Motivación y emoción
Morris, Ch. y Maisto, A (2009).
¿Qué saben ustedes del vínculo entre
motivación y emoción?
Definiciones
Un motivo es una necesidad o deseo específico que activa al organismo y dirige la
conducta hacia una meta. Todos los motivos son desencadenados por algún tipo de
estímulo: una condición corporal, como bajos niveles de azúcar en la sangre o
deshidratación; una señal en el ambiente, como un letrero de “Oferta”; o un sentimiento,
como la soledad, la culpa o el enojo. Cuando un estímulo induce una conducta dirigida a
una meta, decimos que ha motivado a la persona.
La emoción se refiere a la experiencia de sentimientos como el temor, la alegría, la
sorpresa y el enojo.
Por otro lado, a menudo una misma conducta surge de diferentes motivos o emociones.
Instinto Conducta innata, inflexible, dirigida a una meta que es característica de toda una
especie.
Pulsión Estado de tensión o activación que motiva la conducta.
Teoría de la reducción de la pulsión Teoría que afirma que la conducta motivada tiene la
finalidad de reducir un estado de tensión o activación corporal y regresar al organismo a la
homeostasis.
Homeostasis Estado de equilibrio y estabilidad en el cual el organismo funciona
efectivamente.
Pulsión primaria Una pulsión no aprendida, como el hambre, que se basa en un estado
fisiológico.
Pulsión secundaria Una pulsión aprendida, como la ambición, que no se basa en un estado
fisiológico.
Para la década de 1920 la teoría de los instintos empezó a perder terreno como explicación
de la conducta humana por tres razones:
1) la conducta humana más importante es aprendida;
2) la conducta humana rara vez es rígida, inflexible, inalterable y común a toda la especie,
como sucede con los instintos;
3) atribuir cada conducta humana concebible a un instinto correspondiente no explica
nada (por ejemplo, llamar “instinto antisocial” a la tendencia de una persona a estar sola
simplemente da nombre a la conducta sin identificar sus orígenes).
La pulsión
De acuerdo con la teoría de la reducción de la pulsión, la conducta motivada es un intento por
reducir este estado desagradable de tensión del cuerpo y regresarlo a un estado de homeostasis o
equilibrio.
Cuando tenemos hambre, buscamos comida para reducir la pulsión del hambre.
De acuerdo con la teoría de la reducción de la pulsión, las pulsiones se dividen en dos categorías.
Las pulsiones primarias no son aprendidas, se encuentran en todos los animales (incluyendo a
los humanos), y motivan la conducta que es vital para la supervivencia del individuo o de la
especie.
Los seres humanos, en particular, también son motivados por pulsiones secundarias, las cuales se
adquieren a través del aprendizaje.
Por ejemplo, nadie nace con una pulsión para adquirir gran riqueza, pero mucha gente es
motivada por el dinero.
Diferentes teorías
La teoría de la reducción de la pulsión no permite explicar las conductas de búsqueda de
emociones porque los buscadores de emociones no tratan de reducir la activación, sino
incrementarla.
La teoría de la activación sugiere que cada individuo tiene un nivel óptimo de activación
que varía de una situación a otra y en el curso del día. De acuerdo con esta teoría, la
conducta es motivada por el deseo de mantener el nivel óptimo de activación para un
momento dado.
La ley de Yerkes-Dodson lo plantea de esta manera: cuanto más compleja es la tarea,
menor es el nivel de activación que puede tolerarse sin que interfiera con el desempeño.
Incentivo Estímulo externo que instiga la conducta dirigida a metas.
Motivación intrínseca Deseo de realizar una conducta que surge a partir de la misma
conducta realizada.
Motivación extrínseca Deseo de realizar una conducta para obtener una recompensa
externa o para evitar un castigo.
Algunos teóricos evolutivos argumentan que la pulsión para buscar estados de alta
activación tiene una base evolutiva.
Otros teóricos advierten que los eventos externos al organismo también son importantes
para la motivación. Por ejemplo, los aromas de la pastelería nos incitan a comer, incluso si
acabamos de consumir una comida satisfactoria.
Motivación intrínseca y extrínseca
La motivación intrínseca se refiere a la motivación proporcionada por la actividad en sí
misma.
Ej: Los niños por lo regular trepan a los árboles, pintan con los dedos y juegan sólo por la
diversión que obtienen de la actividad misma.
La motivación extrínseca se refiere a la motivación que se deriva de las consecuencias de
la actividad.
Ej: el niño que estudia para una mesada.
Se pensaba que el hipotálamo ventromedial era el centro de saciedad porque, al ser
estimulado, los animales dejaban de comer, mientras que cuando era destruido los animales
comían al punto de la obesidad extrema.
