1. ¿Qué es el ser humano?
Kant afirmaba que la tarea de la filosofía se resume en una triple
pregunta: ¿qué puedo saber?, ¿Qué debo hacer? Y ¿qué me cabe esperar?
Pero, en el fondo, decía, q estas remiten a una cuarta: ¿qué es el ser
humano? Preguntarnos sobre el ser humano nos facilitará reflexionar,
sobre la realidad.
Una investigación interdisciplinar
Muchas ciencias se ocupan de estudiar al ser humano, pues este
constituye una realidad compleja que no puede abarcarse con una sola
mirada.
Las ciencias positivas
Utilizan el método experimental, por lo que son fundamentales la
observación y la experiencia. Aunque la aplicación del método varía según
el objeto de estudio, todas parten de hechos observables y, en cierto
modo, medibles.
Las ciencias naturales
Analizan al ser humano desde el punto de vista material o físico. Para
ellas, es un ser vivo más, por lo que su estudio incluye las características
comunes a los seres vivos. De este análisis se ocupa, por ejemplo, la
biología.
Las ciencias humanas
Estudian la acción y el comportamiento humanos. Este objeto de análisis
va más allá de lo puramente material, ya que depende, en gran medida, de
la libertad del ser humano. No obstante, utilizan el método experimental,
intentan comprender la realidad humana en sus aspectos observables y
medibles. (psicología, la sociología)
La antropología filosófica
Los asombrosos avances de las ciencias positivas nos han permitido
aumentar nuestra calidad de vida. Sin embargo, existe el riesgo de
q,debido a la especialización propia de cada ciencia, solo alcancemos
visiones parciales del SH.
Somos mucho más que lo que muestran nuestra exterioridad y nuestra
conducta: en nuestro interior hay un sujeto que es dueño de sus
actos.Entender a todo el ser humano no se puede reducir al
establecimiento de leyes o teorías obtenidas de la observación. Que el
método experimental no capte algo no significa que no exista o que no se
pueda estudiar. La tarea de la filosofía es, precisamente, ir más allá de la
mera experiencia y aportar un conocimiento último de la persona
humana.
La antropología filosófica es la rama de la filosofía cuyo objeto de
estudio es el ser humano en su globalidad.Existe una relación de
dependencia mutua entre las ciencias positivas y la antropología
filosófica, ya que esta no se puede desenvolver al margen de aquellas.
El cometido de la antropología filosófica
El primer filósofo que reflexionó sobre el ser humano fue Sócrates,dedicó
su vida a descubrir quiénes somos para poder gobernarla de forma ética.
En todos los siglos posteriores, grandes filósofos han ido aportando su
reflexión sobre la complejidad que representa el ser humano.
Max Scheler contribuyó notablemente a la constitución de la
antropología filosófica como disciplina científica. En su libro El puesto
del hombre en el cosmos señaló la necesidad de una rama específica de la
filosofía que, teniendo en cuenta a las restantes ciencias, fuera capaz de:
• Ofrecer una visión unitaria del ser humano.
• Descubrir el puesto del ser humano en el cosmos.
• Orientar en la búsqueda del origen y el sentido último de la
vida humano
2.Un ser vivo
El misterio del origen de la vida
Conocer el origen biológico del ser humano implica estudiar el surgimiento
del universo del que forma parte. La astrofísica actual defiende la teoría
del big bang. Según esa teoría, el universo conocido es fruto de un
despliegue progresivo de energía, cuyo inicio se sitúa hace unos 13800
millones de años. Las primeras formas de vida que conocemos tienen su
origen en el llamado último antepasado común universal o LUCA, que
dio lugar a dos tipos de organismo unicelulares: las bacterias y las
arqueas. Y hace unos 1200 millones de años aparecieron los primeros
animales de cuerpo blando e invertebrados.
El parentesco universal de las especies
Existen varios grupos de seres vivos. Frente a ellos se encuentran los
seres inertes como los minerales. La variedad de tipos de seres vivos se
denomina biodiversidad.
Carl von Linneo estableció un sistema que permitió organizar las
numerosas variantes de seres vivos con sencillez y precisión. El criterio
que siguió Linneo asignaba un género y una especie a un ser vivo
atendiendo a su forma. Así diferenció unas especies de otras y las organizó
en grupos. Lamarck, Darwin y Wallace hicieron posible la superación
del fijismo anterior. Centraron su atención en la descendencia de unas
especies de otras y en su creciente complejidad.
