproxima a los individuos que tienen
esas características afines y los distingue de los grupos extranjeros que tienen otros
signos peculiares.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
73
Investigar los siguientes conceptos: población, nacionalidad, sociedad, pueblo, nación y
nacionalidad y establezca las diferencias o coincidencias existentes.
9.4 EL TERRITORIO
Existen agrupaciones humanas en las que el territorio no es de importancia primordial;
por ejemplo: la Iglesia, las organizaciones internacionales, etcétera. Pero tratándose del
Estado, el territorio es un elemento de primer orden, colocado al lado del elemento
humano en cuanto a que su presencia es imprescindible para que surja y se conserve el
Estado.
Los hombres llamados a componer el Estado, deben estar permanentemente
establecidos en su suelo, suelo que se llama patria; que deriva de dos vocablos latinos:
terra patrum (tierra de los padres).
La formación estatal misma supone un territorio. Sin la existencia del territorio no
podría haber Estado, por lo tanto,
Porrúa Pérez, afirma que es un elemento necesario para su vida. Este hecho se
expresa por Jellinek diciendo que el Estado es una corporación territorial.
La extensión del territorio del Estado no tiene trascendencia decisiva, en lo que se
refiere a los principios de la doctrina política. Lo importante es que exista ese territorio; la
mayor o menor extensión territorial y la abundancia o escasez de bienes materiales en el
Estado, determinarán su mayor o menor extensión, e incluso tendrá repercusión en lo
que se refiere, según se verá oportunamente, a las formas de Estado; en su mayor o
menor riqueza y poderío, pero no son esenciales a la existencia del Estado en
determinada cantidad. Siempre han existido Estados ricos y pobres, grandes y
pequeños, pero Estados, al fin y al cabo.
El Estado es considerado una agrupación política, y no una expresión geográfica o
económica. El territorio comprende además de la superficie terrestre, el subsuelo, la
atmósfera y el mar territorial, al igual que la plataforma continental.
74
EL territorio tiene dos funciones: una negativa y otra positiva. Tiene una función
negativa en cuanto circunscribe, en virtud de las fronteras, los límites de la actividad
estatal y pone un dique a la actividad de los Estados extranjeros dentro del territorio
nacional. Estos límites se encuentran establecidos por el Derecho Internacional.
El Estado fija sus límites por una autonomía sujeta naturalmente a las
contingencias históricas y a la convivencia con los otros Estados.
Pero la función del territorio no se circunscribe a estos límites. A esta función
negativa se añade una función positiva, que consiste en constituir el asiento físico de su
población, la fuente fundamental de los recursos naturales que la misma necesita y el
espacio geográfico donde tiene vigor el orden jurídico que emana de la soberanía del
Estado.
El Estado, para realizar su misión y sus fines, tiene necesidad de un territorio, es
decir, de una porción determinada del suelo que le proporcione los medios necesarios
para satisfacer las necesidades materiales de su población. Esta obligación que tiene el
Estado de proporcionar los medios necesarios a su población es una de sus obligaciones
específicas.
El Estado, dentro de su territorio, está capacitado para vigilar a los habitantes que
se encuentren dentro del mismo. El dominio de un espacio determinado le permite
controlar a la población, y le permite considerarla como parte de la misma organización
político-jurídica.
Por otra parte, en el aspecto internacional, goza de la exclusividad con que posee
su territorio y en caso de invasión puede defenderlo de acuerdo con sus posibilidades
militares.
El Estado que pierde su territorio desaparece, pues ya no tiene espacio donde
hacer valer su poder, donde desarrollar su misión, del territorio depende también su
independencia frente al extranjero. Por tanto, Porrúa Pérez concluye que el Estado tiene
un derecho sobre su territorio.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
75
UNIDAD 10 ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL ESTADO
76
En la Filosofía Política de Tomás de Aquino, citado por Porrúa Pérez, se establece
que el estado tiene un fin que realizar que consiste en lograr que los hombres no sólo
vivan, sino que vivan bien.
El bien público se relaciona primero con el bien del propio Estado, de su existencia
y de su conservación. La defensa del Estado contra cualquier peligro interior o exterior
que lo amenace, y el buen funcionamiento de su estructura y economía.
Tiene que ver el bien público con los fines de mejoramiento de la vida de la
población, de la riqueza, de la salud, de la educación, de la cultura y del trabajo.