Sin embargo, estudios más recientes han cuestionado esta simple explicación de
“encendido-apagado” para el control de la alimentación demostrando que también hay
otras áreas del encéfalo que participan (Winn, 1995).
Resulta que el encéfalo monitorea en la sangre los niveles de glucosa (un azúcar simple
que el cuerpo utiliza para obtener energía), grasas, carbohidratos e insulina. Los cambios
en los niveles de esas sustancias en la sangre señalan la necesidad de comida (Seeley y
Schwartz, 1997).
La investigación con ratones sugiere que un gen defectuoso podría provocar fallas en la
regulación del nivel de leptina en el encéfalo y ser al menos parcialmente responsable de la
obesidad. El reemplazo de esta hormona en los animales obesos da por resultado una
rápida pérdida de grasa corporal.
Algunas personas van directamente al refrigerador siempre que están deprimidas,
aburridas, ansiosas o enojadas. Otras pierden todo interés en la comida y en esas ocasiones
se quejan de que están “demasiado molestas para comer”.
La cultura también influye en lo que decidimos comer y en qué cantidad.
Trastornos:
“Cuando la gente me decía que parecía salida de Auschwitz [el campo de concentración
nazi], pensaba que era el mayor cumplido que podían hacerme.”
Anorexia nerviosa
1. Intenso temor a engordar que no disminuye a medida que progresa la pérdida de peso.
2. Alteración de la imagen corporal (por ejemplo, sentirse “gordo” a pesar de estar
escuálido).
3. Negativa a mantener un peso corporal en el nivel mínimo o por encima del que
corresponde a la edad y la estatura.
4. En las mujeres, la ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos.
Bulimia nerviosa
1. Episodios recurrentes de consumo excesivo de comida (consumo rápido de una gran
cantidad de comida, por lo regular en menos de dos horas).
2. Conductas inapropiadas recurrentes para tratar de impedir el aumento de peso, como el
vómito auto-provocado.
3. La ingestión excesiva y las conductas compensatorias deben ocurrir al menos dos veces
por semana durante tres meses.
4. La forma corporal y el peso influyen de manera excesiva en la autoimagen de la
persona.
5. Las conductas anteriores ocurren al menos algunas veces en ausencia de anorexia.
Aproximadamente entre el 1 y el 2 por ciento de todas las adolescentes sufren de bulimia
nerviosa (Gotesdam y Agras, 1995). La conducta de ingestión excesiva de comida por lo
regular empieza alrededor de los 18 años, cuando las adolescentes enfrentan el desafío de
nuevas situaciones. No es sorprendente que la residencia en las universidades se asocie con
una mayor incidencia de bulimia (Squire, 1983). El grupo socioeconómico en mayor riesgo
de bulimia (una vez más, en especial las mujeres de clase media alta y alta) está
profusamente representado en las universidades.
La dismorfia muscular es una preocupación obsesiva por el tamaño de los músculos.
Obesidad
Los niños nacidos de dos padres obesos tienen una probabilidad siete veces mayor de
volverse obesos que los niños nacidos de padres con peso normal.
Incluso los niños que tienen sobrepeso muestran mayores tasas de problemas de conducta
que incluyen agresión, falta de disciplina, inmadurez, ansiedad y depresión en
comparación con sus pares de peso normal (Yang y Chen, 2001).
Sexo
El sexo es la pulsión primaria que motiva la conducta “reproductiva”.
Los seres humanos pueden sentir excitación sexual en cualquier momento.
Los varones adultos que han sido castrados (lo que provoca un decremento significativo en los
niveles de testosterona) a menudo reportan poco decremento en la pulsión sexual (Persky, 1983).
Muchos animales secretan sustancias llamadas feromonas que promueven la disposición sexual
en parejas potenciales.
Hay personas que permanecen indiferentes ante una película pornográfica explícita, pero que se
excitan con una historia romántica, mientras que otras responden de la manera opuesta.
Las ideas acerca de lo que es moral, apropiado y placentero también influyen en nuestra
conducta sexual.
Actividad homosexual muy frecuente en todas las especies observadas.
¿Por qué son agresivas las personas?
Motivos de estímulo, incluyen la curiosidad, exploración, manipulación y contacto; y nos
empujan a investigar, y a menudo a cambiar, nuestro ambiente.
En lo que concierne a la gente, el término agresión abarca todas las conductas que
pretenden causar daño físico o psicológico a los demás.
Freud consideraba que la agresión es una pulsión innata, similar al hambre y la sed, que se
acumula hasta que es liberada. En su opinión, una función importante de la sociedad es
canalizar la pulsión agresiva por vías constructivas y socialmente aceptables, como los
deportes, el debate y otras formas de competencia.
