MEDIOS DE CONTROL
MEDIOS DE CONTROL
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6.1. NULIDAD POR INCONSTITUCIONALIDAD
Artículo 135.
Los ciudadanos podrán, en cualquier tiempo, solicitar por sí, o por medio de representante, que
se declare la nulidad de los decretos de carácter general dictados por el Gobierno Nacional,
cuya revisión no corresponda a la Corte Constitucional en los términos de los artículos 237 y
241 de la Constitución Política, por infracción directa de la Constitución.
También podrán pedir la nulidad por inconstitucionalidad de los actos de carácter general que
por expresa disposición constitucional sean expedidos por entidades u organismos distintos del
Gobierno Nacional.
Parágrafo.
El Consejo de Estado no estará limitado para proferir su decisión a los cargos formulados
en la demanda. En consecuencia, podrá fundar la declaración de nulidad por
inconstitucionalidad en la violación de cualquier norma constitucional. Igualmente podrá
pronunciarse en la sentencia sobre las normas que, a su juicio, conforman unidad
normativa con aquellas otras demandadas que declare nulas por inconstitucionales.
OBSERVACIONES.
Este medio de control es de conocimiento de esta jurisdicción, en virtud del llamado control
difuso de constitucionalidad, pues el conocimiento del Consejo de Estado de estas demandas
exclusivas de los ciudadanos (mayores de 18 años) viene dada por exclusión, de aquellos
decretos que no sean del conocimiento de la Corte Constitucional.
Pero lo destacable es el parágrafo introducido y que ya soportó una demanda ante la Corte
Constitucional, pues el carácter rogado allí desaparece, se desvanece porque al dictar
sentencia, el fallador no está limitado a los cargos de la demanda y por el precepto de la
unidad normativa, puede ir más allá de lo pedido.
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Recordemos el principio de la Integración de la Unidad Normativa:
"De acuerdo con la jurisprudencia constitucional, la integración de la unidad normativa por parte
de la Corte es un mecanismo excepcional, que opera “… cuando ella es necesaria para evitar
que un fallo sea inocuo, o cuando ella es absolutamente indispensable para pronunciarse de
fondo sobre un contenido normativo que ha sido demandado en debida forma por un ciudadano.
En este último caso, es procedente que la sentencia integre la proposición normativa y se
extienda a aquellos otros aspectos normativos que sean de forzoso análisis para que la
Corporación pueda decidir de fondo el problema planteado”. A partir de esta regla, la Corte ha
diferenciado dos planos en que resulta aceptable la integración de la unidad normativa. El
primero procede en los casos en que las expresiones acusadas no configuran en si mismas una
proposición jurídica autónoma, bien porque carecen de contenido deóntico claro o requieren ser
complementadas con otras para precisar su alcance. El segundo es aplicable cuando si bien lo
demandado conforma una proposición normativa autónoma, tiene un vínculo inescindible con
otros textos legales, de manera que si se omitiera la integración, la decisión que adopte la Corte
resultaría inocua. Igual criterio es utilizado cuando dicho vínculo se predica de una norma prima
facie inconstitucional".
Ahora, Veamos los argumentos de la Sentencia C-415 de 2012 que declaró exequible el
parágrafo en recuadro:
"A juicio de la Corte, al adoptar el parágrafo demandado del artículo 135 del nuevo Código
de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, el legislador no ha
hecho cosa distinta que consagrar normativamente lo que es una doctrina constitucional
con plena vigencia: el ejercicio del control constitucional abstracto de manera
integral, que se impone en desarrollo efectivo del principio de supremacía
constitucional. Resaltó que el proceso de nulidad por inconstitucionalidad de decretos de
orden general dictados por el Gobierno Nacional no es ciertamente un proceso de parte,
en el que se ventilen intereses particulares distintos de la defensa de la integridad y
supremacía de los principios, reglas y derechos y por tanto, no se le pueden atribuir todas
las garantías que se predican del demandado en un proceso ordinario. Con ocasión de la
formulación de una acción de nulidad por inconstitucionalidad de decretos generales, el
Consejo de Estado efectúa una confrontación normativa de preceptos que se sujetan al
ordenamiento superior y por tanto, no puede estar limitado a los artículos constitucionales
invocados por el actor, de manera que ante una manifiesta violación de la Carta
Política, el legislador podía habilitar al juez constitucional, para fundar la declaración
de nulidad por inconstitucionalidad en la violación de cualquier norma
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constitucional. El juez constitucional –trátese de la Corte Constitucional o del
Consejo de Estado- está habilitado para confrontar los preceptos demandados con
el conjunto de disposiciones que conforman la Carta Política y no solo aquellas
citadas como infringidas en la correspondiente demanda".
En esa misma sentencia, la Corte Constitucional advirtió el deber constitucional de fallar mas
allá de lo pedido en los casos que se esté en presencia de derechos de rango fundamental.
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administrativo. Adicionalmente, ordenará la publicación del aviso en el sitio Web de la
Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo”. Advirtió que a semejanza de lo que ocurre
en los procesos de control integral oficioso a cargo de la Corte Constitucional, la
intervención ciudadana y de las autoridades no inhibe para nada el ámbito del control que
corresponde al tribunal constitucional, en la guarda de la integridad y supremacía de la
Constitución. Por último, la Corte señaló que el control abstracto integral de
constitucionalidad conferido al Consejo de Estado con ocasión de la acción de nulidad por
inconstitucionalidad, de ninguna manera implica el ejercicio de una potestad arbitraria, sino
que se trata de una facultad reglada que se sujeta a las reglas fijadas en el procedimiento
contencioso administrativo y en particular, de este procedimiento especial. Con base en
los fundamentos reseñados anteriormente, la Corte encontró que la facultad conferida
al Consejo de Estado en el parágrafo del artículo 135 de la Ley 1437 de 2011, no
infringe el debido proceso, ni el acceso a la administración y por ende, procedió a
declarar exequible el parágrafo demandado, por los cargos examinados". (Subraya
nuestra)
Con todo lo expuesto, el doctor Gabriel Eduardo Mendoza Martelo anunció la presentación
de una aclaración de voto, por cuanto, si bien está de acuerdo con la decisión
de exequibilidad adoptada en la presente sentencia, consideró que había que precisar las
diferencias que existen en los tipos de control de constitucionalidad a cargo de la Corte
Constitucional y del Consejo de Estado, ( el control abstracto de constitucionalidad en
Colombia es difuso, por cuanto no es ejercido por un solo órgano del Estado sino por
varios: la Corte Constitucional como función esencial y permanente, en su carácter de
supremo órgano de la jurisdicción constitucional y el Consejo de Estado, por vía residual,
pues como ya se ha indicado éste también ejerce funciones de ese orden.) pues aunque
presentan algunas similitudes, no se pueden asimilar en todo, precisamente, porque el control
que realiza el Consejo de Estado se ubica en el ámbito de lo contencioso administrativo, con
regulación y características especiales, mientras que el que está a cargo de la Corte
Constitucional entra en el terreno de competencia del legislador, con sus propias reglas y
finalidades, lo que le da una dimensión distinta.
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atribución –no obligatoria- que se le asignaba de asumir control constitucional con visos de
integralidad, para evitar desbordamientos o ineficacia del instituto. Que una de esas pautas ha
podido ser que la inconstitucionalidad, no aducida por el demandante, la haya planteado algún
interviniente como presupuesto para que el Consejo de Estado la pudiera declarar. Otra, que la
inconstitucionalidad aparezca flagrante y ostensible, como se exige frente al quebrantamiento
normativo requerido para que proceda la figura de la suspensión provisional. A juicio del doctor
Mendoza Martelo en esos aspectos debió profundizarse para ilustrar los alcances de esta
particular competencia.
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CORTE CONSTITUCIONAL. CONSEJO DE ESTADO
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previo, automático u oficioso sobre
los siguientes actos:
1. Convocatoria a un referendo o a
una Asamblea Constituyente para
reformar la Constitución, sólo por
vicios de procedimiento en su
formación, lo cual deberá hacerse
antes del pronunciamiento popular
(numeral 2).
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omnes y hacen tránsito a cosa
juzgada constitucional (art. 242 C.P.)
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incurso en falta disciplinaria gravísima y no impedirá que se profiera la decisión de fondo en el
proceso.
En el mismo auto que admite la demanda, el magistrado ponente podrá invitar a entidades
públicas, a organizaciones privadas y a expertos en las materias relacionadas con el tema del
proceso a presentar por escrito su concepto acerca de puntos relevantes para la elaboración
del proyecto de fallo, dentro del plazo prudencial que se señale.
En el caso de que se haya solicitado la suspensión provisional del acto, se resolverá por el
Magistrado Ponente en el mismo auto en el que se admite la demanda.
5. Vencido el término de que trata el literal a) del numeral anterior, y en caso de que se considere
necesario, se abrirá el proceso a pruebas por un término que no excederá de diez (10) días,
que se contará desde la ejecutoria del auto que las decrete.
6. Practicadas las pruebas o vencido el término probatorio, o cuando no fuere necesario
practicar pruebas y se haya prescindido de este trámite, según el caso, se correrá traslado por
el término improrrogable de diez (10) días al Procurador General de la Nación, sin necesidad
de auto que así lo disponga, para que rinda concepto.
7. Vencido el término de traslado al Procurador, el ponente registrará el proyecto de fallo dentro
de los quince (15) días siguientes a la fecha de entrada al despacho para sentencia. La Sala
Plena deberá adoptar el fallo dentro de los veinte (20) días siguientes, salvo que existan otros
asuntos que gocen de prelación constitucional.
Artículo 136.
Las medidas de carácter general que sean dictadas en ejercicio de la función administrativa y
como desarrollo de los decretos legislativos durante los Estados de Excepción, tendrán un
control inmediato de legalidad, ejercido por la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo en
el lugar donde se expidan, si se tratare de entidades territoriales, o del Consejo de Estado si
emanaren de autoridades nacionales, de acuerdo con las reglas de competencia establecidas
en la Ley 1437 de 2011.
Las autoridades competentes que los expidan enviarán los actos administrativos a la autoridad
judicial indicada, dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a su expedición. Si no se
efectuare el envío, la autoridad judicial competente aprehenderá de oficio su conocimiento.
CARACTERISTICAS.
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Para el Consejo de Estado, este control, en esta legislación viene a formar parte del Código
toda vez que en anterioridades regulaciones, no se encontraban regulados en el Código
Contencioso Administrativo, sino en una ley especial, de naturaleza estatutaria: la que se ocupa
de los estados de excepción.
Esa concebido como un verdadero proceso judicial, por lo tanto, la naturaleza del acto que lo
resuelve es una sentencia, porque la competencia atribuida a la jurisdicción es la de decidir
sobre la legalidad del mismo, lo cual corresponde hacer a través de aquella.
Es automático porque tan pronto se expide la norma el Gobierno debe remitirlo a esta
jurisdicción para ejercer el examen de legalidad correspondiente.
ii) No es requisito que se encuentre publicado en el diario o gaceta oficial para que
proceda el control, ya que una cosa es la existencia del acto y otra su publicidad con fines
de oponibilidad y exigibilidad. En tal sentido, la condición para que pueda controlarse es
que se haya expedido, no que esté produciendo efectos.
No sobra decir que se trata de una competencia muy particular, en comparación con
el común de las acciones contenciosas, como quiera que el tradicional principio
de la “jurisdicción rogada” -que se le ha atribuido a esta jurisdicción-, sufre en este
proceso una adecuada atenuación en su rigor, ya que en esta ocasión no se necesita
de una acción, ni de criterios o argumentos que sustenten la legalidad o ilegalidad. Por
el contrario, basta con que la ley haya asignado a esta jurisdicción la competencia para
controlar el acto, para que proceda a hacerlo. En otras palabras, en este evento la
jurisdicción conoce de manera oficiosa del asunto.
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Desde luego que esta característica implica, adicionalmente, una carga especial para
la justicia, pues es ella quien, con su conocimiento técnico, debe construir los supuestos
de derecho que sirven para realizar el análisis. En otras palabras, la carga de las
razones o fundamentos de derecho con los cuales se analiza el acto son del resorte
de la jurisdicción, como una especie de garantía máxima de la legalidad y la
constitucionalidad de las actuaciones del Gobierno, en un estado tan extraordinario,
como son los de excepción.
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que se adopten en desarrollo de decretos legislativos dictados al amparo de un estado de
excepción.1
Recibida la copia auténtica del texto de los actos administrativos a los que se refiere el control
inmediato de legalidad de que trata el artículo 136 de este Código o aprendido de oficio el
conocimiento de su legalidad en caso de inobservancia del deber de envío de los mismos, se
procederá así:
3. En el mismo auto que admite la demanda, el Magistrado Ponente podrá invitar a entidades
públicas, a organizaciones privadas y a expertos en las materias relacionadas con el tema del
proceso a presentar por escrito su concepto acerca de puntos relevantes para la elaboración
del proyecto de fallo, dentro del plazo prudencial que se señale.
4. Cuando para la decisión sea menester el conocimiento de los trámites que antecedieron al
acto demandado o de hechos relevantes para adoptar la decisión, el Magistrado Ponente podrá
decretar en el auto admisorio de la demanda las pruebas que estime conducentes, las cuales
se practicarán en el término de diez (10) días.
5. Expirado el término de la publicación del aviso o vencido el término probatorio cuando este
fuere procedente, pasará el asunto al Ministerio Público para que dentro de los diez (10) días
siguientes rinda concepto.
6. Vencido el traslado para rendir concepto por el Ministerio Público, el Magistrado o Ponente
registrará el proyecto de fallo dentro de los quince (15) días siguientes a la fecha de entrada al
Despacho para sentencia. La Sala Plena de la respectiva Corporación adoptará el fallo dentro
de los veinte (20) días siguientes, salvo que existan otros asuntos que gocen de prelación
constitucional.
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6.3. CONTROL DE NULIDAD.
Artículo 137.
Toda persona podrá solicitar por sí, o por medio de representante, que se declare la nulidad de
los actos administrativos de carácter general.
Procederá cuando:
1.- hayan sido expedidos con infracción de las normas en que deberían fundarse,
2.- o sin competencia,
3.- o en forma irregular,
4.-o con desconocimiento del derecho de audiencia y defensa,
5. o mediante falsa motivación,
6.-o con desviación de las atribuciones propias de quien los profirió.
También puede pedirse que se declare la nulidad de las circulares de servicio y de los actos de
certificación y registro.
Excepcionalmente podrá pedirse la nulidad de actos administrativos de contenido particular en
los siguientes casos:
1. Cuando con la demanda no se persiga o de la sentencia de nulidad que se produjere no se
genere el restablecimiento automático de un derecho subjetivo a favor del demandante o de un
tercero.
2. Cuando se trate de recuperar bienes de uso público.
3. Cuando los efectos nocivos del acto administrativo afecten en materia grave el orden público,
político, económico, social o ecológico.
4. Cuando la ley lo consagre expresamente.
Parágrafo.
OBSERVACIONES.
En este medio de control, sin lugar a dudas tal como viene redactada la norma está dada la
influencia de la teoría de los móviles y de las finalidades superando cualquier discusión-en
principio- con la Corte Constitucional, pero desde sus efectos, resultará cuestionable su
aplicación práctica en los términos en que fue redactada pues serán muy especialísimos los
casos para su procedencia, teniendo en cuenta que en la gran mayoría, los actos acusados
conllevan un restablecimiento automático el derecho.
Se mantienen las causales de nulidad del acto administrativo como en el sistema anterior (Ley
446 de 1998 artículo 84), con la advertencia de la expresa presunción de legalidad del acto
administrativo.
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6.4. CONTROL DE NULIDAD Y RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO.
Artículo 138.
Toda persona que se crea lesionada en un derecho subjetivo amparado en una norma jurídica,
podrá pedir que se declare la nulidad del acto administrativo particular, expreso o presunto, y
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se le restablezca el derecho; también podrá solicitar que se le repare el daño. La nulidad
procederá por las mismas causales establecidas en el inciso segundo del artículo anterior.
El Consejo de Estado ha venido indicando con motivo del ejercicio de la acción del antiguo
artículo 85 del C.C.A. que los actos de carácter general son demandables a través de la acción
de nulidad. A pesar de que la jurisprudencia de esa Corporación ha aceptado que los
actos generales también pueden ser demandados en acción de nulidad y
restablecimiento del derecho, siempre que la violación del derecho subjetivo provenga
de dichos actos, encontró la sala que en el sub judice no es viable instaurar la acción del
artículo 85 del Código Contencioso Administrativo contra el Acuerdo 32 de 10 de diciembre de
2002 del Concejo Municipal de Soledad, Atlántico, pues no es el Acuerdo el que directamente
genera la violación del derecho particular y concreto que alega la actora y respecto del cual
pide ser restablecido, sino los actos que se expidieron en desarrollo del mismo y que son las
facturas que de manera directa y concreta determinaron el impuesto a cargo de la demandante
y que no fueron demandadas en el sub judice. Ahora bien, se observó que el demandante
mezcla las pretensiones de la acción de nulidad con las de nulidad y restablecimiento del
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derecho, pues la acción de nulidad procede si se pretende únicamente la anulación del
Acuerdo, que es un acto de carácter general, (artículo 84 Código Contencioso Administrativo),
y la de nulidad y restablecimiento del derecho cuando se persigue, además de la nulidad de un
acto, el restablecimiento concreto del derecho que se alega violado, como sería, en este caso,
la demanda contra las facturas que ordenan el pago del impuesto de alumbrado público con el
fin de obtener la devolución de las sumas por ese concepto. Dado que la indebida acumulación
de acciones genera un proceso que concluiría en sentencia inhibitoria, el juez debe evitar una
decisión de tal naturaleza y tomar las medidas de saneamiento que autoriza el artículo 143 del
Código Contencioso Administrativo. Por lo anterior, se revocará el auto de 6 de agosto de 20032
Para el año 2004 con ponencia del doctor GABRIEL EDUARDO MENDOZA MARTELO el
consejo de estado precisó, que el acto general era pasible de control de nulidad y el subjetivo,
de nulidad y restablecimiento del derecho en los siguientes términos:
"Los actores en uno y otro proceso incoaron sus demandas frente a los mismos actos de
carácter general que, en su opinión, fueron los causantes del daño que reclaman, en la
medida en que inicialmente se les asignó número de placa a sus vehículos,
posteriormente se denegó la matrícula – acto este que no fue demandado, debiendo
serlo-, y finalmente se les registró dicha matrícula; empero aducen que el daño causado
lo generó la demora en adoptar esta última decisión. En este proceso no aparece probado
que el acto administrativo de carácter general, como lo es la Resolución 059, fue el que de
manera directa le negó el derecho al demandante y en consecuencia le causó los perjuicios
reclamados, pues ni así aparece ni cabe deducirlo de su texto; igualmente, tampoco está
acreditado que por la sola aplicación de esa Resolución se negó inicialmente la solicitud de
matrícula de su automotor. De modo que en el evento de que se declarara la nulidad de esa
Resolución, en la medida en que no crea situación particular, no habría lugar al
reconocimiento de perjuicios o restablecimiento del derecho, lo que pone en evidencia que
por esa razón, la acción incoada es improcedente. El actor no era siquiera propietario del
automotor a la fecha en que presentó la solicitud de matrícula de servicio público del mismo,
el 27 de noviembre de 1997, pues la factura de compraventa se expidió el 19 de enero de
1998, fecha en la cual se encontraba prohibido autorizar el ingreso de taxis al servicio público
de transporte en el municipio de Villavicencio en virtud de la Resolución 028 de 1998; es
decir, que cuando adquirió el automotor no tenía siquiera la posibilidad de acceder a esa
autorización, y si lo logró finalmente fue gracias a la Resolución 059 demandada, lo que
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descarta el lucro cesante que reclama respecto de dicho automotor e impide tener por
demostrados los extremos de la responsabilidad extracontractual del Estado y la aplicación
de la consecuente reparación directa, en el evento de que esa hubiera sido la acción
incoada".
A pesar de que al Tribunal Administrativo del Atlántico le fue revocada la providencia, se rescata
que en ese momento, se reconocía que la misma Sala Plena del Consejo de Estado había
advertido de poder demandar en nulidad y restablecimiento del derecho, los perjuicios causados
con ese acto, lo que hoy se consagra en el artículo 138 del CPACA.
Para defender al argumento tenemos la sentencia con ponencia del doctor GUSTAVO GOMEZ
ARANGUREN en los siguientes términos:
"En los casos en los que se controvierte el acto de supresión por falta de competencia,
falta o falsa motivación por inexistencia o irregularidad en el estudio técnico o
disponibilidad presupuestal, violación de los derechos de carrera, etc, es imperioso el
cuestionamiento al acto general de supresión de cargos, por las vías que se señalaron
–nulidad parcial del acto general o inaplicación del acto por inconstitucionalidad o
ilegalidad-; junto al acto particular que modifica la situación subjetiva y que lo desvincula
definitivamente, con el objeto de que el juez pueda integralmente hacer el control de
legalidad y dado el caso, reconocer el restablecimiento pretendido. En el sub judice era
fundamental que el acto de carácter general fuera cuestionado, porque es allí en donde
se hace la verdadera supresión del empleo y no en la comunicación que cita como
fuente el decreto general y solo le anuncia al funcionario la fecha a partir de la cual se
hace efectiva la desvinculación, junto con las opciones que tiene como funcionario de
carrera. Esta estructura y contenido revela la verdadera naturaleza jurídica de la
comunicación demandada, que responde solo a un acto de ejecución y comunicación
del decreto supresor. Reiteramos, la comunicación ALC 535 de 2001, no era
demandable ni objeto de análisis de legalidad como lo consideró y falló el a quo, porque
el Decreto 111/01 no incluyó dentro de su planta de personal, ningún Jefe de División
código 210 grado 02, exclusión que automáticamente dejó al actor en situación de retiro
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y le restó fuerza ejecutoria al nombramiento, lo que indefectiblemente refleja que la
comunicación impugnada no individualizó la supresión, sino que simplemente hizo
efectiva la decisión del ejecutivo municipal. Valga la pena puntualizar, que en otros
eventos en donde el acto general suprime varios empleos que se identifican con el
mismo código y grado, es la comunicación la que particulariza el retiro, convirtiéndola
en un verdadero acto creador que expresa la elección de voluntad de la administración
y por ende se convierte en una medida judiciable"3, viéndose en la necesidad de dictar
la ineptitud sustancial de la demanda".
Así las cosas, resulta explicable la caducidad de cuatro (4) meses para demandar ese acto
general y que no se hubiere asimilado como una regulación grotesca a la técnica general del
acto general y a su vez, se vea legitimada y con uniformidad, la postura del acto demandable
en materia de actos complejos cuando uno simplemente materializa la decisión o la particulariza
y el otro, es el que realmente mantiene la causal de ilegalidad, postura que siempre mantuvimos
cuando estábamos en el sistema escritural.
Ahora bien, sobra decir que bajo este medio de control también se hace justiciable el acto ficto
presunto, sin que sea necesario solicitar su declaratoria de existencia en las pretensiones
de la demanda y sin el temor de correr el riesgo de la caducidad pues para este tipo de actos
esa sanción por el transcurso del tiempo de llegar a perder el derecho de acción, no ocurre.
Sobre esta clase de actos se ha pronunciado el Consejo de Estado en los siguientes términos:
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ficto negativo se genera cuando el interesado alega su configuración de modo que la
existencia del acto ficto opera por la voluntad del interesado y no por declaración que
sobre el particular realice un juez de la República. En este caso, el silencio
administrativo negativo sustancial, referido a la petición presentada el 15 de diciembre
de 1993, se configuró el 9 de agosto de 1994 cuando, después de haberse agotado el
término de 3 meses para que el interesado pudiera alegarlo, éste interpuso el recurso
de reposición en contra del acto ficto; en el mismo sentido se tiene que el acto ficto
negativo procesal se constituyó cuando el señor Pedro Cuello Sabatino presentó la
demanda de la referencia, pues con esa actuación reconoció que la administración
había proferido un acto presunto. Nota de Relatoría: ver sentencia del 8 de marzo de
2007, exp. 14850.”4
De todas maneras, es muy acertada y merece ser traída a la discusión de este medio de control
frente a la Nulidad, el reparo afortunado del profesor NESTOR RAUL SANCHEZ BAPTISTA
quien académica Merece gran importancia la apreciación respetuosa del doctor NESTOR RAUL
SANCHEZ BAPTISTA quien desde el proyecto de Ley advirtió el riesgo de inobservar con suma
precisión, los aspectos relevantes del debate en torno a la teoría de los móviles y las finalidades,
la cual consideramos obedece más a una solución simbólica que eficaz para la judicatura, quien
en un artículo publicado por el Instituto Colombiano de Derecho Procesal ampliamente debatido
en la academia y denominado “LA NULIDAD COMO NUEVO MEDIO DE CONTROL EN LA
LEY 1437 DE 2011 ¿UNA NUEVA INCONSTITUCIONALIDAD” se refirió al control de nulidad
y restablecimiento del derecho intentando la redacción afortunada de ese control la cual debió
adoptarse así:
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RESTABLEZCA SU DERECHO O SE REPARE EL DAÑO OSCASIONADO
CON AQUEL5”
En conclusión, hay que ser muy cuidadosos porque la regla general de que la nulidad es el
medio de control exclusivo del acto general y del particular el restablecimiento del derecho,
ahora comporta unas excepciones que nos atrevemos a delimitar para el escenario de lo
contencioso laboral la otra cuestión problemática sería, si se sigue contando desde la
publicación por ser de carácter general o no, ante lo desafortunada de la propuesta legislativa
pues nos parece mucho más acertada ante los debates jurisprudenciales entre el Consejo de
Estado y la Corte Constitucional, la solución del doctrinante y jurista profesor NESTOR RAUL
SANCHEZ BAPTISTA.
Artículo 139.
Cualquier persona podrá pedir la nulidad de los actos de elección por voto popular o por cuerpos
electorales, así como de los actos de nombramiento que expidan las entidades y autoridades
públicas de todo orden. Igualmente podrá pedir la nulidad de los actos de llamamiento para
proveer vacantes en las corporaciones públicas.
En elecciones por voto popular, las decisiones adoptadas por las autoridades electorales que
resuelvan sobre reclamaciones o irregularidades respecto de la votación o de los escrutinios,
deberán demandarse junto con el acto que declara la elección. El demandante deberá precisar
en qué etapas o registros electorales s e presentan las irregularidades o vicios que inciden en
el acto de elección.
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En todo caso, las decisiones de naturaleza electoral no serán susceptibles de ser controvertidas
mediante la utilización de los mecanismos para proteger los derechos e intereses colectivos
regulados en la Ley 472 de 1998.
Conviene distinguir la Nulidad Electoral y la perdida de investidura, en los términos del Consejo
de Estado:
En este sentido, cuando se ejerce la acción de nulidad electoral sólo hay lugar a
declarar la nulidad de los actos de elección o nombramiento de que se trate, como se
infiere de lo establecido en los artículos 223, 226, 227, 228 y 229 del Código
Contencioso Administrativo.
La finalidad de la citada acción es controvertir sólo la validez de actos por los cuales se
declare una elección o se hace un nombramiento en los precitados artículos. En dicho
contexto, se puede concluir que la misma está encaminada a mantener la legalidad en
abstracto, esto es, el orden jurídico.
Se tiene dicho que la pérdida de la investidura trae como consecuencia una sanción por
conductas asumidas por el Concejal, que lo priva de esa condición que alguna vez fue
poseída por él.
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Lo que se juzga es la ruptura del pacto político existente entre el elector y el elegido,
elemento fundamental de la democracia participativa. En efecto, cuando el candidato
se presenta ante el electorado hace una declaración, a veces implícita, de no estar
incurso en causal de inhabilidad que impida su elección; si tal declaración no resulta
cierta, el elegido, viola dicho pacto político, caso en el cual procede, por mandato de la
Constitución, la pérdida de su investidura.
Establecidas las diferencias, encontramos que para este medio de control de Nulidad Electoral,
se consagraron las causales especiales del artículo 275 además de la nulidad general las
cuales son las siguientes:
1. Se haya ejercido cualquier tipo de violencia sobre los nominadores, los electores o las
autoridades electorales.
2. Se hayan destruido los documentos, elementos o el material electoral, así como cuando se
haya ejercido cualquier tipo de violencia o sabotaje contra estos o contra los sistemas de
votación, información, transmisión o consolidación de los resultados de las elecciones.
3. Los documentos electorales contengan datos contrarios a la verdad o hayan sido alterados
con el propósito de modificar los resultados electorales.
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4. Los votos emitidos en la respectiva elección se computen con violación del sistema
constitucional o legalmente establecido para la distribución de curules o cargos por proveer.
5. Se elijan candidatos o se nombren personas que no reúnan las calidades y requisitos
constitucionales o legales de elegibilidad o que se hallen incursas en causales de inhabilidad.
6. Los jurados de votación o los miembros de las comisiones escrutadoras sean cónyuges,
compañeros permanentes o parientes de los candidatos hasta en tercer grado de
consanguinidad, segundo de afinidad o único civil.
7. Tratándose de la elección por voto popular por circunscripciones distintas a la nacional, los
electores no sean residentes en la respectiva circunscripción.
8. Tratándose de la elección por voto popular, el candidato incurra en doble militancia política
al momento de la elección.
También debe destacarse que las decisiones de naturaleza electoral no serán susceptibles de
ser controvertidas mediante la utilización de los mecanismos para proteger los derechos
e intereses colectivos regulados en la Ley 472 de 1998.
Recibida la demanda deberá ser repartida a más tardar el día siguiente hábil y se decidirá sobre
su admisión dentro de los tres (3) días siguientes.
Contra el auto que rechace la demanda procede el recurso de súplica ante el resto de los
Magistrados o de reposición ante el juez administrativo en los procesos de única instancia y el
de apelación en los de primera, los cuales deberán presentarse debidamente sustentados
dentro de los dos (2) días siguientes al de la notificación de la decisión.
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1. Que se notifique personalmente al elegido o nombrado, con sujeción a las siguientes reglas:
a) Cuando hubiere sido elegido o nombrado para un cargo unipersonal o se demande la nulidad
del acto por las causales 5 y 8 del artículo 275 de este Código relacionadas con la falta de las
calidades y requisitos previstos en la Constitución, la ley o el reglamento, o por hallarse incursos
en causales de inhabilidad o en doble militancia política al momento de la elección, la
notificación personal se surtirá en la dirección suministrada por el demandante, mediante
entrega de copia de la providencia que haga el citador a quien deba ser notificado, previa
identificación de este mediante documento idóneo, y suscripción del acta respectiva en la que
se anotará la fecha en que se práctica la notificación, el nombre del notificado y la providencia
a notificar.
b) Si no se puede hacer la notificación personal de la providencia dentro de los dos (2) días
siguientes a su expedición en la dirección informada por el demandante o este manifiesta que
la ignora, se notificará al elegido o nombrado, sin necesidad de orden especial, mediante aviso
que se publicará por una vez en dos (2) periódicos de amplia circulación en el territorio de la
respectiva circunscripción electoral.
c) El aviso deberá señalar su fecha y la de la providencia que se notifica, el nombre del
demandante y del demandado, y la naturaleza del proceso, advirtiendo que la notificación se
considerará surtida en el término de cinco (5) días contados a partir del día siguiente al de su
publicación.
Igualmente, en el aviso de publicación se informará a la comunidad de la existencia del proceso,
para que cualquier ciudadano con interés, dentro del mismo término anterior, intervenga
impugnando o coadyuvando la demanda, o defendiendo el acto demandado.
25
2. Que se notifique personalmente a la autoridad que expidió el acto y a la que intervino en su
adopción, según el caso, mediante mensaje dirigido al buzón electrónico para notificaciones
judiciales, en los términos previstos en este Código.
3. Que se notifique personalmente al Ministerio Público, en los términos previstos de este
Código.
4. Que se notifique por estado al actor.
5. Que se informe a la comunidad la existencia del proceso a través del sitio web de la
Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo o, en su defecto, a través de otros medios eficaces
de comunicación, tales como radio o televisión institucional, teniendo en cuenta el alcance o
ámbito de aplicación del acto de elección demandado.
6. Que, en tratándose de elección por voto popular, se informe al Presidente de la respectiva
corporación pública, para que por su conducto se entere a los miembros de la corporación que
han sido demandados.
En el caso de que se haya pedido la suspensión provisional del acto acusado, la que debe
solicitarse en la demanda, se resolverá en el mismo auto admisorio, el cual debe ser proferido
por el juez, la sala o sección. Contra este auto solo procede en los procesos de única instancia
el recurso de reposición y, en los de primera, el de apelación.
26
. Deberán fallarse en una sola sentencia los procesos en que se impugne un mismo
nombramiento, o una misma elección cuando la nulidad se impetre por irregularidades en la
votación o en los escrutinios.
Por otra parte, también se acumularán los procesos fundados en falta de requisitos o en
inhabilidades cuando se refieran a un mismo demandado.
