PRACTICOS B
El deseo como metonimia de la demanda
Psicoanálisis vs. otras terapias: En contraste con el psicoanálisis, las terapias no analíticas y
farmacológicas se centran en objetivos específicos como la eliminación del síntoma o la
modificación de un segmento de conducta. Estas terapias responden directamente a la demanda
inicial de ayuda que hace el paciente, lo que genera una reducción del deseo, es decir, se ajustan a
la lógica institucional de responder a los objetivos y necesidades planteadas.
El problema del deseo en psicoanálisis: El deseo no se limita a una demanda concreta o un
síntoma. Mientras que en terapias convencionales se satisface la demanda inicial del paciente, en
el psicoanálisis se trata de explorar el deseo subyacente, más allá de lo que el paciente cree
necesitar. Lacan describe el deseo como algo que no puede ser satisfecho completamente,
siempre escapa y se manifiesta de forma latente.
Angustia y gratitud en el tratamiento hospitalario
El fondo histérico de la neurosis: La neurosis se revela a través de una demanda constante de
insatisfacción. Por ejemplo, el paciente puede pedir algo y, cuando se le concede, surgir una nueva
insatisfacción. Esto está vinculado a lo que Lacan llama "la falta", una ausencia o carencia
estructural que genera angustia y define el deseo. En este contexto, el tratamiento analítico no
busca satisfacer la demanda concreta, sino trabajar con el deseo, que siempre se mantiene como
algo abierto y cambiante.
Fórmulas lacanianas: Lacan describe cómo los pacientes neuróticos buscan constantemente
preservar su insatisfacción, ya que esto les permite mantener su posición como sujetos del deseo.
El paciente que fracasa en su intento de "triunfar" en la cura, es decir, en la satisfacción de su
demanda, se deprime y cae en la angustia. Este "fracaso" es, en realidad, un síntoma de la
neurosis misma, que se caracteriza por esta contradicción entre el deseo y su satisfacción.
Respuestas erróneas al deseo: El capítulo critica las respuestas de quienes, desde el sentido
común, tratan de "satisfacer" las demandas del paciente en lugar de explorar el deseo subyacente.
Encarnar a un "Otro benefactor" que responde directamente a las demandas puede parecer una
solución inmediata, pero en realidad genera un contexto de mayor angustia. La insistencia en la
satisfacción superficial de la demanda oculta el verdadero trabajo psicoanalítico.
Demanda de ayuda vs. demanda de análisis
1. Demanda de ayuda:
o Bajo la perspectiva de la asistencia social y la salud pública, la demanda
de ayuda es la más común. Ejemplos típicos incluyen situaciones donde el
consultante se presenta como víctima, como en los casos de violencia
doméstica, o situaciones donde interviene una autoridad externa, como un
juez en casos judiciales.
o En estos casos, la demanda se enfoca en obtener una respuesta inmediata y
concreta: detener el sufrimiento sintomático, resolver una situación legal o
social, o cumplir con una necesidad básica. Esta demanda está alineada con
lo que Lacan llamaría necesidad, es decir, una demanda concreta que se
espera resolver en el plano de la realidad inmediata.
2. Demanda de análisis:
o La demanda de análisis, en contraste, es más difícil de detectar y no siempre
está explícitamente formulada. Según el texto, la demanda de análisis surge
cuando, en el marco de la escucha analítica, el enunciado inicial del
paciente se va reconfigurando y revela algo más allá de la queja manifiesta.
o La clave aquí está en lo que el psicoanálisis llama deseo. La demanda de
análisis va más allá de la simple ayuda o la satisfacción de una necesidad
inmediata; se vincula con el deseo inconsciente del sujeto, que no siempre
está claro ni para el mismo paciente.
La posición del analista en la urgencia
En situaciones de emergencia, donde se requiere una intervención inmediata, el
psicoanalista puede verse en una posición difícil. Freud señala que en situaciones de
urgencia hay poco lugar para una interpretación analítica profunda, pero el analista puede
intervenir de manera adecuada sin perder de vista la posibilidad de, en el futuro, ayudar al
paciente a ver la causa de su malestar.