La evolución
La búsqueda de un ancestro común por parte de los investigadores ha
conducido a la elaboración de teorías. llamamos evolución a la aparición
de nuevas especies a partir de otras distintas a través de la generación. El
inicio de la teoría de la evolución
Lamarck desarrolló por primera vez una teoría de la evolución. Su
propuesta, denominada transformismo, se basaba en dos ideas:
a) Durante su vida, los seres vivos adquieren nuevas características
para adaptarse a las condiciones del medio
b) Estas nuevas características se transmiten a los descendientes.
Actualmente, la ciencia no acepta estas ideas
La teoría de la evolución de Darwin
Lamarck influyó en otros naturalistas, como Darwin y Wallace. Ambos
enunciaron unos principios que rigen la transformación de las
características en los organismos. Con ellos se inició el camino seguido
después por otros defensores de las teorías evolucionistas.
Los presupuestos en los que se basa la teoría darwinista son tres:
• Las variaciones espontáneas. Los descendientes heredan las
características de sus progenitores, pero, se producen variaciones
espontáneas que no están orientadas a una adaptación específica.
• La selección natural. Sobreviven los q aprovechan los recursos
• La acumulación progresiva de variaciones. Los organismos que
tienen descendencia transmiten sus caracteres a los descendientes.
La recepción de la teoría de Darwin
A la teoría darwinista se le plantearon importantes objeciones científicas.
Las principales son estas:
1. Darwin no llegó a conocer las leyes de la herencia que descubrió
Mendel en la misma época.
2. No se rechazó el hecho de la evolución en sí, sino la explicación que
ofrecía de algunos procesos que la hacen posible.
3. Se le criticó que, dado el gran desarrollo y la variedad que ha
alcanzado la vida en la Tierra, el proceso evolutivo tal y como él lo
describía
Darwin nunca afirmó que las leyes de evolución de la materia afectan a la
dimensión espiritual humana, sí defendió la continuidad entre el resto de
los animales y el ser humano.
Un recorrido histórico
El mutacionismo de Bateson y Hugo de Vries sostuvo que solo las
variaciones que surgen por mutación genética ocasionan grandes
modificaciones en los organismos y dan lugar a nuevas especies. Las
mutaciones constituirían el principal factor de cambio, lo cual determinar
a que la evolución fuera discontinua y no gradual, como propugnaba
Darwin
● Durante los años treinta y cuarenta del siglo pasado, Theodosius
Dobzhansky otros científicos desarrollaron la teoría sintética de la
evolución o neodarwinismo, que se basa en la integración de los
principios de la hipótesis darwinista y las aportaciones de la
genética.
● A su vez, la teoría neutralista, sostiene que la diversidad genética
que encontramos en los seres vivos se debe más al azar que la
selección natural: inista de la selección natural pasa a un segundo
plano.
Otra alternativa al neodarwinismo es la teoría del equilibrio puntuado
que propusieron Stephen Jay Gould y Niles Eldredge. Surge del hecho,
observado en el estudio del registro fósil, de que la evolución no siempre
es gradual, como afirmaron Darwin o los neodarwinistas: se dan largos
períodos de equilibrio, en los cuales las especies apenas evolucionan, y
períodos puntuales, en los que las especies evolucionan con rapidez.
Más recientemente, se han propuesto otras teorías que confieren mayor
importancia al papel que desempeña el organismo en el control de las
variaciones como las de Marc Kirschner y John Gerhart, o las denominadas
teorías evo-devo (evolution and development), que buscan factores de
cambio evolutivo en los procesos de desarrollo de los organismos.
Evolución y ciencias positivas
Una de las características del método de las ciencias positivas es no
considerar nunca una teoría como absoluta ni definitivamente
demostrada. No es, pues, extraño que muchas de las ideas de Darwin
sobre la evolución se hayan puesto en entredicho o se hayan superado
gracias al avance científico. De hecho, cuanto más se avanza, más
interrogantes surgen.