En el Consejo de Estado y en los Tribunales Administrativos, vencido el término para contestar
la demanda en el proceso que llegue primero a esta etapa, el Secretario informará al Magistrado
Ponente el estado en que se encuentren los demás, para que se proceda a ordenar su
acumulación.
La decisión sobre la acumulación se adoptará por auto. Si se decreta, se ordenará fijar aviso
que permanecerá fijado en la Secretaría por un (1) día convocando a las partes para la diligencia
de sorteo del Magistrado Ponente o del juez de los procesos acumulados. Contra esta decisión
no procede recurso. El señalamiento para la diligencia se hará para el día siguiente a la
desfijación del aviso.
Esta diligencia se practicará en presencia de los jueces, o de los Magistrados del Tribunal
Administrativo o de los Magistrados de la Sección Quinta del Consejo de Estado a quienes
fueron repartidos los procesos y del Secretario y a ella podrán asistir las partes, el Ministerio
Público y los demás interesados.
La falta de asistencia de alguna o algunas de las personas que tienen derecho a hacerlo no la
invalidará, con tal que se verifique la asistencia de la mayoría de los jueces o Magistrados, o en
su lugar del Secretario y dos testigos.
27
Artículo 285. Audiencia de pruebas.
La audiencia de pruebas se regirá por lo establecido en este Código para el proceso ordinario.
Cuando se trate de pruebas documentales constitutivas de los antecedentes del acto de
elección por voto popular, se deberán solicitar al Registrador Nacional de Estado Civil o al
Consejo Nacional Electoral, quienes tendrán la obligación de enviarlos de manera inmediata.
Practicadas las pruebas el juez o Magistrado Ponente fijará la fecha para la audiencia de
alegaciones y de juzgamiento, la cual se sujetará a lo previsto para el proceso ordinario en este
Código.
Para garantizar el respeto de la voluntad legítima mayoritaria de los electores habrá lugar a
declarar la nulidad de la elección por voto popular, cuando el juez establezca que las
irregularidades en la votación o en los escrutinios son de tal incidencia que de practicarse
nuevos escrutinios serían otros los elegidos.
Las sentencias que disponen la nulidad del acto de elección tendrán las siguientes
consecuencias:
1. Cuando se declare la nulidad del acto de elección por la causal señalada en el numeral 1 del
artículo 275 de este Código se ordenará repetir o realizar la elección en el puesto o puestos de
votación afectados.
Si los actos de violencia afectaron el derecho de voto a más del veinticinco (25) por ciento de
los ciudadanos inscritos en el censo de una circunscripción electoral, se ordenará repetir la
elección en toda la circunscripción.
2. Cuando se anule la elección, la sentencia dispondrá la cancelación de las credenciales
correspondientes, declarar la elección de quienes finalmente resulten elegidos y les expedirá
su credencial, si a ello hubiere lugar. De ser necesario el juez de conocimiento practicará nuevos
escrutinios.
3. En los casos previstos en los numerales 5 y 8 del artículo 275 de este Código, la nulidad del
acto de elección por voto popular implica la cancelación de la respectiva credencial que se hará
efectiva a la ejecutoria de la sentencia.
4. Cuando la nulidad del acto de elección sea declarada con fundamento en la causal 6 del
artículo 275 de este Código, se anularán únicamente los votos del candidato o candidatos
respecto de quiénes se configure esta situación y no afectará a los demás candidatos.
Si como consecuencia de lo resuelto debiere practicarse por el juez, tribunal o por el Consejo
de Estado un nuevo escrutinio, se señalará en la misma sentencia día y hora para ello. Este
señalamiento no podrá hacerse para antes del segundo día hábil siguiente al de la ejecutoria
del fallo ni para después del quinto, contado en la misma forma. Estos términos podrán
28
ampliarse prudencialmente cuando para la práctica de la diligencia fuere necesario allegar
documentos que se encuentren en otras dependencias. En tal caso se dispondrá solicitarlos a
la autoridad, funcionario o corporación en cuyo poder se encuentren, a fin de que los envíen a
la mayor brevedad posible, bajo pena de multa de quince (15) a cien (100) salarios mínimos
mensuales legales vigentes por toda demora injustificada, sin perjuicio de que se envíen copias
de las piezas pertinentes del expediente a las autoridades competentes con el fin de que se
investiguen las posibles infracciones a la legislación penal.
Corresponderá al Consejo de Estado ejecutar las sentencias que ordenen la práctica de un
nuevo escrutinio, cuando hubieren sido dictadas en procesos de que conoce esta entidad en
única instancia. En los demás casos la ejecución corresponderá al juez o tribunal que hubiere
dictado el fallo de primera instancia. Estas reglas se aplicarán igualmente cuando se trate de la
rectificación total o parcial de un escrutinio.
Parágrafo.
Hasta los dos (2) días siguientes a aquel en el cual quede notifica, podrán las partes o el
Ministerio Público pedir que la sentencia se aclare. La aclaración se hará por medio de auto que
se notificará por estado al día siguiente de dictado y contra él no será admisible recurso alguno.
En la misma forma se procederá cuando la aclaración sea denegada.
29
El recurso se interpondrá y sustentará ante él a quo en el acto de notificación o dentro de los
cinco (5) días siguientes, y se concederá en el efecto suspensivo. Si el recurso no es sustentado
oportunamente el inferior lo declarará desierto y ejecutoriada la sentencia.
Sustentado el recurso, se enviará al superior a más tardar al día siguiente para que decida sobre
su admisión. Si reúne los requisitos legales, será admitido mediante auto en el que ordenará a
la Secretaría poner el memorial que lo fundamente a disposición de la parte contraria, por tres
(3) días. Si ambas partes apelaren, los términos serán comunes.
Parágrafo.
Los Secretarios serán responsables de las demoras que ocurran en el envío de los expedientes.
30
La presentación de peticiones impertinentes así como la interposición de recursos y nulidades
improcedentes serán considerados como formas de dilatar el proceso y se sancionarán con
multa de cinco (5) a diez (10) salarios mínimos mensuales legales vigentes.
En lo no regulado en este título se aplicarán las disposiciones del proceso ordinario en tanto
sean compatibles con la naturaleza del proceso electoral.
Artículo 140.
De conformidad con el inciso anterior, el Estado responderá, entre otras, cuando la causa del
daño sea un hecho, una omisión, una operación administrativa o la ocupación temporal o
permanente de inmueble por causa de trabajos públicos o por cualquiera otra causa imputable
a una entidad pública o a un particular que haya obrado siguiendo una expresa instrucción
de la misma. Expresión subrayada declarada Exequible por el cargo examinado,
mediante Sentencia de la Corte Constitucional C-644 de 2011
Las entidades públicas deberán promover la misma pretensión cuando resulten perjudicadas
por la actuación de un particular o de otra entidad pública.
En todos los casos en los que en la causación del daño estén involucrados particulares y
entidades públicas, en la sentencia se determinará la proporción por la cual debe responder
cada una de ellas, teniendo en cuenta la influencia causal del hecho o la omisión en la
ocurrencia del daño.
En este medio de control, debe destacarse que se mantienen los títulos de imputación al igual
que el régimen de responsabilidad, como los ha venido desarrollando el Consejo de Estado en
su jurisprudencia en la Sección Tercera.
31
Lo novedoso es el haber involucrado el artículo 90 constitucional, sin embargo, bastaba con el
medio de control. Conforme a la jurisprudencia constitucional, C-644 de 2011, se mantienen
entonces, los regímenes de responsabilidad y de exoneración de responsabilidad.
Se puede llamar en garantía, existe fuero de atracción, como en el medio de control anterior.
Lo que debe ser motivo de discusión y debate, es la expresión del inciso final del artículo
transcrito, cuando el legislador le impone al juez que en la sentencia, determine la
proporción por la cual debe responder cada una de ellas, teniendo en cuenta la influencia
causal del hecho o la omisión en la ocurrencia del daño.
"...Para el año 1992, el señor Edmundo Eduardo Montilla Tapia -llamado en garantía
de la entidad pública demandada a solicitud del Ministerio Público- prestaba sus
servicios para el departamento del Huila en la Secretaría de Obras Públicas
Departamentales, como chofer clase I grado 01 y, el 16 de octubre de ese año conducía
la volqueta de placas OW-8730, involucrada en el accidente de tránsito que le costó la
vida al señor Carlos Eliécer Cortés Duarte. Respecto de la conducta desplegada por el
señor Edmundo Eduardo Montilla Tapia el 16 de octubre de 1992, de conformidad con
los hechos probados, la Sala considera que es constitutiva de culpa grave, en tanto que
aunque no se aprecia que haya sido intencional, sí es claro que fue extremadamente
negligente, incuriosa e incluso temeraria, pues resulta aberrante que una vez que
golpeó al señor Carlos Eliécer Cortés Duarte con la parte izquierda del guardabarros
delantero del vehículo oficial que conducía, lanzándolo por los aires contra la calzada
de la vía por la cual se desplazaba, en vez de detener su marcha con el fin de auxiliar
al peatón –actitud que sería la exigible-, su reacción fue la de acelerar el automotor con
el fin de emprender la huida, por lo cual pasó por encima del cuerpo del señor Cortés
Duarte, lo arrastró 23,40 metros y con las llantas traseras izquierdas de la volqueta le
aplastó el cráneo, hecho que constituyó la causa del deceso del peatón. En efecto, la
Sala, con apoyo en el artículo 63 del Código Civil y en la doctrina, ha considerado que la
culpa grave es la negligencia o imprudencia que sólo podrían explicarse por la necedad,
temeridad o incuria del agente y que se asimila al dolo que es la intención positiva de
causar daño a otro. (…) Por lo tanto, se condenará al llamado en garantía a
rembolsar al departamento del Huila el 70% del valor de la condena que se
profiere en esta sentencia, porque su actuación, sin ninguna duda fue gravemente
culposa, en tanto fue negligente, despreocupada y temeraria en una entidad
32
especialmente grave. Cabe aclarar que aunque en el proceso penal se profirió a favor
del señor Edmundo Eduardo Montilla Tapia resolución de preclusión de la investigación,
mediante providencia de noviembre 27 de 1992, con fundamento en que la causa del
daño fue la imprudencia de la víctima, su conducta bien podía ser valorada en este
proceso porque, como ya lo ha señalado la Sala el artículo 57 del Decreto 2700 de
1991, vigente al momento de adoptarse la decisión penal, sólo inhibía la acción civil
cuando se hubiera declarado, por providencia en firme, que la conducta causante del
perjuicio no se realizó o que el sindicado no la cometió o que obró en estricto
cumplimiento de un deber legal o en legítima defensa, norma de la cual la Sala infirió
que en los demás eventos la absolución o su equivalente en materia penal no impedía
adelantar contra el servidor estatal favorecido penalmente, la acción de repetición o
condenarlo en el proceso cuando había sido llamado en garantía...7".
33
OCTAVO: En firme este fallo devuélvase el expediente al Tribunal de origen para su cumplimiento
y expídanse a la parte actora las copias auténticas con las constancias de las cuales trata el artículo
115 del Código de Procedimiento Civil.
Si bien en esa decisión el Consejo de Estado estableció la proporción con la cual el Agente
debía contribuir con la reparación del daño (70%) en este caso, por ser un llamado en garantía
y por hacer parte de la función pública, el estado repite en su contra.
En los casos previstos en la norma transcrita, no se trata de un agente del estado, ni menos,
algún contratista o persona que ostente la función pública. Se trata de un particular, que debería
ser involucrado al proceso, aunque no tiene el carácter de litisconsorte necesario, es facultativo,
pero lo que consideramos poco común es cómo vamos a determinar la proporción con la que
ese particular -sino concurre al proceso- deba el juez entonces indicarla en la sentencia.
El argumento más lógico sería que al establecer las proporciones, prima facie, se determinarían
así las obligaciones de cada parte por la cuales deberá responder. Para la claridad de lo
anterior, es necesario entonces acudir a las voces del código civil en materia de obligaciones
solidarias, conjuntas y y divisibilidad de las obligaciones, conforme a la interpretación
sistemática de la Ley. También abordaremos el artículo 2344 de esa normatividad, que según
las voces de la comisión de reforma, se buscó erradicar de manera polémica en la aplicación
de las sentencias contenciosas.
Solidaridad.
34
Pero en virtud de la convención, del testamento o de la ley puede exigirse cada uno de
los deudores o por cada uno de los acreedores el total de la deuda, y entonces la
obligación es solidaria o in solidum.
La solidaridad debe ser expresamente declarada en todos los casos en que no la
establece la ley.
ARTICULO 1569. <IDENTIDAD DE LA COSA DEBIDA>. La cosa que se debe
solidariamente por muchos o a muchos, ha de ser una misma, aunque se deba de
diversos modos; por ejemplo, pura y simplemente respecto de unos, bajo condición o a
plazo respecto de otros.
ARTICULO 1570. <SOLIDARIDAD ACTIVA>. El deudor puede hacer el pago a
cualquiera de los acreedores solidarios que elija, a menos que haya sido demandado
por uno de ellos, pues entonces deberá hacer el pago al demandante.
La condonación de la deuda, la compensación, la novación que intervenga entre el
deudor y uno cualquiera de los acreedores solidarios, extingue la deuda con respecto
a los otros, de la misma manera que el pago lo haría; con tal que uno de estos no haya
demandado ya al deudor.
ARTICULO 1571. <SOLIDARIDAD PASIVA>. El acreedor podrá dirigirse contra todos
los deudores solidarios conjuntamente, o contra cualquiera de ellos a su arbitrio, sin
que por éste pueda oponérsele el beneficio de división.
ARTICULO 1572. <DEMANDA CONTRA DEUDOR SOLIDARIO>. La demanda
intentada por el acreedor contra algunos de los deudores solidarios, no extingue la
obligación solidaria de ninguno de ellos, sino en la parte que hubiere sido satisfecha
por el demandado.
ARTICULO 1573. <RENUNCIA DE LA SOLIDADRIDAD POR EL ACREEDOR>. El
acreedor puede renunciar expresa o tácitamente la solidaridad respecto de unos de los
deudores solidarios o respecto de todos.
La renuncia tácitamente en favor de uno de ellos, cuando la ha exigido o reconocido el
pago de su parte o cuota de la deuda, expresándolo así en la demanda o en la carta de
pago, sin la reserva especial de la solidaridad, o sin la reserva general de sus derechos.
Pero esta renuncia expresa o tácita no extingue la acción solidaria del acreedor contra
los otros deudores, por toda la parte del crédito que no haya sido cubierta por el deudor
a cuyo beneficio se renunció la solidaridad.
Se renuncia la solidaridad respecto de todos los deudores solidarios, cuando el
acreedor consciente en la división de la deuda.
ARTICULO 1574. <RENUNCIA DE LA SOLIDARIDAD RESPECTO DE PENSIONES
PERIODICAS>. La renuncia expresa o tácita de la solidaridad de una pensión periódica
se limita a los pagos devengados, y sólo se extiende a los futuros cuando el acreedor
lo expresa.
ARTICULO 1575. <CONDONACION DE DEUDA SOLIDARIA>. Si el acreedor condona
la deuda a cualquiera de los deudores solidarios, no podrá después ejercer la acción
que se le concede por el artículo 1561 sino con rebaja de la cuota que correspondía
al primero en la deuda.
35
ARTICULO 1576. <NOVACION DE OBLIGACIONES SOLIDARIAS>. La renovación
entre el acreedor y uno cualquiera de los deudores solidarios, liberta a los otros, a
menos que éstos accedan a la obligación nuevamente constituida.
ARTICULO 1577. <EXCEPCIONES DEL DEUDOR>. El deudor demandado puede
oponer a la demanda todas las excepciones que resulten de la naturaleza de la
obligación, y además todas las personales suyas.
Pero no puede oponer, por vía de compensación, el crédito de un codeudor solidario
contra el demandante, si el codeudor solidario no le ha cedido su derecho.
ARTICULO 1578. <DESTRUCCION DE LA COSA DEBIDA SOLIDARIAMENTE>. Si la
cosa perece por culpa o durante la mora de uno de los deudores solidarios, todos ellos
quedan obligados solidariamente al precio, salvo la acción de los codeudores contra el
culpable o moroso. Pero la acción de perjuicios a que diere lugar la culpa o mora, no
podrá intentarla el acreedor sino contra el deudor culpable o moroso.
ARTICULO 1579. <SUBROGACION DE DEUDOR SOLIDARIO>. El deudor solidario
que ha pagado la deuda o la ha extinguido por alguno de los medios equivalentes al
pago, queda subrogado en la acción del acreedor con todos sus privilegios y
seguridades, pero limitada respecto de cada uno de los codeudores a la parte o cuota
que tenga este codeudor en la deuda.
Si el negocio para el cual ha sido contraída la obligación solidaria, concernía solamente
a alguno o algunos de los deudores solidarios, serán estos responsables entre sí, según
las partes o cuotas que le correspondan en la deuda, y los otros codeudores serán
considerados como fiadores.
La parte o cuota del codeudor insolvente se reparte entre todos los otros a prorrata de
las suyas, comprendidos aún aquellos a quienes el acreedor haya exonerado de la
solidaridad.
ARTICULO 1580. <RESPONSABILIDAD DE LOS HEREDEROS DE DEUDORES
SOLIDARIOS>. Los herederos de cada uno de los deudores solidarios son, entre todos,
obligados al total de la deuda; pero cada heredero será solamente responsable de
aquella cuota de la deuda que corresponda a su porción hereditaria
Obligaciones Divisibles.
36
uno de los codeudores es solamente obligado al pago de la suya; y la cuota del deudor
insolvente no gravará a sus codeudores. Exceptúanse los casos siguientes:
1o.) La acción hipotecaria o prendaria se dirige contra aquel de los codeudores que
posea, en todo o parte, la cosa hipotecada o empeñada. El codeudor que ha pagado
su parte de la deuda, no puede recobrar la prenda u obtener la cancelación de la
hipoteca, ni aún en parte, mientras no se extinga el total de la deuda; y el acreedor a
quien se ha satisfecho su parte del crédito, no puede remitir la prenda o cancelar la
hipoteca, ni aún en parte, mientras no hayan sido enteramente satisfechos sus
coacreedores.
2o.) Si la deuda es de una especie o cuerpo cierto, aquel de los codeudores que lo
posee es obligado a entregarlo.
3o.) Aquel de los codeudores por cuyo hecho o culpa se ha hecho imposible el
cumplimiento de la obligación, es exclusiva y solidariamente responsable de todo
perjuicio al acreedor.
4o.) Cuando por testamento o por convención entre los herederos, o por partición de la
herencia, se ha impuesto a uno de los herederos la obligación de pagar el total de la
deuda, el acreedor podrá dirigirse o contra este heredero por el total de la deuda, o
contra cada uno de los herederos por la parte que le corresponda a prorrata.
Si expresamente se hubiere estipulado con el difunto que el pago no pudiese hacerse
por partes, ni aún por los herederos del deudor, cada uno de estos podrá ser obligado
a entenderse con sus coherederos para pagar el total de la deuda, o a pagarla él mismo,
salvo su acción de saneamiento.
Pero los herederos del acreedor, si no entablan conjuntamente su acción, no podrán
exigir el pago de la deuda, sino a prorrata de sus cuotas.
5o.) Si se debe un terreno o cualquiera otra cosa indeterminada, cuya división
ocasionare grave perjuicio al acreedor, cada uno de los codeudores podrá ser obligado
a entenderse con los otros para el pago de la cosa entera, o pagarla él mismo, salvo su
acción para ser indemnizado por los otros.
Pero los herederos del acreedor no podrán exigir el pago de la cosa entera, sino
intentando conjuntamente su acción.
6o.) Cuando la obligación es alternativa, si la elección es de los acreedores, deben
hacerlas todos de consuno; y si de los deudores, deben hacerlas de consuno todos
éstos.
ARTICULO 1584. <DEBERES Y DERECHOS DE LAS PARTES EN OBLIGACIONES
INDIVISIBLES>.Cada uno de los que han contraído unidamente una obligación
indivisible, es obligado a satisfacerla en todo, aunque no se haya estipulado la
solidaridad, y cada uno de los acreedores de una obligación indivisible tiene igualmente
derecho a exigir el total.
ARTICULO 1585. <DERECHOS Y DEBERES DE LOS HEREDEROS EN
OBLIGACIONES INDIVISIBLES>. Cada uno de los herederos del que ha contraído una
obligación indivisible es obligado a satisfacerla en el todo, y cada uno de los herederos
del acreedor puede exigir su ejecución total.
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ARTICULO 1586. <INTERRUPCION DE LA PRESCRIPCION EN OBLIGACIONES
INDIVISIBLES>. La prescripción interrumpida respecto de uno de los deudores de la
obligación indivisible, lo es igualmente respecto de los otros.
ARTICULO 1587. <DEMANDA CONTRA DEUDOR DE OBLIGACIONES
INDIVISIBLES>. Demandado uno de los deudores de la obligación indivisible podrá
pedir un plazo para entenderse con los demás deudores, a fin de cumplirla entre todos;
a menos que la obligación sea de tal naturaleza que él solo pueda cumplirla, pues en
tal caso podrá ser condenado desde luego al total cumplimiento, quedándole a salvo su
acción contra los demás deudores, para la indemnización que le deban.
ARTICULO 1588. <EXTINCION DE LA OBLIGACION POR CUMPLIMIENTO>. El
cumplimiento de la obligación indivisible por cualquiera de los obligados, la extingue
respecto de todos.
ARTICULO 1589. <PROHIBICIONES A LOS ACREEDORES>. Siendo dos o más los
acreedores de la obligación indivisible, ninguno de ellos puede, sin el consentimiento
de los otros, remitir la deuda o recibir el precio de la cosa debida. Si alguno de los
acreedores remite la deuda o recibe el precio de la cosa, sus coacreedores podrán
todavía demandar la cosa misma, abonando al deudor la parte o cuota del acreedor
que haya remitido la deuda o recibido el precio de la cosa.
ARTICULO 1590. <DIVISIBILIDAD DE LA ACCION DE PERJUICIOS>. Es divisible la
acción de perjuicios que resulta de haberse cumplido o de haberse retardado la
obligación indivisible: ninguno de los acreedores puede intentarla, y ninguno de los
deudores está sujeto a ella, sino en la parte que le quepa.
Si por el hecho o culpa de uno de los deudores de la obligación indivisible, se ha hecho
imposible el cumplimiento de ella, ese solo será responsable de todos los perjuicios.
ARTICULO 1591. <RESPONSABILIDAD DEL CODEUDOR INCUMPLIDO>. Si de dos
codeudores de un hecho que deba ejecutarse en común, el uno está pronto a cumplirlo,
y el otro lo rehusa o retarda, éste sólo será responsable de los perjuicios que de la
inejecución o retardo del hecho resultaren al acreedor.
OBLIGACIONES CONJUNTAS.
38
La obligación simplemente conjunta o mancomunada es aquella que tiene un objeto divisible
y hay pluralidad de deudores, de acreedores o de ambos, pero cada deudor está obligado al
pago de su parte en la deuda, y cada acreedor puede demandar únicamente su cuota en ella.”
La prestación es debida conjuntamente por varios deudores, o conjuntamente varios acreedores
tienen derecho a ella. Si son varios los deudores conjuntos, ninguno de ellos debe el total de la
prestación, sino únicamente una parte proindiviso de ella; lo mismo ocurre en el caso de varios
acreedores conjuntos, en que ninguno puede el total de la prestación sino la parte que le
corresponde. En otras palabras: la obligación conjunta o divisible, con pluralidad de sujetos
activos o pasivos, constituye una especie de comunidad respecto a la prestación considerada
como acreencia o deuda. Cada acreedor establece una relación de obligatoriedad con su
deudor, y viceversa, y cada deudor la establece con el acreedor.
Se caracterizan por la pluralidad de sujetos, nunca menos de dos, debe haber unidad de
prestación, es decir, debe ser una sola cosa la debida. Esta clase de obligación constituye la
regla general en materia de obligaciones contraídas entre varias personas…. La obligación
conjunta se entiende dividida en tantas partes, cuantos sean los sujetos que en ella intervienen;
y habrá tantas deudas como sean los deudores al igual que con el crédito. La regla general es
que la deuda o el crédito queda dividido por partes iguales, que reciben la denominación de
cuotas.
De las normas consultadas, el inciso final del artículo 140 del CPACA lo que determina es la
inaplicación del artículo 2344 del código civil ante el hecho de la divisibilidad de la sentencia
cuando se advierta la concurrencia de un particular en la concurrencia del daño, porque desde
la conceptualización de las instituciones del código civil y teniendo en cuenta el marco normativo
del medio de control de conformidad con el artículo 90 constitucional, se debilita la tesis que se
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pueda repetir contra el particular pues solo se repite contra el agente causante del daño, no
encuadrándose en esa premisa mayor al particular que no está en ejercicio de función
administrativa.
Tampoco se trata de una obligación solidaria que pueda ser susceptible de subrogación porque
el solo hecho de dividirla, desaparece la característica que pueda ser cobrada indistintamente
a cualquiera de los obligados, por ende nos apartamos de quienes afirman en las salas
académicas que la norma en cita, derogó el Código Civil inspirado en don Andrés Bello,
pues estas obligaciones que se generan con la sentencia divisible, no son de particulares
sino, contenciosas administrativas regidas por normas especiales y los vacíos
normativos, se ha construido jurisprudencialmente.
Tampoco resulta ser obligaciones conjuntas, porque no son del mismo valor las que de ella
surgen por mandato de Ley o por el testamento sino, producto de la argumentación del juez
basados en unos criterios de proporcionalidad del daño y su grado de influencia causal por los
agentes públicos - y particulares.
Por ende, separando al particular los razones expuestas, se mantiene la solidaridad con el
agente causante del daño y el llamado en garantía que es distinto. Aquí el particular, como
responsable que es, se obligará en su proporción determinada por el Juez de manera autónoma
con solidaridad o no, con quien lo ampare conforme al régimen de los privados como puede ser
que el vehículo sea destinado al servicio de trasporte público (empresa privada ) y sea
demandada junto con el conductor del vehículo.
Finalmente, respecto a la aplicación del artículo 2344 del Código Civil Colombiano en
los contenciosos de reparación directa por responsabilidad patrimonial del estado,
consideramos acertado que se aleje de la especialidad contenciosa tal aplicación si bien
en los privados esta es la fuente de la obligación solidaria para quienes participaron en
40
la comisión del hecho dañoso por dolo o culpa, en materia contenciosa esta norma no le
sirve de fuente, dado a que es la Constitución Política de 1991 en su artículo 90 como se
consignó en el artículo 140, el que gobierna la responsabilidad patrimonial del estado y
no el código civil. Por ende, no existe -y es nuestro criterio- una reforma al artículo
mencionado y menos, una derogatoria tácita de la misma, porque reiteramos la fuente de
las obligaciones por responsabildiad extracontractual del estado -como es el caso bajo
estudio- es la constitución.
A manera de ejemplo nos permitimos citar la siguiente argumentación casuística del Honorable
Consejo de Estado en la que se hace mención del artículo 2344 del Código Civil Colombiano.
41
En estos medios de control se deberán tener en cuenta por parte del Juez la aplicación del
control difuso de convencionalidad partiendo de la constitucionalización del derecho ante el
hecho concreto que el fundamento de la reparación es la victima lo cual no debe ser entendido
como un afianzamiento general del estado de todo cuanto suceda. Es decir, que todo lo fáctico
que rodea al daño deberá ser imputado al estado jurídicamente y por ese solo hecho sea
acreedor a una indemnización.
El Consejo de Estado Colombiano ha sido enfático bajo la premisa de la aplicación del control
difuso interno de convencionalidad en la aplicación de las decisiones de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos en algunas sentencias Colombianas como ocurrió
con la toma de las delicias entre otras.
“La Sala de Sub-sección advierte que para casos como el presente donde cabe valorar
la ocurrencia de violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional
humanitario por afectación de miembros de la población civil (detenidos ilegalmente,
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torturados y muerto) inmersa en el conflicto armado, del cual se desprende los hechos
ocurridos los días 2 y 5 de noviembre de 1993, no puede seguir aplicándose lo
establecido en el Código de Procedimiento Civil ajeno al respeto de la protección de los
derechos humanos, dado que se estaría vulnerando la Convención Americana de
Derechos Humanos, debiendo garantizarse el acceso a la justicia en todo su contenido
como derecho humano reconocido constitucional y supraconstitucionalmente (para lo
que el juez contencioso administrativo puede ejercer el debido control de
convencionalidad), (…) La Sala de Sub - sección examinando, con el mayor rigor
posible, el acervo probatorio y valorando ponderadamente (las pruebas directas y los
indicios corroborados) los fundamentos jurídicos encuentra que todo indica necesaria,
convergente y con certeza que se configuró la falla en el servicio por la realización de
un procedimiento u operativo militar anormal, irregular, desproporcionado y arbitrario,
que contradice las obligaciones positivas de protección de los derechos humanos
fundamentales de TODO ciudadano, en especial por desatender grave y
ostensiblemente los mandatos constitucionales consagrados en los artículos 2, 12, 28,
29, 217 y 229 de la Carta Política, las Convenciones de las Naciones Unidas e
Interamericana contra la Tortura y tratos o penas crueles o degradantes y los artículos
1, 4.1, 4.2, 5.1, 5.2, 7.5 y 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, y los
reglamentos de la entidad militar, en los que se debe cumplir: (…), todo lo cual se
desatendió gravemente por los miembros del Grupo CAES del Grupo Mecanizado
número 5 “Maza” en el operativo realizado el 2 de noviembre de 1993, y que tuvo como
consecuencia las afectaciones padecidas por Ramón Alirio Pérez Vargas y el
desencadenamiento de la muerte brutal y atroz , por incineración, de Gerardo Liévano
García. (…) El grave y ostensible incumplimiento de las obligaciones positivas se opone
a la garantía de protección, especialmente por parte del Ejército Nacional, al haberse
practicado sobre ellos una detención ilegal ya que si los mencionados señores se
encontraban en la comisión de un ilícito era su deber convencional, constitucional y
legal ponerlos a disposición de la autoridad judicial competente (…). En segundo lugar,
se concretó la falla en el servicio porque los miembros del Ejército que desarrollaron el
operativo militar practicaron actos de tortura sobre Ramón Alirio y Gerardo Liévano, sin
haber atendido a sus obligaciones, y sin haber sido sancionados por la justicia penal
militar por sus actos, lo que implica un escaso compromiso de la institución por depurar
y examinar periódicamente, como lo dicen las normas de derecho internacional de los
derechos humanos, el adiestramiento encaminado a suprimir, evitar y sancionar todo
acto de tortura, cruel o inhumano. (…) Para el caso en concreto, tal como se determinó
en la decisión penal de primera y segunda instancia, y en la investigación disciplinaria
cursada, el procedimiento militar desplegado por varios miembros del Ejército Nacional
(los hoy llamados en garantía) representó una acción deliberada, arbitraria,
desproporcionada y violatoria de todos los estándares de protección mínima aplicable
tanto a miembros de los grupos armados insurgentes que presuntamente participaban
en la comisión de un ilícito penal (el secuestro extorsivo de Daniel Arismendi)”10.
43
LA ACCION IN REM VERSO. Hechos Cumplidos.
Finalmente no podemos dejar de incluir en este medio de control, la más reciente decisión de
la Sección Tercera, en la cual se unifica la jurisprudencia en torno al hecho concreto de los
hechos cumplidos ejecutados sin contrato estatal, buscando el reconocimiento de una
compensación y no, de una reparación del daño con indemnización de perjuicios justiciable por
este medio de control.
Debe entenderse que la acción ejercitada por el actor es la de in rem verso, en tanto que no es
posible discutir, por vía de la acción contractual, el reconocimiento económico causado por la
ejecución de una prestación, cuando no existiere de por medio un contrato en los términos
previstos por la ley contractual, es decir, cuando su fuente no es contractual. Con fundamento
en el principio “iura novit curia” - exponed el hecho que el juez conoce el derecho-, el juez está
facultado para interpretar si la acción es o no de naturaleza contractual, respetando la causa
petendi, con el fin de que la inadecuada escogencia de la acción por parte del actor no constituya
impedimento para emitir un fallo de fondo. Asumir una posición contraria sería rendirle un culto
injustificado a la forma por la simple forma, con desconocimiento del principio constitucional de
44
prevalencia del derecho sustancial consagrado en el artículo 288 superior, en virtud del cual el
juzgador está en el deber de interpretar la demanda, establecer la materia del litigio, con
prescindencia de la forma.
45
Sin embargo, el doctor ENRIQUE GIL BOTERO considera que además de esos casos existen
otros igualmente evidentes.
Artículo 141.
Cualquiera de las partes de un contrato del Estado podrá pedir que se declare su existencia o
su nulidad, que se ordene su revisión, que se declare su incumplimiento, que se declare la
nulidad de los actos administrativos contractuales, que se condene al responsable a indemnizar
los perjuicios, y que se hagan otras declaraciones y condenas. Así mismo, el interesado podrá
solicitar la liquidación judicial del contrato cuando esta no se haya logrado de mutuo acuerdo y
la entidad estatal no lo haya liquidado unilateralmente dentro de los dos (2) meses siguientes al
vencimiento del plazo convenido para liquidar de mutuo acuerdo o, en su defecto, del término
establecido por la ley.
