La deshidratación y la retención de líquidos son dos problemas de salud muy diferentes.
Deshidratación
La deshidratación es un estado en el que el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere.
Esto significa que no hay suficiente agua en el organismo para que funcione correctamente.
Retención de líquidos (Edema)
La retención de líquidos es una acumulación anormal y excesiva de agua en los tejidos del
cuerpo. A diferencia de la deshidratación, aquí el problema no es la falta de agua, sino una
mala distribución o un exceso que el cuerpo no puede eliminar.
Etiología(deshidratación)
Es fundamental determinar la causa de la deshidratación. La ingesta
deficiente de líquidos, la eliminación excesiva de líquidos, el aumento de
las pérdidas insensibles de líquidos o una combinación de estos factores
pueden causar depleción del volumen intravascular. Para un tratamiento
eficaz es necesario identificar la enfermedad subyacente.
Las causas comunes de deshidratación incluyen las siguientes:
•Gastroenteritis: Esta es la causa más común de deshidratación. Si se
presentan vómitos y diarrea, la deshidratación puede progresar
rápidamente. Los rotavirus son las causas globales más comunes de
deshidratación y enfermedad diarreica grave en lactantes y niños
pequeños.
•Estomatitis: el dolor puede limitar gravemente la ingesta oral.
•Cetoacidosis diabética (CAD): La deshidratación se debe a la diuresis
osmótica. La pérdida de peso se debe tanto a la pérdida excesiva de
líquidos como al catabolismo tisular. La rehidratación rápida,
especialmente la reposición inicial rápida de volumen, puede estar
asociada con un pronóstico neurológico desfavorable. La CAD requiere
un tratamiento muy específico y controlado (véase Cetoacidosis
diabética ).
•Enfermedad febril: La fiebre provoca un aumento de las pérdidas
insensibles de líquidos y puede afectar el apetito.
•Faringitis : Esto puede disminuir la ingesta oral.
Las causas de deshidratación potencialmente mortales incluyen las
siguientes:
Gastroenteritis
Cetoacidosis diabética (CAD)
•Quemaduras: Las pérdidas de líquidos pueden ser extremas. Se
requiere un manejo intensivo de líquidos (véase Manejo de Emergencia
de Quemaduras Térmicas ).
Hiperplasia suprarrenal congénita : puede estar asociada a
hipoglucemia , hipotensión, hipercalemia e hiponatremia.
•Obstrucción gastrointestinal: Suele asociarse con una ingesta deficiente
y vómitos. La isquemia intestinal puede provocar fuga capilar extensa y
shock.
•Golpe de calor: pueden presentarse hiperpirexia, piel seca y cambios en
el estado mental. [ 8 ]
•Fibrosis quística: produce pérdidas excesivas de sodio y cloruro en el
sudor, lo que coloca a los pacientes en riesgo de sufrir deshidratación
hipoclorémica hiponatrémica grave.
•Diabetes insípida: la producción excesiva de orina muy diluida puede
provocar grandes pérdidas de agua libre y deshidratación hipernatrémica
grave, especialmente cuando el niño no puede autorregular la ingesta de
agua en respuesta a la sed (por ejemplo, los muy pequeños o aquellos
con discapacidades físicas o de desarrollo).
•Tirotoxicosis: Se observa pérdida de peso, a pesar del aumento del
apetito. Se presenta diarrea
.
Etiología del edema
El edema generalizado se debe con mayor frecuencia a
Insuficiencia cardíaca
Insuficiencia hepática
Nefropatías (en especial, síndrome nefrótico)
El edema localizado se debe con mayor frecuencia a
Trombosis venosa profunda u otra obstrucción o trastorno venoso
(p. ej., tumoral)
Infección
Angioedema
Obstrucción linfática
La insuficiencia venosa crónica puede comprometer una o ambas
piernas.
Las causas más comunes se enumeran de acuerdo con su mecanismo
primario (véase tabla Algunas causas de edema).
