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RETOS BIOETICOS SOBRE EL TRASPLANTE DE ORGANOS
MARIA CAMILA ORTIZ PEREA
PROFESOR
PEDRO PABLO AGUILERA
UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI
SANTIAGO DE CALI
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El trasplante de órganos es una intervención médica que consiste en trasladar órganos, tejidos
o células desde un donante a alguien que lo necesita, con el fin de recuperar funciones
afectadas por enfermedades o lesiones. Hay diferentes tipos de trasplante según de dónde
venga el órgano y la compatibilidad: autotrasplante, alotrasplante y xenotrasplante. Hoy en
día, se pueden trasplantar distintos órganos y tejidos: corazón, pulmones, riñones, córneas e
incluso la médula ósea.
Hoy en día, uno de los mayores retos es la gran cantidad de personas que necesitan un órgano
frente a la escasez de donantes. Las listas de espera son largas, y lamentablemente muchos
pacientes mueren sin haber recibido el trasplante. Esta situación nos lleva a cuestionarnos
cosas muy profundas: ¿cómo se decide quién recibe un órgano? ¿Es justo el proceso?
¿Realmente todos tienen las mismas oportunidades?
Si bien los trasplantes son uno de los avances más importantes de la medicina moderna,
también abren la puerta a dilemas éticos muy complejos. Aquí es donde entra la bioética, que
nos ayuda a reflexionar sobre lo que está bien o mal en situaciones relacionadas con la vida
y la salud. En particular, el enfoque principalista que se basa en los principios de autonomía,
beneficencia, no maleficencia y justicia da una base clara para tomar decisiones éticas en
estos casos.
En este ensayo quiero reflexionar sobre los dilemas éticos que rodean a los trasplantes y la
necesidad urgente de encontrar un equilibrio entre el bienestar de los individuos, el bien
común y el respeto por la vida humana.
En Colombia, más de 4.000 personas están esperando un trasplante. El Instituto Nacional de
Salud (INS) ha creado un sistema para clasificar a los pacientes según qué tan grave es su
estado de salud. Pero esto no resuelve todas las dudas. Todavía es válido preguntarse: ¿El
proceso es verdaderamente justo para todos?
El principio de autonomía es clave y está protegido por la ley colombiana. Esto significa que
tanto los donantes como los pacientes tienen derecho a recibir información clara sobre los
riesgos, beneficios y alternativas antes de dar su consentimiento. Sin embargo, en la práctica,
la autonomía tiene límites. Por ejemplo, aunque un paciente quiera recibir un órgano, no tiene
control sobre si será compatible ni cuándo llegará. Eso puede generar frustración, miedo y
hasta impotencia.
Mas allá de respetar lo que cada persona decida, los profesionales de la salud tienen la
responsabilidad de cuidar y velar por el bienestar del paciente, según el principio de
beneficencia. Por eso es tan importante analizar a fondo cada situación, teniendo en cuenta
no solo el estado de salud actual, sino también las posibilidades de una vida digna y plena
después del trasplante. Aun con tan pocos órganos disponibles, tomar una decisión no es
nada fácil; cada caso implica dilemas difíciles y muchas emociones de por medio
También está el principio de justicia, que nos lleva a pensar si todos tienen realmente las
mismas posibilidades. Aunque las listas de espera intentan ser objetivas y se basan en
criterios como el tiempo de espera o la gravedad del caso, factores como la región donde vive
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una persona o su situación económica todavía marcan una gran diferencia. Por ejemplo, hay
quienes opinan que los más jóvenes deberían tener prioridad por tener más años de vida por
delante, mientras que otros creen que la urgencia médica debe pesar más. Y si a eso sumamos
la falta de acceso a servicios de salud de calidad en ciertas zonas, las desigualdades se vuelven
más evidentes.
El principio de no maleficencia también es fundamental. Aunque los trasplantes han
avanzado mucho, no están libres de riesgos. Puede haber rechazo del órgano, infecciones o
efectos secundarios de los medicamentos. En el caso de los donantes vivos, por más
exámenes que se hagan, nunca se puede eliminar el riesgo por completo, y eso también tiene
un peso ético que no se puede ignorar.
conseguir un trasplante no es sencillo. La espera puede ser larga y angustiante para miles de
personas, no solo en Colombia sino en todo el mundo. Además, el problema no solo es la
falta de órganos. Detrás de esto hay algo aún más grave; las desigualdades soiales y las
barreras que impiden a muchas personas recibir una atención medica digna. Frente a esto, se
hace urgente buscar soluciones reales: mejorar la forma en que se asignan los órganos,
aumentar la conciencia sobre la donación y aplicar políticas públicas que realmente
garanticen igualdad de condiciones para todos. Solo así podremos avanzar hacia un sistema
de trasplantes más justo, más humano y que valore la dignidad de cada persona.
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BIBLIOGRAFIA
https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/trasplante
https://www.aacic.org/es/editorials/que-es-la-bioetica-2/
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y-tejidos-para-mejorar-la-atencion-de-pacientes-en-espera-de-trasplantes.aspx
https://www.elsevier.es/es-revista-dialisis-trasplante-275-articulo-bioetica-
trasplanteorganos-13125962
