0% encontró este documento útil (0 votos)
53 vistas63 páginas

Clase 4

a) El documento presenta un resumen de la palabra "evangelio" y su significado a través de diferentes contextos bíblicos y extrabíblicos. Explica que la palabra proviene del griego y significa "buena noticia" y fue utilizada originalmente en el Antiguo Testamento para referirse a un mensajero que trae noticias de victoria o muerte de un enemigo. b) Explica que en el judaísmo palestino y en Isaías el término se asoció con la esperanza mesiánica y la restaur
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PPTX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
53 vistas63 páginas

Clase 4

a) El documento presenta un resumen de la palabra "evangelio" y su significado a través de diferentes contextos bíblicos y extrabíblicos. Explica que la palabra proviene del griego y significa "buena noticia" y fue utilizada originalmente en el Antiguo Testamento para referirse a un mensajero que trae noticias de victoria o muerte de un enemigo. b) Explica que en el judaísmo palestino y en Isaías el término se asoció con la esperanza mesiánica y la restaur
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PPTX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 63

25 de agosto

2022
1 Ἐπειδήπερ πολλοὶ ἐπεχείρησαν ἀνατάξασθαι
διήγησιν περὶ τῶν πεπληροφορημένων ἐν ἡμῖν
πραγμάτων,
 2 καθὼς παρέδοσαν ἡμῖν οἱ ἀπ’ ἀρχῆς αὐτόπται καὶ
ὑπηρέται γενόμενοι τοῦ λόγου,
 3 ἔδοξεν κἀμοὶ παρηκολουθηκότι ἄνωθεν πᾶσιν
ἀκριβῶς καθεξῆς σοι γράψαι, κράτιστε Θεόφιλε,
 4 ἵνα ἐπιγνῷς περὶ ὧν κατηχήθης λόγων τὴν
ἀσφάλειαν.
Jesús hizo muchas otras cosas; tantas
que, si se escribieran una por una, creo
que en todo el mundo no cabrían los
libros que podrían escribirse (Juan 21,
25).

 25 Ἔστιν δὲ καὶ ἄλλα πολλὰ ἃ ἐποίησεν ὁ


Ἰησοῦς, ἅτινα ἐὰν γράφηται καθ’ ἕν, οὐδ’
αὐτὸν οἶμαι τὸν κόσμον χωρῆσαι τὰ
γραφόμενα βιβλία.

Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente
las cosas que se han verificado entre nosotros,
2
 tal como nos las han transmitido los que desde el principio
fueron testigos oculares y servidores de la Palabra,
3
 he decidido yo también, después de haber investigado
diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su
orden, ilustre Teófilo,
4
 para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has
recibido
El Evangelio como Buena Noticia. Testimonios extra

bíblicos acerca de Cristo y los cristianos. Formación de la Tradición Evangélica. Expansión de la Proclamación
Evangélica.
b) Formación literaria del Evangelio. Etapas: Proclamación - Kerigma.

c) Transmisión del Mensaje. Fijación por escrito.

1. 3. Del Jesús histórico a El género literario “Evangelio”. Características.


los Evangelios.
Evangelio de Marcos: Autor, lugar, fecha de composición, características.

Evangelio de Mateo: Autor, lugar, fecha de composición, características.

Evangelio de Lucas y Hechos: Autor, lugar, fecha de composición, características.

Evangelio de Juan: Autor, lugar, fecha de composición, características.

El género literario apocalíptico. Características


a) El Evangelio como Buena Noticia.
i. Testimonios extra bíblicos acerca de Cristo
y los cristianos.
ii. Formación de la Tradición Evangélica.
iii. Expansión de la Proclamación Evangélica.

b) Formación literaria del Evangelio.


* Etapas: Proclamación - Kerigma.
a) El Evangelio como
Buena Noticia.
• El Evangelio, nos dicen, es la Buena Noticia, es decir, la doctrina o la enseñanza de
Jesús transmitida en los libros llamados Evangelios, que pueden ser canónicos o
apócrifos.

• El Evangelio es también, por extensión, todo el Nuevo Testamento; por ejemplo, en


la expresión «jurar por el Evangelio». Finalmente, el término ha enraizado en
nuestra cultura con expresiones como «sus palabras son el Evangelio», para
calificar «una verdad indiscutible», «una cosa absolutamente cierta en la que hay
que creer»

• Evangelio significa Buena Noticia, son muchos los que ya la han recibido cuando
cuatro de ellos, los evangelistas, escriben cuatro libritos.

• La pluralidad confirma el éxito de la Buena Noticia. Escritos en diferentes lugares


del Imperio romano, los evangelios afirman, con su simple existencia, que el
Evangelio de Dios no se ha convertido en una proclama muerta
De dónde viene la
palabra evangelio?
• La palabra «evangelio» viene del griego euangelion, adjetivo
empleado como nombre, que procede de la palabra euangelos:
«mensajero (angelos) de dicha (prefijo eu)" '. De esta palabra
procede igualmente el verbo euangelizesthai, «anunciar una
buena noticia».

• Para comprender el uso de estas palabras en el Nuevo


Testamento, conviene precisar su empleo en los textos anteriores o
contemporáneos al nacimiento de la fe cristiana.

• Como el verbo euangelizesthai traduce ordinariamente en los


Setenta el verbo hebreo basser (forma intensiva de la raíz bsr),
debemos realizar nuestra búsqueda en los ámbitos lingüísticos
semítico y griego.
a) La biblia hebrea
• Un día, dos jefes de banda que servían a las órdenes
del hijo de Saúl, Isbaal, lo mataron durante la siesta.
Le cortaron la cabeza, y se apresuraron a llevársela a
David, diciendo: «Aquí tienes la cabeza de Isbaal
hijo de Saúl, tu enemigo». David les respondió: «Al
que anunció la muerte de Saúl, creyendo que me
daba una buena noticia (mebasser), yo lo maté en
Sicelag, recompensándole así la buena noticia
(bassorah)". Y los dos asesinos del hijo de Saúl
corrieron la misma suerte (2 Sam 4).

