Guia Deteción y Prevención de Dificultades de Lectoescritura
Guia Deteción y Prevención de Dificultades de Lectoescritura
prevención
y atención educativa
del alumnado con
dislexia y otras
dificultades de
aprendizaje
Métodos de enseñanza de la
lectura basados en la evidencia
científica
Bloque I.
Bloque II.
Bloque III.
Bloque IV.
Bloque V
Previniendo las dificultades en la lectura desde el contexto familiar .... pág. 100
Adela Cortina
Uno de los pilares fundamentales del Gobierno de Castilla-La Mancha es garantizar una
educación inclusiva, equitativa y de calidad para todo el alumnado, con especial atención
a quienes se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. La diversidad en nuestras
aulas no es solo una realidad, sino una oportunidad para construir una sociedad más
justa, cohesionada y comprometida con el bienestar de cada persona.
La “Guía para la prevención y atención educativa del alumnado con dislexia y otras
dificultades de aprendizaje. Métodos de enseñanza de la lectura basados en la evidencia
científica”, que hoy presentamos, es fruto de este compromiso. Se trata de un recurso
práctico, accesible y fundamentado en la evidencia científica, que busca anticiparse a
las barreras que puedan surgir en el proceso de enseñanza-aprendizaje, promoviendo
entornos escolares que reconozcan las fortalezas del alumnado, refuercen su autonomía
y fortalezcan su sentido de pertenencia.
Esta guía está dirigida a docentes, equipos de orientación, equipos directivos y familias y
tiene como objetivo fortalecer el trabajo colaborativo, la reflexión pedagógica y la mejora
continua. Porque solo desde la corresponsabilidad y el compromiso compartido podremos
garantizar que cada estudiante encuentre en la escuela un espacio de desarrollo integral,
bienestar y oportunidades.
Confiamos en que esta guía se convierta en una herramienta útil para el día a día en los
centros educativos y que contribuya a seguir construyendo una educación más humana,
más inclusiva y más transformadora.
De hecho, podemos definir la dislexia como una dificultad grave para decodificar,
esto es, para leer las palabras escritas de forma precisa y fluida, que persiste
pese a una adecuada enseñanza de la lectura y que no se debe a problemas
sensoriales, ambientales o a discapacidad intelectual (Fletcher et al., 2019)2.
Sin embargo, a nadie debe escapársele que el primer paso, y quizá el más
fundamental, para ayudar al alumnado que muestra dificultades en el aprendizaje
de la lectura es garantizar que la alfabetización en los colegios sea de una
calidad excepcional para todos (Miciak y Fletcher, 2020)3. Una alfabetización
de calidad permite, en primer lugar, reducir el impacto de las dificultades de
aprendizaje de la lectura en el alumnado. No es de extrañar que una enseñanza
de la lectura bien estructurada en los centros educativos disminuya el impacto
de estas dificultades, especialmente en estudiantes que, por ejemplo, presentan
dislexia.
Tal como señala un artículo reciente (Catts y Hogan, 2021)6: “En la dislexia,
una onza de prevención es mejor que una libra de diagnóstico e
intervención”.
Por tanto, esta guía tiene como finalidad promover la prevención de las
dificultades en la lectura ya desde Educación Infantil, así como una enseñanza
de la lectura de calidad para todo el alumnado. Asimismo, busca ofrecer una
respuesta educativa temprana, intensiva y focalizada para el alumnado en
riesgo.
x
´
decodificacion
comprension
´ Ilustración @aacclarebelion
Reconozco el
código lingüístico Comprendo
el significado
D
conciencia fonológica
s DECODIFICACIÓN
Leer palabras de forma
X
precisa y fluida
letras y sonidos
vocabulario
C
COMPRENSIÓN
=
DEL LENGUAJE
gramática Comprender el significado
de palabras y oraciones
conocimiento previo
COMPRENSIÓN
L
decodificación LECTORA
comprensión lenguaje
x Acceder al significado que
incorporan los textos escritos
ilustración by
Figura 1 @aacclarebelion
Programas
de
conciencia es para ...
MARCIANOS
fonológica
Consejería de Educación, Cultura y Deportes pág.13
¿Qué podemos
´ t a m e
Cuenento... hacer para facilitar
Para entender esto, podemos situar las dos habilidades que componen el
modelo simple de lectura, es decir, la decodificación y la comprensión
del lenguaje, en un eje de coordenadas (Nation, 2019)12. Esto se observa
representado gráficamente en la figura 2, lo que permite al lector de la guía
comprenderlo más fácilmente.
pág.14
pág.14 Consejería de Educación, Cultura y Deportes
acceder a los contenidos leyendo. Los estudiantes que se sitúan en la letra B son, por tanto,
los buenos lectores.
Si los estudiantes decodifican mal, es decir, tienen dificultades para leer de forma precisa y fluida,
pero presentan una buena comprensión del lenguaje, podríamos situarlos en la letra A. Estos
estudiantes son los que tienen dislexia, aunque no exclusivamente. Se caracterizan por tener
dificultades para automatizar el reconocimiento de las letras y para leer los textos con
precisión y buena entonación (Snowling et al., 2020)13. Sin embargo, tienen buen vocabulario,
entienden correctamente las instrucciones orales y, en definitiva, sus dificultades se limitan al
reconocimiento de las palabras escritas.
Por el contrario, si los estudiantes decodifican bien, pero tienen un lenguaje más limitado, es
decir, un pobre vocabulario, dificultades para entender estructuras sintácticas complejas o
escasos conocimientos previos, estarían en la letra D. ¿Quiénes están en la letra D? Aquellos
que provienen de entornos desfavorecidos, con pocos libros en casa, poca estimulación cultural,
o que han accedido al colegio procedentes de un hogar donde se habla un idioma diferente al de
la escuela. Además, existe un trastorno llamado “trastorno del desarrollo del lenguaje”, que
afecta al 7% de la población, es decir, a 1 de cada 13 estudiantes, y supone una dificultad grave
y persistente para comprender y usar el lenguaje (Snowling et al., 2020)14.
Para este alumnado hubiera sido de gran utilidad haber contado tempranamente con programas
que desarrollaran habilidades como el vocabulario y los conocimientos previos, y que les
permitieran usar y comprender oraciones más complejas.
Basándonos en lo anterior, es fácil inferir cuál sería el tercer tipo de mal lector. Sería aquel
que tiene dificultades en ambas habilidades del modelo simple de lectura. Es decir, tiene
dificultades para decodificar de forma precisa, fluida, rápida, sin errores y con buena entonación,
y, además, presenta dificultades para comprender lo que lee porque carece de vocabulario,
conocimientos previos y capacidad para comprender frases que incluyen estructuras sintácticas
complejas. El alumnado que podría incluirse aquí es muy heterogéneo. Por ejemplo, estudiantes
con discapacidad intelectual ligera, aquellos que presentan de forma combinada trastorno del
Este alumnado, por lo tanto, habría podido beneficiarse especialmente de programas que trabajaran
la conciencia fonológica, el principio alfabético y la enseñanza de la decodificación basada
en la investigación, junto con una respuesta educativa que cuidara enormemente el desarrollo
del lenguaje oral desde edades muy tempranas.
Buen lector
Dislexia a B Decodificación
- c d +
Dificultades Falta vocabulario,
mixtas en conocimiento o
decodificación gramática
y comprensión
Figura 2
- ilustración by
@aacclarebelion
Esta guía, por tanto, busca cerrar las brechas relacionadas con
el aprendizaje de la lectura mediante programas científicamente
fundamentados que, siendo buenos para todo el alumnado, son
especialmente necesarios para aquellos estudiantes que, ya desde
edades tempranas, presentan un mayor riesgo de tener dificultades
en la lectura.
prevención
En el blog:
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Autora:
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Autor:
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Impulsividad: Reacción
rápida, inesperada y
CIMIENTOS PILARES TECHO desmedida ante cualquier
situación. La persona
no puede controlar los
impulsos, tentaciones o
deseos que siente y actúan
sin tener en cuenta las
1. Habilidades fundacionales, los cimientos para la lectura y consecuencias.
escritura
Funciones Ejecutivas:
Habilidades cognitivas
En la base de la casita encontramos las habilidades fundacionales, es que permiten planificar,
decir, aquellas que son esenciales y actúan como cimientos sólidos para organizar, controlar y
la lectura y la escritura. Entre estas habilidades destacan: regular nuestras acciones
para alcanzar metas y
• Las funciones ejecutivas, ya que los estudiantes deben ser capaces resolver problemas.
de autorregularse mínimamente y mantener la atención durante
Lectoescritura: Capacidad
un tiempo prolongado en las tareas de aprender a leer y escribir de leer y escribir. Enseñanza
para poder acceder a este aprendizaje. Por ello, no es de extrañar y aprendizaje simultáneos
que aquellos con patrones graves y persistentes de inatención e de las habilidades de
impulsividad tengan más dificultades para aprender a leer y escribir lectura y escritura.
(Lindström y Roberts, 2022)16.
Morfosintáxis: Rama
de la lingüística que
• Otra de las habilidades fundacionales está relacionada con la estudia la estructura de
adquisición del código escrito. Los estudiantes deben ser capaces las palabras (morfología)
de representar, manipular e identificar mentalmente los sonidos y cómo se combinan para
que componen las palabras; es decir, deben desarrollar formar frases y oraciones
conciencia fonológica. Además, es fundamental que comprendan (sintaxis).
correctamente las correspondencias entre letras y sonidos. Estas
• Por otro lado, las habilidades lingüísticas, como el vocabulario y la morfosintaxis, también
son esenciales como cimientos para comprender lo que se lee y para producir mensajes
escritos de calidad. De hecho, conocer un gran número de palabras y comprenderlas
profundamente es un predictor sólido tanto de la comprensión lectora como de la capacidad
para escribir textos de calidad.
2. Pilares escenciales
3. El tejado
Con los cimientos y los pilares de nuestra casa establecidos, podemos ascender hacia habilidades
más complejas. Tanto la alfabetización a nivel de palabra como las habilidades de discurso oral
han servido para fundamentar la fluidez en la lectura y en la escritura. Ahora, el alumnado está
listo para alcanzar una buena comprensión lectora y para escribir textos de calidad.
Decodificación y
Alfabetización
Comprensión y
Discurso Oral
escritura de palabras
Palabras
Expresión Oral
Deletreo y
Grafía
Comprensión Vocabulario
Fundacionales
Decodificación y gramática
Gram
Habilidades
del Lenguaje
A-Z
(CIMIENTOS)
ática
• Ortografía
• Fonología
• Morfología Habilidades
Cognitivas
Funciones Ejecutivas
ilustración by
Figura 3 @aacclarebelion
Textos
ESCRITURA
Si mejora la
decodificación,
mejora la escritura...
¡Y AL REVÉS! FLUIDEZ
DECODIFICACIÓN /l/
ESCRITURA /a/ /i/
/a/ La escritura
depende más de las
representaciones Comprensión
fonológicas y Lectora
ortográficas Composición
escrita
ilustración by
Figura 4 @aacclarebelion
En esta figura se describe, por ejemplo, la fuerte relación entre las habilidades para leer de forma
precisa y fluida y la capacidad para escribir palabras con precisión y fluidez. Esto tiene sentido,
ya que:
En el blog:
lo g s o b re in v estigación
Un b lectura y la
ac e rc a d e la
comprensión
u a n C ru z R ipoll, puedes
de J información de
en c o n tr a r m á s
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En el artículo
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Dificultades
letra legible para elaborar una
para entend y fluida: apuntes
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gibilidad y la
de la letra en fl
el alumnado. uidez
Antes de comenzar, es legítimo preguntarnos por qué una guía para abordar las dificultades en la
lectura y la escritura pone un énfasis tan específico en la prevención y en el trabajo desde edades
tempranas. Las razones que subyacen a este enfoque son diversas, pero fundamentales.
