Familias y terapia familiar
UVM - Intervención en Psicología Familiar
◦ Un modelo familiar
◦ Implicaciones terapéuticas de un enfoque estructural
◦ La familia en terapia
Índice ◦ La reestructuración de la familia
◦ La técnica del “sí, pero”: Los Smith y Salvador
Minuchin
◦ La técnica del “sí, y”: Los Doods y Carl A. Whitaker
Un modelo familiar
Matriz de la Identidad: La Familia
Las familias moldean y programan la conducta del niño y el sentido de
identidad
Pertenencia: Se acompaña con una acomodación por parte del niño a los grupos
familiares y con su asunción de pautas transaccionales en la estructura familiar
Sentido de identidad y Sentido de separación
Sentido de Identidad: Se encuentra influido por su sentido de pertenencia a un
grupo específico (familia) Los componentes de un individuo se modifican y
permanecen constantes
Sentido de Separación (individuación): Participación en diferentes
subsistemas familiares en diferentes contextos familiares y extrafamiliares.
Estructura Familiar
Conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los miembros de una familia.
Las pautas transaccionales regulan la conducta de los miembros de la familia, mantenidas por dos sistemas de coacción
Genérico: Reglas universales que gobiernan la organización familiar (jerarquía de poder en los padres y los hijos poseen
niveles de autoridad diferente) y complementariedad de las funciones (trabajo en equipo)
Idiosincrásico: Expectativas mutuas de los miembros de la familia(resistencias al cambio)
Cuando existen situaciones de desequilibrio del sistema, es normal que la familia considera que no se están cumpliendo
con las obligaciones, generando requerimientos de lealtad familiar y maniobras de culpabilidad.
La familia debe responder a cambios internos y externos y ser capaz de transformarse que le permita encarar nuevas
situaciones sin perder la continuidad.
Subsistemas: Pueden formarse en base a generación, sexo, interés o función.
Todos pertenecemos a diferentes subsistemas en los que se poseen diferentes niveles de poder y se aprenden habilidades
diferentes.
Estructura familiar
Conyugal Parental Fraterno
Dos adultos de sexo opuesto con la intención de formar Con el nacimiento del primer hijo, desempeño de tareas Primer interacción social de los niños con sus iguales
una familia de socializar con un hijo Los niños se apoyan, aíslan, descargan sus culpas y
Cualidades: Complementariedad y acomodación mutua Capacidad de alimentación, guía y control, requerimientos aprenden a negociar, cooperar, competir, hacer amigos y
(motivación) Ceder parte de su individualidad para lograr el del niño tanto de autonomía como orientación, adaptarse a aliados, el logro de reconocimiento por sus habilidades,
sentido de pertenencia, aceptación mutua de los nuevos factores en el marco de la socialización, los niños asumen posturas diferentes en relaciones mutuas que pueden
interdependencia. Refugio ante el estrés externo y en la pueden crecer e individualizarse sin rechazar y atacar, ser significativas en el desarrollo posterior de sus vidas,
matriz para contacto con otros sistemas sociales, fomentar el aceptación de padres e hijos de el uso diferenciado de intenta actuar de acuerdo con las pautas del mundo fraterno
aprendizaje, creatividad y crecimiento, establecer pautas autoridad (flexible racional) los niños expresan sus con las nuevas formas de relación y las nuevas experiencias.
transaccionales dependiente-protector, límite que proteja de necesidades en diferentes grados de claridad y nuevos Los hijo únicos desarrollan pautas precoces de acomodación
interferencia de las demandas y necesidades de otros requerimiento a los padres (mayor tiempo de convivencia o al mundo adulto y dificultades para el desarrollo de
sistemas (sostén emocional). compromiso emocional), comprensión del complejo proceso autonomía y la capacidad de compartir, cooperar y competir.
de educación del menor.