El cobre de la sugestión:
1. La modificación del psicoanálisis en el hospital:
o Freud sugiere que, para que el método psicoanalítico funcione en un entorno
hospitalario, es necesario que su técnica sufra ciertas modificaciones. En el
hospital, donde el objetivo es muchas veces la resolución rápida de
síntomas, el psicoanálisis podría verse degradado a una forma de
psicoterapia basada en la sugestión.
o La crítica de Freud está en que, debido a las urgencias del contexto
hospitalario (como en los casos de neurosis de guerra), el trabajo
psicoanalítico podría enfocarse más en soluciones inmediatas, lo que
transformaría la cura en algo sintomático y no profundo.
2. Sugestión y el Otro:
o La sugestión se basa en el poder de la palabra del Otro, una figura de
autoridad (en este caso, el terapeuta) que aporta una respuesta a la demanda
de ayuda del paciente. En este proceso, el paciente tiende a identificarse con
el “buen paciente”, que responde a lo que el terapeuta espera. El texto
sugiere que la sugestión es una operación que refuerza una identificación,
y con ella, el paciente “se traga” la solución propuesta sin necesariamente
resolver el conflicto inconsciente que subyace.
o Ejemplos de este proceso serían un paciente que, al acudir con problemas de
pareja o de adicción, acepta la solución del terapeuta sin cuestionar o
explorar más profundamente sus deseos y conflictos inconscientes.
3. El riesgo de la sugestión:
o El riesgo de la sugestión es que convierte al paciente en alguien que se
ajusta a lo que el terapeuta espera sin que se dé espacio para que emerja el
deseo del paciente. En lugar de trabajar con el deseo inconsciente, la
sugestión se enfoca en la demanda explícita de alivio del síntoma, lo que
puede llevar a una solución rápida pero superficial.
o Un ejemplo clásico que ofrece el texto es el caso de pacientes con anorexia,
donde el paciente rechaza la solución del Otro (la madre o el terapeuta) al
“comer” lo que se le ofrece, solo para vomitarlo después. Aquí se muestra
cómo la sugestión puede fallar porque no atiende a las dinámicas
inconscientes que mantienen el síntoma.
El oro del análisis: la transferencia no es sugestión
1. La ética del psicoanálisis:
o Freud propone la noción del "oro del análisis", que representa una ética
psicoanalítica que no se subordina a objetivos externos (como la cura rápida
o el mandato social). El análisis se enfoca en el deseo y no en resolver el
síntoma de manera inmediata. En contraste, la sugestión opera en el plano
del poder y de la identificación con un ideal (del terapeuta, del yo, etc.).
o La transferencia, en este contexto, no debe confundirse con la sugestión. La
transferencia implica una apertura a un campo donde el paciente puede
explorar su deseo más allá de la demanda manifiesta. En otras palabras, en
la transferencia, el paciente no se limita a aceptar pasivamente la autoridad
del analista, sino que colabora en su propio proceso de descubrimiento del
inconsciente.
La relevancia de la ética del psicoanálisis:
Freud insiste en que el psicoanálisis debe mantener una ética propia, que no se
subordine a objetivos externos como los del sistema hospitalario, que busca la cura
rápida. La ética psicoanalítica no está centrada en curar rápidamente los síntomas,
sino en acompañar al paciente en el descubrimiento de las dinámicas inconscientes
que estructuran sus problemas.
Lacan añade que la verdadera cura analítica se produce cuando el paciente
empieza a reconocer y asumir su deseo. Esto se opone a la sugestión, que solo
busca el alivio inmediato de la angustia sin considerar los aspectos más profundos
de la estructura psíquica del pacient
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3. Transferencia y deseo:
o Lacan afirma que la transferencia es lo que distingue al análisis de la
sugestión, ya que en la transferencia el paciente no se relaciona simplemente
con la demanda del Otro, sino que empieza a explorar su propio deseo. El
analista, en este proceso, no debe imponerse como una figura de autoridad
que proporciona soluciones, sino como alguien que facilita el acceso del
paciente a su inconsciente.
o El texto enfatiza que la relación transferencial se basa en no imponer una
respuesta desde el Otro. En lugar de eso, el psicoanálisis busca que el
paciente elabore una respuesta por sí mismo, a través del proceso de análisis.
