EL MANDATO
Docente: M.A. Evelyn Edaligia Riveiro Ramírez
E-mail:
[email protected] El Mandato
Concepto y características
▪ El artículo 1686 del Código Civil indica que “por el mandato, una persona
encomienda a otra la realización de uno o más actos o negocios.”
▪ No se trata de una definición típica, sino un concepto de la función y razón de
ser del contrato: que una persona realiza por cuenta de otra y por encargo de
ésta, uno o más actos.
▪ El autor Doménico Barbero define el mandato como “el contrato por el cual una
parte (mandatario), asume la obligación de cumplir actos jurídicos por cuenta
de otra (mandante).”
▪ Por su parte, Alessandri y Somarriva, señalan que el mandato “es el contrato
por el cual una persona confía la gestión de uno o más negocios a otra, que se
hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera.”
▪ Vemos así que “mandatario” se denomina a la persona a quien se dirige el
encargo o la encomienda y que acepta realizarlo por cuenta del otro contratante
y “mandante”, identifica a la persona que da el encargo o encomienda y por
cuya cuenta actúa el mandatario.
▪ En Guatemala, al mandatario también se le llama “apoderado” y al mandante
“poderdante”, debido a que no se hace distinción en nuestra legislación entre
mandato y poder (como ocurre en otras legislaciones) y aquí, dichos términos
son usados como sinónimos.
CARACTERÍSTICAS
Las características del mandato, según se desprende de los conceptos y
definiciones anteriores son:
✔La existencia de un encargo o una encomienda que una persona hace a otra.
Dicho encargo o encomienda puede ser específico, en el sentido de limitarse a la
realización de un acto determinado, cuyas características se identifican en el
propio contrato; amplio, de manera que incluya la realización de determinado
tipo o clase de actos; o amplísimo, al encargarse al mandatario la atención
general de los asuntos y negocios del mandante.
✔Se establece, por el mandato, una situación “preparatoria” pues dicho contrato
tiene como fin que el mandatario realice y lleve a cabo otros actos y negocios
jurídicos por cuenta del mandante.
El fin y objeto del contrato lo constituye la actuación futura del mandatario, de
modo que el mandato es el instrumento jurídico habilitante y esencial, para que el
mandatario pueda entablar relaciones jurídicas con terceros, por cuenta del
mandante.
✔El mandatario actúa siempre por cuenta del mandante, de modo que los efectos
y consecuencias económicas y jurídicas de los actos y negocios que aquel
realiza, se reflejan fielmente sobre el patrimonio del mandante.
Este es el efecto más especial y característico del mandato, pues trasciende de
las relaciones entre las partes del contrato (mandante y mandatario) y se habilita
y faculta al mandatario para que entable y realice relaciones con terceros, en las
que él ordinariamente no adquiere derechos u obligaciones frente a éstos, sino
que lo hace para beneficio del mandante, de modo que resulta una relación
jurídica entre el mandante y el tercero.
Cuando Oscar otorga un mandato a Emilia para que contrate un préstamo con un
banco, el obligado es Oscar y también es él quien debe recibir el capital prestado.
Modernamente, se ha separado el mandato de la representación, de modo que a
la par del mandato con representación que se conoce desde hace muchos siglos,
hoy se reconoce la existencia del mandato sin representación, en donde el
mandatario actúa en su propio nombre, pero por cuenta del mandante. López de
Zavalía señala que mandato y representación no son términos sinónimos, pues
existe representación sin mandato (caso, por ejemplo, de la representación legal);
también desde muchos siglos se conoce el mandato sin representación que es
inherente al contrato de “comisión” y, además, hay representación “voluntaria”
sin mandato, como ocurre en el caso del “apoderado de recepción” (cuando una
persona comunica a un tercero que ha designado a alguien para que reciba
determinada cosa).
Del ejercicio del mandato sin representación surgen consecuencias diferentes de
las que produce el mandato con representación.
En el mandato sin representación, existe una relación directa (externa)
entre el mandatario y el tercero con quien contrata, que les obliga personalmente
al uno frente al otro y, del ejercicio del mandato también nace una relación
indirecta (interna), que vincula al mandatario ante su mandante y que le obliga
a trasladarle los resultados jurídicos y económicos del acto o contrato realizado y
que también obliga al mandante, a asumir los riesgos y resultados del mismo,
manteniendo indemne al mandatario.
De esa manera, el mandante es formalmente un tercero en el acto o negocio
realizado por el mandatario sin representación, aunque realmente tiene la
posición y las cualidades de parte del mismo.
FIGURAS AFINES
La gestión de
negocios
El contrato a La representación
favor de tercero legal
El contrato de
trabajo
FIGURAS AFINES
En nuestra legislación encontramos varias figuras que tienen semejanza con el
mandato, sea porque contienen el elemento encargo o porque son también medio
de representación.
▪ LA GESTIÓN DE NEGOCIOS: (artículos 1605 a 1615 Código Civil), en donde una
persona, voluntariamente y sin haber recibido encomienda o mandato de otra,
se hace cargo de sus negocios, en provecho de éste.
A diferencia del mandato (que como hemos visto, es un contrato), nos
encontramos ante un acto unilateral del gestor, en donde éste actúa velando por
los intereses del principal, pero sin representarlo, ni obligarlo y sin asumir él ante
el tercero, responsabilidades u obligaciones. El acto o negocio realizado por el
“gestor” únicamente producirá efectos, si el principal o beneficiario lo ratifica
expresa o tácitamente y, en ese caso, la ratificación “produce los efectos del
mandato expreso y opera retroactivamente” (artículo 1611 CC.)
