LA ESTRUCTURA
FINANCIERA EN
LA EMPRESA
APORTACIONES DE LAS
RAZONES FINANCIERAS
PRESENTA: LC. MÓNICA GARCÍA RIVERA
LA ESTRUCTURA FINANCIERA
Toda oportunidad de inversión real está acompañada y al mismo tiempo condicionada, por
decisiones de financiación. Estas a su vez determinan la composición del capital entre deuda
y recursos propios.
La estructura financiera de la empresa es la composición de los recursos financieros que la
empresa ha captado o producido.
Constituye el Pasivo del balance, que recoge el capital, las deudas y obligaciones de la
empresa, clasificadas según su procedencia y plazo. Una empresa puede financiarse con
dinero propio (capital y reservas) o con dinero prestado (pasivos).
La proporción entre una y otra cantidad es la estructura de capital. Esta proporción debe ser
equilibrada en cuanto al mínimo coste y riesgo posible. Para su cálculo hay que determinar el
porcentaje que el capital en acciones y las deudas representan sobre el total de la empresa
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA ESTRUCTURA FINANCIERA
LOS SIGUIENTES FACTORES PRODUCEN UN IMPACTO EN LA ESTRUCTURA FINANCIERA DE LA
EMPRESA:
El Riesgo financiero. A medida que la entidad dependa de financiamiento por medio de deuda, el
rendimiento requerido del capital accionario aumentará, debido a que el financiamiento por medio de
deuda incrementa el riesgo que corren los accionistas.
Fiscalidad. El interés pagado por las deudas es deducible, lo cual disminuye el costo efectivo de las
deudas. Si la tasa fiscal es baja, la deuda no será ventajosa.
Flexibilidad financiera o capacidad de obtener capital en términos razonables.
Actitudes conservadoras o agresivas de los gestores y administradores de la empresa.
La composición de la estructura financiera de la empresa tiene en cuenta el coste de los recursos
financieros, el riesgo que la empresa está dispuesta a asumir, y el destino de los recursos, es decir,
las inversiones en que se van a materializar.
La estructura de capital (óptima o no) se concreta a menudo mediante el ratio de endeudamiento, es
decir, por el cociente entre el valor de mercado de la deuda y el del capital propio, o bien, por el
cociente entre el valor de mercado de la deuda y el valor total de La Empresa
Por tanto, podemos decir que dicha
estructura financiera se representa en el
p a s i v o d e l b a l a n c e d e u n a e m p r e s a y s e r ía e l
que representa la f i na n c i a c i ón . Como
contrapartida, el activo se relaciona con la
inversión.
El primero es el que informa sobre la forma
de financiarse, por tanto, analiza el aspecto
f ina nciero. El seg u ndo, d ónd e se inv ier te, es
d ecir, el a sp ect o econ ómico.
LA ESTRUCTURA FINANCIERA Y EL COSTE FINANCIERO
El análisis de la estructura de los pasivos es uno de los más importantes de una empresa.
Sobre todo, porque controla aspectos como la posibilidad de un apalancamiento excesivo o
de tener recursos ociosos. Para hacerlo, es importante conocer la composición de nuestras
fuentes de financiación, tanto propia como ajena. Analicemos cada una de ellas:
La financiación propia. Al provenir de los propios accionistas, tiene un coste financiero
intrínseco, los dividendos pagados por las acciones. Este está relacionado con el mercado
de capitales en las empresas que cotizan. En el resto, sobre todo las Pymes, se debe
utilizar un interés de referencia. Por ejemplo, de la deuda pública. Si tener nuestro dinero
en la empresa nos genera menos réditos que invertirlo, puede que no estemos haciendo
una distribución eficiente del capital.
La financiación ajena tiene un coste extrínseco. En este caso, lo más habitual en las
Pymes son los préstamos, cuyo coste es fácil de calcular. Este es el tipo de interés y las
posibles comisiones, calculados ambos, por ejemplo, a través de la Tasa Anual Equivalente
(TAE). En las empresas que cotizan en bolsa existe, además, otra modalidad: la emisión
de obligaciones. En este caso, el coste es el cupón que se paga al obligacionista.
El director financiero debe analizar en profundidad el pasivo para saber si se ha construido
de forma eficaz y eficiente. Los ratios financieros pueden ayudar en el estudio de la calidad
de los diferentes tipos de pasivos. Por eso se recomienda su uso en el análisis financiero de
la empresa. Estos indicadores permiten hacer comparaciones con otras empresas del sector.
LAS FUENTES DE FINANCIACIÓN INTERNAS Y EXTERNAS
Como hemos visto en la definición, las fuentes son principalmente dos y dependen de las personas o
entidades de las que obtenemos la financiación:
Por un lado, las internas o financiación propia. Estas las conforman, sobre todo, cuatro grandes
partidas. El capital social, que son las aportaciones que hacen los socios. Las reservas, que son
partes del beneficio que permanecen en la empresa y no se reparten como dividendos. Los
resultados del ejercicio, en caso de obtener beneficios, que se deberá decidir dónde se aplican. Y,
por último y no menos importantes, las subvenciones de capital o donaciones. Se llaman fuentes
internas porque son generadas en la propia empresa.
En segundo término, estarían las fuentes externas o financiación ajena. Aquí podemos
distinguir el largo plazo, con las deudas contraídas con entidades bancarias (préstamos) o la
financiación que nos hacen los proveedores de inmovilizados. Por otra parte, a corto plazo estaría
la financiación de los proveedores y el resto de cuentas de pasivo corriente. Se llaman externas
porque no es la empresa sino el mercado el que las ofrece.
Existe otra forma de clasificación del pasivo, en función del tiempo. Así tenemos el patrimonio neto
(PN) y pasivo no corriente o fijo, que son los llamados capitales permanentes, ya que están en la
empresa por largos períodos. Por otro lado, el pasivo corriente o circulante, que es a corto plazo
(menos de un año) y que lo conforman sobre todo las cuentas de deudas a corto plazo, proveedores
y acreedores.
Ejemplo de estructura financiera
Imaginemos un pasivo como el que se ve en la imagen. En él tenemos un patrimonio neto
formado por el capital social, reservas, resultados y subvenciones y dos pasivos exigibles, a largo
plazo, formado por deudas y proveedores de inmovilizado y a corto plazo, con los proveedores y
los acreedores. El total del pasivo es la suma de estos tres conceptos o masas patrimoniales.
Como podemos observar, los
capitales permanentes, son
aquellos que se sitúan en el largo
plazo, es decir, el patrimonio neto
y el pasivo no corriente o fijo. El
circulante sería aquel que es a
corto plazo. La financiación
propia la conforma dicho
patrimonio neto y la ajena el
llamado pasivo exigible (no
corriente y corriente). Como
vemos, se suelen incluir al menos
dos años (lo habitual son de tres
a cinco) a efectos de
comparaciones.