Adaptación de la familia
Contacto estresante de un Contacto estresante de la Estrés en momentos Estrés referente a
miembro con fuerzas familia en su totalidad transicionales de familia problemas de
idiosincrasia
Cuando uno de los integrantes de la familia Sobrecarga por los efectos de estrés sobre Pueden ser por ingreso o eliminación de Pautas transaccionales disfuncionales
está afectado por estrés, los otros miembros toda la familia (económico, cambio de miembros del subsistema Niños con alguna discapacidad o deformidad
sienten la necesidad de acomodarse a sus domicilio, discriminación, etc.) Conflictos, que pueden resolverse a través física va causando estrés conforme va
nuevas circunstancias de negociaciones de transición y adaptación creciendo y siendo rechazado
Cuando se trata de peleas conyugales y exitosa de la familia
alguno de ellos abandona el campo, ambas Oportunidades de crecimiento para todos
partes se ven afectadas por la no resolución Cambios originados en la evolución de los
del conflicto (estrés externo no resuelto miembros (adolescentes) participación en
afectación en subsistema familiar) subsistema fraterno y ajuste a subsistema
Desviación de conflicto al hijo parental (responsabilidad y relación padre-
joven adulto)
Implicaciones terapéuticas
de un enfoque estructural
La familia no se reduce a los aspectos biopsicodinámicos individuales de sus miembros
Los miembros de una familia se relacionan de acuerdo con ciertas disposiciones que gobiernan sus transacciones.
-Disposiciones: Manera en la que las personas están dispuestas o colocadas. Esto hace referencia a las relaciones de autoridad,
alianza o enemistad que se establecen en la estructura familiar; que pueden cambiar con el tiempo y no son permanentes, son muy
durables y difíciles de cambiar.
-Transacciones: Son las interacciones que se dan entre las personas que componen la familia.
En la mayoría de los casos los miembros de la familia son inconscientes de estas disposiciones y transacciones, ya que no son
establecidas de forma explícita, o siquiera reconocidas, sino que constituyen un todo: la estructura familiar.
-Estructura familiar: La estructura familiar, es entonces esa entidad que no es inmediatamente observable por parte del
observador, ni por el terapeuta, que se construye con las relaciones entre los miembros de la familia y las interacciones entre los
mismos.
Implicaciones en la obtención de datos y diagnóstico
● Como la estructura familiar no es observable directamente, el terapeuta obtiene datos y formula un diagnóstico
experimentalmente, en el proceso de relacionarse con la familia.
● El terapeuta escucha lo que los miembros de la familia describen sobre su estructura familiar, pero también observa el
modo en el que los miembros de la familia se relacionan con él, y entre sí, para lograr un diagnóstico estructural.
● Para lograr este diagnóstico, el terapeuta debe plantearse preguntas
-¿quién es el portavoz de la familia? ¿qué significa eso? ¿quién le designó para ello? ¿quién es el verdadero líder?
- ¿corresponde la conducta de la familia con lo que describen? ¿se comporta la familia igual en sesión que fuera de ella?
● Del mismo modo, debe tomar nota de observaciones significativas para el diagnóstico
Describe los límites y pautas transaccionales de la familia
Límites: define quiénes participan y de qué manera lo hacen, su función es proteger la diferenciación de la familia del resto del entorno
Pautas transaccionales: son pautas de interacción que la familia elabora con el tiempo, que rigen el funcionamiento de los miembros de la
familia, y su conducta. En otras palabras, son modos de obrar que definen la manera, el cuándo y el con quién relacionarse. Por ello, la
familia es un sistema que ofrece gran resistencia a todo cambio.
Los límites y las pautas transaccionales pueden ser:
Claros: definidos con precisión, queda claro quién debe participar, cómo y cuándo; no interfieren unos con lo que dicen otros, se respeta la
autonomía, manteniendo la lealtad a pesar de las diferencias (familia funcional).
