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Soltería Yo Interno

Psicología

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SOLTERÍA

1. DEFINICIÓN Y CONSIDERACIONES GENERALES


La soltería se da en la Biblia bajo diversas circunstancias. Antes del matrimonio, como el
resultado del fallecimiento de un cónyuge, o como resultado de un divorcio. Aparece
también la soltería permanente cuando la providencia de Dios no provee de una pareja, o
cuando el creyente opta voluntariamente a permanecer soltero.
En el AT la soltería conlleva connotaciones negativas, como en el caso de Jeremías, cuya
soltería fue una ilustración del juicio de Dios sobre Israel, y porque la descendencia era un
elemento integral de las promesas del pacto de Dios con Israel.
En el NT la soltería es favorable cuando se da por las razones correctas. Si bien el matrimonio
es la norma, la soltería no es algo malo, de hecho, figura como un don que Dios otorga, y
remarca una expectativa superior a la del matrimonio: servir al Señor sin impedimento.
En las iglesias solemos tratar a los solteros como ciudadanos de segunda clase. Hay
programas para matrimonios, pero pocas tienen programas para solteros y para las que los
tienen su objetivo es tener cada vez menos solteros. Debemos tener presenta que no hay
nada de malo con los matrimonios, pero tampoco hay nada de malo con los solteros.
Debemos reafirmar que no importa el estado civil en el que una persona se encuentre, Dios
tiene un diseño perfecto para ella. Porque, así como Él ha llamado personas al ministerio
del matrimonio, ha llamado a otros al ministerio de la soltería. POR LO QUE NO ES MALO
QUE EL HOMBRE ESTÉ SOLO.

En la Biblia: (1 Corintios 7:1, 7, 8, 25–27)


La soltería es un regalo permanente para algunos
La soltería es un regalo dado por Dios a algunas personas. Pablo desarrolla más
ampliamente esta idea en 1 Corintios 7. En el versículo 8 el apóstol afirma con
contundencia: “A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como
yo” (NBLA)
Contrario a lo que en la cultura eclesial se piensa, la soltería es vista con buenos ojos por el
Señor. El apóstol Pablo mencionó algunas ventajas de la soltería. Podemos verlas en 1
Corintios 7:25–28,32–34:
• Tendrá menos aprietos (aflicciones): “Pero si te casas, no pecas; y si una joven se casa,
tampoco comete pecado. Sin embargo, los que se casan tendrán que pasar por muchos
aprietos, y yo quiero evitárselos”, 1Corintios 7:28 (NBLA). No obstante, algunos
comentaristas indican que los aprietos mencionados, más que referirse al curso normal
del matrimonio se refieren a una dispensación de dificultad –persecución– que se cernía
sobre los corintios.
• Invertir más tiempo para servir y amar Dios (v. 32): “Yo preferiría que estuvieran libres
de preocupaciones”. El soltero se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarlo,
1 Corintios 7:32 (NBLA). Pero en el caso del hombre casado, sus intereses están divididos.
Igualmente, la mujer soltera se preocupa de las cosas del Señor; se afana por
consagrarse al Señor tanto en cuerpo como en espíritu, pero la casada se preocupa de
las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposo, 1 Corintios 7:34 (NBLA).
• Ahora bien, Pablo no está estimulando a los casados a lamentar el haberse casado. El
punto es el siguiente: “En cualquier caso, cada uno debe vivir conforme a la condición
que el Señor le asignó y a la cual Dios lo ha llamado. Esta es la norma que establezco en
todas las iglesias”, 1 Corintios 7:17 (NBLA). Si estás casado, vive a plenitud y para la gloria
de Dios tu estado. Si eres soltero, vive a plenitud y para la gloria de Dios tu soltería.
• Todos fuimos solteros… y seremos solteros: “En la resurrección, las personas no se
casarán ni serán dadas en casamiento, sino que serán como los ángeles que están en el
cielo”, Mateo 22:30 (NBLA)

2. PRINCIPALES CAUSAS Y SÍNTOMAS


Causas:
• Una persona puede estar soltera por decisión propia; si el Señor le ha dado el don de la
soltería, podrá vivirla en conformidad y sin los sentimientos negativos que a veces la
acompañan.
• Una persona puede estar soltera no por decisión propia, sino porque la providencia de
Dios no ha provisto de una pareja. Esto no implica que necesariamente tiene el don de
la soltería, aunque la gracia de Dios lo podrá sostener mientras quede soltero.
• Dentro de las causas de “soltería no deseada” están aquellas actitudes y pensamientos
por parte del soltero que terminan alejando de su lado a potenciales parejas; para
encontrar estas posibles causas el soltero puede preguntarse: ¿soy demasiado
exigente?, ¿estoy buscando a la pareja ideal y no encuentro a nadie perfecto para mí?,
¿me considero tan imperfecto que no soy digno de nadie?, ¿estoy buscando a alguien
que sea como mi padre/madre?, ¿soy demasiado tímido? o ¿me cuesta abrirme a mi
pareja y mostrarme tal y como soy?