Una enseñanza de calidad cumple dos propósitos clave (Miciak y Fletcher, 2020)20:
• Detectar temprano: Permite identificar rápidamente a los estudiantes que se quedan atrás,
diferenciando si la causa es una dificultad persistente como la dislexia o una enseñanza
insuficiente.
1
La comprensión lectora depende de dos factores clave:
• La decodificación
• La comprensión del lenguaje
2
Las dificultades en lectura y escritura están
íntimamente relacionadas y, en muchos casos,
podemos abordarlas de forma conjunta.
En el artículo:
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del fracaso
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Autora:
Montesinos
Milagros Tapia
En el artícu
lo:
Dislexia:
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que aborda ontrar una infografía
Hogan (202 esta idea de Catts y
1)
Autor: Juliá
n Palazón L
ópez.
nuestros
/s/o/p/a/
sol
sol
programas
/s/o/l/
mapa
ma - pa
con calidad
/m/a/p/a/
gafas
ga - fas
/g/a/f/a/s/
Tal como se especificó en el capítulo anterior, los programas dirigidos a
facilitar la alfabetización de todo el alumnado y a prevenir las dificultades
en la lectura deben basarse en el modelo simple de lectura. Desde
la etapa de educación infantil, que abarca de los 3 a los 5 años, los bicicleta
ta
profesionales deben implementar actuaciones educativas que i - c i - cle -
b
preparen a los estudiantes para decodificar textos y mejorar su l/e/t/a/
/b/i/c/i/c/
comprensión del lenguaje.
La conciencia fonológica puede trabajarse con y sin letras. No obstante, antes de empezar a
leer, es posible implementar programas que desarrollen esta importante habilidad sin necesidad
de presentar palabras escritas. Al inicio de la enseñanza de la lectura, como veremos más
adelante, la conciencia fonológica, y dentro de ella la habilidad más importante —la conciencia
fonémica—, deberá trabajarse ya con letras, vinculándola al principio alfabético y al desarrollo
de tareas de lectura y escritura (Ashny et al., 2023)28.
Lo primero que debemos entender respecto a la conciencia fonológica es que este término
actúa como un “paraguas” bajo el cual se agrupan conceptos más específicos y útiles para su
desarrollo. Según diversos estudios, la conciencia fonológica se desarrolla progresivamente,
comenzando con las unidades más grandes del lenguaje oral y avanzando hacia las más pequeñas
(Gillon, 2017)29. Puede verse en la figura 5 un esquema sencillo del desarrollo de esta habilidad.
c i e n c i a Fo n o lógica
Con en talmente
Representar m componen el
ue
las unidades q ORAL
lenguaje
Conciencia Fonológica
PA
Marco come
ilustración by
Figura 5 @aacclarebelion
CONCIENCIA SILÁBICA
CONCIENCIA
La conciencia silábica, por su parte, aparece de forma posterior y tiene
SILÁBICA que ver con la capacidad de manejar y representar mentalmente
las sílabas que componen las palabras, tal como su nombre indica.
•RECONOCER Algunos estudios han señalado que las habilidades de conciencia
Sílabas
silábica a los 4 años predicen las habilidades de decodificación a los 6
y 7 años.
•AISLAR
Sílabas
Ejemplos de esta conciencia silábica serían indicar que la primera
sílaba que escuchamos en sopa es so, que, si juntamos las
•SEGMENTAR
Sílabas silabas pa, ta, ta, la palabra resultante es patata, o que si a pato
le añadimos la sílaba za delante, la palabra resultante es zapato.
•INTEGRAR
Sílabas CONCIENCIA FONÉMICA
Para responder a esto, y en contra de lo que muchas veces se ha indicado, podríamos precisar
que los programas de conciencia fonológica no parecen ser tanto un prerrequisito para aprender
a leer como un facilitador. Esto quiere decir que:
Pues, la conciencia fonológica rompe el lenguaje oral en segmentos cada vez más
pequeños:
ra
FRASES PALABRAS SÍLABAS FONEMAS Cadaalflaebteto
del ta un
PRINCIPIO represosneindo
CONCIENCIA CONCIENCIA CONCIENCIA ALFABÉTICO
SEMÁNTICA SILÁBICA FONÉMICA
PRINCIPIO ALFABÉTICO
Tener un mínimo de conciencia fonémica, es decir, cierta sensibilidad a los sonidos que componen
las palabras (por ejemplo, identificar que suena /s/ en sopa, que suena /l/ en lupa o que suena
/f/ en foca), es de gran ayuda para aprender una de las cosas más importantes que un alumno o
alumna han de adquirir en su escolaridad temprana (Ashny et al., 2023)31. Este aprendizaje tiene
que ver con que cada letra, cada grafema, es decir, cada símbolo, corresponde a un sonido. Cada
letra del alfabeto representa un sonido del lenguaje oral. Esto se llama el principio alfabético.
Al principio, leer es poco más que conectar una serie de símbolos o dibujos, es decir, las letras, con
sus sonidos, es decir, los fonemas. Sin un mínimo de sensibilidad a los fonemas que componen
las palabras, no es sencillo aprender a leer. Por ello, el trabajo en conciencia fonémica se ha
mostrado en diversos estudios como una herramienta eficaz para ayudar a los estudiantes a
aprender los sonidos de las letras y a comprender el principio alfabético.
De no entender esto bien, es sencillo cometer algunos errores comunes que se observan
frecuentemente en las aulas de educación infantil. El principal error consiste en introducir
programas de conciencia fonológica que, o bien no llegan a manipular los fonemas que componen
las palabras, o que, por desgracia, se centran casi todo el tiempo en descomponer las palabras
en sílabas. Como veremos posteriormente, en todos los idiomas que tienen un alfabeto (y el
castellano no es la excepción), los datos que tenemos indican que, para enseñar a leer de forma
correcta, la enseñanza debe descender a la instrucción explícita de las relaciones entre
letras y sonidos. Es decir, debe enseñar a los estudiantes cómo suenan las letras (Piasta y
Hudson, 2022)32.
En este sentido, puede consultarse un trabajo reciente y muy interesante de Sargiani et al. (2021)33,
llevado a cabo en Portugal. Para aprender a leer, hay que saber cómo suenan las letras. Y,
si los programas de conciencia fonológica no llegan a segmentar de forma explícita y
estructurada los fonemas que componen las palabras, estamos dejando de lado la parte
más importante de nuestra labor en estos programas.
Puede consultarse la figura 6 que, siguiendo a McNeill y Gillon (2021)36, describe una clasificación
sencilla de tareas en dificultad creciente para trabajar la conciencia fonológica:
• RECONOCER
Las tareas más sencillas son las de reconocer. En ellas, el profesional produce una unidad,
ya sea silábica o fonémica, y el estudiante indica si la escucha dentro de una palabra
determinada.
• SEGMENTAR
• INTEGRAR
• MANIPULAR
¿Suena /so/ en sapo?, ¿Qué sílabas suenan en ¿Qué palabra sale si ¿Qué palabra obtenemos si
¿Suena /s/ en sopa? patata?, ¿Qué sonidos unimos /me/ y /sa/?, añadimos /za/ a pato? ¿Y
escuchas en sol? ¿Y si unimos /s/o/l/? si a oca le añadimos /t/?
ilustración by
Figura 6 @aacclarebelion
¿Suena /mo/ en mono? ¿Suena /so/ en sopa? ¿Suena /la/ en lata? ¿Suena /pe/ en pelota? ¿Suena /s/ en sopa?
¿Suena /mo/ en ¿Suena /so/ en sodio? ¿Suena /al/ en alto? ¿Suena /pe/ en carpeta? ¿Suena /p/ en pito?
monopatín?
ilustración by
Figura 7 @aacclarebelion
Siguiendo dichos aspectos lingüísticos, cabe recordar que, en palabras largas, las tareas son
más complejas que en palabras cortas. Cuando se manipulan palabras de baja frecuencia,
poco comunes en el castellano, las tareas son más difíciles que cuando se manipulan palabras
frecuentes.
SÍLABAS DIRECTAS
En cuanto a las sílabas, las tareas son más sencillas con sílabas directas (consonante-vocal) que
con sílabas inversas (vocal-consonante) o con sílabas complejas, como las mixtas o trabadas.
Además, cuando las tareas manipulan los sonidos en posición inicial de la palabra, resultan
más difíciles que cuando los manipulan en posición final, y estas últimas son más sencillas que
cuando los manipulan en posición medial. Finalmente, trabajar con fonemas cuyo sonido se
puede alargar es más sencillo que trabajar con fonemas cuyo sonido no es posible alargar.
Trabajar la
Una vez sabemos esto, ¿hay algún material o
recurso didáctico que podamos usar para trabajar
la conciencia fonológica y que tenga algún tipo
conciencia
de respaldo o evidencia científica? Parece que,
al menos para trabajar la conciencia fonémica, es
útil activar en los estudiantes las características
fonológica
articulatorias de los fonemas. Es decir, conviene
que tomen conciencia de cómo posicionan la
boca para producir un sonido determinado
(Boyer y Ehri, 2011)40. Por ejemplo, cuando nos
preguntamos si suena /f/ en “foca”, podemos
pedirles que, para hacer ese sonido, apoyen los
dientes en el labio inferior.
Enlaces de interés:
En este blog:
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Siembra Estre
PROFUNDIDAD SEMÁNTICA
Una vez establecido esto, conviene recordar que no todas las interacciones en torno a las lecturas
son iguales. En primer lugar, siguiendo algunas clasificaciones clásicas, podemos recordar que
es posible categorizar estas interacciones en base a la profundidad semántica. Hablamos de
profundidad semántica al describir los matices necesarios para manejar el significado del
texto y las palabras que lo conforman.
1. Nombrar:
Las tareas de menor complejidad semántica son las tareas de nombrar. En ellas, el
profesional pide al estudiante, señalando una parte del cuento, que nombre un objeto
determinado.
Posteriormente, tendríamos las tareas de describir. Estas tareas no son tan superficiales
como las de nombrar, pero aún tienen un cierto grado de superficialidad. En ellas, el
adulto pide al estudiante que le cuente cómo es algo de lo que aparece en el cuento o en
la ilustración.
3. Inferir
En orden de dificultad creciente, tendríamos ahora las tareas de inferir. En las tareas de
inferir, pedimos al estudiante que maneje información que está implícita en el cuento.
4. Explicar
Finalmente, las tareas de explicar son las semánticamente más complejas. En estas,
pedimos a los estudiantes que narren por qué ha sucedido algo o por qué ha ocurrido un
evento concreto. Las tareas de explicar son las de mayor profundidad semántica.
Añadir ¿Recuerdas
el nombre...? Nombrar
profundidad
semántica a ¿Cuáles son de lo + concreto a lo + abstracto
Describir
las lecturas
las partes...?
ESTRATEGIA CROWD
CROWD, por su parte, está diseñada para recordar a los adultos todos los tipos de preguntas
que pueden hacer a su alumnado durante la lectura:
CROWD
Otro aspecto importante que podemos hacer para mejorar el lenguaje a edades tempranas tiene
que ver con el hecho de ampliar las conversaciones de tres a cinco turnos (Cabell y Zucker, 2023)43.
Algunos investigadores han encontrado que, cuando interactuamos con nuestro alumnado, la
mayoría de las conversaciones tienen tres turnos.
Las conversaciones en tres turnos impiden generar interacciones lingüísticas muy profundas.
Os proponemos un procedimiento de conversación en cinco turnos, lo suficientemente larga
para que permita desarrollar el lenguaje, pero no tan extensa que lleve a una pérdida de la
atención. En este tipo de conversaciones los adultos se esfuerzan por aumentar la longitud de
la conversación de tres a cinco turnos.
DESAFÍO
¿Crees que ella debió actuar
así cuando se sintió mal?
