✨ “Los pueblos no deben dormir en la ignorancia; porque al abrir los
ojos, encontrarán cadenas.” ✨Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y
Espejo
ING GERMAN NAVARRETE RECTOR UEANV.
MGS DALILA DELGADO VICERECTORA JORNADA MATUTINA.
DIPLOMADO MIGUEL OCHOA VICERRECTOR JORNADA VESPERTINA Y
NOCTURNA.
LIC, FERNANDO CARVAJALINSPECTORA GENERAL
Distinguidas autoridades educativas, estimados docentes, estudiantes,
personal administrativo, padres de familia e invitados especiales:
Nos reunimos hoy, 26 de septiembre, fecha en que el Ecuador entero rinde
homenaje a la Bandera Nacional, símbolo patrio que flamea altiva como
representación de nuestra identidad, historia y soberanía.
La Bandera Tricolor fue adoptada oficialmente el 26 de septiembre de 1860,
bajo el gobierno del Dr. Gabriel García Moreno, retomando los colores que el
Libertador Simón Bolívar había dispuesto para la Gran Colombia en 1819.
Desde entonces, el amarillo, azul y rojo ondean como emblema de unidad y
libertad.
Cada franja de nuestra bandera guarda un profundo significado:
El amarillo, la riqueza de la tierra y la generosidad del sol.
El azul, la inmensidad del cielo y del océano Pacífico que baña nuestras
costas.
El rojo, la sangre de los héroes que lucharon en las gestas libertarias de 10
de Agosto de 1809, 24 de Mayo de 1822 y tantas otras batallas en las que
se forjó la independencia.
Recordemos las palabras de Eugenio Espejo, precursor de la emancipación:
“La libertad no se hereda, se conquista”. Es precisamente esa conquista la
que tiñe de grandeza a nuestra bandera.
Pero no podemos hablar de civismo sin mencionar al Himno Nacional del
Ecuador, cuyas estrofas vibran en nuestros corazones desde que fue
entonado por primera vez el 10 de agosto de 1870 en el Teatro Olmedo de
Quito, con letra de Juan León Mera y música del compositor francés Antonio
Neumane. Su coro inmortal proclama: “¡Salve, oh Patria, mil veces! ¡Oh
Patria, gloria a ti!”, reafirmando que nuestra identidad se construye en la
memoria y en el sacrificio.
La Bandera y el Himno son más que símbolos: son escuela de civismo. Nos
recuerdan que, como afirmaba Juan Pío Montúfar, “La libertad es el don más
preciado”. Ellos nos invitan a amar y servir a la patria con honestidad, con
trabajo y con unidad.
Queridos estudiantes: al levantar la mano derecha y jurar la bandera, no
realizamos un gesto vacío; proclamamos un compromiso solemne de
defender la justicia, la soberanía y la dignidad de nuestra nación. Como
sentenció el Mariscal Antonio José de Sucre tras la victoria en Pichincha, “La
Patria es ara, no pedestal”.
En este día sagrado, recordemos también a Manuela Sáenz, “la Libertadora
del Libertador”, quien con valentía y entrega demostró que el amor a la
Patria no reconoce límites.
Hoy, la Bandera Ecuatoriana flamea en cada rincón de nuestro territorio:
desde las cumbres de los Andes hasta las costas del Pacífico, desde las
selvas amazónicas hasta las islas Galápagos. Ella nos une en la diversidad y
nos convoca a construir un país donde reine la paz, la justicia y Bienestar.
No olvidemos que gracias a nuestra nación estamos formando ciudadanos
de bien, ustedes son dueños de ese legado absoluto que deben ser los
guardianes acérrimos y precautelar que no se mansille la soberanía ni el
buen nombre de nuestra nación. Bajo ningún concepto. Es vuestro legado
el cual en el futuro ustedes serán los que engrandezcan con trabajo y
esfuerzo a nuestro país, honrando nuestro territorio, soberanía y símbolos
patrios, que con orgullo llevamos en nuestros corazones cual madre
defiende y ama a sus hijos.
Seamos, entonces, dignos herederos de nuestros próceres, guardianes del
civismo y constructores de un Ecuador grande, justo y libre.
¡Que viva la Bandera Tricolor!
¡Que viva el Himno Nacional!
¡Que viva el Ecuador soberano y eterno!