Síntomas:
• La soltería no deseada puede generar sentimientos y experiencias negativas como:
◦ baja autoestima: piensa de sí mismo “no valgo gran cosa”
◦ desamor: “nadie me quiere”, “no tengo nada que enamore a alguien”
◦ ansiedad por el paso del tiempo: “me hago mayor y aún no me he casado”, “a estas
alturas mis padres ya tenían dos hijos”
◦ presión: la familia pregunta “¿cuándo te vas a echar novio/a?”, “a ver si te casas y
me haces abuela”
◦ burla: puede ser objeto de comentarios chistosos a su costa
• La soltería que se prolonga de forma indeseada puede hacer que una persona busque
cambiar su imagen para gustar más, que interprete un papel de alguien que realmente
no es, o hace por frecuentar lugares en los que cree que podrá encontrar pareja y que
no habría visitado de no estar desesperado.
• La soledad es uno de los aspectos que en algunos solteros se da de forma crónica,
particularmente cuando la persona tiene instintos sociales torpes que –sin intención–
hacen a otros sentirse incómodos en su compañía.

3. CONSEJO BÍBLICO
Doctrinas principales aplicables
• La doctrina de la pureza sexual: es decir, libre de la fornicación o de cualquier avaricia
que la soltería estimule, y si Dios no te ha concedido el don de la soltería, ora a Dios por
una espos@.
• La doctrina de la soltería: la soltería es buena, pero no debes abrazarla como un dios
que te da lo mejor de la vida. Disfrútala, pero recuerda que esta es una oportunidad
para dedicar mayor tiempo a los asuntos del reino de Dios.
• La doctrina del matrimonio: al estudiar todo lo que la Escritura dice sobre el matrimonio,
el soltero podrá aspirar a la versión real y sin idealizar del matrimonio. Como el soltero
sufre la soledad, el casado sufre el esfuerzo por adaptarse y agradar a su cónyuge.
Ambos necesitan gracia y contentamiento por parte de Dios.
• El matrimonio en la escatología: es importante mostrar al soltero que, si bien el
matrimonio fue una creación buena para el hombre, no es un ideal eterno. En el mundo
venidero no existirá el matrimonio, pues este es una realidad inferior a la comunión
perfecta que experimentaremos con Cristo, cuya plenitud no será parcial como la del
matrimonio.

Elementos a considerar en el proceso de consejería


• Es conveniente en todos los casos, pero especialmente en el caso de los solteros, que
hombres aconsejen a hombres y mujeres a mujeres.
• En gran parte de la consejería con hombres y mujeres solteros, los asuntos relacionados
con la pornografía e impureza sexual están presentes.
• El consejero debe tener precaución de no tratar la soltería como un problema, sino
como un estado temporal o permanente que debe ser vivido para la gloria de Dios.
• El consejero, si es pastor, debe instruir a su iglesia de manera que sepan integrar a los
solteros en su vida social y ministerio, y de una forma que no acentúe su falta de pareja,
pues parte del aliento del soltero será poder disfrutar su relación con la familia de Dios
• El consejero debe exhortar al soltero a crecer y madurar enfocándose en aquellas áreas
que lo preparen para vivir casado de forma exitosa. No pidas lo que no eres: quieres una
gran espos@. Concéntrate en crecer en Cristo para ser un@ gran espos@ para tu pareja.
No pidas lo que no eres.
• El consejero debe instruir al soltero a no hacer del matrimonio su realización:
• El matrimonio no es una promesa universal.
• Si no aprendes a disfrutar tu soltería, no disfrutarás tu matrimonio. El estado civil no es
el problema, lo es tu corazón insatisfecho. Puedes hacer de tu matrimonio un estanque
del que crees que puedes saciarte y la verdad es que no puede hacerlo. Si no resuelves
tu tema con Dios de soltero, el matrimonio solo acrecentará tu vacío y te llevará en el
futuro a demandar más amor de tu cónyuge.
• No busques debajo del sol lo que solo puede ser hallado por encima de este. Recuerda
con Agustín de Hipona: “Nos hiciste Señor para ti, y nuestro corazón estará siempre
inquieto mientras no descanse en ti.”
• Ten presente que, aunque todos llegaremos solteros al cielo, ninguno se quedará
soltero en el cielo: “¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria! Ya ha llegado el
día de las bodas del Cordero. Su novia se ha preparado”, Apocalipsis 19:7 (NBLA).

–Pastor Jairo Suárez

4. LO QUE LA PSICOLOGÍA CRISTIANA DICE


Definición
El concepto de soltería se refiere específicamente al hecho de no estar casado, pero se
utilizará también para designar a aquellos que no se encuentran en una relación de
noviazgo.

