PROCESO SALUD
ENFERMDAD
DOCENTE: ÁLVARO YEH
GENERALIDADES
El proceso salud enfermedad es la resultante de muchas
interacciones de factores económicos, sociales, políticos,
biológicos, de organización de los servicios, del estilo de vida y
de patrones culturales de los pobladores que habitan en un área
geográfica.
Los factores opositores procedentes de la naturaleza, la sociedad
y del propio organismo humano, al interactuar determinan un
estado de equilibrio que llamamos salud o de desequilibrio que
llamamos enfermedad.
DEFINICIÓN
El proceso salud-enfermedad es la forma en que se
entiende la salud y la enfermedad, reconociendo que no
son estados opuestos, sino un continuo dinámico
influenciado por múltiples factores. Este proceso
involucra tanto aspectos biológicos como sociales,
económicos, psicológicos y culturales, que interactúan y
afectan el estado de salud de un individuo o una
población.
CONCEPCIÓN TRADICIONAL
Desde los albores de la humanidad, el ser humano ha hecho
esfuerzos de diversa naturaleza por mantener su salud, y desde la
antigüedad se ha considerado que existen personas con
capacidades para restablecerla, para quienes la mayoría de las
explicaciones acerca de la salud y la enfermedad, se
fundamentaban en la existencia de dioses que curaban y en las
virtudes mágicas de encantamientos y hechizos. En las culturas
primitivas, el brujo era curandero por dos virtudes: por su
conocimiento de plantas y preparación de brebajes y por su
cercanía con los dioses. Las plantas de donde se extraían las
infusiones y los bebedizos eran albergue de los espíritus de los
dioses, que debían ser invocados mediante ceremonias y rituales.
Galeno, nacido en el año 131 A.C., se preguntaba por la causa de las
alteraciones de la salud y cuestionaba la presencia de los dioses en la
enfermedad. De esta forma, con el naturalismo hipocrático y con el
racionalismo de la minoría ilustrada a la que pertenecía, se rechazó
enérgicamente la doctrina de quienes querían introducir en la estructura
de la enfermedad un elemento sobrenatural. Sin embargo, en la Edad
Media se recurre nuevamente al influjo religioso en la presencia de la
salud y de la enfermedad.
En la edad moderna, con el auge de la ciencia, se desarrolló de forma
significativa la ciencia anatómica y se produjeron grandes avances en el
descubrimiento de principios anatomofisiológicos, y químicos, entre
otros, vinculados a las alteraciones de la salud. En este mismo período
parece abandonarse la creencia de que en dichas alteraciones hay una
relación causal con el castigo de los dioses, los malos espíritus y los
demonios. En suma, se puede decir que, en la edad moderna hay un
privilegiado interés natural por el cuerpo humano.
Nació en Pérgamo (actual Turquía) en el siglo II d.C.
y se formó en Alejandría.
Fue médico de gladiadores y luego de emperadores
romanos como Marco Aurelio.
Sus obras y teorías dominaron la medicina europea
durante más de mil años.
Hizo importantes descubrimientos en anatomía,
fisiología, patología y farmacología.
Entre sus aportes se encuentran la descripción de
los nervios craneales, las válvulas del corazón y la
diferencia entre venas y arterias.
Es considerado uno de los más grandes médicos de
la antigüedad.
El invento del microscopio, a finales del siglo XVII,
permitió profundizar en los aspectos biológicos de la
enfermedad. Por otro lado, con el advenimiento de la
Revolución Industrial y los avances técnicocientíficos de
la época, se identificaron causas en el medio ambiente y
se empezó a tener en cuenta, no sólo los aspectos
biológicos y físicos, sino los económicos, sociales y
políticos relacionados con la salud.
Con el surgimiento de la teoría microbiana en 1876, se reforzó
la idea según la cual, la enfermedad estaba determinada por
aspectos medioambientales y, en este caso, por la acción de un
agente externo de tipo biológico. Cuando el hombre descubrió
la causa microbiana de la enfermedad, con éste creyó haber
encontrado el origen de todos los procesos patológicos. Así
adquirió un nuevo concepto con base en el cual, le atribuyó una
causa a la enfermedad. Esto le permitió hablar de la
“unicausalidad”.
Durante el siglo XIX, las ideas de la Revolución Francesa, el
surgimiento del socialismo y los aportes de Virchow y Pasteur,
hicieron que la perspectiva biologicista comenzara a tomar en
cuenta la dimensión social y política de los fenómenos de
enfermedad.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX, se empieza a observar un
desplazamiento de la concepción biológica de la salud, hacia una idea de salud
como un factor de desarrollo. El proceso biológico se empezó a mirar como un
hecho ligado a las condiciones que rodean la vida humana, y la epidemiología
se vio abocada a cambiar de la unicausalidad hacia la multicausalidad.
