Camino de Vida
Nuestros defectos nos completan. Las
rupturas no son una pérdida, sino una
nueva existencia. Puede haber pérdidas en
la vida, que dejan marcas profundas y se
cree que son irreparables. Sin embargo,
superar estos desafíos y reparar las piezas
rotas con lazos más valiosos y fuertes
también es parte de la vida.
El daño no se niega ni se suprime. Ningún
elemento o experiencia de la vida se
considera un defecto o algo para olvidar.
Cada experiencia es invaluable, aún la
desilusión.
DESCUBRE
"Ahora que mi granja
está arrasada por las
llamas, puedo
contemplar la luna"
PRACTICA
Prepara tu material.
Reflexiona sobre la elección del objeto que vas a trabajar.
Decora el objeto que te representa o que representa una de las
experiencias que han hecho parte de tu existencia. Piensa en
los colores, materiales o las formas que le darás.
Trasciende tus experiencias. Recuerda tus cicatrices, sean
visibles o invisibles son la prueba de que has superado
dificultades.
Materializa tu historia.
Defectos...heridas...accidentes...rupturas...pérdidas...
Kintsugi
Kin "oro" y tsugi "juntura – empalme - unión -
ensamble"
Simbología de la curación y la resiliencia. El
objeto roto, una vez curado y honrado, asume su
pasado y, paradójicamente, se vuelve más
resistente, más bello y más precioso que antes. Es
un hilo conductor, que ilumina cada etapa de
cualquier proceso de curación, se trate de una
herida física o emocional.
Encontremos nuestra propia unidad y todo su
esplendor. ¡Las experiencias pueden
transformarte y fortalecerte, como si fueras un
kintsugi viviente!
experimenta
"El arte ayuda a
vivir"
Inicia un nuevo ciclo. Busca tu brillo.
Sal de ti mismo y de otra idea de la
belleza y la perfección.
Primera Etapa
Rompe
Llega un momento decisivo: romper la figura.
No es un gesto de destrucción, sino de confianza. Ya has puesto en esta obra creatividad, colores, símbolos,
emociones e intenciones profundas. Al quebrarla, no pierdes lo creado, sino que le das la oportunidad de abrirlo a la
transformación.
Así como en la vida, en ocasiones lo que más cuidamos también se rompe, podemos también descubrir, que las
grietas pueden ser caminos de belleza. Este acto nos recuerda que el arte verdadero y la espiritualidad no temen a las
heridas, porque en ellas nace la posibilidad de algo más grande, más fuerte y más luminoso.
No olvides tomar registro de este momento.
¿Algunas de estas pruebas, paradójicamente, se revelaron como una
oportunidad o un regalo inesperado, aunque en ese momento no te
dieras cuenta?
Tal vez te permitieron desarrollar una nueva cualidad o competencia. O escapar de una situación. O abrir
puertas. Imprégnate de todos esos momentos en los que convertiste tus debilidades en fuerzas. Hoy, ante las
pruebas a las que te enfrentas, puedes recrear de nuevo aquella transformación.
• Sufre: Un imprevisto o un
movimiento en falso, produjo una
caída.
• Acepta: Recobramos el ánimo y
recogimos los pedazos.
• Decide: Nos dimos una segunda
oportunidad y una segunda vida a
este objeto en lugar de desecharlo.
• Imagina: Sé creativo y atrévete a
pensar de manera diferente
• Visualiza: Concéntrate e imagínate
"En las grandes crisis, el corazón se el objeto reparado en todo su
rompe o se vuelve fuerte como un roble." esplendor.
"No podemos resolver
nuestros problemas
con el mismo nivel de
consciencia que con el
que los creamos"
Segunda Etapa: Ensambla
Es el momento de unir los fragmentos. Aquí descubrimos que nada queda
perdido: cada pieza tiene un lugar y un sentido. Así es también nuestra vida,
tomamos lo que se ha quebrado y lo transformamos en algo nuevo, más
resistente, con más historias.
Al ensamblar, no buscamos esconder las fracturas, sino abrazarlas, porque
ellas cuentan el camino recorrido.
La belleza no está en la perfección intacta, sino en la cicatriz iluminada que
revela fortaleza y esperanza.
¿Eres consciente de que cada momento es precioso o a veces
tiendes a precipitarte, sin tomarte el tiempo de disfrutar la
vida?
Prepara: Limpia todos los pedazos
del objeto, reúne todas las
herramientas que necesitas para
reparar.
Reconstituye: Observa y ensambla
"el rompecabezas" para preparar la
reparación.
Reúne: Prepara y aplica el
pegamento en cada una de las
roturas y pega las piezas para
reconstituir el objeto.
Completa: Si falta alguna pieza,
intenta pacientemente encontrar el
material necesario para reconstruirla.
Puedes usar partes de otro objeto
"El alma es una lira de la que hay que para hacerlo.
hacer vibrar todas las cuerdas"
Tercera Etapa: Espera
La espera es parte del proceso. No todo se resuelve
de inmediato, ni en el arte ni en la vida. Así como
los trozos recién unidos, necesitan tiempo para que
la unión sea firme, también nuestras heridas y
aprendizajes requieren paciencia para
consolidarse.
La espera nos enseña a confiar a dejar que el
silencio y el tiempo hagan su obra. Permítete este
momento de calma en la quietud, la figura se
fortalece y tu interior también se renueva.