Fisiopatología(deshidratación)
El balance hídrico negativo que causa deshidratación se debe a una
disminución de la ingesta, un aumento de la producción (renal,
gastrointestinal o pérdidas insensibles) o una alteración de la circulación
( ascitis , derrames y estados de fuga capilar, como quemaduras
y sepsis ). La disminución del agua corporal total provoca reducciones en
los volúmenes de líquido intracelular y extracelular. Las manifestaciones
clínicas de la deshidratación se relacionan estrechamente con la
depleción del volumen intravascular y los intentos de compensación
fisiológica que se producen. A medida que la deshidratación progresa, se
produce un shock hipovolémico, que resulta en insuficiencia orgánica y
muerte.
Los niños pequeños son más susceptibles a la deshidratación debido a
un mayor contenido de agua corporal, la inmadurez renal y la
incapacidad de satisfacer sus propias necesidades de forma
independiente. Los niños mayores muestran signos de deshidratación
antes que los bebés debido a sus menores niveles de líquido extracelular
(LEC).
La deshidratación se puede clasificar según la osmolaridad y la
gravedad. El sodio sérico es un buen indicador indirecto de la
osmolaridad, suponiendo que el paciente tenga una glucemia normal.
(Osmolaridad = [2 × sodio] + [glucosa/18] + [nitrógeno ureico en
sangre/2,8]). La deshidratación puede ser isonatrémica (130-150 mEq/L),
hiponatrémica (<130 mEq/L) o hipernatrémica (>150 mEq/L). La
deshidratación isonatrémica es la más común (80%). La deshidratación
hipernatrémica e hiponatrémica comprenden cada una entre el 5% y el
10% de los casos. Las variaciones en el sodio sérico reflejan la
composición de los líquidos perdidos y tienen diferentes efectos
fisiopatológicos, como se detalla a continuación:
La deshidratación isonatrémica (isotónica) ocurre cuando la pérdida de
líquido tiene una concentración de sodio similar a la de la sangre. Las
pérdidas de sodio y agua son de la misma magnitud relativa en los
compartimentos intravascular y extravascular.
La deshidratación hiponatrémica (hipotónica) ocurre cuando el líquido
perdido contiene más sodio que la sangre (pérdida de líquido
hipertónico). Se pierde relativamente más sodio que agua. Debido a que
el sodio sérico es bajo, el agua intravascular se desplaza al espacio
extravascular, lo que agrava la depleción del volumen intravascular para
una cantidad dada de pérdida total de agua corporal.
La deshidratación hipernatrémica (hipertónica) ocurre cuando el líquido
perdido contiene menos sodio que la sangre (pérdida de líquido
hipotónico). Se pierde relativamente menos sodio que agua. Debido a
que el sodio sérico es alto, el agua extravascular se desplaza al espacio
intravascular, minimizando la depleción del volumen intravascular para
una cantidad dada de pérdida total de agua corporal.
Fisiopatología del edema
El edema es el resultado del mayor movimiento del líquido desde el
espacio intravascular al espacio intersticial o del menor movimiento del
agua desde el intersticio hacia los capilares o los vasos linfáticos. El
mecanismo se asocia con uno o varios de los siguientes factores:
Aumento de la presión hidrostática capilar
Disminución de la presión oncótica del plasma
Aumento de la permeabilidad capilar
Obstrucción del sistema linfático
A medida que el líquido ingresa en el espacio intersticial, el volumen
intravascular se reduce. La depleción del volumen intravascular activa el
sistema renina-angiotensina-aldosterona-vasopresina (hormona
antidiurética-ADH), lo que promueve la retención renal de sodio. Al
incrementar la osmolalidad, la retención renal de sodio estimula la
retención renal de agua y contribuye al mantenimiento del volumen
plasmático. El incremento de la retención renal de sodio también puede
constituir una causa primaria de sobrecarga hídrica y, por ende, de
edema. La ingesta excesiva de sodio agrava el cuadro.
