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Análisis del ensayo "Nuestra América" de Martí

Este documento resume un ensayo de José Martí titulado "Nuestra América" en el que critica las consecuencias de la independencia de Hispanoamérica y propone la unidad del "alma continental" por encima de la unión política. Martí advierte sobre los peligros internos como el aldeanismo y los externos representados por el imperialismo estadounidense. Llama a los americanos a reconocer el valor de su historia y cultura para defender su independencia frente a la amenaza del desdén y desconocimiento del "vecino formidable".

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Análisis del ensayo "Nuestra América" de Martí

Este documento resume un ensayo de José Martí titulado "Nuestra América" en el que critica las consecuencias de la independencia de Hispanoamérica y propone la unidad del "alma continental" por encima de la unión política. Martí advierte sobre los peligros internos como el aldeanismo y los externos representados por el imperialismo estadounidense. Llama a los americanos a reconocer el valor de su historia y cultura para defender su independencia frente a la amenaza del desdén y desconocimiento del "vecino formidable".

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CENTRO DE ACTUALIZACIÓN DEL

MAGISTERIO EN MONTERREY
Licenciatura en Educación Primaria

ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS CON PROPÓSITOS


EDUCATIVOS

Nuestra américa
de José Martí

ENSAYO
Presenta:
Xóchitl Quetzalli Bautista Dávila
Semestre: IV Grupo A

Maestra:
Verónica Santoscoy Salazar

Monterrey, Nuevo León, México 21 de marzo de 2019.


José Martí, paradigma indudable de la Revolución Cubana vio donde mentes preclaras no
vieron. Previó y proyectó soluciones reales hasta donde le fue posible. Fue hombre de
su tiempo y por ello de todos los tiempos.
En cualquier momento de su extensa obra-escribe Marinello nos sorprenden los hallazgos
singulares, las imágenes inusitadas, el largo tesoro de su fuerza y de su ternura. Pero todo el
gran poder expresivo, toda la cultura y toda la originalidad de Martí, marchan en un mismo
sentido; no salió una sola palabra de su mano que no mirase a prestar un servicio , ya
cuando escribe para libertar a su isla, ya cuando alerta América Latina sobre los peligros del
naciente imperialismo de los Estados Unidos, ya cuando quiere sacar a las naciones
latinoamericanas de una educación postiza y regresiva, ya cuando combate el odio de razas,
ya cuando pelea por una realidad internacional asentada en la justicia, firme en la igualdad y
fecunda en la paz."
Uno de sus escritos más importantes, y representativo para los pueblos americanos, es el
ensayo "Nuestra América" redactado en 1891 justo en la etapa de la Tregua Fecunda cuando
Martí estaba inmerso en la preparación de la Guerra Necesaria, además conociendo los
siniestros propósitos de la Conferencia Internacional Americana y los proyectos yanquis de
comprar a Cuba, también el peligro de que una vez liberada de España y formalmente
independiente, la América nuestra siguiera el camino erróneo de las otras Repúblicas
hermanas.
El ensayo consiste fundamentalmente en una crítica amorosa a las consecuencias
inmediatas de la liberación de Hispanoamérica, es una síntesis concreta, de la revelación de
nuestro ser esencial, sus sentimientos y conciencia histórica. Es un manifiesto del ser
existencial de nuestra América incluyendo sus perspectivas de desarrollo. Es
un programa científico de lucha, cuyo modelo se mueve ante dos alternativas: ser o no ser.
Pero afirmando el primero (ser) con optimismo, basado en un estudio profundo y en premisas
reales. En este escrito se funden indisolublemente latino americanismo, antirracismo y
antiimperialismo para dar coherencia a la teoría socio-filosófica más avanzada de su tiempo.
Con el presente trabajo se pretende analizar a profundidad ese escrito, haciendo énfasis en
los mensajes implícitos que trasmite el Maestro a los pueblos americanos y demostrar la
clara vigencia de sus reflexiones.
"Lo que queda de aldea en América ha de despertar. Estos tiempos no son para acostarse
con el pañuelo a la cabeza, sino con las armas de almohada, (…) las armas del juicio. (…)
Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.", esta América nuestra debe darse
cuenta de que con un regionalismo inútil, jamás llegaremos a ser ese pueblo respetado al
que todos aspiramos. Tenemos que hacer causa común, nosotros, que compartimos iguales
intereses, culturas semejantes; el mismo continente, que han tratado de doblegar desde
tiempos inmemoriales.
Debemos hoy estar más unidos que nunca para que se escuchen nuestras voces, tantas
veces silenciadas por los poderosos. "Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos
de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes".
Lo que propone Martí desde sus líneas no es exactamente la simple unión de nuestros
pueblos, nótese que dice la unión "tácita" y no de las naciones, sino del "alma continental", lo
que excluye la idea de la unión o federación política y administrativa de los países de Nuestra
América, más allá de las ideas del Libertador "empeñado en unir bajo un gobierno central y
distante los países de la revolución", según se lee en el discurso en homenaje a Bolívar del
28 de octubre de 1893, donde el Apóstol insiste en que lo deseable era "la unidad de
espíritu", no la "unión en formas teóricas y artificiales"
La unidad continental sólo se logra si en las propias repúblicas no existe diferencia de clases
y de razas. "No hay odio de razas," dice Martí, "porque no hay razas." El racismo y
el conflicto aparente de razas se deben a la historia y a desencuentros culturales, no a
diferencias ingénitas entre latinos, anglosajones, indios y negros. Las repúblicas
latinoamericanas han de recuperar al "indio mudo," "el negro oteado" y al
"campesino creador," marginados por la experiencia colonial antes y después de
la independencia, para encauzarlos hacia aquella unidad que protegerá al nuevo mundo
propuesto por Martí.

