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Trastornos Cardiovasculares en Ancianos

Los trastornos cardiovasculares son comunes en personas mayores y se deben a cambios relacionados con la edad en el corazón y los vasos sanguíneos. Estos cambios incluyen hipertrofia ventricular izquierda, aumento de colágeno y calcificación de las válvulas cardíacas. Las arterias también se vuelven más rígidas con placas de ateroma. Estos cambios conducen a una menor reserva cardíaca y mayor riesgo de enfermedades como la cardiopatía isquémica, las arrit
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Trastornos Cardiovasculares en Ancianos

Los trastornos cardiovasculares son comunes en personas mayores y se deben a cambios relacionados con la edad en el corazón y los vasos sanguíneos. Estos cambios incluyen hipertrofia ventricular izquierda, aumento de colágeno y calcificación de las válvulas cardíacas. Las arterias también se vuelven más rígidas con placas de ateroma. Estos cambios conducen a una menor reserva cardíaca y mayor riesgo de enfermedades como la cardiopatía isquémica, las arrit
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Trastornos Cardiovasculares

Práctico
Introducción
La patología cardiaca es la causa mas frecuente de morbilidad y mortalidad entre la
población anciana. El aparato cardiovascular sufrirá con el paso del tiempo una serie
de modificaciones propias del envejecimiento, afectando su morfología y
funcionamiento, con la consiguiente repercusión en la capacidad funcional.
En cuanto al ventrículo izquierdo, se produce hipertrofia de su pared libre, junto con
un aumento del colágeno y sustancia amiloide., así como de lipofuscina, que
provocaran un aumento de la rigidez de las paredes cardiacas.
Con la edad, aumenta el tamaño de la aurícula izquierda, asociándose la dilatación de
las otras cavidades a procesos patológicos.
Las válvulas cardiacas se calcifican, principalmente la válvula aortica.
Con respecto al sistema cardionector, hay perdida de fibras a todos los niveles.
Las paredes arteriales se vuelven mas rígidas, apareciendo en su luz
placas ateromatosas, dificultando la irrigación sanguínea, mas común en
las arterias coronarias (No se manifiesta clínicamente en la mayoría de los
casos).
La arteria aorta se alarga y dilata por afectación del colágeno.
Los hábitos cada vez mas sedentarios de los ancianos llevaría a una
disminución importante de la capacidad de reserva funcional cardiaca, a
pesar de haberse comprobado que aquellos individuos de edad avanzada
que mantienen actividad física cuentan con el doble de la capacidad de
trabajo.
Con la edad se va a producir un enlentecimiento del llenado ventricular
izquierdo al principio de la diástole, que se verá compensado en la fase
posterior de la diástole por una contracción más enérgica de la aurícula
(4.º tono cardíaco); esto corrige el volumen cardíaco en reposo.
Con la edad va a aumentar la rigidez arterial, lo que provocará un
aumento de la PAS, que cuando sobrepase la capacidad de compensación
del VI, debido al aumento de la poscarga ventricular, disminuirá la
fracción de eyección cardíaca.
La FC en reposo no se modifica con la edad
Cardiopatía Isquémica
Es una enfermedad que se caracteriza por la disminución del aporte de O2 al músculo cardíaco y que
clínicamente se manifiesta por isquemia, angina o infarto de miocardio.
La primera manifestación puede ser una IC, en ocasiones en ausencia de dolor; producidos en muchos
casos por el estrés mental y por el ejercicio físico, y solamente serían detectados al observarse un
desnivel isquémico en el segmento ST a la prueba de esfuerzo y en el ECG de Holter. Sin embargo, en
otras ocasiones la crisis isquémica se manifiesta clínicamente de forma atípica mediante un cuadro de
disnea súbita, agitación, síncope o simplemente náuseas y vómitos.
Son complicaciones de la cardiopatía isquémica las arritmias y la IC, el shock cardiogénico, el aneurisma
ventricular y, sobre todo, la afectación de la calidad de vida y de la independencia del paciente.
En algunas ocasiones deberemos hacer un Dx diferencial, como pueden ser la esofagitis por reflujo,
manifestada por crisis de dolor retroesternal, en general en relación con la postura; la embolia pulmonar,
en la que podremos observar a la auscultación la afectación del territorio pulmonar; la costocondritis,
con dolor a la palpación de la región inflamada, o la pericarditis, manifestada por el roce pericárdico a la
auscultación.
Arritmias
Son trastornos o irregularidades del ritmo cardíaco, relativamente frecuentes en los ancianos, que se
van a producir por un trastorno, del automatismo cardíaco o de la conducción del impulso eléctrico.
Con el envejecimiento se van a producir modificaciones de tipo degenerativo en el nodo sinusal (nódulo
de Keith-Flack), que pueden hacer que pierda su papel de marcapasos cardíaco dominante, apareciendo
otras zonas miocárdicas como marcadores del ritmo (enfermedad del seno).
La arritmia más frecuente en los ancianos afectos de cardiopatía de base es la fibrilación auricular. En
ella se observa la pérdida de actividad sinusal, con la aparición de pequeñas ondas irregulares «f» a una
frecuencia de 350-600 sístoles/minuto y una respuesta ventricular desacompasada. Esta arritmia puede
ser de presentación paroxística, con aparición y terminación de manera brusca, o estable crónica, más
fácil de detectar.
Los bloqueos auriculoventriculares son retrasos o fallos en la conducción del estímulo eléctrico desde la
aurícula al ventrículo.
Insuficiencia Cardiaca
Podríamos definirla como aquel estado en el que el corazón es incapaz de satisfacer la demanda
periférica de O2, debido a alguna alteración en su funcionamiento, que puede provocar una insuficiencia
cardíaca (IC) anterógrada con disminución del volumen de expulsión, o retrógrada con tendencia al
estasis sanguínea, bien en el territorio pulmonar (IC izquierda), bien en el territorio venoso (IC derecha).
Las causas las podemos clasificar en:
•Alteraciones primarias de la contractibilidad cardíaca, que aparecen fundamentalmente en las
arritmias, las isquemias miocárdicas, las miocardiopatías, el abandono de la medicación o las infecciones
cardíacas.
•Sobrecargas crónicas de presión o de volumen, como ocurre en las valvulopatías o en la HTA.
•Restricción del llenado diastólico del corazón, como ocurre en la pericarditis constrictiva, estenosis
mitral o el taponamiento cardiaco.
•Causas extra cardíacas: anemias, hiper o hipotiroidismo, embolia pulmonar o entre otras.
En la ICI aislada se produce un aumento de la tensión en el lecho
capilar pulmonar; por eso, sus síntomas principales dependen de
la HTP y se manifiestan en forma de disnea, mientras que la ICD
se manifiesta por signos de congestión venosa, aumento de la
presión yugular, edemas y afectación hepática, junto con la
disminución la fracción de eyección. Así pues, la IC es un síndrome
caracterizado por una alteración en el funcionamiento cardíaco,
provocando déficit de la irrigación, pudiendo ser de tipo agudo o
crónico.
El primer síntoma de la IC crónica en el anciano es el cansancio y
el edema de los MMII o claudicación en la derecha, mientras que
en la izquierda los síntomas se refieren en primer lugar al aparato
respiratorio, disnea e insuficiencia respiratoria.
Hipertensión Arterial
La OMS define a la HTA a la elevación persistente de la tensión arterial, en ausencia de Tto
antihipertensor.

