El documento habla sobre el Tribunal de Cristo, donde los cristianos serán juzgados no por sus pecados sino por sus obras realizadas como siervos de Cristo. Serán juzgados por la calidad y motivaciones de sus obras, y recibirán recompensas como coronas por su fidelidad y servicio, como ganar almas o pastorear a otros. El propósito es recordarles a los cristianos enfocarse en las cosas eternas y servir a Jesucristo.