La idea de bien público está relacionada con principios universales, pero sus
aplicaciones dependen de las circunstancias de tiempo y lugar, de la realidad de la
cultura y de la forma de operar del estado, la creación de las condiciones económicas,
sociales, y políticas necesarias para que los hombres puedan alcanzar su pleno
desarrollo.
El fin del estado aparece formulado en las normas escritas y La Constitución
contiene la descripción de estos fines.
El fin es enunciado a partir de la promoción de la justicia, el bienestar general, de
los beneficios de la libertad, de la consolidación de la paz, la defensa común. El estado
responde a sus fines, como son el promover el bien de la comunidad y la buena
convivencia, justamente ordenadas en beneficio de los hombres.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Desarrollar en una cuartilla un ensayo sobre la relación entre el fin del Estado y el bien
público común.
77
La autoridad y el poder público resultan ser necesarios para el funcionamiento de
grupos sociales. Se requiere de un orden y del establecimiento de reglas que permitan la
convivencia humana, la que se traduce en el ejercicio del poder.
En toda sociedad se conforman grupos que, de una u otra manera crean un centro
de poder que irradia su acción en diversas direcciones, tales como la religión, la
economía, la cultura, e incluso la moda.
El poder nace como la necesidad de asegurar la convivencia humana, por lo tanto,
si no hay orden y autoridad, se destruye la posibilidad de convivir y de interactuar en una
sociedad capaz de alcanzar la categoría de Estado.
En sentido material, al poder público se le identifica con el conjunto de órganos e
instituciones del Estado, por lo tanto, es la capacidad jurídica que poseen los tres
poderes del Estado para ejercer en forma eficaz, mediante la coactividad, las acciones y
los cometidos que les son conferidos por la Constitución o Ley fundamental de un
Estado.
Un Estado con autoridad es el que cumple con los deberes y los fines de sus
instituciones públicas, señala Arnaiz Amigo. No podría existir ni alcanzar sus fines sin la
existencia de un poder, de una autoridad.
La función del Estado implica que pueda imponer sus decisiones y por eso se
postula la necesidad de una autoridad.
Se requiere una autoridad que coordine la actividad económica, el respeto a los
derechos de los gobernados, vigile el cumplimiento de las obligaciones.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaborar un ensayo para establecer las implicaciones del estado como autoridad o poder
público.
78
Dos son las principales funciones del poder público, en la perspectiva de Francisco
Porrúa Pérez: El Gobierno y la administración.
El primero de ellos, tiene que ver con la dirección general de las actividades de los
ciudadanos en razón del bien público en todos sus aspectos; y la segunda situaciòn, con
la organización de los servicios públicos de dirección, ayuda y suplencia de la actividad
de los particulares.
La política proviene de la acción, que a su vez se origina en el titular de la decisión
política. Tanto una como la otra están limitadas por la ley. La acción política tiene una
libertad condicionada por el derecho positivo del
Estado. Es la propia Ley la que confiere atribuciones para decidir.
El gobierno es acción por medio de la que la autoridad establece una conducta a
los gobernados. Es dar órdenes en todo lo que se relaciona con el bien público.
Estas órdenes se establecen a través de preceptos jurídicos, y regulan las
relaciones entre particulares, de los órganos del poder público y las que se van a dar
entre los gobernantes y los gobernados.
El derecho en esta forma nace y consolida a partir de la actividad de la autoridad
considerada como gobierno.
El gobierno resulta ser el conjunto de órganos del Estado que ejercen las
funciones en que se desarrolla el poder público que a la entidad estatal pertenece, y en
su acepción dinámica se revela en las propias funciones que se traducen en múltiples y
diversos actos de autoridad.
Se aplica a la estructura institucional, mediante la cual el Estado hace efectivas
sus funciones específicas.
La autoridad –señala Porrúa Pérez - tiene no solo el derecho, sino el deber
ineludible de velar por el cumplimiento de sus mandatos para que se cumpla el bien
público temporal, haciendo uso de sus manifestaciones materiales de poder: las órdenes
de aprehensión, los embargos, las multas, son las formas de sancionar a quienes no
respetan las órdenes encaminadas a los fines del Estado.