• Este texto resume muy bien el ámbito en el que se


utiliza buena noticia y portador de buenas noticias
(o mensajero) en el Antiguo Testamento. Se trata a
menudo de un contexto de guerra, que afecta al
futuro del rey. Alguien vuelve del campo de batalla
y anuncia la buena noticia de una victoria o de la
muerte del adversario.
• La buena nueva consiste en que el reino de este Dios restaurará la paz y la prosperidad para su
pueblo exiliado, para los pobres y los afligidos. La potencia de las imágenes de alegría y
esperanza utilizadas por el profeta, su dimensión cósmica y universal, las destinaba a ser
orquestadas (ver Sal 96,2.10) Y recogidas tras la vuelta de los exiliados al país
b) El judaismo
• El judaísmo palestino supo prolongar el eco de estos
hermosos textos de Isaías. Los Salmos de Salomón,
escrito fariseo del siglo I antes de nuestra era, celebran
de este modo la voz del mensajero de buena nueva:
•"Proclamad en Jerusalén las palabras del gozoso
mensajero (euangelizomenou), porque Dios se ha apiadado
de Israel, visitándolo" (Ps Sal 11,1).
• La identificación del mensajero con el rey mesías se
lleva a cabo
• Los autores del NT no olvidarán los textos del libro
de Isaías cuando hablen de Jesús y de sus enviados,
portadores de buena nueva. Así, Pablo recogerá el
versículo de Isaías:
• «iQué hermosos son los pies de los que anuncian
buenas noticias» en un pasaje en el que pretende
mostrar que judíos y paganos tienen el mismo Señor
Jesús, y que, por tanto, hacen falta portadores de
buenas nuevas para dar a conocer a este Señor
• (Rom 10,14-17).
• Las figuras de «portador de buenas noticias», de
ungido de Yahvé y de Siervo de Yahvé
proporcionarán a los primeros cristianos un
vocabulario para presentar a Cristo Jesús anunciando
la buena nueva:
• «Nos encontramos aquí en las fuentes del Evangelio,
escuchamos una buena noticia que proporcionará un
lenguaje para hablar de la buena noticia de Jesús
• Los Setenta traducen generalmente el • Ya no es cuestión de celebrar los pies
verbo hebreo basser por euangelizesthai, del mensajero que trae la buena
c) Los setenta forma media del verbo euangelizein. A
veces también usan este verbo en voz
nueva. Es a Dios a quien se compara
con un mensajero: «Heme aquí como
activa. FRIEDRICH estima que, en la primavera en las montañas, como
conjunto, los Setenta «no son de gran los pies del que anuncia un mensaje
ayuda para una mejor comprensión del de paz, como el que anuncia la dicha»
verbo neotestamentario euangelizomai • Por estos motivos, las raíces del
(yo anuncio una buena noticia)>> (art. mensaje evangélico de Jesús se
cit., p. 24). buscan más bien en el Segundo Isaías
• Sin embargo, indica que el texto griego tal como nos lo transmite el texto
de los Setenta relaciona este verbo con la hebreo. En cuanto a la palabra misma,
palabra salvación (soteria) más a es interesante advertir que el singular
menudo que el texto hebreo neutro euangelion no se utiliza en los
Setenta. Se encuentra en ellos una
• Los pasajes del libro de Isaías que hemos forma femenina: la buena noticia y
entresacado de la Biblia hebrea pierden un plural neutro: la recompensa del
en el texto griego la dimensión de mensajero ambos desconocidos por el
anuncio imprevisto y repentino de una Nuevo Testamento.
buena noticia
• Por tanto, los lazos de vocabulario y
de contenido entre los Setenta y el
Nuevo Testamento son bastante flojos
d) Filón y Flavio Josefo
• Filón no conoce la palabra euangelion. Utiliza euangelizesthai en el sentido
bastante amplio de anunciar una buena noticia o simplemente una noticia. Flavio
Josefa conoce la palabra euangelion en neutro singular (Guerra 2, 420); conoce
también el plural neutro ta euangelia (Guerra 4, 656) Yel femenino singular e
euangelia (Antigüedades 18, 229). Igual que Filón, también utiliza el verbo en
contextos de guerra, de victoria.
• Al tratar de estos dos autores, los comentaristas llaman la atención sobre el hecho
de que la idea de buena noticia la utilizan generalmente en textos que 9 hablan del
emperador y de su culto.
• Se adaptan, pues, al uso frecuente en el mundo helenístico, donde la subida al
trono de un emperador era el ejemplo perfecto de buena noticia.Todos los
acontecimientos que preparan o realizan este nuevo reino son considerados como
otros tantos evangelios: nacimiento del heredero, mayoría de edad del príncipe,
disposiciones y decretos
• El culto del emperador proporcionó una especie de leyenda sagrada
que conviene tener en cuenta cuando estudiamos los evangelios
cristianos. Su llegada al poder, marcada por el paso de un cometa, o
por algún otro prodigio celeste, es señal de una alegre noticia para
toda la humanidad. La salvación y el destino de los hombres están
vinculados a su persona. Igual que los theíoí andres visitados por la
divinidad, se los ve realizar prodigios y milagros
• Flavio Josefo En la Guerra judía, Josefo cuenta cómo el general
Vespasiano llegó a emperador. Adviértase la importan10 cia de los
presagios, entre los que se encuentra la predicción del mismo Josefo,
que anunció el Imperio al general que acababa de hacerlo prisionero
en Jotapata. «Más rápido de lo que se piensa, el rumor público había
extendido las noticias de que había un emperador en Oriente, y todas
las ciudades festejaban esta felices nuevas (euangelia) y celebraban
sacrificios en honor de Vespasiano (...) Ahora que, por todas partes,
la fortuna avanzaba según sus deseos y que las circunstancias le eran
en grandísima medida favorables, Vespasiano se sentía inclinado a
pensar que el Imperio no le había tocado sin la ayuda de la
providencia divina, y que cierto justo destino le había concedido el
poder universal. Recordaba, en efecto, entre otros presagios (porque
había tenido muchos, por todas partes, que le habían anunciado el
Imperio), las palabras de Josefa, quien, cuando todavía vivía Nerón,
tuvo la audacia de saludarlo con el título de emperadof». (Guerra IV,
618 Y622-623).
• La segunda generación cristiana puso por escrito sus ideas sobre la personalidad de Jesús.
El problema que se plantea al historiador es conocer hasta qué punto los Evangelios,
únicos documentos disponibles, reflejan las enseñanzas de Jesús. Los orígenes del
cristianismo se vinculan en estos escritos con el hecho de Pentecostés, capital en la vida
1. Fuentes para el de los seguidores de Jesús, que pasaron desde el desencanto sufrido con ocasión de la
crucifixión de su maestro, a una ilusión cimentada en la fe de la resurrección del
conocimiento de Jesús crucificado, que es en lo que consistió la fe de la primitiva comunidad cristiana. Los
seguidores de Jesús después de Pentecostés transmitieron su vivencia compartida.
• El cristianismo fue, pues, en un principio una secta del judaismo. Poco a poco, estos
creyentes se interesaron por la figura de Jesús en sus más variados aspectos, siguiendo los
métodos de enseñanza de los rabinos. El problema estriba en conocer hasta qué punto esta
catequesis respondía al mensaje real de Jesús. Los creyentes no pensaban estar fundando
una nueva religión, sino que se sentían dentro de la comunidad judía, que a la larga les
rechazó y se impuso la ruptura.
• Los escritos de Pablo son los más antiguos de la comunidad cristiana, anteriores a la
composición de los Evangelios. Son contemporáneos de la primera comunidad cristiana
y de la transmisión oral. Existían ciertas formas anteriores a los Evangelios, que recogen
los rasgos fundamentales del mensaje de Jesús, que respondían a las vivencias de la
primitiva comunidad cristiana,
• Antes de los escritos neotestamentarios debió haber ciertas formas literarias previas, que
reflejaban la creencia de la comunidad. En la primitiva comunidad abundaron los
predicadores kerigmáticos, que se dirigieron a judíos o paganos.
• Los doce eran el punto de referencia del conocimiento del Jesús histórico. El
cristianismo se extendió pronto por el Imperio y lejos quedaron los doce afincados en
Jerusalén. Los predicadores ambulantes enseguida necesitarían formas literarias para
mantener la unidad de la fe, que serían las «hojas volantes» de la crítica moderna.

