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The document is a legal text on Peruvian Succession Law authored by Juan Guillermo Lohmann Luca de Tena, published in July 2023. It discusses the constitutional basis of inheritance rights, the evolution of succession laws, and the impact of legislative changes over the years. The work aims to provide a practical understanding of the norms related to succession without delving into historical or comparative analyses.
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Save DERECHO DE SUCESIONES-TOMO I (JUAN GUILLERMO Y LOH... For Later JUAN GUILLERMO
LOHMANN Luca DE TENA
DERECHO DE
SUCESIONES
Tomo |
TERCERA EDICION
ne
JURIDICA
Milles, Lima - Pes / (01) 710-8900
\ww.gacetajuridca.com.peDERECHO DE SUCESIONES
Tomo
‘© Juan Guillermo Lohmann Luca de Tena
© Gaceta Juridica S.A.
‘Tervera edicién: julio 2023
Ejemplares 2450 ejemplares
Primera edicién: marzo 1995
Hecho el depésito legal en la Biblioteca Nacional del Pert
2023-05860
ISBN Obra completa: 978-612-311-935-5
ISBN Tomo 1: 978-612-311-936.2
Registro de proyecto editorial
3101222300335,
Prohibida su reproducein total o parcial
D. Leg. N°822
Dingramacién de caritula: Martha Hidalgo Rivero
Diagramacién de inteiores: Clorinda Inga Valladolid
Gaceta Juripica S.A.
‘Av. ANcaios Ossre N° 526, Une, MIRAFLORES
‘MIRAFLORES, Lisa - PERU
(Centra, Tetzr6n1Ca: (01)710-8900
E-mail: ventas@ gacetajuridica.com pe / www.gacetacivil.com.pe
Impreso en: Imprenta Editorial EI Bho B.LR.L.
San Alberto N° 201, Surquillo
Lima - Pert
Julio 2023
Publicado: julio 2023PRESENTACION
En la presente obra, que en esta ocasién se publica en dos voliimenes, se
estudia y comenta el Derecho Sucesorio peruano, tal como esta disciplinado en el
Libro IV y en ciertas disposiciones del Libro X (Derecho Internacional Privado)
del Codigo Civil, y en legislacién complementaria.
La primera edicién, compuesta de cuatro volimenes, se publicé entre los
afios 1995 y 2002, como parte de la coleccién “Biblioteca para leer el Cédigo
Civil” del Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Catélica del Pera. Han
transcurrido, pues, casi 28 afios desde la publicacién del primer volumen y alrede-
dor de 21 desde que vio la luz el ultimo. Desde la entrada en vigencia del Cédigo
Civil de 1984, hasta la actualidad, se han modificado 25 disposiciones del Dere-
cho de Sucesiones; se han incorporado cuatro; y se han derogado los articulos 687,
inciso 3, 693, 694 y 705 inciso 2. Los cambios, en su mayoria, son de importan-
cia; entre ellos destacan, solo a titulo de ejemplo, el reconocimiento de derechos
hereditarios a los integrantes sobrevivientes de las uniones de hecho (decision
legislativa sobre la que en su momento expresé mi honda discrepancia) y la posi-
bilidad de testar con mayor amplitud que ahora la ley permite a las personas con
discapacidades fisicas, lo cual ha sido significativamente modificado, luego de la
segunda edicién de esta obra (2017), por el Decreto Legislativo N° 1384.
En todo este tiempo también han sido modificadas diversas normas ajenas al
Cédigo Civil pero conexas y relacionadas con el Derecho de Sucesiones, muchas
de las cuales se citan y refieren a lo largo de la obra, por lo que ha sido necesario
también actualizar sus referencias para esta nueva edicién. Tal el caso de la Ley
de Banca (Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orga-
nica de la SBS) que contiene normas sobre el albaceazgo, y la administracién y
custodia de bienes de la herencia; la Ley de Aeronautica Civil, que brevemente
se refiere al testamento aéreo, y el nuevo Reglamento de Inscripciones de Testa-
mentos y Sucesiones Intestadas, que vino a reemplazar antiquisimos reglamentos
en materia registral.
