Material Frida Khalo Noveno Año de Colegio
Material Frida Khalo Noveno Año de Colegio
Del dosel pendía, además, un esqueleto de cartón, recordatorio irónico de esa muerte que
siempre la rondaba; y en el cielo raso del baldaquín había, y aún hay, el espejo en el que
se contemplaba para pintar sus famosos e inquietantes autorretratos. Frida Kahlo es una
artista de escasa reproducción, apenas doscientos cuadros en toda una vida, y la mayoría
reproducen su propia figura: hay muchos bustos de mirada taladradora, y lienzos
temáticos en donde aparece de cuerpo entero, con las carnes desgarradas, en un charco
de sangre, con la espalda abierta: “Me pinto a mí misma porque estoy a menudo sola y
porque soy el tema que mejor conozco”. Con ese afán que tenemos los humanos de
retocar nuestras biografías para darle una apariencia de orden al absoluto caos de la
existencia, Frida siempre sostuvo que había empezado a pintar por aburrimiento a los
dieciocho años, a raíz de horrendo accidente que le machacó la pierna, le rompió la
espalda y le perforo el vientre. Durante la larguísima convalecencia, su madre colocó
espejo en la cama, y ella habría comenzado así a usarse de modelo. Pero no: existe un
autorretrato de un par de años antes del accidente, un cuadro juvenil y burdo pero
reconocible, con la misma postura, la misma mirada. De manera que pintaba (y se
pintaba) con anterioridad a su destrozo físico.
A los dieciocho iba en autobús a la escuela (quería estudiar medicina) cuando un tranvía
les embistió. Fue un accidente grave, con varios muertos; y, según los testigos
presenciales, fue un accidente extraño, lento, casi sin ruido, con el tranvía triturando el
costado del autobús de manera imparable pero poco a poco, con la plasticidad de las
pesadillas. Frida apareció desnuda entre los hierros: el pasamanos la había empalado (la
barra entró por un costado y salió por la vagina). Un bote de pintura que alguien llevaba
se había derramado sobre ella y estaba recubierta de purina dorada: era como una
estatua del dolor en carne, sangre y oro. Incluso su accidente, en fin, parece un mal
sueño, como contagiado del mundo de onírico a la cama. Ese mundo que llenaba también
sus cuadros de extraños y poderosos símbolos.
La colisión le partió la columna por tres sitios, le rompió la cabeza del fémur y las costillas,
le fracturó tres veces la pelvis y once veces las piernas y le aplasto por completo el pie
derecho (el pie malo de la polio). Cuando supo del estado de hija, la madre se quedó
muda de la impresión y no pudo ir a verla en un mes; el padre, que era epiléptico, enfermó
y no apareció por el hospital hasta los veinte días. Frida estaba sola, un cuerpo
desbaratado enfrentado a un sufrimiento insoportable. El accidente ocurrió el 17 de
septiembre de 1925; se puede decir que entonces empezó a morirse Frida Kahlo, una
larga agonía que culmino veinte años después en Coyoacán. Todos llevamos dentro
nuestra propia muerte, toda vida es irse desviviendo, pero Frida falleció precisamente de
las heridas de aquel choque, tras casi tres décadas de un constante y terrible deterioro.
En el entretanto, sin embargo, hizo muchas cosas. Tenía tal fuerza de voluntad, tanto
coraje y tantísimas ganas de vivir que dos años después, tras un calvario de operaciones,
estiramientos, colgaduras y corsés, consiguió llevar una vida prácticamente normal,
aunque se sintiera constantemente agotada y sufriera dolores de espalda y la pierna. “No
tengo más remedio que aguantar por que es peor desesperarse”, repetía en las cartas
que escribí desde el hospital, mostrando ya ese talente heroico que le hizo sobrevivir
donde los demás hubieran muerto: “Estoy empezando a acostumbrarme al sufrimiento”.