Los actos proferidos antes de la celebración del contrato, con ocasión de la actividad
contractual, podrán demandarse en los términos de los artículos 137 y 138 de este Código,
según el caso. (Nulidad y Nulidad con restablecimiento del derecho)
El Ministerio Público o un tercero que acredite un interés directo podrán pedir que se declare la
nulidad absoluta del contrato. El juez administrativo podrá declararla de oficio cuando esté
plenamente demostrada en el proceso, siempre y cuando en él hayan intervenido las partes
contratantes o sus causahabientes.
Del contenido literal de la regla en cita se mantiene en su esencia la pretensión esencial como
es resolver el conflicto con ocasión del contrato estatal. Ello mantiene de manera estricta su
relación con el régimen sustancial, lo que conlleva una función integradora de este medio de
46
control con toda la legislación dispersada y con motivo de la expedición del Decreto 743 de
2012, ha sido compilada.
Así las cosas, teniendo como fuente a la contratación estatal y toda su normatividad desde la
Ley 80 de 1993 hasta la expedición del decreto 743 de 2012 -las vigentes claro está- este
medio de control permite que se declare la existencia del contrato, sin que sea utilizada la vía
de la acción in rem verso, la cual, venía siendo defendida para este tipo de pretensiones
declarativas por el Consejo de Estado, hasta que se dijo que la ilegalidad-como es un contrato
sin los requisitos formales previo recorrido del iter contractus- no generaba derecho, entonces,
no puede ser fuente de las obligaciones, tesis que originó la utilización de este medio de control
para que los jueces declararan su existencia como pretensión principal”.
Así era el criterio jurisprudencial, aún antes de 2010 cuando fortaleció la tesis del
reconocimiento o la existencia del contrato debía ser por la vía de las controversias
contractuales.
Debe entenderse que la acción ejercitada por el actor es la de in rem verso, en tanto que
no es posible discutir, por vía de la acción contractual, el reconocimiento económico
causado por la ejecución de una prestación, cuando no existiere de por medio un contrato
en los términos previstos por la ley contractual, es decir, cuando su fuente no es
contractual. Con fundamento en el principio “iura novit curia” - exponed el hecho que el
juez conoce el derecho-, el juez está facultado para interpretar si la acción es o no de
naturaleza contractual, respetando la causa petendi, con el fin de que la inadecuada
escogencia de la acción por parte del actor no constituya impedimento para emitir un fallo
de fondo. Asumir una posición contraria sería rendirle un culto injustificado a la forma por
la simple forma, con desconocimiento del principio constitucional de prevalencia del
derecho sustancial consagrado en el artículo 288 superior, en virtud del cual el juzgador
está en el deber de interpretar la demanda, establecer la materia del litigio, con
prescindencia de la forma.
La rectificación Jurisprudencial:
47
Sin embargo, la Sala se remite a las consideraciones expuestas en la presente
providencia, para replantear su posición en este tipo de casos, para afirmar que
cuando el contratista de la administración acepte prestar un servicio, con pleno
conocimiento de que está actuando sin la protección que el ordenamiento jurídico
ofrece a los colaboradores de la administración, no puede aprovecharse
posteriormente de su propia culpa, para pedir que le sea reintegrado lo que ha
perdido como causa de la violación de la Ley.
Sobre la Nulidad y sus causales, es indispensable tener en cuenta por vía de jurisprudencia lo
que mantiene la línea jurisprudencial del Consejo de Estado:
"...Así las cosas, se impone puntualizar que los contratos estatales serán nulos entonces,
de manera absoluta, i) en aquellos eventos establecidos en el Código Civil como
constitutivos de la nulidad absoluta de los actos o contratos, según las previsiones de sus
artículos 6 y 1741 y ii) en los casos específicamente determinados en los diferentes
numerales del transcrito artículo 44 de la Ley 80. Como resulta apenas natural, hay lugar
48
a señalar que aquellas causales de nulidad absoluta de los contratos estatales que
provienen del Código Civil, por la incorporación que de las mismas dispuso a la Ley 80
la parte inicial de su artículo 44, sin perjuicio de adaptarlas a algunos de los principios
que regulan y orientan tanto la contratación pública como el Derecho Administrativo en
general, deberán ser interpretadas y aplicadas en los términos en que las mismas han
sido entendidas tanto por la Jurisprudencia que al respecto ha construido la Sala de
Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, como por la doctrina desarrollada a partir,
precisamente, del estudio de las normas que integran esa codificación y en idéntico
sentido habrá que concluir que en este campo también serán aplicables aquellas otras
disposiciones legales contenidas en el Código Civil que se ocupan de precisar el sentido
y el alcance de las nociones que sirven para estructurar las causales de nulidad absoluta
consagradas en los artículos 6 y 1741 de ese cuerpo normativo (como el caso de la ilicitud
en el objeto, la ilicitud en la causa, la incapacidad absoluta, etc.; artículos 1503, 1504,
1517, 1518, 1519, 1521, 1523, 1524 C.C.)...12".
De la jurisprudencia transcrita tenemos que remitirnos a las causales de nulidad del contrato
que además de las previstas por el Código Civil Colombiano se encuentran en la Ley 80 de
1993 aún vigentes así:
La nulidad absoluta podrá ser alegada por las partes, por el agente del Ministerio Público, por
cualquier persona o declarada de oficio, y no es susceptible de saneamiento por ratificación.
49
En los casos previstos en los numerales 1o. 2o. y 4o. del artículo anterior, el jefe o representante
legal de la entidad respectiva deberá dar por terminado el contrato mediante acto administrativo
debidamente motivado y ordenará su liquidación en el estado en que se encuentre.
"iii) Por fuera del tema de la separabilidad de los actos previos, la disposición en comento
también modificó el artículo 45 de la Ley 80 de 1993, que había ampliado la titularidad de la
acción de nulidad absoluta de los contratos estatales, al haber dispuesto que podía ser alegada
"...por las partes, por el agente del Ministerio Público, por cualquier persona o declarada de
oficio..." Ahora, según el inciso tercero no acusado de la disposición bajo examen, solamente
"cualquier tercero que acredite un interés directo podrá pedir que se declare su nulidad
absoluta".
De la Nulidad Relativa. Los demás vicios que se presenten en los contratos y que conforme al
derecho común constituyen causales de nulidad relativa, pueden sanearse por ratificación
expresa de los interesados o por el transcurso de dos (2) años contados a partir de la ocurrencia
del hecho generador del vicio.
50
De los Efectos de la Nulidad La declaración de nulidad de un contrato de ejecución sucesiva no
impedirá el reconocimiento y pago de las prestaciones ejecutadas hasta el momento de la
declaratoria.
Habrá lugar al reconocimiento y pago de las prestaciones ejecutadas del contrato nulo por
objeto o causa ilícita, cuando se probare que la entidad estatal se ha beneficiado y únicamente
hasta el monto del beneficio que ésta hubiere obtenido. Se entenderá que la entidad estatal se
ha beneficiado en cuanto las prestaciones cumplidas le hubieren servido para satisfacer un
interés público.
Del Saneamiento de los Vicios de Procedimiento o de Forma. Ante la ocurrencia de vicios que
no constituyan causales de nulidad y cuando las necesidades del servicio lo exijan o las reglas
de la buena administración lo aconsejen, el Jefe o representante legal de la entidad, en acto
motivado, podrá sanear el correspondiente vicio.
Para la corporación de lo contencioso administrativo tiene aplicación las normas del código de
comercio y de la jurisprudencia que ha desarrollado los requisitos y que deben ser probados
por el demandante, especialmente -no el único medio- con dictámenes periciales entre otros de
esas circunstancias posteriores e imprevisibles que sean desfavorables al contratista.
Indica la jurisprudencia:
51
subjetivo o formal que hace relación al valor subjetivo que para cada una de las partes
tiene la prestación de la otra, estimada en una medida determinada y respetada en virtud
de la autonomía de la voluntad. Desde épocas históricas anteriores a la codificación,
siempre ha existido, en la teoría general del derecho ius naturalista, la aspiración al
equilibrio material u objetivo mediante el justo precio (…). Detrás de estos criterios,
estaba patente el deseo de facilitar las transmisiones de bienes (la riqueza de las
naciones) y, en general, la defensa del liberalismo económico (…). En nuestro régimen
jurídico continental de derecho privado, siguiendo de cerca este desarrollo, el contrato se
fundamentó en el principio de la autonomía de la voluntad, la libertad negocial y la ley
contractual (lex contractus, pacta sunt servanda), regido bajo una equivalencia
prestacional subjetiva para facilitar el tráfico patrimonial, la cual debe ser respetada,
siempre que no contraríe las normas imperativas, el orden público y las buenas
costumbres. Esto significa que, en el derecho privado, por regla general, la voluntad
libremente expresada comporta que ante posibles desequilibrios en el valor real de las
prestaciones, tanto al tiempo de celebrarse el contrato como en los momentos
subsiguientes a su nacimiento, se esté en todo caso a lo convenido; es decir, los riesgos
y vicisitudes del negocio, en principio, son asumidos por las partes en los términos
inicialmente previstos porque el contrato es ley para ellas, situación que sólo puede ser
variada o modificada por un nuevo acuerdo entre las mismas, o en aquellos casos en que
expresamente el derecho común lo autorice o se determine la necesidad de la
intervención estatal. Por ejemplo, para sancionar vicios de la voluntad (error, fuerza, dolo)
o situaciones irregulares objetivas (lesión enorme), o para evitar abusos de las
condiciones de superioridad de una de las partes o hacer prevalecer intereses de la
economía general (regulación oficial de precios de ciertos bienes y servicios), o
excepcionalmente por hechos imprevistos e irresistibles que tornen en forma grave y
onerosa el cumplimiento del contrato (teoría de la imprevisión, art. 868 C. Co.). La tensión
entre las corrientes de la equivalencia material u objetiva de las prestaciones y la
equivalencia subjetiva o formal, y toda la discusión en torno a las mismas no es ajena a
la contratación de la administración pública. En el derecho público, a contrariedad de la
filosofía del derecho privado, con fundamento en el interés general y la posición de
colaborador que tiene el contratista respecto de las entidades públicas en el logro de los
fines del Estado, se ha desarrollado con amplitud el principio de la ecuación financiera o
equilibrio económico del contrato, con el cual se persigue que la correlación existente al
tiempo de su celebración entre las prestaciones que están a cargo de cada una de las
partes del contrato, permanezca durante toda su vigencia, de tal manera que a la
terminación de éste, cada una de ellas alcance la finalidad esperada con el contrato. No
obstante, una de las excepciones en las que se puede aplicar el principio rebus sic
stantibus en el derecho privado, como se anotó, es la denominada teoría de la imprevisión
consagrada en el artículo 868 del Código de Comercio, que citó la sociedad actora en su
demanda (…). De acuerdo con la norma transcrita del estatuto mercantil, la teoría de la
imprevisión procede cuando la ejecución de un contrato conmutativo se torna
excesivamente onerosa para una de las partes, en razón a hechos sobrevinientes,
extraordinarios e imprevisibles a su celebración, de forma que se autoriza su revisión por
52
parte del juez, con el objeto de reajustar el contrato. Según la doctrina y la jurisprudencia,
los elementos que estructuran esta teoría son: a) Que el contrato sea bilateral,
conmutativo y de ejecución sucesiva, periódica o diferida y, por ende, excluye los
contratos de ejecución instantánea; b) Que se presenten circunstancias extraordinarias,
imprevistas o imprevisibles posteriores a la celebración del contrato en el caso concreto;
c) Que esas circunstancias extraordinarias, imprevistas e imprevisibles alteren o agraven
la prestación a cargo de una de las partes, en grado tal que le resulte excesivamente
onerosa; y d) Que el acontecimiento resulte ser ajeno a las partes. En consecuencia, se
concluye que la reclamación del sub examine se debe estudiar y analizar a la luz de los
presupuestos de configuración que fundamentan la teoría de la imprevisión, establecidos
en la disposición mercantil..."13
Advertimos, que el medio de control distingue entre actos contractuales y los pre-contractuales
para indicar, procesalmente, que estos últimos serán pasibles por el medio de control de nulidad
y nulidad y restablecimiento del derecho, es decir aquellos previos a la celebración del contrato,
hasta el acto administrativo definitivo de adjudicación del contrato. Los demás-proferidos
durante la ejecución del contrato y su liquidación- son controlables por este medio de control.
Finalmente, debemos llamar la atención que como en la Ley 446 de 1998, el término de
caducidad para el ejercicio de este medio de control se dispuso en dos (2) años, sin embargo
desarrollos jurisprudenciales indicaron que el término de prescripción era el señalado en la Ley
80 de 1993 por ser especial, aunque no posterior como lo era la Ley 446.
53
Artículo 55.- De la Prescripción de las Acciones de Responsabilidad
Contractual La acción civil derivada de las acciones y omisiones a que se
refieren los artículos 50, 51, 52 y 53 de esta ley prescribirá en el término de
veinte (20) años, contados a partir de la ocurrencia de los mismos. La acción
disciplinaria prescribirá en diez (10) años. La acción penal prescribirá en veinte (20)
años.
"...El actual mandato constitucional es no sólo imperativo -ya que ordena al Estado
responder- sino que no establece distinciones según los ámbitos de actuación de
las autoridades públicas. En efecto, la norma simplemente establece dos requisitos
para que opere la responsabilidad, a saber, que haya un daño antijurídico y que éste sea
imputable a una acción u omisión de una autoridad pública. Pero el artículo 90 no
restringe esta responsabilidad patrimonial al campo extracontractual sino que
consagra un régimen general, por lo cual la Corte no considera de recibo el
argumento según el cual la noción de daño antijurídico no es aplicable en el ámbito
contractual. Por el contrario, para esta Corporación el inciso primero del artículo
90 consagra la cláusula general de responsabilidad patrimonial del Estado y
comprende por ende no sólo la responsabilidad extracontractual sino también el
sistema de responsabilidad precontractual (derivado de la ruptura de la relación
jurídico-administrativa precontractual) así como también la responsabilidad
patrimonial del Estado de carácter contractual. La Corte considera que la expresión
acusada no vulnera en sí misma la Constitución, siempre y cuando se entienda que ella
no excluye la aplicación directa del artículo 90 de la Carta al ámbito contractual. En
cambio, la disposición impugnada puede generar situaciones inconstitucionales si se
concluye que el artículo 50 de la Ley 80 de 1993 es el único fundamento de la
responsabilidad patrimonial del Estado en materia contractual, por cuanto ello implicaría
una ilegítima restricción del alcance del artículo 90 que, como se ha visto, consagra una
cláusula general de responsabilidad que engloba los distintos regímenes en la materia.
Por ello la Corte declarará la citada expresión exequible, pero de manera condicionada,
pues precisará que el artículo 50 de la Ley 80 de 1993 no constituye el fundamento único
de la responsabilidad patrimonial del Estado en el campo contractual, por lo cual el
artículo 90 de la Constitución es directamente aplicable en este campo..14.".
14 Sentencia C-333 de 1996 CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. En esa sentencia también resulta
destacable que, la Corte considera que puede haber casos en materia contractual que implican un daño antijurídico
sin que se pueda establecer la existencia de una conducta antijurídica de la administración. Así, sin que medie una
conducta contraria a derecho de la administración, puede ocurrir que se incremente el patrimonio de la entidad
54
6.8. MEDIO DE CONTROL DE REPETICION.
Artículo 142.
Cuando el Estado haya debido hacer un reconocimiento indemnizatorio con ocasión de una
condena, conciliación u otra forma de terminación de conflictos que sean consecuencia de la
conducta dolosa o gravemente culposa del servidor o ex servidor público o del particular en
ejercicio de funciones públicas, la entidad respectiva deberá repetir contra estos por lo pagado.
Observaciones:
Para este medio de control deberá tener en cuenta lo reglado por la Ley 678 de 2001, la cual
define el hoy medio de control como una acción civil de carácter patrimonial que deberá
ejercerse en contra del servidor o ex servidor público que como consecuencia de su conducta
dolosa o gravemente culposa haya dado reconocimiento indemnizatorio por parte del Estado,
pública y se empobrezca correlativamente el del contratista, en virtud de una mayor cantidad de obra que la pactada
por razones de interés genera. En ese caso, en función de la teoría de la imprevisión (C.C art 2060 ord 2º), habría
un enriquecimiento de la administración sin causa que implica un deber indemnizatorio, pues el contratista no tiene
por qué soportar ese perjuicio. Así, si en tales eventos se aplicara el artículo 50 de la Ley 80 de 1993 como
fundamento único de la responsabilidad contractual del Estado, se estaría admitiendo que este daño no fuese
reparado, lo cual vulnera el artículo 90 de la Carta.
55
proveniente de una condena, conciliación u otra forma de terminación de un conflicto. La
misma acción se ejercitará contra el particular que investido de una función pública haya
ocasionado, en forma dolosa o gravemente culposa, la reparación patrimonial. (Aparte
subrayado declarado exequible por la Corte Constitucional mediante Sentencia C-338 de
2006)
No obstante, en los términos de esta ley, el servidor o ex servidor público o el particular investido
de funciones públicas podrá ser llamado en garantía dentro del proceso de responsabilidad
contra la entidad pública, con los mismos fines de la acción de repetición.
Como fue planteado por el legislador del CPACA y constitucionalizado como se encuentra, el
agente puede ser llamado en garantía (con el proceso que pretende se declare la
responsabilidad patrimonial) o con posterioridad al mismo, una vez se haya pagado toda la
obligación en repetición, dentro del término de dos años (2) contados a partir del día siguiente
del pago.
Sobre este medio de control, deben precisarse las nociones de culpa grave, dolo, carga de la
prueba, lo que ilustramos con una muy académica jurisprudencia de la Sección Tercera de las
Sala Contenciosa del Consejo de Estado SECCIÓN TERCERA siendo CONSEJERO
PONENTE el doctor MAURICIO FAJARDO GÓMEZ Bogotá, D. C., de fecha octubre cuatro (4)
de dos mil siete (2007) con RADICACIÓN: 730012331000200001069-01 (24415
REF: ACCIÓN DE REPETICIÓN ACTOR: MUNICIPIO DEL LÍBANO DEMANDADO: JORGE
AMORTEGUl CIFUENTES
56
Se destaca lo siguiente:
"La responsabilidad del agente generador del daño tiene su fundamento en el precepto
contenido en el artículo 6°. Constitucional, bien como consecuencia de la infracción de la
Constitución o de las leyes o, específicamente, por la omisión o extralimitación que en el
ejercicio de sus funciones, así como en el artículo 124 de la Constitución que alude igualmente,
en forma expresa a la responsabilidad de los servidores públicos y asigna al legislador la función
de determinarla y de establecer los mecanismos para hacerla efectiva".
"Al no haberse precisado o definido legalmente, de manera específica para efectos de la acción
de repetición, los conceptos de 'culpa grave' y 'dolo', la jurisprudencia30 acudió inicialmente a la
noción recogida y desarrollada por el ordenamiento civil, en cuyo artículo 63 se distingue entre
la culpa grave, la culpa leve y la culpa levísima, para efectos de señalar que culpa o negligencia
grave es el descuido en que ni siquiera incurrirían las personas negligentes o de poca prudencia
en el manejo de sus propios negocios. Así mismo, el aludido artículo 63 precisa que en materia
civil esa culpa se equipara al dolo que, a su vez, se concibe como "la intención positiva de inferir
injuria a la persona o a la propiedad de otro". Así lo evidencia, por ejemplo, la Sentencia
proferida por la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de
Estado, radicación No. 9618, con ponencia del Magistrado Julio César Uribe Acosta, fechada
en Octubre 21 de 1994, en la cual, entre muchas otras cuestiones de importancia, se lee: "B)
Como el Dr. (...) fue llamado en garantía, se confirmará la decisión del a-quo en cuanto definió
que él es responsable de la conducta antijurídica, pues - un profesional de la medicina, colocado
en las mismas circunstancias en que él actuó, no habría procedido en la forma tan negligente
57
como él lo hizo. Para el sentenciador su comportamiento se encuadra dentro de la filosofía que
informa la CULPA GRAVE que, en el derecho colombiano se asimila al DOLO".
También acudiendo a las definiciones del artículo 63 del Código Civil, para determinar el
alcance que le corresponde a las diversas clases de culpa, puede consultarse el Concepto
emitido por la Sala de Consulta del Consejo de Estado, radicación No. 846, fechado en Julio 29
de 1996, con ponencia del Magistrado Roberto Suárez Franco.
El artículo 63 del Código Civil define las clases de culpa de la siguiente manera: Artículo 63.-
La ley distingue tres especies de culpa y descuido:
Culpa grave, negligencia grave, culpa lata, es la que consiste en no manejar los negocios ajenos
con aquel cuidado que aún las personas negligentes o de poca prudencia suelen emplear en
sus negocios propios. Esta culpa en materias civiles equivale al dolo.
Culpa leve, descuido leve, descuido ligero, es la falta de aquella diligencia y cuidado que los
hombres emplean ordinariamente en sus negocios propios. Culpa o descuido, sin otra
calificación, significa culpa o descuido leve. Esta especie de culpa se opone a la diligencia o
cuidado ordinario o mediano.
El que debe administrar un negocio como un buen padre de familia, es responsable de esta
especie de culpa.
Culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre juicioso
emplea en la administración de sus negocios importantes. Esta especie de culpa se opone a la
suma diligencia o cuidado.
58
En términos generales, la doctrina autorizada ha sostenido que el dolo hace referencia a “la
intención dirigida por el agente del Estado a realizar la actividad generadora del daño", mientras
que la culpa grave tiene que ver con "aquella conducta descuidada del agente estatal,
causadora del daño que hubiera podido evitarse con la diligencia y cuidado que corresponde a
quien debe atender dicha actividad en forma normal".15
.
Por su parte Sayagués se refiere genéricamente al "incumplimiento de los deberes del
cargo 16"
Para efectos de delinear un concepto legal independiente, propio del Derecho Público y
aplicable para el caso de las acciones de repetición que se deban promover contra los
servidores o ex- servidores públicos, la Ley 678, "por medio de la cual se reglamente la
determinación de responsabilidad patrimonial de los agentes del Estado a través del ejercicio
de la acción de repetición o de llamamiento en garantía con fines de repetición", adoptó una
definición legal diferente a la tradicionalmente utilizada, tal como lo recoge el artículo 6 de dicha
Ley, en cuya virtud:
"La conducta del agente del Estado es gravemente culposa cuando el daño es consecuencia
de una infracción directa a la Constitución o a la ley o de una inexcusable omisión o
extralimitación en el ejercicio de las funciones".
Esa misma Ley 678 de 2001, en su artículo 5°, definió el concepto de dolo para los efectos
propios de la acción de repetición que se promueva contra agentes o ex - agentes del Estado,
con el siguiente alcance:
"La conducta es dolosa cuando el agente del Estado quiere la realización de un hecho ajeno a
las finalidades del servicio del Estado."
Como puede advertirse, las normas legales transcritas tienen un contenido y unos elementos
que resultan diferentes de las nociones recogidas en el mencionado artículo 63 del Código Civil,
amén de que en este nuevo campo no se equiparan el dolo y la culpa grave, como sí ocurre en
el terreno civil, a tal punto que totalmente diferentes resultan, entre sí, las situaciones de hecho
que la citada ley recoge para efectos de presumir, en unos casos el 'dolo' y en otros,
completamente diferentes, la 'culpa grave'.".
15Palacio Hincapié, Juan Ángel. Derecho Procesal Administrativo, Librería Jurídica Sánchez R. Ltda., Bogotá,
2.002, p. 268
16 Tratado de Derecho Administrativo. Tomo I, 8a edición, Montevideo, 1.987, p. 633.
59
6.9. MEDIO DE CONTROL DE PERDIDA DE INVESTIDURA.
Artículo 143.
La ley 144 de 1994 es la encargada del trámite de las pretensiones de Perdida de Investidura,
nos permitimos transcribirla para efectos de integrarla al medio de control. (tomado de la página
de la secretaria del senado).
EL CONGRESO DE COLOMBIA,
DECRETA:
ARTÍCULO 1o. <Apartes tachados INEXEQUIBLES> El Consejo de Estado en pleno conocerá
y sentenciará en única instancia los procesos relativos a la pérdida de la investidura de los
60
Congresistas a solicitud de la Mesa Directiva de la Cámara correspondiente o de cualquier
ciudadano y por las causas establecidas en la Constitución y la ley, en especial la Ley 5a. de
1992 en sus artículos 292 y 298.
PARÁGRAFO. <Parágrafo INEXEQUIBLE>
ARTÍCULO 2o. El Consejo de Estado dispondrá de un plazo no mayor de veinte (20) días
hábiles contados a partir de la fecha de la presentación de la solicitud en la Secretaría General
de la Corporación, para sentenciar el proceso.
ARTÍCULO 3o. <Aparte tachado INEXEQUIBLE> Cuando la solicitud sea formulada por la Mesa
Directiva de la Cámara a la cual pertenezca el Congresista, ésta deberá ser enviada al Consejo
de Estadoen pleno, dentro de los dos (2) días siguientes a la decisión adoptada por dicha
Cámara, junto con toda la documentación correspondiente.
ARTÍCULO 4o. <Aparte tachado INEXEQUIBLE> Cuando la solicitud sea presentada ante el
Consejo de Estado por un ciudadano común, ésta deberá formularse por escrito y contener, al
menos:
a) Nombres y apellidos, identificación y domicilio de quien la formula;
b) Nombre del Congresista y su acreditación expedida por la Organización Electoral Nacional;
c) Invocación de la causal por la cual se solicita la pérdida de la investidura y; su debida
explicación;
d) La solicitud de práctica de pruebas, si fuere el caso;
e) Dirección del lugar en donde el solicitante recibirá las notificaciones a que haya lugar.
PARÁGRAFO. No será necesario formular la solicitud a través de apoderados.
ARTÍCULO 5o. <Artículo INEXEQUIBLE>
ARTÍCULO 6o. La solicitud deberá ser presentada personalmente por su signatario, ante el
Secretario General del Consejo de Estado. El solicitante que se halle en lugar distinto podrá
remitirla, previa presentación personal ante Juez y Notario, caso en el cual se considerará
presentado cuando se reciba en el Despacho Judicial de destino.
ARTÍCULO 7o. Recibida la solicitud en la Secretaría, será repartida por el Presidente del
Consejo de Estado el día hábil siguiente al de su recibo, y designará el Magistrado ponente,
quien procederá a admitirla o no, según el caso, dentro de los dos (2) días hábiles siguientes a
su reparto. En el mismo término notificará al Congresista de la decisión respectiva.
El Magistrado ponente devolverá la solicitud cuando no cumpla con los requisitos o no se
alleguen los anexos exigidos en la ley y ordenará a quien corresponda, completar o aclarar
dentro de los diez (10) días siguientes a su notificación, los requisitos o documentos exigidos.
El incumplimiento de la orden dará lugar a las sanciones legales pertinentes.
ARTÍCULO 8o. Admitida la solicitud, en la misma providencia se ordenará la notificación
personal al Congresista, con la cual se dará iniciación al proceso judicial respectivo. También
se notificará al agente del Ministerio Público a fin de que intervenga en el proceso. Las
notificaciones se surtirán al día siguiente al de la expedición del auto que las decrete.
ARTÍCULO 9o. El Congresista dispondrá de los tres (3) días siguientes, contados a partir de la
fecha de la notificación, para referirse por escrito a lo expuesto en la solicitud. Podrá aportar
pruebas o pedir las que considere conducentes, en los términos del artículo siguiente.
ARTÍCULO 10. Al día hábil siguiente, el Magistrado ponente decretará las pruebas pertinentes
y señalará un término hasta de tres (3) días hábiles para su práctica. En la misma providencia
61
indicará fecha y hora para la audiencia pública, que se cumplirá dentro de los dos (2) días
siguientes.
ARTÍCULO 11. <Aparte tachado INEXEQUIBLE> A la audiencia pública asistirá el Consejo de
Estado enpleno y será presidida por el Magistrado ponente.
Las partes podrán intervenir, por una sola vez, en el siguiente orden: El solicitante o su
apoderado, el agente del Ministerio Público y el Congresista y su apoderado. Quien presida la
audiencia podrá fijar el tiempo para las intervenciones.
Las partes podrán presentar al final de su intervención un resumen escrito.
ARTÍCULO 12. <Aparte tachado INEXEQUIBLE> Realizada la audiencia, el Magistrado
ponente, deberá registrar el Proyecto de Sentencia, dentro de los dos (2) días hábiles siguientes
y citará al Consejo de Estado en pleno para estudiar y discutir la ponencia presentada. La
decisión se tomará por mayoría de votos de los miembros que la integran.
ARTÍCULO 13. Ejecutoriada la sentencia se comunicará a la Mesa Directiva de la Cámara
correspondiente, al Consejo Nacional Electoral y al Ministerio de Gobierno para lo de su cargo.
Cuando el Consejo de Estado advierta la posible comisión de hechos punibles por parte del
Congresista, o temeridad o mala fe en la acusación, la sentencia ordenará que se compulsen
copias de toda la actuación a las autoridades competentes para las investigaciones y sanciones
correspondientes.
ARTÍCULO 14. Cuando se formulen acusaciones por varios ciudadanos éstas se acumularán a
la admitida primero, siempre que no se haya decretado la práctica de pruebas.
ARTÍCULO 15. No se podrá admitir solicitud de pérdida de la investidura de un Congresista en
el evento de alegarse los mismos hechos que sirvieron de fundamento a las causales sobre las
cuales ya se haya pronunciado el Consejo de Estado. Todas las sentencias en estos procesos
producen efectos de cosa juzgada.
ARTÍCULO 16. CONFLICTO DE INTERESES. Definición: Los Congresistas que dentro del año
inmediatamente anterior a su elección hayan prestado servicios remunerados a gremios o
personas de derecho privado sobre cuyos intereses o negocios incidan directamente actos que
se encuentren al estudio del Congreso, deberán comunicarlo por escrito a la Mesa Directiva de
la respectiva Corporación para que, decida si los Congresistas aludidos deben abstenerse de
participar en el trámite y votación de dichos actos.
ARTÍCULO 17. RECURSO EXTRAORDINARIO ESPECIAL DE REVISIÓN. <Ver
Jurisprudencia Vigencia> Son susceptibles del Recurso Extraordinario Especial de Revisión,
interpuesto dentro de los cinco (5) años siguientes a su ejecutoria las sentencias mediante las
cuales haya sido levantada la investidura de un Parlamentario, por las causales establecidas
en el artículo 188 del Código Contencioso Administrativo, y por las siguientes:
a) Falta del debido proceso;
b) Violación del derecho de defensa;
c) <Literal INEXEQUIBLE>
ARTÍCULO 18. Para los efectos del numeral 1 del artículo 180 Constitución Nacional, se
entenderá que el Congresista debe estar realizando, simultáneamente con las de
Parlamentario, funciones inherentes a las del cargo o empleo público o privado.
ARTÍCULO 19. Esta Ley deroga y modifica las disposiciones legales anteriores y rige desde la
fecha de su promulgación.
62
La Corte Constitucional en Sentencia C-254A de 2012 define la perdida de investidura conforme
a los preceptos de la jurisprudencia del Consejo de Estado en los siguientes términos:
63
6.10. MEDIO DE CONTROL DE PROTECCION DE LOS DERECHOS E INTERESES
COLECTIVOS.
Artículo 144.
Cualquier persona puede demandar la protección de los derechos e intereses colectivos para
lo cual podrá pedir que se adopten las medidas necesarias con el fin de evitar el daño
contingente, hacer cesar el peligro, la amenaza, la vulneración o agravio sobre los mismos, o
restituir las cosas a su estado anterior cuando fuere posible.
Consideramos -ya decantado- que este medio de control se sigue tramitando por la Ley 472 DE
1998 conocido como Acción Popular, con las mismas reglas de competencia que
introdujo la Ley 1395 de 2010, (No se tramita por el sistema mixto) la cual llega huérfana
de incentivo con un efecto directamente proporcional a la descongestión, pues pierde el
atractivo de ser interpuesta bajo esas condiciones.
64
Si se solicitan medidas cautelares, por ser un medio de control Constitucional, el juez no
podrá exigir caución por prohibición expresa de la 1437 de 2011 en su artículo 232 inciso
final.
Tampoco se le permite al Juez por este medio de control, anular el acto o el contrato, sin
perjuicio de que pueda adoptar las medidas que sean necesarias para hacer cesar la amenaza
o vulneración de los derechos colectivos norma que fue declarada exequible por la Corte
Constitucional y que se viene aplicando aún antes de la vigencia del nuevo código, a partir de
la publicación de la sentencia C-644 de 2011 con motivo de un pronunciamiento del Consejo de
Estado siendo ponente el doctor LUIS RAFAEL VERGARA QUINTERO.
