Ruidos que impiden escuchar al Espíritu
Santo y nos alejan de Dios
EL REPROCHE: Cuando le reprochamos a Dios lo
malo que nos pasa. Impide el dialogo con El.
EL RENCOR: Sin un corazón reconciliado con los
demás es difícil escuchar la voz de Dios.
LA ENVIDIA: Ese ruido silencioso que desconoce los
talentos dados por Dios.
EL MIEDO: Impide confiar en Dios. Incluso se cree que
no le importamos.
LAS PREOCUPACIONES: Absorben la atención
y generan inquietud.
LA DEBILIDAD: Se cree que la oración es ineficaz y
se decide no hacerla.
LA VANIDAD: Nos amoldamos a la frivolidad del
mundo, quemándonos en la superficie.
LA MEDIOCRIDAD: Nos acomodamos en nuestro
pecado y no avanzamos.
EL PASADO: El recuerdo de nuestros errores crea
inquietud, culpa y nos lleva a dejar de rezar.
LAS FANTASIAS: Una imaginación desbordada que
impide escuchar la voz de Dios.