Sencillamente, el Maestro, en criterio de Juan Marinello, "quiso en el acogimiento cálido de


cada hombre –del negro, del blanco, del amarillo- fijar la marca del hombre de América. Así –
enfatiza el Apóstol- cuanto más americanos anti aldeanos fueran su pueblo, mejor serían los
iniciadores y sostenedores de una humanidad nueva.
El hombre, en todo su ser, independientemente de sus especificidades y rasgos
característicos, lo integra su identidad humana. Sobre estas bases se asienta el latino
americanismo martiano, al cual se subordina como una de sus determinaciones esenciales el
antirracismo. Antirracismo que más que una proyección política determinada constituye
necesidad primaria en toda proyección social.
Martí en su ensayo asocia dos conflictos simétricamente opuestos en los primeros párrafos:
por una parte la "pelea de los cometas en el cielo," y por otra, los hermanos celosos "que se
enseñan los puños." El combate astral se refiere a los grandes poderes mundiales,
particularmente EEUU, el "gigante de siete leguas", en las botas y que nos las puede poner
encima. Y los hermanos celosos en conflicto son el signo de la pequeñez y división que tiene
que ser vencida en la América Latina para que sus "dolorosas repúblicas" puedan ponerse a
la altura de las dificultades, de un escenario mundial poblado de países poderosos y
ansiosos de continuar explotándonos a su antojo.
De esta forma define claramente que los peligros que tenemos que enfrentar son de dos
clases: internos (aldeanismo, desarraigo) y externos, los provenientes del "vecino formidable
que no la conoce".
El elemento de "desdén" en la actitud de los Estados Unidos hacia los pueblos de nuestra
América fue claramente captado por Martí. Varias veces aludió a él, pero nunca, por
necesaria cautela política, de modo tan crudo en su última carta Manuel Mercado cuando se
refiere a las gestiones anexionistas e imperialistas del "Norte revuelto y brutal que los
desprecia" (a nuestros pueblos). En el texto de estudio subraya que "el desdén del vecino
formidable que no la conoce es el peligro mayor de nuestra América. En sus análisis, supone
que el desdén puede ser efecto del desconocimiento, pero en el fondo sospecha que el
desdén sea la causa del desconocimiento. Por eso afirma que ese "desdén es el peligro
mayor".
El amor por su continente, expresado en toda su obra, cobra especial significación en este
escrito. Critica fuertemente a aquellos "…nacidos en América, que se avergüenzan porque
llevan delantal indio, de la madre que los crió, y reniegan de la madre enferma y la dejan
sola…", no se merecen el calificativo de hombres, los llama delicados, "que son hombres y no
quieren hacer el trabajo de hombres".
Martí señala: "¿en qué patria puede tener un hombre más orgullo que en nuestras repúblicas
dolorosas de América, levantadas (…) sobre los brazos sangrientos de un centenar de
apóstoles? En muchos lugares del mundo no se conoce nuestra historia, en estos momentos
donde los grandes medios de comunicación dueños de prácticamente todas las cadenas de
transmisiones, colman sus programas de imágenes sintéticas que tratan de vender, que
manipulan de forma consciente el pensamiento de los hombres alejándolos de la realidad y
de su verdadera esencia. Solo con el conocimiento de nuestras tradiciones de lucha y del
sacrificio demostrado por los americanos a través del tiempo seremos capaces de reconocer
el valor incalculable de nuestro continente.
Para el Maestro, la política es una zona de la cultura y fructifica cuando se afinca en las
raíces con vocación universal. "La historia de América, de los incas acá, ha de enseñarse al
dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la
Grecia que no es nuestra (…) Los políticos nacionales han de reemplazar a los políticos
exóticos. Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras
repúblicas".
Para él toda política que forje y despliegue humanidad resulta verdadera, buena y bella; y
adquiere valor y vigencia social, porque es legítima y en su concepción sólo eso fructifica, lo