"...Es preciso indicar que la posición del Consejo de Estado al interior de las diferentes secciones
no ha sido pacífica en cuanto a la facultad del juez de acción popular para dejar sin efectos
actos administrativos o contratos17. Sin embargo, a raíz de la promulgación de la ley 1437 de
2011, se zanjó la discusión, impidiendo cualquier posibilidad al respecto, recogiendo la decisión
más razonable de acuerdo a la finalidad de la acción popular, y ello tomó mayor fuerza a partir
de la sentencia hito de la Corte Constitucional que definitivamente esclareció la situación.
17El Consejo de Estado ha admitido la anulación de actos y contratos estatales, así como la posibilidad de
suspender provisionalmente los actos, pero no discutir su legalidad, e incluso, la procedencia de la acción para el
análisis de legalidad de aquellos.
65
hace más de diez años, pues de otra manera desconocería no sólo el procedimiento diseñado
desde antaño por la ley para el efecto, y de contera, el término improrrogable para demandar los
contratos estatales..."18
66
Artículo 145
Cuando un acto administrativo de carácter particular afecte a veinte (20) o más personas
individualmente determinadas, podrá solicitarse su nulidad si es necesaria para
determinar la responsabilidad, siempre que algún integrante del grupo hubiere agotado
el recurso administrativo obligatorio.
Este medio de control sigue el trámite escritural, es decir no se desarrolla por el mixto, conforme
a las reglas de la Ley 472 de 1998.
67
flexibilización de algunos de los requisitos exigidos en aquellos casos en los que
el individuo decide optar por una acción de carácter resarcitorio como la nulidad y
el restablecimiento del derecho. Por ende, no sería ajustado a la finalidad
perseguida por el constituyente en el artículo 88, la exigencia de requisitos como
la vía gubernativa o la delimitación exacta de los actos demandados en un caso
como en el que nos ocupa en el que, dado el carácter continuo y periódico (cada
mes) de la expedición de las facturas en las que se fija el monto exacto del
impuesto de alumbrado público, imposibilitaría la reunión del mínimo de personas
afectadas (20) que exige el ordenamiento jurídico. A diferencia de lo expuesto,
tratándose del requisito del concepto de la violación, éste debe desprenderse del
contenido de la demanda, en atención al carácter rogado de la acción de grupo y
la necesidad de pronunciamiento judicial sobre la legalidad de los actos
administrativos que constituyen la causa generadora del daño. Aunque al
expediente sólo se aportaron unas pocas facturas del servicio domiciliario de energía
eléctrica como prueba de la causa común que habilita la utilización de la vía procesal
establecida en la ley 472 de 1998, en el escrito demandatorio señalan los actores que la
manera como ELECTROCOSTA S.A. viene realizando la liquidación del impuesto de
alumbrado público es contraria a lo dispuesto en el artículo 1 del Acuerdo No 50 de 1996
expedido por el municipio de Montería; aducen, como razón de la contradicción, la
inclusión de las contribuciones que deben realizar los estratos 5 y 6 y los sectores
industrial y comercial para subsidiar a los sectores menos favorecidos en el concepto de
“consumo mensual del servicio” (base gravable del impuesto). De allí que, el concepto
de la violación aparece acreditado en el proceso, lo cual posibilita el pronunciamiento de
la sala..."19
Artículo 146.
68
Toda persona podrá acudir ante la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, previa
constitución de renuencia, para hacer efectivo el cumplimiento de cualesquiera normas
aplicables con fuerza material de ley o actos administrativos.
• Contenido de la orden:
En ambos casos, se debe considerar que para la procedencia del proceso constitucional de
cumplimiento, además de acreditarse la renuencia del funcionario o autoridad pública, deberán
tenerse en cuenta las características mínimas comunes del mandato de la norma legal y del
acto administrativo, a fin de que el proceso de cumplimiento prospere, puesto que de no reunir
tales características, además de los supuestos de ser claro, expreso y exigible, la vía del
referido proceso no será la idónea.
Sobre las características mínimas comunes de la norma legal o del acto administrativo cuyo
cumplimiento se exige, se considera:
“(...) debe tratarse de un mandato que sea de obligatorio cumplimiento, que sea
incondicional y, tratándose de los condicionales, que se haya acreditado haber
satisfecho las condiciones; asimismo, que se trate de un mandato cierto o líquido, es
decir, susceptible de inferirse indubitablemente de la ley o del acto administrativo que
lo contiene y, (...) que se encuentre vigente”. 20
20 Puede consultarse la sentencia del Tribunal Constitucional Español Exp. N.° 0191-2003-AC, fundamento 6.
69
Para que el cumplimiento de la norma legal, la ejecución del acto administrativo y la orden de
emisión de una resolución sean exigibles a través del proceso de cumplimiento, además de la
renuencia del funcionario o autoridad pública, el mandato contenido en aquellos deberá contar
con los siguientes requisitos mínimos comunes:
Adicionalmente, para el caso del cumplimiento de los actos administrativos, además de los
requisitos mínimos comunes mencionados, en tales actos se deberá:
Estos requisitos mínimos se justifican porque el proceso de cumplimiento, diseñado por nuestra
Constitución dado su carácter sumario y breve, no es el adecuado para discutir los contenidos
de normas generales cuyos mandatos no tienen las características mínimas a que hemos hecho
referencia, o de normas legales superpuestas que remiten a otras, y estas a su vez a otras, lo
cual implica una actividad interpretativa compleja que, en rigor, debe llevarse a cabo a través
de las vías procedimentales específicas.
Del mismo modo, en este tipo de procesos el funcionario o autoridad pública tiene un deber
absoluto de acatamiento de la norma legal o del acto administrativo, no siendo posible ningún
tipo de discrecionalidad de su parte. Asimismo, en ellos los derechos del demandante son
prácticamente incuestionables, de modo que, comprobada la renuencia y el incumplimiento de
70
la norma legal o el acto administrativo conforme a las pautas descritas, de ineludible
cumplimiento, corresponderá amparar la demanda.
Artículo 147.
71
Cualquier persona podrá pedir que se declare la nulidad de cartas de naturaleza y de
resoluciones de autorización de inscripción dentro de la oportunidad y por las causales
prescritas en los artículos 20 y 21 de la Ley 43 de 1993.
El contenido de los artículos a que se refiere el presente medio de control son los
siguientes:
72
anterioridad a la vigencia de esta Ley. En ambos casos la acción tendrá un término
de caducidad de 10 años, contados a partir de la fecha de la expedición.
Artículo 148.
73
En los procesos que se adelanten ante la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, el juez
podrá, de oficio o a petición de parte, inaplicar con efectos interparteslos actos
administrativos cuando vulneren la Constitución Política o la ley.
Enseña la Corte, que esa norma hace que nuestro sistema de control de constitucionalidad sea
calificado por la doctrina como un sistema mixto ya que combina un control concentrado en
cabeza de la Corte Constitucional y un control difuso de constitucionalidad en donde cualquier
autoridad puede dejar de aplicar la ley u otra norma jurídica por ser contraria a la Constitución.
De otra parte hay que tener en cuenta que el control por vía de excepción lo puede realizar
cualquier juez, autoridad administrativa e incluso particulares que tengan que aplicar una norma
jurídica en un caso concreto. Este tipo de control se realiza a solicitud de parte en un proceso
judicial o ex officio por parte de la autoridad o el particular al momento de aplicar una norma
jurídica que encuentre contraria a la Constitución. En este caso se debe subrayar que la norma
legal o reglamentaria que haya sido exceptuada por inconstitucional no desaparece del sistema
jurídico y continúa siendo válida ya que los efectos del control por vía de excepción son inter
partes, solo se aplican para el caso concreto y no anulan en forma definitiva la norma que se
considera contraria a la Constitución. Por este hecho una norma que haya sido exceptuada por
cualquier autoridad judicial, administrativa o por un particular cuando tenga que aplicar una
norma, puede ser demandada ante la Corte Constitucional que ejercerá el control de
74
constitucionalidad y decidirá en forma definitiva, de manera abstracta, general y con efectos
erga omnes si la norma exceptuada es constitucional o no. Teniendo en cuenta lo anterior,
considera la Corte que las excepciones de inconstitucionalidad que profieren las autoridades
judiciales, administrativas o los particulares cuando tengan que aplicar una ley, no elimina la
posibilidad que tiene la corporación de realizar el control de constitucionalidad de determinado
precepto.
Conforme a la premisa mayor indicada por la Corte Constitucional, tenemos que para el
Juez Contencioso Administrativo, le está vedado INAPLICAR NORMAS lo que le permitió
el legislador es inaplicar ACTOS ADMINISTRATIVOS y bajo efectos Inter-Partes, es decir,
para esa caso específico.
8. LOS TERCEROS.
En este capítulo, abordaremos los terceros, de una manera muy académica y conceptual a
efectos que desde la jurisprudencia del Consejo de Estado se puedan aplicar mejor, evitando
las posible tendencia a confundirlos.
Celebramos en esta oportunidad que de manera cuidadosa a diferencia del anterior sistema,
se ubicaron de conformidad al medio de control y las oportunidades procesales para su
intervención, advirtiendo la remisión al código de procedimiento civil en relación con el
llamamiento en garantía, por la suspensión del término para su vinculación y el traslado que
debe concederse, en el evento que este también decida optar por demandar la vinculación de
su tercero.
75
¿Quiénes son y cómo intervienen?
Quien es un coadyuvante?
Las anteriores precisiones, que la Sala Prohíja en esta oportunidad, conducen a la conclusión
de que si el coadyuvante no es autónomo de la parte a la que adhiere, no pudiendo por esta
razón modificar las pretensiones ni proponer nuevos cargos, pues para ello podría
perfectamente instaurar su propia demanda, tampoco puede APELAR SI LA PARTE
PRINCIPAL A LA CUAL ADHIERE O DE LA CUAL DEPENDE, no lo hace.
76
Desde esta perspectiva, bien puede afirmarse que el recurrente carece de legitimación para
apelar, pues el interés para hacerlo recae únicamente en la parte demandante, de ahí que la
Sala deba declarar la nulidad de todo lo actuado en la segunda instancia, incluyendo el auto del
a quo que concedió la alzada y, en su lugar, disponer el rechazo del recurso interpuesto y la
ejecutoria de la sentencia de primer grado"21.
Oportunidad.
Legitimación
Cualquier persona podrá pedir que se la tenga como coadyuvante del demandante o del
demandado.
Facultades.
77
Aquí en esta regulación destacada el legislador amplió las competencias o facultades del
coadyuvante, como puede resultar del análisis comparativo del precedente jurisprudencial y la
regla invocada del CPACA.
Esta figura consagrada en nuestra legislación procesal, puede ser de dos clases atendiendo a
la naturaleza y número de relaciones jurídicas que intervengan en el proceso, litisconsorcio
necesario, y voluntario o facultativo.
78
pueda desarrollarse, pues cualquier decisión que se tome dentro de éste puede perjudicar o
beneficiarlos a todos.
En este caso, el proceso puede adelantarse con o sin su presencia porque el contenido de la
sentencia en últimas no lo perjudica ni lo beneficia. Sólo contándose con su presencia en el
proceso, la decisión que se adopte en la sentencia lo vinculará, dado que en ella se decidirá
sobre sus propias pretensiones o sobre las razones que esgrime en su defensa.
Se trata de una situación en la cual un tercero pretende excluir a las partes alegando un mejor
derecho sobre la cosa materia de controversia, lo cual supone una acumulación de acciones, por
79
cuanto se acumula el derecho de acción del demandante inicial con el derecho de acción del
interviniente ad excludendum, pretensiones que deberán decidirse en el mismo proceso. Requisito
necesario para que prospere la intervención excluyente es que la cosa o el derecho controvertidos
sean exactamente los mismos (en todo o en parte) a los cuales dice tener mejor derecho el tercero
excluyente, pues si se trata de diversos derechos o cosas, deberá acudirse a otro proceso. Como
quiera que las pretensiones del tercero excluyente se deciden en la sentencia, resulta lógico señalar
que este podrá intervenir en el proceso únicamente hasta antes de proferirse fallo de primera
instancia, según lo indica el inciso 1 del artículo 53 del C.P.C. Finalmente, de acuerdo con la
disposición señalada, se tiene que, en el evento de que la sentencia niegue las pretensiones
formuladas por el tercero excluyente, éste será condenado a pagar, a las partes, las costas a que
hubiere lugar; también se le ordenará el pago de una multa y los perjuicios que su intervención
hubieran podido causar, sumas que se liquidarán mediante incidente22.
80
Legitimación.
Cualquier persona que tenga interés directo, podrá pedir que se la tenga como coadyuvancia o
impugnadora, litisconsorte o como interviniente ad excludendum.
Oportunidad.
Desde la admisión de la demanda y hasta antes de que se profiera el auto que fija fecha para
la realización de la audiencia inicial, en los procesos con ocasión de pretensiones de nulidad y
restablecimiento del derecho, contractuales y de reparación directa.
Facultades.
El coadyuvante podrá efectuar los actos procesales permitidos a la parte que ayuda, en cuanto
no estén en oposición con los de esta y no impliquen disposición del derecho en litigio.
Presupuesto procesal
Traslado.
Consejero ponente: JUAN ANGEL PALACIO HINCAPIE Bogotá D.C., siete (7) de mayo de dos mil ocho (2008)
Radicación número: 44001-23-31-000-2005-000979-01(16847) Actor: CORPORACION ELECTRICA DE LA
COSTA ATLANTICA - CORELCA Demandado: DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA
81
De la demanda del litisconsorte facultativo y el interviniente ad excludendum, se dará traslado
al demandado por el término establecido en el artículo 172 de este Código.
82
contractual que los ata en el litigio, mientras que la denuncia del pleito emana de un derecho
real materializado en la figura de la evicción en el contrato de compraventa o de la existencia
de una ley sustancial que faculte la procedencia de la figura. 24
Legitimación.
Quien afirme tener derecho legal o contractual de exigir a un tercero la reparación integral del
perjuicio que llegare a sufrir, o el reembolso total o parcial del pago que tuviere que hacer como
resultado de la sentencia, podrá pedir la citación de aquel, para que en el mismo proceso se
resuelva sobre tal relación.
Traslado y facultades.
El llamado, dentro del término de que disponga para responder el llamamiento que será de
quince (15) días, podrá, a su vez, pedir la citación de un tercero en la misma forma que el
demandante o el demandado.
Consejera ponente: RUTH STELLA CORREA PALACIO Bogotá, D. C., veintiséis (26) de marzo de dos mil siete (2007)
Radicación número: 25000-23-26-000-2005-01127-01(32723) Actor: HERNANDO SARABIA TOVAR Demandado:
UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL DE LA AERONÁUTICA CIVIL Referencia: ACCION DE REPARACION
DIRECTA - APELACION AUTO
83
2. La indicación del domicilio del llamado, o en su defecto, de su residencia, y la de su habitación
u oficina y los de su representante, según fuere el caso, o la manifestación de que se ignoran,
lo último bajo juramento, que se entiende prestado por la sola presentación del escrito.
3. Los hechos en que se basa el llamamiento y los fundamentos de derecho que se invoquen.
4. La dirección de la oficina o habitación donde quien hace el llamamiento y su apoderado
recibirán notificaciones personales.
El llamamiento en garantía con fines de repetición se regirá por las normas de la Ley 678 de
2001 o por aquellas que la reformen o adicionen.
Igual por aplicación analógica debe cumplir los formalismos de la demanda inicial especialmente
los traslados digitales en CD y la dirección de correo para notificar en el buzón electrónico, que
si bien no es requisito formal de la demanda como recientemente lo indicó el Consejo de Estado
para las entidades públicas si está en el deber de hacerlo si desea ejercer llamamiento en
garantía a un particular.
Igualmente, deberá numerar los hechos de la demanda para cuando el juez en la diligencia de
FIJACION EN LITIGIO pueda indagar al llamado, sobre los hechos que acepta en relación a
quien le formuló el llamamiento en garantía.
Recursos.
El auto que acepta la solicitud de intervención en primera instancia será apelable en el efecto
devolutivo y el que la niega en el suspensivo. El auto que la resuelva en única instancia será
susceptible del recurso de súplica o del de reposición, según el juez sea individual o colegiado,
y en los mismos efectos previstos para la apelación.
Remisión.
84
En lo no regulado en este Código sobre la intervención de terceros se aplicarán las normas del
Código de Procedimiento Civil o en el código general del proceso según la vigencia, el cual la
suspensión del proceso será de seis (6) meses como lo dispone el artículo 66.
En los procesos electorales cualquier persona puede pedir que se la tenga como impugnador o
coadyuvante. Su intervención solo se admitirá hasta el día inmediatamente anterior a la fecha
de celebración de la audiencia inicial.
Implica que los terceros toman el proceso en el estado en que se encuentre, pues es este el
verdadero fundamento para separarnos de algunas posturas en cuanto si se decretaba o no la
nulidad de lo actuado para reponer la actuación. Bajo este fundamento, es clara la aplicación
teniendo en cuenta el lugar especial que en materia de fuentes, reconoce el legislador a los
principios en el artículo 103 en consonancia con las posturas que se pueden derivar el artículo
230 constitucional.
"...La Sala precisa que la figura de la intervención de terceros; siendo claro, por lo demás, que
en virtud del principio de irreversibilidad del proceso, consagrado en el artículo 62 del C. P. C.,
los intervinientes toman éste en el estado que se halle al momento de su intervención...".
85
En el Código General del Proceso, quedó consagrado en el artículo 70 indicando que:
“Los intervinientes y sucesores de que trata este Código tomarán el proceso en el estado
en que se halle al momento de su intervención”
Lectura No. 8.
Agotada cada etapa del proceso, el juez ejercerá el control de legalidad para sanear los vicios
que acarrean nulidades, los cuales, salvo que se trate de hechos nuevos, no se podrán alegar
en las etapas siguientes.
Quiere decir lo anterior, que el juez en la primera etapa del proceso en cuanto al componente
escritural y en la misma audiencia inicial en la fase de saneamiento y en el cierre de cada una
de las etapas del proceso previstas en el artículo 179 de la Ley 1437 de 2011 está en el deber
constitucional y legal de sanear el proceso o decretar las nulidades de oficio que encuentre
probadas pues recordemos, que debe evitar en lo posible llegar a la etapa de sentencia y
decretar sentencias inhibitorias.
Ahora ese debe evitar lo podemos entender como una prohibición pues en este sistema existen
mecanismos que no estaban dados o instituidos en el Decreto 01 de 1984 y que hoy si existen
pues se cuenta con el saneamiento de la audiencia inicial y este control de legalidad.
Caso Típico.
86
Veamos un ejemplo concreto donde debería hacerse control de legalidad para no arribar a
sentencia inhibitoria:
“La presentación de la demanda en debida forma es una carga procesal que recae en
el demandante y por ello le corresponde soportar las consecuencias de los defectos
que ella contenga, puesto que no puede el juez, sin atentar contra el principio de
congruencia, proceder a modificar lo pedido, (…) De acuerdo con el principio de
congruencia de las sentencias, consagrado en el artículo 305 del Código de
Procedimiento Civil (modificado por el artículo 1° numeral 135 del Decreto 2282 de
1989), la decisión del juez debe resultar armónica, consonante y concordante con los
hechos y las pretensiones formuladas en la demanda, por lo tanto el juez debe
pronunciarse con fundamento en las pretensiones expresamente planteadas en la
demanda y los hechos descritos en la misma, debiendo existir una adecuación o
perfecta simetría entre lo pedido y lo resuelto, que resulta afectada cuando el juez
concede más allá de lo pedido (ultra petita); o cuando concede puntos no sometidos al
litigio (extra petita), o cuando deja de pronunciarse sobre cuestiones sujetas al proceso
(infra o citra petita). La falencia advertida en la demanda que dio origen al presente
proceso impide decidir sobre las pretensiones, pues no puede el juzgador,
oficiosamente, pronunciarse sobre la validez de un acto administrativo que no fue
demandado y resultaría inane el estudio de la resolución que sí lo fue, pues no contiene
la decisión de fondo que origina la inconformidad del actor, la cual en todo caso
subsistiría como acto presuntamente legal. En tales condiciones, encuentra la Sala que
hay una ineptitud sustantiva de la demanda, toda vez que no fue individualizado en
debida forma el acto administrativo objeto de la demanda y en consecuencia, resulta
87
imposible proferir una decisión de fondo sin transgredir el principio de congruencia de
las sentencias, razón por la cual se proferirá un fallo inhibitorio”. 25
Serán causales de nulidad en todos los procesos las señaladas en el Código de Procedimiento
Civil y se tramitarán como incidente.
Causales
88
6. Cuando se omiten los términos u oportunidades para pedir o practicar pruebas o para formular
alegatos de conclusión.
7. Cuando es indebida la representación de las partes. Tratándose de apoderados judiciales
esta causal sólo se configurará por carencia total de poder para el respectivo proceso.
8. Cuando no se practica en legal forma la notificación al demandado o a su representante, o al
apoderado de aquél o de éste, según el caso, del auto que admite la demanda o del
mandamiento ejecutivo, o su corrección o adición.
9. Cuando no se practica en legal forma la notificación a personas determinadas, o el
emplazamiento de las demás personas aunque sean indeterminadas, que deban ser citadas
como partes, o de aquellas de deban suceder en el proceso a cualquiera de las partes, cuando
la ley así lo ordena, o no se cita en debida forma al Ministerio Público en los casos de ley.
Cuando en el curso del proceso se advierta que se ha dejado de notificar una providencia
distinta de la que admite la demanda, el defecto se corregirá practicando la notificación omitida,
pero será nula la actuación posterior que dependa de dicha providencia, salvo que la parte a
quien se dejó de notificar haya actuado sin proponerla.
1. Librar ejecución después de la muerte del deudor, sin que se haya cumplido el trámite
prescrito por el artículo 1434 del Código Civil. Los títulos ejecutivos serán notificados a los
herederos como se dispone en los artículos 315 a 320, < 316, 317, 318, 319>.
2. <Numeral derogado por el artículo 44 de la Ley 1395 de 2010>
No puede perderse de vista que esta es una herramienta fundamental que trae el legislador que
pueden ser propuestas de manera escrita y de manera oral cuando estamos en la audiencia
inicial en la cual, el juez dará el traslado correspondiente, en virtud del principio de la igualdad
de las partes en el proceso, traslado que merece también el Ministerio Público para que se
pronuncie sobre la nulidad. Estos traslados están a cargo del juez como Director del Proceso.
Una Vez surtidos los traslados deberá ser decidida. No olvidemos que tanto las partes como el
juez, pueden disponer de un receso para estructurar su argumentación si se está en la etapa
de oralidad.
89
Estas se mantienen iguales. Están previstas en el artículo 133, dado a que en esa
normatividad, también se consagró en su artículo 132 el control de legalidad para cada una de
las etapas del proceso.
2. Cuando el juez procede contra providencia ejecutoriada del superior, revive un proceso
legalmente concluido o pretermite íntegramente la respectiva instancia.
4. Cuando es indebida la representación de alguna de las partes, o cuando quien actúa como
su apoderado judicial carece íntegramente de poder.
5. Cuando se omiten las oportunidades para solicitar, decretar o practicar pruebas, o cuando se
omite la práctica de una prueba que de acuerdo con la ley sea obligatoria.
7. Cuando la sentencia se profiera por un juez distinto del que escuchó los alegatos de
conclusión o la sustentación del recurso de apelación.
90
Cuando en el curso del proceso se advierta que se ha dejado de notificar una providencia
distinta del auto admisorio de la demanda o del mandamiento de pago, el defecto se corregirá
practicando la notificación omitida, pero será nula la actuación posterior que dependa de dicha
providencia, salvo que se haya saneado en la forma establecida en este código.
Parágrafo.
Habría que tener en cuenta en la audiencia inicial obligatoria del artículo 180 si se han dado las
causales previstas en el artículo 136 de la Ley 1564 de 2012 las cuales son:
1. Cuando la parte que podía alegarla no lo hizo oportunamente o actuó sin proponerla.
2. Cuando la parte que podía alegarla la convalidó en forma expresa antes de haber sido
renovada la actuación anulada.
4. Cuando a pesar del vicio el acto procesal cumplió su finalidad y no se violó el derecho de
defensa.
PARÁGRAFO. Las nulidades por proceder contra providencia ejecutoriada del superior, revivir
un proceso legalmente concluido o pretermitir íntegramente la respectiva instancia, son
insaneables.
De conformidad con el artículo 137 del Código General del Proceso, -corregido por el artículo
4 del Decreto 1736 de 2012- en cualquier estado del proceso el juez ordenará poner en
conocimiento de la parte afectada las nulidades que no hayan sido saneadas. Si se trata de las
causales previstas en los numerales 4 y 8 del artículo 133 anterior, el auto se le notificará al
91
afectado de conformidad con las reglas generales previstas en los artículos 291 y 292. Si dentro
de los tres (3) días siguientes al de la notificación dicha parte no alega la nulidad, esta quedará
saneada y el proceso continuará su curso; en caso contrario el juez la declarará.
Igualmente, consideramos que hay que darle aplicación al artículo 138 de la normatividad en
cita cuyo tenor es el siguiente:
El auto que declare una nulidad indicará la actuación que debe renovarse
9.3. INCIDENTES.
Para la comisión de reforma, impera en materia de incidentes, "que el nuevo Código se desliga
del procedimiento civil, estableciendo un régimen propio, principal e independiente en cuanto a
los eventos que se tramitan como tales, su oportunidad, trámite, efectos de los mismos y otras
cuestiones accesorias, con fundamento en la especialidad del contencioso administrativo y con
el fin de agilizarlo evitando que a través de la recurrente utilización de esta figura se demoren y
entorpezcan los procesos, mediante estrategias procesales dilatorias y de mala fe desplegadas
por las partes, contrarias al principio a que alude el artículo 83 de la Carta Política y en
92
desconocimiento de los deberes para con la Administración de Justicia de que tratan los
numerales 1 y 7 del artículo 95 superior, consagración efectuada de manera taxativa".26
Para el doctor Namen, "la tendencia al momento de elaborar la norma fue la de evitar que una
cantidad considerable de asuntos que no lo ameritaran se tramitaran como incidente para que
el fallo se pueda proferir con la mayor celeridad. Así, el anterior listado se elaboró luego de
revisar en el C. de P. Civil y en el mismo contencioso administrativo cuáles asuntos se
tramitaban mediante incidente, resultando una cantidad de por los menos 38; y posteriormente,
se analizaron cuáles de ellos eran indispensables y conexos con los procesos contenciosos. En
definitiva, la norma es producto de un ejercicio de depuración que se hizo con el ánimo de
racionalizar el proceso contencioso administrativo y no dejarlo expuesto a un sinnúmero de
cuestiones que pudieran atentar contra la celeridad y eficacia que se persigue en su
tramitación.27
De otro lado, esta regulación también se concibió teniendo en cuenta que el trámite incidental
debía ser armónico y congruente con el sistema de audiencias y en general con los mecanismos
de oralidad que se adoptaron en el Código para adelantarlo.":
(i).- Oportunidad. Las partes pueden proponer incidentes verbalmente o por escrito, durante
las audiencias o una vez dictada la sentencia, según el caso.
26 Tomado del documento que recoge la conferencia titulada REGIMEN PROBATORIO, NULIDADES E
INCIDENTES EN EL NUEVO CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO Y DE LO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO ÁLVARO NAMÉN VARGAS Magistrado Auxiliar, Sección Tercera, Consejo de Estado,
Secretario Técnico ad-hoc (2010 -2011) de la Comisión de Reforma al Código. Conferencia preparada para el
Seminario de presentación de la Ley 1437 de 2011, Nuevo Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo, Bogotá, D.C., 2011.
27 Al margen, se anota que se derogó el artículo 64 de la Ley 1395 de 2010, que creó un artículo nuevo 210 A en
el C. C. A. anterior, en el cual se establece que en segunda instancia no se tramitará incidente de regulación de
honorarios, sino que, una vez resuelta la apelación, el proceso se remitirá al juez de primera instancia para que lo
tramite y decida, con lo cual podía pasar un buen tiempo sin que se le reconociera la labor a los apoderados.
93
(ii).- Petición. La solicitud se debe fundamentar con base en todos los motivos existentes al
tiempo de su iniciación, por cuanto luego no se admitirá incidente similar, salvo que se sustente
en hechos nuevos ocurridos con posterioridad. Es decir, opera la preclusión respecto de la
oportunidad para promover un incidente por hechos que no se tuvieron en cuenta al momento
en que se formuló otro de manera precedente. Así mismo, deberá estar acompañada de las
pruebas que se pretendan hacer valer.
Así que somos defensores que estos incidentes propuestos en las audiencias de oralidad, no
tienen porque suspenderse el trámite de las mismas para su proposición como algunos sugieren
-discusión respetuosa- porque de aceptarlo, escindiariamos la norma jurídica y estaríamos en
contravía a los presupuestos de la reforma. Estamos de acuerdo en la casual de suspensión
de la propia y natura ley 1437 de 2011, solo en esas circunstancias ponderables por el juez.
Oportunidad.
94
El incidente deberá proponerse verbalmente o por escrito durante las audiencias o una vez
dictada la sentencia, según el caso, con base en todos los motivos existentes al tiempo
de su iniciación, y no se admitirá luego incidente similar, a menos que se trate de hechos
ocurridos con posterioridad.
Requisitos.
1. Quien promueva un incidente deberá expresar lo que pide, los hechos en que se funda y las
pruebas que pretenda hacer valer.
2. Del incidente promovido por una parte en audiencia se correrá traslado durante la
misma a la otra para que se pronuncie y en seguida se decretarán y practicarán las
pruebas en caso de ser necesarias.
3. Los incidentes no suspenderán el curso del proceso y serán resueltos en la audiencia
siguiente a su formulación, salvo que propuestos en audiencia sea posible su decisión
en la misma.
4. Cuando los incidentes sean de aquellos que se promueven después de proferida la sentencia
o de la providencia con la cual se termine el proceso, el juez lo resolverá previa la práctica de
las pruebas que estime necesarias. En estos casos podrá citar a una audiencia especial para
resolverlo, si lo considera procedente.
Cuando la cuestión accesoria planteada no deba tramitarse como incidente, el juez la decidirá
de plano, a menos que el Código de Procedimiento Civil establezca un procedimiento especial
o que hubiere hechos que probar, caso en el cual a la petición se acompañará prueba siquiera
sumaria de ellos, sin perjuicio de que el juez pueda ordenar la práctica de pruebas.
Somos del criterio que en materia de Nulidades, debe dársele el tratamiento procesal del
CPACA es decir en audiencia y no el traslado del CPC.
95
Consideramos que si las copias simples -comunes en los procesos declarativos- tienen valor
probatorio excepto para ejecutar y si quien pretende restarles validez debe proponer la tacha
de falsedad, debería ser tramitada de igual manera que en el CPACA y no remitirnos al trámite
del CPC teniendo en cuenta que se ordena en este régimen especial, tramitarla en audiencia.
9.4. PRUEBAS
Clausula general.
Características.
SE DESTACA:
Principio dispositivo.
96
Art 103 CPACA debe colaborar con la administración de justicia llevando la prueba PRINCIPIO
DISPOSITIVO.
OPORTUNIDADES PROBATORIAS.
PRIMERA INSTANCIA
• Demanda y su contestación
• Reforma a la demanda y su respuesta
• Demanda de reconvención y su contestación
• Excepciones y su respuesta
• Incidentes y su respuesta
SEGUNDA INSTANCIA
97
Cuando no se practicaron por caso fortuito, fuerza mayor o por la culpa de la parte
contraria
Prueba de Confesión.
No valdrá la confesión de los representantes de las entidades públicas cualquiera que sea el
orden al que pertenezcan o el régimen jurídico al que estén sometidas. Podrá pedirse que el
representante administrativo de la entidad rinda informe escrito bajo juramento, sobre los
hechos debatidos que a ella conciernan, determinados en la solicitud.
¿Si la confesión no es válida en este tipo de procesos, entonces como puede el juez aceptar el
allanamiento de la demandada y dar por terminado el proceso?
98
pública demandada determinó los gastos de sus aportes con cargo al convenio y los
que no, sino porque en virtud del artículo 199 del Código de Procedimiento Civil -
aplicable en lo contencioso administrativo por expresa remisión del artículo 168 del
C.C.A.- no vale la confesión, sea espontánea o provocada, de los representantes
judiciales de la Nación, los departamentos, los distritos especiales, los municipios y
los establecimientos públicos, como también el artículo 218 del Código Contencioso
Administrativo, restringe el allanamiento de la demanda por parte de las entidades
públicas como el SENA, en la medida en que para su eficacia se requiere de
autorización expresa y escrita del Ministerio al cual se encuentra adscrita, y en todo
caso, ninguno de estos dos eventos es aceptado por la demandada a lo largo del
proceso"28.
Con las mismas formalidades anteriores podrá terminar el proceso por transacción".