Diego Rivera era ya por entonces el pintor más famoso de México, autor de unos
colosales murales de tema revolucionario que hoy, aun manteniendo la fuerza del color y
del trazo, resultan un tanto envarados en su estilo realista-socialista: a mí, personalmente,
me interesa mucho más la obra de Kahlo. También era un gigante barrigón y horrendo, de
ojos abultados y cara de batracio (“tu rana-sapo”, se firma en las cartas a Frida), que, sin
embargo, gozaba de un incomprensible predicamento con las mujeres. Había tenido dos
esposas y se acostaba con toda hembra que podía. Cosa que siguió haciendo después
de unirse a Kahlo, para gran desesperación de ella. Se dice que Diego tuvo, entre otras
amantes célebres, a las actrices Paulette Godard y María Félix. Además se acostó con
Cristina, la hermana de Frida, y esa herida imperdonable les llevó al divorcio. Pero se
volvieron a casar dos años más tarde.
Pero rivera también debía de ser un tipo imaginativo, divertido cuando quería, único,
exuberante. Frida le describe como quien describe a un dios, a una criatura primigenia:
“Su vientre enorme, terso y tierno como una esfera, descansa sobre sus fuertes piernas,
bellas como columnas… es un ser antediluviano, un monstruo entrañable”. Para ella
Diego es un mito, el ogro bueno y malo de la infancia, el principio mismo de la vida. Y
aunque es cierto que Diego la atormentó psíquicamente y la abandonó en momentos de
gran necesidad, también es cierto que en otros momentos fue un gran ayuda para Frida y
que nunca llegó a abandonarla por completo. Diego fue el más apasionado defensor del
arte de Kahlo (“Ella es mejor pintor que yo”) y la persona que más apoyó su trabajo. A
decir verdad la relación de Rivera con Frida está llena de dulzura y crueldad
alternativamente.
Al principio Kahlo fue una especie de hija para diego, pero durante el segundo matrimonio
(ella puso como condición para la nueva boda que no hubiera sexo entre ambos) los
papeles se invirtieron y la declinante Frida se convirtió en su madre. Por ejemplo, a
menudo ella bañaba con esponja a Rivera, el gigantón blanco y orondo chapoteando en la
bañera y jugando con juguetitos flotantes que Frida le compraba; y al final, en la última
agonía de Kahlo, cuando Diego, sesentón y enfermo de cáncer de pene (una especie de
castigo bíblico al gran macho), volvía a casa después de una escapada de varios días,
ella le llamaba desde la cama: “Mi querido niño, ven aquí, ¿quieres una frutita?”. Y él
contestaba “chí” con voz y gesto de crío pequeño.
Frida era bella. O era más que bella: era tremenda. Tenía unos ojos feroces y
maravillosos, una boca perfecta, el entrecejo hirsuto, un bigote apreciable. Una vez se lo
afeito y diego se puso furioso: de algún modo ambos estaban trastocados en sus atributos
sexuales secundarios, porque él tenía unos grandes pechos de mujer que a Frida le
encantaban. A su poderoso físico, Frida añadía una increíble puesta en escena: siempre
usaba ropas de las indias tehuanas, bellísimos trajes largos crujientes de enaguas y
puntillas. Trenzaba sus cabellos con cinta de raso, flores, terciopelos; y se adornaba con
pesadas joyas precolombinas o coloniales. Vestirse era para ella una expresión artística
más; entre acicalarse frente a un espejo o pintar uno de sus autorretratos no debía haber
mucha diferencia. En las dos actividades se construía a sí misma, algo que le era
absolutamente necesario en su carrera contra la decadencia. Porque su cuerpo se le caía
a pedazos, en los terribles años finales escribió en su diario: “Yo soy la desintegración”.
También Frida daba mucha importancia al sexo y tuvo numerosos amantes, sobre todo
después de que Diego la engañara con su hermana. Era bisexual (se rumoreó que entre
sus amores femeninos estaba Georgia O´Keeffe) pero sus mayores pasiones las vivió con
los hombres: el escultor Isamu Noguchi, el fotógrafo Nickolas Murray, por quien perdió
literalmente la cabeza, y un pintor español republicano cuyo nombre se mantiene en el
anonimato y que fue, después de Diego, su historia más importante: estuvieron juntos
siete años (lo cuenta Hayden herrera: su biografía de Kahlo es, con mucho, la mejor de
todas). Además vivió una breve relación con el viejo Trotski al poco de llegar éste a
México. Luego Frida regresó al seno del estalinismo y también ella abominaría de su
antiguo amigo. Cuando el español Ramón Mercadero mató a Trotski con un punzón para
el hielo, Frida fue detenida como sospechosa (Diego se encontraba en Estados Unidos).