En tanto la administración, que es otro aspecto de la autoridad, permite proveer de
bienes y servicios para la satisfacción de los intereses que se consideran incluidos en la
79
esfera del estado y del bien público. La actividad de la administración se dirige hacia las
cosas, y el gobierno se relaciona directamente a las personas.
Inicialmente, cuando se habla de gobierno y la administración se remite al
funcionamiento de los tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, y de los servicios que
prestan a los gobernados.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaborar un cuadro sinóptico con los conceptos y las características de las funciones de
gobierno y administración
80
duplicar su personalidad. Es esta voluntad de mando la que le permite crear un régimen
que no
sea de Derecho Público, sino de Derecho Privado. El Estado sin necesidad de crear una
persona especial, juzga conveniente mantener un régimen jurídico.
En el grupo de las teorías que niegan la personalidad jurídica del Estado se puede
mencionar la de Hans Kelsen, la cual, al identificar los conceptos Estado y Derecho
limita la idea de personalidad. El problema de la personalidad jurídica guarda en la
teoría kelseniana, una estrecha relación con las nociones de deber jurídico y del derecho
subjetivo.
El concepto de persona jurídica – definida esta como sujeto de derechos y
obligaciones - responde a la necesidad de imaginar a un portador de tales derechos. La
persona jurídica no es realmente una entidad separada de sus deberes y derechos, sino
solo una unidad personificada de un conjunto de normas.
La personalidad jurídica del Estado representa el orden jurídico total, el que,
personificado, constituye la voluntad colectiva o la persona colectiva compleja.
Soberanía
Sostiene Lastra que soberanía se asocia con la idea de poder indiscutible del
Estado, que subordina a su autoridad todos los poderes existentes.
La soberanía, debe ser considerada como una voluntad suprema que ordena y
que rige la comunidad humana, una voluntad buena por naturaleza y a la cual, resulta
delictivo oponerse; una buena voluntad divina o voluntad general. Es una característica,
atribución o facultad esencial del Poder del Estado, que consiste en dar órdenes
definitivas, de hacerse obedecer en el orden interno del Estado y de afirmar su
independencia en relación con los demás Estados que forman, la comunidad
internacional.
Para Herman Heller, consiste la soberanía en la capacidad, tanto jurídica como
real, de decidir de manera definitiva y eficaz todo conflicto que altere la unidad de la
cooperación social, territorial, en caso necesario, incluso contra el Derecho Positivo, y,
además, de imponer la decisión a todos, no solo a los miembros del Estado, sino en
principio a todos los habitantes del territorio.
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Supone un sujeto de Derecho capaz de voluntad y de obrar que se impone
regularmente a todos los poderes; lo que significa que tiene que ser un poder de
ordenación territorial de carácter suprema y exclusiva.
La soberanía es la cualidad del poder del estado y consiste en el
Derecho de mandar en última instancia en forma inapelable –autodeterminación - o de
hacer obedecer en el territorio estatal, fijando las normas a las cuales circunscribe su
actuación – autolimitación - y afirmando, su independencia respecto de los demás
Estados.
Cuando se habla de soberanía, se está hablando de un poder soberano, es decir,
autónomo por excelencia, la que equivale a ser el poder de mayor alcance, el poder que
está por encima de todos los poderes sociales.
Sumisión al Derecho
Otro de los caracteres esenciales del Estado, se relaciona con la sumisión al
Derecho. El Estado como sociedad políticamente organizada se identifica con el
Derecho toda vez que aquel representa una comunidad constituida por un orden
coercitivo, es decir, positivo, formal y jurídico.
El poder estatal está indisolublemente sometido, organizado y regido por el poder
del Derecho.
Los límites del estado que provienen de su naturaleza, de sus fines, están
establecidos por el Derecho. Un Estado sin poder soberano es inconcebible, e incluso
inusual, y un Estado con poder soberano que no esté sometido al derecho, no es tal
Estado sino un simple fenómeno de fuerza.
La soberanía del Estado, está limitada a la esfera de competencia del propio poder
que emana de la misma organización jurídico-política la cual está determinada por el fin
del Estado, a partir de normar jurídicas que se encuentran enmarcadas en el Derecho.
En el caso de México, los poderes públicos, podrán llegar hasta dónde lo
determine la Constitución. Las competencias del Poder legislativo están señaladas en el
Artículo 73, las del Poder Ejecutivo en el 89 y las del Poder
Judicial en el 94 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
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ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaborar un cuadro sinóptico con los conceptos y elementos de los caracteres esenciales
del Estado.