Difusos: no definidos con precisión, no queda claro quién debe participar, cómo y cuándo; los miembros les falta autonomía, se aprecian
aglutinados, interfiriendo unos con lo que dicen otros e invadiendo sus subsistemas. El estrés de un miembro individual repercute
intensamente en los demás (familia aglutinada).
Rígidos: la comunicación entre los miembros se torna muy difícil, cada uno funciona de forma autónoma con desproporcionado sentido de
independencia, careciendo de sentimientos de lealtad y pertenencia. Solo un alto nivel de estrés afectando a un miembro puede activar los
sistemas de apoyo de la familia.( familia desligada)
● Elabora una hipótesis acerca de cuáles son las pautas operativas y cuáles no.
● Elabora un mapa familiar donde se describe visualmente los datos recogidos anteriormente.
● Introduce pruebas experimentales, utilizándose a sí mismo como un miembro actuante y recreativo en relación con
la familia, pero, además, imponiendo la realización de tareas planificadas para indagar acerca de aspectos
significativos de la estructura familiar.
Implicaciones en el proceso
terapéutico
La terapia familiar tiene como objetivo producir cambio en el sistema familiar, mismo que se resiste a ellos y tiende a regresar a su
estado original.
Se considera que el cambio se produce a través del proceso de asociación con la familia y su reestructuración en una forma
cuidadosamente planificada, para poder así transformar las pautas transaccionales disfuncionales.
Por lo general, las familias descartan las indagaciones o tareas planificadas que no sintonizan con el sistema familiar, pero cuando
responden, es posible que se produzca una de tres alternativas:
Asimilar sin dificultad la intervención del terapeuta a sus pautas transaccionales previas, lo que permite el aprendizaje, pero no el
crecimiento.
Acomodarse, a través de la extensión de sus pautas transaccionales o de la activación de pautas alternativas.
Responder a la intervención del terapeuta como si se tratase de una situación completamente novedosa. En este caso la indagación
se ha convertido en una intervención reestructurante, abriendo el camino a la transformación si la familia no la rechaza.
Formulación del sistema terapéutico
Los métodos del terapeuta son importantes para la creación de un sistema terapéutico y situarse a sí mismo como líder se
designan como operaciones de asociación.
Unión y acomodamiento son dos términos que describen el mismo procedimiento:
-Unión se refiere a las conductas cuando el terapeuta se relaciona directamente con los miembros de la familia o con el sistema
familiar.
-Acomodamiento se lleva a cabo sobre las adaptaciones del terapeuta para lograr la alianza.
Para aliarse a un sistema familiar el terapeuta debe aceptar la organización y estilo de la familia y fundirse con ellos. El terapeuta
logra transformar a la familia cuando ha logrado incorporarse al sistema de un modo sintónico a este.
Es posible que las técnicas de unión se han exitosas en la medida en que garanticen el retorno de la familia de la sesión
siguiente:
-Mantenimiento: se relaciona con la técnica de acomodación de proporcionar un apoyo programado a la estructura familiar, tal
como el terapeuta percibe y analiza.
Las operaciones de mantenimiento se requieren a menudo la confirmación activa y el apoyo de los subsistemas familiares.
Requieren a menudo que se ratifique y apoye el potencial y la fuerza de un individuo, o se afiance la posición de un
miembro de la familia.
-Rastreo: se refiere al planteamiento de preguntas que clarifiquen lo que está en juego, la realización de comentarios
aprobadores o el estímulo para la amplificación de un punto.
El rastreo fortalece a los miembros de la familia al estimular la información. El terapeuta no inicia una acción; el conduce
siguiendo. Convalida a la familia tal como es, estimulando y aceptando sus comunicaciones. Como el mantenimiento, el
rastreo puede utilizarse como una estrategia de reestructuración.
-Mimetismo: es una operación humana universal. (una madre que alimenta a su bebé con una cuchara comienza por abrir
su propia boca mientras que intenta que el bebé abra la suya).