Algunos sostuvieron que los Rivera colaboraron en el asesinato, pero esta acusación
parece carecer de base. Eso sí, tres meses antes el artista Siqueiros, amigo de ambos,
había participado en el ametrallamiento del dormitorio de los Trotki: León y su mujer
salvaron la vida de milagro arrojándose debajo de la cama. Tiempos oscuros, actitudes
siniestras.
Frida pintaba cuadros muy pequeños (mientras su marido hacía enormes murales) y
siempre se mostró extremadamente humilde con su trabajo. Durante muchos años nunca
enseñó su trabajo, y si se convirtió en una pintora conocida fue gracias al empuje de
Rivera, que prácticamente la obligó a exponer en Nueva York en 1938. Por entonces
conoció a André Breton, el principal teórico del surrealismo, que se quedó fascinado por
esa pintora que era surrealista “sin ella saberlo”. En 1939 expuso en París y más o menos
se la consideró incluida dentro de ese movimiento estético. Años más tarde, en plena
fiebre estalinista, Frida repudiaría el surrealismo por ser “una decadente manifestación del
arte burgués”.
Pero para llegar a eso, al fanatismo final prosoviético, hay que contar la parte más
amarga, más terrible de esta historia. El suplicio indecible, la pesadilla. Cómo el cuerpo de
Frida se fue deshaciendo: el pie se le ulceraba, la espalda se le torcía, ansiaba tener hijos
y no podía (sufrió cuatro o cinco abortos y guardaba en su dormitorio un feto humano
anónimo metido en un frasco con formol). La enganchaban en aparatos, colgaban veinte
kilos de sus piernas, la encerraban en corsés de hierro, de cuero, de escayola (desde
1944 hasta su muerte usó veintiocho corsés). Se bebía una botella de coña al día contra
el dolor (en los últimos años dos botellas). Le practicaron al menos treinta y dos
intervenciones quirúrgicas. Sólo entre marzo y noviembre de 1950 soportó seis
operaciones en la columna; la escayolaron encima de las costuras recién hechas y
cuando empezó a apestar descubrieron que sus heridas se estaban pudriendo. Desde
1944 padecía unos dolores agudísimos que obligaban a depender de la morfina. Tenía la
pierna derecha gangrenada y en agosto de 1953 se la amputaron desde la rodilla. La
simple y fría enumeración de sus tormentos produce asfixia: es como contemplar a los
ojos del horror de la vida. Sus últimos años, en fin, son espantosos. Las drogas y el
alcohol la tienen fuera de sí; los pocos cuadros que pintaba muestran trazos torpes y
emborronados. Es entonces cuando más se aferra al dogma comunista: Frida no cree en
Dios y necesita encontrar algún alivio, algún sentido a tanto sufrimiento, tanto espanto:
“Solo soy una célula del complejo mecanismo revolucionario”, escribe. Y pinta retratos de
Stalin, y hoces y martillos sobre sus corsés, y un conmovedor cuadro titulado “El
marxismo dará salud a los enfermos” en el que un etéreo milagro Marx sujeta entre sus
manos a Frida, que abandona radiante sus muletas (ya le habían amputado la pierna
entonces). Pero su último cuadro fue un bodegón de sandías en el que sobre la carne roja
y plena de la fruta escribió: “Viva la vida”.