demás carece de permanencia, es efímero; no figura en el cuerpo de la cultura, no trasciende
en el tiempo.
Afincarse en lo autóctono con fuerza y energías creadoras, teniendo conciencia de nuestro
ser esencial, no implica dar la espalda a la obra que enriquece y abre camino también a lo
propio. Insertar lo particular-propio, nacido de nuestras entrañas en el concierto universal es
impregnar las raíces y afirmarse a sí mismo. Nacionalismo en defensa de la
propia personalidad resulta vacío si carece de una vocación de universalidad, acorde con el
tiempo moderno, en función de su superación para bien del hombre y los pueblos.
Un continente debe reencontrarse con sí mismo, con sus raíces, con sus particularidades sin
que ello conlleve a un tajante rechazo al extranjero, sino por el contrario afianzándolo
mediante la aceptación de lo que somos, de nuestras grandezas y pequeñeces, de nuestras
potencialidades y nuestras limitaciones.
El latino americanismo martiano más que un hecho político es un hecho cultural, expresión
de una cultura liberadora con historia, memoria y resultante de la constatación de la realidad
dramática americana con pupila de hombre y con miraje político social, enraizados en una
cultura desmitificadora que no acepta continuar copiando de forma exacta lo exógeno, que ya
se sabe sujeto con posibilidades creadoras, reales y catalizadoras de una identidad regional
propia, diferente de la América del Norte y de Europa. Una identidad, que reclama
universalidad a partir de la obra autóctona, angustiada dramáticamente de
desesperanza, inseguridad en sí misma y rezagos ideológicos de la colonia que merodean
en las cabezas de los hombres.
No hay en Martí regionalismo estrecho, antinorteamericanismo, anti-europeísmo. Hay,
simplemente, latino americanismo que se resiste, y lucha por no ser eco y sombra de
culturas foráneas.
En su filosofía, la universalidad de la cultura de nuestra América, deviene de su ser esencial,
y constituye una medida de su autenticidad. Nos exige pensar en nuestra realidad por y
desde nosotros mismos. Es por ello que en las circunstancias objetivas que nos ha tocado
vivir y afrontar, Martí hubiera aprobado las siguientes palabras de José Carlos Mariátegui.
"No deseamos ciertamente que el socialismo en América sea una copia o un calco. Debe ser
una creación heroica."
Y esto nos llama a la reflexión acerca de nuestro proceso revolucionario y cómo a pesar del
derrumbe del campo socialista, hecho que para muchos significó el fin del Socialismo
como sistema, aun nos mantenemos firme a solo noventa millas del imperio. El mérito
consiste en haber encontrado el camino para continuar con "nuestro socialismo", rectificando
errores y ajustándolo cada vez más a nuestra realidad objetiva; y a este camino se ha
unido Hugo Chávez, presidente de la hermana República Bolivariana de Venezuela cuando
en reiterada ocasiones ha debatido acerca del Socialismo del siglo XXI.
En la revelación del ser esencial de Nuestra América constituye la magna obra martiana: dar
razón y cuenta de esta identidad en tanto con sus fuerzas y raíces, y sus debilidades y
fragilidad, pero al mismo enseñar que somos una cultura con vitalidad y desarrollo, con
posibilidades infinitas de realización.
El hombre nuevo de América, al que se refiere Martí en este escrito, es el hombre que en
cada generación ha de renacer para no perecer. Cada generación, tiene como tarea dar
nacimiento a ese particular hombre nuevo que deberá de luchar por hacerse presente; por
ocupar su puesto de cara a todos los pueblos del mundo. Para defender nuestros criterios, y
para ser capaces de darnos a respetar en todo momento, como se demostró en la pasada
Cumbre Iberoamericana, con actitudes firmes y decididas por parte de Venezuela,
Nicaragua, Cuba.
Para Martí, la situación real de América; el carácter débil de algunas repúblicas, la imitación
existente en los gobiernos y el peligro del imperialismo para la independencia, exige
indudablemente el rescate de la historia, las tradiciones y todos los componentes
estructurales que conforman la identidad nacional de los pueblos de Nuestra América. Es