• El problema que se plantea al historiador, como ya se indicó, es conocer hasta qué punto
la primitiva comunidad transmitió fielmente el mensaje de Jesús. En este sentido, las
formas pre-evangélicas ocupan un lugar preferente.
• Los evangelistas no fueron simples compiladores, sino que dejaron en sus obras su
visión personal, dentro del ambiente en que vivían, y le dieron una personalidad.
• Esta formas pre-evangélicas están teñidas por lo que Bultmann llama «formulación
mítica», razón por la cual este autor propugnaba una drástica desmitifiación para llegar al
tuétano histórico que permitiera captar la fe de la comunidad primitiva.
• Jesús debe ser tenido por el auténtico inspirador de las formas que recogen dichos y
hechos que se remontan a él, contemplados desde la fe.
2. Los evangelios.
Origen del término
• Son los cuatro escritos canónicos y otros apócrifos. Remonta al siglo II
la designación de «evangelio» a un escrito que recoge las palabras y
hechos de Jesús.
• Este término se encuentra ya en el Antiguo Testamento. También
aparece con sentido muy parecido en una inscripción de Priene,
fechada en el año 9 a.C, referente al culto al emperador, en este caso
Augusto, al que se le proclama salvador, manifestación de la divinidad.
• Se ha supuesto que los cristianos toman del culto al emperador la
palabra «evangelio», que nacería en comunidades cristianas
helenísticas. Incluso se ha supuesto que el mismo Jesús utilizaría este
mismo término para anunciar el reino de Dios, de lo que quedaría un
eco en Mateo (4,23; 9,35) y en Marcos (1,15) a través de las
expresiones «evangelio del Reino». Como indica A. Piñero, no hay
garantía de que el vocablo arameo remonte a Jesús.
• Según este autor, sí parece seguro que la comunidad de Palestina lo
empleó para proclamar la venida de Dios y la llegada del día final. Este
término sería usado por la comunidad helenística, como parece
deducirse de 1 Cor. 15,1.3-5, que remontaría a los misioneros
cristianos helenísticos y a una tradición prepaulina
• Después de Pascua, los dichos y hechos de Jesús se transmitieron
3.La tradición oral oralmente, sólo controlados por el recuerdo de los que habían
vivido junto a Jesús.

• En muchos casos la tradición oral fue fiel, como se deduce del


hecho de haberse recogido creencias sobre Jesús que no
coincidían con la cristología posterior.

• La comunidad primitiva de creyentes proporcionaba diversos


ejemplos, que lentamente cristalizaron en las palabras de Jesús
por escrito. Algunas tradiciones tenían origen en determinadas
localidades.

• Así las tradiciones sobre la pasión tuvieron origen en Jerusalén,


primero oral y después por escrito, al igual que los dichos
proféticos y apocalípticos de Jesús.
• La tradición oral debió durar poco y pronto se hizo necesario fijar
por escrito la tradición de Jesús. Debieron circular hojas volantes
sobre las que los profetas o predicadores, durante el culto
litúrgico, afirmaban que se remontaban a Jesús. Todo esto es mera
hipótesis, pero probable. Debieron fijarse por escrito pequeñas
formas preliterarias, como cantos, himnos o fórmulas de fe, o la
recogida de dichos de Jesús.

• A estos siguieron los últimos sucesos de la vida de Jesús, como


la Pascua, la pasión, la resurrección y finalmente hechos y dichos
de Jesús.
• Todos estos grupos de tradiciones fueron
los primeros escritos y la base de los
evangelios posteriores. En estos escritos
se dieron ya las primeras alteraciones de
la tradición. Los profetas y los maestros
cristianos reelaboraron igualmente los
dichos de Jesús y los alteraron.
3. Por aquel tiempo existió un
hombre sabio, llamado Jesús, si es
i. Testimonios lícito llamarlo hombre, porque realizó
grandes milagros y fue maestro de
extra bíblicos aquellos hombres que aceptan con
placer la verdad. Atrajo a muchos
acerca de judíos y muchos gentiles. Era el
Cristo y los Cristo. Delatado por los principales
de los judíos, Pilatos lo condenó a la
cristianos. crucifixión. Aquellos que antes lo
habían amado no dejaron de hacerlo,
porque se les apareció al tercer día
resucitado; los profetas habían
anunciado éste y mil otros hechos
maravillosos acerca de él. Desde
entonces hasta la actualidad existe la
agrupación de los cristianos. (Flavio
Josefo: AJ cap. III, 3)
ii. Formación de la Tradición
Evangélica.