En abril de 1953 se inauguró la primera gran exposición de Frida en México; ella estaba
ya tan mal que los organizadores creyeron que no podría acudir, pero a Diego se le
ocurrió la idea de mandar la cama (el gran armatoste con dosel) e instalarla en medio de
la sala de exposiciones, y luego llevar a Frida en am bulancia. Así asistió Kahlo, pues
a su fiesta de inauguración, drogada y lívida pero repintada y emperifollada (empeñada en
reconstruirse), tumbada sobre el lecho. Todos sus amigos pasaron a saludarla de uno en
uno.: fue una especie de ceremonia religiosa, como una de esas largas colas de fieles
que acuden a besar el borde del manto de la santa. Y ella se despidió de todos metida en
su cama eterna-cama mundo, en su velero del dolor, con la sonrisa desencajada y las
manos resplandecientes de sortijas.
Tema Central:
La cama o es seno o es sepulcro, la cama o es potro de torturado es altar sagrado, la
cama tomó presa a Frida Kahlo encerrándola en la recámara. La recámara era su nido,
cueva, más aún, universo.
Temas Secundarios:
La soledad, tristeza, desintegración de su cuerpo y el terrible sufrimiento que padeció,
todos tendientes a la búsqueda de un mundo pacífico y sin dolor.
Personajes Principales:
Frida Kahlo (1907-1954)-: Mujer bella, con ojos feroces y maravillosos, boca perfecta,
entrecejo hirsuto, bigote apreciable, de gran fuerza de voluntad, coraje y ganas de vivir,
bisexual, tuvo numerosos amantes después de que Diego la engañara con su hermana,
humilde con su trabajo de pintura, con salud delicada y decadentes después de un
terrible accidente que le cambió la vida, pintaba sus autorretratos porque pasaba mucho
tiempo sola y no tenía más que hacer, se volvió alcohólica y dependía de las drogas para
soportar su dolor. Tiene cuatro hermanas: Luisa, Adriana, Margarita y Cristina.
Diego Rivera (1886-1957): Esposo de Frida, pintor famoso de México, revolucionario,
mujeriego, se acostó con la hermana de Frida y esto causó el divorcio, su
comportamiento es abominable, imaginativo, divertido, único, exuberante, defensor
apasionado del arte de Frida. Tenía grandes pechos de mujer.
Personajes Secundarios:
Madre de Frida (Matilde Calderón y González)1874-1932: no pudo ver a su hija después
del accidente. Fue a ver a Frida al hospital un mes después del accidente.
Padre de Frida (Guillermo Kahlo)1871-1941: Hombre epiléptico, enfermó y no apareció
en el hospital hasta los veinte días.
Cristina Kahlo: La hermana menor de Frida fue también víctima de las garras del Don
Juan. Sostuvieron su relación hasta que Frida Kahlo los descubrió, lo que fue causa de
su primer divorcio.
Nickolas Murray: La icónica pintora mexicana Frida Kahlo fue inmortalizada bajo el lente
del fotógrafo húngaro Nickolas Muray, quien fue su amigo y amante durante años y la
fotografió entre 1937 y 1946. Las fotografías fueron hechas tanto en el estudio de Muray
en Nueva York como en la Casa Azul de Coyoacán.
Isamu Noguchi: El escultor de madre estadounidense y padre japonés, fue invitado por
Diego Rivera en 1936 para intervenir el interior del mercado Abelardo L. Rodríguez.
Noguchi sedujo a Frida y comenzaron un romance. Diego encontró a los infieles en su
departamento y empuñando una pistola le exigió a la pareja terminar la aventura.
León Trotsky: Unos dicen que el romance fue por venganza y otros, que por placer, pero
nadie niega que tuvieran un amorío. La primera versión es que tras enterarse que Diego
sostenía una aventura con Cristina Kahlo, la hermana de Frida, la pintora inició una
relación con León Trotsky, quien era uno de los personajes más admirados por el
muralista mexicano. La segunda versión es que Frida se enganchó con la inteligencia y
postura política de su Trotsky. Cartas y diarios de ambos personajes confirman el amor.
Georgia O’Keeffe: En 1931 Frida conoció a durante su viaje a Nueva York Georgia
O’Keeffe célebre pintora americana, aunque al inicio sintió cierta antipatía por ella
después sería gran admiradora de su obra. “Pensé mucho en ti y nunca voy a olvidar tus
maravillosas manos y el color de tus ojos.”