▪ EL CONTRATO A FAVOR O A CARGO DE UN TERCERO: (artículos 1530 a 1533
CC.), en donde una persona, sin mandato, ni autorización, contrata con otra y
asume personalmente obligaciones a cargo de un tercero o adquiere derechos
para éste.
▪ El contratante por o en beneficio del tercero (nuestro Código Civil le llama
“promitente”), no actúa en nombre, ni en representación de éste, ni ejerce
mandato, sino lo hace en su propio nombre y por su propia cuenta , de
modo que si las obligaciones o derechos derivados del acto o contrato no se
realizan o no son cumplidas aquellas por el tercero, el promitente responde
personalmente de los daños y perjuicios irrogados al otro contratante.
▪ Es claro que, en este caso, el acto o contrato realizado por el promitente, no
trasciende al patrimonio del tercero, sino que hasta que éste lo acepta o cumple
las obligaciones contraídas y el efecto de tal aceptación o cumplimiento, por parte
del tercero, es liberar al promitente de responsabilidad ante el otro contratante.
▪ Vemos así que en el contrato a favor o a cargo de un tercero, no sólo no hay representación
(pues el tercero actúa en su nombre y por su propia cuenta y riesgo), sino tampoco hay
encargo o encomienda y el cumplimiento de las obligaciones contratadas a cargo del
tercero o la adquisición de derechos por el tercero, tienen, ante el promitente, un efecto
extintivo de responsabilidad y no afectan la esfera jurídica del tercero, si éste no manifiesta
su voluntad.
▪ LA REPRESENTACÍON LEGAL: nace de disposiciones legales, las que también determinan y
fijan las atribuciones o facultades del representante, en tanto que el mandato nace de un
contrato, que se otorga a una persona libremente designada por el mandante, quien también
es libre de determinar las atribuciones (facultades) del mandatario. Es así clara la diferencia
existente entre esas figuras jurídicas, tanto en cuanto a su fuente, como a su contenido y
consecuencias jurídicas.
▪ Los casos típicos de representación legal ocurren cuando el representado tiene incapacidad
jurídica de ejercicio (Artículo 14 CC.) y la Ley suple ese vacío, mediante una institución cuya
reglamentación contiene no sólo las bases para la selección o determinación del
representante, sino las facultades y limitaciones que éste tendrá en ejercicio de dicha
representación.
▪ Tenemos, por ejemplo, que en la patria potestad (artículos 252 al 277 CC.), en la tutela
(artículos 293 a 351 CC.) y en la ausencia (artículos 42 al 62 CC.), el Código Civil señala
cómo se selecciona al representante legal del menor, incapaz, interdicto o ausente y
determina claramente qué actos y que negocios jurídicos de administración puede
realizar el representante y qué requisitos debe llenar para la realización de actos y
negocios de disposición.
▪ En nuestro medio, también se incluye dentro de la categoría de representación legal, la
que ejercen las personas individuales que manifiestan la voluntad y actúan en nombre y
por cuenta de las personas jurídicas (lucrativas o no). En cierta forma pareciera que se
asimila a las personas jurídicas con los incapaces, por razón de que aquellas entidades
jurídicas colectivas, tienen personalidad jurídica diferente de la de sus socios o
miembros y no pueden expresar su voluntad por sí mismas, por lo que requieren de una
persona física que lo haga. Por ello, a los administradores de las entidades y al gerente
de las sociedades, se les atribuye la representación legal de tales entidades, de modo
que por medio de ellos, se exterioriza y manifiesta la voluntad de los órganos sociales,
en sus relaciones con terceros (artículos 16,24,27 y 29 CC., 44 al 58 y 163, 164 C de C.)
▪ Algunos autores señalan que en el caso de las personas jurídicas, no
existe una verdadera representación legal idéntica a la que
encontramos en los casos de menores, incapaces, interdictos y ausentes, ya
que así como tiene rasgos que la asemejan a la representación legal típica,
también tiene mucho de voluntario (particularmente en la selección del
representante legal y su revocación y en la ampliación o restricción de las
facultades que les señala la ley), por lo que se trata de una “representación
legal especial”.
▪ Es interesante hacer notar que los “representantes legales” (padres, tutores,
guardadores y administradores de personas jurídicas) pueden otorgar
mandatos (artículos 1691, 1696 CC., y 48 del C. de C.), con las limitaciones que
señalan dichas normas, lo cual viene a confirmar que se trata de instituciones
diferentes.
▪ EL CONTRATO DE TRABAJO: tiene también semejanzas con el mandato, pues
por medio del aquel se promete por parte del trabajador la prestación de un
servicio o la realización de una obra, bajo la dirección del empleador y a cambio
de una retribución (artículo 18 C de T) y en el mandato, el mandatario queda
obligado a realizar actos o negocios que le encarga el mandante y, salvo pacto,
tiene derecho a una remuneración.
▪ Sin embargo, el objeto del contrato de trabajo es, normalmente, la realización de
actos materiales o intelectuales, en tanto que el del mandato es la realización de
actos jurídicos por parte del mandatario. Además, el mandatario no está sujeto
a la dirección inmediata, ni a la dependencia continuada del mandante, como es
característico de la relación laboral.
