CEDIENDO TERRENO AL ENEMIGO
En Jueces 1:28, se habla de Israel después de la muerte de Josué, quien
había liderado al pueblo elegido de Dios a través de la conquista de la
Tierra Prometida. Sin embargo, después de la muerte de Josué, los
Israelitas comenzaron a luchar individualmente contra los cananeos, en
lugar de hacerlo como una nación unida Jueces 17:6-18:1-19:1,21:25.
Como resultado, en lugar de completar la conquista de la Tierra
Prometida, el pueblo de Dios comenzó a coexistir con los cananeos y a
imitar sus prácticas religiosas.
Cuales eran esos enemigos:
Hititas
moabitas
amonitas
amalecitas
madianitas
filisteo
heteo
amorreo
cananeos
ferezeos
heveos
jebuseos
gergeseos
Cuando Israel se sintió fuerte, hizo tributario al cananeo, pero no lo
expulsó.
Mas no lo arrojó : De la misma manera, cuando alguien comienza su vida
Cristiana, quizás no sean lo suficientemente fuertes en Jehová para lidiar
con todas las cosas que ven y que necesitan cambiarse; pero mientras
crecen en el Señor , no deben de ser flojos en lidiar con esas áreas. Nunca
debemos hacer un tratado de paz con nuestros pecados; pero debemos
estar determinados en arrojarlos.
Este versículo muestra que Israel no cumplió completamente con su papel
como pueblo elegido de Dios. Israel estaba destinado a ser la luz del
mundo, una nación que mostraba el camino a la salvación a otras naciones
y que inspiraba a otros para seguir a Dios. En lugar de cumplir con este
llamado, Israel adoptó la forma de vida de los cananeos y no eliminó
completamente su presencia en la Tierra Prometida.
Este versículo puede ser aplicado en nuestras vidas como una llamada a no
seguir adoptando las prácticas pecaminosas del mundo.
adulterio,
fornicación,
inmundicia,
lascivia,
idolatría,
hechicerías,
enemistades,
pleitos,
celos,
iras,
contiendas,
disensiones,
herejías,
envidias,
homicidios,
borracheras,
orgías
mentira
En vez de ello, debemos seguir el camino de la santidad y honrar nuestro
llamado divino como cristianos. Además, Jueces 1:28 también nos
recuerda la importancia de no ser tibios en nuestra fe, de no dejar ningún
espacio para el mal en nuestras vidas.
Jueces 1:28 es un recordatorio de que como cristianos, debemos completar
totalmente la obra que Dios nos encomienda. No podemos ser parciales en
nuestra adoración y obediencia a Dios. El pueblo elegido de Dios debe
vivir una vida santa y apartada, resistiendo todas las tentaciones del
mundo que puedan alejarnos de Dios.
Pero el fruto del Espíritu es:
amor,
gozo,
paz,
paciencia,
benignidad,
bondad,
fe,
mansedumbre
y dominio propio.
Contra tales cosas no hay ley porque los que son de Cristo Jesús han
crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
A veces podríamos preguntarnos por qué Dios no eliminó completamente
a los cananeos de la Tierra Prometida, a pesar de que su plan para Israel
era establecerlos allí. Tal vez podríamos pensar que Dios estaba
desatendiendo a su pueblo. Sin embargo, esto era en realidad una prueba
de la lealtad de Israel hacia Dios, y una oportunidad para Israel de mostrar
su fidelidad y obediencia, manteniendo su Pacto con Dios.
En conclusion, Jueces 1:28 puede ser una llamada para nosotros como
cristianos a ser totalmente dedicados en nuestra relación con Dios y a estar
alerta contra todo lo que pueda alejarnos de Él, sin importar cuán fuerte o
poderoso creamos que somos. Debemos seguir el ejemplo de Josué quien
se dedicó totalmente a Dios y conquistó la Tierra Prometida con la ayuda
de Dios.
Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay
ley porque los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus
pasiones y deseos.