Algunos autores dicen que en el anciano es necesario un incremento de la TA para mantener la perfusión
de los tejidos, y otros, por el contrario, hablan de un incremento del riesgo vascular al igual que en los
individuos más jóvenes. En todo caso, se aceptan como HTA definida las cifras de tensión sistólica
superiores a 160 mm Hg y de tensión diastólica superiores a 90-95 mm Hg.

El problema que acarrea la hipertensión en estos grupos de edad es muy importante, ya que sabemos
que los ACV son tres veces más frecuentes entre las personas mayores, sin olvidarnos de otros territorios
que también se ven afectados: riñón y territorio vascular periférico principalmente.
A la hora de evaluar a un paciente anciano afecto de HTA, lo más
importante sería valorar la repercusión de unas cifras elevadas de
TA sobre los diferentes órganos.
Pueden quejarse de cefaleas, epistaxis y acúfenos, o síntomas de
afectación cardíaca del tipo de la taquicardia, palpitación o
extrasístoles.
El Dx se basa en el registro, al menos en tres ocasiones distintas,
de valores superiores a los normales.
Será necesario actuar de nuevo sobre los factores de riesgo,
modificando los factores ambientales, ajustando la ingesta
calórica para asegurar un balance energético adecuado,
reduciendo la ingesta de grasa total, realizando ejercicio físico,
disminuyendo el consumo de sal y alcohol.
Factores de riesgo cardiovascular
Contamos con 3 principales:
• La HTA.
•El tabaquismo.
•El colesterol elevado.
Los estudios de Framingham han demostrado que la PAS es el
factor de riesgo más importante entre las personas mayores de 45
años y que junto con el colesterol (LDL) lesionan el endotelio de
las arterias, aumentando el depósito de lípidos en ellas, mientras
que el tabaco favorece la actividad plaquetaria junto a la pared
arterial, teniendo por tanto poder trombótico.
Podríamos añadir:
•El alcoholismo.
•La vida sedentaria y falta de ejercicio.
•El sexo masculino.
Valoración diagnostica
1) Calidad de vida anterior.
2) Medida de la tensión arterial. En ambos brazos para descartar
afectación de la arteria subclavia, ayudándose de la palpación
del pulso radial.
3) Electrocardiograma. Las alteraciones del trazado
electrocardiográfico mas encontramos son:
a) Ergometría: tener en cuenta que su capacidad aeróbica es
menor, así como su capacidad de realizar ejercicio.
b) Rx de Tórax. La calcificación del botón aórtico es visible en el
30% de los pacientes.
c) Ecocardiografía. Permite distinguir el engrosamiento de las
valvas de las válvulas mitral y aortica.
d) Angiografía coronaria. Consiste en la inyección de sustancia
radio opaca a través de una arteria periferia y registrar su paso
por la cavidad cardiaca.
Valvulopatías periféricas
Durante el proceso de envejecimiento, el colesterol se va acumulando en la capa íntima de las arterias,
aumentando su grosor de manera homogénea y volviéndose las arterias más rígidas y estrechas, con el
consiguiente aumento de la TA.