99
En esencia la regla mantiene su núcleo esencial y es que las entidades no se allanen a los
cargos de la demanda de manera inconsulta, norma que viene reforzada en ese sentido por el
código general del proceso.
PRUEBA PERICIAL
La prueba pericial se regirá por las normas del Código de Procedimiento Civil, salvo en lo que
de manera expresa disponga este Código sobre la materia.
Las partes, en la oportunidad establecida en este Código, podrán aportar dictámenes emitidos
por instituciones o profesionales especializados e idóneos.
Para tal efecto, al emitir su dictamen, los expertos deberán manifestar bajo juramento, que se
entiende prestado por la firma del mismo, que no se encuentran incursos en las causales de
impedimento para actuar como peritos en el respectivo proceso, que aceptan el régimen jurídico
de responsabilidad como auxiliares de la justicia, que tienen los conocimientos necesarios para
rendir el dictamen, indicando tas razones técnicas, de idoneidad y experiencia que sustenten
dicha afirmación, y que han actuado leal y fielmente en el desempeño de su labor, con
objetividad e imparcialidad, tomando en consideración tanto lo que pueda favorecer como lo
que sea susceptible de causar perjuicio a cualquiera de las partes. Señalarán los documentos
100
con base en los cuales rinden su dictamen y de no obrar en el expediente, de ser posible, los
allegarán como anexo de este y el juramento comprenderá la afirmación de que todos los
fundamentos del mismo son ciertos y fueron verificados personalmente por el perito.
En el caso de que el juez decrete un dictamen pericial, los honorarios de los peritos se fijarán
en el auto de traslado de las aclaraciones o complementaciones al dictamen, cuando estas han
sido solicitadas; o, una vez vencido el término para solicitar las aclaraciones y
complementaciones, cuando no se soliciten. Tratándose de los dictámenes presentados
directamente por las partes, el juez solo fijará honorarios a los peritos en el caso de que las
complementaciones a que haya habido lugar dentro del proceso lo amerite.
Los honorarios de los peritos se señalarán de acuerdo con la tarifa oficial y cuando el dictamen
se decrete de oficio se determinará lo que de ellos deba pagar cada parte. En el caso de que
se trate de asunto de especial complejidad, la autoridad judicial podrá señalarles los honorarios
a los peritos sin sujeción a la tarifa oficial.
Antes del vencimiento del traslado del escrito de objeciones, el objetante deberá presentar al
despacho correspondiente, el comprobante del pago de los honorarios a su cargo hecho
directamente al perito o los títulos de los depósitos judiciales, los cuales se le entregarán al
perito sin necesidad de auto que lo ordene. En caso de inobservancia en el pago de los
honorarios de los peritos dentro del término anterior, se entenderá desistida la objeción.
El perito restituirá los honorarios en el porcentaje que determine la providencia que declare la
prosperidad de la objeción, dentro de los diez (10) días siguientes a la comunicación que se
haga de la decisión, por medio de servicio postal autorizado. Si el perito no restituye los
honorarios en el término señalado, la parte que los pagó podrá cobrarlos ejecutivamente. En
101
este caso, el perito deberá ser excluido de la lista de auxiliares de la justicia, para lo cual se
comunicará a quien corresponda, sin perjuicio de la acción disciplinaria a que hubiere lugar.
En cuanto a los medios de prueba se seguirán las reglas del Código General del Proceso.
Destacamos el artículo 194, de la confesión por representante de las entidades públicas en el
artículo 195, la prueba documental, la inspección judicial en el artículo 236 así:
Frente a este artículo hay que considerar que el artículo 243 de la Ley 1437 consagra la
procedencia del recurso de apelación frente al Auto que deniegue el decreto de la práctica de
una prueba pedida oportunamente, el cual debería ser aplicado por tratarse de una norma
especial.
102
Ahora en cuanto a la competencia para comisionar la práctica de una prueba, recordemos que
para algún sector de la doctrina, solo el Consejo de Estado está facultado para comisionar, con
fundamento en los dispuesto en el artículo 117 de la Ley 1437 de 2011 que le señaló sus
competencias. Ahora bien, de la redacción de la norma podría predicarse que es solo el Consejo
de Estado quien puede hacerlo de los demás jueces de la jurisdicción. Ahora el problema
jurídico que deberá ser resuelto es si solo esa corporación resulta ser competente para hacerlo,
o los demás jueces. De igual manera si conforme al Código General del Proceso habría esa
competencia.
Según el artículo 38 del C.G.P. se puede observar que el legislador fue más preciso y especifico.
Veamos la redacción:
103
Como puede observarse, el legislador en la 1437 solo le permite comisionar al Consejo de
Estado mientras que el mismo legislador en el C.G.P. le permitió comisionar a la Corte Suprema,
Tribunales y Jueces. Ahora bien, partiendo de esa premisa, podrá un juez administrativo
comisionar a otro de su misma especialidad por analogía en los términos del artículo 306 de la
Ley 1437 de 2011? Será que la remisión es general para todo aquello no contemplado en la
Ley especial? Podríamos afirmar que el legislador al no contemplar la comisión para los
Magistrados y Jueces de lo Contencioso Administrativos resulta pertinente acudir a la analogía
del C.G.P. y así solucionar el impase. No decretar una prueba bajo el imperativo categórico que
no se puede comisionar, viola el derecho al acceso a la justicia si la prueba es contundente para
las pretensiones de la demanda?
104
El comisionado que incumpla el término señalado por el comitente o
retarde injustificadamente el cumplimiento de la comisión será
sancionado con multa de cinco (5) a diez (10) salarios mínimos legales
mensuales vigentes (smlmv) que le será impuesta por el comitente.
Como puede apreciarse, el juez comitente deberá tener en cuenta que el artículo 181 de la
Ley 1437 de 2011, señala un término de 15 días, en el cual las pruebas aún las objeto de
comisión tienen que ser incorporadas y darle la publicidad y contradicción respectiva en las
audiencias orales de la segunda etapa del proceso. El debate continúa pues algunos jueces
comisionan otros no.
Antecedentes.
El problema de los poderes del juez nacional para suspender cautelarmente la ejecución de
las leyes nacionales en consideración al derecho comunitario europeo.
105
10.1. LA SENTENCIA INGLESA REGINA V SECRETARY OF STATE FOR TRANSPORT
EX PARTE FACTORTAME LIMITED AND OTHERS 1989 Y LA NEGACIÓN DE LAS
MEDIDAS CAUTELARES CONTRA LA CORONA.
En el asunto C-213 de 1989, que tiene por objeto una petición dirigida al Tribunal de Justicia,
con arreglo al artículo 177 del Tratado CEE, por la House of Lords, destinada a obtener, en el
litigio pendiente ante dicho órgano jurisdiccional entre The Queen y
Secretary of State for Transport, ex parte: Factortame Ltd y otros, una decisión prejudicial
sobre la interpretación del Derecho comunitario, relativa al alcance de la facultad de los
órganos jurisdiccionales nacionales para ordenar medidas provisionales cuando se
cuestionan derechos conferidos por el Derecho comunitario, EL TRIBUNAL DE JUSTICIA,
integrado por los Sres. O. Due, Presidente; Sir Gordon Slynn, C.N. Kakouris, F.A. Schockweiler,
M. Zuleeg, Presidentes de Sala; G.F. Mancini, R. Joliet, J.C. Moitinho de Almeida, G.C.
Rodríguez Iglesias, F. Grévisse, M. Díez de Velasco, Jueces, Abogado General: Sr. G. Tesauro
Secretario: Sr. H.A. Rühl, administrador principal consideradas las observaciones presentadas:
-- en nombre del Gobierno del Reino Unido, por el Sr. T.J.G. Pratt, Principal Assistant Treasury
Solicitor, en calidad de Agente, asistido por Sir Nicholas Lyell, QC, Solicitor General, y por los
Sres. Christopher Bellamy, QC, y Christopher Vajda, Barrister; -- en nombre del Gobierno
irlandés, por el Sr. Louis J. Dockery, Chief State Solicitor, en calidad de Agente, asistido por el
Sr. James O'Reilly, SC, -- en nombre de Factortame Ltd y otros, por los Sres. David Vaughan,
QC, Gerald Barling, Barrister, David Anderson, Barrister, y Stephen Swabey, Solicitor, del bufete
Thomas Cooper & Stibbard; -- en nombre de la Comisión, por los Sres. Götz zur Hausen,
Consejero Jurídico, y Peter Oliver, miembro de su Servicio Jurídico, en calidad de Agentes,
habiendo considerado el informe para la vista, oídas las observaciones orales del Gobierno del
Reino Unido, de Factortame Ltd y otros, de Rawlings (Trawling) Ltd, representada por el Sr. N.
Forwood, QC, y de la Comisión, en la vista de 5 de abril de 1990, oídas las conclusiones del
106
Abogado General, presentadas en audiencia pública el 17 de mayo de 1990, dicta la siguiente
Sentencia
Motivación de la sentencia
3 Según los autos, las sociedades de que se trata son propietarias o explotan 95 buques de
pesca que estaban inscritos en el Registro de Buques británicos con arreglo a la Merchant
Shipping Act 1894 (Ley de 1894 sobre la Navegación Mercante). Cincuenta y tres de esos
buques estaban en un principio matriculados en España y navegaban bajo pabellón español,
pero fueron matriculados en el Registro británico en distintas fechas a partir de 1980. Los 42
buques restantes siempre estuvieron registrados en el Reino Unido, pero fueron comprados por
las mencionadas sociedades en diversas fechas, principalmente a partir de 1983.
107
of Fishing Vessels) Regulations 1988 (Reglamentos de 1988 relativos a la Matriculación de los
Buques Pesqueros; en lo sucesivo, Reglamentos de 1988; S.I. 1988, nº 1926). Las partes están
de acuerdo en que el Reino Unido efectuó dicha modificación para poner fin a la práctica
llamada del quota hopping, que consiste, según el Gobierno del Reino Unido en el saqueo de
las cuotas de pesca atribuidas al Reino Unido, por buques que navegan bajo pabellón británico,
pero que no son británicos en realidad.
5 La Ley de 1988 previó el establecimiento de un nuevo Registro en el que deben inscribirse en
lo sucesivo todos los buques de pesca británicos, incluidos los que ya estaban inscritos en el
antiguo Registro general en virtud de la Ley de 1894 sobre la Navegación Mercante. No
obstante, sólo los buques de pesca que reúnan los requisitos señalados en el artículo 14 de la
Ley de 1988 pueden ser inscritos en el nuevo Registro.
6 Este artículo dispone, en su apartado 1, que, sin perjuicio de las excepciones que establezca
el Secretary of State for Transport, un buque de pesca sólo puede ser inscrito en el nuevo
Registro en caso de que:
Según el apartado 2 del mismo artículo, se considera que un buque de pesca pertenece a un
propietario británico si su propiedad nominal (legal ownership) pertenece plenamente a una o
varias personas o sociedades cualificadas y si su propiedad efectiva (beneficial ownership)
pertenece a una o varias sociedades cualificadas o, por lo menos en un 75 %, a una o varias
sociedades cualificadas; el apartado 7 de la misma disposición precisa que por persona
cualificada debe entenderse aquella que tenga la ciudadanía británica, que sea residente y esté
domiciliada en el Reino Unido y por sociedad cualificada una sociedad constituida en el Reino
Unido, que tenga allí su domicilio social, cuyo capital social, al menos en un 75 %, sea propiedad
108
de una o varias personas o sociedades cualificadas y cuyos administradores, al menos el 75 %
de ellos, sean personas cualificadas.
8. El 4 de agosto de 1989, la Comisión interpuso un recurso ante este Tribunal de Justicia, con
arreglo al artículo 169 del Tratado CEE, con el fin de que se declare que, al imponer los
requisitos de nacionalidad que establece el artículo 14 de la Ley de 1988, el Reino Unido ha
incumplido las obligaciones que le incumben en virtud de los artículos 7, 52 y 221 del Tratado
CEE. Dicho recurso constituye el objeto del asunto 246/89, actualmente pendiente ante este
Tribunal de Justicia.
9 En la época en que se inició el procedimiento que dio lugar al litigio principal, los 95 buques
pesqueros de las partes apelantes no cumplían al menos uno de los requisitos de matriculación
previstos por el artículo 14 de la Ley de 1988 y, por tanto, no podían ser inscritos en el nuevo
Registro.
109
10 Dado que dichos buques iban a ser privados del derecho a pescar a partir del 1 de abril de
1989, las sociedades referidas impugnaron, mediante un recurso contencioso administrativo,
que interpusieron el 16 de diciembre de 1988 ante la High Court of Justice, Queen's Bench
Division, la compatibilidad de la parte II de la Ley de 1988 con el Derecho comunitario; asimismo,
solicitaron la concesión de medidas provisionales para todo el período de tramitación hasta que
recayera sentencia firme sobre su recurso contencioso administrativo.
110
principal; más concretamente, se oponía a ello la antigua norma del common law, según
la cual no puede concederse ninguna medida provisional contra la Corona, es decir,
contra el Gobierno; norma que había que interpretar en relación con la presunción de que
las leyes nacionales son conformes al Derecho comunitario, mientras no se haya resuelto
acerca de su compatibilidad con este Derecho.
Causales
1) Cuando
i) una de las partes de un procedimiento seguido ante un órgano jurisdiccional nacional alega
ser titular de derechos, en virtud del Derecho comunitario, que tienen efecto directo en el
ordenamiento jurídico nacional (en lo sucesivo, 'los derechos invocados'),
ii) una disposición nacional explícita, si fuese aplicada, privaría automáticamente a esa parte de
los derechos invocados,
iii) hay argumentos sólidos tanto a favor como en contra de la existencia de los derechos
invocados y el órgano jurisdiccional nacional considera necesario plantear una cuestión
prejudicial, con arreglo al artículo 177, para decidir si los derechos invocados existen o no,
iv) el Derecho nacional presume que la disposición nacional de que se trata es compatible con
el Derecho comunitario, a menos que y mientras no sea declarada incompatible con éste,
111
v) el órgano jurisdiccional nacional no está facultado para conceder medidas provisionales de
protección de los derechos invocados suspendiendo la aplicación de la disposición nacional
hasta que se decida la cuestión prejudicial,
vi) si la decisión prejudicial reconociese la existencia de los derechos invocados, la parte titular
de los mismos haya sufrido probablemente un perjuicio irreparable de no habérsele concedido
dichas medidas provisionales de protección,
el Derecho comunitario,
a) ¿obliga al órgano jurisdiccional a conceder tales medidas provisionales de protección de los
derechos invocados; o
b) confiere al órgano jurisdiccional la facultad de conceder dichas medidas provisionales?
16. Para una más amplia exposición de los hechos del litigio principal, del desarrollo del
procedimiento y de las observaciones presentadas, este Tribunal se remite al informe para la
vista. En lo sucesivo sólo se hará referencia a estos elementos en la medida exigida por el
razonamiento del Tribunal.
112
18. Para responder a esta cuestión, hay que recordar que este Tribunal de Justicia, en su
sentencia de 9 de marzo de 1978 (Simmenthal, 106/77, Rec. 1978, p. 629), declaró que las
normas de aplicabilidad directa del Derecho comunitario deben ser plena y uniformemente
aplicadas en todos los Estados miembros a partir de su entrada en vigor y durante todo su
período de validez (apartado 14) (traducción provisional) y que en virtud del principio de la
primacía del Derecho comunitario, las disposiciones del Tratado y los actos de las Instituciones
directamente aplicables producen el efecto, en sus relaciones con el Derecho interno de los
Estados miembros ((...)), de hacer inaplicable de pleno derecho, por el propio hecho de su
entrada en vigor, cualquier disposición contraria de la legislación nacional (apartado 17)
(traducción provisional).
20 Este Tribunal de Justicia consideró también que sería incompatible con las exigencias
inherentes a la propia naturaleza del Derecho comunitario toda disposición de un ordenamiento
jurídico nacional o toda práctica, legislativa, administrativa o judicial, que redujese la eficacia del
Derecho comunitario por el hecho de negar al Juez competente para aplicar ese Derecho la
facultad de hacer, en el mismo momento de esa aplicación, todo lo necesario para excluir las
disposiciones legislativas nacionales que pudiesen constituir un obstáculo, incluso temporal, a
la plena eficacia de las normas comunitarias (sentencia de 9 de marzo de 1978, Simmenthal,
ya citada, apartados 22 y 23).
21 Procede añadir que la plena eficacia del Derecho comunitario se vería igualmente reducida
si una norma de Derecho nacional pudiera impedir al Juez, que conoce de un litigio regido por
113
el Derecho comunitario, conceder medidas provisionales para garantizar la plena eficacia de la
resolución judicial que debe recaer acerca de la existencia de los derechos invocados con base
en el Derecho comunitario. De ello resulta que el Juez que, en esas circunstancias, concedería
medidas provisionales si no se opusiese a ello una norma de Derecho nacional está obligado a
excluir la aplicación de esta última norma.
22 Esta interpretación es corroborada por el sistema establecido por el artículo 177 del Tratado
CEE, cuya eficacia resultaría menoscabada si el órgano jurisdiccional nacional que suspende
el procedimiento hasta que este Tribunal de Justicia responda a su cuestión prejudicial no
pudiera conceder medidas provisionales hasta el pronunciamiento de su resolución adoptada
tras la respuesta del Tribunal de Justicia.
Costas
24 Los gastos efectuados por el Gobierno del Reino Unido, por el Gobierno irlandés y por la
Comisión de las Comunidades Europeas, que han presentado observaciones ante este Tribunal
de Justicia, no pueden ser objeto de reembolso. Dado que el procedimiento tiene, para las
partes en el litigio principal, el carácter de un incidente promovido ante el órgano jurisdiccional
nacional, corresponde a éste resolver sobre las costas.
114
Parte dispositiva
EL TRIBUNAL DE JUSTICIA
En su explicación a la sentencia hito el profesor español, nos enseña que esta sentencia es la
segunda apelación contra la medida cautelar de suspensión (expedida de manera muy rápida
por cierto según el superior) en la cual, Lord Bridge of Harwitch que es el master of the rolls, es
el autor único de la sentencia, a la que se adhieren los demás lores, con el argumento que no
existen en el derecho inglés, normas que fundamentes medidas de suspensión contra la corona,
además, alegando que el contencioso administrativo ingles haya sido abrogado por el derecho
comunitario, de modo que éste no impone como instrumento necesario para asegurar su
primacía una ayuda por intermedio del. (interim relief)
115
Dice que la sentencia indica que por la duración de unos dos (2) años del proceso prejudicial
europeo y además, los noventa y cinco (95) barcos debían amarrarse, no tendrían derecho a
ser indemnizados por esos daños si la decisión del tribunal de justicia les fuera favorable.
Entonces, el profesor español nos explica que la experiencia en el derecho interno -Inglés- es
otorgar una orden cautelar para proteger el derecho amenazado de una parte si tal
decisión no se puede resolver inmediatamente. La medida -indica el profesor- depende
de la discreción del tribunal y sus principios se expresan de la sentencia de los propios
Lores American Cyanamind de 1975 nueva para el derecho inglés en esa época,
precisando que en el derecho civil, tal medida no ofrece ningún tipo de dificultad.
Pero la sentencia del Tribunal de 1990 crea un fuerte precedente en el que no existe fundamento
alguno, para permitirle al Juez comunitario suspender las decisiones contra la corona.
Bajo la existencia de una sentencia del Tribunal de Justicia Constitucional Europeo, que ha
declarado que el juez tiene facultades para decretar medidas cautelares para asegurar la justicia
material efectiva, entre otras, no debió sorprende que la doctrina de la sentencia del tribunal,
haya sido contrastada en la jurisprudencia internacional de Derechos Humanos y fue
denunciada ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo por ser contraria
al principio de la justicia efectiva. En el derecho español ese principio de la tutela judicial efectiva
esta consagrado como un derecho fundamental en el artículo 24 de la Constitución indicando:
116
El caso de la sentencia Factortame subsiste cuando se trata de una medida cautelar provisional
antes de que la sentencia final sea dictada, de allí su relevancia jurídica, sobre la base de un
perjuicio irremediable y de un simple fumus bonnis iuris, o apariencia de un buen derecho o
inversamente, la falta de consistencias jurídicas en sus argumentos de quien se opone a la
medida, teniendo en cuenta que en el sistema español estas deben ser de URGENCIA Y QUE
LOS MOTIVOS DE HECHO Y DE DERECHO JUSTIFIQUEN SU OTORGAMIENTO.
Sobre la urgencia, es necesario que las medidas cautelares pedidas sean aptas para evitar el
perjuicio alegado, correspondiéndole al juez, BALANCEAR O PONDERAR LOS INTERESES
OBSERVANDO QUE LAS MEDIDAS CAUTELARES PEDIDAS NO TIENEN POR QUE
COMPROMETER EL OBJETIVO PERSEGUIDO EN LA LEGISLACIÓN BRITÁNICA EN
CAUSA.
Quiere decir lo anterior, que las medidas cautelares deben justificarse en la apariencia de un
buen derecho presente en una situación de urgencia o de perjuicio irreparable. Con todo rigor,
esos dos requisitos se examinan analíticamente, entrando en matices y en apreciaciones
no fácilmente inimaginables en un incidente de suspensión.
En Alemania.
El tribunal Federal Alemán para abril de 1990, aprobó la Ley sobre peajes a pagar por la
utilización de los largos recorridos en carreteras alemanas. Allí se resolvió por el Tribunal aun
antes de escuchar la defensa del gobierno, ordenando una medida conservatoria apoyándose
en el FUMUS BONIS IURIS o apariencia del buen derecho.
117
El abogado general, planteo el principio general de derecho según el cual, la necesidad del
proceso para obtener razón no debe convertirse en un daño para el que tiene la razón
(Sentencia de la corte constitucional italiana de 1985) de los tribunales constitucionales
alemanes citando al perdurables profesores Chiovenda, Calamandrei en Italia) y a Hellwig en
Alemania.
En Francia se introdujo en el proceso civil en 1973 (Nuevo Código de Procedimiento Civil) con
un carácter autónomo y no incidental de un proceso en cuanto al fondo.
118
10.5.1. SENTENCIA C-379 DE 2004
Para la Corte, "las medidas cautelares, son aquellos instrumentos con los cuales el
ordenamiento protege, de manera provisional, y mientras dura el proceso, la integridad de un
derecho que es controvertido en ese mismo proceso. De esa manera el ordenamiento protege
preventivamente a quien acude a las autoridades judiciales a reclamar un derecho, con el fin de
garantizar que la decisión adoptada sea materialmente ejecutada. Por ello, esta Corporación
señaló, en casos anteriores, que estas medidas buscan asegurar el cumplimiento de la decisión
que se adopte, porque los fallos serían ilusorios si la ley no estableciera mecanismos para
asegurar sus resultados, impidiendo la destrucción o afectación del derecho controvertido...".
Las medidas cautelares tienen amplio sustento constitucional, puesto que desarrollan el
principio de eficacia de la administración de justicia, son un elemento integrante del derecho de
todas las personas a acceder a la administración de justicia y contribuyen a la igualdad
procesal. Sin embargo, la Corte ha afirmado que “aunque el Legislador, goza de una
considerable libertad para regular el tipo de instrumentos cautelares y su procedimiento de
adopción, debe de todos modos obrar cuidadosamente, por cuanto estas medidas, por su propia
naturaleza, se imponen a una persona antes de que ella sea vencida en juicio. Por ende, ... los
instrumentos cautelares, por su naturaleza preventiva, pueden llegar a afectar el derecho de
defensa y el debido proceso, en la medida en que restringen un derecho de una persona, antes
de que ella sea condenada en un juicio.
• Caución-Significado
• Caución-Finalidad
119
la caución, definida en el código civil, significa generalmente cualquier obligación que se contrae
para la seguridad de otra obligación propia o ajena. Es decir, dentro de cualquier proceso, la
caución como una medida cautelar que es, tiene la finalidad de asegurar el cumplimiento de la
sentencia y por ello, puede entenderse como un medio para asegurar el resultado. Por su
naturaleza, la caución sirve para el resarcimiento de perjuicios a favor del demandante hasta
un monto determinado. En sentencia C-316 de 2002, la Corte afirmó que “en términos
generales, el sistema jurídico reconoce que las cauciones son garantías suscritas por los sujetos
procesales destinadas a asegurar el cumplimiento de las obligaciones adquiridas por éstos
durante el proceso, así como a garantizar el pago de los perjuicios que sus actuaciones
procesales pudieran generar a la parte contra la cual se dirigen. Así entonces, mediante el
compromiso personal o económico que se deriva de la suscripción de una caución, el individuo
involucrado en un procedimiento determinado (1) manifiesta su voluntad de cumplir con los
deberes impuestos en el trámite de las diligencias y, además (2) garantiza el pago de los
perjuicios que algunas de sus actuaciones procesales pudieran ocasionar a la contraparte. Las
cauciones operan entonces como mecanismo de seguridad e indemnización dentro del
proceso”
Esta decisión nos permite afianzar más aún, la existencia de estos principios antes de la
regulación de la 1437 de 2011 máxime, para la jurisdicción constitucional con el deber que
nación en la constitución de 1991 para interpretar el nuevo derecho bajo mandatos superiores
a los indicados por el profesor Savigny entre otros, el de la ponderación instituido por Robert
Alexy.
120
Así indicó la corte:
"...De allí la medida provisional ordenada por la Corte Constitucional mediante el Auto 244 de
2009, por la cual se decretó suspender los nombramientos de notarios y modificaciones en las
listas de elegibles hasta tanto se resolviera la presente tutela de unificación, en tanto se
analizaron dos de los más importantes principios que rigen la práctica de medidas cautelares,
para efecto de garantizar un justo término de equidad en el proceso. Estos son: el periculum in
mora y el fumus boni iuris, los cuales deben aparecer de forma concurrente para asegurar la
proporcionalidad y congruencia de la medida. El primero, periculum in mora, tiene que ver con
el riesgo de que al no adoptarse la medida cautelar sobrevenga un perjuicio o daño mayor del
que se expone en la demanda, que de no precaverse, transforme en tardío el fallo definitivo.
Tiene igualmente que ver con un temor fundado de que el derecho se frustre o sufra menoscabo
durante la sustanciación del proceso. El segundo, fumus boni iuris, aduce a un principio de
veracidad en cuanto a la afectación del derecho invocado como fundamento de la pretensión
principal. Estos dos principios, asegura la doctrina, deben operar de manera concurrente, al
punto que la falta de uno de estos elementos, debe dar lugar a que: i. se rechace la medida
cautelar ó ii. se otorgue la medida pero de manera limitada. Por ejemplo, si el valor de la causa
en juicio ejecutivo es proporcionalmente mínimo a la solvencia del demandado, la medida
carecerá de periculum in mora, caso en el cual no habrá necesidad de hacer juicio alguno sobre
el principio fumus boni iuris, pues de plano resulta innecesaria la medida...".
En todos los procesos declarativos que se adelanten ante esta jurisdicción, antes de ser
notificado, el auto admisorio de la demanda o en cualquier estado del proceso, a petición de
parte debidamente sustentada, podrá el Juez o Magistrado Ponente decretar, en providencia
motivada, las medidas cautelares que considere necesarias para proteger y garantizar,
provisionalmente, el objeto del proceso y la efectividad de la sentencia, de acuerdo con lo
regulado en el presente capítulo. La decisión sobre la medida cautelar no implica
prejuzgamiento.
Parágrafo.
121
Las medidas cautelares en los procesos que tengan por finalidad la defensa y protección de
los derechos e intereses colectivos y en los procesos de tutela del conocimiento de la
Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo se regirán por lo dispuesto en este capítulo y
podrán ser decretadas de oficio.
Parágrafo.
Si la medida cautelar implica el ejercicio de una facultad que comporte elementos de índole
discrecional, el Juez o Magistrado Ponente no podrá sustituir a la autoridad competente en la
adopción de la decisión correspondiente, sino que deberá limitarse a ordenar su adopción
dentro del plazo que fije para el efecto en atención a la urgencia o necesidad de la medida y
siempre con arreglo a los límites y criterios establecidos para ello en el ordenamiento vigente.
122
En los demás casos, las medidas cautelares serán procedentes cuando concurran los
siguientes requisitos:
El solicitante deberá prestar caución con el fin de garantizar los perjuicios que se puedan
ocasionar con la medida cautelar. El Juez o Magistrado Ponente determinará la modalidad,
cuantía y demás condiciones de la caución, para lo cual podrá ofrecer alternativas al solicitante.
La decisión que fija la caución o la que la niega será apelable junto con el auto que decrete la
medida cautelar; la que acepte o rechace la caución prestada no será apelable.
El Juez o Magistrado Ponente al admitir la demanda, en auto separado, ordenará correr traslado
de la solicitud de medida cautelar para que el demandado se pronuncie sobre ella en escrito
separado dentro del término de cinco (5) días, plazo que correrá en forma independiente al de
la contestación de la demanda.
Esta decisión, que se notificará simultáneamente con el auto admisorio de la demanda, no será
objeto de recursos. De la solicitud presentada en el curso del proceso, se dará traslado a la otra
parte al día siguiente de su recepción en la forma
123
establecida en el artículo 108 del Código de Procedimiento Civil.
Término.
El auto que decida las medidas cautelares, deberá proferirse dentro de los diez (10) días
siguientes al vencimiento del término de que dispone el demandado para pronunciarse
sobre ella. En este mismo auto el Juez o Magistrado Ponente deberá fijar la caución. La
medida cautelar solo podrá hacerse efectiva a partir de la ejecutoria del auto que acepte
la caución prestada.
Con todo, si la medida cautelar se solicita en audiencia se correrá traslado durante la misma a
la otra parte para que se pronuncie sobre ella y una vez evaluada por el Juez o Magistrado
Ponente podrá ser decretada en la misma audiencia.
Cuando la medida haya sido negada, podrá solicitarse nuevamente si se han presentado
hechos sobrevinientes y en virtud de ellos se cumplen las condiciones requeridas para su
decreto. Contra el auto que resuelva esta solicitud no procederá ningún recurso.
Desde la presentación de la solicitud y sin previa notificación a la otra parte, el Juez o Magistrado
Ponente podrá adoptar una medida cautelar, cuando cumplidos los requisitos para su adopción,
se evidencie que por su urgencia, no es posible agotar el trámite previsto en el artículo anterior.
Esta decisión será susceptible de los recursos a que haya lugar.
La medida cautelar también podrá ser modificada o revocada en cualquier estado del proceso,
de oficio o a petición de parte, cuando el Juez o Magistrado advierta que no se cumplieron los
124
requisitos para su otorgamiento o que estos ya no se presentan o fueron superados, o que es
necesario variarla para que se cumpla, según el caso; en estos eventos no se requerirá la
caución de que trata el inciso anterior.
La parte a favor de quien se otorga una medida está obligada a informar, dentro de los tres (3)
días siguientes a su conocimiento, todo cambio sustancial que se produzca en las
circunstancias que permitieron su decreto y que pueda dar lugar a su modificación o revocatoria.
La omisión del cumplimiento de este deber, cuando la otra parte hubiere estado en imposibilidad
de conocer dicha modificación, será sancionada con las multas o demás medidas que de
acuerdo con las normas vigentes puede imponer el juez en ejercicio de sus poderes
correccionales.
El auto que decrete una medida cautelar será susceptible del recurso de apelación o del de
súplica, según el caso. Los recursos se concederán en el efecto devolutivo y deberán ser
resueltos en un término máximo de veinte (20) días.
Ningún acto anulado o suspendido podrá ser reproducido si conserva en esencia las mismas
disposiciones anuladas o suspendidas, a menos que con posterioridad a la sentencia o al auto,
hayan desaparecido los fundamentos legales de la anulación o suspensión.
Si se trata de la reproducción del acto suspendido, bastará solicitar la suspensión de los efectos
del nuevo acto, acompañando al proceso copia de este. Esta solicitud se decidirá
inmediatamente, cualquiera que sea el estado del proceso y en la sentencia definitiva se
resolverá si se declara o no la nulidad de ambos actos.
La solicitud de suspensión provisional será resuelta por auto del juez o Magistrado Ponente,
contra el cual proceden los recursos señalados en el artículo 236, los que se decidirán de plano.
El interesado podrá pedir la suspensión provisional y la nulidad del acto que reproduce un acto
anulado, mediante escrito razonado dirigido al juez que decretó la anulación, con el que
acompañará la copia del nuevo acto.
125
Si el juez o Magistrado Ponente considera fundada la acusación de reproducción ilegal,
dispondrá que se suspendan de manera inmediata los efectos del nuevo acto, ordenará que se
dé traslado de lo actuado a la entidad responsable de la reproducción y convocará a una
audiencia, con el objeto de decidir sobre la nulidad.
En esa audiencia, el juez o Magistrado Ponente decretará la nulidad del nuevo acto cuando
encuentre demostrado que reproduce el acto anulado, y compulsará copias a las autoridades
competentes para las investigaciones penales y disciplinarias a que hubiere lugar.