1. Formación de los escritos neotestamentarios


i. Formas y géneros de la proclamación y
doctrina de la Iglesia primitiva
• En la Iglesia primitiva, antes de que se llegara a la
redacción de documentos literarios, se transmitió
oralmente el evangelio de Jesucristo, se confesó
públicamente la fe, se celebró el culto divino y se
instruyó a la comunidad acerca de cómo debería
vivir su vida en obediencia al Kyrios. Se fueron
creando determinadas formas en las que se
enunciaba la proclamación y doctrina de la
comunidad. Estas formas, claro está, no se han
transmitido directamente, sino que deben
descubrirse estudiando los testimonios escritos,
que están relacionados con la tradición oral. Sobre
todo las cartas paulinas, que son los escritos
cristianos más antiguos, sirven para reconstruir la
proclamación y doctrina oral de los primeros
cristianos.
• A fin de poder entresacar del contexto la primitiva tradición cristiana hacen
falta criterios metodológicamente seguros:
• 1) A menudo en el amplio contexto hay indicaciones que están señalando que
se recoge una tradición, como ocurre en las observaciones introductorias
• 2) El fragmento citado comienza casi siempre con una entrada claramente
reconocible: hoti (1 Cor 15,3; 1 Pe 2,21; 3,18) o bien hos (Flp 2,6; 1 Tim
3,16).
• 3) Muchas veces el fragmento, que se ha tomado de la tradición, tiene
estructura fija: parallelismus membrorum (1 Cor 15,3-5; Rom 4,25), o
forma de estrofa (Flp 2,6-11; Col 1,15-20). La sorprendente acumulación de
oraciones de relativo (Flp 2,6-11) o el estilo a base de participios delatan la
existencia de giros ya acuñados.
• 4) La terminología de la cita contrasta claramente con el lenguaje que
ordinariamente emplea el autor (véase infra, a propósito de 1 Cor 15,3-5; Flp
2,6-11). En los fragmentos que se han recogido de la tradición falta a menudo
el empleo del artículo (Rom l,3s).
• 5) Con frecuencia el autor de la carta ha interpretado a su vez, en uno o
en otro lugar, el fragmento recibido de la tradición, y lo hace
introduciendo un concepto importante para él en algún lugar destacado
(así, por ejemplo, Rom 3,25: «por medio de la fe»; Flp 2,8: «muerte en
cruz»),
• 6) Determinados enunciados de las citas —que son predominantemente
de contenido cristológico— reaparecen igualmente en otros lugares del
Nuevo Testamento como giros formales o fórmulas; por ejemplo, la
mención de que Cristo es hijo de David (Rom l,3s; 2 Tim 2,8), la
expresión ophthé = «se apareció» (1 Cor 15,5; 1 Tim 3,16) o el esquema
de la humillación y exaltación de Cristo (Flp 2,6-11; 1 Tim 3, 16).
• 7) Finalmente, una cita se reconoce también por el hecho de que no está
integrada plenamente en el contexto. Así, en 1 Cor 15 se emplea
únicamente el enunciado acerca de la resurrección y no el que habla de la
muerte de Cristo (1 Cor 15,3-5). Al trozo recibido de la tradición se le
añade muchas veces una aplicación de tipo hermenéutico: en 1 Cor
15,6ss se acentúa la alusión a la resurrección de Cristo; en Col 1,21-23
vemos que al himno de 1,15-20 se le añade una applicatio que desarrolla
la promesa y las exigencias de la reconciliación.
• En la predicación se proclamaba como el Señor a Cristo crucificado
y resucitado.
1. Confesiones de fe • las cartas del Nuevo Testamento nos permiten reconstruir, por
de la Iglesia primitiva medio de conclusiones, diversas formas de proclamación.
• La carta primera a los Corintios se nos presenta expresamente
a. Predicación: como instrucción escrita, destinada a la comunidad, y que debía
leerse en el culto divino.
• Y la carta a los Hebreos es designada como «palabra de
exhortación», cuya finalidad era consolar y alentar a la comunidad.
• En la predicación se hacía una interpretación de la Escritura, se
desarrollaba el kerigma, se respondía a las preguntas pendientes, se
daba instrucción moral y se inculcaba enseñanzas compendiadas a
la manera de los catecismos.
• Los discursos que hallamos reproducidos en Hechos están
construidos según un esquema fijo, en el que se describe la cruz y
resurrección de Cristo como el cumplimiento de las promesas del
Antiguo Testamento y se exhorta a los oyentes a la conversión
• Una breve síntesis de predicación misionara del cristianismo
primitivo la tenemos en 1 Tes 1,9s.
b. Kerigma
• El kerigma proclamado por el evangelio de la actuación de Dios en la cruz y
resurrección de Cristo encuentra una respuesta en la homología de quienes
han aceptado en la fe este mensaje. Es declaración pública de la fe.

• En la confesión se proclama: este Jesús, de quien da testimonio la


predicación, es mi Señor, es nuestro Señor. En el culto divino se exclama:
«Señor Jesús», o bien: «Señor Jesucristo» . El «señorío» actual del Señor
crucificado y resucitado se realza por contraste con los llamados dioses y
señores que pudiera haber.

• Esta confesión lapidaria suena como una aclamación, con un tenor parecido
a aquella otra frase con la que todo judío confiesa su fe en el Dios de Israel
como el único Dios, Creador y Señor del mundo: «Escucha, Israel, tu Dios
es uno solo» .

• Esta exclamación se halla recogida también en la confesión cristiana


primitiva: «un solo Dios » .
c) Fórmulas de fe
• La fe, al confesar a Jesucristo como el Kyrios. Este contenido de la fe se
enuncia en fórmulas de fe, que casi siempre están redactadas en oraciones
de participio, en oraciones de relativo o en proposiciones introducidas por
hoti. Las más antiguas fórmulas de fe son breves y concisas: confiesan que
Dios ha resucitado a Jesús de entre los muertos

• El kerigma cristiano primitivo, recogido en la confesión de fe, se halla


compendiado en 1 Cor 15.3-5 en expresiones formuladas con esmero, y que
Pablo cita como evangelio que él ha recibido ya por tradición.