Alguna evidencia demuestra que el dolor puede en realidad instigar la conducta agresiva.
Por ejemplo, en un experimento, un par de ratas recibieron descargas eléctricas a través del
piso enrejado de su jaula; de inmediato se atacaron entre sí.
La frustración sólo parece generar agresión en personas que han aprendido a ser agresivas
como una forma de afrontar las situaciones desagradables (Bandura, 1973).
¿Género?
Motivo de logro La necesidad de destacar, de superar obstáculos.
Motivo de afiliación La necesidad de estar con otros.
Competitividad
La competitividad también frena el logro en otros grupos de gente, incluyendo a personas
de negocios, estudiantes de primaria y científicos.
Para empezar, el motivo de afiliación se activa cuando la gente se siente amenazada. Las
señales que indican peligro, como la enfermedad o la catástrofe, parecen incrementar
nuestro deseo de estar con otros (Rofe, 1984).
Cuando las ratas, monos o humanos se encuentran en situaciones que producen ansiedad,
la presencia de un miembro de la misma especie que permanece tranquilo reducirá el temor
de los ansiosos.
Jerarquía
Hace varios años, Abraham Maslow (1954), un psicólogo humanista, dispuso los motivos
en una jerarquía de este tipo, de los más bajos a los más altos. Los motivos inferiores
surgen de las necesidades corporales que reclaman satisfacción. Conforme avanzamos en
la jerarquía de necesidades de Maslow, los motivos tienen orígenes más sutiles: el deseo de
vivir con tanta comodidad como sea posible, tratar en forma óptima con otros seres
humanos y causar la mejor impresión posible en los demás. Maslow creía que el motivo
más alto en la jerarquía es la autorrealización, definida como la pulsión de realizar todo
nuestro potencial.
Robert Plutchik (1980) propuso que existen ocho emociones básicas: temor, sorpresa,
tristeza, repugnancia, enojo, expectativa, alegría y aceptación.
La mayoría de los investigadores usan cuatro criterios para identificar las emociones
primarias (vea Plutchik, 1994). La emoción debe:
1) ser evidente en todas las culturas;
2) contribuir a la supervivencia;
3) estar asociada con una expresión facial distinta;
4) ser evidente en primates no humanos
Teorías de la emoción
De acuerdo con la teoría de James-Lange, los estímulos del ambiente causan cambios
fisiológicos en nuestro cuerpo que interpretamos como emociones.
La Teoría de Cannon-Bard Afirma que la experiencia de la emoción ocurre al mismo
tiempo que los cambios biológicos.
La Teoría cognoscitiva Afirma que la experiencia emocional depende de la percepción o
juicio de la situación en que uno se encuentra.
Aunque las teorías cognoscitivas de la emoción tienen mucho sentido, algunos críticos
rechazan la idea de que los sentimientos siempre surgen de cogniciones.
Otro desafío directo a la teoría cognoscitiva afirma que las emociones son experimentadas
sin la intervención de la cognición.
Comunicación no verbal
Muchas expresiones faciales son innatas, no aprendidas (Ekman, 1994; Goldsmith, 2002).
Los niños que nacen sordos y ciegos usan las mismas expresiones faciales que otros niños
para expresar las mismas emociones.
Género:
En un estudio, cuando hombres y mujeres vieron descripciones de personas que sufrían, los
hombres mostraron poca emoción mientras que las mujeres expresaron sentimientos de
preocupación por quienes sufrían (Eisenberg y Lennon, 1983). Sin embargo, las medidas
fisiológicas de activación emocional (como el ritmo cardiaco y la presión sanguínea)
revelaron que los hombres del estudio estaban tan afectados como las mujeres.
Cultura : Por ejemplo, el inglés tiene muchos términos para la emociones centradas en
uno mismo (enojo, tristeza), mientras que el japonés tiene muchos términos para las
emociones centradas en otros (compasión, empatía) (Markus y Kitayama, 1991).
Esta diferencia recuerda la orientación predominantemente individualista de la mayoría de
las culturas angloparlantes y la orientación colectivista de la cultura japonesa. Las
emociones de la gente en las culturas colectivistas también tienden a ser de menor duración
que las de los individualistas (Markus y Kitayama, 1991). Por ejemplo, universitarios
estadounidenses dijeron experimentar emociones que duraban más, eran más intensas y
eran acompañadas por más síntomas corporales que las emociones reportadas por los
estudiantes japoneses (Matsumoto, Kudoh, Scherer y Wallbott, 1988).
Reglas de revelación Reglas específicas a la cultura que rigen cómo, cuándo y por qué son
apropiadas las expresiones de emoción.
La norma japonesa dice “No manifieste una intensa emoción negativa en presencia de una
persona mayor de respeto”.