ENCICLICA CENTESIMUS
ANNUS
PAPA JUAN PABLO II
Juan Pablo II
• Juan Pablo II, fue el papa 264 de la Iglesia católica y soberano de la Ciudad del Vaticano desde
el 16 de octubre de 1978 hasta su muerte en 2005. Fue canonizado en 2014, durante el
pontificado de Francisco
• Se convirtió en el primer papa polaco de la historia, y en el primero no italiano desde 1523. Su
pontificado de casi 27 años fue el tercero más largo en la historia de la Iglesia católica.
• Jugó un papel decisivo para poner fin al comunismo en su Polonia natal y, finalmente, en
toda Europa, así como para la mejora significativa de las relaciones de la Iglesia católica con
el judaísmo, el islam, la Iglesia ortodoxa oriental, y la Comunión anglicana.
• Entre los hechos más notorios de su pontificado destacó el intento de asesinato que sufrió el 13 de
mayo de 1981, mientras saludaba a los fieles en la plaza de San Pedro, a manos de Mehmet Ali Ağca, quien le
disparó a escasa distancia entre la multitud. Tiempo después el terrorista fue perdonado públicamente por el
pontífice en persona. A este se sumó otro atentado ocurrido en Fátima en la noche del 12 al 13 de mayo de 1982
a manos del sacerdote ultraconservador Juan María Fernández Krohn, hecho que no trascendió hasta después de
la muerte del pontífice.
• Fue uno de los líderes mundiales más viajeros de la historia, visitó 129 países durante su pontificado.
• Hablaba los siguientes
idiomas: italiano, francés, alemán, inglés, español, portugués, ucraniano, ruso, croata, esperanto, griego
antiguo y latín, así como su idioma materno, el polaco.
• Como parte de su especial énfasis en la llamada universal a la santidad, beatificó a 1340 personas y canonizó a
483 santos
Centesimus Annus (El centésimo año).
Esta fue promulgada el 1 de mayo de 1991
Tiene como objetivo conmemorar el centenario de Rerum
novarum, la encíclica del Papa León XIII.
Centesimus Annus dio a conocer a la Iglesia y el mundo la
reflexión madura de Juan Pablo sobre las causas y el significado de
la revolución de 1989 (fecha del hundimiento de la Unión
Soviética), al tiempo que apuntaba hacia las “cosas nuevas” del
siglo XXI y daba un desarrollo creativo a la doctrina social de la
Iglesia.
Con esta encíclica se pone en la palestra la causa de la justicia, de los derechos humanos, del derecho al uso universal
de los bienes, del derecho a la propiedad privada, de los derechos a la participación política y económica, de la
cultura y de la ecología.
Con una clara conciencia de que todos los hombres y mujeres de la tierra se han adentrado en un escenario nuevo, de
características mundiales, puesto en evidencia por los acontecimientos de la caída del socialismo real en los países
del Este, pero que es mucho más hondo que lo que sintomáticamente se expresa en ese colapso cultural, económico y
político del comunismo.
• La Encíclica se coloca en medio de un arduo debate
ideológico, cuando los católicos defensores del capitalismo
neo-liberal están celebrando como un triunfo la caída del
socialismo.
• La Encíclica es tomada como un alineamiento de la
Iglesia en esa causa, esta lectura le quita su verdadero
sentido, y produce una fuerte reacción adversa en los
católicos que han venido luchando contra el capitalismo.
CONCLUSIONES
La encíclica no nos ofrece un modelo a seguir que justifique los modelos liberales y
sociales de hoy.
Nos invita a no esperar que la Iglesia nos indique como curar todos los males del mundo
actual.
Cada uno de nosotros debemos actuar para inyectar en la sociedad el respeto a la
dignidad de la persona.
Los empresarios, por el lugar privilegiado que poseen, tienen mayor obligación de mirar
por aquellos que menos tienen, fomentar más espacios de trabajo digno, cooperar con el
Estado y sociedades intermedias para la construcción de una sociedad más justa.