necesario el estudio de los factores reales del país. "Conocer es resolver. Conocer el país y
gobernarlo conforme al conocimiento, es el único modo de librarlo de tiranías", porque de lo
contrario "....viene el hombre natural, indignado y fuerte, y derriba la justicia acumulada de
los libros, porque no se la administra en acuerdo con las necesidades patentes del país".
Le concede a ese "hombre natural" que señala un poder de irrupción relevante en medio de
una sociedad opresora. Nos está hablando de un sujeto de derecho, enfrentado a un
derecho, el establecido en los libros, es decir, que goza de la fuerza institucional de la letra
escrita. El "hombre natural" denuncia a la "civilización" expresada en la justicia acumulada en
los libros y rechaza una "segunda naturaleza" que le es impuesta como el mundo de lo
universal. Con esta breve afirmación trata de resumir la historia de las luchas de los pueblos
latinoamericanos por su liberación.
Por eso es que Martí critica los modelos liberales de las repúblicas latinoamericanas y la
ineficacia de sus proyectos y exige que se adecuen a nuestras realidades. Él planteaba: "La
incapacidad no está en el país naciente, que pide formas que se le acomoden y grandeza
útil, sino en los que quieren regir pueblos originales, de composición singular y violenta
con leyes heredadas de cuatro siglos de práctica libre en los Estados Unidos, de diecinueve
siglos de monarquía en Francia. el buen gobernante en América no es el que sabe cómo se
gobierna el alemán o el francés, sino el que sabe con qué elementos está hecho su país, y
como puede ir guiándolos en junto, para llegar, por métodos e instituciones nacidas del país
mismo a aquel estado apetecible donde cada hombre se conoce y ejerce, y disfrutan todos
de la abundancia que la naturaleza puso para todos en el pueblo que fecundan con su
trabajo y defienden con sus vidas." "El espíritu del gobierno ha de ser el del país. El gobierno
no es más que el equilibrio de los elementos naturales del país."
Solamente manteniéndonos unidos y bajo estos preceptos seremos capaces de crear esa
América Nueva que planteaba Martí, nuestra América mestiza, con sus culturas nacionales y
colmada con vocación de universalidad.
Martí no es un pensador que espera y que se encierra en una oficina a teorizar sobre el
hombre y su subjetividad. Es un hombre comprometido con su tiempo, sus circunstancias y
su patria. Por eso en su discurso, la subjetividad humana, con todos sus atributos, se inserta
en la cultura de las grandes masas como espíritu del pueblo, como fuerza movilizadora de
energía creadora, de cambio y transformación. Todas sus ideas iban encaminadas a
la acción "¡Con esperar, allá en lo hondo del alma, no se fundan pueblos! (...) Con todos, y
para el bien de todos no es una simple consigna, su realización depende de nuestra fuerza
de idea y de acción.
Nuestra identidad, es propia, y se ha ido forjando en la historia con sujetos reales, (hombre
natural) cuya existencia implica asumir creadoramente lo nuestro y no aferrarse a modelos
extraños que en realidades nuevas envilecen y desvían. Lo nuestro, lo autóctono, lo legítimo,
es fuente de progreso y creación. No se trata de nacionalismos regionalistas, ni negación de
la cultura y los valores universales. Se trata de asumir creadoramente todo lo útil y
productivo, pero con bases nuestras. Como él mismo expresara: "Con un decreto de
Hamilton no se le para la pechada al potro de llanero."
El hombre "natural", nuestros pueblos oprimidos, por derecho deben ser dueños de su
destino. Destino que debe forjarse en nuestros propios esfuerzos. El espíritu de acá,
hacedor, creador, y digno debe fundarse en su propia obra si no quiere sucumbir. Y este es
el gran legado que hace de "Nuestra América", trincheras de ideas que defienden en un
momento crítico de la historia, nuestra identidad.
La revelación de Martí a través de nuestra América, no se reduce sólo a fijar la
memoria histórica, a descubrir la fuerza de su identidad, sino además a revelar todo lo que se