Desde luego, otros hechos extralegales también repercuten en la manera
de enfocar el fendmeno hereditario en estos tiempos, como por ejemplo las
nuevas tecnologias que podrian permitir realizar y conservar las declaracionesJuan G, Lohmann Luca de Tena / Derecho de Sucesiones
testamentarias a través de otros medios y soportes; asi como los mecanismos de
demostracién de la paternidad o maternidad cuya prueba, a la postre, implica tam-
bién la generacién de derechos sucesorios.
Todo esto me ha obligado a releer la obra y actualizarla para esta edicién,
aunque otros muchos temas, deliberadamente, he tenido que dejarlos en el tin-
tero. En cuanto a la metodologia, tal como Jo precisé en la primera edicién, para
el desarrollo del trabajo me he cefiido, hasta donde me ha parecido conveniente, al
orden del articulado del Cédigo Civil que, sin embargo, es muy imperfecto desde
un punto de vista conceptual y sistematico. Ocasionalmente me he apartado de la
secuencia de los articulos cuando al tratar de alguna figura o institucién he con-
siderado preferible, por razones didadcticas, analizar varias normas en conjunto, o
una norma posterior antes que las precedentes.
Reiterando también lo dicho en aquella ocasién, me mantengo fiel a los mar-
genes y extension de materia y contenido. Por ello, salvo en las aisladas ocasio-
nes en que lo he juzgado itil 0 indispensable, he dejado radicalmente de lado
toda posible referencia a antecedentes histéricos, soslayado explicaciones com-
parativas con la disciplina legal precedente, omitido el examen de otros sistemas
legales como no sea con fines ilustrativos, y -con excepcién de lo que ofrece la
literatura juridica nacional mas solvente o difundida en esta materia— evitado enu-
meraciones (de ordinario empalagosas y a menudo falsamente eruditas) y criti-
cas de corrientes doctrinarias divergentes 0 de teorfas antagénicas. En esa linea,
pongo a disposicién del lector una obra que no ansia ser un manual positivista,
pero tampoco un tratado de las instituciones sucesorias, ni menos atin pretendida
docta recoleccién de lo que los demds exponen. Esta obra obedece, por tanto,
al humilde y deliberado designio de limitarse a explicar, lo mas sucintamente
posible, el sentido practico de las normas correspondientes al Derecho Suceso-
rio peruano, dejando constancia de los reparos y observaciones que me suscita la
lectura de la legislacion.
Termino de la misma forma como lo hice hace mas de 28 afios: expongo
cémo leo lo que en el Cédigo Civil esté escrito sobre Sucesiones en los preceptos
legales analizados y cémo creo que pueden, deben o no deben leerse.
Juan Guillermo LOHMANN LUCA DE TENAPARTE GENERAL
SECCION PRIMERACAPITULO PRIMERO
LOS CONCEPTOS FUNDAMENTALES (1)
1. LAS BASES CONSTITUCIONALES
1.1. El enunciado constitucional
El inciso 16 del articulo 2 de la Constitucién consagra el derecho a la pro-
piedad y a la herencia‘.
Dentro del Titulo I de la Constitucion este precepto esta contenido en el
Capitulo 1, rotulado como relativo a los “Derechos fundamentales de la persona”.
Por lo tanto, el denominado derecho a la herencia es consustancial a todo sujeto,
de modo que no puede ser recortado en sus elementos sustantivos. Pero este con-
cepto y el derecho consiguiente justifican precisiones a las que se enfocan los
parrafos siguientes.
Bajo la genérica expresion de derecho a la herencia, la Constitucién ha
querido contemplar, aunque sin decirlo, los dos lados del fendmeno sucesorio
patrimonial.
1.1.1, De una parte, el de poder transmitir herencia. Lo primero que hay que
sefialar sobre este particular es que, naturalmente, el principio solo opera
respecto de las personas fisicas, pues las juridicas 0 morales aunque puedan
recibir herencias y legados no pueden causarlos.