Características
• La mayoría de las personas sienten la necesidad de tener una pareja. Esta necesidad es
tanto emocional como sexual.
• La visión de la soltería varía mucho en cada cultura y en cada periodo histórico.
• Actualmente, en el mundo occidental, se puede observar un aumento de la edad a la
que las personas se casan y, al mismo tiempo, un incremento en el porcentaje de
aquellos que no lo hacen.
• Esto también se puede apreciar en las iglesias, donde cada vez hay más personas que se
casan en edades más avanzadas.
• En psicología se habla de ciclos vitales, haciendo referencia a los diferentes momentos
evolutivos del desarrollo personal. Son etapas o logros esperables que deberían darse a
lo largo de la vida de una persona. Se trata de la expectativa cultural que se vuelca sobre
cada individuo. Con respecto a la relación de pareja, en la cultura occidental se
considera que aproximadamente entre los 20 y 30 años se debería definir.
• A los jóvenes cristianos esto les afecta aún más que a los no creyentes, pues la
expectativa de la congregación suele volcarse en ellos, para que formen una pareja
dentro de ese rango de edad.

Causas
• La prolongación de la expectativa de vida con respecto a otros periodos históricos
permite que se perciba la formación de una familia como algo que se puede postergar
para más adelante.
• El postmodernismo, con sus valores individualistas y egocéntricos, puede ser causa de
que muchos prefieran enfocarse en los logros y disfrutes personales antes que en las
responsabilidades que implica una familia. En muchos casos, este tipo de pensamiento
afecta también a los creyentes.
• El alto porcentaje de divorcios y las malas experiencias de pareja, tanto propias como
ajenas, ha provocado que muchos jóvenes tengan expectativas muy negativas con
respecto al matrimonio.
• El mundo es cada vez más competitivo a nivel laboral y requiere mayor capacitación
para poder integrarse. Muchas veces esto lleva a retrasar el proyecto de formar una
familia.
• Algunos creyentes pueden haber recibido el llamado para la soltería, junto con la
capacidad para sostenerla en santidad y contentamiento. Pablo menciona que algunos
poseen el don de continencia, sintiéndose plenos en su servicio al Señor (1 Corintios
7:7–9).
• Hay oportunidades en que la dificultad para formar una familia puede estar relacionada
con falta de madurez, indecisión, no saber relacionarse socialmente de manera
correcta, etc.
• Haber padecido durante la juventud algún trastorno psicológico como depresión,
ansiedad, timidez extrema, baja autoestima, etc., puede provocar un retraso en el
desarrollo personal, laboral, académico, relacional, etc.
• Hay casos en los que, simplemente por voluntad de Dios, se casarán a una edad más
avanzada.

Enfoque
• Es muy frecuente que jóvenes creyentes tengan sentimientos de frustración, ansiedad,
confusión, enojo, al pasar los 30 años de edad sin poder formar una pareja.
• Comienzan a experimentar con miedo el paso del tiempo, viendo cómo se acercan los
temidos 40 años. La presión que ejercen los hermanos, generalmente bien
intencionada, para que formalicen una pareja, es un factor más que los lleva a vivir su
soltería con vergüenza y tristeza.
• Contrariamente a esta forma de percibir la soltería, el mismo Pablo aconseja no casarse
para poder dedicarse por completo al ministerio. Pero esto es solamente para los que
fueron capacitados por Dios con el don de continencia. De otra manera, se corre el
riesgo de caer en pecados sexuales.
• Muchos creyentes jóvenes piden consejería o ayuda psicológica debido al malestar que
les genera no tener una pareja. Es importante examinar detenidamente las
circunstancias y las características particulares de cada joven ya que, como se observó
anteriormente, las causas pueden ser muchas y variadas.
• Es importante que la iglesia modifique la percepción que generalmente suele tener de
los solteros, como carenciados o dignos de lástima. Como se mencionó, cada caso es
tan particular que no se deben realizar generalizaciones.
• Los solteros que desean formar una pareja pero no lo logran, deben identificar cual es
el motivo, si es que existe uno en particular, para poder trabajar sobre él.
• Más allá del estado civil, el principal propósito del cristiano es glorificar y servir a Cristo.
La ocupación del hijo de Dios no debe centrarse en primer lugar en buscar una pareja,
sino en vivir centrado en la voluntad de Dios para poder permanecer confiando en que
él traerá a su vida todo aquello que está de acuerdo a su perfecto plan.
“El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor,
de cómo agradar al Señor;
pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo,
de cómo agradar a su mujer”
1 Corintios 7:32–33

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC)