El amplio efecto del mimetismo se demuestra por la tendencia de los niños adoptados a aparecerse a sus padres adoptivos,
un terapeuta utiliza el mimetismo para acomodarse a un estilo familiar y a sus modalidades afectivas.
Diagnóstico
En terapia familiar, el diagnóstico es la hipótesis de trabajo que el terapeuta desarrolla a partir de sus experiencias y
observaciones relacionadas con sus procesos de unión con la familia.
Al evaluar las transacciones de la familia el terapeuta se concentra en seis áreas fundamentales:
1. Considera la estructura de la familia, sus pautas transaccionales preferibles y las alternativas disponibles.
2. Evalúa la flexibilidad del sistema y su capacidad de elaboración y reestructuración.
3. El terapeuta examina la resonancia del sistema familiar, su sensibilidad ante las acciones individuales de los miembros.
4. El terapeuta examina el contexto de vida de la familia, analizando las fuentes de apoyo y de stress en la vida de la
familia.
5. Examina el estudio de desarrollo de la familia y su rendimiento en las tareas apropiadas a este estadio.
6. Explora las formas en que los síntomas del paciente identificado son utilizados para el mantenimiento de las pautas
preferidas por la familia.
Contrato terapéutico
Un elemento esencial de la formación de un sistema terapéutico está constituido por el acuerdo en relación por un
contrato terapéutico.
El contrato también hace mención acerca de la logística a llevar, el tratamiento puede realizarse en el consultorio,
escuela, casa o puede desplazarse de un lugar a otro. También cuantas se con la frecuencia de sesiones que se llevará a
cabo y durante cuánto se extenderán. Todos estos términos podrían modificarse conforme va evolucionando la terapia,
pero desde el comienzo debe alcanzar cierto grado de comprensión.
Unión con los subsistemas Unión y reestructuración
La unión con un subsistema constituye una Ejemplo: el desarrollo de un diagnóstico de una familia
intervención reestructurante, debido a que otros forma parte del proceso de unión, pero es posible que en el
miembros de la familia deben reagruparse para marco de la terapia de intervención reestructurante pueda
absorber el impacto de la alianza del poderoso desarrollarse con anterioridad a la formulación de un
diagnóstico tentativo.
terapeuta con otro subsistema.
La técnica depende de la habilidad del terapeuta a lo
que concierne al acomodamiento y al reaseguro de los
miembros de la familia.
La familia en terapia
Lo que conduce generalmente a una familia a terapia son los síntomas de uno de sus miembros. Se trata del paciente
identificado, al que la familia ubica como "el que tiene problemas" o "el que es el problema".
El sistema puede constituir una expresión de una disfunción familiar. O, sino, puede haber sido suscitado en el miembro
individual de la familia debido a sus condiciones de vida particulares y, luego, ser apoyado por el sistema familiar.
Como sistema sociocultural abierto, la familia enfrenta constantemente requerimientos de cambio. Estos requerimientos
son inducidos por cambios biopsicosociales en uno ó varios de sus miembros y por diversos estímulos provenientes del
sistema social en el que la familia está incluida. Una familia disfuncional es un sistema que ha respondido a estos
requerimientos internos o externos de cambio estereotipando su funcionamiento.
Como consecuencia de la terapia, la familia se transforma. Se producen cambios en el conjunto de expectativas que
gobiernan a la conducta de sus miembros.
Desequilibrio en las transformaciones
Para transformar el sistema familiar, el terapeuta debe intervenir de tal modo que desequilibre el sistema.
El terapeuta debe prestar atención a la dinámica de los miembros de la familia, apoyándolos y reforzando algunos aspectos de su
personalidad aunque los descalifique en otras áreas. Todo terapeuta que no tenga la capacidad de proporcionar a la familia un
intenso sentido de respeto para cada uno de ellos como individuos y de demostrarles su firme voluntad de cura, perderá a la
familia en el proceso de transformación.