Transmitir herencia significa tanto el implicito reconocimiento al testamento,
como instrumento de autonomia privada para disponer sobre la propia suce-
sién, como el derecho y correlativa seguridad de saber que, en defecto de
testamento, a la muerte de una persona su herencia se transmitird ope legis a
su familia en orden de proximidad (herederos legales) por lazos sanguineos,
(1) Inspirado netamente en el inciso 14 del articulo 2 de la Constitucién de 1979, el cual, a su vez,
estaba tomado del articulo 33 de la Constitucién espaftola. Hizo bien la Constitucién de 1993 en
suprimir la precisién de que los derechos a la propiedad y a la herencia se ejercen con arreglo a
ley, como seffalaba la Constitucién anterior, porque eso se da por entendido,Juan G, Lohmann Luca de Tena / Derecho de Sucesiones
y solo al Estado en ultimo caso, evitando que los bienes lleguen a carecer de
titular y puedan ser objeto de apropiacion por cualquiera, e impidiendo que
las obligaciones se extingan con la muerte del sujeto a quien concierne su
cumplimiento, con el evidente perjuicio para los acreedores.
1.1.2. De otra parte, el derecho a recibir herencia. Es decir, poder suceder a
una persona en la generalidad o una parte de sus bienes, derechos y relacio-
nes juridicas transmisibles,
En este apartade debemos diferenciar entre: i) el derecho a suceder, como
posibilidad abstracta de ser llamado por ley 0 por testamento, que no solo es
técnicamente un derecho irrenunciable de antemano, sino sobre el cual no
cabe pacto valido alguno (arts. 678 y 1405 C.C.); y ii) el derecho de suce-
der, que en rigor es el derecho a {a sucesién ya abierta y por lo tanto dere-
cho sucesorio concreto que, por efecto de la aceptacién de la herencia o del
legado®, confiere titulo para adquirir la herencia como wniversitas, o aquello
individual que la compone.
1.2. El doble significado constitucional de la herencia
Aunque con cargo a volver sobre el particular, puede adelantarse que, desde
el punto de vista constitucional, la herencia es entendida en doble significado.
3)
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1.2.1, Segtin hemos visto (supra § 1.1), como posibilidad o situacion a la que
se tiene derecho. O sea, causar y recibir herencia (dentro de lo que las leyes
sefialen, por cierto), en el sentido de que exista un sucesor ajeno al Estado
y a la Beneficencia del lugar, que solo heredan en defecto de cualquier otro
sucesor preferente (art. 830 C.C.) que quiera aceptar la herencia.
1.2.2. Como masa 0 conjunto de bienes, derechos y obligaciones de los
que el causante es titular, que en un solo acto es materia de transmi-
sidn a sus sucesores®, y que hasta la liquidacién y particion tiene una
Aunque el legado, técnicamente, como veremos, no precisa de aceptacién. Sin necesidad de
adicién se entiende transferido, como titulo de adquisicién, desde la muerte del instituyente del
legado, pero si puede ser renunciado.
Concepto este de sucesores que debe ser aceptado con consciencia de lo que significa. El legislador
ha empleado esta acepeién para referirse tanto a los herederos como a los legatarios. Sin embargo,
como resulta evidente, no siempre los legatarios se suceden en los bienes o relaciones juridicas
del causante, Tal ocurrira, por ejemplo, con el legado de un bien que no figura en el patrimonio
del de cuius (arts. 758 y 765 C.C).Los conceptos fundamentales (I)
unidad de destino“. Esta es la acepcién que recogia el articulo 657 del
Cédigo Civil de 1936 (vigente al elaborar la Constitucién de 1979) y
asi se reproduce, con ligeras modificaciones, en el articulo 660 del Cédigo
actual,
1.3, Las bases sustantivas del derecho a la herencia
La Constitucién reconoce el derecho a la herencia y lo eleva a rango funda-
mental de la persona. Pero este derecho no es ilimitado ni carente de contenido.