ELEMENTOS
1 2 3 4
Elementos Consentimient
Objeto Forma
personales o
Artículos 1252, Artículos 1538, Artículo 1687
Mandante
1687 CC. 1688 CC. CC.
Artículo 1689
Mandatario
CC.
ELEMENTOS DEL CONTRATO
⮚ ELEMENTOS PERSONALES: Por una parte, el mandante (a quien en Guatemala
también se llama poderdante), o sea la persona que da el encargo o encomienda
la realización de actos o negocios y, por la otra, el mandatario (en Guatemala
también llamado apoderado), que es la persona a quien se hace el encargo o sea
se encomienda la realización de actos o negocios por cuenta del mandante o
poderdante y quien se obliga a desempeñarlo.
▪ Tanto el mandante, como el mandatario, deben tener capacidad de ejercicio
(contraer obligaciones), como se ha comentado, el mandato establece entre ellos
una relación contractual (interna) que les otorga derechos y les impone
obligaciones recíprocas, que no podrían válidamente celebrarse si alguna de las
partes careciere de capacidad. Además, mal podría un menor, interdicto o incapaz
actuar en representación de otra persona en la celebración de actos y contratos y
expresar un consentimiento válido frente a los terceros con los que contrate. El
artículo 1717 numeral 5º. Del CC., señala que el mandato termina por interdicción
del mandante o del mandatario, lo que viene a confirmar lo expuesto.
▪ Sin embargo, los representantes legales de los menores, incapaces y ausentes,
pueden otorgar mandatos especiales, para la atención de asuntos determinados
que interesen a sus pupilos y que tales representantes no puedan realizar
personalmente (artículo 1691 CC.). En este caso, no se trata de un mandato
otorgado por el menor, incapaz o ausente y que le obligue, sino una delegación
especial de las facultades de representación, que el representante legal hace a
favor del mandatario. En otras palabras, el mandatario no actúa en nombre y
representación del menor, sino lo hace en calidad de delegado del
representante legal y en el lugar de éste.
▪ En igual forma, el síndico de la quiebra puede otorgar mandatos especiales para
las gestiones que hubiere que hacer fuera del lugar del juicio, dando cuenta de
ello al juez (381 CPCYM). El mandato, en este caso, es también una simple
delegación de facultades de representación que el síndico hace a favor del
mandatario, quien no actúa en nombre y representación del fallido, sino como
delegado del síndico y en el lugar de éste.
▪ El caso de las personas jurídicas, es interesante, pues a diferencia de los
menores, incapaces y ausentes, tienen capacidad de ejercicio para poder realizar
su objeto o giro social. Por ello, los representantes legales o administradores de
tales personas jurídicas, pueden otorgar mandatos en nombre de ellas, pero
debiendo limitarse el contenido del mandato a los negocios que son objeto de la
sociedad (es decir, su giro normal) y también pueden tales personas jurídicas
ejercer mandatos de terceros, siempre que las operaciones que se les encarguen
entren en el curso de los negocios de aquéllas o que sus administradores o
gerentes estén autorizados para aceptarlos, de conformidad con sus normas
constitutivas (artículos 1696 y 1697 CC.) En este mismo sentido, el artículo 48 del
C. de C., en su última parte, indica que el administrador de una sociedad, puede
conferir poderes especiales y revocarlos si estuviere facultado y en el artículo
164 del C. de C., se establece que en las sociedades establece que “…El Consejo
de administración podrá otorgar poderes a nombre de la sociedad, pero el
administrador único podrá hacerlo solamente si estuviere facultado para ello por
la escritura social o por la asamblea general.”
▪ El artículo 1698 del CC. Establece las incapacidades especiales para el ejercicio de
mandatos “No pueden ejercer mandato el fallido mientras no se le rehabilite; el
sentenciado por cualquier delito mientras no haya purgado la condena o haya sido
rehabilitado y, en casos especiales, las personas a quienes la ley lo prohíbe o tienen
incompatibilidad o impedimento.” Por ejemplo los detallados en el artículo 193 de la LOJ,
Decreto 2-89 del Congreso, que prohíbe ejercer mandatos judiciales. Y el artículo 70
literal g) expresa: Es prohibido a los jueces y magistrados: “Ejercer las profesiones de
abogado y notario, o ser mandatarios judiciales, salvo que se trate del ejercicio de la
profesión de abogado, en asuntos propios, de su cónyuge, conviviente cuya unión de
hecho estuviere inscrita en el Registro Civil respectivo o de sus hijos menores de edad;”
▪ En los casos señalados en el párrafo anterior y para que el mandante no quede
desprotegido jurídicamente, en tanto llega a su conocimiento la inhabilitación o
incompatibilidad de su mandatario y los terceros que tienen asuntos pendientes con el
mandante, tampoco sufran las consecuencias de esas circunstancias, procede el
nombramiento de un representante judicial, de conformidad con lo que disponen los
artículos 1709 CC. Y 48 CPCYM, como medida de urgencia y en tanto se apersona el
mandante o su nuevo mandatario.
▪ La Ley del Organismo Judicial en el artículo 188 establece en su parte conducente que: el
representante de una sociedad constituida en el extranjero, que no sea abogado y que
está investido con facultades de mandatario judicial, deberá sustituirlas en abogado para
que dicha entidad pueda comparecer en juicio.