opone a su realización efectiva. Tanto en lo interno: el caudillismo, el mimetismo; como en lo
externo: el imperialismo que acecha; que son descubiertos por Martí, como antítesis de la
eficaz realización del "hombre natural" y de la América Nuestra. Por lo que es necesario unir
fuerzas y lograr el equilibrio para lograr nuestra propia existencia independiente como
pueblos.
Martí sienta una premisa esencial: la necesidad de apegarse a las tradiciones culturales
como medio de vincular los valores y convertirlos en normas de conducta y de convivencia
humana y social. Es decir encontrar los cauces necesarios en esos valores para su
acercamiento a la realidad, que solo se logrará si estos están cimentados en la realidad y la
acción comunicativa y no en procesos mentales puros.
Es una obra que no dio solución a todos los problemas que surgían, pero abrió, a las
sucesivas generaciones, nuevas vías para resolver situaciones con su concepción del
devenir humano como expresión cultural.
Martí se orienta en su ensayo a revelar el ser existencial de nuestra América, su grandeza,
exuberancia y valores, y de esta forma, rescata su memoria histórica, su confianza en sí
misma, su identidad como fuerza fundadora, que estimula la creación para desarrollarse
como un pueblo libre y próspero en el mundo actual.
La revelación de nuestra América se convierte en cultura de resistencia, que estimula valores
de amor, lucha, energía creadora y de dignidad humana. Su búsqueda continua del "hombre
natural, del alma viva", del espíritu del pueblo, de la revolución necesaria, da sentido a su
existencia y a su batallar creador. Alienta su obra fundadora el principio "pensar es servir" y
su trascendencia, reside en gran medida en sembrar y cultivar utopías.
En los momentos actuales, cuando el escepticismo histórico se extiende y se agita en la
arena internacional, cuando no faltan los intentos de negar la historia, los valores, la cultura,
la tradición, la razón, los proyectos de emancipación social y el progreso, la racionalidad se
impone como necesidad de preservar no sólo la identidad nacional, sino también la identidad
humana. En tales condiciones, el paradigma martiano adquiere más que nunca
contemporaneidad y vigencia social.
José martí.
Nuestra América
. Biblioteca Ayacucho. 3ra ed. Caracas. 2005.El siglo XIX en el Caribe, estuvo marcado por cambios
e intelectuales que lucharon por la libertad y en contra del imperialismo. Uno de los intelectuales caribeños lo
fue José Martí, político, escritor y uno de los líderes principales de la lucha por la independencia de Cuba.
Desde muy joven se vio involucrado en grupos independentistas que lo llevó a los 17 años a cumplir una
condena de seis años de cárcel. Realizó en Madrid estudios en derecho y se licenció en, filosofía y letras
en la Universidad de Zaragoza. Tras permanecer un tiempo en España, Martí se traslada a México donde
conoció a su futura esposa. Luego de concluida la guerra de los 10 años, se traslada nuevamente a
Cuba. Poco después fue deportado nuevamente de Cuba estableciéndose en New York, dedicándose a
la política y a la producción literaria. Enel 1892, fundó el Partido Revolucionario Cubano y la revista que lo
convirtió en el máximo luchador por la independencia de Cuba. "Nuestra América", es una recopilación de
apuntes, discursos, artículos y cartas de José Martí, donde se incorporan mayormente sus ideas. Este
conjunto de documentos fue recopilado por la biblioteca Ayacucho, una de las editoriales más importantes
de la cultura Latinoamérica con sede en Caracas, Venezuela. Este fue impreso por primera vez en 1977 y
corregido en su segunda impresión para el 1985. Su objetivo principal es mantener vivo el legado cultural del
continente latinoamericano, junto a profesionales y especialistas para así fundamentar y propiciar una
integración cultural. Además, contiene una bibliografía para los que deseen indagar más en los escritos de
Martí. El libro está dividido temáticamente según sus escritos. Las partes se titulan "Idea de Nuestra
América", "Las conferencias internacional y monetaria", "Hispanoamericanos", "Apuntes de