El contenido (titulares, extensi6n, potestades, deberes, plazos, etc.) se lo confiere
el ordenamiento legal infraconstitucional. Son las leyes las que sefialan los alcan-
ces y el contenido de los derechos hereditarios y de propiedad, porque la Cons-
titucién no hace sino anunciarlos. El Cédigo Civil® establece el modo de ser del
derecho hereditario, es decir, beneficiarios, alcances, esquemas, ejercicio, limi-
taciones, posibilidades, defensa, contenidos; porque las normas constitucionales
tienen un caracter programatico y es natural que admitan desarrollo y modifica-
ciones, siempre que al hacerlo no se lesione la sustancia del derecho®,
(4) ROCA SASTRE MUNCUNILL, L. Derecho de Sucesiones, Bosch, Barcelona, 1989, Tomo I,
p.33.
(8) Y en alguna medida, también la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de
Seguros y Organica de la Superintendencia de Banca y Seguros (Ley N° 26702), cuyo
artioulo 275, incisos 5, 6, 8, 9 y 10, permiten a los bancos, en ciertos casos, administrar bienes
hereditarios.
(6) Véase ARCE Y FLORES-VALDEZ, J. El Derecho Civil Constitucional. Civitas, Madrid, 1986.
(7) Al respecto, el Tribunal Constitucional precisa que “el legislador puede regular el Dere-
cho Sucesorio contenido en las normas civiles de acuerdo con los principios esenciales det
ordenamiento y las estructuras constitucionales fundamentales. Significa ello que tiene que
extraer de la regulacién de la herencia qué determinaciones son esenciales, y cuales, en cam-
bio, son mas bien detalles técnico juridicos, y por consiguiente, no esenciales” (STC Exp.
N° 03347-2009-PA/TC, f. j. 14). Asimismo, dicho Tribunal se ha preguntado por “la naturaleza
juridica que se le otorga a la herencia”, afirmando que: “Es posible establecer, en principio, que
ella queda delimitada en el plano de lo abstracto y general como una garantéa institucional, cuya
formacién juridica, viene determinada en buena parte por las normas que en cada momento la
regulan y la aplicacién que de las mismas se hace; y, en el concreto, como derecho subjetivo, un
derecho que tiene sustento constitucional directo, cuando la Constitucién ha reconocido, explicita
© implicitamente, un marco de referencia que delimita nominalmente el bien juridico susceptible
de protecciin. Es decir, se trata de una garantia institucional que funda un derecho subjetivo, en
tanto, existe un baremo de delimitacién de ese marco garantista que transita desde la delimitacién
mas abierta a la ms precisa” (STC Exp. N° 03347-2009-PA/TC, f. j. 17).
itJuan G, Lohmann Luca de Tena / Derecho de Sucesiones
Es importante esta advertencia porque nos permite sefialar los principios que
nuestro ordenamiento recoge con relacién a la herencia (y, si fa hay, a la propiedad
que con ella se transmite), y que, a mi juicio, son principios que no pueden quedar
legalmente suprimidos o recortados sin afectar a la esencia o existencia practica
del derecho que la Constitucién anuncia en abstracto. Se trata, de todos modos, de
principios legales con un notorio respaldo constitucional que caracteriza el derecho,
aunque no lo detalle en sus exactos perfiles.
Para los fines de nuestra exposicién considero factible apuntar que tales
principios se estructuran bajo tres vertientes que al mismo tiempo constituyen los
soportes del fenémeno hereditario: la persona, la familia y el patrimonio materia
de sucesion®.
1.3.1. La sucesién y persona
La persona humana constituye el fin supremo de la sociedad y del Estado. A
este postulado, por tanto, debe encontrarse enderezado todo el sistema juri-
dico nacional.