▪ Tanto del polo del mandante, como del lado del mandatario, pueden ser los mandatos
unipersonales y multipersonales. Por ello, nada extraño es que un mismo
mandato sea otorgado por varios mandantes o que el mandato sea otorgado a varios
mandatarios. En el caso del mandato otorgado por varios mandantes, para un negocio
común, aquellos quedan responsables solidariamente por todos los efectos del mandato.
(artículo 1716 CC.)
▪ En el caso el mandato sea otorgado a varios mandatarios el artículo 1701 del CC.
Establece: “El poder que se da a dos o más personas será ejercitado conjuntamente si el
mandante no expresó que se ejercite por separado.” Este artículo no se encuentra acorde
con la doctrina moderna, que se inclina por una solución inversa: el mandato puede ser
ejercido separadamente, a no ser que conste la voluntad del mandante de que los
mandatarios actúen conjuntamente.
▪ Ahora examinaremos la posibilidad de que un mismo mandatario pueda ejercer
mandato de diferentes mandantes.
▪ Personalmente, no vemos problema alguno en que así sea, en tanto no se
presenten conflictos de intereses o colisión de derechos entre los mandantes y
así lo establece el artículo 1694 CC. De esa manera, una misma persona puede
sin ninguna dificultad, ejercer mandato de varios accionistas de una misma
sociedad o de varios copropietarios de un inmueble, en tanto los intereses y
derechos de los mandantes sean coincidentes y converjan hacia un fin común;
pero, si llegare a ocurrir conflictos entre ellos o si los intereses de sus
mandantes no coinciden, sino chocan, el mandatario debe renunciar a y
abstenerse de ejercer, por lo menos, uno de los mandatos, de conformidad con
la solución ética y legal que contiene el artículo 1694 CC. En igual forma, el
artículo 428 CPCYM, prohíbe que en las diligencias de separación o divorcio por
mutuo consentimiento, las partes puedan ser representadas por el mismo
mandatario.
▪ Por otra parte, debe analizarse el caso del “autocontrato”, que comprende dos
situaciones:
a) El mandatario celebra un contrato bilateral y contrata en su propio nombre y como
mandatario de la otra parte;
b) El mandatario ejerce mandato de las dos partes contratante.
▪ El artículo 1793 numeral 5 CC., prohíbe al mandatario adquirir para sí, directamente o
por interpósita persona, los bienes de su mandante, sin consentimiento expreso de éste
y, además el artículo 1884 numeral 2 CC., prohíbe al mandatario tomar en arrendamiento
los bienes de su mandante, sin el consentimiento expreso de éste, lo que nos da una
solución para el caso de “autocontrato” descrito en la literal a del párrafo anterior: el
mandatario requiere de autorización especial y expresa de su mandante, manifestada
claramente en el contrato de mandato, para adquirir o tomar en arrendamiento, bienes
de éste, solución que nos parece ética y jurídicamente válida y que creemos debe
aplicarse analógicamente a otros contratos que el mandatario pueda celebrar con su
mandante.
▪ En la última parte del artículo 1694 CC., se permite a un mismo mandatario
otorgar contratos, representando a la vez los derechos o intereses de las dos
partes contratantes, si cuenta con autorización de los mandantes. Estamos de
acuerdo en principio con la solución que nuestro Código da a este problema:
que se pueda celebrar este tipo de autocontrato si los mandantes lo autorizan,
aunque criticamos la oración final (sin autorización de los mandantes), que no
es clara y deja abierta la puerta para que la autorización pueda otorgarse por
cualquier medio, aun oral, lo que provoca problemas de seguridad jurídica. Por
tratarse de una situación tan especial y delicada, nos inclinaríamos porque en
este caso, se requiera el otorgamiento de mandatos específicos por ambos
contratantes y que en los mismos se otorguen las autorizaciones especiales y
se consignen las condiciones del negocio.
⮚ CONSENTIMIENTO: Para que el mandato exista y produzca efectos jurídicos, se
requiere no sólo la manifestación de voluntad del mandante, al designar su
mandatario y señalarle el encargo que le hace y las facultades que para ello le
otorga, sino que también es esencial la aceptación del mandatario. Este no queda
vinculado ante su mandante por el contrato, si no acepta el mismo.
• La aceptación del mandatario puede constar expresamente, en el propio
documento en que se otorga el mandato o puede ser tácita, de conformidad con
lo que establecen los artículos 1252 y 1687 CC. La aceptación tácita del mandato,
resultaría, del ejercicio del mismo o de la realización, por parte del mandatario, de
los actos o negocios objeto del mandato. Sin embargo, existen dos casos en
nuestra legislación, en que se requiere la aceptación expresa del mandatario:
a) Si el mandato es aceptado gratuitamente (artículo 1689 CC); y
b) Para levantar el arraigo del mandante, si se apersona a juicio el mandatario
(artículo 524 CPCYM)
⮚OBJETO: El objeto del mandato lo constituyen los actos y negocios jurídicos
que el mandatario queda autorizado a celebrar, por cuenta de su mandante.
✔ De conformidad con las normas generales relativas al objeto de los contratos
que contiene el artículo 1538, aquel debe ser posible, lícito y determinado
y en su cumplimiento, los contratantes deben tener un interés legítimo. El objeto
del mandato (o sea las facultades o poderes que se otorgan al mandatario)
deben llenar esos requisitos, pues por objeto imposible sería nulo el mandato
que se otorga para comprar un lote de terreno en la luna; por objeto ilícito lo
sería el que se otorga para que el mandatario adquiera un esclavo para su
mandante o el que se otorga, para burlar lo contenido en las normas 92 y 106 del
CPP, en el sentido que sólo los abogados pueden ser defensores; por objeto
indeterminado, el que se confiere para que el mandante otorgue donación o
contraiga matrimonio en nombre del mandante; y por falta de interés legítimo, el
que se otorga para que el mandatario venda bienes ajenos.