• Para fundamentar este contenido del evangelio se alude a las Escrituras, que
testifican la verdad de esta proclamación que sirve de base a la fe.
Contenido de la fe
• El contexto que sigue inmediatamente a 1Cor 15,5-5 muestra que Pablo no se
sentía servilmente vinculado al texto de una «fórmula sagrada», sino que más
bien completaba la tradición y con ello la interpretaba
• Ahora bien, este evangelio se hace público y se divulga a través de las
distintas formulaciones que desarrollan el contenido de la fe
• Tanto la forma como el contenido de la expresión hacen resaltar que se trata de
una formulación judeocristiana. El Jesús terreno era Hijo de David; ahora
bien, su filiación davídica queda exaltada por la filiación divina en la que el
Resucitado está instituido (Sal 2,7).
• Sin embargo, con la comunidad helenística Pablo afirma que no sólo el
Resucitado, sino que ya el Jesús terreno (Rom 8,32) y el Cristo preexistente
(Gal 4,4) es Hijo de Dios. De ahí que Pablo interprete la tradición haciendo
preceder las siguientes palabras: «sobre su Hijo», y añadiendo al final:
«Jesucristo, Señor nuestro».
• Así, pues, al principio y al fin de las formulaciones judeocristianas se hallan
los dos títulos de majestad cristológica, Hijo y Señor, a los que por su
situación se les da especial realce.
2. Himnos cristianos
primitivos
a. Himno, Cristo como Señor
Y cantaron salmos cristianos (1 Cor 14,26). Tales himnos se citan íntegra o parcialmente en las cartas
del Nuevo Testamento. En el Ap el autor, siguiendo el modelo de los primitivos cánticos cristianos,
formuló a su vez himnos para cantar las alabanzas de los redimidos por la «salvación».
Lo mismo que la confesión de fe, el himno se refiere al acontecimiento Cristo, pero no habla de él a
la manera escueta con que lo hace la fórmula de fe, sino que habla con expresiones más prolijas
acerca del acontecimiento, que a veces se describe también como un proceso dramático.
Los himnos están estructurados casi siempre en estrofas y su estilo es la locución elevada de la prosa
hímnica, aunque no tienen el ritmo de una versificación estricta.
b. Himno en honor a Cristo (Fil 2, 6-11)
• El carácter prepaulino del himno, cuyo comienzo se reconoce fácilmente por «el cual» (hos) del v. 6, queda demostrado claramente por su
terminología y las expresiones «no se aferró a la categoría de Dios» no aparecen en otros pasajes paulinos. San Pablo emplea algunas
veces kenoun; sin embargo, lo hace siempre malo sensu, y en sentido activo únicamente en 1 Cor 9,15; ahora bien, en nuestro pasaje
kenoun se emplea en un enunciado positivo.

• Schéma no vuelve a aparecer sino en 1 Cor 7,31; no tiene paralelos doulos empleado para designar el ser del hombre; tapeinoun se
utiliza también en 2 Cor 11,7; 12,21, pero aplicado a las relaciones del Apóstol con la comunidad (véase también Flp 4,12). Hiperypsoun
no vuelve a aparecer nunca más en Pablo; charizesthai, en los restantes pasajes paulinos, significa «perdonar» (Rom 8,32; etc.); es
también singular lo de to onoma hyper pan onoma porque en otras partes se dice: onoma tou Kyriou, o bien Iésou Christou, etc. (1
Cor 1,2.10; 5,4; 6,11; etc.).

• El himno está dividido en dos estrofas. Los vv. 6-8 tratan de la humillación del Cristo preexistente, que tomó la figura de siervo y fue
obediente hasta la muerte. En los w . 9-11 se habla de la exaltación de Cristo, a quien Dios concedió el nombre que está sobre todo
nombre, de tal suerte que el cosmos entero aclama: «¡Jesucristo es Señor!». Ahora bien, dentro del esquema de la humillación y
exaltación, Pablo introdujo la enfática adición «muerte en cruz» (al final del v. 8) y con ello insertó su teología de la cruz.

• Se cita este primitivo himno cristiano para mostrar a la comunidad lo que quiere decir phronein en Christo, vivir en el ámbito en que
reina el Kyrios (v. 5).
c. Variedad de enunciados
• En estos versículos aparecen muchos conceptos que no vuelven a aparecer o que aparecen con
significaciones distintas en Colosenses o en todo el corpus paulinum
• En el Nuevo Testamento, el término horatos (visible) sólo se emplea en este lugar, y aoratos
(invisible) se emplea raras veces pero nunca por contraposición a horatos.
• Así, pues, tanto el lenguaje como el estilo señalan que este fragmento es un texto hímnico que
fue tomado de la tradición. Con una solemne introducción se exhorta a la alabanza se hallan
estructurados en dos estrofas, cada una de las cuales comienza con hos estin
• El himno ensalza a Cristo como el Señor de la creación y de la reconciliación. Sin embargo, el
autor de Colosenses no recogió el himno sin introducir cambios, sino que lo interpretó en el
sentido de la teología paulina
• Al final de la primera estrofa, la expresión kephalé tou sámalos (cabeza del cuerpo) se
entiende originalmente en sentido cosmológico; soma (cuerpo) significa el cosmos dilatado
por todo el universo, el cosmos cuya cabeza es Cristo. Sin embargo, por medio de la adición
tés ekklésias (la Iglesia) se confiere al enunciado significación eclesiológica: Cristo es Señor
del cosmos, pero su señorío universal lo ejerce él actualmente en la Iglesia
• El culto divino, en el que tenían lugar fijo la predicación, la confesión de fe
y los himnos, se celebró al principio en formas espontáneas y bastante
diferenciadas. En los círculos judeocristianos siguió actuando la tradición
Tradición litúrgica sinagogal, como vemos por la aceptación de determinadas expresiones
a. El culto divino litúrgicas: amén, aleluya, así como también por el empleo de formas fijas
de oración (padrenuestro). En las comunidades cristianas de procedencia
gentílica eran corrientes fórmulas más libres y espontáneas, como vemos
por los rasgos entusiásticos del culto divino de la comunidad de Corintios