Salvo los casos de suspensión provisional de actos administrativos de carácter general, cuando
la medida cautelar sea revocada en el curso del proceso por considerar que su decreto era
improcedente o cuando la sentencia sea desestimatoria, el solicitante responderá
patrimonialmente por los perjuicios que se hayan causado, los cuales se liquidarán mediante
incidente promovido dentro de los treinta (30) días siguientes a la ejecutoria de la providencia.
Las providencias que resuelvan el incidente de responsabilidad de que trata este artículo serán
susceptibles del recurso de apelación o de súplica, según el caso.
El incumplimiento de los términos para decidir sobre una medida cautelar constituye falta grave.
Como puede establecerse de la lectura de las anteriores reglas, se reguló que en las acciones
constitucionales sometidas al conocimiento de esta jurisdicción, la posibilidad de decretar estas
medidas cautelares, las cuales ya están previstas en la Acción de Tutela y la popular.
126
"...MEDIDAS CAUTELARES EN ACCION POPULAR- Prevención de un daño
inminente.
Sea lo primero advertir que al tenor del penúltimo inciso del artículo 354 del C. de P.C.
en ésta providencia se resuelven los recursos de apelación interpuestos contra el auto
que decretó medidas cautelares, y respecto de la sentencia de primera instancia. El
artículo 25 de la Ley 472 de 1998 permite el decreto de medidas cautelares, de oficio o
a petición de parte, antes de notificada la demanda o en cualquier estado del
proceso, con el propósito de prevenir un daño inminente o para hacer cesar el que
se hubiese causado. Además, el artículo 26, ibídem, señala que contra el auto que
ordena las medidas cautelares proceden los recursos de reposición y apelación. Así
mismo dispone que tales recursos se concederán en el efecto devolutivo. (…) Los
documentos anteriores permiten inferir, en principio, la existencia de dificultades de
alguna envergadura en el cruce peatonal de la avenida 127 frente a la Clínica Reina
Sofía, incluso puestas de presente por la comunidad en repetidas ocasiones y de
tiempo atrás, que eventualmente pueden comprometer de manera cierta los derechos
colectivos de la comunidad. Por tanto la decisión de adoptar medidas cautelares resulta
de recibo dado el propósito que las caracteriza de prevenir un daño inminente...29".
En ese orden de ideas, las medidas cautelares en Colombia no son novedad. Ya existía -
además de las constitucionales-. la medida de suspensión provisional del acto administrativo y
con un alto grado de exigencia en el Decreto 01 de 1984 y sus reformas con fundamento
constitucional en el artículo 238 superior. Por ende, entendemos que lo que se quiso fue
compilarlas (con las constitucionales permitidas) y ampliarlas a los demás medios de control.
Muestra de ello, vemos que en materia contractual, también existían esas medidas de cautela,
conforme lo indica la Dra. Ruth Stella Correa en el documento contentivo de la comisión de
reforma, pero solo de actos administrativos y no del contrato en sí.
127
Al igual que en el derecho comparado, Colombia no es ajeno en materia contenciosa de los
presupuestos del periculum in mora y de la apariencia del buen derecho, con la obligación de
ejercer un juicio de ponderación. Además consagró el legislador de la 1437 de 2011, la carga
argumentativa del demandante, el cumplimiento de la caución al igual que el derecho que tiene
el demandado, de por medio de caución señalada por el juez u otra garantía, solicitar que se
levante la medida, lo cual resulta extraordinario en el balance de los derechos de igualdad
procesal de las partes, quedando sin duda alguna que existe responsabilidad en caso de
exceso, para quien solicitó la medida, la cual en los contenciosos ordinarios, reiteramos, va
garantizada.
Lectura No. 8
Cuando la Administración demande un acto administrativo que ocurrió por medios ilegales o
fraudulentos, no será necesario el procedimiento previo de conciliación.
128
3. Cuando se pretenda el cumplimiento de una norma con fuerza material de ley o de un acto
administrativo, se requiere la constitución en renuencia de la demandada en los términos del
artículo 8° de la Ley 393 de 1997.
5. Cuando el Estado pretenda recuperar lo pagado por una condena, conciliación u otra forma
de terminación de un conflicto, se requiere que previamente haya realizado dicho pago.
6. Cuando se invoquen como causales de nulidad del acto de elección por voto popular aquellas
contenidas en los numerales 3 y 4 del artículo 275 de este Código, es requisito de procedibilidad
haber sido sometido por cualquier persona antes de la declaratoria de la elección a examen de
la autoridad administrativa electoral correspondiente.
Son los Procuradores delegados los encargados para fungir como tales en estos asuntos, en
los términos del Decreto 1716 de 2009. En el artículo segundo (2) se dispuso que asuntos sean
susceptibles de conciliación extrajudicial en materia contencioso administrativa.
Se reglamento, que Podrán conciliarse, total o parcialmente, las entidades públicas y las
personas privadas que desempeñan funciones propias de los distintos órganos del Estado, por
conducto de apoderado, sobre los conflictos de carácter particular y contenido económico de
los cuales pueda conocer la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo a través de las
acciones previstas en los hoy artículos 139, 140 y 141 del CPACA.
En lo referente a las pretensiones relativas a los asuntos pensiones por el régimen de transición
(gracia, vejez, invalidez, sustituciones) consideramos que no son susceptibles de conciliación.
La ley 1437 de 2011 reitera la experiencia de la Ley 1285, manteniendo los asuntos conciliables
pero, es importante destacar la reacción de la Sección Segunda del Consejo de Estado ante lo
imperativo de la norma, así pues por via de tutela y con la defensa del doctor VARGAS
RINCON, en el encuentro de Medellín, se fortaleció la tesis que en materia laboral,
129
especialmente en pensiones, los asuntos no son conciliables y por vía de tutela, la sección
segunda, hoy decantó ese aspecto con el fundamento constitucional del derecho al trabajo y
por denegación de justicia.
"...La Carta Política (artículo 53), ordena al Congreso que al expedir el Estatuto de
Trabajo, tenga en cuenta principios mínimos fundamentales. De ellos se destacan
el de la irrenunciabilidad de los beneficios mínimos establecidos en normas laborales y
la facultad para conciliar sobre derechos inciertos y discutibles. Por su parte, la Ley
1285 de 2009, reformó y adicionó algunas disposiciones de la Ley estatutaria de la
administración de justicia. En el artículo 13 adoptó una nueva disposición así:
“…Conciliación judicial y extrajudicial en materia contencioso-administrativa. A partir
de la vigencia de esta ley, cuando los asuntos sean conciliables, siempre constituirá
requisito de procedibilidad de las acciones previstas en los artículos 85, 86 y 87
del Código Contencioso Administrativo o en las normas que lo sustituyan, el
adelantamiento del trámite de conciliación extrajudicial…”
130
la cual se implantó la conciliación extrajudicial como requisito de procedibilidad para
asuntos conciliables, se expidió el 22 de enero de 2009, la acción de nulidad y
restablecimiento del derecho de carácter laboral fue instaurada el 10 de marzo del mismo
año y el Decreto 1716 reglamentado por la citada Ley se expidió el 14 de mayo. Es decir,
tanto el Juzgado Administrativo de Ibagué como el Tribunal Administrativo del Tolima
rechazaron la demanda, sin reparar si se trataba de un derecho en litigio conciliable y
antes de reglamentarse la institución. Insiste la Sala en que para la exigencia del
requisito de procedibilidad en examen, el juez en materia contencioso administrativa
debe observar extremo cuidado con “los derechos ciertos y discutibles” susceptibles de
conciliación en materia laboral, puesto que la mayoría de ellos son irrenunciables
e imprescriptibles y para sus destinatarios son fundamentales, como sucede con el
derecho a la pensión. De ahí que el rechazo de la demanda por ese motivo implica el
observar especial responsabilidad en la actividad judicial. Las razones que anteceden
son suficientes para concluir que, tanto el Juzgado Primero Administrativo de Ibagué
como el Tribunal Administrativo del Tolima, al rechazar la demanda por las razones
consignadas, incurrieron en violación de los derechos de acceso a la administración de
justicia y debido proceso del accionante...".30
El acreedor podrá actuar directamente sin hacerse representar por un abogado. Dicha
conciliación no requerirá de aprobación judicial, y su incumplimiento solo genera la
consecuencia de que el acreedor puede iniciar el proceso ejecutivo correspondiente.
El delegado del Ministerio Público encargado de la conciliación acumulará todas las solicitudes
relacionadas con obligaciones de dar una suma de dinero a cargo del municipio y fijará una sola
audiencia trimestral en la que el representante legal del municipio propondrá una programación
131
de pagos de los créditos que acepte, la cual deberá respetar el orden de preferencia de las
acreencias previsto en la Ley 550 de 1999.
Las entidades públicas en los procesos declarativos que se tramitan ante la jurisdicción de lo
contencioso administrativo contra particulares, podrán solicitar las medidas cautelares previstas
para los procesos declarativos en el Código General del Proceso Como de manera inexplicable,
dos normas que se llevan seis (6) días de diferencias, contienen reglas contrarias en materia
de CONCILIACION EN MATERIA DE PROCESOS EJECUTIVOS. Un sector de los
132
especialistas en la materia acuden a la regla del C.G.P. por ser procesal, de interés público,
posterior razón más que suficiente para ser llamada a ser aplicada mientras que otros, advierten
el fin de la norma de municipios, cumplir los fines constitucionales. Advertimos que este tema
será interesante y esperamos la decisión de los Tribunales Contenciosos en la formación de la
jurisprudencia llamada a ser aplicada.
LEY 1551 DE 2012 DE 2011 -Julio 6 de CODIGO GENERAL DEL PROCESO Julio
2012- 12 de 2012-
No será necesario agotar el requisito de
La conciliación prejudicial. La procedibilidad en los procesos
conciliación prejudicial será requisito de ejecutivos, cualquiera que sea la
procedibilidad de los procesos ejecutivos jurisdicción en la que se adelanten, como
que se promuevan contra los municipios. tampoco en los demás procesos en los
La conciliación se tramitará siguiendo el que el demandante pida medidas
procedimiento y los requisitos cautelares de carácter patrimonial o
establecidos para la de los asuntos cuando quien demande sea una entidad
contencioso administrativos. pública.
Si bien para la expedición del C.G.P., la mayoría de la doctrina adoptó la tesis que la norma
posterior derogaba la anterior, por fortuna, La Corte Constitucional acabó por completo con la
discusión acerca de la obligatoriedad o no del requisito de procedibilidad para iniciar los
ejecutivos en contra de las entidades territoriales del orden Municipal.
Algún sector de la doctrina había indicado que el C.G.P. había derogado expresamente tal
obligación. Sin embargo, siempre defendimos la posición de la Contraloría General de la
República que en un concepto manifestaba que esta discusión no quedaba superada con el
argumento de que la norma posterior y especial-por ser de ejecución- debía prevalecer sobre
la que regulaba las entidades territoriales.
133
Para la Corte Constitucional, bastaba que se tratara de UN MUNICIPIO norma que en realidad
si es especial pues se trata de su desarrollo, de su planeación del cumplimiento de los fines del
estado con relación a su comunidad por lo que debe programar sus pagos gozando de
autonomía para ello.
134
CP). Segundo, la carga impuesta por la norma al grupo de acreedores de los municipios
si bien es considerable, no supone un obstáculo insalvable para el ejercicio del derecho
de acceso a la justicia o una limitación o anulación de alguno de sus ámbitos nucleares
de protección. Finalmente, tampoco advierte la Sala que la categoría empleada por el
legislador afecte de forma principal a un determinado grupo humano, estableciendo un
trato discriminatorio indirecto. Es decir, no existe un grupo humano en la sociedad que
de forma exclusiva y prioritaria tenga la condición de acreedor de los municipios y, por
tanto, se pueda atacar indirectamente sus derechos al imponer ciertas cargas sobre
aquella personas que ostenten dicha condición. Los roles de acreedor de municipios o
de cualquier otro tipo de deudor pueden tenerlos un mismo grupo de personas. Ambas
condiciones no son excluyentes. No existe un grupo social, una raza, un género, un
grupo etario, o un grupo étnico que tenga, de forma preferente, la condición de acreedor
de obligaciones de los municipios, susceptibles de cobro ejecutivo. En consideración a
estas tres razones, concluye la Sala Plena que tampoco está llamada en esta ocasión
a hacer un juicio estricto de razonabilidad. Por el contrario, existen motivos para ser
deferentes con el legislador y permitirle ejercer su amplio margen de configuración, para
lograr el objetivo propuesto, dar herramientas de modernización administrativa que le
permitan asumir a los municipios sus deudas susceptibles de cobro ejecutivo, de forma
eficaz, eficiente y sostenible fiscalmente. La motivación del legislador en el presente
caso no es dar un tratamiento discriminatorio a las personas que son acreedoras de los
municipios sino, ante todo, brindar medios legales a las instituciones básicas del
régimen político territorial.
7.3. La Sala considera también que ser persona de derecho público o de derecho
privado, así como qué tipo de persona de derecho público se es, son categorías que
usualmente sirven en el orden constitucional vigente para establecer diferencias de
trato. El hecho de que una persona sea de derecho público o de derecho privado es
una razón válida para establecer diferencias sustanciales de trato en materia de
procedimientos judiciales con el objeto de que se reconozcan y declaren derechos, o
para ejecutarlos también por vía judicial. El que un particular reclame un derecho de
propiedad frente a una persona de derecho público, es una razón válida para que su
reclamo se regule por el Código Contencioso Administrativo y no por otro estatuto
procesal. De hecho, el Código General del Proceso reconoce y reitera esta tradición de
política legislativa, al establecer su aplicación en los asuntos civiles, comerciales, de
familia y agrarios de forma prioritaria, pero de manera subsidiaria para el resto de
jurisdicciones judiciales [esto es, solamente ‘en cuanto no estén regulados
expresamente en otras leyes’ (artículo 1°, Ley 1564 de 2012)]. Establecer reglas
diferentes en razón al tipo de crédito que se tenga (vivienda familiar, vivienda de interés
social, estudio, deudas fiscales, deudas por alimentos, deudas comerciales) no es algo
extraño en el derecho. De hecho, en muchos de estos casos las violaciones al derecho
a la igualdad pueden darse por la razón contraria, esto es, por que se legisle mediante
las mismas normas créditos tan distintos y disímiles. En algunos casos, el pago de un
crédito puede comprometer gravemente el ejercicio de un derecho fundamental,
mientras que en otros no. Someter ambos créditos a las mismas reglas puede implicar
135
o bien la desprotección de un derecho fundamental, o bien la sobreprotección de
derechos puramente pecuniarios.
7.4. Si bien los argumentos presentados son suficientes para responder el cargo por
violación a la igualdad en los términos en que fue formulado por el accionante, la Sala
advierte que la norma establece un trato diferente que es razonable. El trato se funda
en que el crédito deba ser pagado o no por un municipio. En principio no hay diferencia
alguna entre los acreedores de los municipios. Su condición es irrelevante para la
norma que se interesa fundamentalmente, como el resto de la Ley en la cual se
encuentra contenida, en los municipios y en generar herramientas para su
modernización, particularmente, entre otras áreas, en sus finanzas y en el manejo de
sus recursos fiscales [concretamente en asegurar la aplicación del criterio de
sostenibilidad]. El propósito del trato diferente, su finalidad, es proteger la institución
municipal teniendo en cuenta su vital importancia para la organización política y
territorial de la República y su responsabilidad en asegurar el goce efectivo de buena
parte de los derechos fundamentales de la población, en especial de aquellas personas
en situación de precariedad o debilidad. Asegurar el patrimonio del municipio compete
y compromete los derechos de todos los habitantes del mismo, lo cual no ocurre con el
resto de deudas. La diferencia de trato incluida en la ley tiene por objeto, por tanto,
proteger de forma especial los recursos de las entidades territoriales básicas de la
Nación. El medio para conseguir el fin perseguido, consistió en fijar reglas de carácter
procedimental que imponen una carga razonable al derecho de acceso a la justicia,
pero únicamente para el cobro ejecutivo de las deudas que tienen los municipios. Se
trata, por tanto, de un medio que no está prohibido, está permitido. Establecer
diferencias en las reglas procesales teniendo en cuenta si la persona demandada es o
no de derecho público, es una típica diferenciación de carácter procesal que puede fijar
el legislador en ejercicio del margen de configuración reconocido por la Constitución
Política. Consagrar reglas que diferencien los procesos laborales es el ejercicio de una
facultad constitucional. Finalmente, el trato diferente consagrado en el presente caso
es adecuado para conseguir el propósito buscado, a saber: imponer la carga que
permita a los municipios elaborar una propuesta de conciliaciones para el pago de las
obligaciones exigibles mediante procesos ejecutivos. El mecanismo establecido por la
norma acusada distingue los créditos frente a municipios, de los créditos frente a
cualquier otra persona. Como se dijo, la carga la impone la norma a todos los créditos
que son efectivamente ejecutables judicialmente, pero se hace efectiva en el momento
en que se pretende exigir el derecho y se busca iniciar el proceso ejecutivo.
7.5. En tal medida, dejando de lado el derecho a la igualdad de los trabajadores, asunto
que será considerado a continuación, el legislador no viola el principio de igualdad al
imponer a los deudores de los municipios una carga procesal que no tienen los demás
deudores en los procesos ejecutivos (conciliación prejudicial), puesto que se trata de
una decisión legislativa que constituye un ejercicio razonable del poder de configuración
normativa que busca una finalidad legítima, mediante un medio no prohibido y
adecuado para alcanzarlo.
136
8. El legislador viola los derechos laborales y el derecho a la igualdad de los
trabajadores que tienen deudas con municipios, susceptibles de ser reclamadas
mediante un proceso ejecutivo
Por último, la Sala Plena considera que la respuesta al tercer problema jurídico es
afirmativa. Le asiste la razón al accionante cuando acusa a la norma de violar los
derechos laborales constitucionales así como el derecho a la igualdad entre los
trabajadores.
8.1. Tal como se indicó previamente, en la sentencia C-160 de 1999, la Corte decidió
que una norma legal que establece la conciliación prejudicial obligatoria en materia
laboral, de forma general, sin distinciones y precisiones necesarias para asegurar los
derechos fundamentales, en especial, el derecho de acceso a la justicia, es
inconstitucional.31 Concretamente, se estableció que ello era así, a propósito de los
procesos laborales ejecutivos. Para la Corte “ […] la conciliación no opera en los
procesos ejecutivos, porque en razón de su naturaleza la conciliación busca crear una
situación de certeza en cuanto a los derechos laborales que el trabajador reclama al
empleador, lo cual, por sustracción de materia no se requiere cuando ya se posee un
título ejecutivo del cual emana una obligación a cargo de éste que para el trabajador
configura un derecho cierto e indiscutible que no se puede renunciar ni negociar, como
lo prevé el art. 53 de la Constitución Política.”32 Esta posición jurisprudencial ha sido
reiterada en varias ocasiones, en especial en la sentencia C-893 de 2001,33 en la cual
se decidió que “sí es inconstitucional la norma que consagra la conciliación extrajudicial
como requisito de procedibilidad en asuntos laborales”; indicó que una regla legal de
ese estilo “[…] quebranta abiertamente el principio constitucional contenido en el
artículo 53 de la Carta, según el cual, corresponde a la Ley tener en cuenta la facultad
de los trabajadores para transigir y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles, la
cual se ve afectada cuando se exige al particular acudir a la conciliación como requisito
previo a la presentación de la demanda.”.34
8.2. En tal medida, la restricción al derecho laboral que supone la exigencia de la
conciliación como un requisito de procedibilidad de la acción ejecutiva, es una medida
legislativa irrazonable constitucionalmente, en tanto se vale de un medio prohibido. Esto
es, si bien el artículo 47 de la Ley1551 de 2012 busca fines que no sólo son legítimos
constitucionalmente, sino que además son imperiosos, el medio por el cual optó el
legislador está prohibido constitucionalmente, como lo ha señalado la jurisprudencia.
En tanto el artículo 53 de la Constitución contempla el derecho a ‘la irrenunciabilidad de
137
los beneficios mínimos establecidos en normas laborales’, la jurisprudencia
constitucional ha indicado que una norma que desconozca abiertamente esta
restricción, vulnera un mandato expreso de la Constitución.
8.3. La jurisprudencia también ha sostenido que exigir la conciliación prejudicial como
requisito procesal en materia de procesos judiciales de forma general e imprecisa es
una herramienta legal irrazonable constitucionalmente, entre otros motivos, cuando se
emplean normas vagas y ambiguas o altamente indeterminadas, que ponen en riesgo
el ejercicio de los derechos judiciales laborales.35 El artículo 47 de la Ley 1551 de 2012
fija el requisito procesal de la conciliación prejudicial en procesos ejecutivos contra
municipios de manera amplia, pero a la vez se establecen una serie de parámetros y
reglas que hacen más o menos precisa la aplicación de la figura. Sin embargo, al hacer
referencia a los procesos ejecutivos en contra de municipios, sin distinción alguna, se
puede concluir que la norma acusada contempla también las obligaciones de carácter
laboral.
8.3.1. Podría alegarse que la norma acusada debe ser interpretada de acuerdo con la
Constitución Política y la jurisprudencia constitucional en la materia. De hecho, la
participación del Ministerio de Hacienda dentro del presente proceso, interpreta que la
norma contempla el requisito de la conciliación prejudicial en un “tipo de procesos [que]
hace referencia a obligaciones patrimoniales adquiridas por parte de los municipios con
los particulares. Son obligaciones dinerarias no laborales […]”. Sin duda que es una
forma adecuada de interpretar la norma a la luz de la Constitución Política.
8.3.2. Pero el proceso ha servido para mostrar que no es ésta la única interpretación
posible. La incertidumbre de las reglas se evidencia al contrastar la posición del
Ministerio, por una parte, y de la Federación Colombiana de Municipios por otra. En su
intervención, la Federación indica que “[…] cuando la conciliación se trate de créditos
laborales no podrá conducir al desconocimiento de derechos ciertos e indiscutibles, tan
sólo se ocupará de la programación del pago según las posibilidades de flujo de
recursos de los Municipios y la mayor conveniencia del convocante.”
8.4. Adicionalmente la Sala Plena de la Corte considera que la imposición del requisito
procesal de la conciliación prejudicial en materia de procesos ejecutivos laborales que
se adelante en contra de un municipio constituye una violación a la especial protección
que brinda el principio de igualdad a los trabajadores.
8.4.1. El artículo 53 establece los principios que han de regir la ley laboral en el estado
social de derecho. Entre otros, además del respeto al derecho constitucional a
irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales, se
contempla expresamente el principio de igualdad de oportunidades a los trabajadores.
En tal medida, se torna categórica la protección que ha dado la Constitución, la ley y la
jurisprudencia a sus derechos, impidiendo que se les imponga el requisito procesal de
35Dice la sentencia C-160 de 1999 al respecto: “El acceso efectivo a la justicia no puede asegurarse sobre la base
de reglas inciertas acerca de si en un momento dado es procedente o no agotar la conciliación como requisito de
procedibilidad y que están libradas al criterio discrecional de los conciliadores y jueces, quedando las personas
que demandan justicia sujetas a la incertidumbre de si sus derechos sustanciales se harán efectivos como lo
manda el art. 2 de la Constitución.”
138
la conciliación prejudicial, especialmente si se hace mediante normas vagas y ambiguas
o altamente indeterminadas, y sin fijar parámetros básicos como, por ejemplo, la
imposibilidad de conciliar derechos laborales mínimos o de exigirla especialmente para
procesos ejecutivos.
8.4.2. Pero en cualquier caso, no existe en el proceso defensa alguna de por qué no se
viola el derecho a la igual protección de los trabajadores bajo la Constitución, al
establecer desde las propias reglas que regulan los derechos procesales, un trato
diferente entre los trabajadores municipales y el resto de trabajadores. Por qué las
reglas del proceso ejecutivo para reclamar derechos laborales han de ser unas para los
trabajadores de las entidades territoriales y otras para el resto de los trabajadores. En
especial, qué justificaría el trato diferente entre trabajadores del sector público en
cuanto a las reglas de acceso a la justicia. A diferencia de lo que ocurre con las
acreencias en general, las deudas laborales están sometidas a una condición
específica, señalada en la Constitución Política y que ha de ser cumplida por el
legislador: las protecciones que se den a los trabajadores deben ser respetuosas del
principio de igualdad. La Corte tampoco advierte prima facie, razón alguna que
permitiera una distinción de trato que sólo se podría justificar si es un medio
estrictamente necesario. Dada la exigencia de igualdad en el trato a los trabajadores,
en especial cuando sus derechos se encuentran en conexidad con el derecho al acceso
a la justicia, como ocurre en el presente caso, introducir una regla diferente debe estar
estrictamente justificado.
8.4.3. En el presente caso, el Gobierno, por medio del Ministerio de Hacienda, considera
que la norma legal acusada bajo el orden constitucional y legal vigente, no es aplicable
a obligaciones laborales; la Federación Nacional de Municipios por su parte sostiene
que sí, pero solicita a la Corte que de acuerdo con su jurisprudencia reiterada se declare
la exequibilidad condicionada de la norma.36 Es claro entonces, que la regulación
vigente no es precisa en cuanto a cuáles son las condiciones de aplicación del artículo
47 demandado a los procesos ejecutivos en contra de los municipios, en los que se
reclamen obligaciones de carácter laboral, y como podría ser interpretada válidamente,
como que incluye controversias de este tipo, porque la norma dispone que en todo
proceso ejecutivo adelantado contra un municipio debe llevarse a cabo previamente
una conciliación, es factible afirmar que el legislador viola los derechos laborales de los
trabajadores que tienen deudas reconocidas, pendientes de pago por los dichos entes
territoriales, susceptibles de ser reclamadas mediante un proceso ejecutivo, en especial
los derechos a ‘la irrenunciabilidad de los beneficios mínimos establecidos en normas
laborales’ (art. 53, CP) y su derecho a la igualdad (art. 13, CP), al exigirles un requisito
procesal (la conciliación prejudicial) que está expresamente excluido por la ley para el
resto de los trabajadores.
Esto quiere decir que, aunque la norma es ajustada a la Constitución a la luz de los dos
primeros cargos analizados, es a la vez inconstitucional a la luz del tercer cargo
36 Dice la intervención de la Federación: “[…] si la Corte considera en este caso aplicables los criterios fijados en
la sentencia C-893 de 2001, rogamos declarar la exequibilidad de la norma bajo la condición de que la conciliación
previa no es exigible cuando se trata de créditos laborales.”
139
estudiado. Esto lleva a que la decisión de la Sala sea la de declarar exequible la norma
constitucional, bajo el entendido que la misma no es aplicable a los procesos ejecutivos
en contra de municipios que puedan tener por objeto el reclamo de deudas laborales
reconocidas, a los trabajadores susceptibles de ser cobradas mediante proceso
ejecutivo”.
ASUNTOS NO CONCILIABLES
• Los asuntos que versen sobre conflictos de carácter tributario.
• Los asuntos en los cuales la correspondiente acción haya caducado.
• Cuando la Administración demande un acto administrativo que ocurrió por
medios ilegales o fraudulentos, no será necesario el procedimiento previo de
conciliación.
• Cuando el medio de control que eventualmente se llegare a interponer fuere la
de nulidad y restablecimiento de derecho y no se haya agotado el recurso
administrativo de apelación cuando fuere obligatorio -es decir cuando en el acta
de notificación o en la parte resolutiva del acto mismo así se indique
• Control de Repetición.
• Control de Nulidad y Restablecimiento de derecho asuntos pensionales o de
derechos ciertos e irrenunciables de carácter en general
CASOS PRACTICOS
“Del texto de los artículos 38 de la Ley 863 de 2003 y 6° del Decreto núm. 412 de 2004,
se infiere que respecto de los actos de definición jurídica de la mercancía, no procede
la conciliación (…) En este caso se trata de un proceso aduanero en el cual se involucra
la definición jurídica de una mercancía, pues al no haber sido posible su aprehensión
para su posterior decomiso, se dio paso a la sanción de multa. De tal manera que no
se requería agotar el presupuesto de procedibilidad de conciliación extrajudicial y, por
ende, tampoco opera el fenómeno de la suspensión del término de caducidad. Luego,
si la Resolución que agotó la vía gubernativa se notificó al actor el 26 de agosto de
2009, conforme consta a folio 51 del expediente, el término oportuno para el ejercicio
de la acción de nulidad y restablecimiento del derecho instaurada vencía el 27 de
diciembre de ese año, sin embargo, dicha fecha corresponde a la vacancia judicial, por
140
lo cual, la demanda debió presentarse el primer día hábil después de la misma, esto es,
el 12 de enero de 2010”37.
38FUENTE FORMAL: LEY 863 DE 2003 – ARTICULO 38 / DECRETO 412 DE 2004 – ARTICULO 6
CONSEJO DE ESTADO SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO SECCION PRIMERA
Consejera ponente: MARIA CLAUDIA ROJAS LASSO Bogotá D.C., ocho (8) de julio de dos mil diez
(2010) Radicación número: 25000-23-24-000-2009-00085-01 Actor: MERVACOL S.A. Demandado:
DIRECCION DE IMPUESTOS Y ADUANAS NACIONALES Referencia: APELACION AUTO
141
TRAMITE.
Cuando se presente una solicitud de conciliación extrajudicial y el asunto de que se trate no sea
conciliable de conformidad con la ley, el agente del Ministerio Público expedirá la
142
correspondiente constancia dentro de los diez (10) días siguientes a la presentación de la
solicitud.
Cuando el agente del Ministerio Público, en razón del factor territorial o por la naturaleza del
asunto, no resulte competente para conocer de la respectiva conciliación, remitirá la solicitud y
el expediente al funcionario que tenga atribuciones para conocer de la misma.
Audiencia de conciliación extrajudicial. Dentro de los diez (10) días siguientes al recibo de la
solicitud, el agente del Ministerio Público, de encontrarla procedente, fijará fecha y hora para la
celebración de la audiencia de conciliación, la cual tendrá lugar dentro de los treinta (30) días
siguientes.
El agente del Ministerio Público citará a los interesados a la audiencia por el medio que
considere más expedito y eficaz (telegrama, fax, correo electrónico) con una antelación no
inferior a 15 días a la realización de la misma; indicando sucintamente el objeto de la conciliación
y las consecuencias jurídicas de la no comparecencia.
Pruebas. Las pruebas deberán aportarse con la petición de conciliación, teniendo en cuenta los
requisitos consagrados en los artículos 253 y 254 del Código de Procedimiento Civil, hoy con la
validez de las pruebas en copias simples, conforme a las reglas del CGP.
Con todo, el agente del Ministerio Público podrá solicitar que se alleguen nuevas pruebas o se
complementen las presentadas por las partes con el fin de establecer los presupuestos de
hecho y de derecho para la conformación del acuerdo conciliatorio.
143
Las pruebas tendrán que aportarse dentro de los veinte (20) días calendario siguientes a su
solicitud. Este trámite no dará lugar a la ampliación del término de suspensión de la caducidad
de la acción previsto en la ley.
Si agotada la oportunidad para aportar las pruebas según lo previsto en el inciso anterior, la
parte requerida no ha aportado las solicitadas, se entenderá que no se logró el acuerdo.
1. Las partes expondrán sucintamente sus posiciones y las justificarán con los medios de prueba
que se acompañaron a la solicitud de conciliación y durante la celebración de la audiencia
podrán aportar las pruebas que estimen necesarias.
2. Si los interesados no plantean fórmulas de arreglo, el agente del Ministerio Público podrá
proponer las que considere procedentes para la solución de la controversia, las cuales pueden
contener posibles acuerdos respecto de los plazos para el pago de lo conciliado, monto de
indexación e intereses, y ser acogidas o no por las partes.
Con el propósito de analizar las fórmulas de avenimiento propuestas por el agente del Ministerio
Público, este podrá, excepcionalmente, citar a la audiencia de conciliación a los integrantes del
Comité de Conciliación de la entidad u organismo de derecho público que participa en el trámite
conciliatorio.
Si hubiere acuerdo se elaborará un acta que contenga lugar, fecha y hora de celebración de la
audiencia; identificación del agente del Ministerio Público; identificación de las personas citadas
con señalamiento expreso de las que asisten a la audiencia; relación sucinta de las pretensiones
144
motivo de la conciliación; el acuerdo logrado por las partes con indicación de la cuantía, modo,
tiempo y lugar de cumplimiento de las obligaciones pactadas.
El acta será firmada por quienes intervinieron en la diligencia y por el agente del Ministerio
Público y a ella se anexará original o copia auténtica de la respectiva acta del Comité de
Conciliación o se aportará un certificado suscrito por el representante legal que contenga la
determinación tomada por la entidad.
Se debe revisar el acta donde se indiquen todos los sujetos procesales a demandar teniendo
en cuenta que el artículo 180 del CPACA prevé la terminación del proceso, si no se acompaña
este requisito cuando sea de carácter obligatorio.