En el proceso de ruptura del equilibrio la confianza de la familia en el terapeuta es extremadamente importante. Cuando el
terapeuta desequilibra un sistema familiar al asociarse con un miembro, los otros miembros experimentan un estrés. Su respuesta
puede ser la de insistir en la conservación del sistema. El terapeuta debe contrarrestarlo incitando a los miembros de la familia en
la dirección de los objetivos terapéuticos mientras soportan las incertidumbres del período de transición. Este movimiento es
facilitado por la comprensión y apoyo del terapeuta y por su confirmación de las necesidades experimentadas por los miembros
de la familia.
Evolución en terapia
Las experiencias de las personas se modifican a medida que sus posiciones relativas se transforman. Pero se plantea el problema
de hasta qué punto la situación anterior de la familia se restablece cuando el terapeuta deja de formar parte de la unidad y hasta
qué punto se mantienen las transformaciones.
Los pacientes evolucionan por tres causas:
1. En primer lugar, se cuestiona su percepción de la realidad.
2. En segundo lugar se les proporcionan posibilidades alternativas que les parecen adecuadas.
3. Y, en tercer lugar, una vez que ensayaron las pautas transaccionales alternativas aparecen nuevas relaciones que se
refuerzan a si mismas
El concepto de transformación se relaciona con evoluciones considerables en el marco de la terapia que se producen a lo largo del
tiempo. El terapeuta debe saber cómo proyectar esos objetivos. Pero también debe saber cómo facilitar los pequeños movimientos
que llevan a la familia en dirección de estas metas. Debe ayudarlos de tal modo que no se vean amenazados por dislocaciones
considerables. La capacidad de una persona de pasar de una situación a otra depende del apoyo que recibe
La reestructuración de la
familia
Las operaciones de reestructuración son las intervenciones terapéuticas que una familia debe enfrentar en el intento de
lograr un cambio terapéutico. Se distinguen de las operaciones de unión por el desafío que plantean. Las operaciones de
unión no constituyen un desafío; disminuyen la distancia entre el terapeuta y la familia, ayudando al terapeuta a
mezclarse con la familia ya que juntos participan en los acontecimientos de la sesión terapéutica.
La terapia no puede lograrse sin la unión, pero ésta no tendrá éxito sin la reestructuración. A menudo resulta dificultoso
distinguir entre ambas: la unión, en efecto, puede utilizarse como una técnica reestructurante. Pero cuando una
operación de unión es utilizada con fines de reestructuración, no se lo hace enfrentando a la familia.
Las operaciones de reestructuración constituyen los aspectos descollantes de la terapia. Son las intervenciones
dramáticas que crean movimiento hacia las metas terapéuticas.
Existen por lo menos siete categorías de operaciones reestructurantes:
1. El captar las pautas transaccionales de la familia.
2. El señalamiento de los límites.
3. El acrecentamiento del estrés.
4. La asignación de tareas.
5. La utilización de los síntomas.
6. La manipulación del humor.
7. El apoyo, educación o guía.
Captar las pautas transaccionales
Dramatización de las pautas transaccionales. Puede ser sumamente útil que la familia actúe en lugar de describir. El
terapeuta sólo puede recoger datos limitados a partir de las descripciones de la familia. Para ampliarlos, debe incitarlos
para que actúen en su presencia en alguna de las formas en las que naturalmente resuelven conflictos, se apoyan
mutuamente, forman alianzas y coaliciones o propagan estrés.
Recreación de los canales de comunicación. Es relativamente fácil provocar diálogos. El terapeuta puede prestar oídos
a una situación en la que un miembro de la familia habla acerca de la conducta de otro miembro y dirigir al hablante
para que hable con el otro miembro en lugar de acerca suyo.
Manipulación del espacio. La redistribución geográfica constituye otra técnica para dramatizar las descripciones de la
familia. La ubicación puede constituir una metáfora para intimidad o distancia entre las personas.