Debió hablar
EXTENSIÓN
Eso es, la niña debió hablar con su
amigo antes de darle una patada
ilustración by
Figura 10 @aacclarebelion
Enlaces de interés:
En este artículo:
El poder de le
er y compartir
historias
puedes aprender
sobre la importan
de las lecturas cia
compartidas.
Blog:
https://science-t
e aching.org/.
Autor: Héctor Ru
iz Martín
Hemos de entender que, para aprender una palabra, el alumnado debe fijar al menos tres
aspectos: la pronunciación, el uso y el significado.
A nivel técnico, es importante que los profesionales sepan que, al enseñar vocabulario, hay que
cuidar al menos tres aspectos clave:
ESPACIO
En primer lugar, Hornburg et al. (2018) encontraron
que enseñar a los estudiantes términos espaciales,
como siguiente, anterior, inferior y superior, y términos
cuantitativos, como mayor, añadir, quitar, bastantes y
demasiados, se asocia con el desarrollo de las habilidades
numéricas del alumnado. Por tanto, este tipo de palabras
no solo contribuiría a cimentar la comprensión lectora, sino
también a desarrollar la competencia matemática. Otros
TIEMPO
términos, como los relacionados con el tiempo (temprano,
VERBOS
tarde, pronto), también podrían ser una buena idea.
• Verbos
PENSAMIENTO
Además, parece interesante incluir verbos en la enseñanza
durante la etapa de educación infantil. Los verbos son
cotidianas
fundamentales al menos por dos motivos:
específicas
y evocar.
TAXONOMÍA DE BECK
• PALABRAS COTIDIANAS
El nivel 1 no es de gran interés, ya que incluye palabras muy cotidianas que señalan
objetos y se aprenden por exposición, pudiendo incluso señalarse con el dedo. Por
ejemplo, palabras como pelota, coche, casa, mesa o silla suelen ser adquiridas de manera
implícita, incluso por estudiantes con dificultades en el desarrollo del lenguaje, por lo que
no es necesario ensenarlas de manera explícita a los 4 o 5 años.
• PALABRAS ACADÉMICAS
El nivel 2, por su parte, es el que realmente nos interesa. Este nivel comprende palabras
que tienen dos características principales. Por un lado, son académicas, es decir, se
utilizan más en contextos de transmisión de conocimiento que en el habla cotidiana. Por
otro lado, son transferibles, ya que pueden aplicarse en diferentes áreas de conocimiento.
Palabras como desarrollar, progresivo, predominio, dominante, macizo, extender o
intensivo pertenecen a este nivel. Su enseñanza es especialmente interesante porque son
transversales y útiles en múltiples contextos educativos.
Taxonomía de
Beck et al. ESPECÍFICAS
Esperma, hidrógeno.... 04
(2013)
Una vez que tenemos clara la finalidad de nuestro programa de vocabulario, cuántas palabras
enseñar y qué tipo de palabras escoger, es necesario seleccionar un método para la enseñanza
de vocabulario que cuente con cierta validez científica. Por nuestra parte, vamos a seleccionar
el método anclado de Silverman (2007)46, ya que se trata de un método que ha obtenido buenos
resultados en algunos estudios experimentales llevados a cabo en la etapa preescolar. Además,
es un método que enseña tanto el uso como la pronunciación y el significado. El método trata de
enseñar el vocabulario durante la lectura de cuentos en educación infantil y ha sido testado y
evaluado en grupos clase.
El empleo de cuentos durante la lectura en educación infantil es una buena idea, ya que permite
introducir los términos en una situación lingüísticamente comunicativa que aglutina el interés y la
atención del alumnado. Este método anclado de Silverman (2007) tiene un total de 6 pasos. Es
posible ver un resumen de estos pasos en la figura 13.
Imaginemos que vamos a contar a nuestro alumnado el cuento de “Los tres cerditos” y,
aprovechando que el lobo se sube al tejado para entrar por la chimenea, vamos a enseñarles
la palabra “subir”. Subir no es un buen término, en realidad, para la mayoría de las clases de
educación infantil, pero imaginemos que estamos en un contexto lingüísticamente muy pobre en
el que es necesario enseñar verbos frecuentes por dos motivos: porque son palabras abstractas,
más difíciles de adquirir, y porque son el centro de la oración y estructuran el lenguaje. El docente
comienza a leer el cuento, y cuando llega a la frase en la que el malvado lobo se subió al
tejado para entrar por la chimenea, presenta la palabra dentro del cuento y sigue el siguiente
procedimiento:
El docente “rompe” la palabra en palmadas para que los estudiantes fijen la pronunciación.
“Chicos, la palabra subir. Escuchamos dos palmadas: su (una palmada) y bir (otra
palmada). Hacedlo vosotros como yo lo he hecho”
Es importante que los estudiantes realicen algo explícito para manejar los sonidos que componen
la palabra, de ahí́ la inclusión de este paso.
El docente presenta la palabra dentro del cuento y hace que su alumnado reflexione activamente
sobre su significado.
“Escuchadme, ¿qué significará que el lobo se subió al tejado para entrar por la chimenea?
Fijaos en que ahora el lobo está encima del tejado porque se ha subido. ¿Qué significa
subir?».
El profesorado y otros profesionales deben saber que las palabras nunca se presentan aisladas,
sino en contextos lingüísticamente significativos, porque si se presentan de manera aislada,
no es posible aprender su uso.
Damos a nuestro alumnado un enunciado sencillo que describe lo que la palabra significa. Debe
“¿Sabéis qué significa subir? Significa ponerse en un sitio donde se está más alto”.
El profesorado elabora diferentes frases con la palabra para tratar de ayudar a su alumnado a
generalizarla a otros contextos. Si la palabra solo se presenta dentro del cuento, podría ocurrir
que su alumnado creyeran que el único lugar donde se puede “subir” es a un tejado. Por tanto,
el profesional elabora frases para transferir la palabra a otras situaciones:
“Voy a hacer algunas frases con la palabra subir. Podemos subir al cielo en un avión.
Podemos subir a la terraza del edificio. Aquellas personas han subido a lo alto de esa
montaña”.
El profesional insta a su alumnado a que elaboren frases con la palabra que está siendo enseñada.
Es importante que los estudiantes realicen algún tipo de actividad que les ayude a procesar la
palabra en profundidad y a producirla. Si los ejercicios son muy superficiales, es muy probable
que la palabra no llegue a almacenarse en su memoria a largo plazo. Por ello, se insta al alumnado
a elaborar frases con la palabra para tratar de procesarla de forma más consciente.
“Mirad este dibujo. ¿Dónde se ha subido el gato? Muy bien, el gato se ha subido a la silla”.
Las palabras no se adquieren como si creáramos una entrada en un diccionario artificial, sino
que se aprenden conectándolas con otras que ya conocemos. Además, algunas palabras son
más fáciles de aprender a través de un sinónimo o un antónimo que mediante una definición. Por
ejemplo, la palabra exhausto es muy fácil de aprender usando el sinónimo cansado. Por tanto,
enseñamos a nuestro alumnado palabras que signifiquen lo mismo o lo contrario para ayudarlos
a relacionarlas con otras que ya conocen.
“Chicos, escuchad. ¿Qué es lo contrario de subir? Muy bien, lo contrario de subir es bajar”.
Algunos investigadores, como Storkel et al. (2017), han encontrado eficacia en métodos que
introducen el trabajo de lectura de cuentos en tres pasos:
Por tanto, antes de la lectura, presentan las palabras con una breve definición y su
significado. Durante la lectura, las enseñan explícitamente con un método similar al método
anclado de Silverman que hemos visto. Finalmente, introducen ejercicios que permitan a
los estudiantes usar las palabras una y otra vez para automatizarlas.
ilustración by
Figura 13 @aacclarebelion
Práctica de Recuperación
evocar lo aprendido
Gordon (2020)47 ha señalado que otro aspecto esencial en la enseñanza de
vocabulario en educación infantil es la práctica de recuperación. La práctica
de recuperación es, posiblemente, una de las técnicas más interesantes que
provienen de la psicología cognitiva cuando se debe enseñar contenido a los
estudiantes.
La práctica de recuperación indica que, cada vez que hacemos el esfuerzo por
recuperar información de nuestra memoria a largo plazo, esta se consolida. De
hecho, parece que siempre que buscamos información, esta se vuelve a almacenar
en un contexto diferente. La práctica de recuperación parece funcionar siempre y
cuando el alumnado haga el esfuerzo consciente de evocar algo, incluso aunque
no recuerden la respuesta correcta, siempre que luego se dé una retroalimentación
que incluya la respuesta correcta.
Por tanto, parece una buena idea que todas las semanas, antes de enseñar las
palabras nuevas, tratemos de que nuestro alumnado evoque, con un poco de
apoyo visual, las palabras que se vieron en semanas anteriores. En la figura
14 podemos ver un ejemplo de práctica de recuperación, pasando bien de la
definición a la palabra o bien de la palabra a la definición.
Bajar, ir
Descender hacia abajo
ilustración by
Figura 14 @aacclarebelion
Protocolo Vale-K
Por ello, otro método interesante para enseñar vocabulario en educación infantil puede ser el
protocolo VALE-K, diseñado por Kapuss (2022)48.
Al igual que el Método Anclado de Silverman (2007), es un método que enseña vocabulario
trabajando explícitamente la pronunciación, el uso y el significado. Sin embargo, tiene
algunos procedimientos que lo hacen especialmente atractivo para mejorar el léxico en grupos-
clase a edades tempranas. Se trata de un procedimiento en siete pasos que ha sido validado
científicamente en estudios recientes. Es posible observar estos pasos en la figura 15.
•
Consejería de Educación, Cultura y Deportes pág.49
• Paso 6: Es también muy interesante, ya que el
alumnado observa diferentes imágenes y debe
decidir si esas imágenes son un ejemplo (es decir,
representan la definición o la palabra trabajada) o un Aprendo a leer
contraejemplo (lo opuesto a la palabra que se está
trabajando). Por ejemplo, para la palabra recoger, mejor palabras
podríamos mostrar una habitación muy ordenada y que entiendo y
decir que es un ejemplo de recoger, o una cocina
llena de suciedad y platos sucios para señalar que tienen significado
no es un ejemplo de algo que está recogido. para mi
• Paso 7: Al igual que se había hecho en el método
anterior, los estudiantes elaboran frases para
procesar la palabra con profundidad y de manera
más consciente en una situación de comunicación
significativa.
IDENTIFICAN SI
ROMPER LA OFRECE LA IMAGEN ES
PALABRA EN EJEMPLOS UN EJEMPLO O
SÍLABAS EN FRASES CONTRAEJEMPLO
Figura 15 ilustración by
@aacclarebelion
En el artículo:
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Autor: Ju s específicas de
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Los programas educativos para el desarrollo de las habilidades narrativas tienen dos propósitos.
El primero tiene que ver con el desarrollo de la macroestructura, es decir, con la capacidad de
los estudiantes de entender las diferentes partes que componen una historia. De esta manera,
deben entender que una historia tiene personajes, un problema o emoción, una acción y una
solución.
Los programas para el desarrollo de las habilidades narrativas han demostrado ser útiles para
mejorar el lenguaje del alumnado de educación infantil, ayudar a mejorar el lenguaje de aquellos
que provienen de familias en las que se habla un idioma diferente al que se habla en la escuela,
mejorar las habilidades lingüísticas de los estudiantes con trastorno del desarrollo del lenguaje y
mejorar la coherencia en la narración en aquellos con trastorno del espectro autista (Spencer y
Petersen, 2020)49.
Para el desarrollo de las habilidades narrativas, hay al menos dos programas educativos que
tienen una validez científica sólida. El primero se denomina Skill (Supporting Knowledge in
Language and Literacy) y el segundo Story Champs.