Ahora bien, si del requisito de procedibilidad la Procuraduría remite la carpeta con el Acuerdo
recogido por las partes, la competencia procesal al juez competente por el valor del acuerdo,
solamente viene dada para APROBAR O IMPROBAR EL ACUERDO DE LAS PARTES, puesto
que las reglas de competencia son taxativas por lo que consideramos –de manera muy
respetuosa y con fines académicos- no acertada la petición de las partes cuando interponen
recurso de reposición y aportan o solicitan la práctica de pruebas, dado a que es el Ministerio
Publico QUIEN SI PUEDE ORDENAR UN PERIODO PROBATORIO EN VIRTUD DE LA
COMPETENCIA A ESE ENTE DE CONTROL ASIGNADA.
145
14. OPORTUNIDAD PARA PRESENTAR LA DEMANDA
El término de caducidad, tiene entonces como uno de sus objetivos, racionalizar el ejercicio del
derecho de acción, y si bien limita o condiciona el acceso a la justicia, es una restricción
necesaria para la estabilidad del derecho, lo que impone al interesado el empleo oportuno de
las acciones, so pena de que las situaciones adquieran la firmeza necesaria a la seguridad
jurídica, para solidificar el concepto de derechos adquiridos.
146
normativa, limita en el tiempo el derecho que tiene toda persona de acceder a la jurisdicción
con el fin de obtener pronta y cumplida justicia.
Conforme al Artículo 164 del CPACA las oportunidades para demandar son las
siguientes:
147
a) Cuando se pretenda la nulidad de un acto administrativo electoral, el término será de treinta
(30) días. Si la elección se declara en audiencia pública el término se contará a partir del día
siguiente; en los demás casos de elección y en los de nombramientos se cuenta a partir del día
siguiente al de su publicación efectuada en la forma prevista en el inciso 1° del artículo 65 de
este Código.
En las elecciones o nombramientos que requieren confirmación, el término para demandar se
contará a partir del día siguiente a la confirmación;
b) Cuando se pretenda la nulidad de las cartas de naturaleza y de las resoluciones de
autorización de inscripción de nacionales, el término será de diez (10) años contados a partir
de la fecha de su expedición;
c) Cuando se pretenda la nulidad o la nulidad y restablecimiento del derecho de los actos previos
a la celebración del contrato, el término será de cuatro (4) meses contados a partir del día
siguiente a su comunicación, notificación, ejecución o publicación, según el caso;
d) Cuando se pretenda la nulidad y restablecimiento del derecho, la demanda deberá
presentarse dentro del término de cuatro (4) meses contados a partir del día siguiente al de la
comunicación, notificación, ejecución o publicación del acto administrativo, según el caso, salvo
las excepciones establecidas en otras disposiciones legales;
e) Cuando se pretenda la nulidad y la nulidad y restablecimiento del derecho de los actos
administrativos de adjudicación de baldíos proferidos por la autoridad agraria correspondiente,
la demanda deberá presentarse en el término de dos (2) años, siguientes a su ejecutoria o
desde su publicación en el Diario Oficial, según el caso. Para los terceros, el término para
demandar se contará a partir del día siguiente de la inscripción del acto en la respectiva Oficina
de Instrumentos Públicos;
f) Cuando se pretenda la revisión de los actos de extinción del dominio agrario o la de los que
decidan de fondo los procedimientos de clarificación, deslinde y recuperación de los baldíos, la
demanda deberá interponerse dentro del término de quince (15) días siguientes al de su
ejecutoria. Para los terceros, el término de caducidad será de treinta (30) días y se contará a
partir del día siguiente al de la inscripción del acto en la correspondiente Oficina de Instrumentos
Públicos;
g) Cuando se pretenda la expropiación de un inmueble agrario, la demanda deberá presentarse
por parte de la autoridad competente dentro de los dos (2) meses, contados a partir del día
siguiente al de la ejecutoria del acto administrativo que ordene adelantar dicha actuación;
h) Cuando se pretenda la declaratoria de responsabilidad y el reconocimiento y pago de
indemnización de los perjuicios causados a un grupo, la demanda deberá promoverse dentro
de los dos (2) años siguientes a la fecha en que se causó el daño. Sin embargo, si el daño
causado al grupo proviene de un acto administrativo y se pretende la nulidad del mismo, la
demanda con tal solicitud deberá presentarse dentro del término de cuatro (4) meses contados
a partir del día siguiente al de la comunicación, notificación, ejecución o publicación del acto
administrativo;
i) Cuando se pretenda la reparación directa, la demanda deberá presentarse dentro del término
de dos (2) años, contados a partir del día siguiente al de la ocurrencia de la acción u omisión
causante del daño, o de cuando el demandante tuvo o debió tener conocimiento del mismo si
148
fue en fecha posterior y siempre que pruebe la imposibilidad de haberlo conocido en la fecha
de su ocurrencia.
Sin embargo, el término para formular la pretensión de reparación directa derivada del delito de
desaparición forzada, se contará a partir de la fecha en que aparezca la víctima o en su defecto
desde la ejecutoria del fallo definitivo adoptado en el proceso penal, sin perjuicio de que la
demanda con tal pretensión pueda intentarse desde el momento en que ocurrieron los hechos
que dieron lugar a la desaparición;
j) En las relativas a contratos el término para demandar será de dos (2) años que se contarán a
partir del día siguiente a la ocurrencia de los motivos de hecho o de derecho que les sirvan de
fundamento.
Cuando se pretenda la nulidad absoluta o relativa del contrato, el término para demandar será
de dos (2) años que se empezarán a contar desde el día siguiente al de su perfeccionamiento.
En todo caso, podrá demandarse la nulidad absoluta del contrato mientras este se encuentre
vigente.
En los siguientes contratos, el término de dos (2) años se contará así:
i) En los de ejecución instantánea desde el día siguiente a cuando se cumplió o debió cumplirse
el objeto del contrato;
ii) En los que no requieran de liquidación, desde el día siguiente al de la terminación del contrato
por cualquier causa;
iii) En los que requieran de liquidación y esta sea efectuada de común acuerdo por las partes,
desde el día siguiente al de la firma del acta;
iv) En los que requieran de liquidación y esta sea efectuada unilateralmente por la
administración, desde el día siguiente al de la ejecutoria del acto administrativo que la apruebe;
v) En los que requieran de liquidación y esta no se logre por mutuo acuerdo o no se practique
por la administración unilateralmente, una vez cumplido el término de dos (2) meses contados
a partir del vencimiento del plazo convenido para hacerlo bilateralmente o, en su defecto, del
término de los cuatro (4) meses siguientes a la terminación del contrato o la expedición del acto
que lo ordene o del acuerdo que la disponga;
k) Cuando se pretenda la ejecución con títulos derivados del contrato, de decisiones judiciales
proferidas por la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo en cualquier materia y de laudos
arbitrales contractuales estatales, el término para solicitar su ejecución será de cinco (5) años
contados a partir de la exigibilidad de la obligación en ellos contenida;
l) Cuando se pretenda repetir para recuperar lo pagado como consecuencia de una condena,
conciliación u otra forma de terminación de un conflicto, el término será de dos (2) años,
contados a partir del día siguiente de la fecha del pago, o, a más tardar desde el vencimiento
del plazo con que cuenta la administración para el pago de condenas de conformidad con lo
previsto en este Código.
149
14.2. PRINCIPIO PRO DAMATO Y PRO ACTIONI.
Se debe admitir en el peor de los casos dando aplicación al principio pro damato, de carácter
jurisprudencial, con fundamento hoy en el artículo 103 del CPACA y del derecho de rango
constitucional como es el acceso a la justicia o derecho a ejercer la acción. Como argumento,
presentamos la posición de la Sección Tercera de la Sala Contenciosa del Consejo de Estado
dando aplicación a los principios pro damato y pro actioni. Según el primero de los principios
señalados, se debe dar aplicación a la norma que en cada caso resulte más favorable para la
persona humana, su libertad y sus derechos, especialmente si son derechos protegidos e
inversamente a la más restringida cuando se trate de establecer restricciones permanentes al
ejercicio de los derechos. El segundo, es el derecho a ser oído por un juez y para el efecto, se
deberán interpretar las normas procesales en el sentido más favorable a la admisibilidad de la
acción.
Sin embargo, en la Audiencia inicial en caso de haberse allegado prueba que la configure, el
juez de oficio deberá declararla probada, dando por terminado el proceso y si no es posible la
prueba, podrá hacerlo con la sentencia.
Argumento Jurisprudencial.
"El juez de primera instancia se atuvo al tenor literal del artículo 136 del CCA y como
consecuencia de lo allí expresado, tomó la decisión que ahora es materia de la acción de tutela.
Sin embargo, las circunstancias que rodearon la muerte del joven Nelson Abad Ceballos Arias,
que no es necesario repetir y la posterior aparición del cadáver e identificación, permiten a la
Sala llegar a una conclusión diferente a la que arribó el juzgador de primera instancia, respecto
150
de la caducidad frente a las particulares circunstancias que rodearon los hechos. El delito por
el que fueron condenados los integrantes del Ejército Nacional, se denomina “homicidio en
persona protegida”, figura relativamente nueva en la legislación penal, por cuanto sólo con la
expedición de la Ley 599 de 2000 se introdujo. Por lo anterior, la norma transcrita no se
adecuaba a las particularidades del caso teniendo en cuenta que el Código Contencioso
Administrativo, fue expedido en el año de 1984 (Decreto 01), fecha anterior a la antes señalada
y de allí en adelante tuvo algunas modificaciones en esa materia. En efecto, en el año 2000, se
adicionó el inciso 2° al numeral 8° del artículo 136, con el fin de establecer el término de
caducidad de la acción de reparación directa tratándose del delito de desaparición forzada,
delito que al igual que el de “homicidio en persona protegida” fue introducido en la reforma al
código penal del año 2000. Es decir que hasta el año 2000, no había una norma que estableciera
cómo o desde cuándo se empezaba a contar el término de caducidad en los asuntos de
responsabilidad por el delito de “desaparición forzada” como tampoco la había ni la hay en la
actualidad para el de “homicidio en persona protegida”. Por lo mismo, no era posible aplicar el
artículo 136 del C.C.A., acudiendo solamente a su tenor literal, pues el juez no podía, sólo con
fundamento en la fecha de la denuncia por la muerte de la víctima y so pretexto de la falta de
desarrollo legal en relación con la contabilización del término de caducidad, tratándose de
delitos de lesa humanidad como el que ocupa la atención de la Sala, impedir el acceso a la
administración de justicia o sustraerse del conocimiento de los asuntos que por Ley le han sido
asignados. Lo anterior, por cuanto se trata de delitos que atentan contra el derecho internacional
humanitario que requieren de la especial atención del Estado y respecto de los cuales es difícil
determinar una fecha de caducidad, como en el presente caso que el juez consideró que
empezó a correr en el año 2004 a pesar de la imposibilidad jurídica por cuanto el cadáver aún
no había sido identificado (sólo lo fue en el año 2006, cuando por pruebas de ADN fue
reconocido) y a pesar de que en el desarrollo de la conducta (primero fue sacado a la fuerza de
su casa, posteriormente asesinado, luego reconocido y por último la sentencia de condena en
el proceso penal), hay otras fechas que bien podrían tomarse como referentes para efecto de
determinar el momento a partir del cual comenzaría a contarse el término de caducidad de la
acción. En tales hipótesis, la Sección Tercera de la Corporación ha dado aplicación a los
principios pro damato y pro actioni. Según el primero de los principios señalados, se
debe dar aplicación a la norma que en cada caso resulte más favorable para la persona
humana, su libertad y sus derechos, especialmente si son derechos protegidos e
inversamente a la más restringida cuando se trate de establecer restricciones
permanentes al ejercicio de los derechos. El segundo, es el derecho a ser oído por un
juez y para el efecto, se deberán interpretar las normas procesales en el sentido más
favorable a la admisibilidad de la acción. Por lo anteriormente expuesto y aunque referido a
un delito diferente, es del caso resaltar que con la modificación introducida al artículo 136 del
C.C.A. precisamente se pretendió evitar que el término de caducidad en la forma en que se
encontraba consagrado, afectara la posibilidad de reparación en delitos de lesa humanidad,
concretamente el de desaparición forzada y para el efecto se ampliaron las hipótesis a partir de
las cuales se empezaría a contar. (…)Tratándose de delitos de lesa humanidad, como lo
dispone el inciso 2° del numeral 8° del artículo 136 del C.C.A., nada obsta para que en defensa
del derecho constitucional fundamental de acceso a la administración de justicia y la misma
151
garantía del derecho universal al debido proceso, dadas las circunstancias particulares que
rodearon los hechos denunciados en la presente acción de tutela, la caducidad de la acción
empiece a contarse desde la ejecutoria del fallo definitivo adoptado en el proceso penal. En el
asunto objeto de examen la parte actora solicitó la celebración de una audiencia de conciliación
prejudicial el 17 de marzo de 2010, como requisito de procedibilidad para el ejercicio de la acción
de reparación directa contra el Ministerio de Defensa Nacional y la sentencia de segunda
instancia, dentro del proceso penal se profirió el 28 de octubre de 2010. En consecuencia, la
eventual acción a intentar no se encontraba caducada como quiera que el acuerdo conciliatorio
se realizó el 21 de junio de 2010. Las razones que anteceden son suficientes para concluir que
de los hechos señalados en el escrito de tutela, se deriva la violación del derecho fundamental
al debido proceso y el fundamental de acceso a la administración de justicia".40
No. 1
"Ahora bien, el 30 de mayo de 2009 no era laborable, fue un sábado, por lo tanto, no era posible
radicar la demanda, pues los despachos judiciales no funcionan los días festivos, por lo tanto,
se traslada el vencimiento del término para el día hábil siguiente, es decir, el 1º de junio del
mismo año. Al respecto, el artículo 62 de la ley 4º de 1913, establece:
“En los plazos de días que se señalen en las leyes y actos oficiales, se entienden suprimidos
los feriados y de vacantes, a menos de 8 “ARTICULO 2o. CONSTANCIAS. El conciliador
expedirá constancia al interesado en la que se indicará la fecha de presentación de la solicitud
y la fecha en que se celebró la audiencia o debió celebrarse, y se expresará sucintamente el
asunto objeto de conciliación, en cualquiera de los siguientes eventos:
152
“En todo caso, junto con la constancia se devolverán los documentos aportados por los
interesados.
Los funcionarios públicos facultados para conciliar conservarán las copias de las constancias
que expidan y los conciliadores de los centros de conciliación deberán remitirlas al centro de
conciliación para su archivo.”
Los de meses y años se computan según el calendario; pero si el último día fuere feriado o de
vacante, se extenderá el plazo hasta el primer día hábil.41” En orden a resolver lo pertinente,
observa la Sala que el problema jurídico planteado se contrae a dilucidar a partir de qué fecha
se comienza a contar el término de caducidad de la acción de nulidad y restablecimiento del
derecho aquí impetrada. En efecto, para contabilizar los términos de días debe atenderse
lo establecido en el artículo 121 del Código Civil (…) Ahora bien, de acuerdo con lo
establecido en el numeral segundo del artículo 136 del C.C.A., el término para la
presentación oportuna de la demanda de acción de nulidad y restablecimiento del
derecho es de cuatro meses contados a partir del día siguiente a su notificación,
comunicación o ejecución según corresponda. En tal orden, cuando se trate de
contabilizar el término a partir del cual ocurre el fenómeno de la caducidad de la mentada
acción, debe seguirse la regla del cómputo de meses, es decir, que en ella no se excluyen
los días de interrupción de vacancia judicial o los que por cualquier otra causa el
despacho se encuentre cerrado, por ejemplo la suspensión del servicio de
administración de justicia, a menos que el término se venza en uno de ellos, caso en el
cual el plazo se extenderá hasta el primer día hábil siguiente.
En tal orden, no tienen asidero los argumentos esgrimidos por la recurrente relacionados
con la suspensión del término aludido con ocasión del paro judicial presentado en todo
el territorio nacional desde el 3 de septiembre hasta el 16 de octubre de 2008, y tampoco
en relación con la vacancia judicial, pues, se repite, el término de caducidad previsto en
el artículo 136 del C.C.A. es de meses, y las normas transcritas exceptúan los de vacancia
o en los que por cualquier otra causa haya permanecido cerrado el Despacho, cuando se
trate del cómputo de términos de días, no de meses como acontece en el sub judice. En
el caso concreto, a folio 17 del Cuaderno número 3 del expediente se observa que la Resolución
No. 033916, que se acusa, quedó debidamente ejecutoriada el 7 de octubre de 2008. Lo cual
quiere decir que tal y como lo resolvió el Tribunal, el término de caducidad se contaba a partir
del 8 de octubre de 2008, (día siguiente al de ejecutoria) y llegaba hasta el 8 de febrero de 2009,
que por ser día festivo (domingo) debía extenderse hasta el 9 de febrero (lunes)"42.
153
Caso No. 2
"...2.- En el presente caso se encuentra que la muerte del agente de la Policía Nacional JAIRO
ENRIQUE MORENO MORENO se produjo el 9 de mayo de 2007, razón por la cual el término
de dos (2) años para presentar la demanda de reparación directa se contabiliza entre el 10 de
mayo de 2007 y el 10 de mayo de 2009.
OBSERVACIONES.
Aquí los diecisiete (17) días contados entre el 3 de junio (miércoles) y el 19 de junio (viernes)
no hubo necesidad de correrlos porque el vencimiento del término de la caducidad recayó en
día hábil, entendiéndose éstos como calendarios, porque incluyó sábados, domingos y festivos
como se aprecia en el siguiente cuadro.
JUNIO DE 2009
154
D L M M J V S
1 2 3 4 5 6
7 8 9 10 11 12 13
14 15 16 17 18 19 20
FESTIVO
21 22 23 24 25 26 27
28 29 30
Convención:
Los días en rojo fueron los computados según las sentencia.
Caso No. 3
Es claro para esta Corporación que el hecho que fundamentó la demanda se produjo el 16
de septiembre de 2007 (folios 34 cdno 1.), por lo tanto, los demandantes tenían hasta el 16
de septiembre de 2009 para presentarla. Ahora bien, como la solicitud de conciliación
extrajudicial se presentó el día 16 de septiembre de 2009, el término de caducidad se suspendió,
en los términos del artículo 21 de la Ley 640 de 20012.
De la lectura del acta de conciliación se advierte que las partes no llegaron a acuerdo
conciliatorio (folio 334 y 335 cdno 1), de lo cual se expidió certificación fechada el 10 de
diciembre de 2009 (fl. 336 cdno 1).
155
“ACCION DE REPARACION DIRECTA - Caducidad de la acción en casos de
masacres. Término contado a partir del conocimiento del hecho / CADUCIDAD -
Acción de reparación directa. En casos de masacres el término es contado a partir
del conocimiento del autor del hecho / AGENTE ESTATAL - Acción de reparación
directa. En casos de masacres el término de caducidad es contado a partir del
conocimiento del autor del hecho
En el caso sub judice, se evidencia que los demandantes, si bien es cierto tuvieron
conocimiento de la muerte de sus familiares (…) nada sabían sobre los posibles autores
de los homicidios de las víctimas; en estas condiciones, mal podría endilgárseles que
para ellos el término para demandar al Estado había comenzado a correr desde la
muerte de sus familiares, si en ese momento desconocían la circunstancia que
servidores públicos podrían estar involucrados en los asesinatos de sus parientes. Sólo
en el momento en que los actores tienen noticia de este hecho, determinante para
demandar al Estado, puede empezar a contabilizarse el término de dos años que la ley
establece para la interposición de la acción de reparación directa”45
156
De lo anteriormente expuesto se concluye que no toda reforma a la demanda está
sujeta a su presentación dentro del término de caducidad de la acción sino sólo
aquella reforma que implique la formulación de nuevos cargos a los inicialmente
planteados.
Esta Corporación encuentra que la expresión demandada “siempre que no haya operado
la caducidad, en caso contrario se rechazará la reforma en relación con estos cargos”
no desconoce el contenido del derecho al acceso a la administración de justicia ni de
participación política, porque no es una medida que se torne caprichosa en razón al fin
constitucional que persigue y, en consecuencia, a la naturaleza jurídica del proceso, por
las siguientes razones:
En primer lugar, como quedó expuesto en las consideraciones, la brevedad en que debe
tramitarse el proceso electoral deviene de un mandato constitucional imperativo: la
acción de nulidad electoral debe decidirse en un término máximo de 1 año, pero si el
proceso es de única instancia no deberá sobrepasar el lapso de 6 meses (Parágrafo,
artículo 264 Superior).
En segundo lugar, la celeridad con que debe adelantarse este tipo de procedimiento
especial responde al objeto que pretende: esclarecer en el menor tiempo posible la
legitimidad de la elección, nombramiento o llamamiento de quien fue elegido, y en esta
medida, determinar la legalidad de los actos de la administración avalando a quienes
acceden a la función pública.
En tercer lugar, el término de caducidad establecido, no sólo para ejercer la acción sino
para reformar la demanda adicionando nuevos cargos, tiene como propósito guardar
coherencia con la finalidad de la ley, pues, como lo explicó el Consejo de Estado, en
reiterada jurisprudencia, no condicionar la formulación de nuevos cargos a la
observancia de la caducidad de la acción electoral, significa en últimas quebrantar la
misma normativa que regula esta figura, pues, se estaría permitiendo ampliar el marco
de decisión de la autoridad competente por fuera del plazo permitido para el efecto, lo
cual constituiría una paradoja.
157
jurídicas que se derivan de los actos de elección, de nombramiento o de llamamiento
queden en firme a la mayor brevedad posible. Por el contrario, dicho término ayuda a
precisar el alcance del derecho a acceder a la administración de justicia de las personas
que pretenden la nulidad de dichos actos y que actúan en defensa de la Constitución
Política y de la ley.
Aunque esta Sala encuentra que la referencia al término de caducidad para reformar la
demanda, cuando se trate de adicionar nuevos cargos, es constitucional, considera
necesario enfatizar que, en razón de que se trata de un término reducido, el juez
administrativo debe hacer uso de sus facultades oficiosas para desplegar una actividad
probatoria cualificada dentro del trámite del proceso electoral.
Este es uno de los más frecuentes problemas de la judicatura y estas son las soluciones
ofrecidas por la jurisprudencia:
158
de un hecho que se va produciendo de manera paulatina o progresiva y que
esas distintas circunstancias se proyectan, también, en el ámbito de la
contabilización del término de caducidad de la acción. En el primer caso no
cabe duda en cuanto a que el término para interponer la demanda resarcitoria
ha de empezar a contabilizarse a partir del día siguiente a aquel en que se
produjo el acontecimiento dañoso (y esta constituye la regla general), pero
también puede ocurrir que los efectos del daño se agraven con el tiempo, o que
fenómenos sucesivos y homogéneos puedan producir daños continuos. En
eventos como estos últimos, se ha señalado por la jurisprudencia, que ha de
tenerse cuidado de no confundir la producción de daños sucesivos con el
agravamiento de los efectos de un mismo daño, pues en este último evento el
término para ejercitar la acción debe empezar a contarse desde el acaecimiento
del hecho que le dio origen, y no así cuando los daños se producen de manera
paulatina como efecto de sucesivos hechos u omisiones, o causas dañosas
diversas, en cuyo caso el término para reclamar la indemnización de perjuicios
corre de manera independiente para cada uno de los daños derivados de esos
sucesivos eventos. (…) No obra en el proceso documento alguno que permita
desvirtuar la afirmación realizada por la parte actora, en cuanto a que
solamente el 14 de mayo de 1996 pudo determinar la causa de las filtraciones
que estaban perjudicando su vivienda. Así las cosas y teniendo en cuenta que
el término de caducidad en los eventos de daño que se generan o manifiestan
tiempo después de la ocurrencia del hecho - en este caso la construcción de la
vía Gualcán - Belalcázar -, deberá contarse a partir de dicha manifestación
fáctica. En consecuencia, esta Sala tendrá como fecha para iniciar el conteo
del término de caducidad el 14 de mayo de 1996 y como la demanda fue
presentada el 19 de enero de 1998, es evidente que para ese momento no
había precluído la oportunidad prevista por la ley para incoar la acción.46
159
15. EL CONTENIDO DE LA DEMANDA .
Artículo 162.
160
Toda demanda deberá dirigirse a quien sea competente y contendrá:
INTEGRACION NORMATIVA.
Las entidades públicas de todos los niveles, las privadas que cumplan funciones públicas y el
Ministerio Público que actúe ante esta jurisdicción, deben tener un buzón de correo electrónico
exclusivamente para recibir notificaciones judiciales.
Para los efectos de este Código se entenderán como personales las notificaciones surtidas a
través del buzón de correo electrónico.
Los anexos.
1. Copia del acto acusado, con las constancias de su publicación, comunicación, notificación o
ejecución, según el caso. Si se alega el silencio administrativo, las pruebas que lo demuestren,
y si la pretensión es de repetición, la prueba del pago total de la obligación.
161
o boletín en que se hubiere publicado de acuerdo con la ley, a fin de que se solicite por el Juez
o Magistrado Ponente antes de la admisión de la demanda. Igualmente, se podrá indicar que el
acto demandado se encuentra en el sitio web de la respectiva entidad para todos los fines
legales.
2. Los documentos y pruebas anticipadas que se pretenda hacer valer y que se encuentren en
poder del demandante, así como los dictámenes periciales necesarios para probar su derecho.
3. El documento idóneo que acredite el carácter con que el actor se presenta al proceso, cuando
tenga la representación de otra persona, o cuando el derecho que reclama proviene de haberlo
otro transmitido a cualquier título.
5. Copias de la demanda y de sus anexos para la notificación a las partes y al Ministerio Público.
• Otros anexos: Con motivo de la expedición del Código General del Proceso.
De conformidad con el artículo 612 del CGP, al modificar el artículo 199 del CPACA e
integrando las notificaciones del primer acto del proceso (ordinario-ejecutivo), resulta necesario
que en el acápite de notificaciones, el actor indique:
162
5. Aportar copia de la prueba del requisito de procedibilidad de la Agencia en caso de ser
requerido al igual que los demandantes y demandados.
En cuanto al requisito del numeral segundo (2) de “la indicación de la dirección del buzón
de correo electrónico” como requisito formal de la demanda conviene destacar la posición de
la Sección Cuarta del Honorable Consejo de Estado en la cual se manifiesta que no es requisito
de la demanda, no se puede inadmitir y menos rechazar. Así es el reciente pronunciamiento:
“El articulo 162 del CPACA enuncia los requisitos que deben contener las demandas
que se presenten ante la jurisdicción de lo Contencioso Administrativo. En el numeral 7
de ese precepto, expresamente se exige indicar: “El lugar y dirección donde las partes
y el apoderado de quien demanda recibirán las notificaciones personales. Para tal
efecto, podrán indicar también su dirección electrónica.” Por su parte, el nuevo Código
General del Proceso, invocado erróneamente por el Tribunal como aplicable al caso,
indica como requisitos de la demanda entre otros, el siguiente: “10. El lugar, la dirección
física y electrónica que tengan o estén obligados a llevar, donde las partes, sus
representantes y el apoderado del demandante recibirán notificaciones personales. (…)
En ese orden, huelga manifestar que contrario a lo que sostiene el Tribunal, el Código
General en cuanto a los requisitos de la demanda no modificó el numeral 7 del artículo
162 del CPACA. En consecuencia, los requisitos para esta en el contencioso
administrativo se siguen rigiendo por la norma especial, es decir, por la Ley 1437 de
2011, preceptiva en la que se indica expresamente que la mención a la dirección
electrónica es optativa o facultativa. Ahora bien, en relación con la forma o
procedimiento de hacer las notificaciones, el artículo 199 del CPACA, modificado por el
artículo 642 del Código General del Proceso, que cita el Tribunal como fundamento de
su decisión, solo reformó el texto original únicamente en cuanto ordenó que la
notificación personal del auto admisorio de la demanda también se hiciera a la Agencia
para la Defensa del Estado, en la misma forma que a las entidades públicas y al
Ministerio Público, es decir, mediante mensaje dirigido al buzón electrónico para
notificaciones judiciales. Lo expuesto hasta este punto, permite advertir que desde el
texto original del CPACA, la notificación al buzón electrónico existía como la forma de
notificación personal a las entidades públicas o particulares. Sin introducir, reforma
alguna a los contenidos del escrito con el que se pone en marcha la jurisdicción, es
decir, la demanda. En otros términos, tanto el texto original del precepto del CPACA
como el del nuevo Código General del Proceso ha de entenderse como un mandato
para los funcionarios judiciales y, en especial, para los secretarios de despacho, que
son los encargados de notificar las providencias, según el cual cuando una entidad
pública sea demandada, la admisión de esta debe ser notificada a la Agencia del
Estado en la misma forma como se ordena para las entidades públicas o particulares
163
que ejercen funciones públicas, es decir, mediante mensaje dirigido al buzón
electrónico para notificaciones judiciales”.
“El artículo 197 del CPACA impuso a todas las entidades públicas, a los particulares
que ejercen funciones públicas y al Ministerio Público, la obligación de tener o
implementar un buzón de correo electrónico exclusivamente para recibir notificaciones
judiciales. Para advertir, igualmente que, cuando una providencia deba ser notificada
personalmente, esta se entenderá efectuada cuando se haga al buzón creado para el
efecto, es decir, la notificación personal para los sujetos o personas de derecho público,
se entiende y debe ser realizada bajo esta nueva modalidad. De los textos citados y de
lo expuesto, la Sección concluye que:
i) Las entidades públicas y quienes ejerzan función pública deben tener un buzón
o correo electrónico para la notificación de las demandas en su contra.
ii) Si quien demanda conoce la dirección del correo electrónico de la entidad
demandada puede citarlo en su escrito, pero este no es un requisito que, de
ser omitido, pueda dar origen a la inadmisión y posterior rechazo de la
demanda.
iii) Si quien demanda es una entidad pública o particular que ejerce función pública
debe proveer la dirección de su buzón electrónico, pues esta es su dirección
válida para efectos judiciales. Pero si no lo hiciere, esta omisión no puede
generar la inadmisión y mucho menos el rechazo de la demanda.
iv) La obligación de conocer y notificar electrónicamente es de los
secretarios de despacho, quienes deben consultar las páginas oficiales
de las entidades demandantes o demandadas para conseguir la dirección
electrónica para efectos de la notificación personal.
v) La notificación personal para las entidades públicas, particulares que ejercen
función pública, el Ministerio Público y la Agencia para la Defensa del Estado,
desde la entrada en vigencia del CPACA se debe efectuar mediante mensaje
enviado al buzón de electrónico, es decir, se modificó la forma tradicional de
164
hacer esta”47
“Que las regulaciones del nuevo Código General del Proceso que indican cómo hacer la
notificación personal, quedó reservada en lo contencioso administrativo para los
particulares o personas de derecho privado que no tengan dirección electrónica para
notificaciones judiciales o que no quieran ser notificados de esa forma, artículos 200 del
CPACA y 291 del Nuevo Código General del Proceso. Las anteriores precisiones llevan a la
Sala a no compartir las razones para inadmitir y rechazar una demanda por el hecho de que en
la demanda no se identifiquen las direcciones electrónicas de las entidades públicas o
particulares que ejercen función pública, pues este no es un requisito de la demanda como ya
se explicó. Así las cosas, la Sala de Sección concluye que la indicación de las direcciones
electrónicas no es un requisito que pueda dar origen a la inadmisión y posterior rechazo de la
demanda, pues es obligación de los despachos judiciales conocer estas para efectuar las
notificaciones mediante el envió de un mensaje al correo dispuesto con esa finalidad”.
Esa posición es realmente acertada teniendo en cuenta como lo hemos advertido desde un
principio es aplicable para aquellos casos en que no exista regulación expresa por Ley de
competencias atribuibles a otra jurisdicción ya que reiteramos, las competencias son taxativas.
• Otros Requisitos.
165
Si así lo considera, el actor puede acompañar con la demanda el respectivo dictamen pericial
que pretenda hacer valer.
Si el demandante invoca como violadas normas que no tengan alcance nacional, deberá
acompañarlas en copia del texto que las contenga. Con todo, no será necesario acompañar
su copia, en el caso de que las normas de carácter local que se señalen infringidas, siempre y
cuando se encuentren en el sitio web de la respectiva entidad, circunstancia que deberá
ser manifestada en la demanda con indicación del sitio de internet correspondiente.