Espacios
Psicológico: Sus cuadros, profundamente simbólicos, aluden a menudo a los múltiples
sufrimientos físicos y psicológicos que la artista padeció. A Frida Kahlo se le diagnosticó
a lo largo de su vida poliomielitis, tuberculosis o sífilis y fue sometida a más de 30
operaciones. Sin embargo, desde la perspectiva médica actual se cree que su dolor y
fatiga crónicos respondían a una enfermedad todavía desconocida en aquellos tiempos.
Cuando tenía 18 años, Frida sufrió un grave accidente de autobús, con el resultado de
importantes fracturas en costillas, clavícula, columna vertebral, hombro, piernas y pelvis,
así como una perforación a nivel del abdomen a través de la vagina. “Perdí mi virginidad”,
afirmaba al respecto.
Probablemente este trauma físico múltiple fue el detonante de los constantes dolores que
la pintora ya no dejaría de padecer y que hoy en día se atribuyen a la fibromialgia. Una
nueva visión de su expediente clínico, publicada en la revista Arthritis & Rheumatism en
el año 2000 por un equipo de reumatólogos, sugiere que la verdadera causa del
sufrimiento crónico de Frida fue una fibromialgia postraumática.
La fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por dolor musculo-
esquelético generalizado, con una exagerada hipersensibilidad en múltiples puntos
predefinidos. Entre otros síntomas asociados (se han llegado a detectar hasta 100), las
personas con fibromialgia sufren de cansancio y fatiga crónicos, trastornos del sueño,
dolor de cabeza, alteraciones digestivas, mareos, pérdida de concentración y memoria,
ansiedad o depresión.
Los llamaban el elefante y la paloma. Él, de 42 años y con 136 kg; ella, de 22 años y 44
kg. Él engañándola, ella amándole sin medida. Él adorándola, pero incapaz de ofrecerle
un vida exclusiva y compartida. Sin embargo, juntos evolucionaron y trascendieron como
dos y como uno haciéndose un gran hueco en la historia de un mundo inmenso.
Físico: Ciudad de México, Coyoacán. Por encargo de Diego Rivera, en 1931 Juan
O'Gorman diseñó una de las primeras construcciones funcionalistas de Latinoamérica:
una casa para el pintor y otra para su esposa Frida Kahlo, donde cada uno tendría su
propio estudio.1 Se trata de dos bloques de hormigón liso, que albergan cada uno una
casa, una roja con blanco (el pintor) y otra azul (para la artista), independientes una de la
otra y unidas solamente por un pequeño puente en su parte superior.
Ético: Las enseñanzas de amor de Frida Kahlo se reflejan en el sufrimiento que
desprende con su arte, en especial con sus autorretratos. En su pintura proyectaba sus
dificultades, reconocía su exposición a la vida y trazaba paso a paso su camino de auto
aceptación. Bisexual y enamorada de un hombre que no supo amarla a ella sola, Frida
nos enseñó cómo es posible vivir la vida aún con los pesares y el dolor del amor. Su
apasionada y poco convencional relación con Diego Rivera sobrevivió a infidelidades por
ambas partes, a un divorcio y a otras tantas separaciones. Juntos compendiaron el sinfín
de sinrazones que constituye al amor, un sentimiento tan universal como inexplicable. El
porqué del atrevimiento de Frida a la hora de amar a un hombre reconocido por su fama
de mujeriego nadie podrá nunca determinarlo, pues el amor no es una cuestión de
razones.
Económico: Su vida económica no sufrió apremios, Diego Rivera y ella supieron ganar
una fama dentro y fuera de México que los mantuvo despreocupados de ese problema.
Además ella provenía de una familia que la había educado en un colegio prestigioso de
su ciudad natal.
Político: El hecho en el cambio de su fecha de nacimiento tiene relación con el año del
comienzo de la Revolución mexicana (1910) y el retiro del poder del presidente Porfirio
Díaz.
Vivió los gobiernos de Madero, la llamada Revolución Constitucionalista (Constitución de
1917, primera en el mundo en incorporar reivindicaciones agrarias y sociales), y el triunfo
de Carranza que decretó la Ley Agraria y le ganaron un amplio sector de la población.