1. DEFINICIÓN Y CONSIDERACIONES GENERALES
Es un trastorno del comportamiento que consiste en obsesiones y compulsiones
recurrentes lo suficientemente severas como para consumir un tiempo excesivo o que
causan impedimentos significativos en la rutina de la persona o en su devoción a Dios. El
estar obsesionado es desear algo más que cualquier otra cosa, pero Dios es el único que
debe ser deseado sobre todo lo demás.
Las obsesiones son “pensamientos pegajosos” que las personas parecen no poder sacar de
sus mentes. Estas ideas, pensamientos, impulsos o imágenes no son simples
preocupaciones excesivas sobre los problemas actuales de la vida real (por ejemplo:
preocupaciones sobre finanzas, escuela o familia). El individuo con tal obsesión
experimenta ansiedad e intenta suprimir tales pensamientos o impulsos (pensamientos o
acciones) que funcionan como “neutralizadores”, es decir, “compulsiones”. Las
compulsiones no producen placer, sino que tienen como meta prevenir o reducir la
ansiedad que la obsesión produce. Es importante darse cuenta de que la persona con una
obsesión es angustiada por su presencia; es una intrusión persistente y no deseada en su
vida de pensamiento.
En la Biblia
Vale la pena notar que en este artículo utilizamos la palabra Trastorno o TOC para efectos
prácticos, pero no ignoramos las presuposiciones psicológicas que la palabra “trastorno”
implica. Se debe tener en mente que la palabra puede indicar que este es un problema
meramente biológico e ignora el elemento espiritual el cual es fundamental en la
personalidad humana.
La Biblia enseña que los seres humanos somos espíritu y cuerpo, por lo cual, ambos
componentes deben ser tomados en cuenta al tratar con el TOC. Es importante reconocer
que el fruto o comportamiento de una persona proviene del corazón y nada externo puede
obligarla a actuar de una u otra manera. Al mismo tiempo, el cuerpo sigue siendo una
poderosa influencia y es extremadamente difícil de ignorar.
La Biblia habla de este tema con amplitud ya que en la raíz de este problema encontramos
temas como la ansiedad, el temor, el afán, la soberanía de Dios, la fe y la idolatría y
dependencia de las propias fuerzas (perfeccionismo).

Observaciones generales y pensamientos claves


El enfocarse exclusivamente en el componente físico o en el componente espiritual es caer
en el error del reduccionismo. Al tratar solamente el físico se puede dejar de lado las luchas
espirituales y perder el llamado santo de adorar a Dios con toda la mente. A su vez,
enfocarse exclusivamente en el componente espiritual puede dejar de lado los avances
médicos y medicamentos que podrían disminuir la intensidad y facilitar la lucha de la
persona.
Al escuchar un diagnóstico psiquiátrico, el consejero puede sentirse abrumado o
incapacitado para abordar la situación. Después de todo, la sociedad psicologizada nos ha
adoctrinado a pensar que hay problemas que son tan graves que solamente se deben
delegar a los “profesionales”. En efecto, en algunas circunstancias la supervisión
profesionalizada de la psiquiatría es útil y bienvenida, sin embargo, esto de ninguna manera
implica que el profesional lo sabe todo. Él o ella conoce más sobre un componente, el
fisiológico, mas pocos se percatan que el conocimiento que la ciencia tiene a día de hoy es
bastante limitado. Concluimos confiadamente que el consejero bíblico, que domina el
componente espiritual, puede con seguridad apoyar y caminar con el que sufre. Sabiendo
que es un coadyuvante indispensable.
No es lo mismo ser una persona perfeccionista (alguien que requiere o exige resultados o
desempeño sin falla), o una persona que se preocupa mucho por situaciones reales de la
vida, o alguien que aprecia muchísimo la limpieza. La clave es reconocer si las obsesiones y
compulsiones afectan la calidad de vida de la persona.
Tratar este trastorno con prontitud podría ayudar a que no empeore.
2. POSIBLES CAUSAS Y SÍNTOMAS
Causas
• Biología. El TOC puede ser el resultado de cambios en la química natural del cuerpo o
en las funciones cerebrales.
• Genética. El TOC puede tener un componente genético, pero aún no se han identificado
genes específicos.
• Aprendizaje. Los miedos obsesivos y los comportamientos compulsivos se pueden
aprender observando a los miembros de la familia o se pueden aprender gradualmente
con el tiempo.
• Factores espirituales. El desarrollo de idolatrías que yacen en el corazón y no han sido
mortificadas por el Espíritu, se evidencian a través de las obsesiones y compulsiones.
• El TOC puede comenzar en la adolescencia. Los síntomas a menudo empeoran
gradualmente y pueden variar en diferentes temporadas de la vida de la persona.
• La presión o estrés pueden ser detonantes de crisis más intensas.

