Evaluación del Impacto Ambiental de la Disposición Final de Residuos Sólidos en
La Guajira: Análisis en Riohacha
Trabajo Presentado Para Obtener el Título De Ingeniero Ambiental
Juan David Villalobos
Facultad de Ingenierías, Universidad de La Guajira
Metodología de la Investigación
Docente: Heli Alfonso
31 de octubre de 2025
Planteamiento del Problema
El uso de los residuos sólidos aborda uno de los principales desafíos ambientales. Esto
lleva mucho tiempo, pero en la actualidad se siente con más fuerza porque cada año se presencia
un crecimiento poblacional, las ciudades crecen y el consumismo se inclina cada vez más al uso
de productos desechables. Un informe del Banco Mundial muestra que la generación global de
residuos pasó de 1.3 billones de toneladas en 2010 a 2.0 billones en 2016 (Awino y Apitz, 2023).
Lo más preocupante es que para el año 2050 la cifra podría llegar a 3.4 o incluso 3.8 billones de
toneladas. Esto no solo refleja el aumento en los volúmenes, sino también la complejidad en la
composición de los desechos, que incluyen desde plásticos de un solo uso hasta residuos
electrónicos con metales pesados y compuestos tóxicos.
El impacto ambiental no solo reside en la cantidad de basura, sino cómo esta se maneja.
Gran parte de los residuos terminan en botaderos a cielo abierto, en ríos o rellenos que no tienen
una buena gestión. Se estima que más de 100 millones de toneladas de desechos continúan
siendo depositadas de manera ilícita en rellenos sin control, creando riesgos tóxicos, emisiones
de gases de efecto invernadero (GEI), un crecimiento de vectores y, en general un constante
riesgo para la salud pública (Awino y Apitz, 2023). Además, hoy en día se sabe que estas
prácticas también contribuyen a la presencia de micro plásticos, metales pesados y compuestos
farmacéuticos en la cadena alimentaria, aumentando el riesgo de enfermedades asociadas a
contaminantes ambientales.
Al comparar a los países desarrollados y los que se encuentran en desarrollo, podemos
notar una gran brecha en la gestión de residuos. En países como Alemania, Suecia o Japón,
pertenecientes al Global Norte, la gestión de los residuos sólidos está respaldada por leyes
estrictas, gran infraestructura tecnológica y una gran conciencia ambiental por parte de la
ciudadanía. En estos lugares se implementan políticas de responsabilidad extendida del
productor, prohibiciones de plásticos y estrategias de valorización energética, logrando reducir
de manera significativa la disposición o el uso de los rellenos sanitarios (Kaza et al., 2018, citado
en Awino y Apitz, 2023). A diferencia de lo que ocurre en el Global Sur, los gobiernos tienden a
ver la basura como un problema de salud pública, sin pensar siquiera en la recuperación de
muchos de estos materiales, y gran parte del reciclaje queda en manos de sectores informales que
trabajan en condiciones paupérrimas (Axino y Apitz, 2023).
A pesar de estas brechas, en la actualidad se ha comenzado a hablar más de jerarquía de
residuos (reducir. reutilizar, reciclar) y la economía circular. Estos dos conceptos son sencillos:
dejar de pensar en los residuos como algo que debe ser eliminado y volverlo un recurso que
pueda entrar a un ciclo productivo antes que la disposición final. Estos patrones o modelos han
sido implementados en gran medida en el Global Norte, representando un gran reto para los
países en desarrollo, que aún no están adaptados con tecnologías y conciencia local, demostrando
así poca eficacia (Marshall y Farahbakhsk, 2013, citado en Awino y Apitz, 2023). Por ejemplo,
en Taiwán lograron aumentar las tasas de reciclaje con programas comunitarios innovadores,
mientras que en otras naciones la falta de infraestructura y de participación ciudadana ha
limitado mucho los avances.
En Colombia, el tema de los residuos sólidos es un problema que ha crecido de la mano
con el crecimiento poblacional, la urbanización y los malos hábitos del consumismo. Según
cifras del DANE, en el 2020 se produjeron alrededor de 26 millones de toneladas de residuos
sólidos y productos residuales. Más del 86 % correspondía a los residuos que ya se mencionaron
y el 13 % eran subproductos residuales. Lo que más preocupa, es que aunque se hizo un
aprovechamiento de casi la mitad, solo el 14 % realmente extendió su vida útil por medio del
reciclaje o reutilización (DANE, 2021). Esto quiere decir que la mayoría van a dar al subsuelo.
A pesar de los pocos avances, los informes nacionales muestran que el modelo de gestión
en Colombia depende casi por completo a los rellenos sanitarios. La Superintendencia de
Servicios Públicos en 2020, notificó que el país crea más de 12 millones de toneladas en residuos
sólidos anualmente, donde el 59 % van a parar en rellenos. Con todo esto, aún hay en
funcionamiento los botaderos a cielo abierto, lo que involucra peligros directos al ambiente, se
contamina el suelo, lixiviados que logran llegar a fuentes hídricas y emisiones que deterioran la
calidad del aire (Superservicios, 2022).
Esta inclinación se confirma con situaciones cercanas. En 2023, cerca de 11.8 millones de
toneladas, se dispusieron en rellenos sanitarios y el aprovechamiento de los mismos alcanzó los
2.4 millones de toneladas. En 2022, había un 1 % de residuos en sitios no autorizados y en 2023,
aumentó casi el 2 % (Superservicios, 2024). Esta perspectiva permite ver que aún con esfuerzos
en actividades de compostaje y reciclaje, la mayor parte de los residuos terminan en rellenos,
evidenciando la necesidad de hacer transición a modelos más sostenibles como la economía
circular y la estrategia nacional de Basura Cero.
En el extremo norte de Colombia, observamos a La Guajira, donde las dificultades se
hacen mucho más notorias. Limitaciones en la infraestructura de disposición final, en varios
municipios son una de las muchas limitaciones que presenta el departamento. Por ejemplo, en
Riohacha, se han reportado problemas conectado con el manejo de lixiviados; olores
desagradables y proliferación de vectores, lo que ha producido conflictos con las comunidades
que viven alrededor del sitio (Superservicios, 2022). Anexamos a esto, la escasez de agua que
hay en el departamento, la deficiencia en los servicios básico y la presión que hay sobre los
recursos naturales, siendo este territorio bastante vulnerable.
Formulación del Problema
Justificación
Justificación
Conclusión