viaje", "Correspondencia", "Otros textos" y "Notas para la América". Al final se encuentra la cronología, vida y
obra de Martí. Según Juan Marinello, escritor de la primera parte de titulada "Fuentes y raíces del
pensamiento de José Martí", reseña que Martí, fue movido por distintas circunstancias que lo llevaron a
denunciar las entrañas del monstro imperial que se estaba desarrollando en los Estados Unidos. Otra de la
circunstancia se presenta en el concepto racial, que no era compatible con el desarrollo económico
estadounidense. Por lo tanto, Martí apuesta a la igualdad de todo ser humano, independientemente de
la raza o color. Siendo el concepto racial un enlace en la búsqueda de las raíces tanto españolas como
indígenas, para crear así un concepto nacional que legitimara la libertad de Cuba. Otro de los propulsores
del pensamiento de Martí, lo fue el imperialismo de la metrópolis. Enel cual percibía como a diferencia de los
Estados Unidos, las colonias españolas no adquirían ningún tipo de experiencia política que les permitiera
desarrollarse. Sin embargo, se puntualiza que uno de los ingredientes para moldear este tipo de ideas lo fue
la naturaleza del pensamiento romántico del siglo XIX. Los documentos presentados a través de la lectura,
parten desde el 1895 en una trayectoria cronológica. El lenguaje utilizado por Martí proyecta un discurso
desafiante junto a una complejidad lingüística distintiva de finales del siglo XIX. Pero, por otra parte, exalta a
los valientes luchadores de los diversos pueblos los cuales conmueven e inspiran los ideales de la justicia
y la libertad.