Manifestaciones
• Obsesiones comunes son:
1. Preocupación excesiva debido a la contaminación personal. Ej.: Temor a
enfermedades que lleva a la compulsión de lavarse las manos 30 veces al día.
2. Dudas repetidas. Ej.: ¿Soy verdaderamente cristiano? ¿Soy salvo?
3. Mantener las cosas en un orden particular o hacer las cosas con una rutina
específica. Ej.: Ponerse las prendas de vestir en un orden particular.
4. Pensamientos de imágenes sexuales recurrentes.
5. Impulsos agresivos o terroríficos. Ej.: Deseo de agredir a su esposa con un cuchillo o
gritar en el supermercado.
6. Perfeccionismo extremo.
• Algunas compulsiones comunes son:
1. Comportamientos repetitivos (actividades ritualísticas, tareas en secuencia exacta,
comprobar una y otra vez, lavarse o limpiarse, demandar o buscar confirmación de
diferentes fuentes, ordenar, hacer y deshacer)
2. Acumulación obsesiva.
3. Soluciones mentales (contar, repetir palabras en la mente)
4. Preocupación extrema en cumplir o completar una tarea de forma ideal.
• Puede haber personas con síntomas moderados hasta síntomas que inhabilitan a tal
punto que impiden una vida normal.
• Puede estar asociado con ansiedad, depresión, abuso de sustancias o tics.

3. CONSEJO BÍBLICO
Doctrinas generales por aplicar
• Idolatría, particularmente al deseo de la certidumbre
• Contentamiento
• Tentación
• Santificación progresiva
• Dependencia de Cristo como la vid y sus implicaciones devocionales
• Ayuno

Elementos para considerar en el proceso de consejería


• Es importante considerar la “presión” que la fisiología produce es indispensable
considerar la dinámica interna del corazón de la persona que puede llevar a
experimentar las obsesiones y compulsiones. Algunos de los posibles temas a tocar son:
1. Idolatría. La bajísima tolerancia a la incertidumbre. El TOC en algunas ocasiones se
ha denominado como la “enfermedad de la duda”.
2. Control. Esto lleva a un deseo de control para paliar el estrés que la duda produce a
un punto inmanejable.
3. Perfeccionismo. La necesidad extrema de que las cosas cumplan las expectativas
autoimpuestas.
4. Culpa. No cumplir las expectativas lleva a experimentar intensos sentimientos de
culpa.
5. Orden. Demanda de orden, exactitud, simetría. Todo esto lleva a descansar en la
idea de que, si las cosas están en el orden correcto, todo estará bien.
6. Temor del hombre. ¿Qué pensará la gente? Es un tema recurrente en la mente de
la persona con TOC. Esto se puede expresar en rumiar excesivamente sobre
conversaciones que se han tenido, revivir interacciones repetidamente en la mente
o vivir con el temor de no hacer las cosas de forma perfecta y quedar mal con los
demás.
• El Doctor y Consejero Bíblico Michael R. Emlet se especializa en TOC y exhorta los
siguientes puntos a sus aconsejados:
1. Recuerda: tu razón para estar seguro/a de cualquier cosa no proviene de tu interior;
viene de Dios cuando Él se revela a sí mismo en las Escrituras (1 Corintios 2:9–16).
2. Dios te dice lo suficiente para que puedas vivir responsablemente, pero no te da un
conocimiento completo. Él es el único que lo sabe todo (Job 38–41).
3. La verdad, la seguridad y la certeza tienen su fundamento en un Dios que cumple las
promesas. Y sus promesas vienen revestidas en forma de una persona, el Redentor,
Jesucristo, en quien todas las promesas de Dios son “¡sí!” (2 Corintios 1:20).
4. El antídoto para esclavizar la duda es mirar largo y tendido a la persona de Jesús, en
quien descansa tu fe. No es la fuerza de tu fe lo que cuenta, sino Aquél en quien
depositas tu fe. La confianza en Jesús le permite proceder con fe, incluso cuando
quedan algunas dudas (Marcos 9: 14–32, especialmente 9:24).
5. Dios te conoce completamente y tiene una supervisión detallada de tu vida (Salmo
139; Lucas 12: 22–34).
• Abordaje ministerial:
1. Mantener presente la Antropología Bíblica. Somos cuerpo y espíritu, mantener un
balance de estas realidades es indispensable.
2. Recuerde sus propias luchas con este tema. “No hay tentación que no sea común al
género humano” (1 Co 10:13), identificarse con las luchas del otro, siempre ayuda a
la comprensión y a la compasión.
3. Identifique los temas particulares de la persona. La persona lucha con algunas
particularidades del TOC. Intente identificar cuáles son esos temas y recuerde
abordarlos de forma bíblica: ¿qué mentiras controlan la vida de la persona y qué
verdades deben adiestrar su corazón?

–Alejandra Sura M.A.

4. LO QUE LA PSICOLOGÍA CRISTIANA DICE


Definición
Es un trastorno de ansiedad que consiste en la presencia de ideas, impulsos o imágenes
intrusivas de las que la persona no puede desprenderse (obsesiones). Estas son
transgresoras para la moral y los valores personales, generando mucha ansiedad. Para
aliviarla, se siente la necesidad de realizar comportamientos o actos mentales repetitivos
(compulsiones) como respuesta.
Por ejemplo: la aparición de un pensamiento de carácter sexual inadecuado para los valores
de la persona, le genera gran ansiedad y el deseo de eliminar la aparición del mismo. Este
intento de hacer desaparecer ese pensamiento provoca, por el contrario, que aparezca con
mayor frecuencia e intensidad (obsesión). Entonces, cada vez que el pensamiento intrusivo
vuelve, la persona siente la necesidad de realizar una acción repetitiva, como dar tres
golpecitos a la mesa, o decir una frase que lo contrarreste (compulsión).

