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Liberación del Rencor en 10 Pasos

El documento presenta un ejercicio de autoconocimiento y liberación emocional que consiste en expresar y analizar sentimientos de rencor hacia otras personas. A través de una serie de pasos, se invita a los participantes a reflexionar sobre sus emociones, empatizar con los demás, agradecer y finalmente perdonar, tanto a sí mismos como a los otros. El objetivo es alcanzar una mayor paz interior y sanación emocional.

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Liberación del Rencor en 10 Pasos

El documento presenta un ejercicio de autoconocimiento y liberación emocional que consiste en expresar y analizar sentimientos de rencor hacia otras personas. A través de una serie de pasos, se invita a los participantes a reflexionar sobre sus emociones, empatizar con los demás, agradecer y finalmente perdonar, tanto a sí mismos como a los otros. El objetivo es alcanzar una mayor paz interior y sanación emocional.

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Hazte con boli y papel, y prepárate a escribir desde el corazón.

1º) ¡SÁCALO!

Plasma cómo te sientes, exprésate tal como te venga y deja volar libremente el boli.
Cuando acabes, si quieres, podrás quemar la hoja o hacerla pedacitos.

2º) CONCRETA

Ahora haz una lista con todas las personas con las que estás molesto y escribe tus
sentimientos con respecto a ellas. Ve uno por uno y en orden, sacando lo que te
molestó, lo que te enfadó, lo que te cuesta perdonarles,…
3º) RECONOCE

Escribe, al final de cada escrito: “Yo (nombre), guardo rencor a (nombre), y deseo
liberarme de esta pesada carga”. ¡Es importante que reconozcas tus emociones para
poder superarlas, y que te comprometas a ello!
4º) ANALIZA

Una vez hecho todo esto, vas a profundizar, a analizar qué sientes exactamente.
Quizás estas preguntas te ayuden:

¿Qué es, en verdad, lo que me está provocando este malestar? ¿Qué es lo que me ha
dolido realmente? (Ejemplo: que me hayan engañado, tomado por tonto, que se
hayan aprovechado de mi bondad, haber sido demasiado confiado) ¿En el fondo…
estoy enfadado con la persona; o realmente es más conmigo mismo, por haber
permitido esta situación, o no haberla evitado?

¿Qué me hubiera gustado que pasara? ¿Para qué? ¿Eso me hubiera hecho más feliz?
¿De qué manera?

¿Qué esperaba yo de él/ella? ¿Cómo quería que hubiera actuado? ¿Qué necesidades
mías hubiera cubierto?
¿Cómo hubiera actuado yo, si fuera la otra persona?

¿Estoy satisfecho con cómo he actuado frente a esta situación? ¿Cómo me hubiera
gustado reaccionar? ¿Así hubiera solucionado algo? ¿Me habría quedado más
tranquilo/a? ¿Habría actuado así conforme a mis valores?

¿Estoy siendo justo con la persona? ¿Estoy dándole el beneficio de la duda? ¿O


directamente he malpensado de ella, y (elijo creer) que ha actuado de mala fe, para
hacerme daño deliberadamente?

¿Estoy aceptando que es un ser humano y que todos cometemos errores? ¿Soy
demasiado exigente? ¿Espero un nivel de perfección desmedido, o tengo unos
criterios justos y equilibrados? (atento a lo que te dicen los demás) ¿Actúo yo
conforme a ello? ¿Cómo de bien tolero los errores ajenos? ¿Y los míos propios? ¿Y
los contratiempos, inconvenientes o reveses de la vida?

¿Me siento herido fácilmente? ¿Defraudado? ¿Frustrado? ¿He tenido problemas con
otras personas, o es la primera vez que me pasa algo parecido?

¿Qué gano teniéndole rencor a esta persona? ¿A qué me ayuda? ¿En qué tipo de
persona me estoy convirtiendo gracias a esto? ¿Me gusta?