Impera por mandato del constituyente primario, el principio de acceso a la justicia, el principio
de interpretación de la demanda, el pro damato, el pro actione, lealtad procesal, justicia rogada
(nulidad y restablecimiento del derecho la cual consideramos se mantiene vigente- iura novit
curia en el caso de la reparación directa)
Para el Consejo de Estado, se sabe que la demanda es el instrumento a través del cual se
ejercita el derecho de acción, es decir, que inicia el proceso judicial para obtener -mediante la
sentencia- la resolución de las pretensiones que formula el demandante. Considerando,
entonces, la importancia que tiene la demanda como mecanismo introductorio del proceso
jurisdiccional, es preciso tener en cuenta que la normatividad ha establecido diversos requisitos
para el cumplimiento del presupuesto procesal denominado “demanda en forma”. De acuerdo
con esto, no cualquier escrito nominado demanda pone en funcionamiento la
jurisdicción, toda vez que se debe cumplir con los requisitos dispuestos por la
normatividad para configurarla en debida forma. Es así como, el Código Contencioso
Administrativo reguló su contenido mínimo en los artículos 137 a 139 y, por tanto, para
166
estructurarla de conformidad con las normas legales, es necesario acudir, únicamente, a
lo establecido en esas disposiciones.48
Así las cosas, deberán siempre observarse las normas que rigen el rito de las formalidades de
la demanda al igual que lo relativo a los anexos, en especial la prueba de la petición en aquellos
casos en que se invoca la nulidad del silencio administrativo negativo.
RECUERDE:
NUMERAR LOS HECHOS DE LA DEMANDA PORQUE EL DEMANDADO TIENE QUE
INDICAR QUE HECHOS ACEPTA O NO EN LA FIJACION DEL LITIGIO. ASIMISMO EL
DEMANDADO DEBE ENUMERAR LOS HECHOS DE LAS EXCEPCIONES PREVIAS Y DE
FONDO QUE PROPONGA DEBIDO A QUE EN LA AUDIENCIA INICIAL DEBERA SER
INDAGADO POR EL JUEZ SOBRE QUE HECHOS ACEPTA DE LA CONTESTACION DE LA
DEMANDA O LAS EXCEPCIONES PROPUESTAS.
• ACTOS DEMANDABLES.
De acuerdo a cada medio de control, al formular la demanda deberá tenerse en cuenta especial
cuidado en que sean actos pasibles, que sean definitivos, asimismo la reforma flexibiliza el
hecho que se entienden demandados todos los del procedimiento administrativo.
De igual manera, existe el deber por parte del juez de examinar el acto demandable a fin de
excluir si es preciso, con casual de rechazo aquellos que pretendan revivir términos de
caducidad de la pretensión.
167
Asimismo, debe procurarse que se haya cumplido con el requerimiento previo, para que la
demanda sea admitida porque el juez al final, no podrá como en el sistema escritural, fallar con
la ineptitud sustancial de la demanda.
Caso No. 1
"...Pero es que viniendo al asunto concreto que se estudia, ocurre que para
que la acción ante lo Contencioso Administrativo en materia de impuestos
prospere, es necesario, según lo tiene también resuelto el Consejo en
repetidos casos, que el individuo o entidad afectados por el impuesto indebida -
mente calificado o cobrado, agoten primer o ante las diversas juntas o
entidades administrativas los recursos que concede la ley; es decir, que a lo
Contencioso solamente debe ocurrir se en acusación de la resolución de la
última de las juntas, o la de mayor categoría, a fin de que se cumplan los
mandatos legales, ya en el sentido de que el acto administrativo cause estado,
como a que lo acusado sea la resolución motivada y concreta del Recaudador.
Caso No. 2
"...Corresponde al actor reclamar en la vía gubernativa las pretensiones que pretende hacer
valer ante la instancia judicial. Así lo manda el privilegio de la decisión previa conforme al cual,
por regla general, la administración pública, a diferencia de los particulares, no puede ser
llevada a juicio contencioso si previamente no se le ha solicitado por el administrado una
decisión sobre la pretensión que se propone someter al juez. La reclamación previa, que
se opone al derecho de citación directa que tienen los demandantes en los procesos
civiles, constituye un privilegio por cuanto le permite a la administración volver a pensar
168
o considerar mejor la decisión que se impugna o resiste; y para el administrado también
puede resultar ventajosa ya que mediante su gestión podrá convencer a la administración
y evitarse así un pleito. Al demandante le corresponde probar que los intereses moratorios y
la corrección monetaria fueron pedidos en vía gubernativa, sin embargo no aparece en el
expediente copia de la petición respectiva. En los “considerandos” de la resolución por la que
se negó el derecho a la prima técnica, la entidad expresa que el demandante “(...) solicita el
reconocimiento y pago de la Prima Técnica por evaluación del desempeño”, pero no se refiere
a la reclamación por intereses moratorios ni corrección monetaria. Por lo tanto el actor no
cumplió con el agotamiento de la vía gubernativa en relación con las pretensiones de intereses
moratorios y de corrección monetaria, lo que conducirá a que la Sala se inhiba de conocer sobre
el particular por no haber cumplido las exigencias propias del privilegio de la decisión previa..."50
169
presupuestos de procedibilidad estos que en el caso de no estar acreditados en el
proceso, inexorablemente conducen a un fallo inhibitorio. Pero esta no es la situación
que acontece en este caso, razón por la que el a quo, como ya se dijo, debió limitarse
a reconocer la existencia de esa irregularidad y no a declarar probada una excepción
de inepta demanda, conforme lo hizo....”.
Caso típico.
Fuente Jurisprudencial:
“En casos como el que en esta oportunidad ocupa la atención de la Sala – apelación
de un auto que rechaza la demanda por no haber sido subsanada en tiempo – la
competencia de ésta abarca la revisión de fondo de los motivos por los cuales el a quo
inadmite la acción por defectos formales y ordena su corrección so pena de ser
rechazada, con el fin de verificar la legalidad de dicha decisión.
Así entonces, para resolver el recurso de apelación interpuesto por la parte demandante
en contra del auto de 4 de agosto de 2001, por medio del cual el Tribunal Administrativo
de Caldas rechazó la demanda por no haber sido corregida en el sentido de allegar al
expediente copia auténtica del certificado de existencia y representación de la Industria
Licorera de Caldas, corresponde a la Sala remitirse al auto de 8 de julio de 2011, por
medio del cual se dio la referida orden.
170
administrativo sólo se exige respecto de aquellas que no sean de derecho público. Al
respecto, la norma señala:
(…)
Deberá acompañarse también el documento idóneo que acredite el carácter con que el
actor se presenta al proceso, cuando tenga la representación de otra persona, o cuando
el derecho que reclama
“En ese orden de ideas, concluye la Sala que la orden de corrección dada por el Tribunal
Administrativo de Caldas a través del auto de 8 de julio de 2011 fue errónea y por tanto,
su inobservancia no puede constituir impedimento alguno para que se niegue a la parte
demandante el acceso a la administración de justicia.
Por lo expuesto, la Sala revocará la decisión adoptada por el a quo a través del proveído
de 4 de agosto de 2011 y en su lugar, admitirá la acción de reparación directa instaurada
por la señora Claudia Viviana Morales y otros, en contra de la Central Hidroeléctrica de
Caldas S.A. E.S.P –CHEC- y la Industria Licorera de Caldas, por cumplir con las
formalidades contenidas en los artículos 137 a 142 del Código Contencioso
Administrativo, así como con la conciliación extrajudicial en derecho como requisito de
procedibilidad51.
Sobre este requisito que vienen exigiendo algunos despachos judiciales en esta especialidad
en primer lugar, consideramos no está llamado a ser aplicado en estos contenciosos, porque
171
la regla general es para las causas sometidas al conocimiento de la jurisdicción ordinaria pues
para especialidad es el Código General del Proceso, en virtud del principio de discrecionalidad
del legislador. Es importante recordar que las reglas de competencia son taxativas.
En segundo lugar, no todas las instituciones procesales del derecho procesal civil son aplicables
a la Ley 1437 de 2011 por la remisión ordenada en el artículo 305 en virtud de la especialidad.
7.1. Síntesis.
172
diligente y esmerado, lo cual resulta desproporcionado. Estima la Corte que,
pese a esta circunstancia, la norma no resulta desproporcionada en los
restantes escenarios hipotéticos, por lo cual optó por proferir una decisión de
exequibilidad condicionada.
8. Regla de la decisión.
En cuarto lugar, el juramento estimatorio es requisito de la demanda para las causas justiciables
en la jurisdicción ordinaria para la cual se creó un cuerpo normativo dotado de jueces,
instituciones propias creada para los privados, en la que existe un artículo como el 82 en el
cual se señalan los requisitos para esas demandas, que en su numeral 7, dispuso el juramento
estimatorio cuando este sea necesario, siendo sancionado su incumplimiento como
causal de excepción previa en el artículo 100 de esa normatividad.
Cosa distinta ocurre, con la jurisdicción contenciosa con un artículo especial, como es el 162
donde se dispuso por el legislador los requisitos que debían existir para una demanda en forma,
en la que existe abundante jurisprudencia del Consejo de Estado, de la Corte Constitucional de
las aplicables por el control difuso de convencionalidad. Además, en nuestro estatuto especial
173
de tradición normativa el legislador exigió en los requisitos formales de la demanda, la
estimación razonada de la cuantía.
En quinto lugar consideramos que si bien está indicado en el acápite de pruebas, y de ella si se
hace remisión de la Ley 1437 al Código General del Proceso, se trata de presupuesto previsto
para los particulares, pues en las causales de inadmisión de la demanda de las promovidas
ante la jurisdicción ordinaria, están señalados expresamente en el artículo 90 del C.G.P. en su
numeral 6, mientras que en la norma especial de lo contencioso administrativo esa causal no
se señaló dado a que no constituye requisito formal de la demanda y en virtud del principio de
que se puede lo más se puede lo menos, no podemos aplicar dicha causal de inadmisión por
remisión analógica pues la consecuencia lógica de la inadmisión sería el rechazo y este como
sanción no podría configurar causales por fuera de las taxativas impuestas por el legislador.
Aceptar un argumento en ese sentido sería disminuir el derecho de acceso a la administración
de justicia por exceso ritual manifiesto pues en el peor de los casos una interpretación conforme,
propendería por concluir que se refiere al requisito de la estimación razonada de la cuantía.
PRIMERA
DESDE LA PRESENTACION DE LA DEMANDA HASTA LA FINALIZACION DE LA
AUDIENCIA INICIAL
Cumplida la demanda en debida forma, con todos su anexos, bien individualizadas las
pretensiones, los cargos contra el acto administrativo en el evento que se trate de nulidades,
etc, se debe presentar con los anexos exigidos debidamente foliada para ser repartida por
intermedio de las oficinas de apoyo ante los jueces administrativos. Una vez presentada,
radicada en el sistema de gestión Siglo XXI (contenido en la hoja de reparto donde aparece el
número de radicación sistematizado) debe ser remitida al Juez que le corresponda por reparto,
174
con la correspondiente planilla para que secretaría la radique en el sistema de Gestión Siglo
XXI (como viene creada a fin de que una vez leída coincida con la pretensión y así sea corregida
o no a efectos de los datos estadísticos correspondientes-trabajo del despacho-.
Corresponde ahora la tarea del juez. Aplicar el test para cada medio de control (diseñado
por la Escuela Judicial). Primeramente, se debe revisar la jurisdicción y la competencia. Si no
resulta ser competente o que el proceso corresponda a distinta jurisdicción, deberá
pronunciarse mediante Auto Interlocutorio que se notifica y enviarlo lo más pronto posible,
término que entendemos, al día siguiente hábil de la ejecutoria del auto que así lo decrete. 52
Así el legislador refleja la postura de la Sentencia C-662 de 2004 con ponencia del respetable
doctor Rodrigo Uprimny Yepes quien manifestó:
"...En ese orden de ideas, será necesario para esta Corporación señalar en la parte
resolutiva de esta sentencia, que si bien la norma acusada es inexequible, para el
caso de la excepción de falta de jurisdicción, el juez de conocimiento que declare la
prosperidad de dicha excepción deberá remitir el expediente al juez de la jurisdicción
correspondiente, de manera tal que se precise en forma concluyente a quien
corresponde el proceso, o se suscite, si es del caso, el conflicto de jurisdicciones que
finalmente deberá resolver el Consejo Superior de la Judicatura, sentando
claridad para las partes, en la materia. Lo que se pretende es que en los
términos del artículo 85 del C.P.C. se le de al tema de la jurisdicción, el mismo
tratamiento que en el caso de rechazo de la demanda se deriva de la falta de
competencia en materia civil, circunstancia ésta última que con precisión ha sido
clarificada por la legislación, la doctrina y la jurisprudencia. De allí que, un
tratamiento de esta naturaleza en el caso de la jurisdicción, signifique para las partes y
para el engranaje jurídico, certidumbre de la calidad respecto de quien debe ser el
juez de la causa, generando confianza judicial para los intervinientes en un
proceso, sin afectar los derechos del demandante y sin extender en el
tiempo sus atribuciones en detrimento de los derechos del demandado.
Evidentemente, por ser ésta una decisión integradora, y una materia en la cual sin
duda el legislador sigue gozando de la libertad de configuración, esta
175
determinación regirá exclusivamente hasta tanto el legislador no resuelva
de otra forma la disyuntiva legal existente...".
Pero en el evento que ya venga remitida de otro despacho por falta de jurisdicción (ordinario
laboral por ejemplo) y el juez administrativo considere no serlo, deberá motivar su decisión y
remitirla al Consejo Superior de la Judicatura Sala Jurisdiccional Disciplinaria a efectos de que
resuelva el conflicto y una vez asignada la competencia, entonces inicia los trámites de
admisión, inadmisión o rechazo y en esos eventos, no corre término de caducidad, en el evento
que sea asignada a esta jurisdicción. Recordemos que si son conflictos de la misma
jurisdicción, conocerá el honorable Consejo de Estado.
¿Qué recurso puede interponerse frente al Auto que no avoca el conocimiento por falta
de jurisdicción o competencia?
Tratamiento Jurisprudencial.
"…El Código Contencioso Administrativo consagra una serie de requisitos que debe cumplir la
demanda para que pueda ser admitida por el juez competente. Una vez presentada la demanda,
el funcionario al cual le corresponde por reparto, debe revisarla y confirmar el cumplimiento de
la totalidad de estos requisitos y de no reunirlos cuenta con la facultad de inadmitirla. Por su
parte, el artículo 143 íbidem permite que la parte demandante corrija los defectos que el juez le
señale a la demanda, en un término de cinco (5) días, que se cuentan a partir del siguiente a la
notificación por estado del auto que así lo ordena. Vencido ese término la demanda podrá ser
admitida o rechazada. Los artículos 135 a 142 del Código Contencioso Administrativo
establecen los requisitos y formalidades que deben contener las demandas con las que se da
inicio al proceso ordinario contencioso administrativo, los cuales son en síntesis los siguientes:
(i) que exista agotamiento de la vía gubernativa en los casos de que la demanda busque la
176
nulidad de un acto administrativo particular (ii) que no haya operado la caducidad (iii) que los
hechos se hayan expresado de manera clara y separada, (iv) que las pretensiones estén
claramente individualizadas y que para cuando se persiga la nulidad de actos administrativos
que han sido objeto de recursos por la vía gubernativa, el petitum se integre con los actos que
resolvieron esos recursos (v) que se presenten los anexos requeridos y (vi) que se presente
personalmente por su destinatario. También da lugar a la inadmisión la indebida escogencia de
la acción, dado que tal irregularidad conduce a una ineptitud de la demanda que puede conducir
a un fallo inhibitorio. Por ello, frente a tal defecto, siempre que para la fecha de presentación de
la demanda no hubiera operado la caducidad en relación con la acción idónea, el juez debe
disponer su corrección en el término a que se refiere el artículo 143 del C.C.A., para de esta
forma subsanar las irregularidades que puedan conducir a que se inhiba de pronunciarse de
fondo, lo cual se erige en un claro desconocimiento del fin del proceso que no es otro que el
pronunciamiento sobre la cuestión sometida a conocimiento del Juez". 53
El artículo 170 del CPACA indica que se inadmitirá la demanda que carezca de los requisitos
señalados en la ley por auto susceptible de reposición, en el que se expondrán sus defectos,
para que el demandante los corrija en el plazo de diez (10) días. Si no lo hiciere, se rechazará
la demanda, a diferencia que la normatividad anterior, confería el término de cinco (5)
dias. El juez tiene entonces la carga de indicarle al demandante las falencias de su escrito de
demanda a fin de que las subsane.
Pero ¿qué ocurre si el juez al revisar la demanda, advierte que le hizo falta algún
presupuesto para la eficacia de la sentencia de fondo? No existe duda que goza de poderes
para dejar sin efecto y sin valor lo actuado y reponer la actuación a efectos de no someter al
demandante a un castigo nefasto o que el proceso concurra hacia una causal de nulidad y así,
lo subsana ab initio y no esperar la audiencia del 180. De allí la importancia que en la oralidad,
el juez se vuelva un director del proceso y un verdadero gerente del despacho, pero para ello,
deberá tener la planta completa del equipo de trabajo.
177
Finalmente, consideramos que en esta etapa, (estudio de la demanda) como ya no se puede
declarar la inepta demanda por indebida escogencia de la pretensión al momento de dictar
sentencia, es deber del juez indicarle al demandante que adecue su medio de control, para que
una vez admitida se le imparta el trámite, debido a que resulta jurídicamente imposible después
de admitida imprimírselo.
"…El Tribunal Administrativo del Valle del Cauca inadmitió la demanda presentada por la unión
temporal UT R&T, con fundamento en que la acción escogida, esto es - “acción controversias
contractuales en nulidad y restablecimiento del derecho” - no existe en el Código Contencioso
Administrativo. La Sala no comparte tal decisión, dado que del contenido de las pretensiones,
los hechos de la demanda y la norma invocada para su procedencia, se infiere sin mayor
dificultad que la acción intentada es la de nulidad y restablecimiento del derecho. En efecto, de
la lectura integral de las pretensiones formuladas en la demanda, y los motivos y fines que
fundamentan ésta, se desprende sin mayor esfuerzo que la censura de la demanda se dirige
en contra de la decisión de declarar desierta la licitación pública No. MC-DT-002 de 2007, y por
ello se pretende, además de la anulación de esa decisión que se condene a -METROCALI S.A.-
, por la pérdida de oportunidad sufrida por la unión temporal - UT R&T - al no habérsele
adjudicado la licitación. Así las cosas, se infiere sin dificultad que por tratarse de la demanda
contra el acto que declaró desierta una licitación en la que participaba la actora y en la cual se
pretende además la respectiva reparación, la acción procedente es la de nulidad y
restablecimiento del derecho. Por otra parte, en procura de garantizar los principio de primacía
del derecho sustancial y del acceso a la administración de justicia (arts. 228 y 229 de la C.P.),
es obligación del juez adecuar la denominación de la acción impetrada, y darle el trámite
que le corresponda como perentoriamente lo dispone el artículo 86 del C. de P. Civil.
Finalmente observa la Sala que la demanda fue oportunamente interpuesta…" 54.
Conforme la regla del artículo 169, Se rechazará la demanda y se ordenará la devolución de los
anexos en los siguientes casos:
54 Idem.
178
3. Cuando el asunto no sea susceptible de control judicial.
Tenemos entonces, que para que opere el rechazo por caducidad debe estar probada
plenamente la causal, pues si existen dudas, opera el principio pro damato. La causal de
rechazo es taxativa, evento previsto no solo para los actos administrativos sino, para todos
aquellos asuntos que constituyen el objeto de la jurisdicción administrativa (hecho, contrato,
acto, operación administrativa etc). Por ejemplo, cuando se demanda un acto de trámite, un
acto producto de la revocatoria directa para revivir términos de caducidad, el acto de ejecución
cuando no contraría la sentencia o la orden impartida, el hecho de una reparación directa por
error judicial o funcionamiento defectuoso de la administración de justicia cuando aún no se
haya decidido mediante sentencia debidamente ejecutoriada, entre otros casos.
El juez admitirá la demanda que reúna los requisitos legales y le dará el trámite que le
corresponda aunque el demandante haya indicado una vía procesal inadecuada, mediante
auto en el que dispondrá:
179
Para el pago de los gastos, el termino es judicial, y algunos despachos conceden el término de
cinco (5) para no ser más dispendiosa la primera etapa de alto componente escritural, pago que
debe hacerse en la cuenta asignada al despacho en copia duplicada a efectos de que una de
ellas repose en la carpeta correspondiente de gastos del proceso y la otra, forme parte del
expediente.
El auto admisorio de la demanda y el mandamiento de pago contra las entidades públicas y las
personas privadas que ejerzan funciones propias del Estado se deben notificar personalmente
a sus representantes legales o a quienes estos hayan delegado la facultad de recibir
notificaciones, o directamente a las personas naturales, según el caso, y al Ministerio Público,
mediante mensaje dirigido al buzón electrónico para notificaciones judiciales a que se refiere el
artículo 197.
De esta misma forma se deberá notificar el auto admisorio de la demanda a los particulares
inscritos en el registro mercantil en la dirección electrónica por ellos dispuesta para recibir
notificaciones judiciales.
180
16.8 FORMA DE PRACTICAR LA NOTIFICACIÓN PERSONAL DEL AUTO ADMISORIO DE
LA DEMANDA A OTRAS PERSONAS DE DERECHO PRIVADO.
Para la práctica de la notificación personal que deba hacerse a personas de derecho privado
que no tengan dirección electrónica para notificaciones judiciales por no estar inscritas en el
registro mercantil, se procederá de acuerdo con lo previsto en los artículos 315 y 318 del Código
de Procedimiento Civil.
Cuando no se trate de entidad estatal como por ejemplo, el caso de ser demandado un particular
deberá adoptarse la forma de la notificación personal.
181
16.9 NOTIFICACIONES POR ESTADO ELECTRÓNICO.
Requisitos.
De los estados que hayan sido fijados electrónicamente se conservará un archivo disponible
para la consulta permanente en línea por cualquier interesado, por el término mínimo de diez
(10) años.
Cada juzgado dispondrá del número suficiente de equipos electrónicos al acceso del público
para la consulta de los estados.
Además de los casos contemplados en los artículos anteriores, se podrán notificar las
providencias a través de medios electrónicos, a quien haya aceptado expresamente este medio
de notificación.
182
autenticidad e integridad del mensaje. Se presumirá que el destinatario ha recibido la
notificación cuando el iniciador recepcione acuse de recibo o se pueda por otro medio constatar
el acceso del destinatario al mensaje. El Secretario hará constar este hecho en el expediente.
Una vez admitida, la secretaria efectuará los envíos digitales correspondientes, al demandado
y al procurador por el buzón de correo electrónico y una vez se paguen los gastos del proceso,
enviará las copias físicas (traslados de la demanda y sus anexos) a la dirección indicada en la
demanda por intermedio de una empresa autorizada de correo que en términos generales, en
472, como también a la AGENCIA PARA LA DEFENSA JURIDICA DEL ESTADO.
Una vez del correo digital arroje la correspondiente constancia de enviado, se anexará al
expediente con la debida constancia secretarial para computar los primeros
183
16.10. PAGO DE LOS GASTOS, CARGAS PROCESALES Y DESISTIMIENTO TACITO.
Señalados por el juez los gastos con los que debe la parte demandante contribuir al proceso y
este no lo cumpliere, de dejará transcurrir el término de treinta (30) días para que cumpla,
impidiéndosele al Juez que aplique el desistimiento tácito como existía en la Ley 1395 de 2010.
Transcurrido el término el Juez lo requerirá por Auto para que en el término de quince (15) días
los allegue al despacho -la copia del volante de consignación acreditando la consignación en
la cuenta del despacho- y solo transcurrido ese término procederá el desistimiento tácito auto
que es apelable conforme al numeral 3 del artículo 243.
Señala la regla:
Ya este término adiciona esos 25 días al trámite original del CPACA que asumimos, para que
la Agencia decida intervenir, de todas maneras, va corriendo sin necesidad de Auto pero ello
no impide que por secretaría se allegue la constancia desde cuando inicia hasta cuando vence,
184
de especial importancia para los apoderados y el juez como director del proceso e ir
acompañando el transcurso del proceso como su gerente.
Si la entidad acepta, se suspenderá el término por treinta (30) días. Lo anterior, con fundamento
en el artículo 611 del C.G.P.
Los procesos que se tramiten ante cualquier jurisdicción, se suspenderán por el término de
treinta (30) días cuando la Agencia Nacional de Defensa del Estado manifieste su
intención de intervenir en el proceso, mediante escrito presentado ante el juez de
conocimiento. La suspensión tendrá efectos automáticos para todas las partes desde el
momento en que se radique el respectivo escrito. Esta suspensión sólo operará en los
eventos en que la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado no haya actuado en
el proceso y siempre y cuando este se encuentre en etapa posterior al vencimiento del
término de traslado de la demanda.
Vencido ese término, de los veinticinco (25) días, (sin que se indique que acepta) se inicia el
cómputo del traslado que es de treinta (30) días sin auto que así lo ordene, pero si, por mejor
práctica con constancia secretarial, en los términos del artículo 172 del CPÁCA.
Si esta solicitud ocurre en audiencia, se aplicará a las reglas de las audiencias orales, que
se constituye en una nueva causal de suspensión pese al querer del legislador de la 1437 de
2011 que pretendía audiencias con causales de suspensión taxativas.
185
ARTÍCULO 174. RETIRO DE LA DEMANDA.
El demandante podrá retirar la demanda siempre que no se hubiere notificado a ninguno de los
demandados ni al Ministerio Público y no se hubieren practicado medidas cautelares.
Artículo 175.
186
1. El nombre del demandado, su domicilio y el de su representante o apoderado, en caso de no
comparecer por sí mismo.
2. Un pronunciamiento sobre las pretensiones y los hechos de la demanda.
3. Las excepciones.
4. La relación de las pruebas que se acompañen y la petición de aquellas cuya práctica se
solicite. En todo caso, el demandado deberá aportar con la contestación de la demanda todas
las pruebas que tenga en su poder y que pretenda hacer valer en el proceso.
6. La fundamentación fáctica y jurídica de la defensa.
7. El lugar donde el demandado, su representante o apoderado recibirán las notificaciones
personales y las comunicaciones procesales. Para este efecto, cuando la demandada sea una
entidad pública, deberá incluir su dirección electrónica. Los particulares la incluirán en
caso de que la tuvieren.
16.13. CASO ESPECIAL DE APLICACION DEL TERMINO POR 30 DIAS MAS CUANDO SE
APORTEN DICTAMENES PERICIALES CON LA CONTESTACION DE LA DEMANDA.
5. Los dictámenes periciales que considere necesarios para oponerse a las pretensiones de la
demanda. Si la parte demandada decide aportar la prueba pericial con la contestación de la
demanda, deberá manifestarlo al juez dentro del plazo inicial del traslado de la misma
establecido en el artículo 172 de este Código, caso en el cual se ampliará hasta por treinta (30)
días más, contados a partir del vencimiento del término inicial para contestar la demanda. En
este último evento de no adjuntar el dictamen con la contestación, se entenderá que esta fue
presentada en forma extemporánea.
187
16.15 PROPROSICION DE EXCEPCIONES PREVIAS O DE FONDO- Traslado.
Cuando se formulen excepciones se correrá traslado de las mismas por secretaría, sin
necesidad de auto que lo ordene, por el término de tres (3) días.
Cuando la pretensión comprenda aspectos que por su naturaleza son conciliables, para
allanarse a la demanda la Nación requerirá autorización del Gobierno Nacional y las demás
entidades públicas requerirán previa autorización expresa y escrita del Ministro, Jefe de
Departamento Administrativo, Gobernador o Alcalde o de la autoridad que las represente o a
cuyo Despacho estén vinculadas o adscritas. En los casos de órganos u organismos autónomos
e independientes, tal autorización deberá expedirla el servidor de mayor jerarquía en la entidad.
Con las mismas formalidades anteriores podrá terminar el proceso por transacción.
Ahora bien, se puede allanar, pero no puede confesar. Este allanamiento, ¿deberá ser
avalado por la Agencia? El juez deberá considerarlo.
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Vencido el término del traslado de la demanda inicial a todos los demandados, se correrá
traslado de la admisión de la demanda de reconvención al demandante por el mismo término
de la inicial, mediante notificación por estado.
El demandante podrá adicionar, aclarar o modificar la demanda, por una sola vez, conforme a
las siguientes reglas:
1. La reforma podrá proponerse hasta el vencimiento de los diez (10) días siguientes al traslado
de la demanda.
De la admisión de la reforma se correrá traslado mediante notificación por estado y por la mitad
del término inicial. Sin embargo, si se llama a nuevas personas al proceso, de la admisión de la
demanda y de su reforma se les notificará personalmente y se les correrá traslado por el término
inicial.
2. La reforma de la demanda podrá referirse a las partes, las pretensiones, los hechos en que
estas se fundamentan o a las pruebas.
3. No podrá sustituirse la totalidad de las personas demandantes o demandadas ni todas las
pretensiones de la demanda. Frente a nuevas pretensiones deberán cumplirse los requisitos de
procedibilidad.
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La reforma podrá integrarse en un solo documento con la demanda inicial.
Igualmente, el juez podrá disponer que el demandante la integre en un soto
documento con la demanda inicial.
Dentro del mes siguiente (Calendario) al vencimiento del término de traslado de la demanda
o; del de su prórroga; o del de la de reconvención; o del de la contestación de las excepciones;
o del de la contestación de la demanda de reconvención, según el caso.
El auto que señale fecha y hora para la audiencia se notificará por estado y no será
susceptible de recursos.
La inasistencia a esta audiencia solo podrá excusarse mediante prueba siquiera sumaria de una
justa causa.
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Cuando se presente la excusa con anterioridad a la audiencia y el juez la acepte, fijará nueva
fecha y hora para su celebración dentro de los diez (10) días siguientes, por auto que no tendrá
recursos.
El Código General del Proceso le impone al juez este deber, en el numeral 5 del artículo
43 con las correspondientes consultas. Si bien no hay controversia de la excusa
aportada no exonera al juez del deber de confirmarlas.
LAS AUDIENCIAS.
Las audiencias y diligencias serán presididas por el Juez o Magistrado Ponente. En el caso de
jueces colegiados podrán concurrir los magistrados que integran la sala, sección o subsección
si a bien lo tienen. Tratándose de la audiencia de alegaciones y juzgamiento esta se celebrará
de acuerdo con el quórum requerido para adoptar la decisión.
191
referencia de los documentos leídos y de los otros elementos probatorios reproducidos, con
mención de las conclusiones de las partes;
e) Las solicitudes y decisiones producidas en el curso de la audiencia y las objeciones de las
partes y los recursos propuestos;
f) La constancia sobre el cumplimiento de las formalidades esenciales de cada acto procesal
surtido en la audiencia;
g) Las constancias que el Juez o el magistrado ponente, o la Sala, Sección o Subsección
ordenen registrar y las que soliciten las partes sobre lo acontecido en la audiencia;
h) Cuando así corresponda, el sentido de la sentencia;
i) La firma de las partes o de sus representantes y del Juez o Magistrado Ponente y de los
integrantes de la Sala, Sección o Subsección, según el evento. En caso de renuencia de los
primeros, se dejará constancia de ello.
2. En los casos en que el juez lo estime necesario podrá ordenar la transcripción literal total o
parcial de la audiencia o diligencia, para que conste como anexo.
3. Se deberá realizar una grabación del debate, mediante cualquier mecanismo técnico; dicha
grabación deberá conservarse en los términos que ordenan las normas sobre retención
documental.
2. OTRAS DILIGENCIAS
Todas las actuaciones judiciales susceptibles de surtirse en forma escrita se podrán realizar a
través de medios electrónicos, siempre y cuando en su envío y recepción se garantice su
autenticidad, integridad, conservación y posterior consulta, de conformidad con la ley. La
autoridad judicial deberá contar con mecanismos que permitan acusar recibo de la información
recibida, a través de este medio.
"Recuérdese que el artículo 95 de la Ley 270 de 1996, exige que el auxilio de la tecnología al
servicio de la Administración de justicia, garantice “el funcionamiento razonable del sistema
de información”, es decir, que se adecue a los fines de las teorías de la información y de
la comunicación, consistentes en permitir que el receptor que capta los datos
transmitidos, pueda asimilarlos e interpretarlos de manera conciente, libre, veraz e
imparcial (artículos 15 y 20 de la C.P). En este orden de ideas, siempre que la información
que suministre la Administración de justicia no concuerde con la realidad, dicha falta de
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concordancia entre la verdad y, por ejemplo, el estado de un proceso, no puede ser
asumida por los Administrados, ya que, en este caso, la confianza de éste en la certeza
y exactitud de la información almacenada en mensajes de datos por parte de la
Administración, es objeto de protección, como se deriva de lo previsto en el artículo 83
Superior. En el presente caso, la información que se suministró a las partes por intermedio de
la base de datos en uso de un sistema computarizado, no concordaba con realidad. En efecto,
mientras el proceso había sido fallado el 12 de marzo de 2002, para el 21 de agosto del mismo
año, aún aparecía al “despacho desde el 28 de febrero de 2002”. Bajo este contexto, sin lugar
a dudas, aun cuando dicho sistema de información no está previsto para servir de herramienta
o medio de notificación judicial, la falta de veracidad de los datos suministrados en relación con
el estado del proceso, no debe ser asumida por las partes o terceros con interés jurídico, so
pena de desconocer el derecho fundamental a la información y los principios constitucionales
de buena fe y confianza legítima"56.
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