Antes de comenzar, Spencer y Petersen (2020)51, a nivel técnico, nos dan toda una serie de
principios que es necesario tener en cuenta para aplicar los programas de habilidades narrativas
de forma adecuada:
Se aconseja que el alumnado fije las partes esenciales de la historia antes de enseñar aspectos
relacionados con la mejora del vocabulario o morfosintaxis. Crear un esquema cognitivo con la
estructura de la historia ayuda a practicar de forma focalizada cada una de las partes y a trabajar,
posteriormente, objetivos más específicos. Story Champs usa una estructura con, al menos,
cinco partes: personajes, problemas, sentimientos, acción y solución.
En Story Champs, por ejemplo, los estudiantes recuentan historias de entre 40 y 60 palabras. Las
habilidades lingüísticas que son objetivo de la intervención (vocabulario, morfosintaxis, etc.) se
trabajan transversalmente en muchas historias para favorecer la generalización de lo enseñado
a otros contextos.
Los estudiantes deben poder recontar las historias, no basta con escucharlas. En Story Champs,
por ejemplo, el alumnado recuenta cada historia con diferentes grados de apoyo visual. Los
autores recomiendan trabajar en grupos pequeños para que todos puedan participar activamente.
• Principio 4. Usar material visual para ayudar a fijar las partes de la historia y otros
conceptos abstractos
Las intervenciones en narración suelen usar apoyo visual para ayudar a manejar aspectos
abstractos como las partes de la historia o las estructuras lingüísticas a emplear. A modo de
ejemplo, Story Champs cuenta con iconos que representan los personajes, el lugar, el problema,
las emociones, la acción y la solución de la historia. También se usan láminas que permiten al
profesional narrar la historia y que son muy útiles para apoyar el recontado de la historia por
parte del alumnado. El profesional debe usar el material visual a modo de andamiaje y, de forma
sistemática, ir retirándolo conforme cada estudiante progresa en sus habilidades.
Los autores recomiendan dar dos tipos de retroalimentación. Cuando el alumnado construye la
Consejería de Educación, Cultura y Deportes pág.53
historia de forma adecuada, los profesionales deben fomentarlo mediante una escucha activa
que implique una atención real y un lenguaje corporal que dé a cada estudiante a entender
que el receptor comprende su historia. Cuando cometen errores en el recontado, los autores
recomiendan dar correcciones que sean inmediatas, específicas y centradas en lo que cada
estudiante ha de hacer para mejorar, en lugar de en el fallo.
El alumnado debe practicar, desde el inicio, historias que tengan pleno sentido, y en ningún
caso, frases aisladas.
Los autores usan una serie de indicaciones o apoyos verbales cuando los estudiantes tienen
dificultades en el recontado. Apuestan por un sistema en dos pasos:
• En el primero, los profesionales deben hacer una pregunta que incluya la información
específica que el estudiante ha omitido: “¿Qué hizo José para solucionar su
problema?”.
• El segundo paso consiste en dar un modelado que los estudiantes puedan repetir:
“Recuerda: José se puso una tirita en la rodilla”.
Se anima a los profesionales a crear sus propias historias y a incluir los objetivos lingüísticos
específicos (vocabulario, estructuras gramaticales, etc.) que cada estudiante precisa.
Se recomienda que el profesional trate de buscar que los objetivos lingüísticos trabajados
durante las sesiones de intervención se transfieran luego a otros contextos. No se debe dejar
la generalización al azar, sino planificar una serie de actividades concretas y específicas que
apoyen la generalización. Es posible, por ejemplo, enviar imágenes con las palabras trabajadas
a casa para que se repasen en el entorno familiar o que las familias puedan ayudar a sus hijos e
hijas a recontar lo que les sucedió durante el día.
Una vez que hemos revisado los principios técnicos, vamos a tratar de crear el material. Para
hacer esto, lo primero que vamos a diseñar es una historia que tenga cinco partes. Las partes,
siguiendo a los investigadores, van a ser las de:
• Personaje
• Problema
Para cada una de las partes de la historia vamos a poner dos apoyos visuales: un icono y una
lámina. El icono va a estar inspirado en el diseñado por los investigadores. La lámina debe
ajustarse a la historia que hayamos creado.
La historia debe tener entre 40 y 60 palabras, es decir, una frase por lámina. La historia va a ser
corta, pero va a tener, a nivel lingüístico, cierta riqueza. Podemos tratar de incluir formas verbales
que sean menos comunes para ellos, muchos adjetivos, pronombres que usen poco, estructuras
sintácticas complejas como frases coordinadas y subordinadas, así como complementos
circunstanciales que incluyan preposiciones que sean menos frecuentes. En la figura 16 es
posible ver el ejemplo de una historia dividida en cinco partes y que sigue lo dispuesto.
Expansiones y extensiones
Una vez que tenemos creado el material, hemos de pasar a aplicar la intervención. Para aplicar
la intervención, lo primero que debemos hacer es conocer dos técnicas que son muy importantes
a la hora de usar el lenguaje. Estas técnicas son las expansiones y las extensiones.
Las expansiones tienen que ver con el hecho de devolver las producciones del estudiante de
forma gramaticalmente correcta y estructurada. Imaginen que tienen ustedes a un estudiante
delante de una lámina en la que hay un montón de animales. Preguntamos: “¿Cuál es el animal
que te gusta más?”. Y el estudiante responde: “ratón”. Entonces, ustedes aplican la expansión:
“Te gusta el ratón”. Como pueden ver, lo que han hecho ha sido devolver la frase al estudiante de
forma gramaticalmente correcta y estructurada.
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Figura 16
ilustración by
@aacclarebelion
Una vez que sabemos esto, comencemos a aplicar los pasos de Story Champs. Aunque el diseño
original de las investigadoras tenía ocho pasos, nosotros vamos a aplicar los cuatro primeros, por
ser los más sencillos y comunes para los estudiantes. En la figura 17 es posible ver un ejemplo
de qué pasos aplicar.
Paso 1:
En el primer paso, el profesional cuenta la historia con mucho apoyo visual. Para ello, marca
a su alumnado la macroestructura —personaje, problema, emoción, acción y solución— en la
que se encuentra. Antes de leer cada parte, es muy importante que el profesional fije el esquema
de un directivo de la historia, parte por parte, para que los estudiantes luego puedan manejar
cada parte por separado. El profesional podría crear un material muy similar al que aparece en
la figura 16.
Paso 2:
En el segundo paso, los estudiantes recuentan la historia con mucho apoyo visual. Para ello,
marcando la macroestructura —personaje, problema, emoción, acción y solución—, el profesional
les pide que le devuelvan la microestructura. Por tanto, señalando el icono y preguntando: “¿Quién
me dice la parte del personaje?”, el profesional trata de que los estudiantes evoquen la primera
parte. En este paso, para evocar cada parte, cuentan con el icono y la lámina.
Paso 3:
En el paso número tres, el alumnado recuenta la historia con un menor grado de apoyo
visual. En este caso, cuentan la historia solo apoyándose en los iconos, ya que el profesional ha
retirado las láminas. En la figura 19 puede verse cómo el profesional pide a sus estudiantes que
recuperen la historia, pero en ausencia ya de las láminas que la conforman.
Paso 4:
En el paso número cuatro, finalmente, el alumnado recuenta la historia sin apoyo visual.
Marcando la macroestructura, el profesional les pide que recuerden la microestructura, es decir,
cada una de las partes de la historia. Cuando los estudiantes producen, se aplica el procedimiento
de expansiones y extensiones que aparece en la figura 18. Es necesario recordar que, para la
aplicación de este paso, los estudiantes cuentan la historia ya sin láminas y sin iconos. Para ello,
se utilizaría un material similar al de la figura 19, pero eliminando los iconos.
El mérito de estos programas educativos está, sobre todo, en entender que los niños y niñas
aprenden lenguaje cuando se les sitúa en contextos en los que, escuchando un modelo
correcto y lingüísticamente rico, tienen la oportunidad de producir, de que se les reformule
y de practicar. Imaginen la cantidad de lenguaje que puede proporcionarse a los estudiantes si,
durante tres años, se les expone semanalmente a situaciones lingüísticamente muy estructuradas
en las que tienen que escuchar una historia con mucho apoyo visual y reconstruirla cada vez con
menos apoyo visual.
LÁMINA
PASOS 1 2 3 4
Cuenta la historia Reproduce la historia Cuenta la historia Cuenta la historia sin
con apoyo Visual con apoyo visual con poco apoyo visual apoyo visual (ni
(láminas + Iconos) (láminas + iconos) (solo iconos) láminas, ni iconos)
ilustración by
Figura 17 @aacclarebelion
1.MODELADO 3. REFORMULACIÓN
(el docente cuenta la historia)
(el alumnado recuenta la historia con
menos apoyo visual)
ilustración by
Figura 18 @aacclarebelion
Figura 19 ilustración by
@aacclarebelion
4
El desarrollo de las habilidades narrativas ayuda al
alumnado a adquirir vocabulario y nuevas estructuras
sintácticas.
Conclusión:
La exposición a modelos lingüísticamente ricos, que permiten procesar la información, utilizarla,
aplicarla y repetir este proceso de forma sistemática en múltiples ocasiones, es de gran interés.
Además, representa una situación óptima para desarrollar el vocabulario del alumnado y aumentar
la capacidad que tienen de comprender y producir relaciones cada vez más complejas.
El gran mérito de estos programas para el desarrollo de las habilidades narrativas radica en
presentar historias suficientemente largas como para ofrecer un modelo lingüístico muy rico,
pero fragmentadas en una serie de partes mediante iconos que permiten al alumnado manejarlas
por separado. Las habilidades narrativas son un fuerte predictor de la comprensión lectora
y, por tanto, parecen una excelente idea para el desarrollo de programas lingüísticos que puedan
implementarse durante la etapa de educación infantil.
Enlaces de interés:
En este artículo
:
What is Story
Champs?
puedes ver acc
ed
y a los ejemp er a la investigación
lo
creados por lo s de Story Champs
s
han diseñado la investigadores que
intervención.
Web:
https://languag
edynamicsgrou
p.com
Autor: Languag
e Dynamics Gro
up
De hecho, entender la dislexia de forma simple y determinista, como la herencia de unos genes defectuosos
que dan lugar, de forma irremediable, a un cerebro deficitario para aprender a leer, no encaja con los
datos de los que ahora disponemos y es una visión anticientífica de la realidad (Protopapas, 2019)54. El
alumnado con dislexia hereda una mala predisposición biológica para aprender a leer, es cierto, pero
dicha predisposición interacciona con aspectos tan importantes como los métodos de enseñanza
de la lectura que reciben, los programas de prevención que se llevan a cabo en educación infantil en
su centro, las prácticas de apoyo y rehabilitación que se realizan en su hogar, su persistencia en la tarea
o sus habilidades atencionales.
Por tanto, nadie debe ignorar que programas de prevención, como los desarrollados en el bloque dos, así
como una enseñanza de la lectura de calidad, que será el tema de este bloque tres, constituyen un punto
de partida esencial para reducir el impacto y la prevalencia de las dificultades específicas de aprendizaje,
como la dislexia.
Aprenderé más si
el programa es
de calidad
El metaanálisis del National Reading Panel (2000)55 nos dice que los métodos de enseñanza de la lectura
que funcionan bien suelen asociarse a cinco elementos, incluidos en la figura 20:
Enseñar cómo
suenan las
letras
Conciencia
fonémica
Decodificación
Vocabulario
Comprensión
ilustración by
Figura 20 @aacclarebelion
1. La primera de las cinco grandes ideas que incorpora el National Reading Panel (2000)56 tiene que
ver con enseñar cómo suenan las letras. Y es que, en los idiomas alfabéticos, ya sea el finés, el
inglés, el francés, el castellano o el portugués, parece conveniente que la instrucción descienda a la
enseñanza explicita de las relaciones entre letras y sonidos.