Características
• Si bien en un principio las acciones compulsivas, parecieran traer alivio, pronto surgen
nuevas obsesiones, que a su vez conllevarán la realización de nuevas compulsiones. La
persona va ocupando más y más tiempo en este circuito, viendo su vida cada vez más
limitada.
• Existen varios subtipos de este trastorno:
° Lavadores y limpiadores: tienen ideas obsesivas de contaminación, por lo que
realizan lavamientos constantes.
° Verificadores: temen catástrofes hogareñas con electrodomésticos, llaves de gas,
dejar abiertas las puertas, etc. Comprueban constantemente que todo esté bien.
Por ejemplo, una persona cada vez que sale a trabajar, no puede evitar el
pensamiento de que dejó alguna llave de gas abierta (obsesión), y necesitará volver
a su casa muchas veces para chequear que esté todo bien cerrado (compulsión).
° Ordenadores: necesitan ordenar todo de manera rígida y simétrica para evitar
desgracias.
° Ritualizadores mentales: repiten mentalmente palabras o frases para evitar que
sucedan cosas negativas o frente a pensamientos de carácter sexual.
° Acumuladores: guardan muchos objetos inútiles o aun basura por temor a llegar a
necesitarlo en algún momento.
• La acción compulsiva no puede hacerse de cualquier manera, sino sistemáticamente.
Por esto se las llama conductas rituales. Por ejemplo: al tener una idea de
contaminación por tocar algo, deberá lavarse las manos 30 veces seguidas realizando
los mismos movimientos.
• Cuando estos rituales son interrumpidos por algún motivo, deben comenzar otra vez
desde el principio.
• La persona muchas veces se da cuenta de lo ilógico que son sus pensamientos y
acciones, pero no puede dejar de realizarlas por la gran ansiedad que le provocaría el
no hacerlo.
• Se intenta evitar las situaciones relacionadas con sus obsesiones, por lo que se aíslan
socialmente, trayéndole problemas laborales, familiares, depresión, etc.

Causas
Si bien no se conocen con certeza, se cree que los siguientes factores pueden estar
involucrados:
• Predisposición genética.
• Haber sufrido situaciones traumáticas en la infancia.
• Padres sumamente rígidos y severos.

Enfoque
• Prácticamente todas las personas experimentan en algún momento pensamientos,
imágenes o impulsos que les resultan descabellados, desagradables o transgresores. La
gran diferencia entre quien desarrolla el trastorno y quien no, es cómo se reacciona. La
mayoría ignora estas ideas y sigue con su vida, pero otros sufren tanta ansiedad y temor
que desarrollan el trastorno.
• Lo primero que hace un psicólogo es explicar lo que sucede y cómo es el mecanismo del
trastorno. Esto da tranquilidad, ya que suelen pensar que están enloqueciendo.
• El tratamiento psicológico que ha demostrado mayor efectividad es la exposición con
prevención de respuesta. Consiste en ir exponiendo a la persona a lo que teme, evitando
que realice la conducta compulsiva. Por ejemplo: tocar algo sucio sin lavarse las manos
después para que vea que no pasa nada malo.
• Esto se debe hacer gradualmente, habiendo enseñado a la persona técnicas de
respiración y relajación muscular, y habiendo diseñado juntos el plan de acción.
• Se le enseña que la ansiedad tiene un límite fisiológico y luego disminuye, si logra evitar
realizar la compulsión hasta que baje la ansiedad comenzará a comprobar
experiencialmente que nada malo sucederá.
• Como en todo trastorno de ansiedad, exponerse a lo temido es crucial para la
recuperación, ya que la evitación fortalece el temor.
• Este trastorno es sufrido también por cristianos que se atemorizan mucho ante
pensamientos pecaminosos. El psicólogo cristiano lo ayudará a entender que todos
experimentamos ideas, imágenes o impulsos inapropiados debido a nuestra naturaleza
caída (Romanos 7:7–25). Cuanta más trascendencia le dé a los mismos, más le
afectarán. El cristiano debe buscar vivir en el Espíritu, pero hasta no estar en la presencia
del Señor, sufriremos la influencia del pecado.