Con menor frecuencia, el edema se debe al menor movimiento del
líquido desde el espacio intersticial a los capilares como resultado de la
ausencia de una presión oncótica plasmática adecuada, como sucede en
el síndrome nefrótico, la enteropatía perdedora de proteínas,
la insuficiencia hepatica o la inanición.
En las infecciones o tras el daño de las paredes capilares por una toxina
o una noxa inflamatoria, puede verse un aumento de la permeabilidad
capilar. En el angioedema, los mediadores causan edema focal, como
por ejemplo los mediadores derivados de los mastocitos (p. ej.,
histamina, leucotrienos, prostaglandinas) y los mediadores derivados de
la bradicinina y el complemento.
Síntomas de la retención de líquidos
Los síntomas de la retención de líquidos pueden variar en gravedad y pueden incluir los
siguientes:
Hinchazón: la hinchazón es uno de los síntomas más comunes de la retención de líquidos.
Puedes notar que tus piernas, pies, tobillos o manos están hinchados y pesados.
Aumento de peso: debido a la acumulación de líquido en el cuerpo, es posible que notes un
aumento de peso repentino y significativo.
Dolor e incomodidad: la hinchazón y el aumento de peso pueden causar dolor e incomodidad
en las áreas afectadas.
Rigidez: también puedes sentir rigidez en las articulaciones y dificultad para moverte debido a
la hinchazón.
Marcas en la piel: puedes notar que la piel en las áreas afectadas se siente tensa y tiene
marcas en ella después de presionar suavemente con los dedos.
Fatiga: la retención de líquidos también puede causar fatiga y sensación de cansancio debido
al esfuerzo adicional que el cuerpo hace para mover el exceso de líquido.
Problemas respiratorios: en casos severos, la retención de líquidos puede causar dif
ocultad para respirar debido a la acumulación de líquido en los pulmones.
Síntomas(deshidratación)
Colapse sección
Síntomas ha sido extendido.
Los signos de deshidratación leve o moderada incluyen:
Sed
Boca seca o pegajosa
No orinar mucho
Orina amarilla oscura
Piel seca y fría
Dolor de cabeza
Calambres musculares
Los signos de deshidratación grave incluyen:
No orinar u orina amarilla muy oscura o de color ámbar
Piel seca y arrugada
Irritabilidad o confusión
Mareos o aturdimiento
Latidos cardíacos rápidos
Respiración rápida
Ojos hundidos
Apatía
Shock (flujo sanguíneo insuficiente a través del cuerpo)
Inconsciencia o delirio
Valoración Clínica y Hallazgos (Signos y Síntomas)
El diagnóstico de deshidratación comienza con la historia clínica y un examen físico
completo. Los hallazgos se agrupan según el sistema corporal afectado:
Generales
Pérdida de peso: Este es el indicador más preciso para estimar la
gravedad de la deshidratación, especialmente en niños. Se compara el
peso actual con un peso reciente conocido.
o Leve: < 3-5% de pérdida de peso.
o Moderada: 5-10% de pérdida de peso.
o Grave: > 10% de pérdida de peso.
Sed: Es un síntoma temprano y fundamental de la deshidratación.
Estado mental: Irritabilidad, letargo, confusión y, en casos graves,
coma.
Fiebre: Puede estar presente, especialmente si la deshidratación es
causada por una infección como la gastroenteritis.
Piel y Mucosas
Sequedad de las mucosas: Boca seca, lengua "pastosa".
Turgencia de la piel: El signo del pliegue cutáneo (pliegue persistente
al pellizcar la piel del abdomen) indica deshidratación moderada o
grave.
Ojos: Ojos hundidos, falta de lágrimas (especialmente en niños).
Fontanela anterior (en bebés): Hundida.
Cardiovasculares
Frecuencia cardíaca: Taquicardia (aumento del ritmo cardíaco) es un
signo temprano.
Pulso: Débil.
Presión arterial: Hipotensión (disminución de la presión arterial), un
signo de deshidratación grave.