¿Tienes tendencia a querer cambiarlo
todo enseguida, cuando estás
motivado, pero te desanimas al cabo
de unos días? ¿Y si eligieras un solo
objetivo y le dedicaras todas tus
fuerzas?
¿Tienes la paciencia y la sabiduría de
dejar que el tiempo haga su labor? ¿o
eres tan impaciente que no puedes
quedarte quieto? ¿Y si bajaras un
poco el ritmo?
"Concedámonos instantes de calma. De
ese profundo silencio brotarán los
frutos más hermosos: la paz, la
alegría y la dulzura."
Retira Cuidadosamente limpia el exceso de pegamento de las
piezas
Aguanta: Mantén las piezas en su lugar. Puedes ayudarte con
cinta adhesiva.
Deja respirar: Coloca la pieza sobre una tela para que pueda
absorber el pegamento.
Limpia: Limpia las partes y cada uno los materiales que has
utilizado en esta etapa.
Sé paciente: Espera a que el pegamento se adhiera y todas las
piezas queden ensambladas de manera adecuada.
Cuarta Etapa: Repara
¿Tiendes a "esconderte" bajo capas
y capas de protección? ¿Y si las
pulieras una a una, para revelar tu
verdadero ser?
¿Impaciente por ver los resultados?
¿Y si, en lugar de desanimarte,
comprendieras que cada etapa es
necesaria para avanzar y esperaras
pacientemente a alcanzar un nuevo
estadio en la comprensión?
"Vivir es algo rarísimo. La mayoría de
la gente se conforma con existir"
Pule Cuando el objeto este completamente seco, limpia los restos del
pegamento y alisa las superficies con una lija.
Toca: Algunas irregularidades son difíciles de distinguir a simple vista.
Con el tacto, prueba que la superficie haya quedado perfectamente
plana, pasando tus manos por las marcas de las roturas.
Concéntrate Respira de manera regular, concéntrate y haz gestos
lentos, medidos, para distinguir las roturas y resaltarlas con un lápiz.
Reanima: Ahora las cicatrices están resaltadas - como si fueran unas
venas que se resaltan – se ha curado el objeto y le han dado una nueva
vida.
Quinta Etapa: Revela
Ahora vas a revelar las gritas y resaltarlas con dorado. Aquello que antes
parecía una herida, ahora se transforma en el lugar de la belleza y de la luz.
El "oro" no oculta las fracturas, las celebra mostrándonos que lo quebrado
no es un fracaso, sino un testimonio de resiliencia y esperanza.
Pintar de dorado es proclamar que la herida no es la última palabra. Cada
grieta resplandeciente es un recordatorio de que somos obras de arte en
proceso de creación.
¿Llegas a experimentar alegría
en la vida cotidiana o estás
ensimismado/a en tus heridas?
¿Y si hicieras una cura de risa y
de fantasía, para reencontrar a
tu niño/a interior y salpicar tu
vida de destellos dorados?
Después de enfrentar pruebas,
¿sientes que ha llegado el
momento de revelarte en todo
tu esplendor?
"Lo más importante es que siempre
estés en condiciones de protegerte a ti
mismo"
Ilumina: Con la pintura dorada o cualquier otro elemento que
simule el oro, delicadamente pasa el pincel sobre cada
cicatriz.
Recupera: Con un pincel, recoge todo el material restante.
Desvela: Cuando se haya secado, pasa una servilleta o papel
de seda para limpiar las cicatrices y descubrirlas ahora
doradas.
Protege: Si es necesario, vuelve a pintar las cicatrices.
Sexta Etapa: Sublima
Aquí comprendemos que todo el camino – crear,
romper, ensamblar, esperar y resaltar – encuentra
su plenitud. La figura ya no es la misma: ahora es
más fuerte, más bella y con una historia que brilla
en cada grieta. Los retoques finales no buscan
ocultar nada, sino honrar la totalidad del proceso,
reconociendo que cada paso tuvo sentido. En este
instante celebramos que lo quebrado se ha vuelto
arte, y que lo herido se ha vuelto sagrado.
La pieza terminada es un espejo de lo que somos:
fragilidad habitada por lo sagrado, belleza que
surge del amor.
¿Eres consciente de hasta qué punto
eres excepcional, inimitable y hasta
dónde has llegado, como un kintsugi
viviente?
"Cuando haya pasado la tormenta, ya no te
acordarás de cómo has resistido a ella, ni de
cómo te la has arreglado para sobrevivir,
porque ni siquiera tendrás la certeza de que ha
terminado. Pero no cabe duda alguna de que,
tras la tormenta, ya no serás el mismo. Eso es
lo que significa la tormenta"
Observa: Aléjate un poco y contempla el objeto reparado y sublimado en
toda su unidad, mostrando con orgullo sus cicatrices doradas.
Admira : Fíjate en como el objeto roto se ha reencarnado en una obra de
arte preciosa, única y de valor incalculable.
Contempla: Recuerda la historia que lleva el objeto en las cicatrices..
Asume: Acepta la imperfección con orgullo. Después de la rotura y la
reparación, el objeto todavía es más bello y valioso.
Expón: Muestra tu creación, preparando tu exposición para la siguiente
sesión. Cuenta su historia con el fin de inspirar a los demás y transmitirles
la idea de que es posible reparar las cosas.
¿Qué frutos puedes resaltar del
proceso? ¿Qué deja para tu vida este
pequeño ejercicio? ¿Cómo lo
evalúas?
¿Te sientes preparado/a para dar
cuenta de tu proceso y pasar el
testigo a otros con el fin de brindar
esperanza?