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5. Sugestión: Opera en el plano del Otro (el terapeuta como autoridad) y busca
resolver el síntoma de manera rápida a través de la identificación del paciente con
la solución propuesta. Lacan critica la utilización de la sugestión porque refuerza una
relación de poder entre el terapeuta y el paciente, en lugar de abrir un espacio donde el
paciente pueda explorar y trabajar con su deseo inconsciente.
6. Análisis: Trabaja con el deseo y la transferencia, permitiendo que el paciente
descubra su posición subjetiva en relación a sus síntomas y conflictos, sin imponer
una solución desde la autoridad del analista.
a) Admisión como Espacio Institucional:
Superposición de Lógicas: La admisión en un hospital es descrita como un espacio
institucional en el que se superponen diferentes lógicas. Es un punto donde
convergen el discurso médico y el discurso jurídico-administrativo. Estos
discursos representan las formas en que las instituciones categorizan, diagnostican y
administran a los pacientes. La admisión, entonces, está bajo la hegemonía de estas
lógicas institucionales que buscan encajar al paciente en categorías predefinidas
para gestionarlo dentro del sistema.
b) Papel del Psicoanálisis en la Admisión:
Subjetividad vs. Lógica Institucional: A pesar de esta superposición de lógicas, el
psicoanálisis introduce un enfoque diferente en la admisión. El discurso analítico no
anula las operaciones institucionales, pero se preocupa por lo que queda "fuera de
ellas": la subjetividad del paciente. En otras palabras, mientras que la institución se
enfoca en encajar al paciente en categorías generales, el psicoanálisis busca
entender y atender la subjetividad única de cada paciente.
Apuntalamiento de la Subjetividad: La admisión se convierte en un espacio de
apuntalamiento donde se introduce la subjetividad del paciente en el proceso
institucional. Esto significa que la demanda del paciente (su solicitud de ayuda) se
transforma en una demanda de análisis, en la cual el paciente comienza a ser tratado
no solo como un cuerpo o un caso médico, sino como un sujeto de deseo y
significación.
Transformación de la Demanda: El paso de una simple demanda de ayuda (por
ejemplo, un tratamiento médico) a una demanda de análisis significa que el paciente
está siendo reconocido y tratado como un sujeto completo, con una historia, deseos
y conflictos que van más allá de su sintomatología médica. Esta transformación es
esencial para que el espacio analítico se establezca dentro del entorno institucional.
c) Espacio Analítico en la Admisión:
Encadenamiento de la Experiencia Analítica: El espacio analítico que se abre
durante la admisión funciona como una "otra escena" dentro del espacio
institucional. Esta "otra escena" es un espacio donde el discurso analítico puede
operar, permitiendo que el paciente se constituya como sujeto de la experiencia
analítica.
Importancia del Apuntalamiento: El concepto de apuntalamiento se refiere a
cómo el discurso analítico se asienta sobre el discurso institucional, pero lo
transforma al introducir la dimensión subjetiva. Este proceso es crucial porque
permite que el análisis se inicie incluso en un entorno dominado por lógicas
administrativas y médicas.
2. La Historia Clínica
a) Historia Clínica como Documento Institucional:
Subversión del Discurso Médico-Jurídico: La presencia del discurso analítico
dentro de la institución hospitalaria subvierte el modelo tradicional de la historia
clínica, que normalmente es un documento médico-jurídico. En el modelo
institucional, la historia clínica es un registro que categoriza al paciente dentro de un
marco médico y administrativo, pero el discurso analítico transforma este
documento en algo más.
Relación Inversa entre Espacios: Hay una relación inversa entre el espacio
institucional y el espacio analítico. En la medida en que la historia clínica, dentro
del espacio institucional, tiende a eclipsar la subjetividad del paciente, el discurso
analítico trabaja para hacer visible y relevante esta subjetividad. En este sentido, la
historia clínica no solo es un registro médico, sino que también puede convertirse en
un reflejo de la subjetividad del paciente cuando el análisis interviene.
3. Psicoanálisis y síntoma en el hospital
Una de las principales tensiones que Zuberman explora es la diferencia entre el
concepto de síntoma en la medicina y el síntoma en el psicoanálisis. En la
medicina, el síntoma es visto como una desviación de la norma (una patología),
mientras que en el psicoanálisis el síntoma es entendido como un mensaje
inconsciente, una frase reprimida que se manifiesta en lo real y que interroga al
sujeto.