2. La segunda de estas grandes ideas tiene que ver con incluir en los programas de lectura el trabajo
de conciencia fonémica. El trabajo de conciencia fonémica implica ayudar al alumnado a aislar,
segmentar e integrar los sonidos que componen las palabras. Sin embargo, en los programas de
3. La tercera de las grandes ideas es la decodificación, y es que hay que introducir al alumnado en
situaciones continuas que impliquen la lectura precisa y fluida de izquierda a derecha, aplicando los
conocimientos de las reglas entre grafemas y fonemas que hayan adquirido.
4. La cuarta gran idea tiene que ver con el vocabulario, y es que parece que se asocian mejores
resultados cuando se incluye la enseñanza del vocabulario de forma transversal.
5. La quinta y última gran idea tiene que ver con la comprensión. Parece interesante que el alumnado
tenga acceso al significado de las palabras y las oraciones tan pronto como sea posible, no pudiendo
trabajarse de forma descontextualizada con letras y silabas para organizar una lectura eficaz. Dicho
de otra manera, los programas de enseñanza de la lectura de calidad deben dar rápidamente acceso
al significado de los textos para tratar de conectar la enseñanza con una lectura funcional.
eo:
Enlaces de interés: En este víd
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Web: http c io n P romaestro
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ra : M a rt a Ferrero.
Auto
En este artículo
:
Relación entr
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lectora y comprensió
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Blog:
Comprensión
lectora basad
evidencias. a en
Autor: Juan Cru
z Ripoll
Esta teoría sostiene que, a la hora de aprender a leer, el alumnado atraviesa una serie de fases
fácilmente diferenciables. Estas fases están descritas en la figura 21.
5
PREALFABÉTICA ALFABÉTICA ALFABÉTICA
Reconocen COMPLETA AUTOMATIZADA
algunas palabras Leen palabras desconocidas Fluidez lectora
a modo de dibujos aplicando las correspondencias
entre letras y sonidos
ilustración by
Figura 21 @aacclarebelion
FASE PREALFABÉTICA
En la primera fase, que es la fase prealfabética, el alumnado reconoce algunas palabras a modo de
dibujos o logogramas. Aún no saben leer, simplemente reconocen algunas imágenes, igual que
nosotros podríamos ver la marca o el logo de una empresa famosa y evocar su nombre partiendo
de ella. Hay estudiantes que reconocen su nombre, por ejemplo, a modo de logograma, pero no son
capaces de decirte cómo suenan cada una de las letras que lo componen. Es una etapa anterior a la
alfabetización.
La segunda fase se denomina alfabética parcial, y es aquella en la que los estudiantes conocen
algunas letras, pero aún no conocen las suficientes como para leer por sí mismos palabras que no han
visto nunca. Es el caso de estudiantes que conocen algunas vocales o saben cómo suena la primera
letra de su nombre. En este caso, tendrían algunas correspondencias, pero no las suficientes para leer
de forma adecuada palabras que no han visto nunca.
El alumnado entra entonces en una fase que ahora podemos llamar fase alfabética completa, en
la que adquieren la correspondencia entre letras y sonidos mediante una enseñanza explícita o,
menos aconsejable, implícita. En esta fase, por fin, pueden empezar a decodificar palabras que no
han visto nunca. Para ello, deben aplicar las correspondencias entre letras y sonidos uno tras otro
para comprender gradualmente el significado de las palabras escritas. En esta etapa, la lectura ya no
consiste en asociar dibujos individuales, es decir, grafemas, con sus fonemas. Se trata, por lo tanto, de
una lectura silábica, lenta y vacilante, que aún no está consolidada ni es automática.
En la cuarta fase, los estudiantes entran en lo que se conoce como la fase alfabética consolidada. Han
comenzado a automatizar el reconocimiento de palabras escritas. Esto significa que cuando un
estudiante lee repetidamente la misma palabra, aplicando las correspondencias entre letras y sonidos,
comienza a reconocerla con creciente automaticidad. A diferencia de la fase prealfabética, cuando
creaban un dibujo, aquí es como si el estudiante hubiera reconocido todos los grafemas conectados e
inferido sus sonidos a partir de ellos. En otras palabras, ha establecido la representación ortográfica de
la palabra y la ha vinculado con la representación fonológica y su significado. Algunas palabras ya no
necesitan leerse sílaba por sílaba. Las han decodificado tantas veces, aplicando las correspondencias
entre letras y sonidos, que su reconocimiento se ha vuelto automático.
En la quinta y última etapa, la etapa alfabética automatizada, el alumnado ha dedicado tantas horas a
decodificar palabras (es decir, a leerlas mediante la correspondencia entre letras y sonidos) que han
automatizado el reconocimiento de la gran mayoría de estas palabras. Se desarrolla la fluidez lectora
y la capacidad de leer textos con prosodia y buena entonación.
Aprendemos
paso a paso
Sopa sa - se - si - /s/
so - su
esta es la palabra sopa esta son las sílabas sa, esta letras suena /s/
se, si, so, su
ilustración by
Figura 22 @aacclarebelion
Los métodos globales son los métodos más implícitos para la enseñanza de la lectura. En ellos,
el profesional pone la palabra, por ejemplo, “mesa”, y el alumnado, sin enseñanza directa de las
correspondencias entre letras y sonidos, extrae por sí mismos cómo suenan las letras. Es decir,
viendo la palabra “mesa”, el alumnado tiene que saber que la “m” suena /m/, que la “e” suena /e/, que
la “s” suena /s/ y que la “a” suena /a/.
A partir de ahí, podrán hacer analogías e inferir por sí mismos palabras como “misa”, “musa” y
“masa”. Los métodos globales son muy duros, ya que esperan que el alumnado extraiga información
por sí mismo. El alumnado con más dificultades para aprender a leer, como los que están en riesgo de
dislexia, podrían pasarse todo un año viendo la palabra “mesa” y no extraer de ahí las correspondencias
entre letras y sonidos.
MÉTODOS SILÁBICOS
Los métodos silábicos son aquellos que parten de la enseñanza de la sílaba. Enseñan “la”, “le”, “li”,
“lo”, “lu”, pero no descienden a la enseñanza explícita de las correspondencias entre letras y sonidos.
Algunos estudios han demostrado que, incluso en idiomas con silabas reconocibles y con una ortografía
transparente, como el portugués, enseñar a leer con métodos silábicos es menos beneficioso que
enseñar con métodos que descienden a la enseñanza explícita de las relaciones entre letras y sonidos.
• En primer lugar, al tiempo que necesita la enseñanza de los métodos silábicos. Un método silábico
debe enseñar al estudiante 5 silabas por cada una de las 20 letras que aproximadamente componen
el alfabeto. Eso hace un total de 100 silabas, pero no tiene en cuenta las silabas inversas, es decir,
las que tienen vocal-consonante como “al” en “ala”, lo que añadiría unas 50 o 60 silabas más. Sin
contar silabas como las mixtas, “cal”, o las trabadas, como “claro”, y sin añadir los diptongos. El
número de silabas es, por tanto, muy elevado y es imposible que el profesional disponga de tiempo
para enseñarlas todas.
• También es poco probable que el alumnado pueda aprender a reconocerlas todas visualmente.
Por ello, los métodos silábicos se vuelven implícitos, es decir, el alumnado debe extraer por sí mismo
las correspondencias entre letras y sonidos a partir de la sílaba. Es decir, tienen que extraer que
dentro de la sílaba “la” hay dos sonidos: la letra “l”, que suena /l/, y la letra “a”, que suena /a/. De no
hacer esto, cuando aparezca la palabra “alta”, podrían leer “lata” y, cuando aparezca “esta”, podrían
leer “seta”. Algunos estudios en idiomas muy similares al castellano han mostrado que al alumnado que
viene de contextos más desfavorecidos le cuesta mucho trabajo extraer las correspondencias entre
letras y sonidos partiendo de las sílabas, aprendiendo a leer de forma más adecuada si se les enseña
cómo suenan las letras (Sargiani et al., 2022)58.
Los métodos silábicos no son tan implícitos como los globales, pero aun así son algo implícitos. Por
tanto, no son recomendables para el alumnado en general, pero mucho menos para aquellos que están
en riesgo de presentar dificultades específicas de aprendizaje, como la dislexia.
La última posibilidad la constituyen aquellos métodos que descienden a la enseñanza explicita de las
correspondencias entre grafemas y fonemas. Es decir, que enseñan cómo son las letras. Esto implica
enseñar que la “s” suena /s/ y que la “l” suena /l/. La evidencia es clara: parece que, en los idiomas
alfabetices, es decir, en aquellos en los que las letras representan fonemas, enseñar explícitamente
cómo suenan los símbolos es muy importante, especialmente para el alumnado que presenta mayores
dificultades (Sargiani et al., 2021)59.
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Principio 1:
Este principio ya se ha descrito anteriormente y está relacionado con la necesidad de enseñar cómo
son las letras. Sin embargo, es posible matizarlo un poco más. Parece que no todas las maneras
de enseñar las correspondencias entre grafemas y fonemas son igual de eficaces. Enseñar de forma
explícita y directa, sin añadir información no esencial, la relación entre sonido y símbolo (“esta letra es
la ‘s’ y suena /s/”) parece resultar más eficaz que hacerlo a través de poemas o historias (Roberts et al.,
2018)60. También parece recomendable presentar la letra de forma aislada, en lugar de hacerlo dentro del
nombre del alumnado (Roberts et al., 2020)61, ya que así es más fácil que los estudiantes establezcan la
correspondencia correcta entre la letra y el sonido.
Otras estrategias, como activar las características articulatorias de los fonemas (Boyer y Ehri, 2011)62
—es decir, hacer que reflexionen, por ejemplo, que para producir el sonido de la letra “f” hay que apoyar
los dientes en el labio inferior— o enseñar el patrón de grafomotor de la letra, contribuyen a memorizar
tanto el sonido como la forma de esta (Lane et al., 2023)63.
/s/ 1
PRESENTACIÓN DE
FONEMAS Y GRAFEMAS
El profesional presenta la letra y el
sonido a aprender
CONVERSIÓN DE
4
FONEMA A GRAFEMA
Los estudiantes escriben o señalan la letra que
corresponde al sonido que hace el profesional
CONVERSIÓN DE
5
GRAFEMA A FONEMA
El alumnado produce el sonido
que corresponde a la letra que le
presenta el profesional
ilustración by
Figura 24 @aacclarebelion
1) Presentación de la letra y su sonido: El docente introduce la letra y explica cómo suena: “Esta
letra es la ‘f’ y suena /f/”. Como hemos mencionado, presentar las letras de forma sencilla, explicita y
directa está respaldado por la investigación.
2) Activación de las características articulatorias del fonema: En este paso, el docente ayuda a
tomar conciencia de cómo se produce el sonido: “Para hacer el sonido de la letra ‘f’, apoya los dientes
en el labio inferior e imítame”. Este enfoque parece facilitar que el alumnado discrimine y almacene el
sonido de manera más efectiva.
3) Asociación con imágenes: Se presentan dibujos de objetos o elementos cuyos nombres comienzan
con el sonido del grafema que se está enseñando. Este paso busca que el alumnado comprenda que
5) Conversión de símbolo a sonido (grafema a fonema): Los estudiantes practican leer las letras y
producir sus sonidos, consolidando su capacidad para reconocer palabras escritas.
Principio 2:
El segundo principio se relaciona con la idea de que el docente debe enfocarse más en enseñar al
alumnado el sonido de las letras que sus nombres. Cuando decodificamos, no convertimos las letras
en sus nombres, sino que ensamblamos el símbolo, es decir, el grafema, con su sonido. Además, existe
evidencia científica que apoya que aprender los sonidos de las letras es más complejo que aprender sus
nombres, por lo que la instrucción debe centrarse en este aspecto.
Una pregunta interesante es si, siendo cierto que focalizar la instrucción en el sonido es innegociable,
también resulta necesario enseñar el nombre de las letras. Es decir, ¿debemos enseñar todo: nombre,
sonido y símbolo (por ejemplo, “esta letra es la ese y suena /s/”), o debemos limitar la enseñanza al sonido
y el símbolo (“esta letra suena /s/”)? Algunos investigadores, como Roberts et al. (2018)65, han encontrado
ventajas en enseñar el conjunto completo: nombre, sonido y símbolo, por encima de enseñar solo el
sonido o únicamente el nombre.