✔ El artículo 1688 CC., nos dice, además, que pueden ser objeto de mandato “…
todos los actos o negocios para los que la ley no exige intervención personal
del interesado…” y prohíbe expresamente, el otorgamiento de mandato para
testar o donar por causa de muerte y para modificar o revocar tales
disposiciones. Además, tampoco se puede otorgar mandato para actos
personalísimos, tales como el ejercicio de un cargo público, para ejercer el
derecho político del voto, para prestar el servicio militar, para el ejercicio de la
patria potestad o la tutela (aunque antes hemos visto que, en casos especiales,
es posible hacer una delegación parcial y específica mediante mandato
especial), etc.
✔ Además, se impide la actuación por mandatario, del cónyuge que se encuentra
en Guatemala, en la junta conciliatoria del proceso de divorcio o separación y
se permite la actuación por mandatario, únicamente para el cónyuge que no
está en el país. (artículo 428 CPCYM)
✔ Sin embargo, para actos tan personales como contraer matrimonio, sí es
posible contraer matrimonio, por medio del otorgamiento de mandato, pero de
conformidad con el artículo 85 CC., éste debe ser específico e identificar la
persona con la que el mandante desea casarse y contener declaración jurada
personalmente otorgada por el mandante sobre los hechos que detalla el
artículo 93 CC. Vemos así que un acto trascendental como es el matrimonio,
puede celebrarse por medio de mandato específico y completo, de modo que la
función del mandatario es simplemente manifestar verbalmente frente al otro
contrayente y el funcionario celebrante, la voluntad que el mandante ya expresó
en el mandato.
✔ Igualmente, para donar entre vivos, se requiere un mandato específico en el que
no sólo se identifique la persona del donatario, sino los bienes que van a ser
objeto de donación y las condiciones a que quedará sujeta la donación (artículo
1860 CC.), de modo que el mandatario simplemente externará ante el notario
autorizante, una voluntad claramente manifestada por el mandante.
✔ Lo expuesto anteriormente nos lleva a señalar que, por la amplitud de su objeto, el mandato
puede ser general, especial o específico, según si las facultades que se otorgan al
mandatario son amplias, referidas a uno o más actos o actividades o limitadas a un acto que,
por su trascendencia, requiere del cumplimiento de requisitos especiales.
✔ EL MANDATO GENERAL, es aquel que se otorga a fin de que el mandatario atienda todos los
negocios del poderdante y autoriza al mandatario para la administración de los bienes del
mandante. Es el típico poder de administración por el cual el mandatario queda encargado de
velar por los intereses del mandante y efectuar todos los actos que tiendan a la preservación,
mantenimiento y explotación productiva de tales bienes. Nuestro Código Civil no define, ni
describe con claridad las facultades que derivan del mandato general para el mandatario y se
limita a indicar “…comprende todos los negocios del poderdante…” (artículo 1690 CC), sin
concretar qué tipo de actos puede realizar el mandatario en relación a tales negocios. En ese
sentido, nos parece mucho más adecuada y lógica la solución del Código Civil de Costa
Rica, que en sus artículos 1253 y 1255, detalla con suficiente claridad y amplitud, las
facultades o poderes que son inherentes al mandato generalísimo y al mandato general, de
modo que el mandatario y los terceros con los que él contrate, saben con seguridad los
actos y negocios jurídicos que aquel está autorizado a celebrar para su mandante.
✔ARTÍCULO 1253.- En virtud del mandato o poder generalísimo para todos los negocios de una persona, el
mandatario puede vender, hipotecar y de cualquier otro modo enajenar o gravar toda clase de bienes; aceptar
o repudiar herencias, gestionar judicialmente, celebrar toda clase de contratos y ejecutar todos los demás
actos jurídicos que podría hacer el poderdante, excepto los que conforme a la ley deben ser ejecutados por el
mismo dueño en persona y los actos para los cuales la ley exige expresamente poder especialísimo
✔ARTÍCULO 1255.- Por el poder general para todos, alguno o algunos negocios, tiene el mandatario respecto
del negocio o negocios a que su poder se refiere, amplia y general administración, comprendiendo ésta las
facultades siguientes: 1ª.- Celebrar los convenios y ejecutar los actos necesarios para la conservación o
explotación de los bienes.2ª.- Intentar y sostener judicialmente las acciones posesorias y las que fueren
necesarias para interrumpir la prescripción respecto de las cosas que comprende el mandato.3ª.- Alquilar o
arrendar bienes muebles hasta por un año; pero, si el poder se limita a cierto tiempo, el período del
arrendamiento no debe exceder de ese plazo. Para arrendar bienes inmuebles, se requiere poder
generalísimo o especial.(Así reformado el inciso anterior por el artículo 132 de la Ley de Arrendamientos
Urbanos y Suburbanos, ley No.7527 del 10 de julio de 1995)4ª.- Vender los frutos así como los demás bienes
muebles que por su naturaleza están destinados a ser vendidos o se hallen expuestos a perderse o
deteriorarse.5ª.- Exigir judicial o extrajudicialmente el pago de los créditos y dar los correspondientes
recibos.6ª.- Ejecutar todos los actos jurídicos que según la naturaleza del negocio se encuentren virtualmente
comprendidos en él como medios de ejecución o como consecuencias necesarias del mandato.