Nuestra América

, presenta de una forma contundente el pensamiento del intelectual del siglo XIX, que, inspirado por los
diversos movimientos de independencia, busca evitar que su

país caiga atrapado en las manos de las entrañas del monstruo del imperio. Y su arma más eficaz para
lograr su objetivo son las letras que perpetúan sus ideas y legítima su ideal de libertad. Este texto, permite
crear un análisis sistemático de este intelectual. Independientemente de su complejidad en la redacción, las
lecturas iniciales brindan una idea central que facilita la comprensión de los ideales de Martí y del contexto
histórico donde se desarrolla su discurso. No obstante, representa una valiosa información para el análisis
del pensamiento romántico, los ideales de libertad y la lucha que moldean el intelectual caribeño de finales
del siglo XIX
Este ensayo de José Martí es el más complejo de los que incluimos en este curso de
introducción a la literatura. Su contexto histórico es un resumen del desarrollo
iberoamericano hasta finales del siglo XIX, a la vez que transciende su época. Hoy nos
parece todavía actual en el contexto iberoamericano. “Nuestra América” dialoga con las
diversas posiciones ideológicas que dominaron en el siglo XIX y anticipa muchas de las
preocupaciones del siglo XX. Martí toma conciencia de la realidad iberoamericana y de la
necesidad de contar con toda la población: “nuestra América, [...] ha de salvarse con sus
indios”.

Desde el punto de vista literario, “Nuestra América” es una de las mejores representaciones
del ensayo del siglo XIX. Martí establece un acertado equilibrio entre la forma (voluntad de
estilo) y el contenido. Expresa su pensamiento con gran riqueza de
construcciones metafóricas y con una prosa fluida y rítmica.

“Nuestra América” es un ensayo de difícil lectura y con gran riqueza en su vocabulario, pero
la dificultad no reside tanto en las palabras que usa Martí, como en los recursos metafóricos
que emplea. Los tres primeros párrafos del ensayo son en este sentido modelos de una
nueva prosa artística. Las mismas metáforas se recrean en niveles abstractos, haciendo
posible que se apliquen a una multiplicidad de situaciones. Por ejemplo, la siguiente frase de
Martí puede tener un referente preciso: “Los que, al amparo de una tradición criminal,
cercenaron, con el sable tinto en la sangre de sus mismas venas, la tierra del hermano
vencido, del hermano castigado más allá de sus culpas, si no quieren que les llame el pueblo
ladrones, devuélvanle sus tierras al hermano”. Martí nos habla del mundo iberoamericano
como de una familia; los distintos países como hermanos. Podríamos decir que Martí se
refiere aquí a la guerra de 1879 entre Chile por una parte y Perú y Bolivia por la otra. En esta
guerra Bolivia perdió su salida al Pacífico. El lector, sin embargo, puede aplicar esta situación
a otros muchos países y momentos anteriores y posteriores a la fecha de publicación del
ensayo (la Bolivia actual, por ejemplo, ocupa apenas la mitad de la extensión que tuvo en el
momento de su independencia, y que fue perdiendo a lo largo de su historia).

La siguiente frase nos presenta otro caso similar: “¡los árboles se han de poner en fila, para
que no pase el gigante de las siete leguas!” En el contexto de 1891, nos parece sencillo
identificar los “árboles” con los países iberoamericanos y el “gigante” con Estados Unidos. En
el contexto de principios del siglo XXI, una identificación más precisa serían las fuerzas
“imperialistas” de las multinacionales. Esta es precisamente la riqueza de contextos que
aporta el lenguaje metafórico.

“Nuestra América” posee también un contexto político. Recordemos que Martí luchaba por la
libertad de Cuba. Buscaba para su causa el apoyo de los demás países iberoamericanos y
de los intelectuales de su época. Como intelectual y escritor, su arma fue con frecuencia la
palabra escrita. El adjetivo “nuestra” busca unir a todos los países iberoamericanos en un
destino común. Cuba, nos quiere decir Martí, es también parte de Nuestra América. Otra
dimensión del título anticipa la confrontación con Estados Unidos, en el sentido de que la
palabra “nuestra” enfrenta a las dos Américas: la nuestra y la que no es nuestra (la América
Anglosajona). Las reflexiones, en forma de interrogantes, que siguen son únicamente una
muestra de las muchas que se podrían formular de los múltiples temas implícitos en este
ensayo.