En 1946, surge la definición de salud enunciada por la Organización Mundial de
la Salud –OMS–: “El estado de completo bienestar físico, mental y social y no
solamente la ausencia de enfermedad”. Antes de esta definición, se
consideraba sano al individuo que no presentaba molestias o síntomas, es decir,
a quien estaba libre de una enfermedad visible. Muchos criticaron a la OMS la
idea de completo estado de bienestar, ya que ésta idea parece irreal: salud y
enfermedad no serían categorías ni estados nítidamente diferenciados, sino
parte de un continuo, de un equilibrio permanente de diversos factores
CONCEPCIÓN MODERNA
En los años noventa, se inicia el estudio de la salud desde las representaciones sociales que
tienen los individuos y la sociedad en general. Herzlich, citada por Viveros, M. 1993, señala
cómo los individuos se expresan a propósito de la salud y la enfermedad en un lenguaje
elaborado a partir de la relación que establecen con la sociedad. Es así como en la
actualidad se abre paso a un análisis de la salud y la enfermedad, no como entidades cuya
definición es evidente, sino como el resultado de procesos sociales, elaboraciones
intelectuales y continuos intercambios de la colectividad. Se puede mostrar que la
representación no es solamente un esfuerzo por formular un saber más o menos coherente,
sino también una interpretación y una búsqueda de sentido. Igualmente, la tradición
antropológica muestra la existencia, en toda sociedad, de un discurso sobre la enfermedad
indisociable del conjunto de construcciones mentales, expresión y vía de acceso
privilegiada al conjunto de concepciones, valores y relaciones de sentido de esta sociedad.
Ahora bien, pese a los continuos cambios en la concepción de
la salud y la enfermedad, en la práctica, parece seguir
predominando, con cierto grado de generalidad, el modelo
biomédico.
Este modelo, sin embargo, ha entrado en crisis, a partir de la
crítica de su deshumanización y su racionalidad exclusivamente
técnico-instrumental. En todo caso, sigue predominando un
concepto perteneciente a la racionalidad científica que concede
mayor relevancia a los factores biológicos y que se interesa
más por la enfermedad y la rehabilitación. Esta racionalidad
asume que, tanto la salud como la enfermedad intervienen en
la realidad objetiva del cuerpo, mientras se da la espalda a las
mediaciones culturales y sociales que acompañan al
sufrimiento humano.
Es de resaltar que ya para 1943 con Hovvase, R, asumía que estar enfermo
significa ser perjudicial, o indeseable, o socialmente desvalorizado, etc.
Inversamente, lo que es deseado en la salud es, desde el punto de vista
fisiológico, evidente, y este hecho da al concepto de “enfermedad física” un
sentido relativamente estable. Sin embargo, la ciencia médica no consiste en
especular sobre estos conceptos vulgares para obtener un concepto general de
la enfermedad, sino que su propia tarea consiste en determinar, cuáles son los
fenómenos vitales a propósito de los cuales los hombres se declaran enfermos,
cuáles son sus orígenes, sus leyes de evolución y las acciones que los
modifican. El concepto general de “valor” se ha especificado en una multitud de
conceptos de existencia. Pero, a pesar de la aparente desesperación del juicio
del valor en esos conceptos empíricos, el medico sigue hablando de
enfermedades, porque la actividad médica por el interrogatorio clínico y por su
Lo anterior y la magnitud de los problemas actuales en
salud, han conducido al intento de comprender el
problema de la salud y la enfermedad desde otros
referentes. Se podría pensar en una perspectiva
postepistemológica que de cabida a categorías centrales
de la vida y sus relaciones con la sociedad, que
posibiliten un horizonte más integral de la salud humana.
CONCEPCIÓN POSTMODERNA
En la postepistemología, desde los años setenta en adelante, se han
recuperado los aspectos positivos de las versiones epistemológicas anteriores,
el ideal de precisión y de claridad conceptuales, la historia, la pragmática, el
lenguaje, se destaca la comprensión de la realidad y específicamente de las
realidades humanas socialmente constituidas. No se niega que haya
relaciones causales, ni tampoco se niega en principio que haya cambios de
carácter histórico. Sin embargo, tanto las relaciones causales como los
desarrollos diacrónicos, se entienden en función de relaciones de significación
y de formaciones sincrónicas; se opone así al causalismo y al historicismo.
Desde la semiología se abre un horizonte que permite un acercamiento a las
creencias y prácticas en salud, en diferentes contextos históricosculturales
que hacen posible la comprensión de sus contenidos ideológicos en relación
con otras praxis sociales y visiones culturales.
En este momento, nos encontramos ante un cambio paulatino, donde los
conceptos de “salud” y “enfermedad” pueden tomar un giro mediante la
construcción de nuevas posiciones desde el lenguaje de las sociedades,
pues se concibe el lenguaje como el centro del proceso de conocer, actuar y
vivir.
No obstante, no se puede hablar en cualquier época de cualquier cosa, pues
no es fácil decir algo nuevo: no basta con abrir los ojos, con prestar atención,
o con adquirir conciencia. Lo que se busca no es manejar los discursos como
conjuntos de elementos significantes que remiten a contenidos o a
representaciones, sino como prácticas que forman sistemáticamente los
objetos de los cuales hablan. Es indudable que los discursos están formados
por signos, pero realmente lo que ocurre es el uso del signo que se ve
superado con la carga de significaciones que cada uno le atribuye, y hace
que se vuelva difícil ser analizado sólo desde la palabra, y en ese sentido,
pone un reto a las ciencias sociales y médicas, pues es importante descifrar
la carga de significaciones que las personas le añaden para poder
comprender los conceptos de “salud” y “enfermedad”.