✔EL MANDATO ESPECIAL es el que se otorga para que el mandatario realice uno o más
negocios determinados en su especie o en su género (artículo 1690 CC.). De esa manera,
será un mandato especial el que se otorga a un abogado para que represente al
mandante en todos los asuntos judiciales y administrativos en que tenga interés el
mandante (mandato judicial amplio) y también lo será aquel que se otorga a un abogado
para que represente al mandante en un litigio determinado. En esta clase de mandato, es
el mandante quien detalla y determina las facultades que otorga al mandatario en
relación al asunto o tipo de asunto cuya atención le encarga, de modo que el texto del
propio mandato nos define su amplitud.
✔LLAMAMOS ESPECÍFICO al mandato que, como en el caso del mandato para contraer
matrimonio o para donar, tiene un objeto muy bien determinado y que, por la
trascendencia o importancia de éste, se limita a ese asunto. Nuestro Código Civil
(artículo 1692) requiere el otorgamiento de un mandato específico (la ley lo llama
especial) para donar entre vivos y contraer matrimonio (artículos 1860 y 85 CC.), para
otorgar capitulaciones matrimoniales, pactar las bases referentes a la separación o al
divorcio, para demandar la nulidad o insubsistencia del matrimonio, constituir patrimonio
de familia, reconocer hijos y negar la paternidad.
✔Los mandatos específicos que se otorguen para los actos y negocios antes
descritos, deben (I) limitarse exclusivamente al asunto específico de que se trata y a
sus incidencias directas; (II)identificar con todo detalle el asunto de que se trata,
indicando el nombre de la otra parte, el contenido del contrato o negocio a celebrarse
y la posición a adoptarse por el mandatario y (III) ser tan completos en su exposición
del asunto, que la función del mandatario sea únicamente expresar la voluntad del
mandatario contenida en el mandato.
✔DIFERENTES DEL MANDATO GENERAL, ESPECIAL O ESPECÍFICO, son las
cláusulas o facultades especiales que, según el Código Civil y la Ley del Organismo
Judicial, necesita el mandatario general o el mandatario judicial, para ejecutar
determinados actos o negocios. Cuando tales leyes hablan de cláusula especial o
facultad especial, se pretende que el instrumento de mandato (general o especial),
detalle o mencione específicamente determinados actos o negocios jurídicos, para
que el mandatario se considere facultado para realizarlos por cuenta del mandante.
Se requiere así, que el mandante específicamente otorgue tales facultades o
cláusulas a su mandante, para que éste se considere investido de ellas.
✔ En esa virtud, según el artículo 1693 CC., el mandatario necesita cláusula especial para
enajenar, hipotecar, afianzar, transigir, gravar o disponer de cualquier otro modo de la
propiedad del mandante y para otros actos para los que la ley requiera cláusula especial,
señalando la substitución del mandato (artículo 1707 CC.), el recibir pagos (artículo 1384
CC.) y para transigir (artículo 2152 numeral 4º. CC.).
✔ Igualmente, el artículo 190 LOJ, señala que el mandatario judicial necesita “facultad
especial” para prestar confesión y declaración de parte; reconocer y desconocer
parientes…
✔ El objeto del mandato que debe otorgarse al representante en el país de una sociedad
constituida en el extranjero, se sujeta a normas especiales, pues por clara disposición legal
se requiere que sea general y lo suficientemente amplio y completo para que dicho
mandatario cuente “…con todas las facultades generales y especiales que la ley exige para
responder de los negocios judiciales y extrajudiciales que se relacionen con la compañía o
asociación (arto.29 CC.) y con amplias facultades para realizar todos los actos y negocios
jurídicos de su giro y para representar legalmente (sic) a la sociedad en juicio y fuera de él,
con todas las facultades especiales pertinentes que estatuye la Ley del Organismo
Judicial…” (arto. 215 numeral 4 C de C.)
✔ Además, tales normas establecen que si el mandatario no tuviere las facultades especiales
necesarias para los fines antes mencionados, “…se le considerará investido de ellas por
ministerio de la ley…”, lo que da un carácter especial a dicho tipo de mandatos, pues su
objeto se complementa legalmente, en caso que el contrato de mandato no sea tan amplio
como lo requiere la ley, dándose así a tales mandatos una situación de “cuasi
representación legal”.
✔ Los mandatos otorgados en el extranjero, para realizar actos o celebrar contratos en
Guatemala, se rigen, en cuanto a su contenido y la extensión de las facultades del
mandatario, a lo que dispone la legislación de Guatemala y, por ello, si según nuestras leyes
se requiere de cláusula o facultad especial o de mandato específico, el mandatario no está
autorizado para realizar tales actos o negocios jurídicos, si el mandato no contiene tales
cláusulas o facultades especiales o no cumple con los requisitos del mandato específico
(arto. 1700 CC., y 30 LOJ)
✔ El objeto del mandato siempre requiere a actos y negocios futuros, a celebrarse por el
mandatario por cuenta del mandante, por lo que se trata de un contrato preparatorio, que
surtirá efectos en el tiempo. No puede otorgarse un mandato en relación a actos y negocios
que el mandatario ya ha celebrado o realizado con anterioridad.