El contexto fue revolucionario: la revolución zapatista que tuvo en jaque a los mexicanos
durante varios años. Zapata es asesinado en una emboscada en 1919.
La presidencia de Cárdenas (1934/40) , marcó un gobierno populista, con reparto de
tierras y creación de instituciones sociales, nacionalizó ferrocarriles y empresas de
petróleo. Su apoyo a la república española y la protección al Trotsky exiliado, hablan de
su posición ideológica.
1946 comienza la hegemonía del PRI, llegando al poder civiles universitarios, en 1947 al
reconocer el voto de la mujer en las elecciones municipales y en 1953 el derecho de
votar y ser votada.
Social: La realidad de su país la fueron modelando y definiendo. El contexto social que
siempre está influido por el contexto político, se muestra durante la revolución.
Zapata realizó repartos de tierras en Morelos y decretó medidas legales para intentar
consolidar las reformas agrarias y las conquistas sociales logradas, pero los zapatistas
fueron derrotados por las tropas constitucionalistas.
Por todo esto es que Frida decía: "Soy hija de una revolución, de eso no hay duda, y de
un viejo dios del fuego, que adoraban mis ancestros".
Cotidiano . A continuación, se le presenta un ejercicio de selección de respuesta simple.
Lea cada enunciado y coloque una X en la opción correcta.
¿Cuál opción completa el esquema con una característica del género literario ensayo?
a) Posee rima y ritmo.
b) Tiene muchos personajes.
c) Expone el punto de vista del autor acerca de un tema específico.
a) posee narrador.
b) establece un diálogo con el espectador.
c) es una estructura con libertad por parte del autor.
Diego Rivera era ya por entonces el pintor más famoso de México, autor de unos
colosales murales de tema revolucionario que hoy, aun manteniendo la fuerza del
color y del trazo, resultan un tanto envarados en su estilo realista-socialista. También
era un gigante barrigón y horrendo, de ojos abultados y cara de batracio.
Frida Kahlo: El mundo es una cama
5. Lea el siguiente fragmento del ensayo Frida Kahlo: El mundo es una cama
Pero Rivera también debía de ser un tipo imaginativo, divertido cuando quería,
único, exuberante. Frida le describe como quien describe a un dios, a una criatura
primigenia: “Su vientre enorme, terso y tierno como una esfera”, descansa sobre
sus fuertes piernas, bellas como columnas…
Para ella Diego es un mito, el ogro bueno y malo de la infancia, el principio mismo
de la vida. Y aunque es cierto que Diego la atormentó psíquicamente y la abandonó
en momentos de gran necesidad, también es cierto que en otros momentos fue una
gran ayuda para Frida y que nunca llegó a abandonarla por completo.
Frida Kahlo: El mundo es una cama
Según el código apreciativo, las palabras del hablante en el fragmento anterior, proyectan
La colisión le partió la columna por tres sitios, le rompió la cabeza del fémur y
las costillas, le fracturó tres veces la pelvis y once veces las piernas y le aplastó
por completo el pie derecho (el pie malo de la polio). Cuando supo del estado de
hija, la madre se quedó muda de la impresión y no pudo ir a verla en un mes; el
padre, que era epiléptico, enfermó y no apareció por el hospital hasta los veinte
días. Frida estaba sola, un cuerpo desbaratado enfrentado a un sufrimiento
insoportable. El accidente ocurrió el 17 de septiembre de 1925; se puede decir
que entonces empezó a morirse Frida Kahlo, una larga agonía que culmino
veinte años después en Coyoacán . Frida Kahlo: El mundo es
una cama
Según el código apreciativo, las palabras del hablante en el fragmento anterior, proyectan
que Frida
a) tenía unos padres que no se preocuparon nunca por ella.
b) era un ser humano valiente y que nunca se dio por vencida ante nada.
c) fue una mujer sumisa, que los engaños de Diego la mataron lentamente.