• Por la primera carta a los Corintios vemos que, con frecuencia, la


proclamación de la palabra iba seguida por la Cena del Señor. La carta del
Apóstol termina con frases litúrgicas que servían de introducción a la
celebración de la eucaristía
• está determinada por la tradición sobre la última cena de Jesús, tradición conforme a la cual debe proceder la
comunidad

b. La cena del • Cuando la comunidad, reunida en el nombre de Cristo, come —según sus palabras— el pan partido y bebe
del cáliz y proclama así solemnemente la muerte del Señor, entonces la comunidad experimenta la actuación
Señor presente de Cristo, que se entregó a la muerte en favor de todos y que congrega a los suyos en la comunidad
de la alianza escatológica.
• Puesto que en la expresión cristiana primitiva, citada por Pablo, el tema de la remisión de los pecados tenía
especial significación, creemos que su «situación original» estaba en la Cena. Pero podría pensarse también
en el bautismo.
c. Culto
baustismal
• Señala un buen número de frases litúrgicas que
hallamos en las cartas del Nuevo Testamento; por
ejemplo, 1 Cor 6,11: «habéis sido lavados-santificados-
justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el
Espíritu de nuestro Dios».
• El bautismo se realiza en el nombre del Kyrios; el
recién bautizado es entregado al Señor como
propiedad suya. Es bautizado «en Cristo» e integrado
con ello en el «cuerpo de Cristo» .
• Según la formulación —más extensa— de Mt 28,19, el
neófito es bautizado «en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo».
• En la celebración del bautismo se pronuncia la
homología «el Señor Jesús» y se cantan himnos a
Cristo como los de Flp 2,6-11; Col 1,15-20.
• Por medio del bautismo se funda la nueva creación, en
la que el creyente vivirá de ahora en adelante «en
Cristo».
• Al comienzo de las cartas encontramos a veces doxologías: «Bendito sea el Dios y Padre
de nuestro Señor Jesucristo» se hallan incluso en el interior de un texto así que después

Doxologías de «Cristo según la carne» tiene que haber dos puntos de separación; la doxología se
refiere, por consiguiente, a Dios). Además de los giros de «bendito sea» se emplean
también frecuentemente las expresiones asociadas con doxa (gloria): «a él la gloria por
los siglos »

• En los textos más antiguos estas proposiciones están referidas siempre a Dios. Pero en los
más recientes las hallamos referidas también a Cristo, como vemos en 2 Tim 4, 18: «el
Señor me rescatará»-«a él la gloria por los siglos de los siglos, amén».

• En esta breve frase se contraponen entre sí los conceptos: «gloria / paz - en las alturas / en
la tierra - a Dios / a los hombres en quienes él se complace». Cuando a Dios en las alturas
se le tributa honor y alabanza, entonces la paz escatológica llega sobre los hombres del
beneplácito, es decir, sobre los miembros de la comunidad de la salvación escatológica, a
los que él ha escogido para sí
Tradición parenética
• La parénesis, es decir, la exhortación a llevar una conducta justa, se halla intensamente determinada en todo el mundo
por la tradición. Así, por ejemplo, los primeros cristianos enlazaban con los temas tradicionales, especialmente con la
sabiduría proverbial del Antiguo Testamento y con las enseñanzas morales de la filosofía helenística popular. Del rico
tesoro de la experiencia se toma todo lo que parece útil para la instrucción de la comunidad, conforme a aquel principio:
«Todo cuanto hay de verdadero de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, cualquier virtud o mérito que haya,
eso tenedlo por vuestro»
Catálogos de virtudes y
vicios
• Aparecen con trecuencia en las partes exhortativas de las cartas del Nuevo
Testamento. Se contraponen acciones que hay que evitar y tareas que
deben cumplirse, o bien listas de personas que han obrado mal y
enumeraciones de otras que se? han portado rectamente. Estas series no se
han creado ad hoc, sino que se han recogido de la tradición parenética.
Catálogos parecidos se hallaban difundidos en la filosofía popular de tipo
cínico y estoico. Y desde allí llegaron también a la sinagoga helenística.
Por otro lado, el judaismo palestinense conoce también listas —a modo
de catálogos— que reseñan diversas acciones rectas y acciones malas
• Por consiguiente, las virtudes o vicios que se enumeran no nos ofrecen
información alguna sobre la situación de la comunidad correspondiente,
sino que la tradición recibida pretende informar, a la manera de un
catecismo, sobre lo que se debe hacer y lo que se debe evitar. A fin de
actualizar la tradición, es frecuente realzar tal o cual concepto del
catálogo. Así, por ejemplo, vemos que en Rom 1,29 el término adikia
(injusticia) se halla puesto enfáticamente al principio, en relación íntima
con 1,18: el juicio de Dios cae sobre toda «impiedad» e «injusticia»
b. Haustafeln
• Las cartas del Nuevo Testamento ofrecen enumeraciones en las que se va
interpelando sucesivamente a las distintas clases o estados de la comunidad:
mujeres-hombres, hijos-padres, esclavos-amos.
• El contenido de las «recomendaciones familiares» se basa ampliamente en
la tradición. La filosofía helenística popular ofrecía enseñanzas para los
hombres en las distintas situaciones de la vida en que se hallaran, y les decía
cuáles eran sus correspondientes obligaciones. Tales enseñanzas se daban
también en la sinagoga helenística, pero describiéndose el comportamiento
moral como el hecho de vivir según la Ley.
• Las comunidades cristianas enlazan con esta costumbre, pero desarrollan el
carácter de las exhortaciones y las convierten en preceptos que tienen
validez «en el Señor». Con esto se había obtenido al mismo tiempo una
norma crítica para discernir qué tradiciones podían aceptarse o bien debían
modificarse. La exposición de los temas parenéticos presentaba
intuitivamente cómo debía ser en la vida cotidiana la obediencia al Kyrios.
c. Recto comportamiento
• Las tradiciones sapienciales, que se compilaron en series de sentencias,
transmiten un rico tesoro de experiencia. Tales sentencias, acrecentadas
con enunciados tomados de la filosofía popular y de la tradición cristiana
de los «logia» —la cual tiene muchos paralelos en el Sermón de la
Montaña—, quedaron recopiladas en la carta de Santiago, que las recoge
en forma de catecismo (cf. pp. 222ss). El comportamiento del cristiano en
el mundo tenía que ser un comportamiento acrisolado, principalmente en
relación con las autoridades estatales
• Se trata, por consiguiente, de una tradición precristiana, de una tradición
que halló cabida en las instrucciones dadas a la comunidad. Tan sólo el
contexto hace que esta tradición quede recogida en la doctrina cristiana.
Toda la parénesis de la carta a los Romanos se halla presidida por la idea
de que el culto cristiano hay que realizarlo en medio del vivir cotidiano en
el mundo
d. Catálogo de obligaciones
• Nos indican en las cartas pastorales cuáles son los deberes que un
ministro tiene que cumplir o cuáles son las condiciones con que
debe contar .Estos catálogos se basan ampliamente en la
tradición.