Lo cierto es que, actualmente, ninguna de las teorías de la evolución
explica lo posible. Además, los principios de selección natural y de
variaciones al azar no explican satisfactoriamente algunas cuestiones
importantes:
• La selección natural puede explicar la permanencia o la desaparición
de las variaciones,
• No se puede confundir el concepto científico de azar con el modo
en que se usa comúnmente o en el ámbito filosófico. ue sea
aleatoria o casual.
• La realidad de que haya mutaciones no explica, sin más, la aparición
de nuevas especies. Evolución, filosofía y religión
El origen de la vida y, singularmente, el origen del ser humano plantea
tres preguntas a las que ha de responder diferentes ciencias y métodos:
• La pregunta por el cómo, esto es, por los mecanismos de
transmisión que han permitido que unas especies se transformen en
otras dando lugar a la biodiversidad actual. Ese es el cometido de
las ciencias positivas.
En cuanto que el estudio de la evolución se aplica a los aspectos
materiales y medibles de la realidad, estas ciencias no se pueden
pronunciar a favor ni en contra de la existencia de Dios.
• La pregunta por el porqué hace referencia la causa última del
proceso evolutivo. Es el cometido de la filosofía. Se pueden
destacar las tres respuestas que siguen.
Explicación mecanicista
Considera que todos los procesos naturales pueden explicarse a partir de
alguna fuerza material o elemento previo. Es una postura determinista
que rechaza la presencia del azar y de la libertad en la naturaleza—y, por
tanto, en el ser humano--.
Esta tesis resulta poco concluyente, pues no es posible atribuir la aparición
de algo nuevo solo a lo que existía previamente. Explicación por el azar
Frente al mecanicismo, sitúa el origen de toda novedad en factores
aleatorios que carecen de sentido y finalidad.
Esta postura se funda en una filosofía que reduce la explicación de la
realidad a la materia. No es una teoría científica, sino filosófica. Las
ciencias empíricas no pueden afirmar ni negar nada respecto al azar,
Explicación teleológica
Descubre en el mundo natural un orden y una finalidad. Defiende que es
razonable preguntarse por la existencia de un plan o dirección que dé
sentido a la evolución. De hecho, el análisis de las realidades físicas
muestra que están dotadas de una estructura interna que las capacita
para realizar sus funciones propias y, por tanto, para dirigirse a unos fines
determinados.
No excluye cierto grado de indeterminación o azar en la naturaleza ya que,
donde interactúan varias causas o factores, puede producirse un efecto
inesperado. Tampoco descarta la existencia de procesos mecánicos en el
dinamismo de la naturaleza. En este sentido, la teleología acoge la
explicación mecánica, que en muchos casos es certera, y asume un cierto
grado de azar, pero afirma que el universo no es fruto de un proceso
exclusivamente mecánico o azaroso.
• La pregunta por el para qué, que se dirige al sentido y la dirección
última de la dinámica de la vida; en concreto, de la vida humana. Es
el cometido de la religión. En el caso del cristianismo, se
contesta a la luz de las verdades reveladas.
Otro tipo de reduccionismo es el denominado creacionismo, que
pretende sustituir las explicaciones científicas por las religiosas. Por
ejemplo, mediante una lectura literal de la Biblia, no cabe sustituir la
evolución biológica por el acto creador de Dios. La Biblia no transmite una
verdad científica, sino religiosa. Las dos explicaciones son válidas en su
ámbito y se complementan.
3.Un ser específico
El ser humano habita en un mundo sujeto a las leyes del proceso evolutivo
general y queda afectado por ellas. Pero, desde su aparición, la especie
humana se ha desarrollado de un modo singular; ha sido capaz, incluso,
de condicionar el proceso de evolución natural de los demás pobladores
del planeta.
La especificidad biológica humana
En 1953, James D. Watson y Francis Crick descubrieron la estructura
del ADN humano, que Rosalind Franklin (1920-1958) intuyó antes.
Desde entonces, la genética molecular ha sido una ciencia fundamental
en la investigación del origen biológico de la especie humana.
En 1987 se descubrió el ADN mitocondrial, que permitió concluir que toda
la especie humana actual se habría originado en África hace unos 200 000
años y que se dispersara por el mundo hace unos 100 000 años. Este
descubrimiento se popularizó, y así se habló de una Eva africana o Eva
negra, que sería la madre de todos los humanos. Otro hito fue el
desciframiento del genoma humano en el año 2000 por parte de Francis
Collins y Craig Venter.