–Lic. Marcelo Muñoz

EL YO INTERNO
1. DEFINICIÓN Y CONSIDERACIONES GENERALES
Junto con la creación física del hombre, las Escrituras denotan un aspecto interno
inseparablemente unido al externo. Varios términos que se utilizan para describirlo son:
alma, hombre interior, conciencia, corazón.
El alma se enfoca más en la existencia del ser, mientras que el término corazón lo hace en
todas las cualidades del ser humano que caracterizan su vida.
Generalmente, pensamos en el yo interno como en la faceta cognitiva de los seres
humanos. Es el proceso mental de conocer, e incluye aspectos como la conciencia, la
percepción, la intuición, el razonamiento y el juicio. En la vida cristiana podríamos llamarlo
“vida de pensamiento”, traducido del inglés thought life.
No obstante, en las Escrituras, la vida de pensamiento encuentra su sede en el corazón e
incluye también la vida emotiva y la volitiva.

En la Biblia
Dios habla de la importancia de nuestra vida de pensamiento a lo largo de las Escrituras.
Nuestros pensamientos son innegablemente importantes y Dios tiene un diseño para
nuestra vida de pensamiento. Somos llamados a someter nuestros pensamientos a la
obediencia de Cristo, a transformar nuestra forma de pensar para que cambie nuestra
forma de vivir y a pensar en todo lo que es verdadero, honorable, justo, puro, hermoso y
admirable.
La batalla por nuestros pensamientos es, sin duda, una realidad crucial para la vida
victoriosa de cada individuo. Realizar el trabajo interno de hacer un alto en el camino,
reconocer nuestros pensamientos y retarlos con la verdad bíblica es una práctica vital en la
vida de todo seguidor de Cristo. Pero se puede caer en el reduccionismo si solo se pone
atención a este aspecto de la experiencia humana.
Como se ha mencionado, el pensamiento es solo parte de la experiencia interna del
creyente. Junto con la renovación del pensamiento se da la transformación del corazón. A
medida que se transforma el corazón se afila la conciencia, se fortalece la voluntad y se
ordena la vida emotiva del creyente.

2. POSIBLES CAUSAS Y SÍNTOMAS


En el ser humano, la vida de pensamiento siempre presentará distorsiones. La terapia
cognitivo-conductual ha hecho un buen trabajo en categorizar muchas de las distorsiones
cognitivas que las personas enfrentan en lo cotidiano. En el marco bíblico, todo
pensamiento que no se alinea a una cosmovisión bíblica es una distorsión mental que
necesita corrección.
Otros matices como las necesidades especiales, enfermedades mentales, trauma, genética
y demás, ejercen poderosa influencia y afectan a la mente.

3. CONSEJO BÍBLICO
Doctrinas principales aplicables
• La antropología bíblica
• La santificación
• El cuidado de la mente y el corazón
• La cosmovisión bíblica
• La naturaleza del Viejo/Nuevo hombre
• Las verdades individuales de la Biblia
• Vida devocional

Elementos a considerar en el proceso de consejería


Cada persona cuenta con una estructura mental del mundo que le rodea, una cosmovisión.
Esta cosmovisión se relaciona íntimamente con nuestras creencias, es decir, se conectan
con el ámbito de la fe. Las personas tienen creencias que son materialmente comprobables
o racionales (si tiro un vaso de vidrio de la mesa, seguramente se romperá) y creencias que
no son comprobables o irracionales, sino supuestos de la realidad, muchas veces basados
en experiencias anteriores o en deducciones empíricas; ambos tipos de creencias pueden
ser verídicas o ficticias. Ya sean comprobables o no, la Biblia enseña que los pensamientos
son impulsados por un elemento: el corazón (Ez 36:26; Mt 15:18; Ro 8:5).
Esto dibuja una personalidad humana constituida por dos aspectos básicos: el físico (el
cuerpo) y el hombre interior, en el que el corazón es la sede de las emociones de la vida e
incluso de la mente. El consejero o consejera bíblicos deben esforzarse en mantener su
atención en todos estos aspectos de forma balanceada, ya que todos han sido afectados
por la caída. Dicho esto, el gran trabajo del consejero o consejera es incursionar en el
aspecto cognitivo con el fin de asistir a la persona a intercambiar los pensamientos
pecaminosos o equivocados por pensamientos santos y correctos. Esto, inevitablemente,
influye en la vida emocional (y muchas veces la vida emocional también influye en el
pensamiento). Podría decirse que este es el terreno principal (aunque no exclusivo) del
consejero o consejera bíblicos.
Muchas personas no han experimentado una educación de practicar la autoconciencia de
sí mismo, es decir, el reconocer los procesos y tendencias del diálogo interno. La Biblia nos
llama de forma directa e indirecta a considerar cuidadosamente lo que pasa por nuestra
mente, pues sin esta conciencia es difícil reconocer las áreas que Dios quiere transformar
en nosotros. Es por eso que, a menudo, la tarea del consejero o consejera es la de
desarrollar el dominio propio, de enfocarse en las creencias y aprender a pesarlas delante
de Dios. Una forma bíblica de decir lo mismo es “permanecer en Cristo” (Jn 15)

Prácticas para crecer en el dominio propio y en la destreza de ser consciente:


1. Intencionalidad. Considerar las interpretaciones en medio de nuestras circunstancias.
Qué se está pensando vs. qué dice la Biblia.
2. Dedicación. Resolver el conflicto interno por medio de disciplinas espirituales como
oración, meditación, silencio, descanso y consejo.
3. Valentía. Reconocer los pensamientos y emociones y ser consciente de nuestro estado
de necesidad de Dios, pecado y dolor con humildad.