• Con esquemas parecidos se enumeraban en el ambiente


helenístico las cualidades y obligaciones que correspondían a un
stratégos, que desempeñaba un alto cargo político o militar.

• Este esquema se recogió luego en la ordenación eclesiástica y


quedó modificado de manera que contuviera los requisitos que
deben exigirse a los ministros que desempeñan funciones en las
comunidades.
d. Conjunto fijo de
tradición parenética
• Se recopiló lo que podía ser de utilidad para la instrucción y enseñanza
de la comunidad.
• Abarca los siguientes temas: la conversión desde las obras muertas, la
fe en Dios, la doctrina sobre los bautismos, la imposición de manos, la
resurrección de los muertos y el juicio eterno. En esta enumeración
vemos claramente cómo se seguía el modelo de la misión
helenísticojudía entre los gentiles. Conjuntos doctrinales más extensos
los tenemos en los llamados «catecismos de los dos caminos»
• En el Nuevo Testamento no encontramos aún fragmentos tan
extensos. Sin embargo, la parénesis hace referencia frecuentemente a
conjuntos de instrucción moral tal como se enseñaban por doquier en
las comunidades
• En esas secciones no se dan instrucciones, suscitadas por
determinados casos que hubieran sucedido o por consultas hechas por
las comunidades, sino que se desarrolla sencillamente un tema
tradicional, para mostrar a la comunidad lo que tiene validez
permanente y de qué manera debe ella comportarse.
• Durante los cuatro primeros siglos de
nuestra era, la tradición oral de la Torah
TRANSMISION ORAL por parte de los rabinos judíos adquirió
un enorme desarrollo. Pero seguía siendo
transmitida oralmente. Si nos
preguntamos cómo era posible que se
conservara y se transmitiera oralmente un
conjunto de textos de dimensiones tan
enormes, habremos de considerar
necesariamente los métodos pedagógicos
y la técnica empleada por los rabinos en
la transmisión oral. Indicaré aquí
brevemente algunos de los aspectos
característicos de dicha instrucción oral.
Los datos específicos más antiguos se
remontan a los años siguientes a la caída
del Templo (año 70 d. C.) y a la
destrucción de Jerusalén (año 135 d. C).
Pero, en lo esencial, los métodos a que
hacen referencia dichos datos son,
evidentemente, antiquísimos.
1. Memorización
• Olvidamos con demasiada facilidad que se trata de
una técnica pedagógica muy antigua. Antes de que
el arte de la escritura se generalizara, la
memorización era la única forma de conservar una
frase o un texto. Y este método primitivo demostró
ser muy consistente.
• Entre los maestros judíos de la antigüedad se
observa que la práctica totalidad de los
acontecimientos importantes se aprendía en forma
de dichos o de textos que se imprimían en la
memoria, de forma que se llegaban a saber de
corrido.
2. Texto y comentario • El estudio metódico se divide en dos
tiempos:
• a) el aprendizaje del texto
• b) el esfuerzo requerido para comprender
el significado del texto: análisis,
comentario, exposición.
• Como todos sabemos, aprender un texto y
entender un texto son dos cosas
diferentes, del mismo modo que la
memoria es diferente de la inteligencia.
Para poder comentar un texto escrito,
primero habrá que escribirlo. Lo mismo
puede decirse de la tradición oral. Antes
que nada, un texto oral debe ser, por así
decirlo, escrito en la memoria del
estudiante; y sólo después se podrá
comenzar a interpretar.
3. Derek qesarah • Es importante que los maestros hablen de un
modo conciso e incisivo. Deben evitar la
verbosidad y la palabrería. Si desean
imprimir su sabiduría en las mentes de los
estudiantes deberán expresarse en términos
concisos. Los rabinos solían decir que hay
que enseñar siempre del modo más breve
posible (en hebreo, derek qesarah). Durante
muchos siglos, los maestros de sabiduría en
Israel cultivaron el arte de dominar su
lengua. "Sean pocas tus palabras", dice el
Eclesiastés (5, 2), y al decirlo no pensaba
sólo en la oración o en la conversación, sino
también en la enseñanza. Los rabinos
conservaron celosamente esta tradición.
"Más vale un grano de pimienta picante que
un cesto de pepinos" solían decir.
4. Recurso didácticos y • Los maestros usaban, además, diversos
recursos didácticos y poéticos como,
poéticos por ejemplo, las formulaciones
pintorescas o intencionadas, la
aliteración y la asonancia, las frases
rítmicas, el paraüelismus membrorum
(paralelismo de los miembros de una
frase), la construcción simétrica de las
frases, etc. Tales recursos poéticos,
naturalmente, no se utilizaban sólo para
facilitar la memorización de sus
manifestaciones, aunque en la práctica
también servían a este propósito. Es
más fácil recordar la poesía que la
prosa, las frases rítmicas que las no
rítmicas, las formulaciones pintorescas
que las vulgares, las expresiones bien
construidas que las desordenadas.
5. La repetición • La repetición, en este contexto, es algo lógico y
natural. Los antiguos romanos solían decir que
la repetición es la madre de todo conocimiento.
La antigua pedagogía judía estaba
completamente de acuerdo con ello. Los
maestros repetían varias veces, palabra por
palabra, los puntos principales; después, los
estudiantes repetían esos mismos puntos una y
otra vez, hasta que los aprendían de memoria.
Los textos escritos se aprendían del mismo
modo: les eran enseñados machaconamente a
los estudiantes, hasta que éstos los
memorizaban.
• Nunca se queda ocioso en su casa, sino que se
sienta para repetir y meditar. Jamás anda de un
sitio para otro distraído u ocupado en
pensamientos mundanos, sino que recita y
medita mientras camina.