De hecho, parece que los nombres de las letras que contienen en sí mismos su sonido (por ejemplo, la
ese, que tiene el sonido /s/, o la ele, que contiene el sonido /l/) facilitan tanto el aprendizaje del sonido
como el recuerdo del nombre de las letras.
Principio 3.
El tercer principio implica que hay que enseñar a decodificar, es decir, que no basta con conocer
las correspondencias entre letras y sonidos para aprender a leer. De hecho, cuando leemos la palabra
“mesa”, nosotros no pronunciamos los sonidos de cada una de las letras por separado, sino que los
sonidos están coarticulados. Por tanto, es importante que, una vez que los estudiantes conocen las
correspondencias entre grafemas y fonemas, aprendan a transferir eso a la lectura de palabras.
Para ello, autores como González-Frey y Ehri (2021)66 han encontrado que enseñar a decodificar
marcando las letras con el dedo y alargando los sonidos sin cortar la fonación es una buena idea para
que el alumnado aprenda a decodificar. Así, marcarían la letra “s” con el dedo, alargando el sonido /s/ y
conectándolo con los sonidos /o/ y /l/ mientras señalan las letras.
Dessemontet et al. (2019)67 publicaron una estrategia en tres pasos cuyo cometido es el de enseñar al
alumnado con dificultades de aprendizaje cómo decodificar las palabras escritas. Para implementar estos
pasos, los estudiantes tienen que tener ya adquiridas las correspondencias entre grafemas y fonemas, es
decir, tienen que saber cómo suenan las letras de la palabra que van a leer. Es posible ver esta estrategia
en la figura 25.
1) En el primer paso, el profesional pide a su alumnado que recuerde, antes de leer la palabra, el
sonido de cada una de las letras que la conforman.
2) En el paso número dos, leen la palabra marcando las letras con el dedo mientras alargan los
sonidos sin cortar la fonación.
A algunos estudiantes les cuesta trabajo transferir el conocimiento sobre cómo suenan las letras a la
lectura de palabras de forma eficaz. Por ello, estrategias que explícitamente ayuden a desarrollar esta
labor pueden ser de gran utilidad.
Por ello, establecer sistemas de andamiaje, como los que se presentan en la figura 26, puede ser
interesante para ayudar a los estudiantes cuando cometen errores en tareas de lectura de palabras.
Finalmente, es importante abordar cómo practicar la decodificación trabajando con toda el aula. La
investigación describe varias prácticas, aunque ninguna parece completamente convincente:
• En la práctica coral, todo el alumnado lee al unísono guiado por el docente. Sin embargo, esta práctica
conlleva el riesgo de que una gran parte del alumnado se desinterese o se quede desconectada
de la tarea mientras el grupo participa.
• La práctica por turnos garantiza que todos participen al menos una vez, pero al segmentar la
actividad de manera que cada estudiante lea solo una palabra o frase, la exposición a la lectura
resulta muy limitada.
Combinar ambas prácticas, como se muestra en la figura 27 nos ofrece los beneficios de ambas técnicas:
cada estudiante
una palabra
TURNOS GRUPO
Todos los El alumnado lee todas
El alumnado lee una
palabra diferente cada estudiantes, todas las palabras, todos a la
las palabras vez, guiados por el
uno, por turnos profesional
ilustración by
Figura 27 @aacclarebelion
Otro aspecto clave en la enseñanza de la lectura tiene que ver con la secuenciación de los grafemas,
es decir, con el orden en que se enseñan las letras. De hecho, un buen programa de enseñanza de
la lectura no debería poner a los estudiantes a leer ni a escribir palabras que contengan letras cuya
correspondencia con el fonema no haya sido enseñada explícitamente.
g ra m a de e ns e ñanza de la
Un buen pro r a los estudiantes
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Revisa cada día las letras previamente aprendidas, introduce nuevas, automatiza estas relaciones
mediante diversas actividades y transfiere todo lo anterior a la lectura de sílabas y palabras que incorporan
dichas letras. Progresivamente, amplía el número de letras enseñadas y permite decodificar palabras y
frases cada vez más diversas.
Exponer al alumnado a lecturas cuidadosamente diseñadas, evitando que tengan que leer palabras que
contienen letras desconocidas para ellos es fundamental para prevenir malas generalizaciones y favorecer
una adecuada transferencia entre la enseñanza de las correspondencias y la práctica de la lectura.
A la hora de enseñar a leer, parece una buena idea comenzar por las vocales. En cuanto a la secuenciación
de las consonantes, puede ser útil empezar por aquellas que son frecuentes, unívocas y que pueden
alargarse al pronunciarse.
La frecuencia de las letras es importante, ya que, como veremos más adelante, es fundamental conectar
la enseñanza de las correspondencias entre grafemas y fonemas con la práctica de la decodificación. Si
se enseñan letras poco frecuentes, es decir, que aparecen en pocas palabras del castellano, se limitará
la cantidad de palabras que los estudiantes podrán leer. Por ejemplo, si se enseñara primero la letra “x”,
resultaría poco práctico, ya que son muy pocas las palabras que pueden leerse con esta letra en las
primeras etapas del aprendizaje.
Finalmente, parece recomendable enseñar al principio letras que representen fonemas cuyo sonido
pueda alargarse. Letras como la “p” o la “t” se asocian a fonemas difíciles de prolongar, lo que, por un
lado, dificulta su representación y manipulación por parte del alumnado y, por otro, no facilita técnicas
como las que hemos visto anteriormente. Estas técnicas implican marcar las letras con el dedo y conectar
unos sonidos con otros sin cortar la fonación.
En la figura 28 se puede observar una secuenciación ordenada para la enseñanza de las letras, teniendo
en cuenta los criterios de frecuencia, univocidad y la posibilidad de alargar el sonido que representan.
Orden Letra Frecuente Unívoca Alarga Orden Letra Frecuente Unívoca Alarga
1 a si si si 18 qu no si no
2 e si si si c /k/ no
19 si no
3 i si si si c /θ/ si
4 o si si si 20 k no si no
5 u si si si 21 z no si si
6 s si si si r /r/ si
22 si no
7 l si si si r /ɾ/ no
8 m si si si 23 ñ no si si
9 n si si si y /i/ si
24 no no
10 f no si si y /ʎ/ si
11 b si si no 25 ll no si si
12 p si si no g /g/ si
13 t si si no 26 g /x/ no no si
14 d no si no gu si
15 v no si no 27 ch no si no
16 j no si si 28 x no si si
17 h no si no
Figura 28
Para concluir, es importante señalar que no solo el orden de los grafemas es relevante, sino también el
ritmo al que se presentan. Parece ser más beneficioso introducir las letras a un ritmo algo más acelerado,
por ejemplo, enseñando dos o tres letras por semana en lugar de una sola (Vadasy y Sanders, 2021)68.
Esto se debe a varios motivos. En primer lugar, las letras parecen aprenderse mejor por contraste, es
decir, discriminándolas unas de otras. Si se presentan a un ritmo demasiado lento, esta diferenciación se
vuelve más difícil. Además, dado que los métodos de enseñanza de la lectura deben conectar rápidamente
la pronunciación de las letras con la práctica de la lectura, un ritmo muy bajo limitaría considerablemente
el progreso de los estudiantes.
Por último, presentar las letras a un ritmo algo más rápido, combinado con repasos acumulativos,
ofrece al alumnado una mayor exposición a lo largo del tiempo. Es fundamental aclarar que esto no
Principio 5.
Savage et al. (2018)69 han encontrado, en diversas investigaciones, que los métodos de enseñanza de la
lectura que, además de enseñar cómo son las letras, conectan rápidamente este aprendizaje con tareas en
las que se solicita al alumnado aplicar estos conocimientos a la lectura y escritura de palabras, funcionan
mejor que aquellos métodos que solo enseñan las letras sin transferir rápidamente el aprendizaje a tareas
prácticas. Por lo tanto, un buen método de enseñanza debe vincular de manera ágil la instrucción sobre
las correspondencias entre grafemas y fonemas con actividades que impliquen decodificación.
Principio 6.
Enseñar a elaborar las letras ayuda a que estos recuerden mejor sus sonidos
El sexto y último principio para una enseñanza de la lectura bien fundamentada indica que enseñar a
elaborar las letras contribuye a que los estudiantes aprendan mejor las relaciones entre letras y sonidos
(Lane et al., 2023)70. Esto tiene sentido ya que elaborar las letras ayuda a fijar la forma y retener la forma
es muy importante para luego asociar ésta al sonido que le corresponde. En la figura 29 es posible ver una
serie de criterios técnicos recomendables para que el alumnado aprenda a elaborar las letras (Al Otaiba
et al., 2018)71.
ilustración by
Figura 29 @aacclarebelion
En el vídeo:
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Todo ello, para conseguir una personalización y diversificación de los aprendizajes, eliminar las
barreras existentes y realizar los ajustes pertinentes para conseguir un desarrollo óptimo del
alumnado.
Las medidas de inclusión educativa a nivel de aula determinarán actuaciones de carácter inclusivo
que favorezcan el aprendizaje del alumnado con DEA y contribuyan a su éxito educativo. Las
acciones deben estar recogidas en las propuestas curriculares y las programaciones de aula,
es necesario que la redacción de estos documentos se realice desde un enfoque inclusivo,
favoreciendo la accesibilidad, flexibilidad y el aprendizaje personalizado.
Las medidas de inclusión educativa extraordinarias se llevarán a cabo tras haber agotado
previamente el resto de las medidas de inclusión educativa. Para ello, los equipos docentes,
deberán haber aplicado exhaustivamente las medidas de actuación a nivel de centro, aula y
las medidas individualizadas, solo entonces, se podrá justificar la implantación de las medidas
extraordinarias, entre las que se encuentran las adaptaciones curriculares significativas, las
cuales se reflejarán en su Plan de Trabajo.
t o d o s lo s r e c ursos a
¡Activar
a n c e , e s m i d erecho y
tu alc a r r o ll a rme
t i rá d e s
me permi !
positivamente
En los modelos de “espera al fracaso”, la dislexia se considera una condición aislada del proceso de
aprendizaje de la lectura y de la respuesta educativa que puede ofrecerse al alumnado en riesgo. Esta
perspectiva determinista desvincula las dificultades del aprendizaje de la práctica docente, limitando las
oportunidades de intervención temprana.
Por el contrario, los modelos de Respuesta a la Intervención se basan en la evidencia científica, que
señala que una enseñanza de la lectura de calidad para todos, junto con una respuesta rápida,
intensiva y focalizada para quienes muestran los primeros indicadores de riesgo, es clave para reducir
la incidencia y el impacto de dificultades como la dislexia.
Este modelo se organiza en tres niveles. Es posible ver una representación del modelo en la figura 30:
NIVEL 3 5%
DESDOBLES: Intensificación curricular 2
en pequeño grupo. Programas tempranos
15%
para alumnado en riesgo. DESDOBLES
PROGRAMA DE ENSEÑANZA DE
NIVEL 2
1
CALIDAD: conciencia fonémica,
relaciones entre letras y sonidos, ENSEÑANZA
100%
vocabulario y comprensión. DE CALIDAD
NIVEL 1
En el Nivel 1 se implementan programas de alfabetización dirigidos a toda la población estudiantil, con el
objetivo de garantizar una enseñanza de calidad para todos.
Algunas actuaciones clave en este nivel incluirían aspectos ya vistos en esta guía:
• Programas de desarrollo del lenguaje en educación infantil, como el aprendizaje a través de cuentos
y el fortalecimiento de las habilidades narrativas.