 Difícilmente podemos encontrar un texto que reúna a lo largo de sus páginas más
características del ensayo que “Nuestra América”. ¿Podría usted señalar las
cinco características del ensayo que le parecen más importantes en este texto de
Martí? ¿En qué sentido las considera usted importantes? ¿Qué función desempeñan
en el ensayo?
 En el primer párrafo del ensayo Martí presenta dos conceptos fundamentales para
comprender su pensamiento. El primero: “Cree el aldeano vanidoso que el mundo
entero es su aldea.” ¿A quién se refiere Martí? ¿Si lo que busca es agitar las
conciencias de los iberoamericanos, qué relación puede tener con Cuba? ¿Qué quiere
decir cuando señala: “Lo que quede de aldea en América ha de despertar”? El otro
concepto fundamental lo expresa a través de una ingeniosa metáfora: “Trincheras de
ideas valen más que trincheras de piedra”. ¿En qué contexto podemos colocar esta
frase? ¿Cómo se relaciona a la situación iberoamericana de finales del siglo XIX?
¿Tiene actualidad a finales del siglo XX?
 En el segundo párrafo de su ensayo, Martí hace referencia a la situación
iberoamericana. Su crítica es constructiva y expresa sus juicios en un plano abstracto,
sólo sugerido a través de eficaces metáforas. Esta técnica permite que el lector
coloque ejemplos según sus propios conocimientos o experiencia. Permite también
que su texto transcienda su época. Así, por ejemplo, su frase: “Los pueblos que no se
conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos”.
¿Podemos interpretar esta frase como una crítica a la mentalidad colonial? ¿Qué
significado tendría hoy, a comienzos del siglo XXI? En otro lugar Martí señala: “La
historia de América, de los incas a acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se
enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no
es nuestra”. ¿En qué otros pasajes del texto expresa Martí este mismo concepto?
 Martí combate en numerosos lugares el racismo que imperaba en su época. En este
ensayo nos dice que “No hay odio de razas, porque no hay razas”. Martí trata también
este tema en su breve ensayo “Mi raza”. ¿Qué quiere decir cuando afirma que no hay
razas? ¿Es su concepto de raza diferente o está negando la realidad cubana de su
época? Al comienzo del ensayo Martí critica a quienes mantienen prejuicios raciales
mediante el uso de una metáfora original: “¡Estos nacidos en América, que se
avergüenzan, porque llevan delantal indio, de la madre que los crió, y reniegan,
¡bribones!, de la madre enferma, y la dejan sola en el lecho de las
enfermedades!”¿Cómo interpreta usted esta metáfora y cómo la relaciona con
Iberoamérica? En otro momento afirma Martí: “Estos hijos de nuestra América, [...] ha
de salvarse con sus indios”. ¿A qué se refiere Martí? ¿Cómo interpretaría usted el uso
del adjetivo posesivo “sus indios”?
 Una de las frases centrales de este ensayo es la afirmación de Martí de que “Conocer
es resolver”. En verdad, el término “conocer” en varias de sus formas se repite
numerosas veces a lo largo del ensayo. ¿En que sentido podríamos decir que este
concepto resume a todos los demás? ¿Qué quiere decir cuando afirma que “el
gobierno ha de nacer del país”?
 El uso de ingeniosas metáforas le permite a Martí expresar en pocas palabras
interpretaciones profundas de la historia de Iberoamérica. La lectura es ciertamente
más difícil, pero la explicación de dichas metáforas nos permite reflexionar sobre el
proceso histórico, sin que el autor nos imponga una perspectiva como la más correcta.
En este ensayo hay numerosos casos. El siguiente puede ser un buen
ejemplo: “Nuestras repúblicas dolorosas de América, levantadas entre las masas
mudas de indios, al ruido de pelea del libro con el cirial, sobre los brazos sangrientos
de un centenar de apóstoles”. En apenas tres líneas, Martí ha resumido el siglo XIX:
marginación de los indios, caudillismo, ideas importadas, luchas institucionales, la
posición tradicionalista y conservadora de la Iglesia, etc. ¿Cómo desarrolla Martí estos
temas? ¿En qué otros lugares contextualiza la historia iberoamericana con el uso de
metáforas?

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