Pero esta persona no se reduce a ser un simple concepto ontolgico de inte-
rés para el Derecho, sino que constituye un sujeto de derecho como centro
de imputacién normativa de derechos y deberes®. Sea como fendmeno suce-
sorio, sea como masa que el causante deja y que es la materia en la que se
produce sucesion de las titularidades y posiciones juridicas, la herencia es,
desde este punto de vista, uno de los derechos imputados a la persona, en
el doble sentido de poder dejar y poder recibir. No es concebible herencia
sin sujeto que la cause y sin sujeto que la reciba. Y en particular, mirando el
asunto desde el angulo del causante, la posibilidad de estatuir reglas con efi-
cacia posterior a su muerte (0, dentro de ciertos limites, disponer que no se
apliquen las que subsidiariamente la ley tiene sefialadas) en lo concerniente
al destino de sus bienes y sucesién, es ~dentro de ciertas restricciones lega-
les que tutelan otros intereses también legitimos— una manifestacion de su
(8) Con relacién a este punto el Tribunal Constitucional afirma que en el Derecho Sucesorio “confluyen
una serie de intereses merecedores de una tutela especial. Asi, en el orden individual patrimonial se
tiene el correspondiente al titular fallecido, y a su posibilidad de determinar més alla de la muerte
el destino de sus bienes; de orden familiar, respecto @ la distribucién del patrimonio del fallecido;
y los de orden colectivo en el mantenimiento del orden piblico constitucional (confiabilidad del
régimen testamentario, satisfaccién de las deudas del causante y exaccién del impuesto sucesorio)
(STC Exp. N° 03347-2009-PA/TC, f.j. 13).
(9) FERNANDEZ SESSAREGO, C. Derecho de las Personas. Studium, Lima, 1986, p. 27 y ss.
12Los conceptos fundamentales (1)
(10)
libertad y un modo de realizacién de su personalidad, a lo que el Derecho no
puede permanecer ajeno.
Dicho de otra manera, si el sujeto humano goza de una serie de atributos inhe-
rentes al ser persona y entre ellos figura de una manera privilegiada el de la
libertad como realizacién individual o plasmacién de una cierta y singulari-
sima personalidad, la posibilidad de disponer de aquello que el Derecho le
reconoce como suyo es constitutivo de la actuacién libre (reitero, con ciertas
limitaciones). Y si se le permite que sobre eso que es reconocido como suyo
puede ejercer en vida ciertos poderes y facultades, también resulta licito per-
mitirle que (si se me permite la expresién) esa personalidad autora (y a la vez
reflejo) de actos de actuacién vital, pueda trascender de la muerte, ejerciendo
poderes y facultades sobre el destino de sus bienes y relaciones juridicas para
el momento en que ya no exista.
La sucesién ~y la herencia como contenido patrimonial- es, en suma, un
derecho fundamental de la persona porque activa 0 pasivamente es una
manera de comportamiento en el mundo; es una manera de realizacién de la
personalidad y de actuacién sobre derechos y deberes respecto de los cuales
Ja Constitucién reconoce poderes al respectivo titular.
1.3.2, La sucesién y la familia
Pero la persona humana no es una isla en el mundo. Nace en el seno de una
familia y fallece con relaciones familiares, mas proximas o mas remotas.
Digamos —empleando frase de uso comin— que la familia es la célula basica
de la sociedad y ambito natural del hombre, al extremo que su disciplina ele-
mental figura en la Constitucién (art. 4) después de la atinente a la persona.
Notese la importancia de la familia con relacién a la herencia, que el articulo
5 de la anterior norma fundamental anunciaba que era la ley la que sefialaba
“Jas condiciones para establecer el patrimonio (...) transmisible por heren-
cia”. Establecia asi, con tan escueto pero nitido enunciado, un derecho de
la familia al patrimonio heredable; una intenci6n de otorgar a la familia un
tratamiento sucesoral preferente"”, Cuan estrecho 0 generoso sea ese dere-
cho, cudn ancha la extensién de Ja relaci6n juridica familiar y en qué casos
cabe exclusion (por ejemplo: desheredacién o indignidad), ya son cuestiones
Dice CASTAN TOBENAS, J. La dogmditica de Ia herencia y su crisis actual. Reus, Madrid,
1960, p. 177, que: “(..) sobre todo, no se pierda de vista que el derecho sucesorio ha nacido,
historicamente, como una institucién al servicio de la familia y debe seguir vinculado a ella”
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