De acuerdo con la lectura del ensayo, ¿cuál opción completa el esquema con una
valoración positiva presente en el texto?
a) La promiscuidad de Frida
b) Las constantes infidelidades de Diego
c) El rescate de la cultura indígena a través del arte de Frida
14. Lea el siguiente fragmento del ensayo Frida Kahlo: El mundo es una cama
“Diego era además un personaje inclasificable.”
Tenía tal fuerza de voluntad, tanto coraje y tantísimas ganas de vivir que dos
años después, tras un calvario de operaciones, estiramientos, colgaduras y
corsés, consiguió llevar una vida prácticamente normal, aunque se sintiera
constantemente agotada y sufriera dolores de espalda y la pierna. “No tengo
más remedio que aguantar por que es peor desesperarse”
Frida Kahlo: El mundo es una cama
a) León Trotski
b) Diego Rivera
c) André Breton
En abril de 1953 se inauguró (…); ella estaba ya tan mal que los
organizadores creyeron que no podría acudir, pero a Diego se le ocurrió la
idea de mandar la cama e instalarla en medio de la sala de exposiciones, y
luego llevar a Frida en ambulancia. Frida
20. Lea los siguientes fragmentos del ensayo Frida Kahlo: El mundo es una cama.
I. Y ella se despidió de todos, metida en su II. Así asistió Kahlo, pues a su fiesta de
cama eterna-cama mundo, en su velero del inauguración, drogada y lívida pero
dolor, con la sonrisa desencajada y las repintada y empeñada en
manos resplandecientes de sortijas. reconstruirse.
Según el mundo mostrado, ¿cuál registro del habla predomina en cada fragmento?
21. Lea los siguientes fragmentos del ensayo Frida Kahlo: El mundo es una cama.
I. Es entonces cuando más se aferra II. “Solo soy una célula del complejo mecanismo
al dogma comunista: Frida no cree revolucionario”, escribe. Y pinta retratos de
en Dios y necesita encontrar algún Stalin, y hoces y martillos sobre sus corsés, y
alivio, algún sentido a tanto un conmovedor cuadro titulado “El marxismo
sufrimiento, tanto espanto. dará salud a los enfermos”
Según el mundo mostrado, ¿cuál registro del habla predomina en cada fragmento?
22. Lea los siguientes fragmentos del ensayo Frida Kahlo: El mundo es una cama.
I. Tenía la pierna derecha gangrenada II. Diego era además un personaje
y en agosto de 1953 se la amputaron inclasificable. En muchos sentidos su
desde la rodilla. La simple y fría comportamiento resulta abominable: por su
enumeración de sus tormentos insustancialidad, su afán de protagonismo,
produce asfixia. su crueldad.
Según el mundo mostrado, ¿cuál registro del habla predomina en cada fragmento?
De acuerdo con la lectura del ensayo y el fragmento anterior, ¿para Frida cuál es la
consecuencia más dolorosa y triste del accidente?
a) Quedar coja
b) No poder ser madre
c) No volver a tener relaciones sexuales
De acuerdo con la lectura del ensayo y el fragmento anterior, ¿para Frida cuál es la
consecuencia más dolorosa y triste del accidente?
d) Quedar coja
e) No poder ser madre
f) No volver a tener relaciones sexuales
Cotidiano
A continuación, se le presenta un ejercicio de respuesta corta, conteste lo que se le
solicita en forma clara y precisa.
1. Describa dos aspectos de la vida de Frida que impactaron su salud durante toda su
existencia.
a) _____________________________________________________________________
___________________________________________________________
b) _____________________________________________________________________
___________________________________________________________
2. ¿Quién es Diego Rivera y por qué Frida sufre tanto con él durante casi toda su vida?
a) ________________________________________________________________
b) ________________________________________________________________
3. ¿Por qué para Frida el mundo es una cama? Comente con dos respuestas.
a) _____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
______________________________________________________
b) _____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
______________________________________________________
b) _____________________________________________________________________
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9.Si tuviéramos que decir que la vida de Frida nos deja una lección de vida, ¿Cuál sería?
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10.Anote , cuál fue la enfermedad que marcó a Frida Kahlo desde los seis años.
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