La encíclica Evangelium Vitae publicada por el Papa Juan Pablo II en 1995 tiene como objetivo principal defender el valor y el carácter inviolable de toda vida humana frente a las nuevas amenazas que suponen el aborto, la eutanasia y otras formas de violencia. En ella, el Papa denuncia la llamada "cultura de la muerte" y promueve una "cultura de la vida" basada en el reconocimiento de que la vida es un don sagrado de Dios.