• Enseñanza explicita y estructurada de la lectura, con un enfoque en el sonido de las letras más
que en el nombre de las mismas y con procedimientos que enseñan a los estudiantes a decodificar
palabras conectando los sonidos sin interrupciones, siguiendo una secuenciación estructurada de los
grafemas y conectando de forma inmediata de la enseñanza de las correspondencias entre letras y
sonidos con actividades de lectura y escritura.
Este enfoque garantiza que la mayoría de los estudiantes adquieran una base sólida en lectura,
reduciendo así́ la cantidad de estudiantes que necesitarán apoyo adicional en los siguientes niveles
de intervención.
CRIBADO UNIVERSAL
1. En primer lugar, debe permitir evaluar el nivel general del alumnado en el aprendizaje de la lectura.
Recoger estos datos es crucial, ya que la lectura es una habilidad vehicular central en la escolarización
de los estudiantes.
2. En segundo lugar, el cribado debe ayudar a identificar a aquellos estudiantes que comienzan a
presentar dificultades en el aprendizaje de la lectura.
Es importante que esta evaluación se enfoque en habilidades curriculares clave (Kovaleski et al.,
2023)75. Aplicar instrumentos que midan la capacidad de decodificar palabras escritas, la adquisición
de las correspondencias entre letras y sonidos, y la conciencia fonémica de manera rápida y grupal en
el primer curso de educación primaria es una excelente estrategia para tomar decisiones educativas
fundamentadas.
NIVEL 2
El segundo nivel de intervención se centra en ofrecer apoyo educativo al alumnado que muestra las
primeras dificultades en el aprendizaje de la lectura. Es esencial comprender que estos estudiantes
aún no presentan dislexia, ya que sus dificultades no son persistentes. Sin embargo, esperar a que la
brecha se agrande antes de intervenir es un error grave. En este nivel es recomendable implementar
programas educativos tempranos en agrupamientos reducidos (Lovett et al., 2017)76, aplicados como
medida ordinaria por maestros con horas de apoyo en el primer curso de educación primaria. El objetivo
es evitar que los estudiantes con dificultades iniciales se queden atrás.
El Nivel 2 supone una intensificación curricular: los estudiantes continúan recibiendo el programa de
enseñanza de la lectura diseñado para todo el alumnado, pero además participan en un programa
educativo específico en grupos reducidos cuando se encuentran en situación de riesgo, aunque aún no
hayan sido diagnosticados.
De esta manera, se favorece una intervención temprana y efectiva que puede prevenir dificultades más
severas en el futuro. Es posible ver un ejemplo de lo anterior en la figura 31.
Recordamos Conectamos
Enseñamos Conectamos los
los sonidos Identificamos los sonidos para Practicamos la
de las letras sonidos dentro formar sílabas lectura de sílabas
de las palabras y palabras
Aislamos Decodificamos
ilustración by
Figura 31 @aacclarebelion
NIVEL 3
El Nivel 3 está dirigido a aquellos estudiantes que presentan dificultades graves y persistentes
en el aprendizaje de la lectura. Se trata de un grupo de estudiantes que, en su mayoría, ya han sido
diagnosticados con dificultades específicas de aprendizaje, como la dislexia, y que no han respondido
de manera adecuada a intervenciones educativas intensivas y focalizadas aplicadas tempranamente en
grupos reducidos.
Este alumnado requiere una respuesta educativa especializada, proporcionada por profesionales
altamente cualificados, que aborden de manera específica sus dificultades en la lectura (Denton et al.,
2013)77. En los centros educativos, los especialistas en Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje
suelen ser los encargados de ofrecer este tipo de apoyo.
En el próximo apartado, exploraremos cómo proporcionar una respuesta educativa de calidad para el
alumnado con dislexia y otras dificultades graves en la lectura.
Este modelo de intervención en tres niveles resume gran parte de lo que sabemos que es fundamental
en los centros educativos para facilitar la alfabetización de todo el alumnado y prevenir dificultades en
aquellos estudiantes que presentan problemas para aprender a leer.
• Se deben aplicar programas educativos de calidad para todo el alumnado, garantizando una
alfabetización efectiva desde la etapa escolar.
• Es fundamental contar con una respuesta educativa rápida, temprana e intensiva para aquellos
estudiantes en riesgo de desarrollar dificultades en la lectura.
• Es necesario implementar programas tempranos desde los 3 a 5 años que fomenten habilidades
lingüísticas y fonológicas clave para un adecuado aprendizaje lector.
• Finalmente, se debe ofrecer una intervención especializada para aquellos estudiantes con
dificultades graves y persistentes, como el alumnado con dislexia.
ilustración by
Figura 32 @aacclarebelion
Se ha demostrado que una respuesta educativa bien fundamentada puede mejorar las habilidades para
leer de forma precisa y fluida. Por tanto, aquellos especialistas en Audición y Lenguaje y Pedagogía
Terapéutica que brindan una respuesta específica al alumnado diagnosticado con dificultades específicas
en el aprendizaje de la lectura tienen la posibilidad de mejorar la calidad de vida de este alumnado con
actuaciones bien fundamentadas. Desglosamos en este apartado algunos consejos para ayudar a estos
profesionales a implementar una respuesta educativa de calidad (Palazón-López et al., 2024)78.
En primer lugar, a la hora de intervenir con el alumnado con dislexia, parece interesante partir de una
evaluación inicial que registre de forma adecuada:
1. Las correspondencias entre grafemas y fonemas que no están bien adquiridas
2. Las estructuras silábicas en las que no logran una correcta decodificación
3. El grado de automatización en el reconocimiento de palabras y determinar si aún persiste el silabeo,
una lectura pausada o con poca prosodia y fluidez
En la figura 33 es posible ver una lista de comprobación de errores habituales en la decodificación del
alumnado con dislexia.
• ENSEÑANZA EXPLÍCITA
• CONCIENCIA FONÉMICA
El docente puede introducir ejercicios de conciencia fonémica que ayuden a aislar, segmentar e integrar
los sonidos que componen las palabras, y a transferir estos aprendizajes a tareas de lectura y escritura
(Palazón-López et al., 2024)80. Proporcionar a este alumnado práctica de decodificación de palabras con
complejidad creciente, con correcciones de calidad centradas en las correspondencias entre letras y
sonidos no bien adquiridas, así́ como en las estructuras silábicas que no se decodifican correctamente,
es una buena estrategia (Denton et al., 2013)81.
• LECTURAS REPETIDAS
Para mejorar la fluidez, el trabajo de lecturas repetidas, en el que el alumnado lee repetidamente el
mismo texto, típicamente entre 3 y 5 veces, con un modelado previo, resulta ser una buena idea (Therrien,
2004)82. El objetivo es adquirir metas concretas, como evitar cometer errores, leer lo más rápido posible
sin sacrificar la precisión, y hacer una lectura correcta de puntos, comas y otros signos de puntuación.
Esta estrategia cuenta con respaldo científico.
En la figura 34 es posible ver un ejemplo de un programa de intervención educativa para el alumnado con
dislexia que ya presenta dificultades graves y persistentes para aprender a leer (Palazón-López et al.,
2024)83.
Principio transversal: instrucción explícita de las relaciones entre grafemas y fonemas. Se enseñan explícitamente y de forma
transversal a todas las actividades, las relaciones entre las letras y los sonidos, instruyendo de forma explícita todas las
regularidades
3. Reconocimiento de
Bloque 1. Conciencia fonémica 2. Decodificación 4. Lecturas repetidas
ortografía frecuente
Para aquel alumnado que presenta dificultades en la lectura relacionadas con el desarrollo del lenguaje,
los programas específicos que enfoquen la enseñanza de vocabulario académico, la resolución de
diferencias, el abordaje de conocimientos esenciales del currículo no bien adquiridos, así como el trabajo
de estrategias que les ayuden a monitorizar la atención mientras leen, también son una buena idea
para mejorar la comprensión lectora de este alumnado.
El profesional también debe tener en cuenta que el alumnado con dificultades para la lectura puede tener
asociadas dificultades de aprendizaje que es necesario abordar a nivel instruccional. En la figura 35 es
posible ver un resumen de estas dificultades (Withbread et al., 2021)84.
3
El modelo de respuesta a la intervención supone un
buen punto de partida para prevenir las dificultades en
lectura y escritura.
4
No debemos esperar al diagnóstico para ofrecer
intervenciones intensivas y focalizadas al alumnado con
dificultades en el aprendizaje de la lectura y la escritura.
/a/ /f/
Enlaces de interés:
:
En este artículo
Web:
iertouron.es/
https://www.jav En este enla
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Autor: Javier To Recursos
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Web: www.revistas.ucm.es
Autores: Julián Palazón López,
Pablo Avilés Martínez y
Amanda Cortés Sandoval.
Las
dificultades
específicas
de
aprendizaje
Las dificultades
específicas de
aprendizaje
En este bloque hablaremos de las dificultades específicas de aprendizaje que podemos observar en
algunos estudiantes y que pueden manifestarse una vez que ya hemos realizado todas las tareas de
prevención, enseñanza e intervención rápida e intensiva que se han desglosado en apartados anteriores.
Como hemos dicho anteriormente, es importante entender que las dificultades específicas de aprendizaje
no son enfermedades, sino problemas graves y persistentes relacionados con aprendizajes culturales
concretos, como la lectura, la escritura y las matemáticas. Es de suma importancia que los docentes
comprendan que las prácticas educativas exitosas, aplicadas de forma temprana, reducen el impacto e
incidencia de estas dificultades.
No obstante, a pesar de una enseñanza de alta calidad, es posible que parte del alumnado siga
presentando dificultades graves y persistentes en tareas relacionadas con la decodificación de palabras,
con la escritura de manera legible y fluida, o con el manejo de las habilidades numéricas. En este bloque,
daremos un breve repaso a lo que sabemos sobre estas dificultades.
2. Las dificultades persisten en el tiempo a pesar de una adecuada respuesta educativa. En ausencia
de escolarización o educación formal, es esperable que todos los estudiantes presenten dificultades
para leer, escribir y manejar los números. Algunos manuales diagnósticos médicos indican que para
detectar estas dificultades específicas es necesario un programa de intervención de al menos seis
meses en lectura, escritura y cálculo. Sin embargo, la elección de seis meses en lugar de tres o de un
año carece de validez científica y constituye un punto de corte arbitrario.
• Dislexia: Dificultad específica para la decodificación, es decir, para leer de manera precisa
y fluida. Persiste a pesar de una adecuada respuesta educativa y no se debe a problemas
cognitivos, sensoriales o de privación sociocultural. En la figura 36 se muestra un ejemplo de
estos criterios operativizados para el diagnóstico de la dislexia.
• Disgrafía: Dificultad severa y persistente para lograr una escritura legible y fluida, a pesar
de una adecuada respuesta educativa. No se debe a problemas cognitivos, sensoriales ni a
privación sociocultural.
• Discalculia: Problema grave y persistente para manejar y representar los números, así́
como para adquirir habilidades aritméticas. Implica un bajo rendimiento en tareas diversas
relacionadas con la comprensión del concepto de número, el valor posicional, los hechos
numéricos, la resolución de problemas y la adquisición de procedimientos matemáticos. No se
debe a problemas cognitivos, sensoriales o privación sociocultural y persiste a pesar de una
adecuada respuesta educativa.
El alumnado que presenta alguna de estas dificultades necesita lo que se ha descrito en esta guía:
1. Programas preventivos aplicados desde educación infantil y los primeros cursos de educación
primaria que desarrollen habilidades en aritmética, escritura y lectura, basados en la investigación.
2. Una respuesta educativa temprana, intensiva y focalizada cuando aparecen las primeras
dificultades y aún están en una situación de riesgo, antes de que el diagnóstico se confirme y la
brecha con sus iguales se amplíe demasiado.
El alumnado con dislexia, por ejemplo, que aún no decodifica las palabras de forma precisa y fluida, no
puede recibir la enseñanza del contenido curricular a través de estrategias que dependan exclusivamente
de la lectura. Esto les impide aprender los contenidos.