UNIDAD 11
LA SOBERANÍA DEL ESTADO
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
UNIDAD 12
LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO
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12.1.- LAS FUNCIONES DEL ESTADO
Las actividades del Estado tienden a desarrollarse de acuerdo con el contenido propio de
las funciones atribuidas a sus órganos.
Entre otras funciones pueden mencionarse como fundamentales las siguientes:
1. Función legislativa, para formular las normas jurídicas necesarias para regular las
relaciones entre particulares, entre los órganos del poder público, y las de los
gobernantes y los gobernados.
2. Función jurisdiccional, para tutelar el ordenamiento jurídico y aplicar las leyes a casos
concretos.
3. Función administrativa o función gubernamental, para promover la satisfacción de las
necesidades de los ciudadanos, y fomentar el bienestar y el progreso de la colectividad.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Investigar cuáles son las funciones fundamentales del Estado mexicano y en que
preceptos legislativos se sustentan.
12.2.- ORIGEN Y JUSTIFICACIÓN DEL ESTADO
Asegura Porrúa Pérez, citando a Adolfo Posada, que el problema correspondiente al
origen del Estado puede examinarse desde el punto de vista histórico o desde el punto
de vista racional.
Siguiendo la ruta histórica, se trata de determinar cuando surge el Estado, cuando
apareció una sociedad humana con los caracteres que se han atribuido a la comunidad
política.
Este problema es distinto al correspondiente a su justificación, no es igual
responder a la pregunta sobre el origen, que a la interrogante de porqué debe existir el
Estado.
El problema histórico tiene que ver con el estudio del proceso que lo originó, y el
asunto de porqué existe y porqué debió originarse es especulativo y filosófico.
Existen tres teorías para explicar el origen del estado:
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a) La Teológica, la cual afirma que el Estado es creado por Dios, por lo tanto, es
sobrenatural.
b) La del Pacto Social, misma que señala que el Estado es una creación humana, que es
obra de la voluntad de los hombres.
c) La histórica, la cual determina un origen histórico el Estado, derivado de la vida misma de
los hombres, como consecuencia de un proceso real y positivo. También se le conoce
como Teoría histórica o sociológica.
Para esta teoría, el Estado es un fenómeno natural, originado por el libre juego de las
leyes naturales, incluyendo las físicas como las espirituales del hombre. Utiliza los datos
de la historia, analiza los fenómenos sociales y políticos de la vida real, de manera
directa, estudia las sociedades humanas.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaborar un cuadro sinóptico sobre las teorías del origen del Estado.
85
fuertes. Es la teoría de la fuerza, que se encuentra en el Leviatán, que asegura que en el
estado de naturaleza no tiene más límite el Derecho de cada individuo, que su fuerza.
c) Las que tratan de encontrar una fundamentación jurídica a la existencia del estado.
Estas teorías buscan el fundamento de la organización política en un orden jurídico
anterior y superior del Estado, y del cual se deriva este.
d) Las que encuentran ese apoyo en la moral. Tratan de justificar la existencia del estado,
a partir de una necesidad moral de los hombres para proteger los valores y el
ordenamiento de la ética en el sentido de armonía natural que regula la conducta recta
de los seres humanos para alcanzar el perfeccionamiento.
e) Las que tratan de dar una fundamentación psicológica a la existencia del Estado. Son
las que hacen descansar la legitimidad del poder político en las tendencias o impulsos
innatos del ser humano, que lo llevan a formar la sociedad y el Estado. La existencia del
estado es derivada de la propia realidad del hombre.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaborar un mapa conceptual sobre las propuestas que buscan explicar la justificación
del Estado.
86
ocupaciones humanas, para satisfacer las necesidades humanas. Para Cicerón, el
motivo de la formación del estado se encuentra en la protección de la propiedad.
3. Las que estiman que el Estado es una institución del Derecho de los contratos. A partir
del contrato que es una figura jurídica que consiste en el acuerdo de dos o más
voluntades, para que se produzcan derechos y obligaciones. Históricamente las
relaciones entre los príncipes y los Estados, se van depurando hasta descansar en un
pacto.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaborar un ensayo de dos cuartillas, para explicar las propuestas sobre la justificación
del Estado.