Los avances en biología molecular han permitido diferencial el genotipo de
cada individuo, así como el genoma de su especie, que se ha podido
comparar con el de otros animales. Estas investigaciones han confirmado
la taxonomía de las diversas especies, así como las diferencias
cualitativas que, en su dimensión biológica, existen entre los individuos de
la especie humana y el resto de los animales.
Filogénesis de la especie humana
La filogénesis hace referencia a las relaciones de parentesco entre las
especies. Los paleontólogos ordenan, relacionan y sitúan en el tiempo las
especies a partir de las semejanzas y las diferencias (morfológicas y
genéticas) de los fósiles. Sin embargo, toda secuenciación es provisional,
ya que cada nuevo hallazgo fósil exige su revisión.
La biología clasifica al ser humano en la clase de los mamíferos, en el
orden de los primates. Estos se clasifican en prosimios (como los lémures)
y antropoides que, a su vez, se subdividen en platirrinos y catarrinos.
stralopiteco y homo). De estos últimos, actualmente solo existe el Homo
sapiens.
Los fósiles que se han ido descubriendo permiten afirmar que el Homo
sapiens evolucionó en África, hace unos 150000 años, después de haber
convivido con otros homínidos que se extinguieron. El linaje humano se
dispersó por los continentes a través de diversas emigraciones hacia Asia,
Oceanía y Europa.
La singularidad de la especie humana
Pero entender la evolución humana implica reflexionar sobre la
interacción que existe entre su evolución biológica y su desarrollo social y
cultural.
El origen biológico del ser humano: la hominización
La hominización es el proceso biológico que desembocó en la aparición
del Homo sapiens como especie diferenciada en la familia de los
homínidos. es posible destacar varias singularidades:
• La relación entre el tamaño del cerebro y el tamaño del cuerpo: el
cerebro aumentó sensiblemente, hasta 1300 cm cúbicos.
• La nueva estructura del aparato fónico
• Todo el rostro, que dejó de ser un hocico y se convirtió en un medio
especialmente expresivo.
• La columna vertebral, cuyo encaje con la base del cráneo formaba un
pilar que hizo posible la verticalidad, una correcta movilidad y una
adecuada visión binocular.
• El pie, que dejó de ser la extremidad inferior de un arborícola. La
estructura del dedo pulgar—paralelo a los cuatro dedos--posibilitó un
caminar indoloro.
• La bipedestación, que facilitó las transformaciones que se acaban de
citar. La postura bípeda hizo posible, por ejemplo, que los brazos
pudieran desempeñar nuevas funciones.
• La morfología de la mano, caracterizada por la relación existente entre
la palma y la longitud de los dedos, así como por el pulgar oponible,
permitió una destreza manual que posibilitó construir y usar sofisticadas
herramientas.
Así pues, se puede concluir que el rasgo genérico más característico del
cuerpo humano es su inespecialización. A diferencia de las restantes
especies animales, no está orientado para vivir exclusivamente en un
hábitat concreto o para realizar unas funciones determinadas. Ofrece
unas posibilidades asombrosamente bb. El origen cultural del
hombre: la humanización
La humanización es el proceso de aparición de rasgos culturales que
apuntan a la existencia de una auténtica especie humana, singularizada
no solo por diferencias anatómicas, sino especialmente por actividades
que posibilitan una herencia cultural.
En el estudio del proceso de humanización se detectan los elementos
básicos que configuran una cultura humana: la técnica, la ética y la
religión, el arte y el lenguaje:
• La técnica encontró su condición de posibilidad en la mano. • La ética
es propia del ser humano, porque está llamado a desarrollar su vida de
una manera libre. imprescindibles para la convivencia. • Las
manifestaciones artísticas y religiosas son indicios de la capacidad
simbólica que está en la base de la cultura, como señaló E. Cassirer. • El
lenguaje. Lo decisivo de la comunicación humana reside en la
posibilidad del diálogo, más allá, incluso, de las disfunciones orgánicas
que puedan sufrir algunos individuos.
