El documento habla sobre el sentido de consagración en Ekumene como la aceptación consciente y agradecida de nuestra pertenencia a Dios y nuestro envío como Jesús para realizar el Reino de Dios. Vivemos como "consagrados" cuando acogemos con gratitud todo lo que somos como un don de Dios y vivimos como Jesús, dando la buena nueva a los demás. En tiempos de crisis religiosa, nuestra respuesta debe ser recuperar la experiencia personal de Dios y evangelizar mediante la revitalización de la espiritualidad