Objetivo:
87
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
88
b) Formas impuras o degeneradas: La tiranía, la Oligarquía y la demagogia.
Polibio
Gobierno Mixto, es decir el poder divido entre el pueblo y el monarca.
Tomas de Aquino
Gobierno con un jefe a la cabeza, guiado por la ley de la virtud. Aluden a regímenes
encabezados por un Rey, un grupo de aristócratas y por el pueblo, pero amenazados por
la sedición y las tiranías.
Maquiavelo
Todos los Estados o son repúblicas o son principados.
Montesquieu
En el Capítulo del Espíritu de las leyes señala: “supongo tres definiciones o mejor
dicho tres hechos a saber: que el gobierno republicano es aquel en que el pueblo, en
cuerpo o sólo parte de él, ejerce la potestad soberana: que el monárquico es aquel en
que gobierno uno solo, pero con arreglo a leyes fijas y establecidas; y que a diferencia de
éste, el despótico es aquel en que uno solo, sin ley ni regla, lo dirige todo a voluntad y
capricho”.
Finalmente puede señalarse, en la opinión de Serra Rojas, que la clasificación que
ha perdurado de las formas de gobierno reduce a estas a dos grupos: La monarquía y la
república.
Estas son las formas que se pueden adoptar en un país, que determinan las
características de los órganos encargados de ejercer las funciones soberanas.
Dependiendo de la forma de gobierno, llegan a denominarse los Estados como
Monárquicos, Aristocráticos o democráticos. En la actualidad es posible encontrar a
Estados con gobiernos mixtos: Monárquicos y Republicanos, como es el caso de
Inglaterra y España.
Formas de Estado
a) Estado Simple o unitario, es aquel en el que la soberanía se ejercita directamente sobre
un mismo pueblo, que se encuentra en un mismo territorio. Son únicos los poderes para
todo el estado.
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b) Estado compuesto, complejo o Federal o Confederado, es el formado de una o de otra
manera por la unión de dos o más Estados. Constituido
por otros estados o que comprende dentro de sí, como elementos constitutivos diversas
entidades políticas menores. Cada integrante de la Federación tiene sus propios
poderes, es decir, además de los poderes federales existen los poderes locales.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Elaborar un cuadro sinóptico de las diversas formas de gobierno según los autores
citados en la lectura de apoyo.
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c) Cuenta con un gobierno representativo, que es producto de la participación de los
ciudadanos en los asuntos públicos.
d) Garantiza un régimen de igualdad legal, que evita el abuso.
e) Cuenta con una opinión pública fortalecida y que actúa para regular la actividad del
estado.
f) Posee un sistema de recursos para hacer posible la responsabilidad de cada órgano del
poder público. Un orden jurídico al que sujetan todos los actos del Estado, bajo el
principio de legalidad
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
91
En virtud de la ideología marxista, el Estado Soviético se transforma en una
comunidad propietaria de los medios de producción, sustentada en la fe en la técnica y
dirigida conforme a una economía planificada. Es la transición del Estado liberal –
burgués a la dictadura del proletariado.
Proclama que la moral está subordinada a los intereses de la lucha de clases del
proletariado. La moralidad se deduce de los intereses de la lucha de clases del
proletariado. Lenin es el operador de las ideas de Carlos Marx, a partir del Manifiesto
Comunista, que plantea el diseño del Estado comunista. De esta manera solamente será
considerado como algo moral, aquello que supuestamente convenga a una clase
determinada.
En lo económico, el Estado soviético, la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas, (URSS), se convierte en un instrumento totalitario planificador en todos sus
aspectos, y en lo político el sistema llega a condicionar a los electores para la toma de
decisiones, a la pertenencia al Partido Comunista.
Los derechos del hombre fueron consagrados en el discurso, ya que la existencia
de estos, de la libertad individual dependía de los intereses de los trabajadores, desde
luego controlados por el partido único en el poder.
ESTADO FASCISTA
La presencia del estado fascista será posible encontrarla a partir de la crisis del
estado liberal, al término de la guerra de 1914 – 1918, que da lugar a la creación del
comunismo y del fascismo.
Es creado por Benito Mussolini en Italia, y se autoproclama como sustituto del
estado liberal. Llega a ser reconocido por filósofos como Jorge Del Vecchio, como un
estado que por la superioridad que tiene sobre los regímenes anteriores, es
intrínsecamente más justo, porque siempre es verdad que la justicia constituye el
fundamento de los Estados.