Dos procesos y una sola dirección
La antropología filosófica se apoya en los procesos biológicos y culturales
de los que se ocupan las ciencias positivas
Al mismo tiempo, tal evolución biológica no se puede entender al margen
del proceso de humanización. La inespecialización del cuerpo humano es,
desde el punto biológico, una deficiencia que dificultar a la adaptación al
medio. Son los rasgos singulares del ser humano (su capacidad de
simbolización, su anhelo de sentido y trascendencia, su capacidad
lingüística, etc.) los que permiten, a su vez, explicar su peculiar evolución
biológica.
El ser humano pertenece a una especie en la que se ha roto el proceso
evolutivo natural. Así como el proceso de humanización es fuente de
adaptaciones biológicas, no habría podido suceder el proceso
humanizador.
4.Un ser material y espiritual
La especificidad biológica del ser humano y su dimensión cultural nos
llevan a preguntarnos por su estructura última y a ahondar en las
diferencias que existen entre las personas y el resto de los animales.
Es una experiencia humana universal el hecho de que nuestro interior
preside nuestro existir y orienta muchas de nuestras acciones. Esta
dimensión de la estructura humana es el espíritu o alma espiritual. El
concepto de alma es una noción filosófica, no solo religiosa.
El ser humano siempre ha tenido conciencia de que no es solo cuerpo. A
veces, sentimos nuestro cuerpo como una limitación: por ejemplo, cuando
padecemos una enfermedad. No obstante, habitualmente lo sentimos
como algo que nos permite expresarnos, y vincularnos con el mundo y
con las demás personas.
Nuestro cuerpo no es algo distinto de nosotros mismo. Somos nuestro
cuerpo. La dualidad alma-cuerpo es real, pero tal dualidad se ha de
entender como una composición muy especial. Por consiguiente, la
persona es una unidad compuesta por dos coprincipios: alma y cuerpo.
Aristóteles advirtió que todo ser físico (vivo o inerte) está compuesto por
una materia y una forma, es decir, un principio que organiza esa materia
y hace que tal realidad sea aquello que es.
En el caso de los seres vivos, la forma no se limita a organizar la materia,
sino que la anima: hace que sea materia orgánica. Es, además, el principio
de las operaciones vitales (moverse, alimentarse...) propias de ese ser
vivo concreto.
Frente a los demás animales, el ser humano es capaz de pensar, elegir y
amar. Por tanto, su alma y su cuerpo constituyen una forma de vida
superior a la de los animales. El alma humana es, no solo principio de las
operaciones biológicas, sino también principio de las operaciones
inmateriales (entender y querer). En cuanto que trasciende lo puramente
material, se puede afirmar que el alma humana es espiritual.
El ser humano está constituido por dos coprincipios: el alma espiritual y
el cuerpo. Entre los dos existe una relación esencial. Esto significa que,
aunque podamos analizar ambos principios por separado, la realidad de la
psique y la realidad del cuerpo se dan unidas.
Propuestas filosóficas a la relación psique-cuerpo
✓ Integracionismo: Psique y cuerpo son dos coprincipios que, unidos
conforman la sustancia o realidad completa que somos cada uno. La
psique (término griego que significa “alma”) es la “forma” vital que
hace que el cuerpo sea un “cuerpo humano”.
Aristóteles propuso esta postura en la Antigüedad. En la Edad Media,
destacó Tomás de Aquino. A partir del siglo XX, lo actualizan autores
agrupados en personalismo.
✓ Dualismo: El espíritu y el cuerpo están temporalmente juntos y
pueden interactuar, pero son sustancias distintas. El cuerpo es
como una cárcel del alma o como una máquina de la que el alma
hace uso.
Platón defendió esta idea en la filosofía antigua. En la Edad Moderna lo
hizo Descartes y ha llegado a la actualidad a través de autores como el
filósofo de la ciencia John Eccles.
✓ Monismo: Dos tipos
1. Materialista: El ser humano es solo materia. Demócrito (siglo V a.
C.) afirmaba que tanto el alma como el cuerpo están formados por
átomos. Actualmente, el emergentismo defiende una postura
semejante: la psique es solo el resultado de la evolución de la
materia y emerge de la actividad de las neuronas.
2. Espiritualista: El ser humano es solo espíritu. Defiende esta
postura las seudofilosofías o seudorreligiones. Aquí se encuentra el
panpsiquismo, que atribuye inteligencia a todos los seres vivos, a
las máquinas dotadas de “inteligencia artificial” e, incluso, al
universo en su conjunto.