TRIDUO A
San Nicolás de Tolentino
Patrono de las almas del purgatorio, predicador.
Fiesta: 10 de Septiembre
PRIMER DÍA
SEGUNDO DÍA
En el nombre del Padre y del Hijo….
ORACION INICIAL
: Huyan, temores vanos, huyan tormentas y sombras y
presagios de aflicción, pues surge Nicolás en Tolentino
con su mensaje de piedad y amor.
Donde antes imperaba la codicia, la justicia en la paz su
fruto dio, y los necesitados de la vida en Ti hallaron
celeste intercesor.
Tú, Nicolás de Tolentino, abriste una era de paz y de
perdón; como Cristo pasaste por la vida dando consuelo y
derramando amor.
Vuelve a decir palabras a los hombres y a recordar que
cristo nos amó y que la eterna Trinidad Santísima de la
Patria el camino nos abrió. Amen.
San Nicolás de Tolentino
SEGUNDO DÍA
Patrono de las almas del purgatorio, predicador. Un sueño hecho realidad
Fiesta: 10 de Septiembre
Con estos deseos de entregarse por entero a Dios, escuchó
en cierta ocasión un sermón, de un fraile o ermitaño de la
orden de San Agustín, sobre la vanidad del mundo, el cual lo
hizo decidirse a renunciar al mundo de manera absoluta e
ingresar en la orden de aquel santo predicador. Esto lo hizo sin
pérdida de tiempo, entrando como religioso en el convento del
pequeño pueblo de Tolentino. Nicolás hizo su noviciado bajo la
dirección del mismo predicador e hizo su profesión religiosa
antes de haber cumplido los 18 años de edad. Lo enviaron a
varios conventos de su orden en Recanati, Macerata y otros. En
todos tuvo mucho éxito en su misión. En 1271 fue ordenado
sacerdote por el obispo de Osimo en el convento de Cingole.
Su vida sacerdotal
Su aspecto en el altar era angelical. Las personas devotas se
esmeraban por asistir a su Misa todos los días, pues notaban
que era un sacrificio ofrecido por las manos de un santo.
Nicolás parecía disfrutar de una especie de anticipación de los
deleites del cielo, debido a las comunicaciones secretas que se
suscitaban entre su alma tan pura y Dios en la contemplación,
en particular cuando acababa de estar en el altar o en el
confesionario.
Como Patrono de las almas del Purgatorio Y entonces fray Peregrino le invitó a dirigir la
mirada a la gran llanura que daba a la ciudad de
Estando en Valmanente tuvo una visión que
Pésaro, toda ella rebosante de almas en pena que
da particular color a su fisonomía espiritual.
le pedían misericordia. Fray Nicolás tuvo lástima de
Una noche le despertaron las voces
aquellas pobres almas, y obtenido el conveniente
lastimeras de un alma del purgatorio: era la
permiso, celebró un septenario de Misas por los
de su pariente fray Peregrino de Osimo: "Te
difuntos, añadiendo grandes penitencias y ayunos
pido por favor que celebres la misa de
en sufragio de las ánimas. Al séptimo día, con
difuntos, para que me vea libre de las penas
nueva aparición, fray Peregrino le alegró con la
que padezco." Fray Nicolás, se excusó por ser
gran noticia: él y toda la multitud paciente, que
en la ocasión Hebdomadario, el encargado de
había visto, gozaban de la eterna gloria. Tal es el
la misa conventual, que debe celebrarse
origen del septenario de misas de San Nicolás,
según el rito de cada día.
aprobado por la Santa Sede, en sufragio de las
ánimas del purgatorio
Su ardor en el apostolado y en la oración
Durante los últimos treinta años de su vida, Nicolás vivió Los fieles estaban impresionados de ver sus
en Tolentino y su celo por la salvación de las almas poderes de persuasión y su espiritualidad tan
produjo abundantes frutos. Predicaba en las calles casi elevada por lo que tenían gran confianza en su
todos los días y sus sermones iban acompañados de intercesión para aliviar los sufrimientos de las almas
grandiosas conversiones. Solía administrar los en el purgatorio. Esta confianza se confirmó muchos
sacramentos en los albergues de ancianos, hospitales y años después de su muerte cuando fue nombrado el
prisiones; pasaba largas horas en el confesionario. Sus "Patrón de las Santas Almas".
exhortaciones, ya fueran mientras confesaba o cuando
El tiempo en que podía retirarse de sus obras de
daba el catecismo, llegaban siempre al corazón y dejando
caridad, lo dedicaba a la oración y a la
huellas que perduraban para siempre en quienes lo oían.
contemplación. Nicolás de Tolentino fue favorecido
También, con el poder del Señor, realizó innumerables con visiones y realizó varias sanaciones milagrosas.
milagros, en los que les pedía a los recipientes: "No digan
nada sobre esto. Denle las gracias a Dios, no a mí."
Lectura bíblica de la primera carta de San Pablo a los
Corintios 9, 24-27
Hermanos, ya saben ustedes que en una carrera todos
corren, pero solamente uno recibe el premio. Corran
ustedes de tal modo que reciban el premio. Todos los que
se preparan para competir en el deporte, evitan todo lo
que les pueda hacer daño. Y ellos lo hacen para ganar
como premio una corona de hojas de laurel, que no dura
nada; pero nosotros luchamos para recibir un premio que
dura para siempre. Por mi parte yo no corro a siegas; no
peleo como si estuviera dando goles al aire: Al contrario
yo castigo mi cuerpo y lo obligo a obedecerme, para no
quedar yo mismo descalificado después de haber
enseñado a otros.
Reflexión Agustiniana:
No nos entreguemos a los detalles del pasado ni nos
dejemos atrapar por las provocaciones del presente. No
hagamos como la astuta serpiente que se tapa sus oídos
con la cola. Que nada del pasado nos impida escuchar al
presente, y nada del presente, pensar en el futuro.
Movámonos con decisión hacia lo que nos espera.
(Comentario sobre los Salmos 66,10)
Oración de los fieles
Señor tu siervo San Nicolás de Tolentino mortificó su cuerpo para
alcanzar fortaleza de espíritu; enséñanos a morir a nosotros mismos
y a vivir en amor tuyo y de nuestros hermanos, especialmente de los
más necesitados. Roguemos:
Te rogamos, Señor
Señor, tú que prometiste el ciento por uno y la vida eterna a cuantos
abandonan todo para seguirte, haz que cumplamos con entusiasmo
y alegría las obligaciones contraídas en nuestra consagración
bautismal. Roguemos:
Te rogamos, Señor
Por las peticiones personales que queremos presentar al Señor…
Roguemos:
Te rogamos, Señor.
REZO
ORACIÓN FINAL
Te rogamos, Dios todopoderoso, que concedas a tu
Iglesia, jubilosa con la gloria de las virtudes y milagros de
San Nicolás de Tolentino, gozar, por su intercesión, de la
paz y unidad perpetuas. Por Cristo nuestro Señor. Amen