En la arteria aorta se produce además un depósito de calcio, que junto con el del colesterol dará lugar a la
formación de ateromas.

La arteriosclerosis es la causa más frecuente de patología arterial en el ser humano, afectándose en


mayor proporción las extremidades inferiores que las superiores.

Las zonas más afectadas son los sectores aortoilíaco (31 %) y femoropoplíteo (38 %), siendo también
frecuente la afectación de las arterias mesentéricas (angor mesentérico) y de la función renal por
vascularización insuficiente.
Cuando se manifiesta, puede aparecer en forma crónica (más
frecuente) o aguda. En el primer caso, el cuadro es de instauración
lenta, y se caracteriza por molestias difusas, de tipo calambre o
tensión, en los músculos de los MMII, generalmente en la
pantorrilla, nalgas o área de la cadera, que aparecen con el ejercicio
y ceden con el reposo; a este cuadro se le denomina claudicación
intermitente y es consecuencia de la hipoxia muscular,
disminuyendo la distancia recorrida a medida que aumenta la
intensidad de la oclusión.
El dolor en reposo es un síntoma de mal pronóstico, e indica que la
capacidad del flujo sanguíneo está reducida a menos del 10 % de su
valor normal.
Otras veces el cuadro aparece de forma brusca (síndrome
isquémico agudo) con las siguientes características:
palidez/cianosis, frialdad, intenso dolor e impotencia funcional y
ausencia de pulsos en la región distal. La mayoría de las veces se
debe a una embolia arterial periférica y más raramente a una
trombosis arterial sobre una lesión arteriosclerótica o traumática
La isquemia arterial aguda causara en el paciente los siguientes
signos y síntomas:
• Dolor.
• Ausencia de pulsos distales.
• Frialdad con respecto a la otra extremidad.
• Palidez.
• Parestesias.
• Parálisis
Para establecer el diagnóstico tendremos que realizar una buena
inspección de la zona afectada, buscando lesiones tróficas de la
piel (pérdida de vello, piel seca y atrófica, uñas engrosadas, entre
otras), así como la palpación de los pulsos periféricos distales a la
zona afectada.
Los ancianos que sufren enfermedad vascular periférica se
podrían clasificar en tres grupos, según el grado de afectación:
A) En los individuos asintomáticos, pero en los que sospechemos
la presencia de alteraciones vasculares periféricas,
instauraremos medidas de prevención primaria:
•Suprimir tabaco (ya que la nicotina es un vasoconstrictor arterial
directo), disminución consumo de grasas y controlar la TA.
•Evitar temperaturas frías debido a la vasoconstricción.
•Mantener una adecuada postura en el debito y evitar cruzar
piernas.
•Mantener higiene de los pies.
•Realizar ejercicio, ya que fomenta el desarrollo de circulación
colateral, mejorando la irrigación.
•Enseñar al anciano inspeccionarse los pies.
B) En los ancianos afectos de claudicación intermitente, el
incremento progresivo de la actividad deambulatoria ha
proporcionado resultados positivos.
La pentoxifilina parece ser que reduce la viscosidad sanguínea y
mejora la flexibilidad eritrocitaria.
C) En el último grupo incluimos a los ancianos con graves
problemas isquémicos, para los cuales el único Tto efectivo será la
Cx, haciendo en ambos casos una angiografía preoperatoria a fin
de determinar el grado y el nivel de obstrucción.
En cuanto a las venas, son vasos con gran capacidad para
distenderse, circulando la sangre a su través por la contracción de
la musculatura esquelética que los rodea, la acción de las valvas
unidireccionales venosas, el impulso del latido arterial, la presión
negativa del tórax en la inspiración y la dilatación del corazón
derecho durante la diástole, siempre contando con la integridad
de las paredes venosas.
La IVC suele ser consecuencia de la TVP que produce una serie de
consecuencias de la estasis, entre ellos encontramos:
•Edema crónico.
•Hiperpigmentación.
•Dermatitis por estasis, por rascado secundario.
•Ulceras hiperémicas.
•Venas varicosas.
Prevención y Tto
• Empleo de medias elásticas compresivas hasta la ingle.
• Elevación de los pies intermitentemente a lo largo del día.
• No permanecer de pie mucho tiempo, alternando los paseos de al menos una hora diaria
con la sedestación, y evitar compresiones en la ingle.
• Tto adecuado de las úlceras.
• Amputación de los MMII.
Rehabilitación

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