⮚ FORMA: En nuestro medio, el contrato de mandato es solemne, ya que se
requiere, como “requisito esencial para su existencia,” que se otorgue en
escritura pública (arto. 1687 CC.). En virtud de dicha norma, el mandato
otorgado en forma que no sea un instrumento notarial, sería absolutamente
nulo, de conformidad con el artículo 1301 CC. (Hay nulidad absoluta en un
negocio jurídico… por la ausencia o no concurrencia de los requisitos
esenciales para su existencia”). Otra formalidad esencial del mandato, sin la
cual no puede surtir efectos, es la INSCRIPCIÓN del mismo en el REGISTRO
ELECTRÓNICO DE PODERES que se lleva en EL ARCHIVO GENERAL DE
PROTOCOLOS y, en su caso, en el REGISTRO MERCANTIL. (artos. 1704 CC.,
189 LOJ y 338 numeral 1 C de C.)
⮚ Sin embargo, el artículo 1687 CC., permite que algunos mandatos puedan
otorgarse en forma que no sea la escritura pública. Ejemplos: ver arto. 67, 165,
427, C de Co., 189 LOJ., 323 C de T.
MODALIDADES
▪ Además de las diferentes clases de mandato que hemos comentado con
anterioridad (general, especial o específico, solemne y en documento privado,
etc.), nos referimos, ahora a algunas modalidades del contrato como lo
son:
Onerosidad/Gratuidad
Revocabilidad
Relaciones
ONEROSIDAD/GRATUIDAD
▪ El mandato es, en nuestro sistema jurídico, esencialmente oneroso y sólo será
gratuito, si así se conviene por las partes (mandante y mandatario) y éste lo
acepta expresamente (arto. 1698 CC.)
▪ Según si el mandato sea gratuito u oneroso, así tendrá carácter unilateral o
bilateral, pues del mandato gratuito, únicamente derivan obligaciones directas
para el mandatario. En cambio, si el contrato es oneroso, tanto el mandante,
como el mandatario cargan con obligaciones directamente derivadas del
contrato.
▪ A falta de pacto o convenio expreso entre las partes, sobre la remuneración del
mandatario judicial, se aplicarán las normas del Arancel de Abogados, Árbitros,
Procuradores, Mandatarios judiciales, Expertos, Interventores y Depositarios.
Decreto número 111-96 del Congreso de la República de Guatemala, arto. 20.
REVOCABILIDAD
▪ A diferencia de lo que ocurre en otros países (México, España, Italia, etc.), en donde se
permite el otorgamiento de mandatos irrevocables, en Guatemala el mandato es
“esencialmente revocable”, aun si se ha conferido, por plazo o para asunto determinado
(art.1699 CC.).
▪ La revocación del mandato, en nuestro medio, es un derecho irrenunciable que tiene el
mandante y su ejercicio se sujeta a determinadas normas:
(I) sólo produce efectos desde el momento en que se notifica al mandatario y a los terceros
interesados en el negocio o asunto pendiente (artos. 1699, 1718 y 170 CC.) notificación que
debe constar en instrumento público, acta notarial o notificación judicial;
(II) la REVOCACIÓN PUEDE SER EXPRESA O TÁCITA. Es expresa, la que se formaliza en
escritura pública y, para que surta efectos, debe además inscribirse en el Registro Electrónico
de Poderes que se lleva en el Archivo General de Protocolos, y en su caso, en el Registro
Mercantil (artos. 1704 CC. Y 338 numeral 2 C de C.) El artículo 1720 CC., establece que si el
mandante designa un nuevo mandatario para que se encargue del mismo o de los mismos
asuntos o negocios, sin expresar que queda vigente el anterior, ocurre una revocación tácita
del anterior.
La inscripción del nuevo mandato, en el Registro Electrónico de Poderes y, en su
caso, en el Registro Mercantil, provoca la revocación; pero en todo caso es
obligatoria, además la notificación al mandatario;
(III) la revocación del mandato primario, provoca necesaria y automáticamente, la
revocación de las substituciones y mandatos que el mandatario primario hubiera
otorgado, salvo que el mandante los confirme expresamente y, por ello, es
también necesario notificar la revocatoria a los apoderados substitutos y a los
apoderados instituidos por el mandatario primario (arto. 1721 CC.);
(IV) la revocatoria del mandato judicial no surte efectos en tanto, además de la
inscripción en los registros y de la notificación al mandatario, el mandante o un
nuevo apoderado suyo se apersone en el proceso y señala nuevo lugar para
recibir notificaciones (arto.194 LOJ).
RELACIONES
▪ Del mandato nacen dos tipos de relaciones: una, que podríamos llamar INTERNA, que existe
entre el mandante y el mandatario y otra, EXTERNA, entre el mandatario y los terceros con
quienes se relaciona en ejercicio del mandato.
▪ Como antes hemos señalado brevemente, según si el mandato es con o sin representación, así
cambian los efectos y consecuencias del ejercicio del mandato y de las relaciones externas.