Señalamiento de los límites
El terapeuta de familia intenta ayudar a ésta a crear el intercambio flexible entre autonomía e interdependencia que
promoverá con mayor eficacia el desarrollo psicosocial de sus miembros. El objetivo es el de lograr un grado correcto
de permeabilidad de límites. En una familia aglutinada, los límites deben ser consolidados para facilitar la
individuación de los miembros de la familia. El terapeuta se une a una familia aglutinada con la intención de clarificar
los límites. En las familias que se encuentran más cerca del extremo desligado de aglutinación-desligamiento, actúa
para disminuir la rigidez de los límites, facilitando el flujo entre los subsistemas de un modo que permita un incremento
de las funciones de apoyo y orientación de la familia.
Límites de los subsistemas. Los límites del subsistema conyugal deben ser lo suficientemente claros para proteger a la
pareja de la intrusión por parte de los niños o de otros miembros adultos de la familia extensa. El subsistema fraterno
también necesita un límite protector de tal modo que pueda desempeñar sus funciones de ofrecer a los niños la
oportunidad de aprender cooperación, competición, formas de evitación o capitulación, como ganar o perder un aliado y
otras condiciones requeridas para vivir con iguales.
Intensificación del estrés
La habilidad del terapeuta para producir estrés en diferentes partes del sistema familiar le proporcionará a él, y en
algunos casos a los propios miembros de la familia, un indicio acerca de la capacidad de la familia para reestructurarse
cuando las circunstancias cambian. Su aporte y su estímulo experto producen nuevos contextos o circunstancias
modificadas a los que la familia debe adaptarse en presencia suya.
Intensificación del estrés
Bloqueo de pautas transaccionales. La maniobra más simple a la que un terapeuta puede recurrir para producir stress consiste en
obstruir el flujo de comunicación a lo largo de sus canales habituales.
Acentuación de las diferencias. El terapeuta puede producir stress al señalar diferencias que la familia ha escamoteado. Presta
atención a la forma en la que los miembros de la familia califican a las declaraciones de los otros, "mejoran" un mensaje de algún
miembro de la familia o, simplemente, discrepan.
Desarrollo del conflicto implícito. Los métodos de una familia para evitar un conflicto operan en forma rápida y automática.
Unión en alianza o coalición. El terapeuta puede provocar un stress uniéndose en forma temporaria a un miembro o subsistema
de la familia. Este tipo de incorporación a la estructura familiar requiere una cuidadosa planificación y una habilidad para
desligarse, de tal modo que el terapeuta no sea absorbido por la guerra familiar.
Asignación de tareas
Las tareas crean un marco en cuyo seno los miembros de la familia deben desenvolverse. El terapeuta puede recurrir a
las tareas para señalar y actualizar un área de exploración que puede no haberse desarrollado en forma natural en el
flujo de las transacciones de la familia. O, también, puede subrayar un área en la que la familia necesita trabajar. Las
tareas pueden utilizarse para dramatizar las transacciones de la familia y sugerir cambios.
Deberes. El terapeuta puede también asignar tareas para el hogar. Cuando la familia responde realizando la tarea que él
asignó, están llevando realmente al terapeuta a su hogar. Este se convierte en el hacedor de las reglas más allá de la
estructura de la sesión terapéutica.
La utilización de tareas presenta múltiples ventajas. La focalización sobre ellas obliga al terapeuta a encarar la
estructura y las pautas transaccionales de la familia, en lugar de encarar las características particulares de los miembros
individuales. Las tareas señalan las nuevas posibilidades de reestructuración de la familia. Al plantear tareas, el
terapeuta debe clarificar su mapa de la familia y establecer objetivos específicos, así como también pasos específicos en
direccion de esos objetivos. Las tareas también constituyen un medio adecuado para poner a prueba la flexibilidad
familiar.