También supone un problema evaluar sus conocimientos por vía escrita, ya que sus dificultades para
automatizar las correspondencias entre grafías y sonidos les dificultan demostrar lo que saben a través de
la lectura y la escritura. Sin embargo, exceptuar al alumnado con dificultades especificas en ortografía o
legibilidad de la letra de otros contenidos clave no solo es injusto, sino también contraproducente, ya que
no registra adecuadamente los conocimientos que poseen.
No debe generarse una falsa dicotomía entre la necesidad de que este alumnado reciba intervención
directa por parte de profesionales especializados dentro de los colegios para mejorar la lectura,
el cálculo y la escritura, y el hecho de que requieran adaptaciones de acceso para aprender y
demostrar sus conocimientos en la evaluación. Todas estas son medidas necesarias que los centros
educativos deben aplicar para garantizar su desarrollo y bienestar.
Finalmente, por el bien del alumnado con dislexia, parece necesario abandonar una serie de ideas que no
tienen base científica y que pueden desorientarnos a la hora de la detección del alumnado que la presenta
(Elliott y Grigorenko, 2024)86:
1. No parece haber evidencia técnica que justifique la idea de que el alumnado con dislexia posee
una mayor creatividad o una forma de pensar diferente. Diversos análisis han encontrado que este
alumnado presenta niveles muy heterogéneos de creatividad e inteligencia. Las dificultades
específicas para leer de manera precisa y fluida se observan de forma transversal en toda la
población.
2. El alumnado que tiene dificultades para decodificar pero que no tiene dislexia requiere de
intervenciones especificas enfocadas en la enseñanza de las correspondencias entre letras y
sonidos. Estas intervenciones deben ayudar a los estudiantes a mejorar la representación de los
sonidos que componen las palabras mediante tareas de conciencia fonémica, y transferir este
aprendizaje a la decodificación de palabras y la lectura de textos conectado.
5. Aunque las dificultades en lectura y escritura suelen estar relacionadas, no siempre van de la mano.
Algunos estudiantes que leen con precisión y fluidez pueden presentar errores en la escritura de
palabras debido a dificultades en la adquisición de las correspondencias entre grafemas y fonemas
o en el dominio de la ortografía. Por tanto, no se deben descartar problemas en la escritura solo
porque un estudiante sea capaz de leer correctamente.
The Reading League (2024) describe un procedimiento en cuatro pasos para detectar al alumnado con
dislexia en la etapa cercana a la adolescencia:
2. Una vez aplicado este paso, se procede a evaluar la fluidez lectora del alumnado. Algunos
estudiantes con adecuada fluidez lectora pueden presentar al tiempo baja comprensión lectora
debido a problemas de vocabulario o de conocimientos previos (siguiendo el modelo simple de
lectura).
3. Para los estudiantes con baja fluidez lectora, se evalúa la habilidad de decodificación mediante la
lectura de palabras aisladas con varias sílabas y estructuras silábicas complejas.
El alumnado con dislexia detectado en la Educación Secundaria Obligatoria, además de las citadas
adaptaciones en la evaluación y en la metodología, necesitan programas educativos de calidad para
mejorar su decodificación. Estos programas implican la consolidación de aquellas correspondencias aún
no adquiridas, la descomposición en fonemas, sílabas y morfemas de palabras complejas, la práctica
de decodificación con términos difíciles y la mejora de la fluidez lectora con actividades como la lectura
repetida.
En la figura 38 se muestra un procedimiento específico de lectura repetida que puede aplicarse al alumnado
de Educación Secundaria Obligatoria con baja fluidez lectora.
Valoración
del alcance
de los
objetivos Lectura en
propuestos voz alta
5 Corrección de 3
la precisión y
la prosodia
4
ilustración by
Figura 38 @aacclarebelion
Jessica Toste y su equipo (Toste et al., 201792; Toste et al., 201993) han
desarrollado y validado diversas intervenciones para mejorar la decodificación en
alumnado mayor con dificultades en la lectura. En un estudio aleatorizado con 108
participantes de entre 10 y 11 años (Toste et al., 2019)94, se aplicó una intervención
en grupos pequeños de tres a cuatro estudiantes, con sesiones de 40 minutos
realizadas cuatro veces por semana, hasta completar un total de 40 sesiones. Los
resultados mostraron un impacto moderado y significativo (0.43) en la capacidad
de decodificación en comparación con el grupo de control (véase figura 39).
3´ 3´ 5´ 5-8´ 5´
ilustración by
Figura 39 @aacclarebelion
• Banco de afijos (3 minutos): se enseñaban afijos (prefijos/ sufijos) que aparecen frecuentemente
en palabras largas.
• Batir al reloj: una vez estudiada la estructura que presentaban las palabras largas (analizando
prefijos y sufijos) los estudiantes practicaban tratando de segmentar algunas listas de palabras en
sus diferentes partes lo más rápido que fuera posible, superando su propio tiempo.
• Lectura de textos: leían textos que incorporaban palabras largas y complejas similares a las
trabajadas.
En total, estos estudios analizaron el desempeño de 17.175 estudiantes en 267 instituciones. Los resultados
mostraron un alto nivel de evidencia sobre la efectividad de estas intervenciones, recomendándose
estrategias como:
• Fomentar la lectura rápida con retroalimentación inmediata, trabajando tanto palabras aisladas
como en contexto textual.
El inglés, al ser un idioma con una relación menos transparente entre grafemas y fonemas que el castellano,
presenta desafíos específicos en la decodificación. Por ello, es posible que algunas estrategias del WWC
sean más útiles en ese idioma.
Sin embargo, en el ámbito hispanohablante también hay numerosos estudiantes de primaria y secundaria
con dificultades para leer palabras largas. Muchos no han consolidado la correspondencia entre letras
y sonidos (por ejemplo, desconocen cuándo la “g” se pronuncia como /g/ o como /x/), lo que los lleva
a cometer errores como confundir “principado” con “príncipe” o “principio”. Estas dificultades limitan su
acceso al conocimiento y dificultan su integración en el entorno escolar. Explorar y adaptar este tipo de
intervenciones podría representar una vía de apoyo clave para estos estudiantes.
1
Las dificultades específicas de aprendizaje implican
problemas graves y persistentes para adquirir aspectos
relacionados con la lectura, la escritura y el cálculo.
2
La dislexia no es un problema de lateralidad ni es, por
definición, un problema de comprensión lectora. Implica
dificultades para leer de forma precisa y fluida.
3
Muchos adolescentes con dificultades de aprendizaje aún
pueden recibir intervenciones que mejoren su lectura y
escritura.
Enlaces de interés:
:
En este enlace
de
n u e v a propuesta
U n a
Dislexia
definición de
Leer con los más pequeños de manera diaria es, probablemente, la práctica más avalada por la
investigación para mejorar en lenguaje oral de los niños y niñas en casa. Es una buena idea para prevenir
las dificultades en la lectura y favorecer una alfabetización adecuada. En la figura 38 tiene algunas ideas
para interactuar con ellos.
¿Qué está
pasando en la
historia?
ilustración by
Figura 38 @aacclarebelion
Sin embargo, para que estas lecturas en casa mejoren el lenguaje deben cumplir una serie de requisitos:
2. Elija un texto narrativo (una historia) y otro informativo (sobre animales, plantas, medios de
transporte, etc.) y rótelos a lo largo de los cinco días.
3. Pregunte y explique, durante la lectura, el significado de palabras que no conoce, qué haría en lugar
del protagonista o qué es lo que más le ha gustado de este libro. Interactúe al menos 10 veces en
cada lectura. Trate de hacer preguntas como las que se le han indicado en la figura 40.
Interacciones 10 10 10 10 10
Figura 41
Tener interacciones lingüísticas y conversaciones de calidad en casa no es tan fácil como parece. Sin
embargo, estas resultan fundamentales para los más pequeños. En este apartado dejamos unos sencillos
consejos de cómo generar en el ambiente familiar conversaciones de mayor profundidad con nuestros
hijos e hijas. Algunos investigadores dicen que, cuando interactuamos con los niños y niñas, la mayoría
de las conversaciones tienen tres turnos. Trate de aumentar las conversaciones con su hijo o hija de tres
a cinco turnos.
Fíjese en el ejemplo:
Al programa de lecturas compartidas anterior, por lo tanto, añádale un objetivo, tratar de ampliar las
conversaciones de tres a cinco turnos. Puede ver la planificación en la figura 42.
Interacciones 10 10 10 10 10
Figura 42
Pregunta
Respuesta
Desafío
Respuesta
Expansión
ilustración by
Figura 43 @aacclarebelion
Cuchara
b) La oración del adulto debe ser
gramaticalmente correcta y añadir
más detalles.
ilustración by
Figura 44 @aacclarebelion
Al programa de lecturas compartidas anterior añádale un segundo objetivo, tratar de expandir y extender
el lenguaje.
Interacciones 10 10 10 10 10
Figura 45
1
Las lecturas compartidas en el ambiente familiar son
una buena idea para mejorar el lenguaje y facilitar el
proceso de alfabetización
2
Expandir y extender las frases cortas y mal
estructuradas de los niños y niñas pequeñas es una forma
adecuada de mejorar su lenguaje.
Proceso por el que una persona aprende el código escrito, esto es, las relaciones entre las letras
y los sonidos y que permite, mediante la enseñanza explícita y la práctica sostenida, acceder al
significado de los textos escritos.
La comprensión del lenguaje se refiere a la capacidad de entender el discurso oral por parte del
receptor del mensaje. Este término abarca aspectos cruciales, como:
• Disponer de un vocabulario amplio y profundo.
• Entender estructuras sintácticas complejas.
• Contar con conocimientos previos sobre el tema tratado en la comunicación.
• Manejar la información implícita en el mensaje.
Conciencia fonológica:
Conciencia léxica:
Capacidad de manipular y representar mentalmente las palabras que forman las oraciones.
Conciencia silábica:
Capacidad de manipular y representar mentalmente las sílabas que conforman las palabras.
Conciencia fonémica:
Capacidad de manipular y representar mentalmente los fonemas que componen las palabras.
Decodificación:
Es la capacidad de leer palabras escritas de forma precisa, fluida y sin errores. Este proceso
suele comenzar con el aprendizaje de las correspondencias entre letras y sonidos, evolucionando
hacia un reconocimiento automatizado de las palabras escritas con la práctica.
Es una dificultad específica de aprendizaje que implica problemas graves y persistentes para
decodificar palabras escritas de forma precisa y fluida. Esta dificultad no se debe a:
• Problemas cognitivos de dominio general.
• Problemas sensoriales.
• Ausencia de una adecuada enseñanza de la lectura.
Habilidades narrativas:
Tienen que ver con la capacidad del alumnado para exponer de forma correcta, ordenada y
lingüísticamente correcta una serie de eventos de manera ordenada. Es una habilidad que predice,
a edades tempranas, las posteriores habilidades de comprensión lectora y de composición escrita.
Lecturas compartidas:
Son aquellas en las que los adultos interactúan de forma activa con los niños en torno al texto
Este modelo describe cómo dos habilidades esenciales determinan la comprensión lectora. La
interacción entre ambas es multiplicativa y el producto final define la comprensión lectora de los
niños.
Principio alfabético:
Capacidad de entender que cada uno de los sonidos que componen el habla está relacionado
con una letra que los representa.
Vocabulario:
El vocabulario se refiere al conjunto de palabras que una persona conoce y utiliza en un idioma
determinado. Este término abarca tanto el vocabulario receptivo (las palabras que comprendemos
al leer o escuchar) como el vocabulario productivo (las palabras que utilizamos al hablar o escribir).
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Coordinación:
Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha
Autor
Julian Palazón López
@julian.palazon
Ilustraciones y Maquetación
Paulina Bánfalvi Kam
@aacclarebelion
Derechos de Autor:
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