▪ Las relaciones internas (entre mandante y mandatario), se mantienen inalterables. Recordemos
que en el mandato con representación, el mandatario hace pública su calidad de representante
del mandante y la parte con quien contrata sabe y conoce que no está contratando con el
mandatario, sino con el mandante, quien será el titular de los derechos y el sujeto pasivo de las
obligaciones derivadas del acto o contrato a celebrarse. De la gestión del mandatario con
representación, no nace vínculo alguno entre éste y el otro contratante, sin que tenga
trascendencia jurídica alguna el conocimiento o desconocimiento del otro contratante de la
relación del mandato. En ese caso, el mandatario será el titular de los derechos y el
responsable del cumplimiento de las obligaciones derivadas del acto o contrato y de la gestión
del mandatario sin representación nacen vínculos entre el mandante y el tercero, de los que el
mandante es formalmente ajeno, requiriéndose de un negocio jurídico posterior, para que el
mandatario le traslade los efectos de dicho negocio.
▪ Las relaciones internas (entre mandante y mandatario), no sufren cambio,
según si el mandato es con representación o sin ella, pues el mandatario
siempre actúa por cuenta del mandante, de modo que el efecto jurídico y
económico de los actos y contratos que realice, siempre afectarán finalmente el
patrimonio del mandante. Las obligaciones y derechos del mandatario frente al
mandante, son los mismos.
▪ Son las relaciones externas las que cambian, según si el mandatario tiene o no
la representación del mandante, pues en un caso, se establece una relación
directa entre éste y el tercero y, en el otro, la relación directa existe entre el
mandatario y el tercero y el mandante puede llegar a ser parte de la misma,
como sucesor del mandatario y en virtud de otro negocio jurídico.
CARACTERÍSTICAS
GRATUIT
OU UNILATERA
LO Arto. 1587 CC.
arto. 1689 CC. ONEROS BILATERAL
O
Arto. 1702, 1717 INTUITU SOLEMN
Arto. 1687 CC.
numeral 5, 1722/25 CC PERSONA E
PREPARATORI
O PRINCIPAL 1589 CC.
OBLIGACIONES DE LAS PARTES
▪ DEL MANDANTE: Para que nazcan las obligaciones del mandante, hacia el mandatario, no es
necesario que este haya aceptado expresamente el mandato, pero sí es necesario que el
mandatario lo haya ejercido y que haya desempeñado, aunque sea parcialmente, el encargo que el
mandante le ha hecho. Las obligaciones del mandante son de acuerdo al Código Civil:
✔ El mandante debe cumplir todas las obligaciones que el mandatario haya contraído dentro de los
límites del mandato.
✔ El mandante debe anticipar al mandatario, si éste lo pide, las cantidades necesarias para la
ejecución del mandato.
✔ Debe el mandante también indemnizar al mandatario de todos los daños y perjuicios que le haya
causado el cumplimiento del mandato, sin culpa ni dolo del mismo mandatario.
✔ Retribuir al mandatario, pagándole los honorarios que se hayan convenido o, a falta de convenio,
los que fije el Juez o en el caso de mandatarios judiciales, los que corresponden de conformidad
con el arancel fijado en el Decreto número 111-96 CRG.
✔ Responder en forma mancomunadamente solidaria entre sí y a favor del mandatario, en caso
fueren varios los mandantes que encargan al mandatario un negocio común. (Ver artos. 1712 al
1716 CC.).
▪ DEL MANDATARIO: para que el mandatario quede obligado ante el mandante, es
necesario que el mandato haya sido aceptado, sea expresa o tácitamente, pues en tanto
no haya manifestado su aceptación, no habrá vínculo.
⮚ La principal obligación del mandatario que ha aceptado el mandato es desempeñarlo con
toda diligencia y responder ante el mandante por los daños y perjuicios que le cause el
mandatario, en caso de no ejecutar la encomienda. (arto.1705 CC.).
• Sujetarse a las instrucciones recibidas del mandante (arto. 1706 CC.).
• No separarse, ni excederse de las facultades y límites del mandato (arto.1706 CC.).
• Ejercicio diligente del mandato (arto. 1705 CC.).
⮚ Obligación de ejercicio personal del mandato (arto. 1707 CC.).
⮚ Obligación del mandatario, el rendir cuentas a su mandante de todos los actos y negocios
realizados en ejercicio del mandato. (arto. 1706 CC.).
⮚ Obligación de lealtad que, fundamentalmente, se manifiesta en cuatro formas:
(I)No ejercer al mismo tiempo mandato de personas cuyos intereses están o
pueden estar en conflicto (arto. 1694 CC.).
(II) No renunciar injustificadamente del ejercicio del mandato (arto. 1708 CC.).
(III) No usar para sí, ni en beneficio de sus parientes, los bienes del mandante,
salvo que éste lo hubiere autorizado expresamente (arto. 1710 CC.).
(IV) No celebrar autocontrato, si no es con conocimiento y autorización expresa
de los mandantes (arto 1694 CC.).
TERMINACIÓN
▪ El mandato termina, de conformidad con lo que establece el artículo 1717 del
Código Civil.
a) Por vencimiento del término para el que fue otorgado.
b) ¨Por concluirse el asunto para el que se dio;
c) Por revocación;
d) Por renuncia del mandatario;
e) Por muerte o interdicción del mandante o del mandatario;
f) Por quiebra del mandante o porque sobre venga al mandatario causa que
conforme a la ley lo inhabilite para ejercer mandatos; y,
g) Por disolución de la persona jurídica que lo hubiere otorgado.
Leer los artículos de Código Civil respecto al mandato
Leer los artículos de la legislación
relacionada,
Código de Comercio,
Ley del Organismo Judicial,
Código Procesal Civil y Mercantil,
Código de Trabajo.