–Alejandra Sura

4. LO QUE LA PSICOLOGÍA CRISTIANA DICE


Definición
El yo interno es lo que permite a las personas experimentar tanto el mundo externo como
el interno, es decir, autoobservarse y ser conscientes de sí mismos.

Características
• A diferencia de los animales, el ser humano puede preguntarse acerca de su propia
existencia y buscar un propósito de vida que trascienda la simple satisfacción de las
necesidades básicas.
• El Yo se compone del temperamento, los roles asumidos y las identificaciones de ciertos
rasgos de otras personas que se van adoptando a lo largo de la vida, de manera
consciente o inconsciente.
• En el Yo también se incluye la internalización de los otros. Es decir, lo que se cree que
los demás piensan, sienten y cómo perciben las cosas.
• Incluye asimismo el yo real, quién creo que soy y cómo creo que me ven los demás; y el
yo ideal, es decir, quién deseo ser en el futuro.
• A fines simplemente descriptivos, se pueden distinguir tres estados del Yo.
◦ El Yo infantil: ligado a lo corporal, a los impulsos y necesidades primarias. Responde
a las experiencias vividas en la niñez, que quedaron grabadas en el cerebro a un nivel
más emocional e inconsciente. La irracionalidad, la fantasía, la ilusión, la expresión
espontánea, el deseo permanente e intenso, son propios de este estado. Permite
disfrutar intensamente como en la niñez, pero también experimentar intensas
emociones negativas como enojo, frustración y tristeza, al no lograr lo que necesita
o desea.
◦ El Yo crítico: relacionado con la conciencia moral, que es la internalización de los
valores, actitudes, creencias, costumbres y reglas, de los padres en primer lugar,
pero luego también de la cultura y el entorno. Esta parte del Yo juzga si nuestra
conducta se adecua a sus estándares.
◦ El Yo adulto: tiene la capacidad de percibir la realidad, organizarla, e interpretarla.
Considera las circunstancias y consecuencias de las propias acciones con la base de
la experiencia y los conocimientos. El estado adulto es el que intenta analizar de
forma racional tanto el entorno como la vida interior. Recibe las demandas y pedidos
del yo infantil y las evaluaciones del yo crítico, decidiendo cómo actuar.

Causas
• El Yo no es algo que se forma de una vez y para siempre, sino que es un proceso de
construcción permanente.
• El Yo es un concepto sumamente complejo en el que participan muchos factores, sin
poder determinar con exactitud en qué porcentaje influye cada uno.
• La construcción del Yo ocurre en la interacción de todos los factores mencionados
anteriormente. Se nace con una carga genética que determina tanto las características
físicas como el temperamento, que interactúan con la crianza de los padres, la cultura y
las circunstancias del entorno.

Enfoque
• Dios ha creado al ser humano como un ser complejo, en cuya formación y desarrollo
intervienen numerosos factores.
• Debido a que vivimos en un mundo caído, bajo la influencia del pecado y de Satanás,
todos estos factores pueden llegar a intervenir de manera dañina y distorsionada en la
construcción del Yo de cada persona.
• Por ejemplo: padres, familias y contextos sociales que maltratan, abusan, abandonan, o
que aun cuando intentan criar a los niños de la mejor manera posible, lo hacen de
acuerdo a valores personales y culturales corrompidos por el pecado.
• Es por este motivo que cuando una persona solicita ayuda por diversos conflictos, el
psicólogo, en muchos casos explora, cómo se fue dando esta estructuración del Yo y
cómo esto le afecta en el presente.
• Cuando una persona se convierte en hija de Dios es regenerada y recibe una nueva
naturaleza. Sin embargo, aún conserva su antigua naturaleza. Aún guarda sus recuerdos,
tanto los conscientes como aquellos emocionales inconscientes producto de vivencias
infantiles traumáticas. Conserva sus aprendizajes, tanto conscientes como
inconscientes, que la llevan a tener ciertas maneras de reaccionar ante las situaciones,
etc.
• En los casos en que sea necesario, el psicólogo cristiano buscará ayudar al creyente a
comprender cómo la manera en que se construyó su Yo lo puede estar afectando en el
presente, para que de esa manera pueda aplicar la Palabra de Dios de forma eficaz en
su vida. Ya sea rindiendo, confesando, perdonando, sanando o modificando lo que sea
necesario (Efesios 4:22–32).

–Lic. Marcelo Muñoz1

1Kike Torres y Marcelo Muñoz, Base de datos de la Guía de Consejería, eds.


Sonia Martínez y Tony Segar, (Bellingham, WA: Editorial Tesoro Bíblico, 2020).

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