Para el fascismo, es el Estado es un absoluto respecto del cual los individuos y los
grupos son relativos, En el Estado fascista, la forma más apta y potente de personalidad,
es la fuerza, pero del espíritu, la cual resume toda la forma de vida moral e intelectual del
hombre.
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Celebre la frase de Mussolini: “Todo en el Estado; nada contra el Estado; nada
fuera del Estado”. Es la colocación del Estado como el valor supremo en jerarquía, su
absolutización.
Dentro de las características, que, en la opinión de Porrúa Pérez, deben ser
identificadas como notables fallas en la organización del Estado fascista, pueden citarse
las siguientes:
1. No toma en cuenta la naturaleza de la persona humana, con su esfera de derechos.
2. Considera que el hombre es absolutamente para el Estado y no para el mismo.
3. Concentra todo el poder en el Jefe del Gobierno y en el partido fascista, que vuelve
peligroso el ejercicio de la soberanía, que siempre requiere del control que representa la
división de poderes, y el juego con otros partidos políticos.
ESTADO NACIONAL – SOCIALISTA
En la práctica es el Estado Nacional – Socialista, el que representa la más importante
expresión de un estado totalitario, en el que el Jefe del Gobierno asume todo el poder
político en nombre del Estado.
Transforma la organización federal alemana, y lo convierte en un Estado centralizado
autoritario y totalitario.
El pueblo adquiere, en el Estado Nacional – Socialista, significa una noción de
carácter étnico: la unidad de la raza aria. Todos individuos de una misma sangre, que
tienen los mismos rasgos hereditarios físicos y psíquicos.
El conductor del Estado Nazi, como se le conoce popularmente, era el caudillo o jefe
supremo, el Führer, encargado de ejercer el poder en forma autoritaria y totalitaria.
El Estado es instrumento del poder del Führer, que no lo recibe del pueblo, sino que
lo posee por ser representante de la raza. Su poder es autónomo y sus decisiones
inatacables. Poderoso auxiliar del Führer, fue el Partido Nazi, único que se permitió en
Alemania y que sustentara su existencia en la voluntad del caudillo, era el vínculo entre
él y el pueblo.
No existieron los derechos personales, por lo tanto, el hombre quedaba reducido a
ser una célula insertada en la comunidad.
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La voluntad del Führer era el derecho, es decir la naturaleza sólo conoce el derecho
del sano, del más fuerte, asegurándole contra toda posibilidad de decadencia por
perniciosas influencias de las razas inferiores.
Nada hay con relación al bien común, cuando solamente busca el bien de la raza aria;
los hombres solamente interesan al estado en la medida en que tienen un cuerpo sano y
con determinadas características raciales; el absolutismo del Führer se contradice con la
división de poderes. En definitiva, el orden jurídico depende de la voluntad del Führe
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ESTADO NACIONAL = SINDICALISTA ESPAÑOL
El Estado liberal español, durante el Siglo XIX y principios del Siglo XX, recibe las
ideas francesas y las marxistas, que condicionan la existencia del Estado Liberal y
provocan una seria crisis.
De tal manera que los españoles se dieron a la tarea de buscar una respuesta al
problema de la crisis del Estado, buscando el rescate de los valores patrios, la unidad
nacional a partir de la persona portadoras de los valores.
A partir de la guerra de 1936, se genera en 1939 una nueva organización política
que se conoce con el nombre de Estado nacional = sindicalista, que es impulsada por el
fundador de la falange española, José Antonio Primo de Rivera.
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Los equilibrios del poder se han roto, y las representaciones políticas no
consiguen funcionar al ritmo de las exigencias y de las necesidades del pueblo.
Se ha convertido en urgente llevar a cabo una revisión de las estructuras del
estado Liberal, para así, poder encontrar las respuestas necesarias para hacer realidad
un estado en el que exista armonía entre el ejercicio del poder y las libertades, un
ambiente propicio para la pluralidad y la diversidad, que se sustente en la participación
ciudadana, que respete las libertades constitucionales y actúe en base al estricto
principio de legalidad.
La presencia de la sociedad civil y la fuerza que ha adquirido la opinión pública,
son elementos fundamentales en esta revisión de la crisis del Estado por la democracia.
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