Utilización de los síntomas
El terapeuta que trabaja dentro del marco de la familia considera que los síntomas de un miembro individual son una
expresión de un problema contextual. Por lo tanto, puede combatir la tendencia de la familia a centralizarse en el
portador del síntoma. En otros casos, sin embargo, puede elegir trabajar en forma directa con el que presenta los
problemas. A veces, el síntoma, por ejemplo la fobia, la anorexia nerviosa o las tendencias incendiarias, es tan peligroso
que obliga a considerarlo en forma prioritaria. En otras ocasiones, en un primer momento es posible que la familia no
pueda encarar un contrato terapéutico que vaya más allá del problema presentado.
Utilización de los síntomas
Enfoque centrado en el síntoma. El trabajo con los síntomas del paciente identificado puede constituir el camino más rápido para
diagnosticar y modificar las pautas transaccionales disfuncionales de una familia. Los síntomas del paciente identificado ocupan una
posición especial en el sistema de transacciones de la familia. A menudo, constituyen una de las formas de la familia de manejar este
estrés. En todo caso, los síntomas del paciente identificado son reforzados por un número significativo de pautas transaccionales de la
familia.
Exageración del sintoma. Un terapeuta puede utilizar su poder dentro de la unidad terapéutica para reforzar los síntomas del paciente
identificado, aumentando su intensidad. Esta táctica se convierte en una maniobra reestructurante.
Detacentuación del síntoma. En algunas ocasiones, es posible utilizar el sintoma como una vía que permita alejarse del paciente
identificado. La técnica de almorzar con un paciente anoréxico y su familia, por ejemplo, facilita la creación, dentro del campo de la
comida, de un intenso conflicto interpersonal, que luego predomina en relación con el síntoma.
Adopción de un nuevo síntoma. El abordaje de un síntoma a través de su funcionamiento en la familia permite desarrollar una
estrategia para enfrentar el problema identificado desplazando temporariamente el foco de concentración terapéutica a otro miembro
de la familia.
Utilización de los síntomas
Reetiquetumiento del síntoma. Una reconceptualización del síntoma en términos interpersonales puede abrir nuevos
ca- minos de cambio. En un caso, una anorexia de una niña es redefinida como desobediencia y recurso para situar a los
padres en una posición de incompetencia.
Modificación del afecto del sintoma. Puede ser útil cambiar el afecto de las transacciones que conciernen a un síntoma.
Manipulación del humor
Muchas familias presentan un afecto predominante. Adhieren a un nivel de humor restringido, sea cual fuere el
contenido de los temas que discuten. Una familia conservará una cualidad deprimida, apática; otra bromeará
constantemente. El afecto que acompaña a las transacciones familiares constituye uno de los múltiples indicios que
determina la conducta del terapeuta. El afecto constituye una pista acerca de lo admisible en una familia determinada.
Emplear el afecto de la familia constituye una operación de unión, pero también puede constituir una operación
reestructurante. El terapeuta puede recurrir a una imitación exagerada del estilo familiar para suscitar mecanismos de
enfrentamiento de la anomalía por parte de la familia.
Los componentes afectivos pueden ser utilizados para manipular distancia y la redesignación de un afecto predominante
también puede ser útil.
Apoyo, educación y guía
El apoyo, la educación y la guia constituyen a menudo operaciones de unión, aunque también pueden cumplir funciones
reestructurantes. La alimentación, curación y apoya que una familia proporciona a sus miembros son vitales para los
miembros individuales de la familia y para el mantenimiento del sistema familiar. El terapeuta debe comprender la
importancia de estas funciones y saber de qué modo estimularlas. A menudo se verá obligado a enseñar a la familia de
qué modo apoyarse mutuamente.
Si el funcionamiento ejecutivo de una familia es débil, es posible que el terapeuta debe incorporarse al sistema,
asumiendo las funciones ejecutivas como un modelo, y luego abandonar esa posición para que los padres puedan
reasumir estas funciones.
La técnica del “sí,
pero”
La técnica del “sí, y”
◦ Minuchin, Salvador, (2003). Familias y terapia familiar.
Referencia Editorial Gedisa Mexicana, S.A., Ciudad de México.