6. Recitado
• Cuando se leían y repetían los textos, no se
hacía en el tono de conversación normal,
sino rítmica y melodiosamente, como un
recitado. Las palabras eran semitonadas.
Antiguamente se leía en alta voz. Y lo
mismo ocurría con la repetición oral.
• Únicamente algunas instrucciones secretas
eran dichas en un tono bajo. Vemos, pues,
que en la transmisión de los textos el
mismo sonido de las palabras y el ritmo y la
melodía de las frases desempeñaban un
importante papel.
• Muchos maestros y
7. Arte de escribir estudiantes usaban también el
arte de escribir como una
ayuda para conservar
enseñanzas y tradiciones
importantes.
• La mayor parte de los
maestros judíos en los
primeros siglos de la era
cristiana sabían escribir.
• Pero sigue siendo difícil
determinar el papel que puede
haber desempeñado la
escritura en su enseñanza y en
su transmisión oral.
8. Contra el conocimiento • Los rabinos apenas mostraban interés por un
estudio que se limitara a un recitado machacón y
puramente mecánico. Eran muy conscientes de la
sin vida importancia de comprender y aplicar
personalmente lo que había sido impreso en la
mente de uno. Por eso libraban una enérgica
batalla contra el conocimiento sin vida.
Criticaban con humor e ironía a quienes habían
memorizado grandes cantidades de material de
textos sin entender siquiera lo que sus labios
recitaban
• Según los rabinos, un discípulo no debería ser un
receptor inanimado de tradición, sino que debería
penetrar dicha tradición, de modo que pudiera
entenderla e identificarse con ella. Sólo así podría
realmente vivir según la tradición, ser un buen
administrador de la misma y transmitirla a los
demás como por contagio. Un portador vivo de la
tradición debía ser como una antorcha encendida
por otra antorcha y que, a su vez, pueda encender
otras sucesivas antorchas
iii. Expansión
de la
Proclamación
Evangélica.
b) Formación literaria del Evangelio.
* Etapas: Proclamación - Kerigma.
1. Qué tipo de libros componen el NT
• Los primeros cristianos eran llamados «nazarenos» (Hch 24,5).
En el transcurso de un breve tiempo, sin embargo, cuando la
nueva fe se extendió fuera de Palestina, en concreto en Antioquía
de Siria, alguien inventó el nombre de «cristianos», derivado del
griego christós, que significa «ungido», «mesías». Así pues, los
primeros creyentes en Jesús eran denominados «mesianistas».
Eran por tanto un grupo o «secta» judía, que se diferenciaba de
los demás sólo porque afirmaba que Jesús, un crucificado, era el
mesías. Estas gentes no tenían al principio una «Biblia» propia,
sino que sus «sagradas Escrituras» eran las mismas que cualquier
otro grupo judío. Y en realidad no necesitaban más.
• En primer lugar, Jesús no escribió nada, ni tampoco ordenó a sus discípulos que
compusieran libros para conservar sus palabras. Segundo, los cristianos
primitivos no pensaban que estuvieran formando una nueva religión.
• Los creyentes en Jesús se consideraban más bien, lo mismo que los autores de
los manuscritos del mar Muerto, el verdadero Israel, continuador y
perfeccionador de la antigua y venerable religión de los antepasados. A ese
nuevo Israel se habrían de incorporar un cierto número de paganos determinado
por Dios y predicho por los profetas para constituir el Israel entero a la espera
del final de la historia.
• El nuevo grupo pensaba que los demás judíos habían abandonado de hecho la
Alianza con Dios, ya que rechazaban al mesías enviado. Y si Jos cristianos eran
el verdadero Israel, no necesitaban nuevas Escrituras.
• Por tanto, lo que hoy llamamos Antiguo Testamento era la única Biblia de (os
primeros nazarenos / cristianos. Poco a poco, sin embargo, en el seno de los
diversos grupos o iglesias, se generaron escritos internos y para uso interno.
• Luego se generaron otros textos que expresaban puntos de vista propios de la
nueva «secta» judía que se iba distanciando de la religión madre por la
radicalidad de sus convicciones religiosas sobre todo en torno a la figura y
misión de Jesús
2. Cómo se redactaban y difundían los
libros en la Antigüedad
• Los libros en la Antigüedad que nos afecta, el siglo I de nuestra era, no eran por
regla general escritos por sus autores directamente. El autor dictaba casi siempre
a un amanuense, ya de memoria, ya consultando notas o esbozos redactados en
pizarras, en maderas recubiertas de cera o en trozos de pergamino o papiro.
Como soporte físico de la escritura de libros y cartas corrientes se empleaba
normalmente el papiro. Sólo los ricos podían utilizar el pergamino, formado de
pieles de animales caros, como la vaca o la ternera, limpias o raídas del vellón,
bien estiradas y adobadas, hasta formar una superficie apta para la fijación de la
tinta. Los grupos cristianos más solventes económicamente utilizaron también
este materia!, sobre todo cuando el canon de sus Escrituras propias estaba ya
formado y se necesitaba difundir los textos que llevaban el marchamo de
sagrados.
• El papiro «se elabora a partir de los tallos de la planta de la que toma el nombre,
muy común en el antiguo Egipto. Se cortaba en tiras finas y se sobreponían unas
a las otras en capas cruzadas hasta formar largas tiras, que se enrollaban
formando lo que en latín se llamaba un volumen ('un rollo, algo enrollado'). Se
escribía generalmente por un lado, en varias columnas separadas por espacios,
que formaban los márgenes. Se escribía sobre las fibras horizontales ('recto'); al
enrollarse el volumen, éstas quedaban en la parte interior del rollo»
Gracias por su
atención!!!

También podría gustarte