¿Cuánto tiempo llevo guardando estos sentimientos? ¿Eran así de intensos desde el
principio? ¿Qué es lo que me impide desprenderme de estas emociones? ¿Quién
sería yo si no me sintiera así? ¿Cómo actuaría con la persona, si no le guardara
rencor? ¿Y con los demás?
5º) REFLEXIONA

Una vez te hayas cuestionado todo esto, saca tus conclusiones. Quizás te hayas dado
cuenta de que tu rencor es más profundo, o que tiene más que ver con temas tuyos, y
no tanto con la persona en particular. ¡En ese caso, enhorabuena! Has llegado a un
nivel muy profundo de autoconocimiento, y has descubierto la clave para sanar
profundamente tu frustración.
6º) EMPATIZA
Ahora piensa en las razones o motivos que tenía esa persona para actuar así. Empatiza
con él/ella. Ponte en su piel, ten en cuenta las circunstancias que tenía en su vida,
cuando sucedió aquello. Date cuenta de que cada uno hacemos lo mejor que
podemos, con lo que sabemos y tenemos en cada momento. ¿Quizás esa persona era
alguien inmaduro? ¿O algo egoísta y actuó sin pensar en las consecuencias, pero en
verdad no quería hacerte daño? Sea como sea, eres libre de pensar lo que desees. Así
que mejor elije lo que menos daño te haga, y más paz te traiga, ¿no?

Para empatizar profundamente, sepárate del resultado de sus acciones. Aunque sus
actos fueran erróneos, trata de comprender qué le pudo llevar a decir o hacer eso.
Qué necesitaba, cómo se podía sentir, qué esperaba obtener… Si te das cuenta de que
es alguien inseguro, dolido, torpe, con pocas habilidades emocionales, o vulnerable…
seguramente te resulte más fácil dejar de personalizar lo que hizo y empezar a soltar
ese rencor.
7º) AGRADECE

Ahora piensa en (al menos) cinco cosas que le agradeces. ¡Sí, sí! No me he vuelto loca.
Siempre hay motivos para ello. Quizás esa persona se portó bien contigo en otras
situaciones. O puede que simplemente el daño que te ha hecho, te haya servido para
abrirte los ojos y darte cuenta de ciertas cosas. Quizá este periodo te ha hecho ser más
fuerte y más sabio. Piensa qué cosas buenas te ha aportado, por las que estás
agradecido (a la persona, o a la situación).
8º) PERDONA

Suelta el boli un momento. Retírate para atrás en la silla, pegando bien la espalda al
respaldo, alejándote del papel. Cierra los ojos y respira profundamente. Di en alto:
“Por respeto a mí mismo, perdono a (nombre)”.

Respira de nuevo calmadamente. Nota como, aunque aún no te lo llegues a creer del
todo, poco a poco vas resistiéndote menos.

Di en alto: “Por mi propia felicidad, calma y libertad, perdono a (nombre)”.

Repite este paso completo todas las veces que necesites, hasta que puedas decirlo sin
revolverte apenas por dentro.
9º) PÍDELE PERDÓN
Vuelve al papel. Anota ahora 5 motivos por los que tú le pides perdón a la persona.
Recuerda que no hace falta que le des la carta ni hables con él/ella si no quieres; esto
es para ti.

¿Qué crees que hiciste mal (o no del todo bien) con respecto a esta persona? ¿Cómo
hubieras preferido comportarte? ¿Te arrepientes de algo? (piensa no sólo en el
momento del conflicto, sino también en toda vuestra relación)
10º) APRENDIZAJES

Suelta el boli, vuelve a separarte del papel y a respirar tranquilo unos segundos. Toma
perspectiva. Piensa en el ejercicio tan profundo que acabas de hacer.

¿Qué has aprendido? ¿Qué es lo que te ha costado más? ¿Y lo que menos? ¿Qué
conclusiones sacas de todo ello? ¿Te has dado cuenta de algo importante? ¿Ves
ahora a la persona del mismo modo que lo hacías antes? ¿Y a la situación? ¿A ti
mismo? ¿Cómo te sientes ahora? ¿Te notas más liberado?

Vuelve al papel y escribe al menos 5 cosas que hayas aprendido (del ejercicio, de la
persona y/o de la situación)

Para terminar, respira tranquilo y (si puede ser, sonriendo) repite en alto: “¡¡TE
PERDONO (nombre)!!”

¡¡Enhorabuena!! Por fin has terminado el ejercicio. ¡Siéntete orgulloso por semejante
esfuerzo! Seguro que no ha sido nada fácil…

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