Relleno capilar: Retraso en el tiempo de relleno capilar (más de 2
segundos) es un signo de deshidratación moderada a grave.
Renales y Urinarios
Diuresis (producción de orina): Disminución de la cantidad de orina
(oliguria) o ausencia (anuria).
Color de la orina: Orina oscura y concentrada.
Diagnóstico
El diagnóstico de la deshidratación es principalmente clínico. No obstante, las pruebas de
laboratorio se utilizan para confirmar el cuadro, evaluar su gravedad, determinar la causa
subyacente y planificar el tratamiento.
Pruebas de Laboratorio
Análisis de sangre:
Electrolitos (sodio, potasio, cloruro): Evalúan el balance de sales en
el cuerpo. La deshidratación puede ser isotónica, hipotónica o
hipertónica según los niveles de sodio en la sangre.
Función renal (nitrógeno ureico en sangre o BUN y creatinina):
Miden el funcionamiento de los riñones, que pueden estar afectados por
la deshidratación.
Osmolalidad sérica: Mide la concentración de partículas en la sangre;
un valor elevado indica deshidratación.
Análisis de orina:
Densidad urinaria: Una densidad urinaria alta indica que el cuerpo
está intentando conservar líquidos, lo que es un signo de deshidratación.
Presencia de cetonas: Puede indicar que el cuerpo está
descomponiendo grasas para obtener energía debido a la falta de
carbohidratos, lo que puede ocurrir en casos de vómitos o diarrea
severos.
Valoración y Hallazgos (Signos y Síntomas)
El diagnóstico de la retención de líquidos comienza con una evaluación clínica detallada y
el examen físico. Los hallazgos pueden ser locales (afectando una parte específica del
cuerpo) o generalizados.
Hallazgos físicos
Hinchazón (Edema): El signo más característico. La hinchazón puede
ser visible en:
Extremidades inferiores: Pies, tobillos y piernas. Es el lugar más
común para la retención de líquidos, especialmente después de pasar
mucho tiempo de pie o sentado.
Manos y brazos: Puede manifestarse como dificultad para quitarse
anillos o pulseras.
Rostro: Hinchazón de los párpados o la cara.
Abdomen (Ascitis): Acumulación de líquido en la cavidad abdominal,
que causa distensión y pesadez.
Signo de la fóvea (pitting edema): Al presionar la zona hinchada con
el dedo, se forma una depresión (fóvea) que permanece por unos
segundos o incluso minutos. Este es un indicador de que el edema es
causado por acumulación de líquido acuoso.
Piel: La piel sobre la zona edematosa puede lucir tensa, brillante o
estirada. Puede sentirse rígida o incluso dolorosa.
Peso corporal: Aumento de peso repentino y significativo debido a la
acumulación de líquido.
Síntomas asociados
Sensación de pesadez: Especialmente en las piernas.
Rigidez articular: Los tobillos y los dedos pueden sentirse menos
flexibles.
Dificultad para respirar (disnea): Si el líquido se acumula en los
pulmones (edema pulmonar). Este es un síntoma grave que requiere
atención médica inmediata.Cambios en la micción: Reducción en la
frecuencia de orinar, a pesar de que el cuerpo está reteniendo líquidos.
Diagnóstico
El diagnóstico de la retención de líquidos no se limita a confirmar la presencia del edema,
sino a identificar la causa subyacente, que es lo que determina el tratamiento.
1. Historia clínica y examen físico
El médico preguntará sobre los hábitos del paciente (dieta alta en sal,
sedentarismo), la aparición del edema (gradual o repentina), y la
presencia de otros síntomas.
El examen físico se centrará en la evaluación del edema y en la
búsqueda de signos de enfermedades asociadas, como la insuficiencia
cardíaca o renal.
2. Pruebas de laboratorio
Análisis de sangre:
Electrolitos: Se evalúan los niveles de sodio y potasio.
Función renal (creatinina y BUN): Se mide para descartar o
confirmar un problema renal.
Función hepática: Se miden los niveles de albúmina y otras proteínas,
ya que la deficiencia de estas puede causar edema.
Función cardíaca: Se pueden evaluar biomarcadores cardíacos si se
sospecha de una insuficiencia cardíaca.
Análisis de orina: Se analiza la orina para detectar la presencia de
proteínas (proteinuria), lo que puede indicar una enfermedad renal.
Tratamiento
El único tratamiento eficaz para la deshidratación es la sustitución
de los líquidos y de los electrolitos perdidos. El mejor abordaje del
tratamiento de la deshidratación depende de la edad, la gravedad
de la deshidratación y su causa.
En el caso de los bebés y los niños que se deshidratan a causa
de diarrea, vómitos o fiebre, utiliza una solución de rehidratación
de administración oral de venta libre. Estas soluciones contienen
agua y sales en cantidades específicas para reponer tanto los
líquidos como los electrolitos.
Comienza dándole una cucharadita (5 mililitros) cada 1 a
5 minutos y ve aumentando según lo tolere. Tal vez sea más fácil
utilizar una jeringa en el caso de los niños muy pequeños. A los
niños más grandes, es posible darles bebidas deportivas diluidas.
Utiliza una parte de agua por cada parte de bebida deportiva.
La mayoría de los adultos que tienen una deshidratación leve a
moderada por diarrea, vómitos o fiebre puede tratar su afección
bebiendo más agua u otros líquidos. Los jugos de fruta puros y los
refrescos pueden empeorar la diarrea.
Si trabajas o haces ejercicio al aire libre cuando hace calor o hay
humedad, el agua fresca es tu mejor opción. También pueden
ayudar las bebidas deportivas que contienen electrolitos y una
solución de carbohidratos.
Los niños y los adultos que presentan deshidratación grave deben
recibir tratamiento por parte de personal de urgencia que acuda
en una ambulancia o en una sala de emergencias de un hospital.
Las sales y los líquidos que se administran a través de una
vena (por vía intravenosa) se absorben rápidamente y aceleran la
recuperación.
Tratamiento médico para la retención de
líquidos
Diuréticos: los diuréticos son medicamentos que ayudan a eliminar el exceso de
líquidos del cuerpo a través de la orina. Hay diferentes tipos de diuréticos, y su
médico le recetará el adecuado según su situación médica específica.
Antiinflamatorios: en algunos casos, la retención de líquidos puede deberse a la
inflamación en el cuerpo. En estos casos, se pueden recetar medicamentos
antiinflamatorios para reducir la inflamación y, en consecuencia, la retención de
líquidos.
Medicamentos hormonales: en mujeres, la retención de líquidos puede estar
relacionada con los cambios hormonales, como en el síndrome premenstrual o la
menopausia. En estos casos, se pueden recetar medicamentos hormonales para
reducir los síntomas.
Terapia de compresión: si la retención de líquidos se debe a una enfermedad
venosa crónica, como las venas varicosas, se puede recetar una terapia de
compresión. Esto implica el uso de medias o vendajes especiales para aplicar
presión en las piernas y ayudar a reducir la hinchazón.
Cirugía: en casos graves, como cuando la retención de líquidos está relacionada
con enfermedades hepáticas o renales, puede ser necesario un tratamiento
quirúrgico. Por ejemplo, la cirugía puede ser necesaria para corregir una
obstrucción que causa la acumulación de líquidos en el abdomen.
Compresión: La compresión ayuda a reducir la inflamación y la retención de
líquidos en el cuerpo al mejorar la circulación sanguínea y linfática. Cuando se
aplica presión en la zona afectada, se comprimen los vasos sanguíneos y linfáticos,
lo que aumenta el flujo de sangre y la eliminación de líquidos. Además, la presión
ejercida por las prendas de compresión ayuda a prevenir la acumulación de
líquidos al reducir la cantidad de líquido que se filtra en los tejidos circundantes.
Elevación: elevar las extremidades afectadas por encima del nivel del corazón para
reducir la hinchazón